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Descarga PARA HACER FORO Y TRABAHO PORFE MARY
Descarga PARA HACER FORO Y TRABAHO PORFE MARY
1
Juan Eduardo Céspedes-Londoño
Iván Jaramillo-Pérez 2
Ramón Abel Castaño-Yepes 3
1 Consultores Internacionales Abstract To evaluate the impact on access to, and use of, health services in Colombia’s new na-
en Seguridad Social y Salud.
tional health insurance system, the authors compared two cross sections of the population: be-
Calle 72A, No. 00-44 E., Of.
302, Bogotá, Colombia. fore (1993) and after (1997), with the approval of Act 100, creating the General System for Social
cinssa@latino.net.co Security in Health (SGSSS). Two equity indicators were assessed: concentration curves (CC) and
2 Escuela Superior de
concentration indices (CI), summarizing the distribution of access to health care and utilization
Administración Pública.
Diagonal 40, n o 4GA-37, of health care services provided by the SGSSS according to income deciles. Between 1993 and
Bogotá, Colombia. 1997, the CI for access to insurance halved from 0.34 to 0.17; simultaneously, coverage increased
ijaramil@colomsat.net.co
3 London School of Hygiene from 23% to 57%, especially among the poorest segments of the population, where it increased
and Tropical Medicine. from 3.7% to 43.7% as a result of subsidies provided by local governments. The CI for utilization
Keppel St., London of health care services did not vary significantly. Increased disease prevalence and utilization of
WC1E 7HT, UK.
rcastano@post.harvard.edu
services among the insured, due to biased selection of risks and moral hazards, were also docu-
mented. These findings suggest a positive impact by the Reform on inequalities in access to
health care insurance; however, a similar effect on inequities in utilization of health services is
not clear.
Key words Equity; Health Sector Reform; Health Services; Health System; Social Security Re-
form in Health Care
ción enfrentó enormes desafíos para trascender En cambio, los resultados observados en re-
de la letra del papel (representada en las leyes lación con la eficiencia son cuestionables, por-
y sus reglamentaciones posteriores, contenidas que el desempeño del aseguramiento debería
en las más de 1.000 regulaciones y normas ex- haber sido mayor frente a un gasto total en sa-
pedidas) a resultados concretos en relación con lud que pasó del 7 al 10 por ciento del Produc-
sus objetivos centrales. to Interno Bruto (PIB) durante el mismo perío-
Pero finalmente lo logró. De hecho, los efec- do (Céspedes, 1998a; Morales, 1997; Ruiz &
tos fueron sentidos en forma inmediata y, ade- O’Meara, 1999).
más, traumática por toda la base institucional Los posibles efectos de la Reforma sobre la
del Sector (Restrepo, 1997). Por ejemplo, fue ne- equidad en la prestación de los servicios de sa-
cesario liquidar la mayoría de las más de 1.000 lud se desconocían con anterioridad a la pre-
cajas de previsión social que antes administra- sente investigación. Específicamente, este es-
ban la seguridad social; muchas EPS ineficien- tudio se justificó sobre la base de dos interro-
tes, especialmente en el RS, quebraron o fueron gantes planteados: ¿Cuáles fueron los resulta-
liquidadas; algunos de los hospitales más gran- dos concretos obtenidos por la instrumenta-
des y tradicionales del país, de origen público ción y posterior implementación de las políti-
o solidario, también quebraron debido a pro- cas regulatorias que originaron el nuevo SGSSS,
blemas de eficiencia y calidad; y una fracción sobre las siguientes dimensiones de la equidad
importante del gasto social, en general, se fugó en la prestación de los servicios de salud: (1)
como consecuencia de la corrupción rampante acceso de la población a través del asegura-
que la descentralización generó en muchos go- miento y, (2) accesibilidad y utilización final de
biernos locales, de acuerdo con la Contraloría las instituciones prestadoras de servicios de sa-
General de la Nación y la Defensoría del Pue- lud? Las respuestas a estos interrogantes cons-
blo (Málaga et al., 2000). tituyen un insumo necesario para que los pla-
Esta situación se explica porque la imple- nificadores y formuladores de políticas públi-
mentación del nuevo SGSSS modificó en forma cas puedan perfeccionar y mejorar la eficacia
radical el antiguo SNS, sin una adecuada asis- de los instrumentos de regulación del SGSSS,
tencia técnica por parte del Gobierno, y produ- especialmente aquellos destinados a focalizar
jo dos reacciones importantes. Primero, insa- el gasto social hacia los segmentos más pobres,
tisfacción e intensa oposición por parte de al- marginados y vulnerables de la población, con
gunos actores, especialmente los profesionales el fin de garantizar el acceso al aseguramiento y
de la salud, quienes critican las consecuencias la accesibilidad a los servicios de salud (Gwat-
adversas del modelo de atención gerenciada kin, 2001; Hernández & Zapata, 1991; Neufeld
que subyace al POS, sobre sus ingresos y la cali- & Johnson, 2000; PAHO/WHO, 2001; Ramalin-
dad técnica de los servicios de salud (Patiño, gaswami, 1993).
1999). Segundo, un acalorado debate y contro- El presente artículo consta de cuatros par-
versia en relación con su validez y viabilidad a tes. En la primera parte, se describen los prin-
largo plazo, en un ambiente politizado y carga- cipales antecedentes de política social y eco-
do ideológicamente (Ahumada, 1999; ALAMES, nómica que enmarcaron la reforma del SGSSS
2000; Franco, 2000; Hernández, 2000). colombiano, como los argumentos sobre equi-
De otro lado, el impacto de la Reforma so- dad que sirvieron de soporte a la presente in-
bre la población fue aún más significativo. Du- vestigación. En la segunda, se presentan el mar-
rante 1993 y 1997, la cobertura del aseguramien- co conceptual y la metodología. Y, en la tercera,
to pasó del 20 al 57 por ciento de la población. se analizan las evidencias relacionadas con los
Este resultado se debió a dos factores funda- resultados obtenidos por el SGSSS sobre la equi-
mentales: (1) extensión de la cobertura a los dad en el acceso y la accesibilidad final a los
dependientes de los individuos que cotizaban servicios de salud por parte de la población.
a una de más de 1000 instituciones de seguridad
que existían con anterioridad a 1993; y, (2) el
otorgamiento de subsidios a cerca de 7,0 millo- Reforma de la seguridad social
nes de colombianos, que posibilitó su afiliación
al SGSSS (Hernández, 2000; Reyes et al., 1998). El proceso de reforma de salud colombiano fue
Adicionalmente, cerca del 85 por ciento de la el resultado de un largo y complejo proceso de
población está satisfecha con los servicios de construcción de política sectorial. Este proceso
salud que recibe (Reyes et al., 1998), y la califi- se dio dentro de un contexto más amplio, el
cación promedio que los colombianos hacen cual transformó radicalmente todo el modelo
de los servicios de salud es superior a 4,0, en de desarrollo económico y social del país, en ge-
una escala de 1 a 5 (Giraldo, 2000). neral. Las políticas de equidad, particularmen-
abrupta y radical como se dio el proceso de como el adoptado por Colombia. Sin embargo,
cambio, sumado a la poca asistencia técnica por en la práctica, las instituciones responsables
parte del Gobierno para apoyarlo. Estos trauma- presentan enormes falencias que amenazan
tismos (aunque en cierta medida inevitables, con convertir la ley en letra muerta (Bitrán &
principalmente por lo radical del cambio) acre- Céspedes, 2001).
centaron aún más la controversia en torno a la
validez del SGSSS como instrumento funda-
mental de la política de salud colombiana. Marco conceptual y metodología
Por estas razones, la evolución del SGSSS no
corresponde con precisión a un modelo teóri- Definiciones conceptuales de equidad
co “puro”, sino más bien a la historia de adap-
taciones que debió atravesar para nacer y so- En relación con la equidad, los enfoques teóri-
brevivir (Bitrán & Cespedes, 2001; Yepes, 2000). cos y conceptuales existentes establecen dife-
Los inevitables avatares de los procesos políti- rencias claras entre la equidad en las condicio-
cos lo obligaron a adaptarse desde su concep- nes y necesidades de salud de una población,
ción a las diversas corrientes de pensamiento, de un lado, y en la prestación de los servicios
fuerzas e intereses en juego. de salud, para responder a dichas necesidades,
Hoy día, el principal desafió que enfrenta la del otro lado.
Reforma consiste en cómo mejorar la calidad En general, los conceptos sobre equidad en
de los instrumentos de política que afectan el salud y en la prestación de los servicios se origi-
diseño del SGSSS y la capacidad por parte del nan en principios éticos y valores sociales firme-
Estado para supervisar y controlar, o fiscalizar, mente arraigados en las sociedades occidenta-
su cumplimiento. les (Daniels, 1996; Folland et al., 1993; Hernán-
En relación con el diseño, el proceso de ins- dez et al., 1995; Sen, 1992, 1999; Whitehead,
trumentación no ha concluido aún. En algunos 1992). Como consecuencia (y a diferencia de
dominios de política regulatoria, tales como la otros mercados donde la demanda de bienes y
prestación de servicios de salud, existen dema- servicios varía en función de las necesidades y
siadas regulaciones y normas frente a procesos de la capacidad de compra de las personas), la
críticos que podrían ser abordados con mayor salud es considerada como un bien meritorio
eficacia a través de mecanismos de control in- en muchas sociedades, incluida la colombiana
trínsecos o privados (ej., acreditación y control (Castaño, 1999; Sen, 1987); esta condición ori-
de la calidad, a través de asociaciones y empre- gina derechos fundamentales en las personas y
sas especializadas); en cambio, hay enormes va- deberes por parte de la sociedad, consagrados
cíos frente a otros procesos que requieren con- en la constitución y en las leyes que garantizan
troles estatales más estrictos (ej., licenciamien- el acceso a los servicios de salud.
to). En el aseguramiento, las reglas de juego pa- En desarrollo de dichos principios y valo-
ra administradoras del régimen subsidiado son res, las teorías sobre equidad en salud parten
insuficientes frente a procesos críticos tales co- de un hecho fundamental: entre los diferentes
mo la contratación y las protecciones contra la segmentos de las poblaciones (definidos en fun-
insolvencia (ej., márgenes de solvencia, reservas ción de sus características demográficas, eco-
técnicas, etc), orientados a crear condiciones nómicas, sociales y geográficas), es común ob-
de credibilidad y confianza en el Sistema. En servar desigualdades en los indicadores de sa-
otros dominios, tales como el financiamiento, lud (esperanza de vida, morbilidad, mortali-
las normas no están contenidas en un solo es- dad), sobretodo al comparar los segmentos
tatuto y están dispersas en varias regulaciones, más pobres y vulnerables de las poblaciones
lo cual dificulta su comprensión e, inclusive, con los demás segmentos más afortunados. Es-
genera conflictos y colisiones. Más grave aún, tas desigualdades entre segmentos de la pobla-
no hay estabilidad suficiente en las normas, ción van en contravía de principios de justicia
que son modificadas continuamente; ni impar- social y se originan en diferencias de orden bio-
cialidad (ej., en muchos casos, la reglas de jue- lógico, ambiental, social, como en las condicio-
go son unas para empresas públicas y otras pa- nes de acceso, utilización e impacto de los ser-
ra las privadas), lo cual limita la credibilidad de vicios de salud (Daniels, 1996).
las agencias reguladoras, de un lado, y la con- Sin embargo, con excepción de las diferen-
fianza de los agentes del mercado, del otro. cias de tipo biológico, los demás factores que
Pero, finalmente, la supervisión y el control inciden sobre las condiciones de salud de una
de las regulaciones y normas resultan en pro- población pueden ser intervenidos a través de
ceso todavía más crítico, para garantizar la efec- políticas de salud y de desarrollo social y eco-
tividad de un modelo de competencia regulada nómico, en general. Por consiguiente, la equi-
dad en salud se refiere a aquellas diferencias en Otro criterio que se utiliza para analizar la
los indicadores de salud que son evitables e in- equidad en la prestación de servicios es el ac-
justas ( Whitehead, 1992). En este sentido, se ceso a los servicios de salud (Culyer & Wagstaff,
entiende como la igualdad de oportunidades 1993; van Doorslaer et al., 1993); se dice que un
que deben tener todas las personas para alcan- sistema de salud es equitativo si todas las per-
zar su pleno potencial de salud sin desventaja, sonas tienen igual oportunidad de obtener ser-
si ello puede evitarse; esto es distinto de la equi- vicios de salud cuando así lo requieran, sin im-
dad en la prestación de los servicios de salud, portar su capacidad de pago; la igual utilización
que se define a partir de tres premisas: igual ac- de servicios de salud entre diferentes niveles de
ceso a los servicios de salud para igual necesi- ingreso así como el establecimiento de iguales
dad, igual uso de servicios para igual necesidad costos para todos encierran una sobre simplifi-
e igual calidad de la atención para todos, como cación que desconoce preferencias individua-
se verá más adelante (Hernández et al., 1995). les; de otra parte, al enfrentarse a los patrones
Los conceptos sobre equidad discutidos ar- de consumo de otros bienes y servicios, el indi-
riba tienen implicaciones metodológicas sobre viduo de menos ingresos tendrá siempre que re-
la medición e interpretación de los indicadores nunciar a consumir más de estos bienes que el
de salud y necesidades en poblaciones huma- de más altos ingresos, lo cual nos lleva a con-
nas (Hernández et al., 1995; Townsend & David- cluir que, aún con precios iguales o acceso
son, 1982). igual, existe un costo de oportunidad en térmi-
Esto implica, por una parte, que los sistemas nos de utilidad no percibida, que es mayor pa-
de salud deben ser financiados con esquemas ra el de menos ingresos.
tributarios progresivos, o al menos proporcio- En toda esta discusión es necesario recalcar
nales, es decir, bien sea mediante impuestos la contraposición entre el concepto de equidad
generales directos bajo esquemas progresivos, y el de eficiencia, pues la mejor distribución de
o mediante impuestos a la nómina que eviten la los recursos para lograr el mayor beneficio po-
transferencia del impuesto al trabajador o a los sible implica inevitablemente restringir el ac-
precios de los demás bienes y servicios de la ceso de algunos individuos, con grandes nece-
economía (Kakwani, 1977). Por esta razón, los sidades presentes, a los servicios de salud que
seguros privados y los pagos directos de bolsil- requieren para resolver su situación ( White-
lo no deben constituir un esquema de financia- head, 1992). De igual manera, la medición los
miento predominante, pues a su impacto regre- conceptos aquí enunciados ponen de mani-
sivo hay que agregarle el impacto mucho más fiesto enormes retos metodológicos, que dificul-
inequitativo que afecta en mayor medida a las tan la realización objetiva del principio de equi-
personas enfermas (Hsiao & Liu, 1996). dad en la prestación de los servicios de salud.
Por otra parte, la distribución equitativa de
los servicios de salud implica una definición del
concepto de necesidad, el cual debería orien- Diseño analítico
tar la distribución de los recursos. Esta defini-
ción plantea profundos cuestionamientos so- La evaluación del comportamiento de los indi-
bre cómo definir la necesidad; un individuo cadores de equidad en la prestación de los ser-
que presenta una enfermedad terminal, cierta- vicios de salud se orientó hacia dos objetivos
mente necesita mucho más salud que cual- analíticos. Primero, analizar los resultados obte-
quier otro, sin embargo, no es posible lograrlo; nidos por la Reforma sobre el aseguramiento,
esto nos lleva a definir la necesidad como capa- como mecanismo principal para garantizar el
cidad de beneficiarse, concepto que nos obliga acceso a los servicios de salud; para ello, se
a defender un valor intrínseco indiscutible que compararon dos cortes transversales de la po-
sea digno de perseguir, a costa de incurrir en un blación, antes (1993) y después (1997) de pro-
costo de oportunidad medido en otros tipos de mulgada la Ley 100, de 1993 (Colombia, 1993b),
beneficios, no solamente en materia de salud; que creó el SGSSS, con respecto al comporta-
en una esfera más elaborada, podría definirse miento observado en la cobertura del asegura-
la necesidad como la cantidad de recursos re- miento según deciles ó cuartiles de ingreso de
queridos para agotar la capacidad de benefi- los hogares. Y, segundo, analizar los resultados
ciarse, es decir, que, entre dos individuos con obtenidos por el aseguramiento sobre la pres-
la misma capacidad de beneficiarse de las in- tación de servicios de salud a la población; pa-
tervenciones en salud, necesitaría más aquél ra ello, en cada uno de los dos cortes mencio-
que requiera más recursos para agotar dicha nados, se compararon dos grupos de pobla-
capacidad de beneficiarse (Culyer & Wagstaff, ción, afiliados y no afiliados a una empresa de
1993). aseguramiento, con respecto al comporta-
luar la distribución de los servicios, L(s), y cal- con respecto a los distintos indicadores de equi-
cular los indicadores correspondientes de con- dad analizados.
centración de servicios, C, adaptando técnicas
utilizadas originalmente para evaluar el gasto Características de la población
en salud (Wagstaff & van Doorslaer, 1998). De
esta forma, en un gráfico de dispersión, la cur- Las diferencias encontradas en la población
va L(s) representa la proporción acumulada de colombiana con respecto a las variables de-
la población, por niveles socioeconómicos (de- mográficas, económicas, sociales y geográfi-
ciles de ingreso del hogar de nuestro caso), con- cas se presentan en Tabla 1. Con excepción del
tra la proporción acumulada de servicios utili- género, los dos cortes de la población tenidos
zados. Si las dos distribuciones coinciden per- en cuenta presentan diferencias en su estruc-
fectamente, su relación se expresa como una lí- tura por edad, nivel de educación, deciles de
nea recta diagonal (nivel de referencia); esto ingreso y distribución geográfica. De modo si-
significa que no hay desigualdades en la distri- milar, con la excepción del género, las compa-
bución de los servicios que sean atribuibles a raciones hechas entre los segmentos de la po-
diferencias en el ingreso y, por consiguiente, blación afiliada a la seguridad social en salud
que no hay inequidades en tal sentido. Pero, si muestran diferencias aún más acentuadas,
la curva está por encima o debajo de la diago- con respecto a las demás características consi-
nal, ello indica inequidades a favor ó en contra deradas.
de los segmentos más pobres, respectivamente
(Wagstaff & van Doorslaer, 1998). Desigualdades en salud
El área debajo de la curva con respecto a la
diagonal indica el grado de concentración de El análisis de indicadores de salud fue conside-
servicios y se puede evaluar por medio del ín- rado dentro del presente estudio por tres razo-
dice de concentración, C, definido como el do- nes fundamentales: (1) como medidas proxy de
ble del área comprendida entre Ls y la diagonal. necesidad de atención en salud; (2) para eva-
1 luar sus efectos sobre la utilización de servi-
I = 1 - 2 ∫ L(s)ds = C (3) cios; y, (3) para ser incluidos como variables de
0
ajuste en el cálculo de los indicadores de pres-
El índice de concentración toma el valor de tación de servicios de salud. Los indicadores de
cero cuando L(s) coincide con la diagonal, es salud considerados mostraron variaciones im-
negativo ó positivo, cuando L(s) está por enci- portantes en los dos sentidos de las compara-
ma o debajo de la diagonal, respectivamente. ciones realizadas.
La fórmula computacional para calcular C • Cambios observados entre 1993 y 1997. Ob-
está dada por: servase un ligero aumento de los indicadores
de salud entre 1993 y 1997 (Tabla 2). Por ejem-
2 T plo, la prevalencia de morbilidad general ajus-
u
Σ f tu tR t - 1 (4)
tada (por edad, género y actividad restringida)
t=1
aumentó de 10,7 a 12,9 entre 1993 y 1997, res-
donde: pectivamente; de modo similar, también se ob-
T servó un aumento en la prevalencia de activi-
u = Σ f tu t (5) dad restringida (por edad y género), de 4,7 a
t=1
5,7, durante el mismo período de tiempo.
es la tasa promedio del indicador y Rt es el ran- Estas diferencias se mantienen en cada uno
go relativo de tth nivel socioeconómico, defini- de los cuartiles de ingreso del hogar (Figura 1).
do como: Pero, adicionalmente, se observa un patrón im-
t-1 portante asociado: tanto durante 1993 como
R= Σ fr + 1/2 ft (6) 1997, la prevalencia ajustada de actividad res-
y=1
tringida mostró un claro gradiente descenden-
e indica la proporción acumulada f de la pobla- te en la medida que aumenta el ingreso; por es-
ción hasta el punto medio del intervalo de cada ta razón, en el cálculo de los indicadores de
grupo. equidad, además del género y de la edad, tam-
bién se hizo un ajuste por morbilidad general o
crónica con actividad restringida. En contraste
Resultados con el patrón observado en la prevalencia de
actividad restringida, llama la atención la poca
Las comparaciones hechas de la población co- variación observada en la prevalencia ajustada
lombiana revelaron diferencias importantes de morbilidad general.
Tabla 1
Características demográficas y socio-económicas de la población afiliada a la seguridad social en salud. Colombia, 1993-1997.
Género
Masculino 4.253.963 49,9 12.216.829 49,0 16.470.792 49,2 10.764.172 47,2 8.553.380 50,1 19.317.552 48,5
Femenino 4.264.995 50,1 12.717.728 51,0 16.982.723 50,8 12.020.046 52,8 8.504.826 49,9 20.524.872 51,5
Total 8.518.958 100,0 24.934.557 100,0 33.453.515 100,0 22.784.218 100,0 17.058.206 100,0 39.842.424 100,0
Edad
<1 169.902 2,1 599.949 2,5 769.851 2,4 351.618 1,5 428.153 2,5 779.771 2,0
1-4 585.982 7,1 2.553.366 10,5 3.139.348 9,6 1.884.974 8,3 1.611.426 9,4 3.496.400 8,8
5-14 1.584.112 19,2 6.065.020 24,9 7.649.132 23,5 4.872.996 21,4 3.934.117 23,1 8.807.113 22,1
15-44 4.397.148 53,2 11.342.525 46,7 15.739.673 48,3 10.414.036 45,7 8.198.097 48,1 18.612.133 46,7
45-59 1.114.613 13,5 2.533.161 10,4 3.647.774 11,2 3.005.622 13,2 1.646.433 9,7 4.652.055 11,7
60 y + 413.414 5,0 1.217.229 5,0 1.630.643 5,0 2.254.972 9,9 1.239.980 7,3 3.494.952 8,8
Total 8.265.171 100,0 24.311.250 100,0 32.576.421 100,0 22.784.218 100,0 17.058.206 100,0 39.842.424 100,0
Educación
Ninguna 447.727 5,3 3.973.451 15,9 4.421.178 13,2 1.473.022 6,5 1.630.771 9,6 3.103.793 7,8
Primaria 2.453.260 28,8 11.104.911 44,5 13.558.171 40,5 5.265.630 23,1 4.851.518 28,4 10.117.148 25,4
Secundaria 3.561.579 41,8 6.021.814 24,2 9.583.393 28,6 5.622.030 24,7 3.557.827 20,9 9.179.857 23,0
Universitaria 1.014.255 11,9 539.126 2,2 1.553.381 4,6 1.234.921 5,4 212.222 1,2 1.447.143 3,6
Posgrado 47.141 0,6 9.328 0,0 56.469 0,2 203.732 0,9 23.048 0,1 226.780 0,6
Sin información 994.996 11,7 3.285.927 13,2 4.280.923 12,8 8.984.883 39,4 6.782.820 39,8 15.767.703 39,6
Total 8.518.958 100,0 24.934.557 100,0 33.453.515 100,0 22.784.218 100,0 17.058.206 100,0 39.842.424 100,0
Región
Atlántica 1.733.530 20 8.232.290 33,0 9.965.820 29,8 3.650.597 16,0 4.871.437 28,6 8.522.034 21,4
Oriental 692.232 8,1 2.852.274 11,4 3.544.506 10,6 4.496.179 19,7 2.394.072 14,0 6.890.251 17,3
Antioquia 1.348.501 15,8 3.185.919 12,8 4.534.420 13,6 4.038.603 17,7 3.125.880 18,3 7.164.483 18,0
Central 898.561 10,5 3.351.321 13,4 4.249.882 12,7 2.667.174 11,7 2.476.717 14,5 5.143.891 12,9
Pacífica 1.637.000 19,2 4.232.374 17,0 5.869.374 17,5 3.417.112 15,0 1.849.953 10,8 5.267.065 13,2
Bogotá 2.144.122 25,2 2.876.374 11,5 5.020.496 15,0 4.136.812 18,2 2.187.444 12,8 6.324.256 15,9
Orinoquía 45.489 0,5 181.054 0,7 226.543 0,7 310.212 1,4 134.283 0,8 444.495 1,1
San Andrés 19.523 0,2 22.951 0,1 42.474 0,1 67.529 0,3 18.420 0,1 85.949 0,2
Total 8.518.958 100,0 24.934.557 100,0 33.453.515 100,0 22.784.218 100,0 17.058.206 100,0 39.842.424 100,0
Deciles Ingreso
1o 91.803 1,2 2.406.995 9,4 2.498.798 7,5 1.328.000 5,8 1.713.324 10,0 3.041.324 7,6
2o 111.849 1,4 2.904.457 11,4 3.016.306 9,0 1.453.169 6,4 2.117.550 12,4 3.570.719 9,0
3o 377.317 4,8 2.431.441 9,5 2.808.758 8,4 1.760.642 7,7 2.238.426 13,1 3.999.068 10,0
4o 480.376 6,1 3.027.930 11,9 3.508.306 10,5 1.898.132 8,3 1.896.022 11,1 3.794.154 9,5
5o 592.172 7,5 2.783.322 10,9 3.375.494 10,1 2.019.517 8,9 2.131.014 12,5 4.150.531 10,4
6o 717.850 9,0 2.200.828 8,6 2.918.678 8,7 2.428.396 10,7 1.661.024 9,7 4.089.420 10,3
7o 1.063.512 13,4 2.925.314 11,5 3.988.826 11,9 2.516.728 11,0 1.733.250 10,2 4.249.978 10,7
8o 1.259.682 15,9 2.428.463 9,5 3.688.145 11,0 2.806.206 12,3 1.558.698 9,1 4.364.904 11,0
9o 1.506.023 19,0 2.357.433 9,2 3.863.456 11,6 3.184.762 14,0 1.161.593 6,8 4.346.355 10,9
10o 1.733.560 21,8 2.047.742 8,0 3.781.302 11,3 3.388.666 14,9 847.305 5,0 4.235.971 10,6
Total 7.934.144 100,0 25.513.925 100,0 33.448.069 100,0 22.784.218 100,0 17.058.206 100,0 39.842.424 100,0
Zona
Urbana 7.793.798 91,5 15.548.036 62,4 23.341.834 69,8 19.175.292 84,2 13.330.743 78,1 32.506.035 81,6
Rural 725.160 8,5 9.386.521 37,6 10.111.681 30,2 3.608.926 15,8 3.727.463 21,9 7.336.389 18,4
Total 8.518.958 100,0 24.934.557 100,0 33.453.515 100,0 22.784.218 100,0 17.058.206 100,0 39.842.424 100,0
Tabla 2
Cambios observados en las tasas de salud y de utilización de servicios de salud (x 100), crudas y ajustadas, según afiliación a la seguridad social
en salud y cuartiles de ingreso de los hogares en la población. Colombia, 1993-1997.
Salud1
Morbilidad
1o 16,3 11,3 22,5 15,5 15,9 11,1 1,5 * 15,4 12,4 18,2 14,6 13,3 10,7 3,2 *
2o 15,4 10,8 19,8 13,9 14,6 10,3 1,9 * 14,9 12,1 16,8 13,6 13,1 10,6 1,6 *
3o 15,2 10,6 19,6 13,7 13,7 9,5 1,5 * 16,9 13,8 18,4 15,0 14,9 12,2 2,4 *
4o 14,5 9,9 18,1 12,3 12,5 8,6 1,5 * 16,6 13,3 18,0 14,4 13,1 10,5 2,3 *
Total 15,4 10,7 19,2 13,2 14,4 10,0 1,4 * 15,9 12,9 17,9 14,4 13,6 11,0 1,4 *
Actividad Restringida
1o 7,3 5,4 7,6 5,5 7,3 5,4 1,0 * 10,7 7,0 11,9 7,9 9,3 6,3 1,3 *
2o 6,3 4,8 7,2 5,3 6,1 4,6 1,6 * 9,1 6,2 10,1 6,9 8,0 5,6 1,6 *
3o 6,1 4,7 6,9 5,0 5,9 4,4 1,2 * 9,3 6,6 10,0 6,9 8,8 6,2 1,1 *
4o 5,6 4,3 6,4 4,5 5,3 3,9 1,2 * 7,5 5,7 9,1 6,0 7,3 5,0 1,2 *
Total 6,4 4,7 6,8 4,9 6,2 4,6 1,1 * 9,4 6,4 10,1 6,8 8,5 5,9 1,2 *
Estado general de
salud regular o malo
1o – – – – – – 45,1 19,7 47,0 20,3 42,9 19,2 3,2 *
2o – – – – – – 36,7 15,8 37,0 15,4 36,3 16,1 1,6 *
3o – – – – – – 29,5 11,3 28,6 10,5 30,1 12,4 2,4 *
4o – – – – – – 21,3 6,2 19,1 5,5 22,2 7,9 2,3 *
Total – – – – – – 32,6 16,1 30,9 20,2 34,7 10,9 2,1 *
Utilización servicios
de salud 2
Hospitalización
1o 3,7 1,5 6,1 2,5 3,5 1,5 1,7 * 6,5 3,0 3,0 3,4 5,6 2,7 1,2 *
2o 3,8 1,6 5,8 2,5 3,4 1,5 1,6 * 6,8 3,3 3,3 3,9 5,5 2,8 1,4 *
3o 4,0 1,7 6,1 2,6 3,3 1,4 1,8 * 7,0 3,4 3,4 4,2 4,7 2,4 1,8 *
4o 4,3 1,8 5,6 2,3 3,5 1,6 1,5 * 7,8 3,8 3,8 4,2 5,3 2,7 1,6 *
Total 3,9 1,7 5,8 2,5 3,4 1,5 1,7 * 7,0 3,4 8,4 4,0 5,3 2,7 1,5 *
Servicios de Salud
1o 12,0 5,3 23,3 13,9 11,3 4,8 3,2 * 17,9 7,4 22,1 9,2 14,8 6,0 1,6 *
2o 13,8 7,2 22,6 13,7 12,1 5,9 1,6 * 20,9 10,1 26,4 13,4 15,6 7,1 1,0 *
3o 15,1 8,4 22,7 14,0 12,5 6,4 2,4 * 25,0 12,8 30,0 16,1 18,1 8,4 2,1 *
4o 16,8 9,9 23,6 15,0 13,0 7,1 2,3 * 33,0 18,8 37,6 22,3 21,4 11,1 2,2 *
Total 14,4 7,7 23,1 14,4 12,1 5,9 2,7 * 24,2 12,4 30,1 16,1 16,9 7,8 2,3 *
Figura 1
Cambios observados en las tasas de utilización de servicios y de actividad restringida según cuartiles
de ingresos del hogar. Colombia, 1993-19971.
20
18,8 Servicios
de salud 1993
18
16 Servicios
de salud 1997
14
12,8 Actividad
restringida 1993
12
10,2 9,9 Actividad
10
restringida 1997
8,4
8 7,4
tasas (x 100) ajustadas
7 7,2
6,6
6,2
6 5,3 5,4 5,7
4,8 4,7
4,3
4
0
1 2 3 4 cuartiles de ingresos
del hogar
1 Tasas (X 100) ajustadas por regresión logística; las tasas de utilización están ajustadas por edad, género
y actividad restringida; las tasas de actividad restringida están ajustadas por edad y género.
Tabla 3
Cambios en la cobertura de la seguridad social en salud según deciles de ingreso del hogar, Colombia, 1993-1997.
RD = Razón de disparidad u odds ratios que está asociada con el decil de ingreso; SE = significancia estadística.
* (p < 0,05)
les de ingreso del hogar; pero fue mucho más servicios de salud fueron evaluados a través de
dramático en el primer decil de ingresos, en tres indicadores: (1) utilización de servicios hos-
donde la cobertura pasó del 3,1% al 43,7%, en- pitalarios en el último año; (2) utilización de
tre 1993 y 1997, respectivamente. Este compor- servicios de salud ambulatorios en los últimos
tamiento se expresa como un gradiente positi- 30 días; y (3) también, razones para no utilizar
vo en el comportamiento de la cobertura, aso- los servicios de salud.
ciado con el decil de ingresos de los hogares (es Ambos indicadores de utilización mostra-
decir, la cobertura aumenta en relación con el ron incrementos importantes entre los dos cor-
ingreso); sin embargo, el gradiente fue mucho tes de tiempo considerados. Entre 1993 y 1997,
menos pronunciado durante 1997, en compa- las tasas ajustadas (x 100) de hospitalización y
ración con 1993. También se expresa como un de servicios de salud pasaron de 1,7 a 3,4 y de
aplanamiento de la curva de distribución de la 7,7 a 12,4, respectivamente ( Tabla 2). De otro
afiliación al SGSSS con respecto a la diagonal lado, también se observaron incrementos en la
y, a la vez, como un descenso en el índice de utilización asociados con la afiliación a la se-
concentración correspondiente, el cual pasó de guridad social. Por ejemplo, durante 1997, las
0,34, en 1993, a 0,17 en 1997 (Figura 2). razones de disparidad correspondientes a la
Las razones para no utilizar los servicios de utilización de servicios de hospitalización y de
salud proporcionan una visión complementa- salud, asociadas con la afiliación a la seguridad
ria y miden la presencia de barreras económi- social en salud, fueron 1,5 (p < 0,05) y 2,3 (p <
cas, funcionales y geográficas que dificultan la 0,05), respectivamente; estas magnitudes en las
accesibilidad a los servicios de salud. Al com- razones de disparidad registradas durante 1997
parar los segmentos de la población afiliada y fueron inferiores a las observadas durante 1993.
no afiliada a la seguridad social en salud du- Adicionalmente a la afiliación a la seguri-
rante 1997, con respecto a las tasas de no uso dad social en salud, la utilización de servicios
ajustadas por edad, género y actividad restrin- está fuertemente asociada con las variables
gida, se observa que, entre los segmentos no proxy de necesidades de salud: (1) morbilidad
cubiertos por la seguridad social en salud, la fal- general; (2) morbilidad general ó crónica con
ta de dinero constituye la principal razón para actividad restringida; y, (3) estado general de
no utilizar los servicios de salud, en tanto que, salud regular o malo. En este sentido, las tasas
entre los afiliados, es la segunda razón más im- ajustadas de hospitalización y de uso de servi-
portante. cios de salud muestran incrementos sustancia-
les, de por lo menos dos órdenes de magnitud,
Equidad en la utilización de servicios estadísticamente significativos, cuando los in-
dicadores de salud son positivos. Por ejemplo,
Los resultados de la reforma sobre la equidad durante 1997, las tasas ajustadas correspon-
en la accesibilidad y la utilización final de los dientes a uso de servicios de salud fueron: 70,2%
Figura 2
100
Ref.
90
1993
80
1997
70
60
a la seguridad social en salud
50
% acumulado de afiliados
40
30
20
10
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 % acumulado de la población
por decil de ingresos del hogar
y 12,4%, entre las personas con y sin actividad dad social en salud, con respecto a la que no lo
restringida, respectivamente. está, y durante 1997 con respecto a 1993.
La distribución observada en los indicado-
res de utilización de servicios de salud revela
una fuerte asociación positiva con el decil de Discusión
ingresos del hogar (Figura 1). Esta asociación
disminuye, pero persiste, luego del ajuste he- Las evidencias aportadas por la presente inves-
cho por diferencias de edad, género y actividad tigación sugieren tres conclusiones. Primero, la
restringida. También se expresa como cambios reforma de salud colombiana tuvo un impacto
(durante el período de tiempo considerado), en importante sobre el acceso a los servicios de
las curvas de distribución de las curvas de uti- salud, como resultado del incremento impor-
lización (con respecto a la diagonal), y en los ín- tante observado en la cobertura del asegura-
dices de concentración correspondientes. Por miento a partir de 1993, especialmente entre
ejemplo, entre 1993 y 1997, se observa una li- los segmentos más pobres y vulnerables de la
gera modificación en la curva correspondiente población. Segundo, no se evidenció en forma
a la distribución de la utilización de servicios clara un impacto sobre la equidad en la accesi-
hospitalarios, con respecto a la distribución de bilidad y en la utilización final de servicios. Ter-
la población según deciles de ingresos del ho- cero, el aseguramiento está generando un con-
gar, tendencia que se manifiesta como un des- sumo excesivo de servicios de salud, superior al
censo en el índice de concentración, de -0,028 óptimo social desde el punto de vista económi-
a -0,013 (Figura 3); en contraste, la curva cor- co, el cual se explica por la presencia de dos fe-
respondiente a la distribución de la utilización nómenos que plagan el aseguramiento en todo
de servicios de salud en general muestra un el mundo, a saber: selección adversa y riesgo
cambio mayor, pero en el sentido opuesto: el moral.
índice de concentración aumentó de -0,038 a
0,091 (Figura 4). Equidad en el acceso
De otro lado, los incrementos observados a través del aseguramiento
en las tasas de utilización de servicios son ma-
yores en el caso de los servicios de salud ambu- El impacto sobre el acceso a la red de institu-
latorios con respecto a los servicios de hospita- ciones prestadoras de servicios de salud se re-
lización. Estas diferencias son aún más acen- flejó en el comportamiento de la cobertura del
tuadas entre la población afiliada a la seguri- aseguramiento: el índice de concentración cor-
Figura 3
100
Ref.
90
1993
80
1997
70
60
50
% acumulado de utilización
de servicios hospitalarios2
40
30
20
10
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 % acumulado de la población
por deciles de ingresos del hogar
Figura 4
100
Ref.
90
1993
80
1997
70
60
50
% acumulado de utilización
40
de servicios de salud2
30
20
10
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 % acumulado de la población
por deciles de ingresos del hogar
en 1993 como en 1997). Por tanto, la proporción de Seguros Sociales (ISS), la EPS más grande de
de encuestados que tenían problemas de salud Colombia, con cerca 4,5 millones de afiliados
y sus sucesivas desagregaciones podrían llevar (Céspedes, 2001). Esto se explica porque mu-
a encontrar resultados inesperados; en este chas EPS en Colombia, para protegerse de la
sentido, es importante recalcar la necesidad de selección adversa, niegan la afiliación o la re-
una encuesta periódica de salud que permita novación de la póliza a personas con condicio-
hacerle seguimiento a importantes indicadores nes preexistentes, con lo cual segmentan el
de utilización de servicios de salud. Finalmen- mercado e inducen a un movimiento de perso-
te, también cabe la posibilidad de que los efec- nas con alto riesgo de siniestralidad hacia las
tos del SGSSS sobre la utilización se expresen EPS públicas, especialmente el ISS. La mayoría
con mayor claridad a través de otros indicado- de las prácticas de descreme están prohibidas
res, que no fueron abordados por la presente en el SGSSS; sin embargo, las agencias estata-
investigación, y permitan capturar mayores les responsables de inspección, vigilancia y
detalles sobre la calidad técnica: oportunidad e control no son suficientemente eficaces para
integralidad de la atención, y gasto en salud. evitarlo.
El riesgo moral, que genera la utilización
Consumo excesivo de servicios debido excesiva de servicios de salud, es el otro fenó-
a la selección sesgada de riesgos y meno que resultó claramente evidenciado en
el riesgo moral la presente investigación. Esto se explica por-
que la presencia de un tercero (el asegurador),
De otro lado, el presente estudio también reve- que paga la factura al prestador de servicios,
ló la presencia de fenómenos propios de los se- disminuye el costo directo para el asegurado,
guros privados que afectan el comportamiento es decir, su gasto de bolsillo y el precio que pa-
del SGSSS colombiano: selección sesgada de ga para acceder a los servicios de salud, lo cual
riesgos y riesgo moral. se traduce en un aumento en la cantidad de-
Los fenómenos de selección sesgada de mandada de servicios (Fuchs, 1998). En Co-
riesgos plagan los sistemas de aseguramiento lombia, por ejemplo, la tasa ajustada de utili-
durante la transición hacia la meta de cobertu- zación de servicios observada entre la pobla-
ra universal (Castaño, 1999; Feldstein, 1998; ción afiliada al SGSSS es 2,7 veces mayor con
Hsiao, 1994). Adoptan una de dos formas: se- respecto a la que no lo está. Este último hecho
lección adversa por parte de los asegurados y conlleva a un desperdicio de los escasos recur-
selección de riesgos (o descreme) por parte de sos del SGSSS que atenta contra el principio de
los aseguradores. eficiencia en su asignación, especialmente los
La selección adversa se debe a las asime- recursos disponibles para subsidiar la afilia-
trías de información por parte de los consumi- ción de las personas más pobres y vulnerables
dores con respecto a los aseguradores, debido de la población.
a que los primeros usualmente conocen mejor
sus propios riesgos de enfermar que los segun- Implicaciones para la política
dos. Por tanto, el grado de certidumbre frente al
riesgo de enfermar se convierte en un factor De la exposición y del análisis anteriores resul-
determinante a la hora de comprar o afiliarse a ta evidente que hay avances importantes logra-
un sistema de aseguramiento, lo cual resulta dos por la reforma de salud colombiana. Esto
análogo a adquirir un seguro una vez el vehí- contrasta con los escasos logros obtenidos por
culo ha sido chocado. La selección adversa ex- el antiguo sistema nacional de salud (que algu-
pone a las empresas aseguradoras a una mayor nos defienden todavía) en las dos décadas pre-
concentración de la siniestralidad con respecto vias (Yepes, 2000). También es aparente la im-
a la población general, lo cual invalida las esti- periosa necesidad de introducir ajustes al pro-
maciones actuariales y financieras. En Colom- ceso, con el fin de completar la agenda política
bia, por ejemplo, la población afiliada al prevista.
SGSSS, comparada con el resto, experimenta un Concretamente, la situación expuesta plan-
riesgo de enfermar entre 1,2 y 2,1 veces mayor. tea la siguiente reflexión a los investigadores,
Adicionalmente, la selección de riesgos (o planificadores y formuladores de políticas de
descreme) es utilizada por las aseguradoras co- salud en relación con las opciones disponibles
mo forma de minimizar sus costos, y lo cual ge- para mejorar los niveles de equidad en el acce-
nera distorsiones en la distribución de la si- so al SGSSS: (1) ¿Qué tipo de ajustes se requie-
niestralidad al interior del SGSSS. Por ejemplo, ren? (2) ¿A qué nivel se deben dar dichos ajus-
al menos un 63% de los eventos por enferme- tes: diseño del SGSSS (es decir, revisar y ajustar
dades de alto costo se concentra en el Instituto el marco legal), o implementación (es decir,
aplicar con mayor eficacia los instrumentos En el régimen contributivo, el reto funda-
existentes)? mental para aumentar la cobertura consiste en
En tal sentido, aunque el nuevo SGSSS en- cómo hacer cumplir las regulaciones previstas,
frenta enormes retos (que han sido señalados con el fin de enfrentar el obstáculo principal:
por muchos autores), estos no parecen origi- los altos niveles de evasión y elusión de los
narse del diseño del Sistema: ausencia de polí- aportes obligatorios al SGSSS (de hecho, supe-
ticas e instrumentos que respondan en forma riores a un 30%, en comparación con el recaudo
pertinente a las necesidades de atención de la esperado), principalmente por parte de los tra-
población. Dicho de otro modo, el problema bajadores con capacidad de pago suficiente e
fundamental no radica en términos de diseño independientes (Reyes & Cespedes, 1999). Esta
del Sistema, aunque si se requieren algunos situación compromete, adicionalmente, los re-
ajustes. Más que reformas adicionales ó, inclu- cursos de solidaridad que los afiliados a ese ré-
sive, una contrarreforma (como algunos han gimen deben aportar obligatoriamente al SGSSS.
llegado a plantear), lo que se requiere funda- En términos de diseño, se requiere simplificar el
mentalmente es redoblar los esfuerzos dirigi- proceso de recaudo de aportes al SGSSS y de
dos a mejorar la aplicación efectiva de los ins- compensación de la UPC con el FOSYGA, a tra-
trumentos y reglas de juego vigentes. vés de un proceso único, menos complejo y
Por consiguiente, los ajustes requeridos (con mejor soportado en tecnología de informática.
el fin de reducir, aún más, las inequidades que No obstante, el problema fundamental a
persisten en el acceso a los servicios de salud) atacar, en ambos regímenes, es la falta de legi-
deben ir encaminados principalmente a conso- timidad, imparcialidad, autoridad, autonomía
lidar el proceso de reforma (Céspedes, 1998b). y capacidad, por parte de las agencias estatales
Las acciones necesarias se deben enfocar fun- especializadas – como la SNS y las Direcciones
damentalmente a mejorar la aplicación y la im- Territoriales de Salud (DTS) – para supervisar y
plementación de los instrumentos y de las re- hacer cumplir las reglas de juego existentes
glas de juego existentes que enmarcan la ope- (Bitrán & Céspedes, 2001). Esta situación difi-
ración de los regímenes subsidiado y contribu- culta que las instituciones y los diferentes ac-
tivo del SGSSS, como el régimen de vinculados. tores que conforman el SGSSS se comporten y
El régimen subsidiado es el más crítico pa- funcionen en la dirección que la mayoría de los
ra el logro de los objetivos de equidad. El siste- miembros de la sociedad lo desean, y han ex-
ma dispone de recursos suficientes y, además, presado explícitamente a través de sus leyes y
cuenta con las herramientas necesarias para fo- normas. A estos factores, que diezman la capa-
calizarlos (SISBEN) hacia los segmentos más cidad para supervisar y controlar el cumpli-
pobres y vulnerables de la población (Alvara- miento de las regulaciones y reglas de juego del
do, 1998; Jaramillo, 1999). Sin embargo, la apli- Sistema, se suma otro: la captura de dichas
cación de estos recursos se hace con altos ni- agencias por intereses políticos y privados. La
veles de ineficiencia: en los años recientes, só- respuesta a este último problema representa
lo el 50% de los recursos destinados al régimen uno de los principales retos de política pública
subsidiado se ha traducido en servicios de sa- que encara la reforma del SGSSS en Colombia
lud que beneficien a la población más pobre y (Harvard University, 1996); de lo contrario, el
vulnerable. La ineficiencia se explica principal- cuerpo de normas y regulaciones vigentes que
mente por la larga cadena de operaciones ad- definen las reglas de juego del SGSSS se con-
ministrativas (originada en las agencias nacio- vertirá en letra muerta.
nales y terminada en las subnacionales), que De otro lado, el fortalecimiento de la opera-
ocasiona fugas en los recursos. Para atacar el ción del régimen de los vinculados (o seguri-
problema, se precisan algunos ajustes en tér- dad social ampliada) resulta igualmente crítico
minos de diseño, con el fin de introducir pro- para garantizar el acceso de la población a los
cesos administrativos menos complejos; sin servicios de salud. Cabe la posibilidad de que,
embargo, donde hay que actuar principalmen- en cerca de la mitad del territorio nacional, don-
te es en las Direcciones Territoriales de Salud, de viven al menos el 10% de los colombianos
con fin de fortalecer sus procesos de supervi- (en condiciones de dispersión y marginamien-
sión y control. En esta dirección, con la conso- to), el aseguramiento no funcione adecuada-
lidación del proceso de descentralización en mente; sin embargo, la red pública prestadora
Colombia y el fortalecimiento operativo de las de servicios de salud llega hasta estos lugares
agencias reguladoras subnacionales, cabe es- más remotos de la geografía colombiana. Es
perar una mayor eficiencia del gasto social des- más, como resultado del proceso de descentra-
tinado a subsidiar el aseguramiento de los seg- lización iniciado en 1990, la mayoría de las IPS
mentos más pobres de la población. públicas de mayor complejidad se han transfor-
mado en Empresas Sociales del Estado (ESE), quieren mayores esfuerzos enfocados a fortale-
con autonomía jurídica, financiera y adminis- cer la capacidad de las agencias estatales res-
trativa, para competir con las demás IPS y ponsables de supervisar y controlar su aplica-
atender las necesidades de salud de la pobla- ción y lograr que tanto aseguradores como
ción con eficiencia y calidad (Britán & Céspe- prestadores de servicios de salud ajusten sus
des, 2001); sin embargo, por lo menos la mitad procesos en esta dirección.
de las IPS públicas de menor complejidad no En suma, las evidencias analizadas sugie-
lo ha hecho todavía, debido a la pobre capaci- ren una mejora sustantiva en la equidad en los
dad de la mayoría de los gobiernos locales, su- servicios de salud en Colombia, como resulta-
mada al poco apoyo que han recibido de los do de la reforma en salud. Para consolidar los
gobiernos territoriales y nacional. Para avanzar avances logrados, es preciso redoblar los es-
en esta última dirección, se requiere: (1) ajus- fuerzos en relación con los dos aspectos de la
tar la ley 60 de 1993, con el fin de modificar el reforma que más han contribuido a ello: el pro-
flujo de recursos financieros, de tal manera que ceso de descentralización y la regulación del
los recursos sean asignados en función de la funcionamiento del nuevo SGSSS. De otro la-
población atendida y, además, lleguen directa- do, es necesario refinar las metodologías de
mente a los Fondos Locales de Salud, y, (2) for- evaluación disponibles, lo cual implica estudios
talecer la capacidad operativa de las Direccio- adicionales empleando otros indicadores de uti-
nes Locales de Salud, para supervisar y contro- lización de servicios, que no fueron abordados
lar el comportamiento de sus sistemas de salud por la presente investigación, tales como: opor-
y seguridad social (Britán & Céspedes, 2001). tunidad e integralidad de la atención, y gasto
Las políticas planteadas arriba también ten- en salud ( Wagstaff & van Doorslaer, 1998;
drían efectos positivos sobre el consumo exce- Wagstaff et al., 1991a, 1991b, 1992, 1999). Adi-
sivo de servicios, originado en los fenómenos cionalmente, es importante considerar en fu-
de selección sesgada de riesgos y riesgo moral. turas investigaciones otras dimensiones de la
En respuesta a este problema, el SGSSS previó equidad, como las diferencias en la utilización
todo un arsenal de herramientas de atención de servicios con respecto a género, edad, edu-
gerenciada (managed care), cuya efectividad ha cación y regiones del país. Finalmente, tam-
sido ampliamente demostrada en otras partes bién es necesario investigar el posible efecto de
del mundo (Daniels, 1996; DeMuro, 1995). De los mecanismos de contención de costos, co-
hecho, las EPS más exitosas en Colombia vie- mo barreras económicas al acceso y a la utili-
nen aplicando muchas de estas herramientas zación de servicios de salud.
(Britán & Céspedes, 2001). Sin embargo, se re-
Agradecimientos
Este proyecto fue desarrollado en la Escuela Superior Fundación Oswaldo cruz (FIOCRUZ), y por Claudia
de Administración Pública (ESAP), Programa Geren- Travassos, docente e investigadora del Centro de In-
cia de Servicios de Salud, Bogota, Colombia, como formación Científica y Tecnológica (CICT/FIOCRUZ),
parte del Programa Equity-oriented Health Policy Rio de Janeiro, Brasil; el apoyo brindado por Camilo
Analysis in Latin America, implementado por la Red Uribe, director de los Postgrados en Gerencia de Ser-
de Investigación en Sistemas y Servicios de Salud en vicios de Salud (ESAP), Colombia, y la asesoría brin-
el Cono Sur de América Latina, financiado por el In- dada también por varios de sus docentes, incluidos
ternacional Development Research Center, de Cana- Jairo Reynales y Rafael Martínez; y, finalmente, el
dá. Agradecemos la asesoría brindada por Celia Al- apoyo proporcionado por un equipo de asistentes,
meida, Secretaria Ejecutiva de la Red y docente e in- incluidos Janeth Angarita, Edgar Garzon, Sonia Olaya
vestigadora de la Escuela Nacional de Salud Pública, y Fernando Basto.
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