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ey ETE ey RTMURSCe LI LSAT CE UM OL Pajaros en la boca y otros cuentos SAMANTA SCHWEBLIN Pa LITERATURA RANDOM HOUSE cn _ iNDICE, ‘ean 9 Comers ’ Primera ec em bs Argentina bajo este se bel be 2018 Mariposss a Sta Pijaros en la boca 29 nan Pet el dns cuca » gat ere ote Miers desperas 6 are ae fleador : s eit ieen aegurs eet ane A oes Me oe cin : @ —— Ui wl 8 a % cnngetnetn osm Mi ternun ker % ———— El hombre siena » Ets ea pe : 6 Coben come ko ° Tae dt come Pt Teiymremcerweorsreseniaetree™ ‘Bajo sem » eet teense Peel de Bnei 4 —e Peds slotted ss ‘eos Tagrnn Aoi En la estepa 159 ‘oman aa fa “Queda col deptin gue pee Bley 1.723. ‘Un gran esfuerzo 179 | B8fiee| Gagonaton 0) IRMAN (Oliver manejaba. Yo tenia tanta sed que empezabaasentirme smareado. El parador que encontramos estaba vaco. Era un bar amplio, como todo en el campo. Las mess estaban leas de smigas y de botells y parecfa que un batall6n hubieraalmor- zado hace un momento y todavia no hubieran hecho tiempo a limpiar, Elegimos un Ingar onto a la ventana, cera de wn ventilador encendido del que no legaban noticias. Necesita- ba tomar algo con urgencia, se lo dije a Oliver. El sacé un rend de otra mesa y ley6 en vor alta las opciones que le precieron interesantes. Un hombre apareci ate de la cor- tina de plistico, Era muy petso. Tenia un delantal atdo a la cintoray un capo tila oscuro de mugre Ie colgaba del bra- 20, Aunque parecia el mozo, se lo veia desorientado,daba la sensacion de que alguien lo hubiera puesto ahi repentina mente y ahora él no supiers muy bien qué debia hacer. Ca- ‘min6 hasta nosotros. Saludamos; él asinti6. Oliver pid las bebidas y le hizo un chiste sobre el calor, pero no logrs que cl tipo abrira la boca, Pensé que si clegiamos algo senillole hhacamos un favor ai que le pregunté si habia agin plato del dia algo fresco rapido, y él dijo que sy se nett, como si algo fesco y ripido fuese una opcidn del meni y no hubiese nada mis que decir. Regres6 a la cocina y vimos su cabeza aparecer y desapareceren las ventanas que daban al mostrador. Miré a Oliver, sonreia; yo tenia demasiada sed para reirme. Pas6 un rato, mucho xis tempo del que leva elegir dos bo- rela fas de cualquier cosa y traerls hasta la mesa, yal fin cotta ver el hombre aparecié, No tala nada, ni un vaso. Me senti pésimo, pensé que sino tomaba algo ya mismo iba a volverme loco, cy qué le pasaba al ipo? :Cul era la dud? Se par6 junto a la mesa, Tenfa gotas en la frente y aureolas en la emer, bajo la alas. Hizo un gesto con la mano, confiso, ‘como si fers a dar alguna explicacin, pero se interrumpis. Le pregunté qué pasaba, supongo que en un cono un poco ‘volento, Entonces se volvié hacia a cocina, y después, exqui- v0, dijo “Bs que no lego a a blader, Miré a Oliver. iver na pudo contener Ia rsa y eso me puso de peor humor. “Como que no Mega a li heladera? :Y cémo mierda nde ala gente? Es que... se limp la frente con el apo. El spo era un. dsastre= mi mujeres la que agara as cosas de la helader. 7 -tuve ganas de pegarle Que est en el piso. Se ea est =2©émo que en el piso? “lo interrumpi6 Oliver. ~¥.no sé. No sé —repitié levantando Tos hombres, las pal- ‘mas de las manos hacia arriba ~@Dénde esti? ~dijo Oliver El tipo seialé a cocina. Yo solo queria algo fiesco y ver a Oliver incorporarse acabs con todas mis esperanza. =2Dénde? —valvié preguntar Olive. Fl tipo sefalé otra ver I cocina y Oliver se alej6 en esa Aireceién, volvigndose una que otra vez hacia nosotos, como

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