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ce Ae ] | —_ i BIBLIOTECA eee i HENRI LEFEBVRE COLECCION LECTO! A EL MARXISMO EDITORIAL UNIVERSITARIA DE BUENOS AIRES “SoT]> u9 opesozssur 30309] Je sopeyjorzesap spur sofeqeza soso e amrurox agruuzod 38 Snby ‘seurqord soszoarp t opoapur ns ap ures cude yy sxe, 9 prasoqy vy ap vyr093 ©] “xrEyy soy -F8D 9p osusuresuad jop upieurs0s ef xeduasazd aod 9210389. 98 otpnasa 2389.9p s0ane [9 sezqo sen0 Uy £PEUPIOA Y] 9p: epeuowedesep 4 jeuoles “eansigo uomrsnsoauy Yr 9p [Para Jo ws fopeaso sgur [aap [> 2 wornosp vy zeny sod sowzezz0;s0 sou ‘sore 7F9APe So] 9p soausumze soy & zpuodsor op sees Te fonb aroe3sep opressoow sq? -uprorausumngie ns op ¥zzon3 y epoa wo A pnardure'ns pos, ue opezussaxd ios Owsrxreur Jo onb eoyrusys of -easrezeu un 9P B10 v] $9 ousereur [9 axqos ugTNodxs easq “sourspur $03 7%22 80] ¥ opoa saue £ aqusursquaz0z02 asmISsIp “oa ~aes of rod ‘ousrauoo eanao9] vaso. resadusos ere ‘serouazoyax A se31o op o1ez jede opoa ap onb yen¥} ‘oyferep opor op vpexsiye ‘owsprivur 9p orpniso Je uPonporey eon nb spur imbe anbsnq ov onb ‘sond ‘soxo3q je souredoyy “sopssopisuos seusde 0 foprquo woxan sorueqiodury soaund sosozom xy faydutos £ vasea. Anur eupnsop wun op yeiousss oj ‘seufed op opronp ~9F oxoumu un uD ZestspuoD 9p esesa OIG 91¢q VIONGLEMAGY VAELSHOWV: NT GLO - VALNRONY Va NX ONCUENE Aol ep" ousodap 19 oyperT ‘sonny soueng op eeysOsUN [PHONPE ‘1961 © “BES LIELSL WWINOLIOS NUTS. saury soueng 9p pepiiantan a1 sod apepung E261 #P a1une cugI2IPe eUAON, wig onzery, ap oBseo w oaniso vozuaga upistaar ©] osang O10 EYROHL, sod (4561) worempe Taxes x] =p =pronpEEy, ater ‘sued leon op sexieeioatun somes suespesome 27 seerits0 sage ey op oman INTRODUCCION a i élica Poco antes de Ja witiina guerra, la revista card Archives de philosophic dedies al macxismo wn gras~ so volumen (n° XVII de esa publicacién). Desde el comienzo de su exposiciéa, los redactores de esa revista advertian a sus lectores que no se debe con- siderar al marxismo como una simple act lad po- litiea 0 un movimiento social més. “Una visién tan estrecha falsearia las perspectivas. El marxismo no es solo un método y un programa de gobierno, ni tuna solucién técnica de los problemas econémicos; menos todavia un oportunismo vacilante o un te- ma para declamaciones oratorias. Se presenta como una vasta concepcién del hombre y de Ja historia, del individuo y de la sociedad, de la naturaleza y de Dios; como una sintesis general, tedrica y Prée- tica a la vez; en resumen, como un sistema totali-~ SY, en esta declaracién liminar la host velaba en ciectas palabras ( e TEEe Slo en is eonfuct n deliberads entre doctrine com] “sistema totalitario”. ete ieee eos uate tages se debe pasar por alto es que sus enemigos mds encarnizados reco- econ, acrusimence que el ma epeidn del mundo. Las po i ee ee contra él miden la trascendencia de esa declaracién de importantes tedlogos y escrito- res catélicos. Ht 2Qué es una concepcién del mundo? Es una vi- sisi de conjunto de le naturaleza y del hombre, una 6 doctrins * completa. En cierto sentido, una concep cién. del. mundo. representa lo quese denomina’ tra~ dicionalmente una‘ filosoffa. Pero’ pose: un ‘sentido mis amplio que la. palabra “filosofia”..En primer Jugar, toda concepciin del mundo: implice-una ac idm; es decit, algo mas que una “actitud filoséfica™. ¥ esa accién existe inclusive cuando no es formula da y relacionada expresamente con 1a doctrina, cuando su conexién queda sin formulary no da lugar a un programa. En la concepcién'cristians del mundo Ja accién. no es otra. que Ja politica de la iglesia, sometida a Ia decisién de las autoridades ecle- sidsticas; y aunque esa.accién carece de conexién racional con una doctrina racional, no por ello deja de-ser muy real. En la concepeién marxista del mun- do Ja accién se define racionalmente, en relacioa con el conjunto doctrinal, y da lugar, abiertamente, aun programa politico:"Bastan estos dos-ejemplos para-mostrar que la actividad prictica,. social, po- litica, desdeviada o-relegada a segundo: plano ‘por los fildsofos: tradicionales, “es: parte integrance: de las concepciones del mundo,” En segundo hagar, una concepcién del mundo'no es mecesariamente lz obra de:tal o cual “pensador”. Es mis bien Iz obra'y Ia expresiénde una época: “Para comprender -plena- » iente-tma concepcién, del mundo: se requiere-esni~ diarlas-obras de quienes laformularon; pero sin Prestar"atencién a los ‘matices,.a los detalles; hay que esforzarse por captar’el: conjunto. Pero sf-nos ‘ocupamos ‘de“filosofia propiamente’ dicha ode his toria de la filosofia en el'sentide tradicional: de'csa. *3C£Cravpe Be wmetida.a iat : we (resaag: tog” sama eyseds9''<335) soupusze3 “5p. 0% 9-eun ‘seanoay-onb “Ontzos0CoF ODF ‘Szombpe ,x31s}gea9u,, exqeped ey g wires saz: -epepsre vrowsrsuos so ap uourexa'[p we A-onprarpur [op eust sues vy wo ‘ousyenpralper Pow fresz2009 efsp ss ou ‘oized wr0 sod ‘oxsd” ‘a Ceowszeaour). sonprarpuy ‘sore zoprrxe einbyex” sof wan ‘seoajquase “e vSorr os Ousrxreu [gq “opunuz PP epsexseueprgaou02 xt suata ounaN Jog (¢ <(opunu yep ‘eombryzof oswes Of 30d: &-*erstaizosné wasransed ugrodsouos. ean epey eajona os € sausunenide Suopuege vy slut cipep eysonFmq x onbune) opunw pp esondanq Worodasucs ‘ef aqueuNeroUess sand sq -anbods aijog. -a29 Je ‘owsypsagy Je spuodssxz09 opuntx [op UgTD -deouos vasa. ‘sruauIespoas] “seueumy souoUNs sep £-sezquiog soy ap Jemem vyuourre ey sp. vasrur -ndo:eys0a3 van sod. (qenarndso osuomesnd ype seux,, Uwe Epey 9s uoYoEHSn! vAno A osuDtiT “EPENZens wo opquanunsy) eybrezof ey op easrars 788. spzszur yo 4 yenprarpur spzeam jo ex3ua onb ow -S7ur oy eoupstiodss eywousy von ‘pepmm vun ean © © SB8 —uozes vy “rep s9sJeszoarmm of 4 penprarpur aY 98 jap soxs0dse sop soso aru #pep = -od fyerouasa peprreer vy ousos ssarede (eynbresol \ ay eh bi ‘A) onpraspus 12 :soperuourepuny so8sex sns _ csespaad ayer souopeorpty seunSye ‘sosmomse 4 09 “83d FH; PINOLRY 39 Z94Es,,) #9747259] BIGOE OPN J9°UD “FD -y -popeauy eydord ns ue ‘ouspur 1s wa wozos vf eyz00 ev epea-uoreSerde ON “SoMeUr sosoISUME. 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Comprueba, en efecto, la exis tencia de contradicciones en el hombre y en la so~ ciedad humana. Asi, el interés individual (priva- todavia de ciertos grupos o clases (y por lo tanto sus intereses) no concuerdan esponténeamente con Ja razén, el conocimiento y la ciencia. Para expre- sarlo con mayor generalidad: no existe la armonia que grandes individualistas como Rousseau creye- ron descubrir entre la naturaleza y él hombre. El hombre lucha contra Ja naturaleza; no debe per- | manecer pasivamente 2 su nivel, contemplaria o su- \ mergirse romdnticamente en ella; debe, por el | trano, vencerla, dominarla mediante el trabajo, la | técnica, el conocimiento cientifico, y es de este mo- {do como llega a ser él mismo. = Quien dice contradiccién dice también problema por resolver, dificultades, obstaculo: x lo tanto jucha y accién—, pero también posibilidad de vie~ toria, de paso adelante, de progreso. En consecuen- ia, el marxismo escapa tanto al pesimismo defiri- como al optimismo facil. EI marxismo ha descubierto la realidad natural, histérica y Idgica de las contradicciones. Con ello aporta una toma de conciencia del mundo actual, donde las contradicciones son evidentes (tanto que el mundo moderno es arrojado irremediablemente en el absurdo, si no sicuamos la teoria de las con- tradicciones y de su superacién en el centro de nues- tras preocupaciones). El marxismo aparecié histéricamente en relacién con una forma de actividad humana que hizo evi- dente la luché del hombre contra Ja naturaleza: Ja gran industria moderna con. todos los problemas que plantes. Se formulé, ademis, en relacién. con una, reali | dad social nueva, que sintetiza en ella las conira~ dicciones de esa sociedad moderna: «1 proletariado, Ja clase obrera, Ya en sus obras de juventud, Marx comprobé que el progreso técnico, el poder sobre la naturaleza, Ia liberacién del hombre respecte ella y el enriquecimiento general provocaban.-en: sociedad “moderna”, es decir, capitalista, .esta con | secuencia contradictoria: la servidumbre, elempo- | brecimiento de una-parte cada vez mayor de esa | sociedad, o sea del proletariado. Durante toda su vida continué ¢l anilisis y siguié el proceso de ‘esta situacién; mostré que esa contradiccién implicaba una. sentencia de muerte contra una sociedad. deter-~’ minada: la sociedad capitalista. De manera que el marxismo surgié-con Ia, socie- dad “moderna”, con Ja gran’ ‘industria y el prole- tariado industrial. ‘Aparece como la concepcién del mundo que expresa ese ‘mundo moderno, sus con- teadicciones y sus problemas, para-los que. zporta soluciones. ‘racionales. = Son. tres y, solo tres ‘las concepciones del mundo, dijimos mis arribs. Ello aignifica que ciertas xeo- rias propuestas actualmente como concepciones del miundo no tienen ningiin derecho 2 ese aombre. existenctalismo, por ejemplo, hoy de moda, -sitia en:el centro.de.sus preocupaciones la. conciencia‘y Ja libertad del individuo, tomadas. como absolutos. Desde este punto de vista, el existencialismo no mds que un ersatz tardio degenerado del 4 vvidwalismo clisice: Se/sibe que repudis cl, optimismio, facil del vidualismo -clisico;. se’ sabe también que ‘a-veces. se + después Rousseau) creyeron descubrir entre el pen- samiento individual y el pensamiento absoluto, en- tre la conciencia individual y Ia verdad, entre lo individual y lo universal, se reveld inexistente. En todas las formas del anarquismo: literarias, senti- mentales y politicas, lo individual se disocié de lo universal para oponerse a él. Reciprocamente, lo uni. versal no pudo mantenerse en esta tradicién de pen- samiento mas que destruyendo lo. individual; se mantuvo bajo la forma de “imperativos categéri- cos” (Kant), del Estado considerado como en- carnacién de Ia Razén (los hegelianos de dere- cha), etcétera. Se sabe por otra parte que todo el aspecto eco- némico, juridico y politico del individualismo —el liberalismo clésico, la doctrina del laissez faire— ha fracasado practica y teéricamente. ¥ ello 2 pe- saz de los desesperados esfucrzos de los “neolibera- les”. Debido a sus contradicciones internas ¥ a su in- capacidad para comprender las contradicciones en viejo racionalismo, el viejo liberalismo individualismo se han descalificado. n frente a frente, al menos en Francia, el ianismo (el catolicismo no “contaminado” por re examen individualista protestante) y' ei marzismo. Nadie se atreveria hoy a négar —ni se esforzaria en probarlo— que el catolicisme es una doctrina a3 en otros términos, que Ia iglesia tiene una itica. Pero no se hace notar suficientemente Ia naturaleza de la conexién entre esa politica y la doctrina. Insistamos sobre esto. 2Se trata de una conexién racional? No: A partic de proposiciones sobre la muerte, Ia espiritualidad del alma y el mas alla, ¢s imposible deducir racionalmente proposicio. Fry ! eas) sobre la jerarquia de las “sustancias”. Lacon ' quia abstracta es apta para justificar abstraccamen. -abstraccién teolégico-metafisica. Entre los dos pla- nes rélativas al Estado y a la estructura so mismo ocurresi se’pretende realizar esas dedu: nes a partir de proposiciones abstractas (meta! nexién no es ni puede ser ms que una conexiém de hecho, que deja ias aplicaciones politicas “fue de los principios metafisicos. De hecho, la jerar- te una estructura social jerdrquica actualmente di da, y sobre todo para justificar el esfuerzo -y Ja accién que consolidan‘Ja estructura de esa sociedad, Una conexién indirecta, ¥, en el fondo, ircacional se establece, pues, entrela teoria meta! practica a la cual ofrece un vocabulario justifica~ tive. A la reciproca, -sin esta accién prictica la no vive mas que como tal, y de ello depende 's: eficacia *. Y, sin ‘embargo, la teoria se sitaa en otro | plano que el de ja -prictica (politica): el de la nog no‘ existe ninguna relacién que pueda decermi- narse‘abierta y racionalmente, lo que por otra parte tiene Ig yeneaja de ‘permitir una gran libertad de maniobra. Bes ‘Para.el marxismo, como se veri.mas claramente en 16 que sigue, Ia relacién de Ia accién con ‘la:teo- ria es por completo diferente. El marxismo aparece ante todo como expresién de la vida social, practica wna ausva teologia, libre de inerecen ‘seguirse con interés So “TP ¥y-ousrundo © Je epesd: op odjo$ jo yrep urazeq apres spur fsor rOxde'sns sopor ap sesed © (af7 sof 4 33nagg vy op 4 browsiaduros vf ap vyz003) epeurmsoqns 328 spond ou snyapeylep eouonizar ey -auey op ef ue £ (aso PER spssoGo 2771005 PT) neassnoy ap vy ve “(opip 2495)" oxfe3]0,4 ep exqo eI UD saUDUTEMATA EE, 25° AX Offs op soperpatx = gyzunD0 osoMMOULE opunur un sp ugiodzouos ej woo emadnz vy i (p> ir : “sors sod SOpmyzur o sopreuoronjoaay sozrspuraitose soy 3rq 08: sorpnas> ep, ossnosuesa [> ua ozing r29US yy “ ua ‘max OSs fop sourg &.seperorur uox | vex oauaruoucs un e sepempsoqns seonyjod’ serz \ +82 4 eazoiqe wapuedsp vomyod ugroe ey e soauar | 9p pep ) ~uy amb. of “souopsorpessues sne X seura]qord sns'ttos. oe. sang *exaag0%9 ‘ofeqess Jap soronposd so] ap orquies yo saqos ‘ferD0s ofeqess [ap uotstaIp ef asqos “rzopeams — ~8U e[ Woo arqumioy jop [erusurepuny A eanoe LORE] 793 outos ofeqess Ja ozqos sauomeSnscaut sey ((T. : anb-soa BY oyonur “xreyy ousrur Jo upSos ‘ezud;WOD sousep nour osuopuresuad jop 4 eioustradxe ef sp sozep’ soy 9p (eoyppiusys) [euores ugesoqee ey zo1D9z0 Ug, ‘xT | 2p BsFOSOPy,, eo ,.xIeW] ep o@tspurEstied,, Jo ou0D opt1q20u09 soursqep ou anb A xxeyy sopsecy ap exqo’ BL sonpex os ou jowsreu,, 2 anb sauourse[s * 2A 98 ‘seusjgord sns spor uo> euzspour eood9 ty aprtigwerdxs oulos “A“opremae pop wpraqsauos ow0>” > .OUNSFrIeUr, Ip eydure woroRNgap ey souresdooe 1g vopour a3s9 9p sszru13ep opond ond. 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La contribucién de Federico Engels no puede ser silenciada y puesta en segundo plano. Fue Engels en particular quien Ila- mé la atencién de Carlos Marx sobre la importan- cia de los hechos econémicos, sobre la situacién del proletariado, etcétera. Todos estos elementos miiltipk vuelven a encontrar en el marxi zCual fue por lo tanto el aporte’ de Marx, su contribuciéa original? 1) Los mds andaces descubrimientos del pensa~ miento humano del siglo xvur y la del siglo xm permanecian dispersos, complejos se sma” incompleto, unilateral. Asi, el materia- lismo inspirado en las ciencias de la naturaleza, el materialismo francés del siglo xvmy, tendia hacia un mecanicismo, es decir, hacia una reduccién de la naturaleza a elementos materiales siempre -y en todas partes idé que agin dia no se dir més “marxismo”, "pasteurismo” para designar Ia bacteriologis Pero nosotros.no hemos llegado codavia « cro! 1s fijarse en ‘un idealismo abstracto que definia todas Jae cosas, de una vez para siempre, por la presencia en elias de le contradi Ylos teaba- jos de los economistas an detenidos donde para omar en enenta las contradicciones reales de la estructura econémica y social, esas clases recientemente descu- jertas por los historiadores franceses. Incapaces, en de dar un fundamento tedrico y prictico 2 sus aspiraciones, los gocialistas seguian siendo stopistas, y construian imaginariamente una sociedad ideal. El genio de Marx (y de Engels) consistié en aprehender todas esas doctrinas en sus relaciones hias- ts entonces ocultas, en veren elias las expresiones, fragmentarias pero inseparables, de la civilizacién industrial moderna, ‘de sus problemas y de las-cla~ ridades nuevas arrojadas ‘sobre la naturaleza -y Ia historia por esos tiempos nuevos. ‘Marx supo descruir Jos’ compartimientos “estan- cos, liberar tales doctriaas de sus limitaciones: cap- tarias, por lo tanto, en su movimiento’ profundo. ‘Mientras ellas se oponian contradictoriamente (¢o- mo ‘el ‘materialismo y el idealismo) y se contrade- cian ‘a si mismas (los historiadores que descubrieron Jaducha de clases en la Revolucion Francesa fueron més:bien’ reaccionarios; Hegel mismo cayé en esta contradiccién, etc.), Marx supo resolver esas con- tradicciones y superar (es deciz, transformar pro- fundamente y criticar incegréndolas) ‘esas doctrinas incompletas. Supe elaborar a partir'de ells une teoria nueva; profundamente original, cién creadora y -el genio originalidad reside, precisamente, en ‘el hecho dé ‘i ec ae ef OprepezuwAL vA FUE ‘ooLFDSoTy OUST sodunen ns ap eszosops ey ue A trowel Bf ‘opel A sopezedss oye xrey, anb soauswops fouse7 ud ‘eorpram A ezpoang “oo 2gVEp oLuse yous eUUOUSp 98 OLISREIeUT Jo ‘opUnuE [op UTD OS! oMOD‘pnaydure ns upos wo opezaprsuos “erzosopyy ey A vous ey :oueumy oagorer losur ‘sopyyste ‘soprredas. s2oti0s ‘S easeq soausUIS]s sop soso ouUL ys wa: EoLsTEE "939 "[euoLes oporgur jap ‘ugzey xp 9p ‘osusTEt ous [PP eyOea eun) ey fosotf pun (-29 ‘pep Tiaso| saaUNfeUOIoEI ¥yuIOWODS FL teDTF}3UIIO : e}RO} so1os'e{) ypus run anb oduren. omsfur ye sa ‘sour {999A OUrOD ‘oBrequrD UNG ‘seorsp[D se;z0sOTIF sey ap offe we-axouCE “sordrourd sns oso aod smniasop us _STlouesep 3 ousrereur [9 ‘eoust van outod “eyaep remueqUT vy 28 ow oausTuTDanberus aasq “OUST 38 © asopupsodns “res09 wis epuoys os onb opunur Jp Feuorex orusyupouos. um owo> opout a3s9' op eatias “21d 9g ‘oljoxsesep ns ua opezrracurur 9 oprusisp P38! syuuel ‘sopeorgrem ‘oonpauis ogusruresuad on. ‘Sp causrupaour [s od opmarssuoo ‘otusrcreur fq. . ‘Gyreg. 9p runuIED) vpuery us TZ 0281 9p sosuormaauooe soy op sisypue [> 30d opsea Spur epezrpunyosd 4 ‘os-sy8i soue sor ap Eroust ~adxo ey sod wprusfp anf oposvzoposd yop azunp puedepus oopyog e ‘muaureury “£631 op umep Foursyeade [ep orpnaso ye sisypue 382 op eprony ugresyde ey < (oonogferp opoagur) seuo;orpess <7HOa‘Sey ap syyyue Jap o2[durs ores J» onb oursror oes [Op) Pyppasnyg ¥] Bp vI7092 FY “SH-HbRE OMpEqnoseP Ny IHRE OWSTOLLazoUL . ‘sauotpuadeput vonyjod esa =P Ompout’ sod. saper0s souoejes se] op woTemIOy jSueay eun-op 4 (ersenBanq x] ap oxssdsoz) sauoip rOtyamSesord. £ on8yorg “sep someone vazeq opid | oz qusdepuy exsxqo vomsyod eun ap pepiiqisod e ap ‘operseasjoad jp oopoasmy Joded Jap oauepunzqnosap BP Sauowpeny ‘xseyy © UpIqures UsoMeLiOg! 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La denominacién de “1 ‘materialismo dialéetico™ se ajusta a la doctrina asi designada més exactamente que el término habitual de marxismo. Muestra me- jor, en efecto, los elementos esenciales de esta vasta sintesis, y permite, sobre todo, captar mejor en esta doctrina la expresin de una época —no la de un individuo— sin separarla por ello de la obra de ‘Marx propiamente dicha. La exposicién que sigue deja expresamente de la- do Ia formacién, la historia y la prebistoria del ma- 0 dialéctico (que se remonta-al pensamien- to griego, particularmente a Heraclito). En todo conocimiento racional, Ia exposicién de Jos resultados alcanzados modifica y a veces invierte el orden segtin el cual fueron obtenidos. Aunque el resultado, el conocimiento efectivamente adqui- rido, no puede separarse del movimiento de pen- samiento que lo obtuvo, no porello deja de ser cierto que lo esencial se halla al final de ese movi- miento} las etapas intermedias no tienen otra im- portancia que la de haber preparado el resultado. Permiten comprender mejor el proceso del pensa- miento, pero Ja exposicién puede prescindir de ellas, porque el conocimiento aleanzado las spera. Lo mismo se aplica al materialismo dialéctico. Es cierto que el estudio de su prehistoria (de Heré- clito al siglo xvim). y el de su historia propiamente dicha (el materialismo filosdfico de los siglos xviit y xx; la dialéctice todavia idealista de Hegel; las etapas del pensamiento de Marx y de Engels, etc.) Jo, aclaran singularmente. Pero para hacer una ex- posicién doctrinal no es necesario detenerse en esas ‘etapas intermedias. 22 Cariruro I LA FILOSOFIA MARXISTA Considerado filoséficamente (es decir, en la me- dida en que da respuesta a los problemas tredicio~ nalmente Hamados filoséficos), el_marxismo tetialismo dialéctico aparece bajo dos aspectos prin ‘ipales. eee EI primero, considerado aqui como esencial, es el aspecto metodoldgico. Hegel retomé y desarrollé en su Ldgica algunas cuestiones ya tratadas por Aris- tételes, Descartes, Leibniz'y Kant, concernientes al empleo metédicp de la Razén. En el curso de sus trabajos cientificos, Marx. desarrollé: la ldgica hege- liana_y_continué.fa_elaboracién. del métoda dialéc- tic. Por otra-parte, Hegel esbozé en su Fenomenolo~ sia del Espiritu una historia. general de la Concien- cia, Humana. Marx continiud ese esfuerzo; de la Fe- Homenologia ‘hegeliana conseryé. sobre todo, para eransformarla en téoria ‘concreta, la célebre y oscu- De acuerdo con lo dicho hasta ahora, ‘Ia labora cién de esta Gltima teoria fue de. hecho anterior a Ja continuacién por Marx -de:los trabajos metodo- légicos. Pero en una exposicién doctrinal es'en rie gor Jegitimo considerar el método como primordial. Este: resumen del materialismo 759 ee Hi cepurqoduy tuempsoemaxa /*-sp-opeapnsos. un e ‘cquowopduns Anu ‘yee 28aqfag.. “sauopo7peszu07 sus sepoa woo ‘soprMbpe-e£ sor ~woqunpoNos sof ‘ssargdny sey, ‘sefoustradxa'sey-opuex: -uorjwo9.osed v osed sezuear ‘zea1ues 1 ‘pepsoa. 2p 7e05nq © OpeSyqo y2s9 ‘omeumy sos opos, owoo “ofosopg [9 $0q79q 50] ug -oyans UN ap £ WODEMS. ~eur'run op:onb spur eis os ou orog ‘sesco Seso-ap soa3EYJe exepepsers os nb ngraydso ord un vr3x00 ~0UOD. Ep-ouros. ‘e3njosqe: pepssA eI adjoF ap soou0s enb:xey0s- pond. tseursur-svso> st] ap oxuap odjo8 ap peronposzer spond osoepysy ye (osmourroyyseaou ‘app: s2) ugioemSeux ef us amb oasoro sq -oomp. -urpsexdeyrpod enb jap ugmenssaur ef ap sauep ~yode g]duas.tm.s9-0u sjsoa op woTeauoszuoD easa anb * gEPIAIO. Monsono: uo. eyz003 ey ‘xeBny opunSes ug] ‘SOFOSOLTY SOT C 05: [hs;, eiStiarsiOo AS Cope lod Jo us wes Sisuispistics WS sefiozoIp. FUSS 88ST SE] ES USTISeeNOD Wy jsoouelq so30fqo soaSeu:sore(qo eXey anb opresacau so upiqures. ugis: wp edey enb vred ‘spurspy! -o29 ‘eiquies o ‘svzq OS swm9s' sus 0 ‘S138 89 oxalgo Jo 1 5 ardurats soo “oasa.oxad: foz8au''0 oouryq $9 1s ‘sayurzad o30fqo gurexo un anb o1za1.sa_x ‘o12{qo un 3p 30109 800. Ews;uT vu ep voreDe Uoanosp anbsod ap. duno. 28 ‘,ox89u,, 0330 A ,oste[G,, So1p oun Is fajduns:dnur ojdure{s un rewoi vreg “aeyuarzue, 3s ‘owtoa: safes. 9p UopoYpuos ns ue so X “sépOIDyperIuOD. 1 siooa 8 A ~GalaaHde wos aRUESIS m Of0s tos Oe HetESZFuS' ds OND S893 48] “opor any ‘seaueizodun soa sop seoydxo ups vlop sond ‘eyowessnes so ou Iz ~002 e189 OBsequio wig “souCTsoIperUOD sv] ap “aTes & opronoe un & aeS9q] oapmed opungozd spur uour ~exo un (ezasmur of “fear UoInosp JoMDUE ET “rIDap #9 ‘eonogad vj 4) soseo soqonur uo faatisurea9¥9 “ONT: 2 389 Jezeefoos OFrEsadeu sq? -oueumY Oo: Ois[dtuesuy soasgreo Te ‘seouoroTFSp ‘aatiowteAtsiijoxe oruonuiesuad a wo s0u0i79¢pe4g ~to3 'se{ SAnquae tuniwos Oppuas [> sod usiquied “& soyosolis soyfoniti sod epesdope “sand “eyi0a3 wasqe ‘pepsoa vy odjo8 un 2p wEpopusyarde ‘soiqesuodsrpur (onrad [> 0 woID ~maur ey) sopeznoez z F axgu9 eID ~we8ssAIp se] sub sezipunsoid we ssnUpE ss [exoUSR 8g "PIP 2904.99 ugHsono e] Inby guviuerzue 3s 2ab svasando swos seso uauaraord apugp op o19q? sepya ~Imoyrp soxoXeur ws eaupe of as anb exed oxepp 02 ~Woursiua}oINs ‘oproouds sustzeaUaIOTNS so OI ve 1 4 uoeunze ef ‘om BP A 35 [p “enu09 po & seasendo sisoi ap ugIo wauloxzuOD E[ aiuLipsur uearfesr ‘oe Gaueranoouos [p u9 aezuvar 30d ozzonysa opor ‘ugrsnostp upo, | couogivia caoig ag (v “ugroousyo: ap oadeo -woo [ep epeuIns uororsusserd run UoD gxENUTIUOD | & ‘wopogterp esfojopoisur ey ap uorosodxe sasrq: unilareralidad de todo pensamiento no basta para explicar las contradicciones; hay que admitir que las contradicciones tienen un fundamento,.un_pun- artida en | _£osas_mismas) En otros téemi- licciones en’el pensafhiento y la con- ciencia subjetivos de.los hombres tienen un funda- * mento objetivo y real. Si hay. pro y contra, si y no, es porque las realidades no solo tienen aspectos di- versos, sino también aspectos cambiantes y con- tradictorios. ¥ entonces el pensamiento del hombre que no logra aprehender de primera intencién las cosas reales, se ve obligado a tantear y a orientarse a través de sus propias dificultades, sus contradic- ciones, para alcanzar lag realidades cambiantes y- las contradicciones reales,| TRespecto_de este problema fundamental, plan< séado por las contradicciones, dos actitudes son po- sibles para la inteligencia y la razén- i ‘Una consiste en considerar absurdas todas las | contradicciones. Se resuelve que no son mas que | aparentes, superficiales; que solo tienen origen en | das debilidades del pensamiento humano y en el he- | cho de que no podemos alcanzar de golpe la verdad. Se supone entonces necesariamente que esa verdad gxiste como algo acabado antes del esfuerzo huma- no-por descubrirla; que ef hombre podria 6 debe- pte una intuicién o una re- misteriosas; que esa verdad es eterna, in- inmutable. Esta es la actitud metafisica. Se ye claramente que tiende a descuidar e inclusive a jones. concretas del esfuerzo humano 1ocimiento. La otra acticud admite simultaneamente que el ~Pensamiento_humano. busca la_verdad através “de Jas contradicciones y que las contradicciones tienen, un sentido objetivo, un fundamento en lo real. Se 26 deja de considerar absurda o aparente tod2 contra diccién; se convierte, en cambio, els = las contra s_y_de_su_fundamento objetive..en una_prescupacion central, Se_estima que los méto- dos_tradicionales_del_pensamiento.reflexivo_deben desarrollarse en este sentido; al establecer, iiticaments ‘que nunce, Ia verdad y. 1a ob, como metas de Ja razén, ‘se di ‘profunda: Ia razén dialéctica. (Ds evidenve que el prol Da lugar 2 un dilema, a un “o bien... 0 bien”. Las dos respuestas son incompatibles: jo bien la una o bien Ia otra! En rigor, solo ia razén dialéctica ofrece una solucién, porque solo ella se‘esfuerza por com- prender las condiciones coneretas. de Ia investiga- ida y los earacceres concreros de lo real. Marx. fue ¢l_primeroen_adoptar_y_emple: manera coherente el: método.dialéctico. Metéd mente, al estudiar una realidad objetiva determi. nada, analiza los aspectos y los elementos contradic~ torios de esa realidad (teniendo en cuenta, por-con- iguiente, todas las nociones contradictorias enton- ces conocidas, pero en las que no se sabSa ver la parce %s hoy fundamental. ~ | de.verdad que contenian). Después de distinguir .dav:sus:conexiones, sin olvidar que se trata de una ‘realidad; Ia vuelve @ haller en sv_unidad, es decir, ea eliconjunto de su movimiento.| Importantes indicaciones metodolégicas se ha- fa en los prefacios de. El: Capital. No hay més que VE aspéctos o elementos contradictorios sin descui- ley "de" Sais todificaciontes hy rarlos, aislarlos. Pero cuando ¢l_anilisis se_efectia de_manera_adecuada, no gue para volver, conexiones, sus relacio~ nno.compara ni descubre logias mas que para discernir mejor las diferen- ias. Asi, la reconstruccién del conjunto, del todo en_m< iento, no es incompatible con el. anilisis, con Ia diseccién anatémica de ese todo. Ai contrario. (3). Mas claramente que los_métodos anteriores, -¢l_método_marxista_insiste sobre Ja originalidad (cual )..de cada especie de ‘objetos_estudiados_ i “e.inclusive de cada objero..Coma_cada objeto posce su cualidad, sus diferencias, cl sabio debe proponerse descubrir Ja ley propia de ese objeto: su devenir-f “~Péro éritonces —se diri— este método abandona i todo principio universal y cesa por lo tanto de ser racional: jse adapta a cada objeto! en absoluto si admitimos que el andli- arse especificamente a cada objeto, no por ello deja de aplicar verdades universales, tales como ésta: “En todas partes, siempre, en toda cosa, hay contradicciones.” Estas contradicciones pueden, én efecto, ser diferentes entre si, originales, especi- ficas en cada caso; mas no por ello dejan de estar Jigadas'a una tcoria_general, a una verdad univer- sal. y por lo tanto racional. \ dad.de su materia... En esto es donde el método dialéctico ok Marx difiere protundamente de la dialéctica he-_ geliana. ¢Qué hizo, en efecto, Hegel? Después de adyertir la importancia fundamental de la cont cién_en todos los dominios (naturaleza e hist *, ereyé que podia definir_abstractamente la contra. diccién en general; y = continuacién se esforz6 en. reconstruir las contradicciones. reales, los movimien- tos reales, mediante esa definicién légica (formal). ‘Tal reconstruccién (aunque en el curso de sus ¢5- peculaciones Hegel tomé en cuenta muchos cono- cimientos adquiridos y hechos coneretos) no tenia sentido mas que en la cabeza del filésofo; era una reconstruccidn especulativa, metafisica, de la reali- dad. Todo lo que existe y vive no existe y vive mis ’ que “por un movimiento, un devenir; pero Hegel, a fuerza’ de abstracciones, llegé ramente abstracta, purament to. en..general;_y. entonces. ima mula posefa ef método absolut ¢incluia ef movimiento det © Marx, por ntrario’ (no hay que dejar de insistir sobre punto esencial), afirma_que.la_ idea_general, ef método; no nos exime de aprehen- dercada objeto en sf mismo; provee simplemente Bna guia, un marco general, una orientacin -para, da xazémen el conocimiento.de cada, realidad. Es ne- ‘cesario: ubrir las contradicciones propias de cada realidad,\sx, movimiento propio (interno), su-cali- —dad_yisufrransformaciones bruscas; la forma (lé- gica) del método debe por io tanto subordinarse.al contenido, al objeto, .a 1a materia estudiadad |p mite, al captar la forma-mds general de nde dad, abordar eficazmente su estudio; pero nui ® Esta importancia fue también ‘reconocida_por-un’:jlustre>- gontemporinco de Marx, el bidlogo Cuaupe Brawn. (C! ‘Tesis det sdoctor-Guibert, dé préxima.aparicién.) zo de los productos, etc.) no veian en ellos més que simples conceptos abstractos. En este resultado detenian sus investigaciones. No comprendian que su anilisis no era mas que la primera parte de la investigacién ica y que luego se hacia nece- sario —sin arbitratiedades, sin reconstruccién fan- tasiosa de la realidad— rehacer el camino em sentido inverso y volver a hallar el todo, lo concreto, pero : ahora analizado y comprendido, | Esta exposicidn.del todo concreto a partir de elementos'es segiin, Marx el tinico método cien co} EL ptimer método, el del andlisis abstracto, mina por “volatilizar” el todo concreto.en concep- tos abstractos. Solo. el. segundo métode permite re- producir Jo real (su estructura’ y su movimiento) i in, embargo, presenta uh riesgo. bien que lo concreto es de tal modo que, para el conocimiento, no puede ser mis que un resultado obtenido mediante el ani- lisis, a través de él y después de dl; y ello a pesar de que es al verdadero punto de partida, y su el vinico fin del pensamiento, Pero Hegel creyé que podria alcanzar este resultado me- diante iento solamente, a través de la re- orresponde Cémo opera pues el método sidera abscractamente los’ elem de cu valor de uso). El método dialéctico vuelve a hallar fas condiciones coneretas de esta determi- nacién simple, en lugar de aislarls y considerazla separadamente; consideradas en el mavimiento real, esas condiciones son histbricas. El valor de ‘cambio hha existido hisebricamente como categoria real y dominante desde los comienzos del capital comer~ cial, en los poros de Ia sociedad antigua y en Ia Edad Media. En un momento dado, en ciertas re- laciones determinadas de producci6n (artesanado, por ejemplo), con un cierto tipo-de propiedad, de comunidad, de familia y de Estado —en tanto que aspecto entonces esencial de un todo viviente— el valor de cambio aparecié, no como un concepto abstracto, sino como reali En el curso del deszrro cambio fue incorporado, econémica, una existencia iluviana. EI aniliss lo vuelve a hallar bajo los sedimentos ulteriores, para emplear una meci- fora por otra parte ficil de comprender; lo zeen- cuentra en el basamento de la formstién econémico- igue luego el movimiento histérico en el curso del cual la producciéa simple de mer- cancias y el valor de cambio como categoria domi- nante se desarrollaron, modificaron y transformaron en capitalismo. De este modo el an! volver a hallar el movimiento real en ¥ por lo tanto exponer y comprender la totalidad concreta actualmente dada, es decir, la estructura econdmica y social actual. El conocimiento de esta totalidad a través de sus momentos histéricos y de su devenir es un resultado del. pensamiento, mas “ Pp 20d oxod sousyur Jp s9 ou anb of opor op 479 ap apuadap ow anb of opoa op opuasdsap 08 & ts a2qos PUPSI Cap0289 oIqes Jo ‘or9z9 we ‘upzes Fj aod Su9Z ‘eanoe ugpeuLZos ‘oTjorzesap 9p 59 ‘exquioy op ewosery exapepzaa Aeq| opos army “oorsosonyg ealia op azund yo opfep epezepys || soo ‘aaquioy Jap rHoasty ¥3s9 exOYe souPUINSD “ase[p ep ap sauoRjAAtoD fseazon8 ‘sisuo isourumyuy sounsep tory UEnsexre so & soy, ezauoo oajana uey 2s anb osad ‘pepranse ns 9p o1onpord jp anb spur ‘ofzequis ws “wos on anb sajnisoy seziany ¥ sopnawos uvyjey 06 soweumt seize $0] anb op ogpoy Jp ta wasorgrueur as “ear Ou] 2389 ug versed A yetoos ‘eormou029 wos 0 “onoesd opor aiqos & upiqurea so * (woxBojoape “exqeped wun vue ‘Jesus A wsorinox “eoysyzerout) "ations ojos 398 9p soley “peprpunyoid yar ns ua ‘upisusaxe ojqrur “23 ns Uo [Se FeAaT 98 asquioY Jop upLoEUENE ty “oueuuny of :o13pepzoa o;3z9u09 of e suMIgE anb vox opejsewrop oBrequis us X ososnyr o3axu09 o| ve ‘equswearnge “sv aaz2AUOD a8 o1DEII8qE OT ‘ses09 9p opeiso of9 avopuru: & wzynn anb rpeid d ose[p Bun ep ‘epIoUTU run 9p oIoy2UIq WO (@ A ‘Seassardo & seuexaqos sopepreas us ‘ores 402 Jo od ‘waxzetat09 os *(sanuenao8 sonprarpul ‘a12u9 sorDerasqe sorreipautzsaur owod ‘atDap $9) safes ‘owos 21x08 ap A sajea outco soprouoaas 338 ap se8ny vue anb soy qeadeo yp ‘oroump Jp sseaoensqu sewz0: oF wewoy, “jorudd ns ¥ ‘eIousTOWOO ns ¥ ‘PeIUNIOA nse uurdvoss aiquidi] [Bp SoHsnpOIE-w{ opows aso oq. ‘soxquisyu sns ap aazed zodeur vy 2p soapepas oxarurpasqodusa ja A aq ~umprazes t] !psporoos #350 ap tuoxorpersu0o UgroeZ -ywe8s0 wun voydary 9 exqUS peparsos vy v segues ~pxo sns ouoduiy *(sereoueq £ saperasoutoo sezaap 9p o8onf un anb syus so om ‘oumspur ys ua opemon £ ‘Opa ; ~tas axr919 wa ‘enb) uprooesisqe was9 e008 ezanbur 2] 9p viusoy vaso exrdeo Tq -usonpord £ welequia anb soaquioy. so] & oure ouioo vurmop “(ounsuos ! ap woiq pend o Jes stonpord ered oyreszoau orpaur Tepes ofeqenn ap oduon jp apep 59) arquioy jo rod soptaio sopprroaeur souatq soy ap oxsessqe of0q urs ‘oxourp py “ugronpord op soxpaur so} ap epeatsd Prpardoad uo rwxoysuen as jeps0s srquioy Jo Zod vaspeanaee vf op uproeidoade v X ‘soperedeae ueljey 38 “ropod 20 sod sopronpord sauarg soy anb owstut 9 ‘ezajemieu vf szqos saqwoy jp rod Ty “op -Pasq [op. orpour sod epezpan “epeaspes ‘eonyod ep “1A up eppunsoysueza “epeutiojap “epeuafeus ‘saperoos sose[p U9 eperoonp syey os ‘eueuma peprunuos vy “qepos epra ey -oqueypruiny ‘osorprises Oajsna ya ‘opraoidxa ‘opeBznfos topeuaye -yas9 ofeqess 1g vvandy2d epra x ap’sormmurop soy topo} wa pos axqos upiquars s9 S8] 9p oud 19 9 oor a9¢ A [POPE 69 Ot axquIOY FP oroeuaqe ey ‘seuajgosd soxapepsea sas 9p X ‘ropepio4 wyouszpuo. fs ap opzerAsep & ‘ous js ap opresuease w fonquiog pe seUDHE e ‘oLiauCD [2 od radnqpssudo sojeroUur seuioxsis soy A souorSyax so] ‘seossypenou sy -sauauipeiour 0 vopyseou “esorSypr ‘urgap 28 ou axqwioy Jp 3 aonb pxisoyy ee ap 15083 vsnyuoo .vniuue e ¢ osisoid opriuss un sand op en lugar de seguir pasivamente sus leyes. Puede in- vestigar cémo y por qué el devenic humano mnir de In especie humana) es un de nncia —es decir, una historia propiamente dicha— gar de seguir siendo un devenir biold ico, on el plano de la naturaleza y primitivas, sre de toda hipdtesis especulativa y me- squiera que sean Jos resultados de esta inves- un hecho es indudal surso de un devenir propio, no puede separarse de ella. La lucha misma es una relacién y inculo, el mas estrecho de todos. Debido 2 su idad, a su trabajo creador, la especie humana iplicé las relaciones con 'a naturaleza, en lugar de romperlas para lanzarse hacia un desarrollo -pu- ramente espiritual. La del hombre con la naturaleza es una rel tica: una unidad vez ms profunda en una lucha cada vez mis en un conflicto siempre renovado que toda del hombre, toda invencién técnica, todo descubrimiento en el conocimiento, toda extensién del sector de la naturaleza dominado por el hombre viene a resolver en su provecho, hombre no se desarrolla, pues, mis que en re~ con este “otro” de'si que leva en si mismo: lh naturaleza. No ejerce su actividad ni progresa mis que haciendo surgir del seno de la naturaleza un mundo humano. Es el mundo de los objetos, de los productos de la mano, y del pensamiento human . Tales productos no son el ser humano, 2 sino solo sus “bienes” y_ sus “medics”. No, existen ‘més que por él y para él; no son nada sin él, por- que son el producto de su actividad; reciprocamen- te, el ser humano no es nada sin esos objetor que lo rodcan y le sirven. En el curso desu desarrollo el hombre se expresa y se crea a si mismo a través de este “otro” de si constituide por las innumera- bles cosas elaboradas por él. Al tomar conciencia ‘mismo, como pensamiento humano © como individualidad, el hombre no puede separarse de los objetos, bienes.y productos. Aunque se distingne de ellos ¢ inclusive se les opone, tal cosa no puede suceder més que en una relacién dialéctica: en una unidad. . 7 Pero he aqui que, en ef curso de este desarroll cieetos productos del hombre adquieren inevita mente una existencia independiente. Inclusive lo mis profundo y esencial de sf mismo; su pensamien- to y sus ideas le parecen originados fuera de él, Las formas de su actividad, de su poder creador, se libe~ ran del sujeto humane, y éste comienza a creer en su existencia independiente. Estos fetiches —que van. desde las abscracciones ideoldgicas y el dinero hasta el Estado polftico— parecen vivientes y reales, y lo yon en ciegto sentido, ya que reinan sobre Jo hu~ mano. El ser humano que se desarrolla no puede, pues, separarse de este i. mismo constituido por iches. Ademés los bienes sin los cuales no existiria ni por una hora, y que.sin embargo no son "él", se ballan indisolublemente ligados al ejer- + cicio de sus funciones y de sus poderes. La libertad: no puede:consistir en la privacién de los bienes, si- no, por el contratio, en su multiplicacién. La rela- cidn del hombre con los bienes.no es, pues, esencial- mente una relacién de servidumbre, salvo en una 43 ” sexajorze9 sns aoonbysue oajsnpout 9 eAzositoo ‘seat ~a{goud s0s9 aagonsay(Jp-ap waazis a8 onb sazquioy, $0] ‘wpsap $3) ofenuay sa80 1g -ss{roENp seuraiqosd © ‘sauaay saquoIa eTey 2g “o29 'sopeSoqe A seastinl soy ‘soonpuies8 sof ‘saxorI089 so] 10d ayusmsu09 uo! ~erogepp eun ap o1s{qo wa aazzjauoD 28 YoonTI9 02 sund un v eSolf ssouoaue foypozzesep ap oper? carota un ezuespe afenSuay un ‘saqquioaey souoIIpUOD te ‘enb uo oimawous [sp ‘ofrequia us “eypey uprodso -xq ‘Jemaeu mopaeo pp oreamb us ‘eywourerngeu 19 Wo uaoarede oxed fossoosd aaso us wouazaraauy eID ~uappuoo ey 4 oquaruresued Jo anb pepzoa sq -jema 2tt ‘oauyauodso ossooad un sod azanuu £ eyjoszesep 98 “soar ‘ooeu ‘opeuyuuiarep euloIpr um “3139p 59 ‘ofenduay qq «(serued sauzad ‘esaidxa) ooisges A (2438) oopogad 204 yy v si valonIuaj Jp oto oys -3i{ Un ‘upoersnyr op exouver v “ynbe souiozapisu07) “sqweaap 269 9p atusurespoaid sopewion sojdutste soja “B[puI woo zepuodser spand sj as oroayy vozared sof omeamy s1usaap [9p “euonsny ®] op year oguoraaour JP Wa oxoyzu09 ua oauaiuenadiad ‘soquaUID{a $03 “6a amSansip pend (oonog je Bf ap ouwumat of) oporap “aquasede oxratu9ye eoyzo A year ed o8zequio us oad “ozuoruo9 srs ua epriomonp eauaupqgp ‘auaeE woUED 4) Onpxayfea oguomaaya Jo £ (femaet ‘oorSgposiy ) onuippeiodse oduowsoya opunar ya :pepyfaydiso op sor0¥y O20 afzns ‘o} ajdusoo js sod sp ‘oyjorresep sis0 ap osmno Jo wg ‘qeworser & ‘squsjosuoo exoueus op pepranoe ns sezpuefz0.ap zed 89 308 v eSoq] oueumy 398 jo ‘oat ~teppata ‘onb wo oswawour Jp vas ap sexoysto fp osa xod opreamb ap jeaniew ossa0zd Jp ua susraroquy vrowopuo eid ~ord ns ap aaquioy [p sod tanoe ugronposd vy ‘ep =p ssrezedos ups o8zequra wis A wp Co asripunzuoo mis ‘ergo ns aod 4 wo ousrur yp 368 & e8ar] “ompumny opanur un ear [P onb syur oueumy sory as ow axquioy Ty -epuspuos { epod ap soae spur zea epeo sopes ‘soawsoons 602 Tes A sisiz9 ‘Somnop3sqo ‘souorooIperiuoa ap paca 8 ‘sauessour vyony eum wo X OIDTIFUOD 9199 9p spa ~221 8 ‘easmbuoo 4 ezayemaeu ej exiu00 eyony anb 95 un ap ossooxd |a.s9 org “ezojeangeu oy ap aes un ‘outoa aoaz0 A wzajesnaeu 8] op éredas o¢ ov o2quioy, PP [eno Je wa jesmsem osasosd un sq “pepyfsjdmos Rs "por wo eis sodsede euEUME HOIST ey ‘ugseuaye vf op uoTserdns ey azusipour :]7 es2u09 worSip seypnaz so; anb sezepod so, 9p axquoy, P tod uopesednoas ey A ousyysqay yop eatsaxSord woweadns v| oaererpaue ‘soqonog So] ap uppoonsasop ef ‘stuetpour anb syur oesoaqoear epand ow o3o7;U0 | yaby ‘uppeusye eure] owsprreut jo anb wy UorepE tase so fe ap epiprpd £38 9p uproruoleus owos wasoqglueur 38 soypnes sof uoo axquioy Jap UpIDET>X aq “wzoemaer vidosd ns asqos A ezapesnaee 1qos 4apod owioa “epra ns ap opeidozde 2008 & vid "Pla Oaroo axquioy, jsp efous!oNOD ap eo von ‘oaueurour opoa wo A “suueupeusoM aazons sua S0| wos" a2quIOY ep vOROeTeIP upI>e] sor ey [Yoo uoFa¥for ns ap oye of 30d oz “2171p soyA2g soy wo OuMY 298 Jap UOFOE|DE ET ‘Sopensape owsnjonay un A woreztue#s0 tun wa ekode 2¢ anb oreo tun sod sopemedeae A seuruiny sestur se] © sopyesnsns tos souarq so] apuop pepatoos espontineos ¥ naturales, yolviéndose al mismo tiempo expresin consciente y racional; si mantiene, superdndose en el sentido de Ia razén y de Ia con- ciencia clara, su vitalidad y su frescurs, aleanza en- tonces un grado superior, a través de un salto y de uuna prueba decisiva. De otro modo declina, ya sea por un proceso natural, ya por academismo y abs- sracciéa, Con este complejo devenir estén estrecha- mente ligadas las ilusiones ras que creen que la inspi tan su verbo; la de los tedlogos que, como de Bo: pretenden que su Dios es el cfeador de [as labras; Ia de log metafisicos, pata quienes esas pa- bras corresponden 2 “ideas” puras y absolutas, de triple aspecto—en nto consciente Hlega siempre, en un , a dominar el elemento espon- icho esto gqué es el comunismo, siempre desde punto. de vista filoséfico? No se define como un ideal, como un paraiso sobre Ia tierra y en un por- venir incierto. No se define tampoco como un ¢s- tado de cosas, ordenado y previsto por un pensa- miento racional pero abstr movimiento integral de la historia, pot el devenir del hombre considerado en su totalidad. Es nece- sario comprobar, objetiva y cientificamente, que ese devenir se orienta hacia una etapa actualmente 46 justificada leva desde ya el nombre de comunismo. En primer lugar Ja especie humana (alli donde encuentra condiciones favorables 0 puede crearlas) tiende Como toda especie viviente, pero con sus ca- racteristicas propias, y por un proceso espontineo y natural, hacia un cierto grado de realizacién. Y ello arpesar de las dificultades y obstéculos y a pe~ sar de los elementos de regresién, de decadencia, de destruccién interna que se .revelan durante este proceso; es decir, a pesar de Jas contradicciones y las formas de alienacién o més bien & través de elles. La conciencia y el pensamiento se integran en este proceso; no lo condicionan, pues se ve claramente que son, por ei contrario, condicionados por él: aparecen'y-crecen naturalmente, en el curso del pro- exo natural, El conocimiento, !a razén, nacen y son al principio inseguros, débiles, impoventes; después se afirman, se-confirman, extienden el sector domi- se formulan, Llega finalmente un momento decisive, un punto critico, con complejos proble- masi el momento en que fa razén debe y puede dominar todas las actividades humanas, a fir de organizarlas racionalmente. Es el momento en que deben ser criticadas, de- nunciadas y superadas Ias miltiples ilusiones ideo- légicas. Y con ellas todos fos fetichismos, todas las formas de Ja actividad humana alienadas y vueltas contra ef hombre. ; El comunismo se define, pues: 1) Como el momento histérico en que el-hom- bre, habiendo reencontrado conscientemente su co- nexién con la naturaleza {material),, se realiza en su actividad natural, pero en las condiciones de un itado sobre esa naturaleza, con todo el a : ‘sopeiop ‘sousur soy sz3t2 ow sopsiop sofsur so] sau onues ueqeyjey 3° e(833 | uequjora onb sopra “IPSE SOT “TeIp0s euydionip tun op opwuae pe A vydex ‘un 9p ¥oreA J» —ofjoszesep op Jour Jo A erouaasEKo 2p ssuopsmpuco sey Jod sonprarpur sof © osrandust aay [P “upppezapour ef— oyooy aso & Zep o4snse9 9H bFoEH 9F oom of JOY “06999 [E UOHEIOpOUE FI, 9p tqueed onpraspuy Jo fepumsres ap ssuoromig09 S| zod sopramarzad soanuty soy ses20 ws ueqeonbuiery SONPIAIPUE SO] 9p $02KP S07 “eprA t[ ap soiqnyosur sewizjgoad soy 4 onuarunsyne jp ‘sasonur vy & aguoy epusiodar ajqeapasuy ef © jerour sojea un sep 4 png “HA wo pepsooow vy amzaaucs anb vyqeq “ezojerm weit] © ouass sopqgp tere oWOD ‘soatep ans tose Ru] soueumy saxas soy onb onessoon exe ‘opSaua -sox vyoouruued ezajeinaen 2] a3qos oueumy xopod P senuape “opqezurore ura ou o sepep weqeass ou Bueuiny UppoeZTees e] 9p souOIRPUOD se] SEU “SoIqERIADUT 9 SEPEP ofousqsexe ap seuopsepuos ‘op -u2s 01a wo ‘Uegesardxa ‘wadnmeuoges soz0perio3 81 $0] onb opesed yop sapexou seurzasys so] (T “ye1ou eaane vun 9p uproeax9 x exed seorgas A seopogad Souopeaypuy uoo oon] oknguauos A ‘opssed Jop soppiow seareasys sol ap ronyio eun seSny sowd ; ua erode (oonopqerp ouyrepazeu) oussrcrear fy VESIXUVA IVHON VI I o1ayavo * (-sauapax Aur eypay easeq eprazoapeur orsourwed Pepran ns onb ound yer x ‘eqo as pos uo sosrad “Sp weyeY. 26 seuz0g somnaso; ¥] atqos xzeyy 9p soaxe3 8077) -od Ff sopewoqrarad snusuresonmsuous sonprai © A soswpp sey & vam anb uoranpozd ef op e830 vu aiueIpaur oafonsor 96 2 sod ¥zapernavy x ap 2p ora fe ese i 9p anb sorpour) souarq soso 2p upisonposd ap sop | cate so; op epeswe pepoydocd 9p outs “ouaeg apy Jeuoszad oresdosde e] ap uoisazdne x ou :epeand | pepaidosd % ap uoroezadns jure eonduxy | “oumwny Of siqos oysay ap ueuIar * anb soysnay owoo ‘ows orouip jap & qeatdea [ap ‘ejouvorour yf ap uossardns x] £ vatsoxSoxd uomer ~edns vf vorduny ugioeuaye e] ap uomeredns ey ‘oiuyjepe spur souzar ~trqmooue onb sauorsemusozep sez30 sb ap aszezedas spond ou owsjanuroo ap eorxpson3 woroRyop was, + (souoporpesatiog sts9 9p ganna epessmbuoo penarrdso 4 eur wzanbis 2 epransd hs 135 —osourgaides— ofja sod onb ux) epyoqe £ epigzosqe ins osod ¥ ood wipey a8 oxeuiny OF 9p (Voryjod “eo0s-compuoDa “eox89f09pr) adn “igus wopoeuaqe ey anb ua oausmour jp owed (¢ ‘aaquioy Jp uproeuz0y vy any anb ‘osoz0j0p ‘opesmaptsoe “opsozoipemauoo “einaet ossooid o8:y] Jo (seastabuoo seotr sms ap [eouaN9 of ‘ourerauop 9 30d ‘opuvazesuoo outs ojsutsdns wis) wiodns { ouumy odnz¥ yo vzue810 ‘aauomeprpro ~op aflzama ugzes vy anb us osuawout Jo ow0D (7 seyoisry elzey eum op 02 ~warurpenbprua Je opos ‘X vyany efze] eu op sxsode los més violentos y los mas brutales. Criminales y genios cayeron siempre bajo la misma reprobacién moral, que expresaba el promedio social: el nivel de desarrollo “medio” alcanzado (material y espi- ritualmente) por la sociedad considerada. Sin embargo los sistemas morales y las costum- bres no expresaban las condiciones de éxistencia mis que bajo una forma indirecta, confuss,.alie- re, lat condiciones de jenada. Por Jo, tanto las re- las, las disciplinas, las sanciones y ‘as represiones inevitables nunca aparecieron en su verdad prictica ¥ con su sentido zeal. Siempre se relacionaron (es decir, fueron relacionadas por los individuos que Jas promulgaban) con decretos misteriosos, con po- tencias oscuras, Los sistemas morales y costumbres del pasado, con algunas pocas excepciones (la mo- ral epicirea, por ejemplo) fueron, pues, teoldgicos © metafisicos. La regla prictica se presents siempre como el resultado de un imperativo trascendente. La accién concorde con la prestigio misterioso del mérito, de la gracia y de Ja virtud. En cuanto a la accién no concordante con ‘lla, fue igualmente valorada segiin un baremo de origen oscuro y recibié los curiosos nombres de pecado, falta, maricha, entidades dificiles de defi- nie claramente, a la vez materiales (bratalmence materiales) y misticas. Y¥ ahora el mecahismo de la alienacién. moral halla, desarmado. En primer lugar, los habitos y los siscesnas morales tendian siempre a fij i. Tizar la sociedad, pues condenaban lo excepcional y Jo nuevo, Al rechazar toda iniciativa, la del crimi- nal y la del genio, la del destructor y la del crea~ dor, Ia moral y las costumbres reinantes sanciona~ ban necesariamente el siatu quo, ya se tratara 50 de las virtudes del ciudadano antiguo, del guerrero feudal o del comerciante capitalists. Frente a la moral, las iniciativas criminales o creadoras se con- fundian necesariamente, en una confusién que du- ra todavia, La reprobacién moral comenzé siempre por castiger al individuo audaz, alcanzandolo con frecuencia en lo mas intimo de su pensamiento, Hendndolo de escripulos, de duds, de mala’ c ciencia. Tanto la historia de los actos como de pensamientos humanos pueden dar prueba de En segundo lugar, los sistemas morales conti ron a las acciones y a. os pensamientos un coefi- tificadara. Por atiencia de wna virtud: Ja xesignacién extoica 0 stiana. Una situaci6n muy simple, una pasividad inevitable adquitieron entonces, para el moralista y para el individuo de formacién moral, una impor- tancia y un valor enormes. De “alli @ suftir volun- tariamente o limitarse para experimentar esta im- presién de importancia moral, no hay més que an paso, dédo ripida y frecuentemente. El hombre se precipita entonces hacia. sus cadenas, creyendo en- conerar alli su libertad, Y cuando tropieza con:sus |imites y experimenta dolorosamente el cardcter fi- nito y-limitado de su ser, cree hallar el infinito mo- ral. La expresién “grandeza moral” es engafioss, porque la moral no hace nunca més que codificar y izar —en fo interior del individuo, bajo la for- conciencia moral; en lo exterior, ba ma ma de sancién y predicacién— la practica social media en un momento dado. En el curso de a historia, pues, todo progres solo ha podido realizarse a pesar de los sistemas mo- rales reinantes @ contra ellos. Cuando las condicio- sn limites de Ia “ JP 9p0a easodos onbiod ‘omspur js v ssopuysaqiy 22q “Woy Te A pupepoos vf e zexaqy] opand 1p ofog “axogu9 aod asgne wy 4 oara xy anbsod ‘eueumy uprseuare x] = wig Zauod ‘upioge nie aguerpour ‘apend Jp of0g “op ~wtensajoad 9 83 “eaquyed va op opungoxd oprawas jo we ‘opeBoptand jaded un efon{ sea op eum saee[o Ue epIpLAIp vusopour pepsyos P| wa “opos any : “soyezour seuopeio(ea sey 9p cxwowrepung Jp year of wo eosnq, causa of sod A ‘pai ‘oy ap wrong saxojea ss091qe3 sto v worm os feopfojoapr uproeuarye x ap < jexous UoeUaAe ef ap epexogy ‘49 daa gun av—ID opesooou so a3uemenaoe anb wounse owsExaTUL [9 “eppaqese Teou rj onb oduraps our je yexsour epor uezey> "sor amb sopesejosep sonprarpur soazop us upiquies © ‘squopeosp eysenZanq ef ap (soonsod ‘soo1¥ofoapr ‘sopresoay]) soaueauasosdex soy wo effet 28 w3sy{os0ur 9 JH O10 [e expuadu> oun ow99 opurn sour ‘sopesed owsrexouruy ye A pesour vl & ausWTON cHinuis vorde 9¢ eonogeip eonyr9 vy Opuens ‘easy “Brow; owsTuD ap spades wun seasncre soy ¥ 2g BIE: csopuunpED vprIg exo rUa{qord ye ayuaNE von} 4 vane8on upped eun anb spur ousrcreus FF Hague ov ospez oazoureanjosqe vyses og (z yee ¥p foypezap PP feroue8 eZojoapr xy :uoreyaye ap svurz0; $4730 Se[ 9p —oausuesnozad 0 yepos “eorg3y— epexed ~98 Uypey 98 ow jexour wpLDeUAN ef CaM Of Log I, “seprando sosejo sey ap on ye weqeumsap anb soi07ea, s0] 9p saueumecozsed urypupssaid ssauemuuop sestpo 1 ra se] enbsod sgndsap & tyourzoue of ap enypjeur soz B] wo fexquios ef wo sezezyyeax ¥ ojopusstigo n feu wodeox2 0398 opoa yerourur opursapisto3-“osstutad tpepyexoumy ef opeass vy Pepyezounny ej wo 0 owspseizes fo us ueqeusuzea optsed jep soptzour seurassis $0] s0po3 anb o7j9 sod SH “wrqeNsoour soy opaynd souoepoeA ms sejze] {OIA © safeIOUr souIDeSTGO sey seraidiaamy uETGES ‘seuszou se & aszeasnfe 30d opeiseursp ueqzdnzoand 3 ow sow so7 ‘wororopdxa ap sosuownsasut ts 02 “word ueqeutrossuesa as s02s9 “(wuzepous voodg ef ua ofeqess top o3pno jo £ osadsar a ‘ojdurata x0) sord road soxopea sus sopesous seuuaans.soy A sazquinssoo se] ue spnporauy © ueqe8oqj sopeurumop soy open “(cson8yax _ woxpyan{ uorseinussog ef anb opois Wn8t 9p) sevopoeyzad & reuopurs “seu0I09 © ypms “38 up vyua4 prion uproefnUHIOS Ff anb ‘uEMLIOp vaso aduass worornuied soqeiour seureasis sot 20d sepruunifoq.eoumsrxa op souorompuco sey “sonra sof ered sowie t0] 10d soppajqeaso sojezout seurossys ous ‘soasjoro op yexour vun & soue op jezour eum oqny gounte anb sezoueur year ap gassou xrupy “ye -08 asepo 0 vaseo eun op uproeunOp ap soatioumnaa -suy uo ‘oxdways woxeursoystrezs 96 0 ‘oxdutays wor ang sojezour searagsts so] ‘Soururz)3 soi30 ug.“osors03 sau sopod.as9 xequasasdes 4 o3az09p ueypuaiard ssusmb 30d sopezyran 238 a “sur Oapesedury 0 ox2399p un oD sopeUoroRfss safe ~ous svinaasy $0] ‘opor aiqos A ‘aeSny s20203.uq “(249 ‘aivra9g). sopzeayes 328 Jp sazojea soso ¥ ejoey anb ap itsed & ~sszed ¥] v ojjs 20d ssopupzuodxa ‘seaanty sauooy B09 svj.e sopradioe soxojea soy readepe ap equieaa qeiour ouazs23 Jp uo zopeaso ‘un8e anb we exp P SEE orgies soso xeqnunsp 0 zeuez3 ep eqes wen aiusBia exour-e] ‘ueqeiqutes viounsrxe op soy peso de la opresién y de Ia.explotacién. En su con- dicién de clase oprimida, el proletariado aceptd largo tiempo los valores morales que le fueron im- puestos y lo mantenian sometido: resignacién, hu- mildad, aceptacién pasiva, eteétera. Como parte in- tegrante de la clase sojuzgada, el prol aba en In moral una compensacién fi El proletariado no legaba, como clase oprimida, 3 ‘rear sus valores propios, y menos ain a hacerlos admitir. El trabajo, y dobre, tod6 el trabajo mate- despreciado, De igual modo, y en un plano anélogo aunque un poco diferente, las mujeres con- tinuaban sojuzgadas o explotadas, y por Ip tanto la maternidad no fue jamas reconocida plenamen- te como funcién social y como valor, ni sl trabajo doméstico como un trabajo social. El proletariado' ascendente se comporta dé un ‘modo por completo distinto. Marx. y. los marxistas comprobaron este hecho y mostraron sus razones, ¢& decir, su racionalidad profunda. La clase ascen- dente se libera de los valores ilusorios y crea ius valores, propios, su herois: “erabajador explotado y opri necesita paciencia y resignac duo consciente de su clase, y, por lo tanto de! papel histérico de esta'clase, tiene aecesidad de coraje, de sentido de las responsabilidades, de entusiasmo;-de- be adquirir conocimientos multiples y\considerar como valores, In lucidez en fa accién y Ia compren- sin de las situaciones, Oprimido y sumiso, el proletario considera la obe- diencia como una virtud. Pero cuando actia —en Ja lucha econémica y politiea— la inicistiva, la dis- ‘Marx afirmé, en un articulo acerca de estos pro- blemas, que para el proletariado estas virtudes nue- vis son atin mds necesarias que el pan cotidiano. 3) Abordemos ahora el problema general. ¢Es jobre To real valores humanos? los caer fuera de lo real, en lo ideal abstracto? y el marxismo responden que si. esta forma ideolbgica én humana, colocaba io, en lo abstracto, el Lo real no-¢s inmé air, y por lo tanto p ge actualniente en el horizonte y que implica el de- venir actual, es la realizacién del hombre. fa resighaciéa ya mo tiene sentido y Ia pasivi- vidad no puede ya pasar por una vireud, es porque ‘otra cosa llega a ser posible, El poder del hombre sobre 1a naturaleza ¢s Jo suficientemente fuerte pa- ra que desde ahora toda resignacién se relegue por si misma en lo irracional y lo absurdo. E] marxismo no trae un humanismo sentimental eo dado y acabado. Es deve- idad. La posible, que sar- “ TA MBMOD “D9 YEE TelANED “ryaT ua xuVAX 20d oxsse9 “oKb tadotopg-ospmouosy jusmmuoyy yo savouipmostes "75 ¢ xmno Je aqueanp ‘ousrar onpraspur fo wo vyjozzesop % PEPHTENPEAIPUE FT “opriuas a|gop on. wo Off & ‘eq sozsesep 98 ‘eurrumy opsadsa vj owoo ‘onprsy Sossoqoapy uoysnyy us Jwopr un sq “xUEAGp jap rang Upwesdxe x onb syuu s0:ou tpepyeor vy op Sis Of wo 4 epra ty wa.susparsiur ou oamszodwur Jo iqpou0o JV “o3u}I9 UpIoEZHEar ap ‘ugIose op ‘osuojunpouos op oapessduat un o9ues of zod eondun, Ugtiedns ey “soruraop soy sopes wo sapepriqiod fms > Gwus4ap e3eo ue oauauegdure spur zo Epeo dodeeqtind ‘oawes of sod ‘sq qri01 aquoy > ¥:>ey “auraaap [ep opriues Jo wo at $9 aszexodng -(vo1393eur souororpuoo wa #4701 “SEY ef weaeg ow Oxog “Texaued exoasTY Uy & “eo ‘RE *([ejo0s) epra ns uooeY souvUY soze8 507, oameiquies ? “feat eangoMAs— Ns Te “exDsOUOD pypatsos rwBAIP [2 weypuazdua0 oN “soSogopr sns ¥89 op sestZojode soj ‘opunut ~uayUT senofour sey WoO se094 v £ ‘oqooq ap ae Of tog ‘sauasspx2 pepotoos vy ap sasasoes%9 so] sop 02 0 ‘Saxs198I¥0 soazar9 eInjosqe pepsoA ap oSuer Fe tegeagps [exoue8 ‘uo pepopog,, ap orquiom yo ofeq soaps}serom wera A soogjaua weyar9 26 onb soSojg;o0s sod sepewSew ‘se3jno0 sopeprens susp ‘wos ‘sodinu8 soy ap 0 soqqond soy ap eurze ‘oalna9[00 328 Avy ony ‘wouoduroo x] anb sonprarpur soy ap axzede ‘wpusisyxe op oradss vunBupz sasod ou ‘exomd Peprius owtoo pops}zog v7 ‘sauorptyax sns 4 sonpratp “HE Sop Sopueyqey s2uaureax89jo%%08 ‘uaaerx2 o7og s098so4 “Hf ousyptiopoue 9p Jo cooxsyfo ony 26 onb s1qus0% tun eaaj] ousrxreur Jo woIsAAUIA eISoqorDs oWoS OOTUOTSER ONSYIVINLYN 0 ‘VISIXUVH VIOOTOIN0S VI MM omyavo 2 ¥ locales (relaciones con el medio)» fundizacién de fa conciencis, la aparicién y el for- imiento del pensamiento racional se hallan tam- condicionadas por las relaciones sociales (por grandes ciudades comerciales ¢ industriales, etcé- tera). ¢Pero qué son esencialmente esas relaciones socia- les? Ciertamente son, y asi se nos presentan, sobre todo en nuestra época, extremadamente complejas, 2s posible separar de su entrelazamiento selacio- nes fundamentales? ¢Es posible distinguir, para usar una metéfora, pisos o sedimentos sucesivos sobre tuna base? Marx y los marxistas afirman que si. Hay re- laciones fundamentales; el edificio de toda socie- | dad reposa sobre una base, En una casa, ciertament Jo que importa son los pisos, las piezas habitables. «Pero es ésta una cazén para despreocuparse de base y de los cimientos, para olvidar que estos ci- mientos determinan fa forma, la aleura, la estruc~ tura del edificio, es decir, las grandes | ciales (aunque dejando indecermina ples detalles y mds atin las ornamentaciones? Pen- sat de otro modo es creer que se puede comenzar una casa por el techo y terminarla por Ia base, Pen sar que en una sociedad fas ideas son fundamentales, es creer que porque las ventanas son necesarias y dan Juz a las piezis constituyen Ia causa de la casa, Las relaciones fundamentales. para toda sociedad { son fas relaciones con la naturaleza. Para el hombre | Ia relacién con la naturaleza es fundamental, a0 | porque siga siendo un ser de la naturaleza (inter- ! a |}, pretacién falaz del maverialisnio histérico) sino, \ por el conteario, porque lucha contra ells. En ef \ Ents de eta lucha, poo en las condiciones natars- s, arranca a la naturaleza lo que necesita para mantener su vida y superer Ja vida simplemente natural. {Cémo? Por qué medios? Box-el. trabajo, {jy mediante umentos de trabajo y Ia organi- cid al ¥ solo asi los hombres, producer se vide, es | deci superan Ja vida animal (natural), aunque no | pueden evidentemente liberarse de 12 navuraleza | por un decroto soberanc. Los hombres no \Ja naturaleza mas que dentro de ciertos y en [as condiciones determinadas por fa na humana son por lo tanto las relacionet de produc- Tas relaciones fundamentals de toda sociedad ee Para Hes ala igarrados, las féeniulas en Ia ‘superficie de iebe penetrar bajo todo fo que se agi sa sociedad, todo el decorado: esa superficie y llegar a las relaciones de produc- cién sea as relaciones fundamentales del hombre con condiciones naturales, mas o menos profundamente adas por ef hombre. Es éste el dominio de cia que se denomina con frecuencia geogra- fia humana, ciencia que tiene un objeto real y solo FcEgaN pando asl se objeto deja de ladon bison. El ands esd y las aguas, su influencia sobre el Biamient, el cobras, la lors exponténen 6 impor tada, etcétera. “6 * e sopepwsooou soy 9 oyeay [ “SexqUIOY s0] ep perUNjoA Yl 2p & Joru0D Ip ‘souosra0zd se] 9p ezony sored uvs8 uo Fatetans “HP 2% serouanoosuod seasgy * (sapenaoazaauy sstuorouy fwpmenstuupe 9p ‘opuru op ‘uprooomp op sat ~OpUMZ) popsagoue on Ofequaa Jo A fousque oleqeia ‘ Pp arn upiarp x so9quate anb prop sauauie, ~nopied ‘rexdoad sepuangotues sns 209m ofeqens PP Sosa ey “aiqusedos ou o7od oxump oamowoja UN owto> oszer9pisuoD Waqap voydu anb souoroeyas sy 4 ofeqera [op uowrip ey onb wounds og. sofay spur zeaaqy Je 0 50] © oipaoord xray fajqeysye tw conan $9 ow —opsour ~yado2— ooqungs s0i903 1g “aoPdope fis 2 uauodo 3 enb (seyBojoopr) sosiqyy soy 4 apuodso anb sey “tgysuosx9 ns 9p tarp [9 ‘uprodope [e199 amnZunsp ysx aqep esZojouses vy “pyE “Bove ean v spuodssr200 opuena opeadope $2 Ojo: Paweumnsasay un anb xearesqo ouesanou so jnby: ‘sooiBojoepr sompawn s0d'onb mgezs jap onuaruate ~siueur pp wo> 4 ‘orqurea sof sod saiquioy sop wor ~#8us owzepour opozsed yo exsey onb jemnaeu sors “04 JP Woo worEar wood ‘epap us ‘oan ou oys0q 238g “wso1g019 Soprujmuse weponb sezeaue' souo 31 0 sony Ponpoxd ap soxquss £ soproxous 2p osuayuezedssp un dey tofduraf 20d topuens ap eatsoIsTy UpIEID “RS FT guas0us sey “seseo se] ap £ sopetoos sou Um 53] 9p ‘pepaidord ef ap ‘ofequsa 2p ugistal ¥.9p einzonsase ef opuezysue X ‘svanonposd sez “Jong se] ap OaysaaBoad ofjouzesap Jap aseq ¥] axqog ‘seaponposd sezrony se] 2p ssusueauerpuadeput ‘ormnd o1a1 waseq A epipaut eso ue ‘(eiquies ou 0) riquat: upwonpord ap opour 2 ‘oomogs jeamoumnsur [9p sauaweausipusdopur eprpom: enzai ua evo ofegen sp [epo8 uowiaip vy anb wzeucar penSr aq, ‘sono so] 2xq0s soun soy ses20 wis wenasE A pagzojas wouepuedspar run usesod feoraposur ounsje opour Uo $9 ou tooidjoar ugmeunusarep ns. !uspunzuos » 38 Ow e103 oseoosd’ Jop soauausa}s 0 servedse soa 3 o8s0quis us X sopedy aauouyqnjospur weyey es ofeqess Jap uorstasp vf-A (eoquops ey) [eauaur ~nnsur Jo ‘se !upponpord ap opow: Fo ururuzerep seanonposd sezionz se] ‘oausmeongaery “seseredos ‘wepond ou ugponpaad ap opour jo A searronposd sez song fe] "30a 9p sourgeoe anb o] woo opsonoe sq. suppoonposg ap opous xiv sod vpeurely sa-sopers0s sareyo sey ap & sauorouns sv} ap ‘prpaxdosd eq ap ugroeztue8z0 owo> ous *(seanioripord sezzang) ezojesnaeu ef woo uoroey a1 ns us ow ed eperopstioa ‘TeID0s wmIINIIs CY 5 “sesbpo Sey wooorede seouormg ‘wzanbir ns ap ouls ‘eID08 soyeA ns 9p uozes ua (spur za Epeo weroua: seapenstinmpe ‘svonyod ‘sajemoapeauy souomunz se] © osgooe' uatian ou eX sonprarpur sof anb 129 & apearnba anb o7 “pepardosd x ap ugroeztaeSi0 vy u> sein ns unos (uexSeaut sit anb sonpiaspur so] A) sodtis® soy v ous “sopeangno o sapeinieu sauop ns Woo opsenoe ap sOnpIArpUT soy © UsoouoIed OW eA ‘ses v onuens ug ‘saxousdns souorouny sey op woo pepatdord xj ap cups sopmyaxe uEyfety 98 (seq celsqeur) sexouszut sofequza so “wij2 uoo ogunt A wasn pepordord ef ouoo waareusuen of £ sepr ~exparoy uoory 8 fugronposd ap sorpour so] ap 03 anurvredsae To uaxrutzed saxoqsodns souoIouny se] oaH9atn} offozzwsep Jap osm [> ue ONO fp aiqos oun Jo wenage sousmgMaZ soqure “epeaud pepard -ord 4 ap wopeu0s P| ¥ sofeqesa soy 9p a -2FIP vy eprun opursse ozag -(seaprurad peony s9peporpos se] uo ¥rouandez3 tod szzno0 vyaepoa on of) sofeqess sozea exed sopexop sofows sonprarpur so ¥ wexpeusazed sszomadns sououns sey 18 TenplA jUIG eITEIONJOAUE OW , soioHaFU, 9 sat especial, objeto principal de la economia politica. 'No es éste mAs que un esquema extremadamente general. Modos le produccién mixtos o aberrantes hhan existido en todos los momentos de {a historia. Este orden de sucesi6n, que representa el progreso econémico a través de’ convulsiones espantosas, s0- fo se ha desarrollado ttéricamente y en las mejores condiciones histdricas, © sea en Europa occidental. Los modos de produccién siempre coexistieron coexisten todavia, actuando y reaccionando los unos sobre [8s otfos, sin limites estrictos, aun siendo dife- rentes. Y un modo de producciga puede presentar tices y vatiantes innumerables como ocurre, por emplo, con el feudalismo: el. feudalismo asidtico difiere de foudalismo europeo, etc. Cada modo de produccién tuvo un periods de crecimiento, de apogeo, de declinacién, y sufrié una crisis final, (sin contar las crisis internas, mo- mentaneas o mis profundas, en el curso de este des- atrollo). En el anSlisis de las fuerzas productivas una con- tradiccién, una lucha, un conflicto se coloca en. primer plano: la Jucha del hombre contra Ja natu- En el andlisis-de Jos modos de produccién apa- les conflictos y contradicciones; pri- mero y sobre todo los conflictos entre clases socia- les, Aqui lo que llama la atencién y se revela como cl fenémeno esencial ¢s Ia lucha del hombre contra el hombre y Is explotaciéa del hombre por el hom- bre. La historia de cada modo de producciéa se ha desassollado, pues, de manera dramética, a través de ruiltiples conflictos. En cada época los individuos actuaron, inventaron, vivieron su vida individual, realizaron ciertas posibilidades, quedaron en retraso 70 o superaron ef nivel medio desu tiémpo y de su clase, etc., pero siempre en el marcg del modo de produccién, en Jas condiciones que les ofrecia la estructura social, De las interacciones de las inicia- tivas.individuales (que,'en general, ¥ salvo el caso de los grandes hom junto global y estadistico) resulta la bistoria, Marx. llama formacién econéuico-social al pro- ‘ces0 conezeto que s¢ realiza sobre la base de un cierto eficaz —politica, administrativa, jur ca— de Jos grandes hombres, pero en y Hisnites del tiempo y del lugar, os decir, del modo de producciéa y de Ia clase. Nos quedan todavis por sefislar algunos puntos importantes, puestos en evidencia por la sociologia ica. jualidad consciente, se forme y se mat En todos los momentos de la historia zas sociales y las realidades escapan al control y a la voluntad de los hombres. Las consecuencias de sus, actos sobrepasan a los hombres, sobre todo 2 los mas grandes. Este cardcter objetivo condiciona el Seti pero no se confunde con él. El fetichismo propia mente dicho solo aparece cuando existen abstrac- clones que escapan al control, al pensamiento y ala voluntad de Jos hombres. Asi, el valor comercial y cl dinero no son en si mismos mas que abstracciones cuantitativas: expresiones. abstractas de selaciones ero estas sbstracciones se sna- fenen como ‘entidades en Ja vida social y en la historia y terminan por dominar en 7 i “ 49 t sonpuoo anb squeasp [2 spso01d apugp aq? vaamed wuusoy anb ¥] op eamidnayso ey sagas ses wis euoroar 4 wdord epi vaio cum yse ato fugronposd 3p Opetruizsiep opour aas9 ua uep 38 anb souorepos Se] e9—1pOD ‘ono “ezayeanzeU xy ap ugToRao[dxa aq ~uioy [9p Woro¥s0jdxo ‘ofeqezs ya xexojdxe ap prasaqy] {equa ap peaiaqy “ugionpoad ap soxpour soy ap pepaidosd A ypeanid pepaidord “Teardes & ozz0ys op ~tapunguos ‘sapesrearan soxopadns squsureposnyr ‘sopexou ‘soxoeseqe soidiousd ap anzed & pepatdoad op ceastpendeo soworsejas se] jduafa 20d: ‘ouxspour oysazop Tq -soquae ~eutiad. ugrooesaqut 2 oxsyyueD ua ‘I9p $9 “ope -H] Ueyfey 9 anbune sosumsip wos jeD0s-onuuguODS “sepreqacassip ap wo sung r wayduino seorSojoopr sepouarrede sey opuena Sequauin red X ‘oatsnjour ‘ouopejar sease urs sy ‘pepaidosd ap souorepar. sey op Se] 9p caunfuco Ye ounponsssoaadus vuaryy xe ‘ vuppeuare sauouteorzosopy opeurey] sowray onb of ‘sarquioy soy ap joxu0D Je wdeose onb oueumny osa0zd owoo ‘axtroureor#9jo1I03 Yo}Uaiap 9s opour 9399 acy “oyDay ap sopruTpsoqns pare _ SOqNe se wey exe 3 A : u ‘erouapsede ua sapejouaso ‘soapoe soz0z303 wo ‘sase|o se 9p £ sonpratpur soy op uprooe vj op spaema e ‘uaa -OORNGTION? 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