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4 momentos

un momento para el canto, otro para la ejecución


instrumental, otro para la escucha y otro momento para el movimiento.

La voz y el canto.
a través de la imitación o de la respuesta y la variación,
abriendo un juego sonoro en el que puede incluir al resto del grupo

Sumar actividades que impliquen, por ejemplo, la


evocación de sonidos del contexto, de animales, o de fenómenos naturales y también
juegos o canciones
que dejen espacios para intervenciones vocales por parte de las niñas y los niños amplía
el conocimiento
de la propia voz y sus posibilidades expresivas, abriendo camino al mundo del canto

Los juegos de sorteo, adivinanzas, jitanjáforas y trabalenguas son recursos literarios que
aportan la
riqueza de sus elementos rítmicos, melódicos y lúdicos, generando el encuentro de la
voz hablada y sus
posibilidades expresivas. (Ver Literatura)

es importante el armado de un cancionero que incluya también música de los pueblos


originarios, en el marco de la interculturalidad y el respeto a la diversidad.

El Universo Sonoro

exploración sonora y de la producción. La


exploración de los distintos objetos productores de sonido, instrumentos musicales,
cotidiáfonos o el
propio cuerpo es la instancia primigenia, que necesita de un tiempo y de la intervención
docente como
guía y orientación de la misma. Según los materiales que se ofrezcan y las propuestas de
enseñanza que
se diagramen, la exploración irá tomando distintos cauces, para llegar a otras instancias
de producción,
creación de paisajes sonoros, orquestación de canciones, o juegos musicales.

La escucha atenta y la observación dentro del momento de la exploración puede ser


también una puerta
para tomar y trabajar los modos de acción: percutir, sacudir, frotar, entrechocar.

relación entre los materiales y sus propiedades sonoras: superficietextura,


tamaño-registro, tensión-altura, forma -sonoridad.

La escucha de los sonidos del entorno del jardín -los de dentro y los externos -, podrá
trabajarse a partir
del registro de éstos, para llegar a su evocación, y según lo que vaya surgiendo en cada
ámbito, por
ejemplo, abrir ventanas para dialogar sobre la incidencia del exceso de ruidos en la vida
de las personas
y la contaminación sonora. Elaborar una lista y/o grabar los sonidos del entorno,
permite recuperarlos,
volver a escuchar, dando lugar al diálogo y al intercambio: expresar las sensaciones que
producen los sonidos, describirlos y pensar en la relación con el momento y el lugar
donde fueron escuchados, lo que propicia en las niñas y los niños la apertura hacia la
concientización del entorno sonoro. (Ver Educación
Ambiental Integral)

La creación de paisajes sonoros: el río, el mar, el bosque etc.

El armado de una instalación sonora Asimismo, la creación de cotidiáfonos

Habilitar el encuentro de fragmentos literarios, poesías, cuentos o leyendas con el


mundo de los sonidos
abre un campo de posibilidades, que puede tener distintos puntos de partida, es decir, de
lo literario a lo
musical o viceversa. Ambos campos pueden plasmarse en producciones en las que texto
y sonido
contengan distintos planos, momentos o jerarquías, con alternancias o superposiciones,
de manera tal
que ninguno pierda su riqueza, se potencien y no se opaquen. (Ver Literatura)

La escucha sonora y musical

Para abordar la escucha es importante tener en cuenta que la misma nunca es pasiva,
hay siempre algo
de nosotras y nosotros que se moviliza y se pone en juego al momento de escuchar
música. las emociones,
recuerdos y vivencias personales

sin escucha no hay actividad musical posible.

En relación con los contenidos y actividades específicas de la escucha podemos


encontrar en la audición
activa de la música una herramienta de excelencia para acercar a niñas y niños,
permitiendo un contacto
vivencial con músicas del repertorio universal de diversos autoras y autores, épocas,
estilos y lugares:
música folclórica, música de los pueblos originarios, música académica, tango y jazz,
entre otros.
Para la selección del repertorio de las piezas musicales, así como para sus formas de
abordaje, deberán
tenerse en cuenta aspectos compositivos que sean sobresalientes y claramente
evidenciables, como, por
ejemplo: una estructura formal clara, motivos que se repiten, partes contrastantes,
contenido evocativo
(música descriptiva o programática), música que invite al movimiento. De estos
aspectos se desprenderá
la propuesta didáctica y se invitará a niñas y niños a la escucha, con alguna premisa de
participación. La escucha de canciones estará destinada a la apreciación y el
acrecentamiento del horizonte cultural de
las niñas y los niños. Como toda actividad de escucha necesitará realizarse en un
momento y espacio que
sea cómodo y silencioso, convocante para tal fin. Abordar el repertorio de la música
folclórica de
nuestro país permitirá el conocimiento de los instrumentos de cada región, abriendo la
puerta al
encuentro con las diferentes festividades y tradiciones, enriquecidos por la presencia el
de los cuentos y
leyendas. Los pueblos originarios son portadores de una gran riqueza sonora con sus
cantos,
instrumentos, danzas, leyendas y tradiciones para conocer y vivenciar desde la audición.

La música y el movimiento

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