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OBRAS= - ee eae ee instala en la Repiiblica Dominicana porque su ane ae cme rales. En un clima y en un dmbito humano muy Oy eer ae a a ee ce Pee eee) Ce ere ee a a dononte, que esld en peligro de extincidn, pese a Jo cual un grupo de delincuentes quiere comer: i ializarlo para su provecho oe pmo Un OIL) ae a ee Ses eo voeacién son las letras, las que la sedujeron Cee hea an aan mcg a Sole! (2006), Todo por una amiga (2007), ee ane eet oe eRe CON ees ae Recs ste ee eee RSet Cg eee eC ome Cah Regatta iHAY QUE SALVAR A SOLE! i Cera ‘800 - Dosh HAC 0sz28F fare SH nar Sabado 22 de octubre (por la noche) Escoy muerta, en mi vida quiero volver a viajar, Desde que salimos de Santiago hacia Punta Cana, por lo menos han pasado unas mil horas (sé que no ¢s tanto, apenas salimos ayer por la mafiana, pero asi me siento). Me duele todo, desde la cabeza hasta la ufia del dedo chico de los pies. Més encima, no encuentro forma de acostumbrarme a este calor tan, taro. Miro por la ventana y estélloviendo, y entonces creo que por fin podré respirar un poco de aire fresco. Abro la ventana y saco la cabeza, pero lo tinico que consigo es sentirme igual que en la ducha, como cuando el bafio estélleno de vapor y cuesta respiras, porque aunque llueva, el calor sigue, Entonces, mejor cierro la ventana y me pongo a escribir con el aire acondicionado a todo lo que da. Aqui, sola en mi nuevo dormitorio, me acordé de Jo enojada que me puse hace un mes, cuando mi apé, en medio de la comida, nos dijo con cara de circunstancia: ~Me trasladaron en el trabajo, nos tendremos que ir al Catibe ~y se quedé callado, mientras yo miraba -NGLAcA BOSSE TL incrédula.a mi mami, que sélo se encogié de hombros. =zAdénde te trasladaron, papa? -le pregunté, casi desesperada de s6lo pensar en dejar el colegio y a los amigos que tanto me habfa costado hacer. =A Repéblica Dominicana, Inauguraron un resort en Punta Cana y me dieron la gerencia general ~me contest, como disculpandose de algo terrible. No supe qué decir, s6lo atiné a salir corriendo a mi dormitorio, agarrar el globo terréqueo, ubicat Santiago y luego empezar a ver dénde estaba ese dichoso pais del que no sabia nada. Hasta que lo encontré: era ypenas una mancha mindscula perdida entre el mar Caribe y el Atléntico. Y ahora estaba aqui, recién Iegada, con mis maletas regadas por el piso. Nota: Me llaman a comer, después sigo. (Desputs de comer) Sencia que tenia suefio y me acosté apenas termi- né de comer, pero pasé un buen rato y no me pude dormir; entonces, quise salir a recorrer el lugar, pero, no me dejaron porque era muy tarde. Desde el aeropuerto de Santo Domingo a Punta Cana, hay que viajar unas cuantas horas en auto, pero no me acuerdo de nada, porque apenas me subi a Ja-van que nos recogié a mi mamé, al Nico y a mi, me quedé dormida en el asiento de atris. Cuando paré el motor y cesé el vaivén de las ruedas en el pa- vimento, desperté; no sé si fue el golpe de la puerta del conductor o fueron los ruidos incesantes de mis tripas lo que me trajo ala realidad. Ya era de noche y sélo pude ver un edificio enorme, rodeado de palmeras y jardines que se iluminaban desde el suelo. Después, todo fue correr a saludat a mi papd, que se habia venido dos semanas antes para ocupar su puesto en el hotel, y conocer el departamento donde viviriamos, que estaba en el tiltimo piso del edificio de la administracién. Como atin no habia visco nada, querfa salir a recorrer el lugar, pero como mis papés me siguen viendo de a edad de mi hermano Nico (de tres aiios), y no como una nifia de doce, no me dejaron. Domingo 23 de octubre Asin no habia trminado de tomar el desayunoy ya estaba aburrida de escuchar a mi pap, sin contar los loriqueos del Nico, hablando con mi mamé del colegio. Ocurre que en Santiago estébamos termi- nando el colegio, porque en noviembre ya son las pruebas y exdmenes finales, pero aqui es todo lo contrario: entraron a clases en agosto, y eso quiere decir que apenas estén partiendo, Como a mis papas les da lo mismo lo que yo opine, no escucharon mis alegatos sobre las vacaciones que me iba a perder y me dieron la mala noticia de que ya tenia colegio nuevo, de corrido, hasta junio del préximo ao, sin vacaciones de verano (aunque aqui estamos en medio del otofio, pero es més caluroso que enero en Santiago). No es justo. Por fin pude conocer ef hotel. Es siiper lindo, nada que ver con el departamento que le dan al gerente para que lo use con su familia en el edificio de la administracién, donde estamos viviendo. Con todos estos mucbles tan serios y camas gigantes, parece de viejos, sin vida, como si los muebles los hubiera puesto un decorador sélo para mirarlos; todo esté tan limpio y ordenado que hasta al Nico, que es stiper destrozén, le da un poco de miedo tocar las cosas. Mi pap dice que este lugar tiene ¢l mismo mobiliario del resto de las habitaciones del hotel, y que ya lo iremos acomodando para darle un toque avai satvan a sous de nifios y sentirnos como en la casa en Chile, Cierto que este departamento tiene algo que me gusta: cada dormitorio cuenta con su propio bafio privado, y eso Jo encuentro bacdn Después del desayuno, lleno de malas noticias, me amranquésin que se dicran cuenta, porque mi mamé ya estaba diciendo que queria ira comprarme el uniforme del colegio y mostrarme no sé qué libros de historia para que supiera algo de este pais. Sali despacio, sin casi hacerme notat, bri la puerta principal y parti cortiendo por los caminitos que recorren un parque leno de palmeras y flores raras, hasta llegar por un costado del cdificio de recepcién. Me quedé con la boca abierta, en mi vida habia visto un lugar tan en- tretenido: ante mf se vefa una laguna Ilena de peces y tuna garza solitaria, con un puente de madera, rodeada de prados y Arboles con flores de muchos colores. En medio de la laguna habfa una islita con un escafio y un gran érbol frondoso que le daba sombra, después continuaba el puente hasta desembocar en varios caminos, con sus respectivas lechas, que indicaban un sinfin de lugares entretenidos: cinco restoranes, el casino, un spa, el teatro, la discoteca, el piano-bar, el salén de belleza, las boutiques, el club de nifios, los distintos edificios de habitaciones para los curistas y el camino con la flecha que mas me gust, las piscinas. Después de quedarme un rato mirando cémo los pasajeros salfan de los edificios de habitaciones, todos entusiasmados rumbo al restaurante principal para tomar el desayuno, me fui a la piscina mas grande, con forma de trébol, rodeada de palmeras y de repo- seras; me senti como hipnotizada por los rayos de sol reflejindose en el agua, y cuando estaba a punto de meterme con todo y ropa, escuché la vor de mi papét —Ema, puedes bafarte en la piscina, comer en los restoranes y hacer todo lo que sin molestar a los huéspedes me dijo serio, pero como me dio libertad de moverme por todos lados, quedé feliz. Nota: Mejor me pongo luego el traje de baito. Después sigo. (Gcribienda antes de dormir) es the theta eclargnne ee traje de baiio; primero, me bafié un montén de rato en la piscina, me tomé todas las pifias coladas y coca colas del mundo gratis, sin salir del agua, ya que podia hasta sentarme en alguno de los taburetes sumergidos, porque el bar estaba al lado de la piscina y el mesén terminaba dentro de ella. Después, cuando me dio hhambre, ni en broma se me ocurrié ir al deparcamen- toa almorzar, ;Para qué, si resulta que aqu{ hay un restorin que ¢s el suefio de mi vida: lleno de pizzas, hamburguesas, pollos asados, hotdogs, papas fritas, nachos y todas esas cosas que mi mamé no me deja comer porque dice que lo tinico que hacen es engor- dar y no alimentan. De almuerzo probé todo lo que habia en el restordn, hasta que no entré nada més en ‘mi pobre guata, y como no me puedo meter al agua antes de una hora después de comer porque “me puede lar un calambue” (eso dive ini mand), se me ocurtis explorar los alrededores y sin darme cuenta llegué a la playa que estaba un poquito mis allé de la piscina, peto que no se podia ver porque la tapaban las palme- ras. Ahi s{ que me sent feliz, Es que la arena es como hharina fina y el agua del mar, ju, tiene un color enere verde y calipso (me dijeron que es de color turquesa, eto no conozco las turquesas), con tantas palmeras que parece un bosque. Me quedé haciendo tiempo y mirando para todos lados: los turistas tomaban sol, otros tantos lean y tomaban tragos, los nifios jugaban en el agua 0 a la pelota en Ia arena. Cuando por fin pasé la dichosa hora, me meti como una bala en el mar: Fue estupendo, el agua casi no tenia olas y era caliente (no tanto como la de la bafiera) y una se podia quedar todo el tiempo que quisiera, sin el riesgo de salir con los labios morados de filo, como me pasa siempre en las playas de Chile. ‘Me fui a cambiar de ropa al departamento, porque tenfa ganas de seguir explorando el resort, pero mi ‘mamé me rapt6 para que me probara el uniforme (que no sé en qué momento fue a comprar), cenara yy me acostara a dormir temprano, En ese momento recordé que mafiana tengo que ir a mi nuevo colegio, que con todo lo bien que lo habia pasado, se me borré. Lunes 24 de octubre (primer dia de clases) {i mamd me despert6 sper temprano, Hubiera preferido dormir otzo poco y luego seguir recorriendo el hotel, pero no pude; después de arreglarmey tomar el desayuno en el departamento con mis papas, el chofer de la van del hotel nos fue a dejar al Higiiey's British School, que no esti en Punta Cana, sino que en la ciudad de Higticy, a una hora del hotel. El colegio no se parece en nada al de Chile, éste es como los que salen en las peliculas gringas, leno de ppasto, palmeras, muchas canchas, auditorios, teatros y hasta piscina; aqui le dicen campus, como si fuera una universidad. ‘Mi mamé me dejé en las puertas del colegio. Entré siiper pérdida, sin saber adénde tenia que ir; lo Gnico que sabia era que estaba en séptimo B de Interme- dio, Caminé con cara de despistada hasta que vi un mesén donde estaba una sefiorita que contestaba el teléfono. Me paré frente a ella con cara de pregunta: —Good morning, miss —me dijo, antes que yo pu- diera abrir la boca, y yo contesté angustiada: —:Qué fue lo que dijo? ‘Me tinca que puse cara de pénico, porque a la sefio- rita le dio un ataque de risa, de é0s que no se quitan con nada. Buenos dias, sefiorita, zen qué la puedo ayudar? ~me dijo, después de calmarse un poco, y yo me senti muy aliviada de poder entender sus palabras. Lo dinico que queria saber era dénde estaba mi sala, pero resulta que no tengo sala, porque son los profesores con sus respectivos ramos los que tienen aula, y una tiene que andar de un lado para el otro acarreando tun montén de cuadernos y libros. Por lo menos, me 16 AY Que SALVA A Sout dieron un casillero de ésos que tienen cerradura con clave, como en las peliculas, y lo encuentio bacén, El colegio es muy entretenido, eso sf que tiene un, pequefito detalle: todo, lo que se llama todo, es en inglés: las clases, los libros, lo que uno escribe en los cuadernos, hasta es0s tipicos recadivos en papelitos bien arrugados que después se los tiras a un compafiero, son en inglés, y mi problema es que yo soy matada para ese famoso idioma, del que no entiendo nada. Mi primera clase fue de maremntica; todos mis com- pafieros se quedaron mirdndome fijo, como si yo fuera tun marciano o algo por el estilo, ya sé que cuando una es nueva siempre pasa. Por eso es que intenté ser de lo més normal para que ojalé ni me notaran, pero resulta que todos mis compafieros son negros o mulatos con el pelo de un color tan raro, como café oscuro medio amarillento en las puntas y con unos rulitos bien chi- quitos que parecen resortes, y yo soy tan blanca, que entre elios era imposible pasar inadvertida, Justo cuando estaba empezando a preocuparme por lo poco que iba a entender de matemitica, escuché: ~Miss Ema -y no sé que mas; de nuevo me deses- peré por no saber lo que decian. Por suerte, una nifia Que estaba sentada a mi lado, entre rsitas, me dijo: Te esti preguntando hasta qué materia Ilegaste en el otro colegio. Hablaba con una vor.con ritmo de merengue, que hasta me dieron ganas de bailar y, gracias a Dios, en un espafiol muy entendible. ‘Ana, la nifia que me salvé en matemética, es como de mi porte y con la piel de color chocolate, con cuatro trenzas desparramadas por la cabeza. Es sper simpa- ticas me mostré todos los rincones del colegio y me prometié que me ayudaria a aprender inglés, porq sino, seguro que repito y, para cuando vuelva a Chile, no podré seguir con mis antiguos compafieros. Ramén, el chofer de fa van, me recogié a la salida de clases. Todo el camino de Higiiey a Punta Cana me fui mirindolo, impresionada por lo alegre que es: siempre esti sonriendo y mostrando unos dientes que ‘me dan envidia por lo blancos y parejos (no como los mfos, que necesitan frenillos urgente, porque cada dia noto que se me desparraman més). Llegué a la casa, que en realidad es un departamento dentro del hotel con los mismos muebles en serie de las habitaciones, a las cinco y media con una sensa- cién de intranquilidad porque de verdad no entendi nada de lo que me pasaron; todo es en inglés y nunca 18 ua que saiwan a su he sido buena para ese idioma. Cuando saludé a mi mamd, me pregunté por mi dia y le conté: =No creo que pueda pasar de curso porque no entiendo nada de lo que hablan ni lo que explican, ya que todo lo dicen en inglés, ‘Mejor le daba de inmediato la noticia para que no se ‘enoje tanto cuando le entreguen mis notas. Ella puso cara de pensante, después agarr6 la guia de teléfonos y se puso a llamar a no sé quién, Como no paraba la cchéchara, opté por sacarme el uniforme del colegio, ques latipica faldita con polera (no usan chaleco, con este calor no creo que lo aguanten), me puse mi traje de bafio con un pantalén corto y me fui al restordn, el que es como el cielo, a comer pizzas y tomar pifias coladas como loca. Aqui se oscurece siper temprano, y no alcancé aira ‘playa porque cuando terminé de devorar todo lo que le, ya era de noche, y con toda la comida y las estrellas dio tanto suefio que mejor me fui al deparcamento, ‘mi mam me estaba esperando con cara feliz para rarme que me matriculé en una academia de inglés del colegio, como a dos cuadras, y tendré que ir ls dias. No es justo, con lo lindo y entretenido es este lugar, tendré que pasar estudiando!.. Jueves 27 de octubre Note podido escribir en estos das, me lo paso cortiendo de un lado para otros para ir al colegio me tengo que levantar a las seis de la mafiana, porque Ramén a las siete en punto me estd esperando para ir a dejarme. Por lo menos, los viajes en la van son siiper entretenidos: a Ramén le gusta el merengue y pone un CD de esos bien bailables y alegres. “Para que despierte”, dice él. Como me estoy aprendiendo Jas canciones, ahora ya las puedo cantar y Ramén dice que me vaa ensefiara bailarlo también, porque: =Si no sabes bailar merengue, nunca viviste en Dominicana —y yo tengo muchas ganas de aprender. En el colegio pongo cara de inteligente y a todo digo yes, pero cuando Ana, con la que ahora somos stiper amigas, se da cuenta de que estoy metiendo la pata, me da una palmadita, me traduce al oido lo que me estin hablando y después contesta en inglés por mi. No sé que harfa si ella no escuviera, seguro que ya me hubieran echado. ‘Ana es bacin, tiene una mamé un poco rara, algo asi como religiosa, pero no dela religién tipica de esas de ira misa, Se viste de blanco, siempre esté riéndose, como en la luna, y deja que Ana haga todo lo que se 0 HAY QUE SHUVARA SOLE Jeocurra. El papé de Ana no esté en Dominicana por- que es diplomtico en un pais de esos bien perdidos cen Aftica, y todos los meses le manda encomiendas Hlenas de cosas entretenidas, como unas méscaras de ceremonias zulies y no sé qué mis, Estos dos dias he tenido que ir a la academia de inglés; encuentro que ¢s una pérdida de tiempo, porque lo finico que hacen es ponerme delante de un computador con audifonos y parece que ni seacuerdan de que estoy ahi y, como a esas alturas ya me da tanto suefio, me cuesta un mundo no quedarme dormida. lego al departamento cuando esti oscuro y no me queda tiempo para nada. Ademds, el Nico ahora se duerme re'arde y, en cuanto me ve, lo inico que hace es sacar mis cuadernos del bolso y rayatlos con lipices de colores. Todo lo que quiero es que crezca para que see quiten los lloriqueos y eso de agarrar mis cosas 0, porlo menos, que no se acuerde de que tiene hermana, ‘Viernes 28 de octubre BENE a? conté un secreso siper grande y me jurar que no se lo contaria a nadie. Le dije que No tenia a quién contarselo, porque ella es mi tinica 2 amiga. Entonces me agarré de un brazo y nos dimos como mil yueltas por el colegio hasta que llegamos aun rincén bien perdido detris de unas palmeras. Ema, mira, lo que pasa es que un grupo de ami- gos y yo estamos metidos en un tremendo lio ~me dijo, y se quedé callada, sin ganas de contarme, pero le rogué que siguiera porque no le iba a contar anadie. Se lo juré hasta por el Padre Hurtado, que es el santo que est més de moda en Chile, pero que ella no tenia ni idea de quién era, as{ que le tuve que contar la pelicula de su vida que vi antes de venirme a Dominicana, porque lo iban a canonizar. Parece que le gust6 la pelicula, porque después me ti todo el rollo de una. No encontré que el secreto fuera tan terrible como Ana piensa, y me dieron hartas ganas de escribirlo en mi diario, pero me da miedo que alguien lo encuentre y quede la escoba. Asi que ahora estoy buscando dénde puedo esconderlo, en un lugar secreto para que nadie lo pueda ver. Domingo 30 de octubre Por fin enconeré un huge ultra seguro y escon- dido para mi diario, pero no pienso escribir dénde es, porque si alguien justo me ve escribiendo, lo descubririan y me costé mucho encontrarlo. Oeurre que Ana tiene dos amigos en el colegio, Cecilia y Pancho, que son un poco més grandes que nosotras. Estén en el octavo A de Intermedio, y lla los conocid el afio pasado en el taller de etiqueta. Me he dado cuenta que en este colegio ensefian las cosas més raras del mundo, y ese taller es para aprender a comer y eomportarse educadamente (no le pienso contara mi mamé de eso, ya que de seguro me inscribe, porque dice que estoy hecha un desastre con mis modales). ‘Ana me cont6 que un dia, después de salir de esas clases, los tres se fueron a dar una vuelta por Higiiey. Llegaron a una plaza y estaban conversando bien entretenidos cuando vieron aparecer por la calle una moto a toda velocidad, con un tipo gordo arriba que lievaba una bolsa colgando, mientras arrancaba de una patrulla de la policfa que lo perseguia con las sirenas yas lucesa todo lo que daban. El tipo se metié con moto y todo a la plaza y daba unas vueleas que casi se s los policias también se metieron con la patrulla la plaza y Ana me contaba que les dio tanto susto, le se escondieron detrés de una estatua de Juan lo Duarte (el padre de la Patria, como Bernardo O'Higgins, de Chile). En eso estaban, cuando vieron que al tipo de la moto se le cayé la bolsa y la patrulla casi la atropella, porque ahora iba mis sfpido. Salicton del escondite cuando lasirena se escuchaba a lo lejos y, al pasar por el lado de la bolsa, se dieron cuenta de que se movia, Ana me conté que se aga- charon para abrirla y que encontraron un animalito flaco y maleratado. De eso hace dos semanas, y el animalito atin esté a ‘medio morir en la casa de Ana, que lo tiene escondido en una jaula dentro de su armario, porque su mamé no la deja tener mascotas y menos ésta, que parece ratén, pucs les tiene panico a los ratones. ‘Ana me vino a visitar el domingo al hotel y me trajo ala Sole, que es el nombre que le puso al animalito que encontraron. La Sole es tan, pero tan linda, parece un ratén trompudo en grande, casi como un conejo, con la cola y las patas bien largas y peladas aunque en el resto del cuerpo tiene el pelo muy suave ‘Trato de describislo para que no se me olvide, pero no puedo, asi que hice este dibujo de ella, que no me resulté muy parecido porque tampoco soy muy buena para el dibujo. 24 ‘Ana me conté que averigué en internet y encontré tuna foto igual al animalito en una pagina de la fauna dominicana, que resulté ser un solenodonte. Deja- mos a la Sole en el baiio de mi pieza y nos fuimos ala cyber-sala del hotel para investigar mas de esos animales, Euuamos a un montén de paginas y en todas decia que estd en peligro de extincién, ya que los traicantes los venden como mascotas exdticas en Estados Unidos y en Europa, y en algunos lugares hhasta se los comen, ‘Antes que descubriéramos esto en internet, Ana y sus amigos habjan pensado en ir de nuevo a esa plaza, para ver si encontraban al tipo de la moto para itregarleala Sole, porque ninguno de ellos lo podia et en su casa. Dicen que silos pillan recogiendo males, los castigarian por el resto de la vida. Yo que los adultos ni se preocupan de los seres vivos, —tt—i(i‘iOsS sélo les importa el trabajo, el auto y esas cosas que se pueden comprar con dinero, Ahora estdbamos seguras de que el tipo de la moto cera uno de esos traficantes o, por lo menos, se queria comer a la pobre Sole, que es tan linda. Yo no podia : como quiero ser veterinaria, tengo que proteger a los animales. Sin pensar, le dije a Ana que yo cuidaria a la Sole, y me quedé con ella. Lanes 31 de octubre ING st cteas loop 7 tncecino te quell teapa para ir al colegio, a la academia de inglés y ademds caidar la Sole. Ya no me puedo levantar a las seis, no alcanzo a alimentar a mi solenodonte, hacerle un poco de catifio para que crezca feliz y arreglarme, todo antes de las siete. Si no encuentro quién me ayude, me voy a volver loca con tanta cosa. Martes 01 de noviembre Hoy tengo mis suefo que munca, ytd de pura despistada, Ocurre que ni se me ocurrié pregunta: si en Dominicana el uno de noviembre era feriado, 26 como en Chile, que se celebran a todos los santos y la gente va Tos cementeris a dejar flores. Cuando llegué sper cansada del colegio y de la academia de inglés, después de ver a la Sole me fui a dar una vuelta por el hotel. Encontré que todos los empleados estaban sper ocupados decorando el restorén principal para Ianoche, con calabazas y telas de arafia de mentiras, porque iban a dar una cena especial por la Noche de Brujas. ‘Los huéspedes se iban a disfrazar, ya que después de comer, en Ia terraza que esté junto a la piscina habria tuna fiesta con todo y comperencia de quién se verfa mas feo. Yo me entusiasiné tanto, que le ped! permis a mi ppapé para quedarme un raro; me dijo que bueno, pero haasta las diez de la noche, asi que me fui a mi dormi- torio para buscar un disfraz. Como no encontré nada, se me ocurrié que en el teatro podria encontrar algo y justo, en un armario, descubri un montén de ropas taras. Estuve a punto de disfrazarme de monstruo, pero ‘no me gusta verme fea, ya es suficiente con los dientes chuecos y mis piernas flacas que trato de esconder como sea. Por eso, saqué la ropa més bonita que encontré y quedé como una actriz. sper linda; igual prefiero no verme fea, aunque no gane el concurs. En la fiesta de Halloween tenfan montones de cositas ricas para comer y tomat. En la piscina pusieron unas Tamparitas de calabaza relindas y la mtsica sonaba sxiper fuerte porque estaba tocando una orquesta puros merengues de esos que escucho con Ramén cuando ‘me vaa dejaral colegio. Los huéspedes bailaban como locos y los animadores que estaban sobre el escenario Jos hacfan moverse para un lado y después para el otro, Yo estaba tan contenta con la festa, y como me sabia todas las canciones, las cantaba a grito pelado, Cuando me hallaba en lo mejor, un animador se dio cuenta que estaba cantando: Vamos, Chile, ven y canta con nosotros. Aqui todos los empleados me dicen Chile. Yo me hice a tonca, me daba vergiienza cantar delante de tanta gente, porque, por mucho que mesupiera ls canciones me viera como actriz de cine, no tengo bonita vox Yy nunca me he sacado un siete en clases de miisica. Pero el animador sigui insistiendo, y no me quedé tra altemativa que recibir el micréfono y ponerme cantar. Creo que si supiera baila bien el merengue, hhasta podria tener mi propio show en el hotel. Cuando vi a mi mamd mirando desde un tincén con cara de Fura, ya era como la una de la mafiana y yo segufa cantando en el escenario, Me hizo una sefia con la mano y tuve que devolver el micréfono, Me etd todo el camino hasta el departamento y més encima me dio la mala noticia que en Dominicana el primeto dle noviembre noes feriado, O sea, apenas dormt cinco horas, ya que tenfa que ir al colegio, En clases no servt para nada, ni siquiera para contestar yes, porque casi me dormia de pie. Miéreoles 02 de noviembre Enco es eribles como ayer tenfa tanto suefio, después de escribir en mi diario me quedé dormida sobre la cama con el uniforme del colegio puesto y se me olvidé por completo la pobre Sole, que estaba cen su jauila dentro de mi cuarto de bafio. A eso de las cinco de la mafiana, desperté con unos gritos horribles, ‘como los que escuchaba en el campo en Chile cuando Je pegaban alos chanchos. Al comienzo pensé que era tun sutefio, pero no, seguia escuchando los chillidos + fui siguiendo el ruido hasta que llegué a mi bao: era mi solenodonte que gritaba desesperado y yo no sabfa qué hacer para que se callara, porque si seguia asi seguto despertaban mis papas ahi sf que quedaba 2 aescoba. Me acordé que con la festa los merengues, iis bailes y el suefio que tenia olvidé alimentar a la pobre Sole, que ahora estaba bramando de hambre Fui a buscar unas galletas que tenia en mi bolso del. colegio, peto aellano le gustaron y siguié chillando, Le puse unas frazadas sobre la jaula para que no se esctcharan tan fuerte los chillidos,y fui con un vaso a buscar bichos al jardin. Estuve como media hora escarbando y, por fin, cuando estaba amaneciendo pude pillar unas cosas como grillos, que agarté, con ‘mucho asco, y se las llevé ala Sole para que comiera y dejara de chilla. ‘Antes de irme al colegio, escuché a mis papas ha- blando de unos ruidos raros que oyeron en la noche; ime hice la tonta, ya que sie llegan a enterar de mit solenodonte capaz que lo sacrifiquen, creyendo que es un rat6n. Enel colegio, Ana me presenté asus amigos del otro caso, Pancho y Cecilia, y nos quedamos hablando Jos cuatro para ver qué podiamos hacer con la Sole. Decidimos que lo mejor sera entregarlaen el cuartl de la policfa, aunque nos diera mucha pena, porque &ta buscaria un lugar donde la protejan y puedan 30 fav ouesaLvan a sous set felices los solenodontes ya.que nosotros, con eso de tener que it al colegio y los papés tan enojones, no podiamos. Quedamos en que iriamos mafana, después de clases, as{ que me tendré que fugar de la academia de inglés. Jueves 03 de noviembre (a la hora de almuerzo) oy tuve que venir con la Sole al colegio, y fue un gran drama; primero, no sabia cémo esconderla, entonces inventé que tenia que llevar una caja de cartén fortada a clases de arte para poder esconder en ella la jala de la Sole, y asf pude salir de la casa sin que se dieran cuenta. El problema fue que en la van la Sole se puso a chillar (yo creo que le dio miedo el movimiento) y la escuché Ramén: =dEn qué anda, Ema? —me dijo, y apagé los me- rengues que tanto me gustan. En nada, gpor qué? ~le contesté, haciéndome la stiper tonta, y seguimos viajando sin mis Como la Sole no se calmaba y seguta chillando, Ramén paré la van a la orilla del camino, dio vuelta la cabeza y me dijo: 3 ~Mija, mejol digame que es lo que lleva en la caja ~poniendo cara sri, mieneasla Sole seguiagritando. Me quedé callada, Mj, la caja es muy chica pa lleval un chancho, yy no me gustaria que fuera uno de esos rarones del demonio ~siguié insistiendo Ramén. “No es un rat6n del demonio, es un solenodonte He comtestéy abri la caja para que lo viera, pero él ppego un salto del asiento, como queriendo arrancar. “Pero usté no puee andal con esa cosa, mija, no ve que la puce moldel. —Qué exageradbo. no muerde —dije. Parece que no me crey6 mada, porque me hizo cerrar la caja y dejarla en el asiento de atris, y des- pués tuve que jurarle que no volveria con la pobre Sole al hotel. El dice que los solenodontes muerden ¥ que, mas encima, son venenosos. No sé de donde sacé eso, parece que nunca ha visto el Animal Planet, donde pasan un mont6n de programas de animales rarosy, siel solenodonte fuese venenoso, seguro que le dedican un programa entero. Nota: Mejor sgo exribiendo después, ‘ome voy a quedar sin almuerzo, soncbuca DOSE (En la noche, irada en mi cama) Lia sole estuvo todo el dia en mi casilleo, en- certada en su jaula dentro de la caja de cartén. En ‘cada recreo le llevaba algo de comida: unos gusanos que me tajeron mis amigos y nos pocosgrillos que me quedaron del dia anterior. Por suerte, ala Sole le gusta dormir de diay no hizo ningéin escindalo, Después de clases, me junté ala sada del colegio con Ana, Pancho y Cecilia, Estaban stper eranq) porque no tienen que ir2 la academia de inglés, en cambio yo estaba muerta de susto pensando que mi ‘mama o Ramén me iban a pillar en plena escapada, Pancho sacé un plano de Higtiey y nos dimos cuenta de que, parairal cuartel de poicia, habia que tomar una gitagia (ase dicen agui a as micros). Fue muy entretenido viajar en una especie de camién comin y cortiente, pero con asientos de plésticoen fila en ka parte de ats, ventanas sn vidviosy una catpa como techo. La giagiia dio como mil vuetas, pero no me import, en toda mi vida nunca habia andado en uuna micro tan bacén. Cuando por fin legamos al cuartel de policia baja- ‘mos con harto cuidado para que la Sole no despertara chillando, En a entrada del cuartel habia un grupo de policias, todos con su uniforme azul y una escopeta 6 metralleta (no sé lo que era, nunca vi antes una de esas en vivo). Entramos, y un oficial negro, gordo y transpirado que estaba en un escrtorio bastante sucio, nos pregunté con cara de pocos amigos: ~:Qué quieren? —Ver al oficial encargado -le dijo Pancho, con vor. de persona importante. —Esperen ahi —nos ordené el policfa, indicindonos: unas sillas viejas al costado de un mueble leno de archivadores. No me gusté nada la idea de estar esperando sen tada, escondida en un rincdn, porque ahi si que no nos velamos y quién sabe cuindo nos iban a atender. El problema era que yo tenia que estar alas seis en punto en la puerta de la academia, para que me recogicra Ramén. “Mientras esperdbamos, vi entrar a un hombre que ‘me llam6 Iz arencién porsu bigote ridiculo; grande y ‘espeso, parecia un escobilln ensartado en su cara. El hombre bigotén cruzé el pasillo principal hasta donde se encontraba un oficial entregando informacién al publico, pasé por delante de las personas sin esperar ssu turno, le dijo un par de cosas al funcionario y éste se paré enseguida de su lugar y entré a una oficina de Ja que inmediatamente salié un policia blanco, alto y corpulento, Hasta ese momento, él y yo éramos las tinicas personas blancas en el lugar. El hombre del bigotén lo salud6 entusiasmado, pero el policia fe dio una mirada severa, lo tomé por un brazo y lo ‘empujé disimuladamente a un rincén, delante del mucble lleno de archivadores. Qué hace usté aqui? -le pregunté el policta, enojado. =Le consegui un ratén, helmano, pero no se lo pueo entregal aquf, lo engo medio dolmio allt tré Ic respondié el hombre del bigote de escobillén. —Usté esté loco, Buchir, ze6mo se le ocurre venil aqui? le dijo el policia blanco, —Helmano, usté sabe que esto ratones estin muy pedio, Primelo se lo traigo a usé, pero sino lo quiere, pue me lo Hevo —le contest el bigotén. Esté bien, me queo con dl, pero escuche, Buch, no venga al cuartel -le ordené el policia. Lo tinico, helmano, es que la cosa esta muy di- ficil, y este ratén le cuesta doscientos veldes ~siguid hablando el bigotudo, con los ojos muy abiertos, * Buchd: Person qe tenen grandes cacets 36 ar QUESALUAR Aso mirando al policia blanco, quien asintié con un ‘movimiento de cabeza. ~Entonees, a las ocho en los naranjos —le dijo el bigotén al policfa, mientras le soltaba un manotazo amistoso en la espalda. EI hombre bigotén salié del cuartel mientras el policia blanco caminaba de regreso ala oficina de la que habia salido, regaiiando entredientes algo que no pude escuchar. ‘Yo me sentia casi desesperada porque no nos aten- dan nunca, Estaba claro que no teniamos para cusin- do porque los dos hombres (el policia y el bigotudo) estuvieron hablando junto a nosotros, pero no nos vieron. Me paréy fui con todo y la Sole donde el po- licia gordo, que recién se acordé de nosotros cuando me vio parada frente a 4, Se levanté de su escritotio, ‘entré a otta oficina y, cuando volvié, nos hizo pasar. Nos atendié el mismo policia blanco que ya habia visto antes hablando con el hombre de bigoteridiculo, Encontramos borado a este solenodonte en la plaza El Naranjo -le dijo Pancho al policfa, después de saludarlo y darle nuestros nombres, y me hizo una sedi para que sacara Ia jaula. 37 peice posserr Nosotros no lo podemos tener, porlo que decidimos centregarlo aqui para que lo lleven a un tefugio ~dijo Pancho, con la misma vor. de hombre importante de antes. E] policfa blanco no dijo nada, pero me fijé que le brillaban los ojos mientras estiraba las manos para recibir la jaula. ~ Selo podemos dejar, verdad? ~continué diciendo Pancho, y ahi sf que le salié la vor al policta: Pol supuesto, aqui lo vamo a cuidal! ~y puso cata de felicidad, como si se hubiese ganado la lo- teria—., Estos ratones son muy escasos y peligrosos =y cuando dijo ratones, me di cuenta que habia sido sobre solenodontes su conversacién con el hombre de bigote como escobillén. Me empecé a acordar de todo lo que hablaron, bien perdida en mi mente, mientras senti que Pancho tironeaba la jaula para entregirsela al policia. A esas alearas ya me habia arrepentido de dejar a la pobre Sole en el cuartel porque, més encima se me pasaban ‘como peliculas las imagenes de loros dentro de tu- bos de plistico, monos todos fajados y amarrados al cuerpo de un traficante caprurado en la aduana de un aeropuetto y hasta la foto tan horrible que vien una campafia del Greenpeace, en donde mostraban un 38 ‘montén de pajatitos muertos dencto de una malera Yo quiero mucho 2 la Sole, igual que mis ami- gos —

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