Erytheia: Separata

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ERYTHEIA

REVISTA DE ESTUDIOS BIZANTINOS Y NEOGRIEGOS

36 - 2015

SEPARATA
ÍNDICE

R. BARROSO CABRERA, J. CARROBLES SANTOS, J. MORÍN DE PABLOS, I. M.a


SÁNCHEZ RAMOS, Ciudad y territorio toledano entre la Antigüedad
tardía y el reino visigodo: la construcción de una Civitas regia (ss. IV-
VIII d.C.) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

P. A. CAVALLERO, Algunas consideraciones ecdóticas sobre la Apología de


Leoncio de Neápolis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63

M. BELTRÁN, Exigua otredad de Dios en lo creado según los Ambigua de Má-


ximo el confesor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71

Δ. Α. ΜΑΜΑΓΚΑΚΗΣ, Η προσπάθεια ανάκτησης της Ανατολής από τον Αλέξιο Α'


Κομνηνό και η Ἀκολουθία ἐπὶ κατευοδώσει στρατοῦ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93

T. MARTÍNEZ MANZANO, Astronomía, astrología y literatura en la biblioteca del


joven Isidoro de Kiev: a propósito del Escurialensis R I 14 . . . . . . . . . . . . . 137
J. M. FLORISTÁN, Jerónimo Combis, capitán de estradiotes y superintendente
general del servicio español de espionaje en Nápoles . . . . . . . . . . . . . . . . 151
Μ. Γ. ΒΑΡΒΟΥΝΗΣ, Η Επτανησιακή παρουσία στη Σάμο κατά τον 18 και 19 αι. . ο ο
193
M. GARCÍA-AMORÓS, Georges Seferis’ youth through his correspondence with
his sister Ioanna Seferiadi: 1919-1924 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207
C. POSE FERNÁNDEZ, La consagración europea de Yorgos Seferis y su Destino
en España . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231
M. SERGIS, On the cultural biography of the things: Wall calendars of cultural
associations in Greece. The Athens Naxiot migrant associations’ example
(1980-2007) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 251
Recibido: 11.05.2015
Aceptado: 25.05.2015

Astronomía, astrología y literatura en la biblioteca del


joven Isidoro de Kiev: a propósito del Escurialensis R I 14*

Teresa MARTÍNEZ MANZANO


Universidad de Salamanca
manzano@usal.es

RESUMEN: Razones de orden paleográfico, codicológico y textual


permiten asignar a los años de juventud de Isidoro de Kiev la factura de una
sección importante del manuscrito Escur. R I 14 e incluir el códice entre los
libros de su biblioteca.
PALABRAS CLAVE: Isidoro de Kiev, Manuel II Paleólogo, manuscritos
griegos, astronomía y astrología bizantinas.
ABSTRACT: Palaeographical, codicological and textual reasons support
the dating of an important section of ms. Escur. R I 14 in the years of Isidore
of Kiev’s youth and allow to include this codex in his own library.
KEY WORDS: Isidore of Kiev, Manuel II Palaeologus, Greek manus-
cripts, Byzantine astronomy and astrology.

Poco interés ha suscitado hasta ahora entre paleógrafos y bizantinistas un


manuscrito de El Escorial del que se lee una descripción en el primer volumen
del Catálogo de los códices griegos de Alejo Revilla, el Escur. R I 14. El ejemplar, de
276 folios de papel, fue datado por el padre agustino sin mayor precisión en el

* Trabajo elaborado en el marco del Proyecto de Investigación FFI2013-45372-P.

137 Erytheia 36 (2015) 137-149


Teresa MARTÍNEZ MANZANO

s. XV1, pero las circunstancias de su factura y composición no han sido


abordadas ni desde una perspectiva paleográfica, ni desde una visión histórica,
literaria o cultural. Dos únicos datos parecen haber trascendido de este códice:
el primero es que contiene en sus ff. 257-270 una copia del Epitafio del
emperador Manuel II Paleólogo en honor de su hermano Teodoro, déspota de
Morea, muerto en junio de 14072; el segundo es que el libro perteneció al
patricio veneciano Marco Dandolo (1458-1535)3. En virtud del primero de estos
datos, el Escur. R I 14 se ha ganado un modesto puesto dentro de la historia de
la literatura bizantina; en virtud del segundo se ha convertido en una también
pequeña “tesela” dentro del vivo mosaico que representa la historia del
humanismo véneto. Pero poco más.
Repasemos en primer lugar las conclusiones alcanzadas por Juliana
Chysostomides, la editora del Epitafio en honor de Teodoro: el manuscrito de El
Escorial contiene una primera redacción del discurso fúnebre del emperador
Manuel II, reelaborado después de manera más amplia en la forma que se
conserva en el Par. Suppl. gr. 3094. Prueba de que la del Escurialensis es una
redacción en ciernes es que es más breve, está incompleta y no viene precedida
del “material introductivo” que suele acompañar a esta oratio en los otros
testimonios manuscritos. El autor de la copia, que no está suscrita, ha podido
ser reconocido en Isidoro, futuro metropolita de Kiev, que utiliza aquí una
variante caligráfica de su escritura y que en torno a 1410 era una persona muy

1
A. REVILLA, Catálogo de los códices griegos de la Biblioteca de El Escorial I, Madrid 1936, pp. 22-49.
Una descripción detallada del contenido se encuentra asimismo en C. O. ZURETTI, Catalogus
codicum astrologorum graecorum. Codices Hispanienses. Tomi XI pars I, Codices Scorialenses, Bruxellis
1932, pp. 3-28.
2
Manuel II Palaeologus, Funeral Oration on his brother Theodore, introduction, text, translation and notes
by J. CHRYSOSTOMIDES, Thessalonike 1985, pp. 32-34.
3
De la biblioteca de Marco Dandolo pasó a la de su hijo Matteo, en la que portaba el n.º 17: cf. T.
MARTÍNEZ MANZANO, «Creta y el itinerario de los textos griegos hacia occidente. El caso de los
manuscritos de Matteo Dandolo», Scripta 7 (2014) 159-184, en esp. 164 y 184.
4
Cf. C. FÖRSTEL-D. GROSDIDIER DE MATONS, «Quelques manuscrits grecs liés à Manuel II
Paléologue», en: B. ATSALOS-N. TSIRONI (EDS.), Actes du VIe Colloque International de Paléographie
Grecque (Drama, 21-27 septembre 2003), Athêna 2008, pp. 375-386, en esp. 377-378, consideran el Par.
Suppl. gr. 309 como el ejemplar “oficial” del Epitafio porque contiene una representación
iconográfica de Manuel II (f. VI: puede verse una reproducción de esa imagen en J. CHRYSOS-
TOMIDES, Manuel II Palaeologus, Funeral Oration..., pl. I) vestido con las insignias imperiales y porque
fue encuadernado en torno a 1410 en el mismo taller en el que lo fueron otros cuatro libros que por
diversas razones se ponen en relación con el entourage más cercano al emperador.

138
Isidoro de Kiev y el Escurialensis R I 14

próxima al emperador Manuel II Paleólogo, como se deduce del hecho de que


desempeñó un papel destacado en la difusión de sus obras5.
Mientras que la versión más extensa y definitiva del Epitafio fue redactada
probablemente a lo largo del año 14126 y fue el propio emperador quien se
encargó de difundirla en los círculos humanísticos de Italia en los años
sucesivos7, esta primera versión conservada únicamente en el Escur. R I 14 es
probablemente la que fue leída, por el propio Isidoro y por un cierto Gaza8, en
una ceremonia conmemorativa en Mistra en junio de 1411 –con motivo del

5
J. CHRYSOSTOMIDES, Manuel II Palaeologus, Funeral Oration..., pp. 33-34 y pl. II. Cf. M. MANFREDINI,
«Inventario dei codici scritti da Isidoro di Kiev», Studi classici e orientali 46 (1997) 611-624, en esp.
618; B. L. FONKIČ, «Piscy Manuila II Paleologa», en: Grečeskie rukopisi evropejskich sobranij.
Paleografičeskie i kodikologičeskie issledovanija 1988-1998 gg, Moskva 1999, pp. 99-104. Chrysostomides
reconoció la mano de Isidoro en los ff. 257-270 del manuscrito de El Escorial gracias a una
comparación con la letra del Vat. gr. 914, un códice de segura asdcripción isidoriana. Para este
Vaticanus véase G. MERCATI, Scritti d’Isidoro il cardinale Ruteno e codici a lui appartenuti che si conservano
nella Biblioteca Apostolica Vaticana, Roma 1926 [ST 46], pp. 19, 102, tav. I, 2; y P. SCHREINER,
«Literarische Interessen in der Palaiologenzeit anhand von Gelehrtencodices: das Beispiel des
Vaticanus gr. 914», en: W. SEIBT (ED.), Geschichte und Kultur der Palaiologenzeit, Wien 1996, pp. 205-219.
La autografía de Isidoro de Kiev en los folios mencionados del códice de El Escorial no ha sido
puesta en duda por ningún estudioso posteriormente.
6
A tenor de la cronología tradicional que se asignaba a la carta 56 del emperador Manuel II –dic.
1409-enero 1410– (cf. The letters of Manuel II Palaeologus, text, translation and notes by G. T. DENNIS,
Washington D.C. 1977, pp. 158-159) creía P. SCHREINER, «Literarische Interessen...», p. 217, n. 59,
que la versión definitiva del epitafio debía estar terminada ya a finales de 1409, si bien
posteriormente la cronología de dicha carta del emperador ha sido retrasada hasta el año 1413 y, en
consecuencia, esa versión definitiva del epitafio ha sido postpuesta hasta 1412: cf. A. ROLLO, «A
proposito del Vat. gr. 2239: Manuele II e Guarino (con osservazioni sulla scrittura di Isidoro di
Kiev)», Νέα ῾Ρώμη 3 (2006) 373-388, en esp. 373, n. 2.
7
A los seis manuscritos del s. XV colacionados por Chrysostomides añadió un nuevo testimonio (Vat.
gr. 2239) P. SCHREINER, «Ein seltsames Stemma. Isidor von Kiev, die Leichenrede Kaiser Manuels
auf seinen Bruder Theodoros und eine moderne Ausgabe», en: I. VASSIS-G. S. HENRICH-D. R.
REINSCH (EDS.), Lesarten. Festschrift für Athanasios Kambylis zum 70. Geburstag dargebracht von Schülern,
Kollegen und Freunden, Berlin-New York 1998, pp. 211-222, el cual asigna a Isidoro por primera vez
la escritura del Vat. gr. 2239 y la de otros testimonios del Epitafio en honor de Teodoro y revisa las
conclusiones textuales de Chrysostomides. Críticas bien fundamentadas –desde un punto de vista
paleográfico y filológico– a esas conclusiones de Schreiner han sido formuladas más recientemente
por A. ROLLO, «A proposito del Vat. gr. 2239...», pp. 380-388, según el cual en la transmisión del
Epitafio sólo habría que atribuir a Isidoro los testimonios del Escur. R I 14 (ff. 257-270) y del Par.
Suppl. gr. 309 (ff. 1-49).
8
Personaje que, por razones cronológicas, es preferible identificar con Demetrio Gaza, colaborador
del fallecido Teodoro Paleólogo (cf. A. ROLLO, «A proposito del Vat. gr. 2239...», pp. 373-374), antes
que con el filólogo y profesor Teodoro Gaza como hace P. SCHREINER, «Literarische Interessen...»,
p. 217.

139
Teresa MARTÍNEZ MANZANO

aniversario de la muerte de Teodoro–, según se deduce de una carta en la que


Isidoro informa del desarrollo de la ceremonia en la capital de la Morea y de la
lectura en alta voz del Epitafio del emperador9. En consecuencia, la copia de
esta primera versión o borrador del Epitafio del emperador Manuel II tuvo lugar
necesariamente entre junio de 1407 y junio de 1411. Esta última sección del
códice (ff. 257-271v) formada por dos cuaterniones menos un folio plegados en
octavo (también son autógrafos de Isidoro los ff. 270v-271v en una grafía más
cursiva y con fragmentos de astronomía sobre los ciclos solares y lunares, en
consonancia, como veremos de inmediato, con el contenido del resto del
códice) presenta la filigrana Hache de la que encontramos un diseño similar en
el n.º 7511 Br. (1393).
Ahora bien, de la lectura de la descripción del ejemplar escurialense que
ofrece Alejo Revilla10 el lector no avisado podría extraer la conclusión de que aquí
–como en tantos otros ejemplares conservados en la biblioteca del Monasterio
de El Escorial– se han aglutinado, merced a la reencuadernación que recibió el
códice en el taller del monasterio a finales del s. XVI, diversas unidades codico-
lógicas de origen independiente, dando de este modo lugar a un códice facticio.
El examen de los distintos textos, copistas y filigranas que aparecen en el
manuscrito permite demostrar, sin embargo, que el Escur. R I 14 fue realizado
todo él en los albores del s. XV (o quizás en los ultimísimos años de la centuria
anterior) y que se trata por tanto de un ejemplar unitario. Que el Escurialensis
tenía la misma disposición que presenta ahora ya en torno a 1540, antes de su
llegada a España y por tanto antes de su reencuadernación, lo demuestra, en
cualquier caso, el pínax en griego del f. 13rv (=VIrv) cuyo autor es Antonio
Eparco, el famoso marchante originario de Corfú que se instaló en Venecia en
1538 y que aprovisionó de manuscritos a muchos humanistas: efectivamente en
ese pínax se encuentra una relación de todos los textos del Escur. R I 14 tal y
como están ordenados en la actualidad11.

9
Se trata de la carta 5, publicada por W. REGEL, Analecta Byzantino-Russica, St. Petersburg 1891-1898,
pp. 59-71.
10
Cf. A. REVILLA, Catálogo de los códices griegos..., p. 22: «Diversos caracteres paleográficos permiten
dividir el Cód. en tres partes: I, fols. 17-150 de diversas manos; II, fols. 151-256; III, fols. 257-271,
independiente, en un principio, de las dos anteriores y de contenido distinto, completado más
tarde por una segunda mano, con adiciones de materia semejante a la de la parte I».
11
El manuscrito comienza mútilo en el f. 17, por lo que ha perdido al comienzo dos cuaterniones. Tal
pérdida ya se había producido cuando Eparco comercializó el ejemplar, ya que el primer item de su
pínax autógrafo remite precisamente al f. 17.

140
Isidoro de Kiev y el Escurialensis R I 14

Conviene comenzar por el dato de las filigranas que se encuentran a lo


largo del códice en un papel plegado en cuarto12, un dato novedoso en la
medida en que Revilla no tuvo en cuenta este aspecto codicológico a la hora
de datar los manuscritos que se incluyen en su catálogo. Éstas son en orden de
aparición: Cloche 3975 Br. (1403), Compas 4462 Br. (1402), Cerf 3278 Br. (1395),
Fleur 6687 Br. (1391), Ciseaux 75 Harlfinger (1404), Lettre B similar a 7979 Br.
(1416), Arc 792 Br. (1406), Lettre N sin correspondencia en Briquet13 y Lettre R
8934 Br. (1406). Casi todas estas filigranas –al menos aquellas que han podido
ser identificadas con precisión– nos sitúan en las postrimerías del s. XIV o en
la primera década del s. XV. En cuanto a los copistas, pese a la dificultad que
ocasiona el diferente tamaño de las letras y la mise en page, dado que buena
parte del contenido del manuscrito son tablas astronómicas y la letra ha tenido
que adaptarse a las casillas de las tablas, se trata únicamente de dos: el propio
Isidoro que, salvo en el Epitafio en honor de Teodoro, utiliza una variante más
informal de su escritura14 (ff. 111-150v, 257-271v15) y otro copista anónimo (ff.

12
A diferencia de la ultima sección de la pluma de Isidoro de Kiev, que estaba, como hemos visto,
plegada in octavo.
13
Pero parecida en el diseño a 8429 Br. (1459).
14
Los rasgos más sobresalientes de la escritura de Isidoro se encuentran descritos en H. HUNGER-H.
WURM, «Isidoros von Kiev, Begrüssungsansprache an Kaiser Sigismund (Ulm, 24. Juni 1434)»,
Römische historische Mitteilungen 38 (1996) 143-180, en esp. 145-146, y A. ROLLO, «A proposito del Vat.
gr. 2239...», pp. 381-382. Destacamos aquí la tau sobre la ο o la ω, que adquieren grandes
proporciones, la delta mayúscula cuyo trazo oblicuo se eleva sensiblemente e inclina a modo de
gancho, la gamma mayúscula, la pi siempre abierta, la tau realizada en dos trazos y con el superior
arqueado, la sigma final lunada con un ligero repliegue del trazo terminal, la abreviación en forma
de S para el καί y la terminación -ῆς y el acento circunflejo arqueado. En cualquier caso, Antonio
Rollo, en el trabajo citado y en «Dalla biblioteca di Guarino a quella di Francesco Barbaro», Studi
Medievali e Umanistici 3 (2005) 9-28, en esp. 25 (a propósito, por ejemplo, del Vat. gr. 1619), ha
advertido sobre la dificultad de distinguir manos “de tipo isidoriano”, de alto nivel formal y
pertenecientes probablemente a colaboradores suyos.
15
Una confirmación de esta atribución viene dada por la breve y poco conocida contribución de J. M.ª
FERNÁNDEZ POMAR, Copistas en los códices griegos Escurialenses. Complemento al catálogo de Revilla-Andrés,
Madrid 1986, p. 10, quien –de manera independiente al trabajo de Chrysostomides– reconoció que
la mano que había copiado el Epitafio en honor de Teodoro en el Escur. R I 14 (y que el estudioso
español denominó “Anonymus 2”) era asimismo responsable de la copia de los ff. 111-150v. Y a la vez
Fernández Pomar señaló que esa misma mano, el “Anonymus 2”, alias Isidoro de Kiev, había
transcrito los ff. 60-67v del Escur. Σ I 12, un códice facticio de Diego Hurtado de Mendoza que en
dichos folios contiene a Luciano –Philopatris y una relación de los incipit de todos los diálogos
lucianeos– junto a un tratado sobre la cuadratura del círculo. En la descripción del Escur. Σ I 12 en
P. MORAUX-D. HARLFINGER-D. REINSCH-J. WIESNER, Aristoteles Graecus. Die griechischen Manuscripte
des Aristoteles, I: Alexandrien-London, Berlin-New York 1976, pp. 150-153, los ff. 60-67v son con-

141
Teresa MARTÍNEZ MANZANO

17-110v, 151-256) cuya letra podría encuadrarse en la denominada por Harlfinger


Eugenikos-Schrift16.
En lo referente al contenido del manuscrito, el Escur. R I 14 es –salvo el
Epitafio imperial– una miscelánea de textos astronómicos y astrológicos que
para quien es lego en la materia constituyen un maremágnum por el que es difícil
transitar. A la dificultad del contenido se añade el hecho de que muchos de los
textos están inéditos17. Por ello queremos llamar la atención sobre aquellos que
se pueden identificar con precisión:
a) Los ff. 17-42 contienen la Expositio in syntaxim persarum del médico y
astrónomo Jorge Crisocoques18, aunque la pérdida de los dos fascículos
iniciales hace que el texto sea anepígrafo y acéfalo19. Un poco más
adelante, en el margen superior de los ff. 57rv y 58rv, se lee en tinta roja
τοῦ Χρυσοκόκκη para advertir sobre la autoría de las tablas astronómicas

siderados obra del bautizado por Harlfinger como “Anonymus 8” (a partir del trabajo previo de
D. HARLFINGER, Die Textgeschichte der pseudo-aristotelischen Schrift Περὶ ἀτόμων γραμμῶν. Ein
kodikologisch-kulturgeschichtlicher Beitrag zur Klärung der Überlieferungsverhältnisse im Corpus
Aristotelicum, Amsterdam 1971, p. 418). En D. HARLFINGER-J. HARLFINGER-J. A. M. SONDERKAMP,
Griechische Handschriften und Aldinen. Eine Ausstellung anlässlich der XV. Tagung der Mommsen-Gesellschaft
in der Herzog August Bibliothek Wolfenbüttel, Braunschweig 1978, p. 51, Abb. 16, ya se admite que el
Anonymus 8 Harlfinger es «sehr wahrscheinlich Isidoros von Kiev». También A. ROLLO, «A proposito
del Vat. gr. 2239...», p. 380, n. 30, considera de Isidoro de Kiev la sección de Luciano en el Escur.
Σ I 12, un dato que se ve reforzado por el hecho de que el escritor de Samosata era el autor preferido
del Cardenal Ruteno: véase en este sentido P. SCHREINER, «Literarische Interessen...», p. 209.
16
D. HARLFINGER, «Zu griechischen Kopisten und Schriftstilen des 15. und 16. Jahrhunderts», en: La
Paléographie grecque et byzantine (Paris 21-25 octobre 1974), Paris 1977 [Colloques Internationaux du
Centre National de la Recherche Scientifique 559], pp. 327-362, en esp. 335. No se trata, en nuestra
opinión, de ninguno de los copistas conocidos relacionados con Isidoro y con el propio Manuel II
Paleólogo –como pueden ser el llamado Anonymus EE, Andreas Leantino o Mazari (para este último
debe verse la información reunida y la nueva atribución de A. ROLLO, «Dalla biblioteca di
Guarino...», pp. 18-19)–.
17
Algunos textos de contenido astrológico fueron editados en el apéndice de C. O. ZURETTI, Catalogus
codicum astrologorum..., pp. 131-167 y 204-271.
18
Sobre el personaje puede leerse U. LAMPSIDES, «Georges Chrysococcis, le médecin, et son oeuvre»,
BZ 38 (1938) 312-316; D. PINGREE-J. SCARBOROUGH,«Chrysokokkes, George», en: A. KAZHDAN (ED.),
ODB I, Oxford-New York 1991, p. 453, y B. MONDRAIN-M. CRONIER, «Georges Chrysococcès,
copiste et éditeur de textes médicaux au XIVe siècle. L’exemple de Dioscoride», en: A. ROSELLI (a
cura di), VII Colloquio internazionale sull’Ecdotica dei testi medici greci (Procida 11-13 giugno 2013), Napoli
(en prensa).
19
Una circunstancia que llevó a Antonio Eparco a identificar el texto en su pinax con una obra de
Ptolomeo (Πτολεμαίου ψηφιφορίαι τῶν κατὰ μῆκος καὶ πλάτος κινήσεων ἡλίου καὶ σελήνης καὶ τῶν
λοιπῶν πλανητῶν).

142
Isidoro de Kiev y el Escurialensis R I 14

de esos folios y hacer que el lector las ponga en conexión con los ff. 17-
42. La Sintaxis astronómica persa escrita por Crisocoques en torno a 1347
–que aborda cuestiones relativas al calendario (como la fecha de la
Pascua), los movimientos de los planetas, los eclipses solares y lunares
y asuntos relativos a la astrología y que viene acompañada de tablas20–
tuvo una notable circulación en Bizancio a partir de la segunda mitad
del s. XIV y durante el s. XV como testimonian la treintena de manuscri-
tos que incluyen este texto21.
b) Los ff. 113-117 transmiten el De astrolabio tractatus de Nicéforo
Gregorás22, aunque en el manuscrito la obra viene atribuida a Ammonio.
c) En el f. 117 hay un breve texto sobre la adivinación del futuro cuyo título
es μέθοδος περὶ τοῦ τί ποιῶν τις εὑρίσκει τὸν ὡροσκόπον ἤτοι τὴν
ἀνατέλλουσαν μοῖραν ἀπταίστως23. En el margen se lee en sentido
vertical τοῦ Χλωροῦ. Se trata, por tanto, de un opúsculo –inédito según
parece– de Demetrio Cloro, médico, astrólogo y sacerdote del s. XIV
que osciló a lo largo de su vida entre la Iglesia romana y la ortodoxa y
que fue juzgado por el patriarcado de Constantinopla, institución en la
que había llegado a ser protonotarios, por poseer libros de prácticas
mágicas, siendo condenado a residir como monje bajo vigilancia en el
monasterio de Períbleptos24.
20
Las tablas fueron descritas por P. KUNITZSCH, «Das Fixsternverzeichnis in der persischen Syntaxis
des Georgios Chrysokokkes», BZ 57 (1964) 382-411.
21
Recordemos que fue el astrónomo bizantino Gregorio Quioniades quien, tras una larga estancia en
Persia, expuso a su vuelta en Constantinopla y Trebisonda los adelantos astronómicos del mundo
oriental (cf. para su obra D. PINGREE, The astronomical works of Gregory Chioniades, Amsterdam 1985).
Coincidiendo con la persecución que sufrió Quioniades, que tuvo que hacer profesión de fe, se
produjo en Bizancio una enorme difusión de las tablas astronómicas persas (cf. A. TIHON, «Les
tables astronomiques persanes à Constantinople dans la première moitié du XIVe siècle», Byzantion
57 [1987] 471-487) y de la mano de Teodoro Meliteniota y su Tribiblos astronómico (cf. R. LEURQUIN
[ED.], Théodore Méliténiote, tribiblos astronomique, livre 1-2, 3 vols., Amsterdam 1990-1993) la
astronomía persa hizo acto de presencia en los estudios superiores incorporándose al curriculum
universitario bizantino.
22
A. DELATTE, Anecdota Atheniensia et alia II. Textes grecs relatifs à l´histoire des sciences, Liège-Paris 1939,
pp. 195-208.
23
Inc. αἱ λεγόμεναι καιρικαὶ ὧραι πῇ μὲν κοινωνοῦσι ταῖς μεσημβρίναις. Des. εὑρήσομεν καὶ οὕτως τὴν
πρώτην τοῦ ζυγοῦ ἀνατέλλουσαν. El mismo texto se encuentra también en el Vat. gr. 1047, Vat. gr.
1896, Laur. Plut. 28, 16 y Marc. gr. 336 (cf. G. MERCATI, Scritti d'Isidoro..., p. 51). Varios de estos
manuscritos son puestos por Mercati en relación con Isidoro de Kiev.
24
F. CUMONT, «Demetrios Chloros et la tradition des Coiranides», Bulletin de la Société Nationale des
Antiquaires de France (1919) 175-181. Véase también P. MAGDALINO-M. MAVROUDI (EDS.), The Occult

143
Teresa MARTÍNEZ MANZANO

d) Los ff. 118-125 contienen el De usu astrolabii libellus de Juan Filópono25.


e) Los ff. 149-150v presentan parte del Fructus del pseudo-Ptolomeo26.

Así las cosas, cabe preguntarse a quién pudo pertenecer el Escur. R I 14.
Ciertamente no podrá considerarse un libro de la biblioteca personal del
emperador, en primera instancia porque no es un producto suntuoso desde una
perspectiva puramente codicológica o de presentación del texto, pero además
porque contiene un texto de Manuel II en honor del hermano fallecido déspota
de Morea en una redacción, como hemos apuntado, en ciernes que quedó
obsoleta al ser pronto superada por una versión más larga y completamente
renovada. El joven Isidoro actuó como escriba de ambas versiones, la del Escur.
R I 14 y la del Par. Suppl. gr. 309, pero mientras que el “texto oficial” del Par.
Suppl. gr. 309 recibió una encuadernación idéntica a la de otros manuscritos del
entorno más próximo al emperador Manuel II Paleólogo27, el “borrador”,
conservado en los ff. 257-270 del Escur. R I 14 bien pudo quedar en manos del
propio Isidoro, máxime si fue él el encargado de la lectura pública del texto en
Mistra en 1411. No puede, de hecho, ser una casualidad que ese borrador fuese
incorporado al final de una miscelánea que se encargó de copiar en parte el
mismo Isidoro28, a lo que se añade que la presencia de una colección astronó-
mico-astrológica entre sus libros no sorprende en absoluto, habida cuenta del
vivo interés que el futuro metropolita de Kiev mostró por la ciencia. No en
vano, Isidoro pasa por ser uno de los últimos representantes de la literatura
científica en el período paleólogo, no sólo por ser el propietario del famoso Vat.

Sciences in Byzantium, Geneva 2006, p. 85; C. R. KRAUS, Kleriker im späten Byzanz: Anagnosten,
Hypodiakone, Diakone und Priester (1261-1453), Wiesbaden 2007, pp. 449-450; J. PETROPOULOS (ED.),
Greek Magic: Ancient, Medieval and Modern, Abingdon NY 2008, pp. 51-52.
25
C. JARRY, «Sur une recension du Traité de l’astrolabe de Jean Philopon à l’époque des Paléologues»,
Revue d’Histoire des Textes n.s. 4 (2009) 31-78, en esp. 34. El Escur. R I 14 se incluye dentro de la
familia que transmite la recensión más común del tratado y en la que el manuscrito más importante
es el Par. gr. 2497.
26
A. E. BOER, Claudii Ptolemaei opera quae exstant omnia III 2, Leipzig 1952.
27
Véase supra n. 4.
28
Hablan en favor de una independencia codicológica entre esa sección formada por los ff. 257-271v
y el resto del códice no sólo el diferente plegado del papel, sino también el tamaño ligeramente
menor de esa sección final y las manchas de humedad o tinte que exhiben sus márgenes. La adición
por parte de Isidoro de anotaciones astronómicas de su puño y letra en los últimos folios del último
cuaternión (ff. 270v-271v) es señal de que el ensamblaje de la sección astronómico-astrológica con
la sección literaria fue iniciativa suya.

144
Isidoro de Kiev y el Escurialensis R I 14

gr. 191, un Denkmal der Wissenschaftspflege –como lo ha denominado Herbert


Hunger29– bajo el reinado de Andrónico II sobre todo para las disciplinas del
Quadrivium, sino también por haber poseído otros códices que, o bien están
relacionados con la escuela del astrólogo Juan Abramio (Laur. Plut. 28, 16), o
bien son de contenido astronómico-astrológico o matemático30. A esto hay que
añadir que Anne Tihon lo incluye entre los autores de astronomía del último
período paleólogo atribuyéndole diversos cálculos y notas31.
A la luz de los diversos datos textuales, paleográficos y codicológicos
presentados hasta aquí, pero teniendo también presente la propia biografía de
Isidoro, parece claro que la factura del Escur. R I 14 ha de asignarse a los años
que pasó durante su juventud en Constantinopla. Recordemos en este sentido
que, nacido en el Peloponeso en una fecha imprecisa que suele situarse entre
1380 y 1390, antes de alcanzar un status en el seno de la Iglesia ortodoxa –fue
elegido higúmeno del monasterio de San Demetrio en la capital y tenía tal cargo
al menos en el año 1434– y por supuesto antes de su espectacular promoción
eclesiástica y diplomática impulsada por el emperador Juan VIII Paleólogo, de
su nombramiento en 1436 como metropolita de Kiev y de toda la Rus, de su
designación en 1439 como cardenal de la Iglesia romana y de la asignación del
cargo, desde 1459 hasta su muerte, de patriarca latino de Constantinopla,

29
H. HUNGER, Die hochsprachliche profane Literatur der Byzantiner, München 1978, vol. II, p. 256. Para
este importante manuscrito compuesto en torno a 1296-98 y con abundante bibliografía me limito
a reenviar a B. MONDRAIN, «La constitution de corpus d’Aristote et de ses commentateurs aux
XIIIe-XIVe siècles», Codices manuscripti 29 (2000) 11-33, en esp. 19.
30
Los Vaticani graeci 175, 198, 210, 214, 222, 1040, 1048, 1852, 1879, 1896 y Vat. Barb. gr. 127, según G.
MERCATI, Scritti d’Isidoro..., pp. 33, 40, 51, 67, 68, 69, 78, 85 y 90. A esos códices han venido a sumarse
(pace P. SCHREINER, «Literarische Interessen...», pp. 209, n. 26) los Vat. gr. 191, 1698, Vat. Pal. 226 y
Oxon. Seld. 1344. En el Vat. gr. 1698 ha querido verse una reelaboración por parte de Isidoro del texto
de Abu Ma`shar (el Apomasar o Ἀπομάσαρ) contenido en el Vat. gr. 191. Más recientemente ha sido
descartado que Isidoro haya reelaborado en el manuscrito Par. gr. 2507 ese mismo texto del
Apomasar: el Parisinus, que fue considerado por D. PINGREE (ED.), Albumasaris De revolutionibus
nativitatum, Lipsiae 1968, pp. x-xii, un autógrafo de Isidoro, no es tal (se trata de un manuscrito de
aproximadamente la octava década del s. XIV) ni la recensio que allí se lee puede atribuirse a él: D.
Harlfinger la relacionó en su autopsia del manuscrito de 1966, accesible en Commentaria in
Aristotelem Graeca et Byzantina (http://cagb-db.bbaw.de/handschriften/handschrift.xql?id=52139),
con Juan Abramio, y más recientemente B. MONDRAIN, «Les écritures dans les manuscrits byzantins
du XIVe siècle», RSBN 44 (2007) 157-196, en esp. 167, fig. 1, con Isaac Argyro.
31
A. TIHON, «L’astronomie byzantine à l’aube de la Renaissance (de 1352 à la fin du XVe siècle)»,
Byzantion 66 (1996) 244-280, en esp. 245, 255 y 265. La estudiosa se refiere al Vat. gr. 1852, en cuyos
ff. 212-259 se leen cálculos escritos por Isidoro sobre el sol, la luna, los planetas y los eclipses
realizados según las tablas persas para los años 1423, 1435 y 1450.

145
Teresa MARTÍNEZ MANZANO

Isidoro estuvo en su juventud ligado a la corte de Manuel II Paleólogo en unos


años de su biografía que Giovanni Mercati ha calificado de “oscurissimi”32. Pero,
al menos, la cronología de su primera estancia constantinopolitana parece ahora
bastante clara a la luz del análisis de su correspondencia: habría tenido lugar
entre 1403 y 141033. Después del verano de 1410 Isidoro se instaló de nuevo en
el Peloponeso y al inicio de la década de los 30 debió de regresar a Constan-
tinopla34, aunque durante los veinte años de estancia en el Peloponeso pudo
tener ocasión de volver puntualmente a la capital.
En esos años de juventud que ahora más nos interesan (1403-1410) es
posible que trabajase, en opinión de Peter Schreiner, como copista y miniator
ya que la elaboración de epígrafes, iniciales y lacerías en el Vat. Urb. gr. 110 sugiere
que tenía una formación caligráfica, y las recetas para la tinta de diversos colores
que se conservan en otro códice de su propiedad –el Vat. Urb. gr. 125– apuntan
en esta misma dirección de un uso práctico por parte de Isidoro de tales
recetas35. Por lo demás, el carácter hipotético de su dedicación a la copia de
manuscritos en esta época juvenil se disipa si se tiene en cuenta la información
reunida por Antonio Rollo concerniente a las copias que realizó para Guarino
de Verona, con quien coincidió en Constantinopla varios años (1403/1404-1408),
y que ponen de manifiesto que Isidoro trabajaba con otros copistas que
compartían con él la misma educación gráfica «per venire incontro a specifiche
esigenze culturali dell’ambiente umanistico italiano»36.

32
G. MERCATI, Scritti d’Isidoro..., p. 102. El papel destacado de Isidoro en la transcripción de obras del
emperador es el elemento que pone de manifiesto su conexión con la corte imperial.
33
Cf. G. MERCATI, Scritti d’Isidoro..., pp. 102-103; P. SCHREINER, «Literarische Interessen...», p. 217. La
carta 4, que Isidoro dirige a Juan Cortasmenos, parece escrita a finales de 1411 ya en el Peloponeso.
La fecha de 1403 coincide con la del regreso de Manuel II de su viaje a Francia e Inglaterra.
34
Fue hieromónaco probablemente en el monasterio de San Miguel y de los Ángeles de Monembasía.
Sabemos que en la Morea se encontraba todavía en 1417: para esta etapa de la biografía isidoriana
véase V. LAURENT, «Isidore de Kiev et la Métropole de Monembasie», RÉB 17 (1959) 150-157, en
esp. 153, n. 15.
35
Cf. P. SCHREINER, «Literarische Interessen...», p. 214.
36
Cf. A. ROLLO, «Dalla biblioteca di Guarino...», pp. 19-20. Se trata siempre de códices de contenido
clásico: Ambr. E 111 sup. (Platón, Dión Crisóstomo), transcrito por Isidoro, Mazari y por otro
copista anónimo; Guelf. 86, 7 Aug. 2.º (Luciano), autógrafo de Isidoro; Laur. Conv. Soppr. 112
(Jenofonte), autógrafo igualmente de Isidoro que fue enviado por éste en el otoño-invierno del año
1410 a Guarino, quien a la sazón se encontraba en Florencia, y Laur. Conv. Soppr. 88 (Luciano), escrito
por Isidoro y otro copista de la misma formación gráfica. Para estos ejemplares véase A. ROLLO,
«Sulle tracce di Antonio Corbinelli», Studi Medievali e Umanistici 2 (2004) 25-93, en esp. 55-56, 70-
71, y tav. XV, XXX, XXXII y XXXIII; «Dalla biblioteca di Guarino...», pp. 17-21, y tav. II, III y IV.

146
Isidoro de Kiev y el Escurialensis R I 14

La atribución a la pluma del futuro metropolita de Kiev de una parte


considerable del Escur. R I 14 y la asignación que proponemos aquí de la inte-
gridad de este códice a su biblioteca personal contribuyen, aunque sea
modestamente, a delinear todavía mejor el perfil y los intereses de uno de los
últimos representantes de la intelectualidad bizantina37 que, como otros erudi-
tos del período paleólogo, contaban a la astronomía entre sus dedicaciones
predilectas38, aunque ésta fuese en Bizancio una disciplina en buena medida
“fosilizada”, necesitada de mayor observación empírica y sistemática y auto-
satisfecha con la tarea de “adaptar” tablas astronómicas anteriores y en parte
extranjeras39.
Tras la muerte de Isidoro el 27 de abril de 1463, el grueso de su biblioteca
griega –una treintena de ejemplares– ingresó en la Biblioteca Vaticana durante
el pontificado de Pablo II (1464-1471), junto con 52 códices de los que el
Cardenal Ruteno había solicitado el préstamo al papa Calixto III en mayo de
1455 ad usum vitae40. Pero no todos los ejemplares que formaron parte de la

37
En referencia a sus códices de contenido astronómico observa P. SCHREINER, «Literarische
Interessen...», p. 209, n. 26: «Soweit es sich um Autographe handelt, fehlen noch Untersuchungen
über deren Alter, was aufgrund der Wasserzeichen approximativ möglich ist». Parte de este
desideratum viene colmado por la adjudicación del Escur. R I 14 a los ultimísimos años del s. XIV, o
mejor, a la primera década del s. XV que sugerimos aquí por primera vez.
38
Cf. G. MERCATI, Scritti d’Isidoro..., pp. 47, 50. Era ésta una afición que Isidoro compartió con Juan
Cortasmenos (cf. en especial los apartados dedicados al Vat. gr. 1059 y al Vat. Urb. 80 en H. HUNGER,
Johannes Chortasmenos (ca. 1370-ca. 1436/37). Briefe, Gedichte und kleine Schriften. Einleitung, Regesten,
Prosopographie, Text, Wien 1969, pp. 25 y 90-92) y que practicó también el cardenal Besarión (cf. A.
RIGO, «Gli interessi astronomici del Cardinal Bessarione», en: Bessarione e l’Umanesimo. Catalogo
della mostra, a cura di G. FIACCADORI, con la collaborazione di A. CUNA, A. GATTI, S. RICCI,
Napoli 1994, pp. 105-117), por mencionar a dos personajes de los círculos intelectuales
prehumanistas y humanistas con los que Isidoro de Kiev mantuvo una estrecha relación en distintos
momentos de su vida.
39
Véase en este sentido A. TIHON, «L’astronomie byzantine...», p. 256, quien subraya que el interés
de los bizantinos por esta disciplina no se dirigía a la teoría, sino que se centraba sobre todo en los
cálculos de longitudes, sizigías y eclipses, así como en el cálculo del equinocio, en la medida en que
estas mediciones afectaban a la fijación de la fecha de la Pascua, aunque advierte de que los
esfuerzos desplegados por los bizantinos para encontrar las tablas mejor adaptadas a su tiempo
indican que no concebían la astronomía como una actividad puramente libresca.
40
Cf. G. MERCATI, Scritti d’Isidoro..., pp. 61, 78-82; Notizie di Procoro e Demetrio Cidone, Manuele Caleca
e Teodoro Meliteniota ed altri appunti per la storia della teologia e della letteratura bizantina del secolo XIV,
Città del Vaticano 1931, pp. 522-524; R. DEVREESSE, Le fonds grec de la Bibliothèque Vaticane des origines
à Paul V, Città del Vaticano 1965, pp. 36-43; J. BIGNAMI ODIER, La Bibliothèque Vaticane de Sixte IV à
Pie XI. Recherches sur l’histoire des collections de manuscrits, Città del Vaticano 1973, pp. 12, 14.

147
Teresa MARTÍNEZ MANZANO

biblioteca de Isidoro de Kiev compartieron este destino, sino que algunos


tomaron otras vías alternativas que no pasan necesariamente por la Biblioteca
Vaticana41. Así, el Monac. gr. 186, con actas de concilios que Isidoro compiló
entre 1445 y 1446 en Constantinopla, nunca estuvo en la Biblioteca papal,
aunque sí en Italia antes de viajar a Alemania42; el Vat. Urb. gr. 110, con textos
clásicos, transcrito por Isidoro y un anónimo colaborador (además de Esteban
de Midia, que copia una tercera unidad) acabó en manos de Angelo Vadio da
Rimini, que lo adquirió en Constantinopla en torno a 146043, y sólo después
llegó a la Biblioteca Vaticana, a través del fondo del Duque de Urbino; el Vat.
gr. 1698, todo él de mano de Isidoro y de contenido astronómico-astrológico,
perteneció a Lorenzo de Medici, estuvo entre las manos de Giovanni Pico della
Mirandola y acabó siendo propiedad del obispo de Belluno Luigi Lollino44; en
fin, el Vat. gr. 1345, con Opiano y Eurípides y copiado sólo puntualmente por
Isidoro, proviene de la biblioteca de Fulvio Orsini45.
Los ejemplos podrían multiplicarse, pero con los traídos aquí a colación
basta para comprender que en la de Isidoro, como en casi todas las colecciones
privadas, se produjo una dispersión inevitable de ejemplares a la muerte de su
propietario y seguramente ya en vida de éste. Se trataba de una biblioteca
abierta, accesible a otros eruditos, desprovista de exlibris y de inventario (al
menos conocido), sujeta a préstamos, donaciones, intercambios y que no
sabemos si acompañó permanentemente a su dueño en la intensa actividad

41
Cf. P. SCHREINER, «Literarische Interessen...», p. 206, n. 4: «Auch in außervatikanischen Biblio-
theken dürften sich noch vereinzelt Isidorcodices finden, die, wenn nicht zufällig, nur durch
systematische Recherchen entdeckt werden können». Incluso hay manuscritos suyos que parecen
haber pasado por la Vaticana antes de salir de ella quizás durante los disturbios del Saco de Roma,
como el Ambr. A 159 sup., cuyo f. 185 es autógrafo de Isidoro (el reconocimiento de la mano de
Isidoro se debe a S. MARTINELLI TEMPESTA, «Per un repertorio dei copisti greci in Ambrosiana»,
en: F. GALLO [ED.], Miscellanea Graecolatina I, Roma 2013, pp. 101-153, en esp. 139; la hipótesis de su
sustracción en 1527 fue avanzada por A. DILLER, «Greek Codices Strayed from the Vatican Library»,
Italia Medioevale e Umanistica 26 [1983] 383-388, en esp. 387).
42
Para la historia de este códice véase O. KRESTEN, Eine Sammlung von Konzilsakten aus dem Besitze des
Kardinals Isidoros von Kiev, Wien 1976, pp. 106-108.
43
R. S. STEFEC, «Die griechische Bibliothek des Angelo Vadio da Rimini», Römische Historische
Mitteilungen 54 (2012) 95-184, en esp. 138. El manuscrito estuvo temporalmente en manos de Angelo
Poliziano.
44
G. MERCATI, Scritti d’Isidoro..., p. 95.
45
G. MERCATI, Scritti d’Isidoro..., p. 90. Los manuscritos mencionados anteriormente Laur. Conv. Soppr.
88 y 112 pasaron de la biblioteca de Guarino a la de Antonio Corbinelli: cf. A. ROLLO, «Sulle tracce
di Antonio Corbinelli...», pp. 54-56 y 70-71.

148
Isidoro de Kiev y el Escurialensis R I 14

diplomática que Isidoro desplegó y en los continuos viajes que emprendió a lo


largo de su vida o si, por el contrario, tuvo una ubicación más o menos fija hasta
la muerte del Cardenal Ruteno en 146346. A falta, por tanto, de un catálogo de
los libros de Isidoro de Kiev, la inclusión del Escurialensis R I 14 entre los
ejemplares de la biblioteca que empezó a formar en sus años de juventud podría
permanecer en el ámbito de lo conjetural, si no fuese porque los datos de orden
paleográfico, codicológico, prosopográfico y textual que se han presentado aquí
avalan esa hipótesis hasta convertirla casi en certeza.
Un siglo después de la muerte de Isidoro en 1463 el manuscrito escorialense
estaba en poder del patricio Matteo Dandolo (1498-1570), quien, habiéndolo
recibido en herencia de su padre Marco, lo destinaba en su testamento, junto
con su rica colección de manuscritos griegos, al Convento veneciano de San
Zanipolo47. Pero los libros de Matteo Dandolo nunca llegaron a alcanzar el
destino que su propietrario les había asignado, sino que fueron adquiridos por
el embajador español en Venecia, Diego Guzmán de Silva, y enviados a España
con destino a la biblioteca fundada por Felipe II en El Escorial48.

46
Según los cálculos de Giovanni Mercati, 31 códices hoy presentes en la Biblioteca Vaticana fueron
propiedad de Isidoro y contienen secciones de su pluma. Pero el RGK en sus tres entregas
(Repertorium der griechischen Kopisten. 800-1600. 1. Teil, Handschriften aus Bibliotheken Grossbri-
tanniens, erstellet von E. GAMILLSCHEG-D. HARLFINGER, Wien 1981, 155; 2. Teil, Handschriften
aus Bibliotheken Frankreichs, erstellt von E. GAMILLSCHEG-D. HARLFINGER, Wien 1989, 205; 3.
Teil, Handschriften aus Bibliotheken Roms mit dem Vatikan, erstellt von E. GAMILLSCHEG unter
Mitarbeit von D. HARLFINGER-P. ELEUTERI, Wien 1997, 258) y otros trabajos han ido elevando
sensiblemente ese número, y de ello se hace eco el trabajo de M. MANFREDINI, «Inventario dei
codici...», de 1997, en el que el cómputo de autógrafos totales o parciales ascendía a 72 volúmenes.
47
Los avatares del manuscrito durante ese siglo largo nos son por completo desconocidos, en parte
porque no presenta anotaciones extemporáneas y en parte también porque el códice perdió, como
ya hemos indicado, sus dos primeros fascículos, sus folios de guarda y su encuadernación original.
48
T. MARTÍNEZ MANZANO, De Bizancio al Escorial. Adquisiciones venecianas de manuscritos griegos para la
biblioteca regia de Felipe II: colecciones Dandolo, Eparco, Patrizi, Mérida 2015.

149
DISCUSIONES Y RESEÑAS
Á. MARTÍNEZ FERNÁNDEZ, Επιγραφές Πολυρρηνίας (por J. PÉREZ CABRERA), 291.–
S. FITZGERALD JOHNSON, The World of Eastern Christianity, 300-1500, vol. 6,
Languages and Cultures of Eastern Christianity: Greek (por J. ÁNGEL Y ES-
PINÓS), 294.– Leonzio di Neapoli, Niceforo prete di Santa Sofia, Vite dei saloi Simeone
e Andrea, a cura di P. Cesaretti, introduzione di L. Rydén (por J. SIMÓN PALMER),
297.– C. CORDONI-M. MEYER (EDS.), Barlaam und Josaphat. Neue Perspektiven
auf ein europäisches Phänomen (por J. SIMÓN PALMER), 301.– A. BERGER, Accounts
of Medieval Constantinople: The Patria (por P. BÁDENAS DE LA PEÑA), 305.–
Eustathii Thessalonicensis Exegesis in canonem Iambicum Pentecostalem, recensuerunt
indicibusque instruxerunt P. CESARETTI-S. RONCHEY (por M. CABALLERO),
309.– R. MUNTANER, Η εκστρατεία των Καταλανών στην Ανατολή, μετάφρασις από
τα καταλανικά, πρόλογος, εισαγωγή, σχόλια του Νίκου Πρατσίνη (por E.
AYENSA), 311.– W. J. AERTS, The Byzantine Alexander Poem (por L. HERNÁNDEZ
RODRÍGUEZ), 315.– La vida sobre una columna: Antonio. Vida de Simeón Estilita;
Anónimo. Vida de Daniel Estilita, introd., trad. y notas de José Simón Palmer (por
J. R. DEL CANTO NIETO), 318.– C. JANÉS-S. ANTÍOCOS, El Greco. Tres miradas:
Cervantes, Rilke, Antonio López (por J. R. DEL CANTO NIETO), 322.– Lluvia de
versos y pasiones: Y. RITSOS, Romiosyne. La Señora de las Viñas, ed. bilingüe, trad.,
pról. y notas de Juan José Tejero; K. DIMULÁ, La pasión de la lluvia, ed. bilingüe,
trad. y pról. del grupo Πέμπτη στις πέντε; K. VRACHNOS, Encima del subsuelo, ed.
bilingüe y trad. de Kostas Vrachnos y Juan Vicente Piqueras, pról. de Alberto
Santamaría (por J. R. DEL CANTO NIETO), 325.– Chr. STAVRAKOS, The Sixteenth
Century Donor Inscriptions in the Monastery of the Dormition of the Virgen (Theotokos
Molybdoskepastos). The Legend of the Emperor Constantine IV as Founder of
Monasteries in Epirus (por J. M. FLORISTÁN), 331.– G. VARRIALE, Arrivano li
turchi. Guerra navale e spionaggio nel Mediterraneo (1532-1582) (por J. M.
FLORISTÁN), 334.– M. CASTILLO DIDIER, Vida de Kavafis (por L. A. DE
CUENCA), 337.– R. BYRON, Rusia, ed., intr. y trad. de J. J. Fornieles Alférez (por
G. VESPIGNANI ), 340.–

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