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Estoy feliz de estar aquí con todas vosotras, de que Madrid sea el lugar
de este nuevo comienzo. Lejos de algunos tópicos, Madrid es una ciudad
maravillosa, un lugar diverso, que siempre ha dialogado con el porvenir.
Ya lo decían mi querido Santiago Auserón y Radio Futura cuando
cantaban que al pasar por la Puerta del Sol una comprendía que el futuro
ya estaba ahí. Así es, amigas y amigos de Madrid y de todas las partes
de España que habéis querido estar aquí en un día tan especial.

El futuro ya está aquí, somos nosotras. ¡Somos SUMAR!

Decía un escritor que siempre acabamos llegando a donde se nos

espera. Hoy hemos llegado hasta aquí.

Somos un país con sed de cambio, un país a favor.

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Siempre lo he dicho. Hay algo revolucionario en ese gesto que es
escuchar. Hay algo en este verbo, escuchar, que lo transforma todo.

Escuchar a otra persona,

saber qué le pasa,

preguntarle qué le está ocurriendo…

Parece sencillo, pero esa atención, esa empatía, esa voluntad de

comprender, son en sí mismas, la base de un ambicioso horizonte de
país.

Son otra forma de hacer política.

Quiero expresaros sinceramente mi gratitud.

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- Gracias a las más de mil personas que habéis participado en los 35
grupos que han elaborado el proyecto de país para la próxima
década. Habéis hecho lo más importante de SUMAR. Un proyecto de
país que se va a discutir en vuestros centros de trabajo, en vuestras
ciudades, en vuestros pueblos... (César Rendueles)

- Gracias a las miles de personas voluntarias que habéis hecho

posible que lleguemos hasta aquí.

- Gracias a todas las personas que habéis contribuido

económicamente y que hacéis posible que SUMAR sea un proyecto
autónomo.

Gracias a todos y todas las que estáis hoy aquí:

(SALUDOS)

A todas y a todos, vengáis de donde vengáis, porque SUMAR es una

casa abierta para todas las que quieren transformar nuestro país y
estoy convencida de que vamos a continuar sumando.

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Mirad, el otro día en la moción de censura dije que el futuro no es lo que
va a venir. El futuro es lo que ya estamos haciendo. Son las políticas útiles
que mejoran la vida de la gente.

Políticas que restauren la confianza y la implicación de la gente en la res

pública.

¡¡Hoy empieza todo!!

Porque estamos convencidas de que la política útil es ya una convicción

compartida por todas las personas que estamos aquí, por todas las que
vuelven a recuperar la esperanza en la política, por todas aquellas que
nos quedan por sumar.

Lo estamos haciendo en un contexto que no parecía nada favorable.

Nos decían que la política era polarización.

Era ruido.

Era una cosa de los partidos políticos y no de la ciudadanía

Exigía dureza con el adversario político porque España era un país

dividido.

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Desde SUMAR hemos ido contracorriente, hemos demostrado que la
Política con mayúsculas es otra cosa.

- La política con mayúsculas es dialogar con el que no piensa como

nosotras para llegar a acuerdos.

- La política con mayúsculas es acordar como hace cada día la gente

en su centro de trabajo o en su comunidad de vecinos.

- La política con mayúsculas es unir voluntades, esperanzas y

sueños.

Es unir a todas las personas que quieren dar un paso adelante para
mejorar nuestro país.

- La política con mayúsculas es también y sobre todo hacer política útil:

• subir el salario mínimo: 47%, a 1080 euros.

• reconocer la prestación por desempleo a las trabajadoras del hogar.

• proteger a los riders con una Ley pionera en Europa.

• proteger las pensiones de hoy y del mañana

• regular los precios de los alquileres para que pagar un alquiler no

sea imposible.

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La política útil es lo contrario a hacer descarrilar la única reforma laboral
que ha recuperado derechos para las personas trabajadoras.

Votar en contra de la reforma laboral junto al PP y VOX no es política útil.

Es politiqueo.

SUMAR está para solucionar los problemas de la gente y tiene como

gran reto ensanchar la democracia. Democracia que, hoy, está en
peligro por culpa del partido del odio. Aquí, en Italia, en Hungría o en los
Estados Unidos.

Y cuidado. Si la democracia no avanza, siempre retrocede.

Y a eso hemos venido. Nuestra sociedad quiere política útil y Sumar es

un movimiento útil. No estamos aquí para enfrentarnos a otros, no
estamos para ocupar un espacio electoral.

Hemos venido a transformar la vida de la gente.

Hemos venido a ganar el país.

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Quien escuche a nuestro país sabe que nuestra sociedad tiene ganas,
tiene ambición, la ambición que representa nuestro proyecto abierto de
país.

España quiere dialogar, acordar, unir, construir. Y no vamos a permitir

que nos roben el futuro.

Sumar es un movimiento político a favor.

Un movimiento ciudadano y político que integra las energías

transformadoras de nuestro país. Las que suman ciudadanía, suman
sociedad civil y suman fuerzas políticas. Las que suman el país a favor,
un país que está lleno de alegría y de esperanza.

Desde el minuto 1, a pesar de las dificultades, no hemos hecho otra cosa

desde el Gobierno que recuperar derechos.

Esas conquistas no son del Gobierno, ni de SUMAR, son de toda la

sociedad española.

Ese progreso son avances del compromiso cívico de las mujeres y

hombres. Pero no nos conformamos. Aspiramos a más.

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Porque la política se hace para mejorar la vida de la gente, pero sobre
todo para dejarle un país mejor a los que vienen, la juventud, y a los que
vendrán.

De nuestra juventud se ha dicho que está desconectada de la

política, que no quieren trabajar o que son la generación de cristal,
pero no es verdad. Es una generación comprometida con lo que más
importa.

La juventud ha estado abandonada por sus gobernantes. Llevamos

40 años de gobiernos ni-ni, gobiernos que no ofrecían NI soluciones, NI
alternativas. Y después le reprochaban que estuviesen distantes de la
política.

Gobiernos que los condenaban a trabajos basura, a empleos de usar

y tirar. Y la alternativa era buscarse la vida en otro país, le llamaban
“movilidad exterior”. ¿Sabéis cuál era el premio que le daba el señor
Feijóo a los mejores expedientes académicos de las universidades
gallegas? Una maleta

He conocido a muchos y muchas de esos jóvenes. En Berlín, en Buenos

Aires, en Nueva York... Camareros y camareras, investigadoras e
investigadores que tuvieron que salir de nuestro país, simplemente
porque aquí no tenían futuro.

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Se ha cometido una gran injusticia con la juventud. No es verdad que los
jóvenes quieran vivir con sus padres o que sea una nueva moda compartir
piso. Los jóvenes quieren lo quiere todo el mundo, un trabajo decente o
una vivienda digna. Quieren vivir su vida.

No queremos que tengáis que optar entre la precariedad y la emigración.

Nunca más un país sin sus jóvenes.

Nunca más una juventud sin futuro.

Queremos que podáis vivir vuestra vida en vuestra tierra o donde queráis,
y formar la familia que deseéis y amar de manera libre. Queremos que
tengáis un futuro.

Sumar es un país para jóvenes.

Quiero daros las gracias personalmente porque me habéis enseñado algo

fundamental. Gracias a vuestro entusiasmo y vuestras ideas he
aprendido cuán importante es la crisis climática y he entendido que no
hay justicia climática posible sin justicia social. Me lo enseñasteis en
el primer encuentro de jóvenes climáticos de SUMAR aquí en Madrid. Y
desde entonces me habéis invitado a hacerme las preguntas más
importantes.

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Lo primero que debes saber cuando haces política es por qué la haces.

Ese por qué es difícil y escurridizo.

Me emociona ver conmigo a mi querida Gioconda Belli, ejemplo de

dignidad en América Latina y el mundo.

En un diálogo de su libro: El país de las mujeres

se dice que el principal problema de la política es un problema de

imaginación. Sin imaginación no podemos gobernar un país. No
podemos imaginar si no tenemos esperanza.

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Y SUMAR es esto. SUMAR es un ejercicio de imaginación colectiva y, por
ello, lo vamos a construir entre todos y todas.

A lo largo de estos años he aprendido que la pregunta de por qué quieres

asumir esta responsabilidad significa, en el fondo, por quién quieres
hacerlo.

Y tengo muy claro por quién lo hago.

Lo hago por nuestros padres, por nuestras madres y nuestras abuelas,

que mantuvieron la esperanza de la democracia durante la Longa noite
de pedra de la que hablaba Celso Emilio Ferreiro.

Nosotras fuimos su por quién.

Tenemos muy claro por quién hacemos política.

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Lo hacemos por nuestras hijas, para que puedan seguir el hilo de sus
utopías y aspiraciones, y no tengan que resignarse a sobrevivir en un
planeta en llamas.

Un saludo y todo el apoyo a los asturianos y asturianas que

combaten los incendios.

Y lo hacemos por esa España de las mujeres que es hoy más real que
nunca. Por aquellas madres de la Constitución invisibles que no nos
dejaron tener. Por todas las que transforman día a día nuestro país, con
su trabajo.

Lo hacemos por las maestras y por nuestras profesionales sanitarias que

nos salvaron durante la pandemia y nos cuidan todos los días.

por las mariscadoras y las abogadas,

por las trabajadoras de la cultura y las peluqueras,

por las empleadas de hogar y las empleadas públicas.

por las periodistas, las agricultoras y las panaderas

y por todas las mujeres que hacemos trabajos que no existen para las
estadísticas.

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Lo hacemos por esa España de las mujeres que se abre paso, el país
que quiere ser pero todavía no ha sido. Un país fiel a su memoria y no
a sus olvidos. Y lo hacemos porque todos y todas tenemos una razón con
nombres y apellidos para seguir defendiendo las cosas que nos importan.
Yo tengo mi hija Carmela y estoy convencida de que todas las personas
tienen a alguien que es su razón para vivir.

Frente a quienes hacemos política para mejorar la vida de la gente,

están quienes practican las políticas del dolor.

La austeridad causó mucho sufrimiento a nuestra gente y nos ahogó

durante diez largos años. Hoy vivimos un auténtico cambio de época que
merece una respuesta diferente.

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El neoliberalismo ha muerto intelectualmente, pero ahora tenemos
que derrotarlo políticamente. Quien mejor representa las políticas del
dolor, el neoliberalismo en nuestro país,

- es el PP del señor Nuñez Feijóo en España defendiendo recortes

para la mayoría y privilegios fiscales para los más ricos, como en el
Reino Unido.

- Un PP que prefiere una reforma de las pensiones a la francesa, que

recorta derechos, frente a la reforma de este Gobierno que los recupera.

- Un señor Feijóo que recurre ante el TC el impuesto a las grandes

fortunas. Porque quiere que los suyos paguen menos para que vosotros
paguéis mucho más.

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Un señor Feijóo que recurre la reforma laboral. Le pido al señor Feijóo
desde aquí, desde Magariños, que lo retire.

Lo vemos cuando se opone a todo lo que mejora la vida de la gente:

- los ERTE

- la reforma de las pensiones

- la subida del SMI

- la reforma laboral

- la nueva ley del aborto

Eso es la política del dolor. Y es lo que no quiere este país, lo que no

quiere SUMAR.

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Ahora voy a hablaros de la esperanza.

La esperanza en un mundo mejor no nació ayer. Viene de muy atrás, de

los grandes proyectos transformadores que han ensanchado
nuestra democracia a lo largo de la historia.

Esa esperanza viene de las revoluciones liberales, de la Constitución

de Cádiz y de su derecho a ser felices,

Esa esperanza viene del federalismo republicano de Pi i Margall,

Esa esperanza viene de la lucha contra la esclavitud y a favor de los

derechos humanos de mi paisana Concepción Arenal,

Esa esperanza viene de la lucha por el voto universal de Clara

Campoamor,

de quienes, a principios del siglo XX, en Galicia, Euskadi y Catalunya

pensaron un nuevo futuro para sus naciones.

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De la II República, de la lucha por las libertades durante la dictadura,
del asociacionismo cultural y del cooperativismo, del sindicalismo,
que aquí nos acompaña, del ecologismo o del feminismo.

Esta es nuestra memoria democrática, esta es la memoria de nuestro

país.

Cuando tomé posesión como vicepresidenta segunda hice mías

unas palabras de Rosalía de Castro. Esas palabras me han
acompañado hasta hoy, porque nos hablan a todas las mujeres. Estas
palabras se las he enseñado a mi hija.

Decía Rosalía de Castro:

“Yo soy libre. Nadie puede detener la marcha de mis pensamientos

y ellos son la ley que rige mi destino.”.

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No somos de nadie. Las mujeres no somos de nadie. Y yo, mujer,
tampoco soy de nadie. Es necesario que lo proclamemos, porque
parece que aún hoy debemos llevar un ‘de’ pegado a nuestro nombre,
para marcar nuestras adhesiones y nuestras deudas. No. Estamos
cansadas de tutelas, de ser ninguneadas. Muy cansadas. Y lo
seguiremos diciendo: no pertenecemos a nadie más que a nosotras
mismas.

Muchas mujeres nos lo han enseñado a lo largo de la historia. Como

María Lejárraga, que tuvo que firmar su obra literaria con el nombre de
su marido. Para ser escuchada y reconocida.

María escribió aquella Carta a las mujeres de España que es un

verdadero tratado de feminismo y de modernidad, de defensa de nuestros
derechos.

Hoy tanto tiempo después ha llegado la hora de escribir una nueva

carta, a las mujeres y a los hombres de nuestro país. Una verdadera
carta de derechos, un nuevo contrato democrático para la España de la
próxima década, un nuevo contrato entre lo rural y lo urbano.

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Una carta que haga las preguntas adecuadas y dé respuestas
valientes. Una carta que afronte los cambios de época que estamos
viviendo.

1. ¿Por qué hay grandes empresas que se reparten 26 mil millones

de euros en 2022, mientras hay familias que no llegan a final de mes?

Hemos hablado mucho estos meses de democracia económica.

La democracia tiene que llegar a las entidades financieras, a las

empresas energéticas y a las grandes distribuidoras de la
alimentación.

Hemos aprobado una reforma laboral. Ahora toca una gran reforma
empresarial.

Queremos decidir qué producimos, cómo producimos. Queremos decidir

dónde producimos y evitar deslocalizaciones. Las personas
trabajadoras son las que mejor saben lo que necesita su pueblo, su
comarca, su ciudad.

Queremos decidir cómo se distribuyen los beneficios.

Queremos la riqueza para quienes la crean, las personas trabajadoras,

no mirar cómo los de siempre se reparten dividendos en tiempos de crisis.

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2. Una carta de derechos que responda a ¿Por qué dejamos que
unos pocos destruyan nuestro planeta por sus beneficios?

Necesitamos un Gran Acuerdo Verde para salvar nuestro planeta

salvar maravillas como el Mar Menor o Doñana

salvar el futuro de nuestros hijos e hijas.

Solo lo conseguiremos si España se convierte en una potencia verde, si

el sector energético deja de estar dominado por un puñado de grandes
empresas que imponen sus intereses y obstaculizan una planificación
ecológica democrática.

Desde SUMAR tenemos que hacer de España un ejemplo de

democracia energética.

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3. Una carta de derechos que responda a la pregunta de ¿Por qué
hay políticos que dejan nuestros centros de salud sin pediatras y
nuestros pueblos sin urgencias?

Desde SUMAR vamos a revitalizar el corazón del sistema: la

atención primaria.

Necesitamos cuidar a quienes nos cuidan: los profesionales sanitarios,

que ya no quieren aplausos, sino mejores condiciones de trabajo.

- Hay gente que no puede pagar una ortodoncia a su hijo o que no puede
pagarse las lentillas. Tenemos la obligación de ensanchar nuestra
sanidad pública: incorporando la salud bucodental, la óptica y la salud
mental.

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4. Una carta de derechos que responda a ¿Por qué hay miles de
viviendas vacías propiedad de fondos buitres mientras hay familias
sin una vivienda digna?

¿Quiénes se están enriqueciendo con la burbuja del alquiler?

La vivienda es una de las asignaturas pendientes de nuestra

democracia.

Vamos a construir un gran parque público de viviendas de alquiler.

No podemos permitir que existan los desahucios en España.

Vamos a proteger a las personas inquilinas porque queremos una

sociedad donde a la vez que subamos el salario mínimo, fijemos un
alquiler máximo.

Una carta de derechos que le dé tranquilidad a la gente que tiene que

pagar el alquiler y no se preocupe tanto por la tranquilidad de los fondos
buitre.

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5. ¿Cómo es posible que en nuestro país una peluquería, una
autónoma o una pyme paguen más impuestos que una gran
empresa? ¿Es esto justo?

Una carta de derechos que hable de justicia fiscal.

Para acabar con los privilegios y las amnistías fiscales,

Una carta de derechos que nos recuerde que el impuesto sobre la renta
no puede ser un impuesto sobre los salarios.

Necesitamos una reforma estructural de la fiscalidad

Para conseguir ingresos públicos suficientes que nos sirvan para

reinventar el Estado de bienestar.

Desde SUMAR queremos un nuevo modelo de financiación autonómica

que impida la competencia desleal entre comunidades.

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6. Una carta de derechos que responda a la pregunta de ¿Por qué
somos las mujeres las que cuidamos?

Desde SUMAR vamos a impulsar una transición de los cuidados que

sea una auténtica revolución.

Una economía que coloque los cuidados en el centro. Las empresas

tienen que adaptarse a nosotras y no al revés.

- queremos una educación infantil pública y gratuita de 0 a 3 años.

- un sistema de dependencia que no haga de la dignidad un lujo al alcance

de unos pocos.

- un nuevo modelo de residencias para que una persona mayor no tenga

que pagar el doble de su pensión para estar en una residencia, para que
una familia no tenga que pagar 1200 euros al mes.

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7. Una carta de derechos que avance para acabar con los agujeros
negros en nuestra democracia? ¿Por qué hay muchas personas,
barrios enteros, que se sienten abandonados por la política?

De esto habla mucho el grupo de Calidad democrática de SUMAR.

La desigualdad es económica, es social, pero también es política.

Queremos mirar de frente a la desigualdad, queremos que la buena

política llegue a cada rincón del país, entre en esos barrios. Queremos
que la gente vuelva a sentirse protagonista de la política.

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8. ¿Por qué tenemos la misma jornada laboral desde hace más de
un siglo, desde la huelga de la canadiense?

Es el momento de recuperar la soberanía sobre nuestro propio tiempo.

Vamos hablar del tiempo de trabajo y del tiempo de ocio.

Vamos a reducir la jornada laboral y lo vamos a hacer sin reducir el salario.

Tenemos que trabajar menos para vivir mejor.

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9. Una carta de derechos que responde a ¿Por qué permitimos que
unas pocas tecnológicas controlen nuestras vidas?

Queremos, como hicimos con la Ley rider, poner la tecnología y los datos
al servicio de la gente. Innovar para hacer posible la justicia social.

Queremos una transición digital justa y una economía de plataformas con

derechos humanos y laborales.

Porque los algoritmos forman para de nuestras vidas, no son neutros.

Porque los datos son el petróleo del siglo XXI y queremos ponerlos al
servicio de la sociedad.

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10. ¿Por qué hemos dejado que la cultura esté abandonada? ¿Por
qué los políticos de todos los colores hayan tratado la cultura como
un adorno?

Desde SUMAR queremos un país que reconozca el lugar que le

corresponde a la cultura y a sus profesionales.

La cultura es un derecho,

es lo que nos hace humanos, lo que nos hace reír y llorar, emocionarnos

y la política lo único que tiene que hacer es garantizar sus condiciones

para que crezca plural, rica y diversa.

Hemos empezado a corregir esa deuda histórica con el Estatuto del

Artista para proteger a las personas trabajadoras de la cultura.

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11. Una carta de derechos que responda a la pregunta de ¿Cómo es
posible que haya quien niegue los derechos de la comunidad LGTBI?

Nuestro país no está movido por el odio, sino por el amor y por la libertad.
La libertad es un valor absoluto que las personas LGTBI practican cada
día.

Desde SUMAR queremos que nuestro país sea justo y las personas
LGTBI tengan todos sus derechos reconocidos,

Que amen como deseen

Que puedan ser ellas mismas en libertad

Que tengan sus derechos en el trabajo reconocidos

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12. Una carta que responda a la pregunta ¿Alguien cree que las
mujeres vamos a dejar de conquistar derechos? ¿Alguien cree que
es posible construir un país sin las mujeres, sin el feminismo?

Queremos seguir siendo un país orgulloso de sus avances feministas,

un país libre de violencias machistas,

un país con aborto libre, seguro y gratuito.

Queremos ser cada día el país que vemos el 8 de marzo.

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13. ¿Por qué en función del territorio donde hayas nacido en España
hay ciudadanos de primera y de segunda? ¿Cómo es posible que en
las zonas rurales los niños y niñas vayan al colegio en taxi?

Desde SUMAR vamos a abordar esta asignatura pendiente. Queremos

que la ciudadanía plena sea independiente del lugar donde viva.

Queremos un rural vivo, dinámico y en el cual las personas jóvenes

puedan echar raíces o volver si así lo desean.

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14. ¿Por qué en Europa hay quien quiere volver al dolor y la
ineficacia de la austeridad?

Ahora, necesitamos consolidar una Europa social, verde y feminista.

Debemos reinventar el BCE para convertir el pleno empleo en su

primera misión, para ponerlo al servicio de la ciudadanía europea.

Reformaremos los Tratados para democratizar las instituciones

europeas y poner los derechos humanos en el frontispicio de las
puertas de Europa.

Porque el Mediterráneo no puede ser un muro, sino que ha de ser un

puente de encuentro entre civilizaciones, pueblos y personas. Nadie
puede morir buscando un futuro mejor.

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Quiero agradeceros a Melanie y a Walter vuestra presencia aquí. Es
muy importante para mí y para SUMAR. Queremos un movimiento
progresista europeo que nos permita sumar fuerzas y llevar a cabo todas
las transformaciones pendientes.

Esta carta derechos de SUMAR es una carta europeísta. Esta carta

de SUMAR es un nuevo contrato para Europa.

Y también necesitamos un nuevo contrato que vincule la ciudadanía con

los proyectos políticos. Eso es Sumar.

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Creo que la política de verdad es otra cosa, la política es honestidad.

Hablar mirando a los ojos, a los ojos de la gente y a los ojos de los
poderosos.

La política de verdad es convicción y es compromiso.

Sabéis bien de dónde vengo, vengo de una ciudad de trabajo y de lucha.

Una ciudad que sabe muy bien lo que son las crisis.

Yo sé muy bien lo que es la precariedad y lo que es luchar por la vida. Sé

muy bien de dónde vengo, sé bien quien soy.

También conozco como nadie la grandeza política, la política como

entrega y como generosidad.

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Sé muy bien que la lucha por la democracia y por las personas
trabajadoras siempre se conjuga en colectivo y desde la esperanza. Sé
que la política de verdad siempre es una tarea compartida. Que la hacen
personas, pero siempre en común.

En mi casa me enseñaron que no había que elegir entre la libertad y

la igualdad.

Y por eso estoy hoy aquí.

Desde el inicio de este proceso he comentado que adoptaría una decisión

después de escuchar al país.

Os aseguro que he hecho una reflexión profunda y he tenido muchas

dudas. Creo que no es malo dudar antes de decidir, para luego apostar
con determinación.

Soy muy consciente de que esto no es una cosa mía. He aprendido en

mi casa que la política no es una cuestión personal.

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El proceso de escucha ha sido una gran reflexión colectiva. Y a mí me ha
permitido pulsar el país, conocer de primera mano si la propuesta de
Sumar tenía sentido.

Y recorriendo España he sentido muy cerca ese país a favor, la gente que
quería ir más allá, las personas que se acercaba a mí con sus inquietudes
y sus sueños.

La gente que miraba con esperanza. Que me decía que confiaba en

nosotras para defender sus intereses, para hacer valer sus sueños.

Y tengo que confesarlo: he sentido que podía ser útil a mi país, útil a
nuestra gente.

Por eso voy a dar un paso adelante.

Quiero ser la primera presidenta de mi país, la primera presidenta de

España.

Es la hora de que seamos las protagonistas de la historia.

La España de las mujeres es imparable.

Hoy es más necesaria que nunca esta corriente de energía a favor de

nuestro país. Siempre a favor. Así han comenzado siempre las grandes
transformaciones de la historia: de la mano de una esperanza colectiva.

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Moitas grazas, moltes gràcies, eskerrik asko. Muchas
gracias.

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