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A Eva y Arnau,

por soportarme durante tantos años.


¡Que te relajes, coño! 2

Contenido

Para reflexionar
La sociedad de hoy
La vida en un instante
La vida a cada momento
¿Porque relajarse?

Para relajarse
Pasear
Baños de bosque
Meditación guiada
Meditación taoísta
Chi Kung

Conclusión final
¡Que te relajes, coño! 3

La sociedad de hoy

No creo desvelar ningún secreto, si te digo que


la sociedad en la que vivimos hoy en día nos impone
un ritmo de vida estresante. Es evidente que no todo
el mundo vive la vida de este modo, e incluso, los hay
que se encuentran a gusto bajo este continuo estado
de tensión; a pesar de ello, hablando en términos
generales, creo que todos estaremos de acuerdo con
este principio y si eres de la afortunada minoría que
vive la vida sin estrés, te agradezco que hayas
comprado este libro, pero ya te digo a partir de ahora,
que no te va a servir de mucho.
A lo que íbamos… el día a día de la mayoría de
los humanos empieza cuando un pequeño artefacto al
que llamamos despertador, (o puto despertador,
según el sueño que tengamos) emite una serie de
sonidos que nos saca de un estado de recuperación
física y mental al que llamamos sueño, por norma
general todos maldecimos el susodicho aparato, hasta
tal punto que existen modelos que son a prueba de
golpes. Lo más gracioso de todo, es que somos
nosotros mismos quienes compramos y programamos
el despertador para que nos torture cada mañana.
¡Que te relajes, coño! 4

Pero la pregunta sería… ¿por qué tenemos que


interrumpir nuestro sueño y levantarnos de la cama?
Ya sé que muchos de vosotros responderéis:
¡para ir a trabajar, imbécil!, y en cierto modo es
evidente que esa es la razón, pero la pregunta que yo
me hago es: ¿por qué no podemos dormir el tiempo
suficiente que necesita nuestro cuerpo para
recuperarse?
El ser humano ha estado siglos procurándose el
sustento para su existencia antes de la llegada de este
artilugio, entonces ¿por qué es tan necesario su uso
en este momento?
Personalmente creo que la respuesta correcta
es: el cumplimiento de los horarios. Debemos
empezar nuestro trabajo a una hora en concreto,
debemos adaptar nuestro ritmo biológico al horario
que nos marcan nuestras obligaciones, no importa si
vives a cinco minutos o a una hora y media del trabajo,
da igual si eres soltero y sin hijos o si por el contrario
tienes cinco hijos, a tus padres y un cónyuge
insolidario viviendo en tu misma casa. Debes adaptar
tu ritmo de vida para poder cumplir con el dichoso
horario, ¿a alguien más esto le parece inhumano?
Desde la llegada de la industrialización, la
sociedad se ha visto obligada a seguir unas pautas
generalizadas para poder realizar tareas de forma
¡Que te relajes, coño! 5

colectiva, clara muestra de ello es el borreguismo


laboral en el que nos encontramos la mayoría de
nosotros inmersos, y que, visto con perspectiva, no
dista mucho de la parodia cinematográfica que
Charles Chaplin expuso en la película “Tiempos
Modernos”.
No intento ser el instigador de un movimiento
social que se revele contra el orden establecido,
solamente quiero hacer evidente la obligación de
adaptar nuestras vidas a los horarios impuestos por
otros, horarios que, dicho sea, son totalmente
antinaturales.
El ser humano está biológicamente preparado
para despertarse con la salida del sol y acostarse al
poco rato de que la noche cubra el cielo, ¿cuántos de
nosotros nos despertamos en invierno en plena noche
y volvemos a casa con las estrellas en el cielo?
Resumiendo, ya en el mismo momento que
empezamos un nuevo día, lo hacemos de una forma
contraria a lo que nuestro cuerpo necesita, y eso que
aún no nos hemos tomado ni el primer café de la
mañana.
A partir de este momento, nos vemos envueltos
en un sinfín de situaciones que nos llevan a actuar de
un modo antinatural: tomamos cafeína para
despertarnos, nos desplazamos hasta nuestro lugar
¡Que te relajes, coño! 6

de trabajo tensos y pendientes de que nada nos


retrase, en nuestro lugar de trabajo nos sometemos a
un estado de estrés constante para ofrecer el mayor
rendimiento laboral posible, comemos de forma
rápida y compulsiva pendientes de la hora de
reincorporarnos a nuestro puesto de trabajo, y al fin,
al finalizar la jornada, volvemos a nuestros hogares
con el tiempo justo de preparar la cena, desconectar
las neuronas con un poco de tele e irnos a dormir para
poder volver a empezar de nuevo.
Lo sé, he sido muy amable, no he hablado de la
gente que toma pastillas junto con el café para poder
despertarse, ni de los atascos insufribles que nos
provocan taquicardias antes de entrar en el trabajo, ni
mucho menos de los jefes de departamento que
tienen como única misión amargar la vida a todos sus
subordinados; pero que queréis que os diga, soy así
de optimista, parto de la base de que tú eres uno de
esos pocos afortunados que tiene una vida de mierda,
en lugar de una vida de puta mierda.
¿Pero entonces que?, ¿debemos resignarnos a
ello?, ¿no hay salvación para la humanidad?,
sinceramente creo que no, la humanidad no tiene
salvación, pero creo que cualquiera puede bajarse de
este tren, o como mínimo, puede disfrutar del paisaje,
y quien sabe, si somos muchos los que nos apeamos o
¡Que te relajes, coño! 7

disfrutamos de las vistas, igual estoy equivocado y


resulta que la humanidad sí que tiene salvación.
Entonces, ¿qué podemos hacer para sobrevivir?
Evidentemente la respuesta sencilla sería
decirte que rompas con todo, cómprate una casa en
el campo con unas cuantas hectáreas de terreno,
cultiva tus propios alimentos y disfruta de cada puesta
de sol… aunque suene muy bonito, estoy convencido
de que la mayoría de la gente se moriría de asco al
cabo de una semana viviendo en estas condiciones,
(por muy triste que esto sea), ¿por qué?, pues
simplemente porque ya no estamos acostumbrados a
vivir este estilo de vida e imponerlo de repente sería
tan alocado, como andar durante cinco horas por el
monte si nunca has salido anteriormente de la ciudad.
En lugar de hacer cambios radicales, vamos a
hacer las cosas poco a poco, igual de este modo no se
nos llenan los pies de ampollas y no tenemos que
pasarnos una semana encerrados en casa para
recuperarnos.
Empecemos tal y como hemos hecho
anteriormente, por el momento de despertarnos,
cuando nuestro buen amigo el despertador lanza sus
berrinches al cielo para arrancarnos de los brazos de
Morfeo.
¡Que te relajes, coño! 8

Una técnica que utilizo desde hace un tiempo y


que me funciona muy bien, es usar sonidos de pájaros
como tono de alarma. Creo que hoy en día todo el
mundo tiene como mínimo un teléfono móvil y
existen infinidad de aplicaciones que hacen la función
de despertador, en ellas puedes elegir el sonido que
deseas para despertarte (si no sabes cómo hacerlo,
estoy convencido que tienes un amigo “mu apañao”
que te ayudará). Sobre este punto te diré que, al tener
el teléfono tan cerca, es preferible que lo pongas en
modo avión mientras duermes, a pesar de que todos
los estudios dicen que las ondas no son dañinas para
el celebro, hay otros muchos estudios que
demuestran que interfieren en nuestro descanso. Lo
perfecto sería que tuvieras un teléfono antiguo y que
lo configurases como despertador en modo avión, o
bien, que te compres un despertador con dichos
sonidos.
Muy bien, ya nos hemos despertado y hemos
conseguido empezar el día sin sobresaltos, a ver hasta
donde llegamos…
Otra cosa que te recomiendo, aunque soy
consciente de que esto ya es algo más personal, es
que pongas una doble alarma, con un margen de
separación de unos cinco minutos, lo suficiente como
para que te quedes dormido de nuevo sin caer en un
sueño profundo.
¡Que te relajes, coño! 9

Se que muchos de vosotros pensareis: ¡si


hombre, voy a perder cinco minutos de sueño
despertándome para volver a dormirme!; antes de
que llames a la Santa Inquisición para que me quemen
por hereje, analicemos la situación… la mayor parte
de nosotros duerme menos horas de las que necesita,
por tanto, en el momento en que suena el
despertador nos encontramos inmersos en un sueño
profundo, salir de este sueño requiere por nuestra
parte un gran esfuerzo y el hecho de despertarnos y
volvernos a dormir nos permite volver a relajar
nuestro celebro, pero dejándolo en un nivel de
conciencia superior, así cuando suena el despertador
por segunda vez no debemos realizar un esfuerzo tan
grande para levantarnos de la cama. Por lo que se
refiere a los cinco minutos de sueño que hemos
perdido, sinceramente, si cinco minutos marcan una
diferencia tan grande para tu descanso, siento ser yo
quien te lo diga, pero tienes un grave problema de
horas de sueño. Aún en el caso de que solamente
durmieras seis horas (cosa insuficiente para la
mayoría de los seres humanos) esto representaría
que, en lugar de dormir tres cientos sesenta minutos,
dormirías tres cientos cincuenta y cinco, ¿de verdad
crees que es tan grande la perdida?, sobre todo
teniendo en cuenta que, a los treinta segundos de
haber apagado el despertador por primera vez ya
volverás a estar dormido.
¡Que te relajes, coño! 10

Perfecto, ya estamos despiertos, y lo hemos


hecho escuchando el sonido de los pájaros, las olas del
mar, los grillos del bosque o el canto de las ballenas (y
evitando un dolor terrible en las rodillas, al no
dejarnos caer de la cama para evitar volver a
quedarnos dormidos), sigamos…
La mayoría de la gente lo primero que hace por
la mañana, después de ir al baño, es ingerir una
cantidad de cafeína suficiente para conseguir que sus
parpados se despeguen, bueno sería comentar
llegado este punto que se recomienda el consumo de
teína por encima de la cafeína, aunque debo
reconocer que ya es suficiente duro tener que
levantarse por la mañana, como para que encima te
digan que no te puedes tomar ni un misero café. Por
lo que se refiere a las pastillas existentes en el
mercado para realizar dicha función, no voy a opinar
al respecto, ya que tanto la cafeína como la teína son
sustancias excitantes, pero si te diré que siempre que
exista la posibilidad de tomar un producto de origen
natural frente otro de origen químico, no deberías ni
plantearte cual es preferible, y no me digas que las
pastillas llevan cafeína natural, porque si esto es así,
mejor tomate un café (o un té), el aroma que
desprende te hará dibujar la primera sonrisa del día
en tu cara, aunque sea como la del yonqui que se
inyecta su dosis en la vena.
¡Que te relajes, coño! 11

¿Tenemos todos ya los ojos abiertos?, perfecto,


pues aprovechando que esto es así vamos a hacer una
de las mayores locuras que existen, levantaremos la
persiana y miraremos por la ventana para poder ver
qué día hace.
El ser humano, nos guste o no, tiene un fuerte
lazo con la naturaleza, tal vez sí que en estos últimos
años nos hemos alejado de los árboles, los rios y las
montañas, pero los miles de años de evolución en
convivencia con nuestro entorno natural todavía nos
influyen, nuestra memoria genética nos lleva a
aquellos tiempos en que la humanidad se encontraba
totalmente condicionada por la situación
climatológica.
Es muy sencillo, solamente hace falta levantar
la persiana de cualquier ventana y mirar a la calle, si
eres de los afortunados que pueden ver el cielo, no te
reprimas y hazlo, y si tienes un pequeño balcón que te
permite salir al exterior de tu vivienda, no lo dudes,
son sólo treinta segundos, creo que, de momento,
nadie se ha muerto todavía por salir treinta segundos
a la calle (si vives en Alaska o Siberia te recomiendo
que te pongas una chaqueta).
Mira el cielo, incluso si es de noche, toma
conciencia de que vives en un planeta que se desplaza
por el universo a una velocidad de ciento siete mil
¡Que te relajes, coño! 12

doscientos ochenta kilómetros por hora sin colisionar


con ningún otro objeto (da vértigo ¿verdad?), que de
entre todos los planetas existentes en el sistema solar,
el tuyo es el único que te permite vivir en él sin
bombona de oxígeno, se agradecido por ello y respira,
llena tus pulmones de ese aire que te permite seguir
vivo, valora y agradece la vida, tanto la tuya como la
que te rodea.
Llegados a este punto, es momento de
dirigirnos al trabajo, y al igual que nosotros, tal y como
hemos dicho anteriormente, la mayoría de las
personas hacen lo mismo y a la misma hora cada
mañana, la consecuencia directa de ello es que las
carreteras y los medios de transporte se colapsan,
esperemos que la implementación del teletrabajo
mejore esta situación, pero hoy por hoy, aún es un
problema real.
Debo reconocer que en este aspecto soy un
afortunado, vivo en una pequeña ciudad y a pesar de
que por las mañanas suele haber una mayor afluencia
de tráfico, no tiene comparación con las retenciones
que se forman en las grandes ciudades. Cuando por
alguna razón he tenido que desplazarme hasta
Barcelona en hora punta, siempre intento hacerlo con
media hora de antelación, ya que esa media hora me
ahorra los grandes atascos, a pesar de ello, puedo
entender que no todo el mundo puede permitirse
¡Que te relajes, coño! 13

este lujo diariamente, en este caso, solo se me ocurre


contarte un secreto que muchos conductores parece
que desconocen (tanto en las grandes como en las
pequeñas ciudades), por mucho que aprietes el
claxon, el atasco no se va a disipar antes.
Supongo que todos habéis visto personas con la
cara roja, los ojos inflados y maldiciendo a todos los
vehículos que se encuentran delante de él, y también
habréis visto a personas sentadas en una posición
relajada, aparentemente escuchando un programa de
radio o incluso siguiendo el ritmo de una canción,
pues bien, tal y como dijo Albert Einstein, el tiempo es
relativo y no sé si lo dijo por esto o no, pero te aseguro
que el candidato al ataque cardiaco siente que pasa
mucho más tiempo en el atasco que el bailarín que
tienes en el coche de detrás.
Mi consejo es que busques una emisora de
humor matinal, hay una gran variedad y existen para
todos los gustos, comprobarás que los atascos son
más fáciles de soportar. Deja los programas
informativos o los puramente musicales para otro
momento, ahora lo que necesitas es evadirte de la
tensión y la sonrisa es una gran aliada.
Después de dejar tu coche aparcado ya has
llegado al trabajo. De momento te has despertado
escuchando los pájaros, activado las neuronas de tu
¡Que te relajes, coño! 14

celebro envuelto en el aroma de un buen café (o té),


llenado tus pulmones con el aire fresco de la mañana,
reído con las locas ocurrencias del locutor de turno y
puede ser que incluso hayas bailado al ritmo de
Michael Jackson, no está mal, y eso que sólo son las
nueve de la mañana (para el tema del aparcamiento,
en el caso de que no tengas una plaza asignada, lo
siento, los milagros en Lourdes). Ahora llega lo difícil,
el imbécil de tu jefe de sección, pero tranquilo,
también encontraremos la manera de hacer frente a
esa situación.
Desconozco si esto mismo ocurre en todos los
lugares de nuestro planeta, supongo que así es como
mínimo en la mayoría de los países basados en el
capitalismo y es el miedo que tenemos a perder el
estatus económico que hemos alcanzado (aunque ello
nos lleve a vivir la vida de un modo que nos produzca
más penas que alegrías).
Un claro ejemplo de ello es el lugar de trabajo,
estamos dispuestos a soportar una agonía diaria de
ocho horas para poder tener, en el mejor de los casos,
un sueldo digno que nos permita sufragar nuestros
gastos diarios. Pero ¿porque no podemos desarrollar
una actividad laboral que nos satisfaga, en un entorno
de trabajo agradable?
¡Que te relajes, coño! 15

No estoy diciendo que tengamos que encontrar


un trabajo donde se nos pague por no hacer nada, no
confundamos las cosas, me refiero al tener un trabajo
que no nos suponga un trauma diario. Parece que
tenemos asumido que ir a trabajar es nuestra
procesión natural como adultos “responsables” y digo
lo de responsables entre comillas porque es la idea
que nos han inculcado: “debes aguantar en el trabajo
lo que sea para poder mantener a tu familia”
¡MENTIRA!
Debes realizar un trabajo que permita generar,
directa o indirectamente, una serie de beneficios
económicos para la empresa, y de este modo, esta
dispondrá del capital necesario para ingresar tu
nómina a final de mes. Si lo haces puteado y amargado
en lugar de contento y motivado, es cosa tuya.
Me viene a la memoria el cartel que hay colgado
en un pequeño bar de mi pueblo:
“Lo más importante de esta casa son sus
trabajadores, si ellos están contentos los clientes
también lo estarán”
Tan simple y tan cierto, que asusta.
Debemos ser conscientes de que pasamos
muchas horas de nuestra vida en el trabajo, si estamos
descontentos con aquello que hacemos, lo mejor que
¡Que te relajes, coño! 16

podemos hacer es simplemente cambiar de trabajo y


llegado el caso, sospesa si el sueldo a percibir
compensa el puteo a aguantar.
Tampoco te estoy diciendo que mañana mismo
renuncies a tu trabajo, simplemente te estoy
exponiendo que el mundo es muy grande y que
trabajos hay muchos, por tanto, empieza a buscarlo y
cuando lo encuentres, haz el cambio.
Siempre me han dado mucha pereza las
personas que no hacen más que quejarse de su
trabajo, día tras día, año tras año y no hacen nada
para solucionarlo, ¿de verdad tienes tan poca
confianza en ti mismo como para no creerte capaz de
encontrar algo mejor?; no creo que existan malos
trabajadores, creo que existe gente que está
desarrollando un trabajo que no les motiva para nada.
A lo largo de los años he trabajado de botones,
camarero, barman, locutor de radio, electricista,
comercial, técnico informático, profesor y algún que
otro empleo que ahora mismo no recuerdo, en todos
ellos he ganado dinero para sufragar mis gastos, en
algunos más que otros, pero siempre se me ha pagado
por hacer el trabajo, entonces ¿porque tanto
cambio?, simplemente porque o bien eran trabajos
temporales o bien al cabo de los años me he cansado
de realizar dicho trabajo, en cualquier caso, cuando he
¡Que te relajes, coño! 17

creído necesario cambiar, he buscado otra opción que


me interesase más y he hecho el cambio. No siempre
aparece al cabo de pocos días, tampoco te quiero
engañar, pero, si no buscas, seguro que no
encuentras.
Ten clara una cosa, nadie puede vivir la vida por
ti, así pues, procura vivir tu vida. No vale la pena estar
desperdiciando ocho horas diarias de tu vida un año
tras otro, ¿has contado alguna vez cuantas horas estas
trabajando a lo largo de un año?, en España la jornada
anual media es de mil ochocientas horas, ya no te digo
a lo largo de tu vida. Pero insisto, no te estoy diciendo
que tomes decisiones precipitadas, lo único que te
pido es que no tengas miedo, miedo al cambio, miedo
a no poder programar con antelación los próximos
doce años, miedo a lo que puede pasar mañana.
A finales del 2019 mi mujer y yo decidimos
finalizar el proyecto empresarial que llevábamos
desarrollando durante los últimos diez años, nos
dimos cuenta de que habíamos perdido la ilusión por
tirar adelante nuestra pequeña empresa y decidimos
hacer un cambio y como queríamos romper
completamente con aquello que habíamos estado
haciendo, decidimos montar un restaurante. Para los
que no estéis puestos en el tema, os diré que abrir un
restaurante tiene bastantes quebraderos de cabeza y
una respetable inversión a realizar. A pesar de todo
¡Que te relajes, coño! 18

ello, conseguimos iniciar nuestra nueva etapa con un


pequeño local en el que pusimos toda nuestra ilusión;
veintiocho días después de la inauguración, se declaró
el primer confinamiento a nivel nacional por la
pandemia del COVID19.
Como os podéis imaginar, en una situación de
este tipo, las dudas te invaden y no puedes dejar de
preocuparte por lo que va a pasar, te encuentras
sobrepasado haciendo cálculos de cómo hacer frente
a los préstamos que has solicitado y a los gastos del
día a día mientras tu fuente de ingresos permanece
cerrada. Al cabo de unos días, mi sobrino Enric, al
verme tan desanimado y preocupado, me presto el
libro de Thich Nhat Hanh titulado Miedo, no quiero
hacerte espóiler sobre esta lectura que recomiendo
con los ojos cerrados a cualquiera (y más si estás
leyendo este libro), solamente te diré que no te
preocupes por lo que pueda pasar de aquí a doce
meses, ni tan sólo en seis semanas, pues mañana
mismo puede declarase una pandemia mundial y
fastidiarte todos los planes.
Insisto, estoy diciendo que no tengas miedo, no
que seas un irresponsable. Sin miedo podrás ver las
cosas con mayor claridad y perspectiva, y de este
modo podrás planificar mejor los cambios que quieres
llevar a cabo en tu vida.
¡Que te relajes, coño! 19

Dicho esto, volvamos a nuestro jefe de sección,


aunque creo que la respuesta es más que evidente, si
tu vida no te gusta como es, cámbiala. Y mientras
encuentras el modo de que esto pase, piensa que, el
pobre desgraciado que no tiene otra motivación en
esta vida que amargarte el día con sus estúpidas
exigencias, posiblemente tenga a otro imbécil por
encima de él que le está haciendo lo mismo. Debemos
desarrollar la empatía para poder entender que, en
ocasiones, las reacciones de las otras personas se
encuentran originadas por situaciones que en la
mayoría de los casos desconocemos.
Recuerdo una conversación que mantuve con el
gerente de una empresa de servicios, durante la
charla comentamos que los trabajadores suelen
quejarse de los gerentes y de cómo estos parecen
estar por encima de todo sin tener que dar
explicaciones a nadie. En realidad, estas personas no
se dan cuenta de que los gerentes, a diferencia de la
creencia generalizada, tienen muchos jefes de sección
que les presionan constantemente, ya que, para el
gerente, su jefe de sección es el cliente. Con ello lo
único que quiero que entiendas es que, en el trabajo,
quien más quien menos, todos se encuentran
sometidos a cierta presión, pero cuidado, he dicho
presión no opresión.
¡Que te relajes, coño! 20

Llegados a este punto, creo totalmente


innecesario seguir analizando el resto del día a día, ya
que, por desgracia, en la mayoría de los casos este se
resume en levantarse, ir al trabajo y volver a casa, y es
precisamente esta rutina diaria y sin motivación
alguna la que hace que nos encontremos cansados,
apáticos y de mal humor.
Pero hay otra vida posible y creo que nos
jugamos demasiado como para no intentar
encontrarla, ¿te apetece descubrir como cambiar las
cosas?, si es así, te animo a seguir leyendo.
¡Que te relajes, coño! 21

La vida en un instante
La sociedad actual nos ha inculcado la idea de
que todo aquello que es caro es bueno, y de acuerdo,
reconozco que la suite del Hotel Burj Al Arab de Dubái
debe de ser un lugar muy agradable donde pasar la
noche y sin duda el resort Banwa Private Island, en el
archipiélago de Palawan en Filipinas, tiene que ser un
lugar magnífico para ir de vacaciones, pero a pesar de
ello, no debemos caer en la tentación de intentar vivir
fuera del alcance de nuestras posibilidades,
sencillamente porque ello nos hace conocer a la
señora Angustia, y esta, va cogidita de la mano del
señor Estrés y por si te habías olvidado, esto es lo que
estamos intentando evitar.
Ya sé que me dirás que he ido a buscar algunos
de los ejemplos más caros del mundo, el precio por
noche del hotel puede llegar a los diez mil euros y cien
mil en el caso del resort (si, de verdad, lo has leído
bien, sino te lo crees te animo a que lo busques en San
Google), pero aplicando la máxima de que soñar es
gratis, pues soñemos a lo grande.
Y eso es así porque todos, quien más quien
menos, deseamos vivir experiencias excepcionales.
¡Que te relajes, coño! 22

El problema no es soñar con el hecho de poder


vivir dichas experiencias, el problema es obsesionarse
de tal modo que lleguemos a ser capaces de
sacrificarnos por ello durante semanas, meses o
incluso años… y no es que me parezca mal el tener
esta ilusión y esforzarte por conseguir lo que anhelas,
lo único que te pido es que disfrutes del camino y
evites que el intento de alcanzar tus sueños te
provoque estados de ansiedad.
Lo que quiero decir es que, pasarte quince días
de vacaciones en el Sheraton Princess Kaiulani de
Honolulu, en el Dar El Jed de Túnez o incluso en el
Secrets Akumal de la Rivera Maya (por poner
ejemplos más asequibles), no compensa el pasarte
todo el año puteado y soportando un trabajo que no
te interesa lo más mínimo, sólo porque te ofrece un
sueldo lo suficientemente alto como para poder
costearte dicho viaje.
Déjame exponerte un caso que refleja
claramente lo que quiero decir...
Hace años conocí una joven pareja que tenía la
ilusión de hacer un viaje a Japón (¡y quien no!
pensareis la mayoría de vosotros), pues bien, los
jóvenes tortolitos pasaron más de dos años ahorrando
para poder hacer el susodicho viaje, los fines de
semana dedicaban parte del tiempo en prepararlo:
¡Que te relajes, coño! 23

buscaban información sobre los lugares más


pintorescos, las costumbres y las tradiciones locales
(para intentar coincidir con alguna de ellas durante
sus días de estancia), se informaban de hoteles,
pensiones e incluso balnearios. Cuando llegaba el
lunes, mi compañero me explicaba ilusionado todo
aquello que había descubierto durante el fin de
semana… nuevas costumbres, nuevos lugares y como
no, nuevos precios, porque parte del tiempo lo
dedicaban a buscar la mejor opción al precio que les
permitía su economía.
Esta última puntualización es la clave: al precio
que les permitía su economía.
No es que se deba dejar de viajar, se debe hacer
dentro de tus posibilidades. Evidentemente no son las
únicas personas que he conocido que preparan así sus
vacaciones: Nepal, Kenia, Polonia o incluso Nueva
Zelanda, son algunos de los muchos lugares donde
amigos míos han ido de vacaciones utilizando este
sistema. Han preparado su viaje a lo largo de meses o
años, buscando la forma de adaptar los costes del
viaje a su capacidad económica y, además, todos ellos
coinciden en que la experiencia es mucho mayor
cuando llevas tanto tiempo preparando el viaje, ya
que, el camino que has realizado para llegar, hace que
el destino se muestre de un modo mucho más intenso
cuando al fin lo alcanzas.
¡Que te relajes, coño! 24

Recuerda, lo maravilloso de llegar a la cima de


la montaña es el camino que has recorrido para
alcanzarla.
A estas alturas del libro, ahora que ya somos un
poco más íntimos, debo hacerte una confesión… hace
unos años fui lector de novelas erótico-románticas del
tipo Cincuenta Sombras de Grey; si, perdona, no te
rías de mí (al menos no mucho), ten en cuenta que
estos libros se venden por cientos de millares (por
algo será), lo cierto es que tienen una estructura muy
bien estudiada y su trama se va desarrollando de una
forma tan dinámica que engancha.
A lo que iba… este tipo de novelas están muy
bien para leer y desconectar, pero no podemos caer
nunca en el engaño de que, nuestra felicidad,
depende de que podamos tener un estilo de vida
como el de los protagonistas. Me explico…
Chica “del montón” (espero que se entienda el
sentido de la expresión, que en ningún caso es
despectivo) conoce joven, atractivo, soltero y
guapísimo millonario que se enamora de ella. El joven
y apuesto ricachón suele vivir en un piso de unos
doscientos metros cuadrados del centro de la ciudad,
(en el ático evidentemente), su ropa, su reloj o incluso
su corbata suponen un sueño inalcanzable para el
noventaicinco por ciento de los mortales que
¡Que te relajes, coño! 25

habitamos este planeta, evidentemente cuenta con:


ama de llaves, chófer, secretaria personal y todo un
séquito de profesionales dispuestos a dejar cualquier
cosa que estén haciendo si el protagonista les hace
una llamada, ello se debe a que es el propietario de
un holding de empresas que ya quisiera para sí Bill
Gates, y por ende, su nivel adquisitivo es desorbitado,
y como no, todos ya sabemos que el dinero mueve al
mundo (o al menos, eso es lo que nos quieren hacer
creer).
Evidentemente, el tener que dirigir todas estas
empresas no le quita el tiempo necesario para poder
ir al gimnasio diariamente y tener una vida social muy
completa (principalmente por la noche), porque
resulta que el susodicho, puede dormir una media de
tres horas diarias y estar tan fresco como una rosa a
la mañana siguiente.
Por si todo esto fuera poco y para poder
demostrar que es un hombre que se sabe valer fuera
de las comodidades de la gran ciudad, posee una casa
en el campo que ya quisieran para sí muchos
terratenientes. Una chabola con embarcadero, pista
de aterrizaje, jardines interminables y una gran
bodega de vinos que le da ese toque entre rústico y
moderno que define tan bien a nuestro querido
Rockefeller Jr. (dejaremos a un lado los traumas
¡Que te relajes, coño! 26

psicológicos que le acompañan y que no vienen a


cuento para la ocasión).
Pues bien, al ver esta puesta en escena, me
viene a la memoria un gag televisivo protagonizado
por el gran Pedro Ruiz Céspedes, en él se veía a una
pareja mayor sentada frente el televisor mientras una
voz de mujer relataba:
-Paseando descalza sobre el parqué flotante de
Iroko del pasillo, contemplé los cuadros de Velázquez,
Miró y Picasso que decoran las paredes; baje por las
escaleras de mármol de Portoro hasta llegar a la
biblioteca de Sequoia donde se cobijan primeras
ediciones de Shakespeare, Cervantes y Moliere. Una
vez allí, me dirigí hasta la piscina climatizada, donde
me zambullí para dejar que los aromas de los aceites
de Argan perfumaran mi desnudo cuerpo… fue en ese
mismo instante que entendí, que poco cuesta ser feliz.
En ese momento, el hombre se gira hacia la
mujer y le dice:
-Oye Maria, ¿tú crees que nosotros hemos sido
felices alguna vez?
La coletilla del gag la ponían las letras sobreimpresas:
Los Santos Inocentes, todas las noches en la
mayoría de los hogares españoles.
¡Que te relajes, coño! 27

Pero qué triste y que cierto, darse cuenta de


cómo nos van inculcando una serie de valores y
necesidades hasta el punto de que, si no podemos
alcanzarlos, ello implica que hemos sido unos
desgraciados.
Pero vamos a ver, no dudo que alguien pueda
ser poseedor de tales bienes materiales, pero me
cuesta imaginar la cantidad indecente de dinero que
se debe tener para poder sufragar una vida a este
nivel, aunque lo que realmente se me hace difícil de
aceptar, es el hecho de que tener todas estas
propiedades te den la felicidad; básicamente porque
el dinero se acaba y para que esto no ocurra debes de
generar más dinero para cubrir el que te has gastado,
y ganar dinero implica, en la mayoría de los casos,
trabajar, y trabajar conlleva horas de dedicación, y
aquí es donde interviene la maldita regla de tres, a
más dinero más dedicación, con lo cual el resultado
final es que para ser feliz debes trabajar todo el día
(¿soy el único que ve la ironía?).
Recuerdo un curso sobre gestión del tiempo
para los empresarios donde un antiguo jefe mío
asistió por invitación, era uno de esos cursos de
autoayuda en donde intentan mostrar la importancia
de trabajar para vivir y no vivir para trabajar.
¡Que te relajes, coño! 28

Durante el curso, el profesor explicó un caso


para mí muy revelador. Contó que la familia del Sr.
Emilio Botín-Sanz de Sautuola y García de los Ríos (el
que fue presidente del Banco Santander) cuenta entre
sus propiedades con el jardín histórico de Puente San
Miguel, un jardín magnífico, con extensas praderas de
césped y con multitud de árboles de distintas especies
que acompañan al visitante a través de sus caminos
serpenteantes. Tal es el esplendor de esos jardines,
que fueron declarados bien de interés cultural en la
categoría de jardines históricos. Pues bien, el
susodicho profesor les hizo ver que la persona que
más disfrutaba de esos jardines no era el propietario
de los mismos, sino que aquel que en realidad se
sumergía en la belleza del lugar diariamente era el
jardinero, ya que el Sr. Botín-Sanz, se pasaba el día
trabajando en su oficina o manteniendo reuniones
alrededor del mundo y, por el contrario, el jardinero
estaba cada día ocho horas en aquel espacio idílico.
Lo que quiero que entiendas es que, no debes
dejar que tu vida se rija por las experiencias que
puedes llegar a comprar, porque a veces, las mejores
experiencias están al alcance de tu mano sin que te
cuesten ni un misero euro.
Nuevamente muchos de vosotros pensareis:
¡Que te relajes, coño! 29

-Pero aparte de los jardines, seguro que el


susodicho señor ha experimentado una gran cantidad
de placeres inalcanzables para la mayoría de la gente.
Evidentemente, eso es incuestionable.
Posiblemente este señor se podría haber
permitido adquirir alguna botella de la serie oro de las
bodegas AurumRed, valoradas en veinticinco mil
euros cada una o habría podido saborear el aroma de
un Gurkha His Majesty's Reserve, con un precio de
setecientos cincuenta dólares por puro e incluso lo
hubiera podido acompañar con un Cuvée Léonie, un
Coñac que ha sido vendido por ciento cincuenta y seis
mil euros.
Cuidado, no quiero decir que el Señor Emilio
Botín-Sanz fuera amante de estos lujos o placeres,
sinceramente, desconozco por completo cualquier
aspecto de su vida tanto pública como privada,
simplemente creo que era uno de los candidatos a
tener el dinero suficiente como para poder adquirir
cualquiera de estos artículos.
En este momento me viene a la memoria la
canción de Lax’n’Busto titulada Miami Beach.
(traduzco, ya que está escrita en catalán)
… si es mucho mejor lo que compro yo en el
sindicato, a cinco duros la botella "tío que estoy sin
¡Que te relajes, coño! 30

blanca", y luego nos dicen que es que somos


agarrados.
La letra de esta canción me lleva a pedirte que
busques en el recuerdo de los días pasados, no
importa si son cercanos o lejanos, intenta recordar
una situación, un momento en el que estuvieras
rodeado de tus seres queridos, comiendo una tortilla
de patatas o una paella casera de domingo, bebiendo
vino del super o una cerveza bien fresquita, recuerda
las risas y lo bien que lo pasaste. ¿Lo tienes?, pues
bien, eso amigo mío, eso sí que no tiene precio y estoy
convencido de que incluso la persona más adinerada
del mundo, estaría totalmente de acuerdo con lo que
te acabo de decir.
No estoy diciendo que no debamos desear vivir
experiencias lujosas, eso por mi parte sería hipócrita,
sino que debemos entender que el lujo no da la
felicidad, que muchas veces la búsqueda del lujo nos
ciega tanto que nos hace perder todas las cosas bellas
que tenemos a nuestro alrededor y que son
completamente gratuitas.
¿Cuánto hace que no disfrutas de una puesta de
sol?, ese cielo rojizo a lo lejos, con el sol ocultándose
detrás de las montañas, dando un tono pastel a las
nubes que lo rodean, la sensación de que un día acaba
y la renovada ilusión de lo que nos deparará el
¡Que te relajes, coño! 31

mañana. Toda esa experiencia, todo ese cúmulo de


sensaciones están al alcance de todos, no tienen
ningún coste económico y se repite cada día. Y si no
tienes la suerte de poder verlo desde el sitio donde te
encuentras, reservarte una tarde el fin de semana
para poder presenciar este espectáculo incomparable
de luces y colores que te ofrece la naturaleza.
Tenemos la gran suerte de vivir en un planeta
que está repleto de belleza, la encuentras escondida
en infinidad de lugares, desde una pequeña flor que
crece en un rincón del parque, bañada por la tenue luz
de los rayos del sol que pasan a través de las hojas de
los árboles, a el sonido del agua del mar cada vez que
una ola rompe en la orilla, mientras oyes a lo lejos los
graznidos de las gaviotas que sobrevuelan el mar, o
bien, pensemos a lo grande, los espectaculares
espacios que nos ofrece la naturaleza, que por si fuera
poco, son de acceso público, son lugares que tienen
un valor tan grande, que no se permite que sean
propiedad de nadie.
Estoy convencido de que muchas veces te has
quedado boquiabierto en Instagram o cualquier otra
red social al ver algún lugar pintoresco situado en
cualquier rincón alejado del planeta, pues bien, te
aseguro que cerca de ti hay lugares tan fantásticos y
maravillosos como ese, lo que ocurre es que no
sabemos valorar aquello que tenemos.
¡Que te relajes, coño! 32

Si lo piensas detenidamente, seguro que tienes


cerca de ti un lugar especial, puede ser una arboleda,
una playa, un lago, un parque, un museo, un edificio…
existe un sinfín de posibilidades.
En mi caso, yo vivo en un pueblo marítimo, justo
donde empieza la Costa Brava. Que decir de la Costa
Brava, sus playas son famosas en todo el mundo, esas
calas escondidas entre las rocas escarpadas, hacen
que su simple visión te transporte a un mundo de paz
y recogimiento. Pues sí señores, hay mucha gente
que, viviendo en la Costa Brava, ha estado ahorrando
durante todo un año para poder hacer unas
vacaciones de diez días en el Caribe y no conoce ni una
cala de Tossa de Mar, Calella de Palafrugell o
Cadaqués
Y con esto no estoy diciendo que no debamos
hacer un viaje a la otra punta del mundo para disfrutar
de unas merecidas vacaciones, lo que pido es que
aprendamos a valorar más lo que tenemos: La Selva
de Irati en Navarra, El Parque Nacional de Timanfaya
en Lanzarote, La Playa de las Catedrales en Galicia, el
parque natural Torcal de Antequera en Málaga, las
cuevas del Drach en Mallorca o el parque natural de
la Garrotxa en Girona, son sólo algunos de los
incontables lugares que hay dentro del territorio
español y que poseen una belleza comparable a la del
volcán de San Pedro en Guatemala, el valle de Funes
¡Que te relajes, coño! 33

en Italia, la Isla Feroe en Dinamarca o la bahía de


Halong en Vietnam; lo más gracioso del caso es que
los daneses se mueren de ganas por ir a Mallorca y los
mallorquines quiere ir a Dinamarca, e insisto (a temor
de hacerme pesado), me parece fantástico, siempre
que ello no nos oculte la belleza que tenemos a
nuestro alrededor.
Lo que estoy intentando exponerte es, que no
importa donde vayas, lo que de verdad importa es la
actitud que tomes al vivir las cosas, ya sea una cerveza
compartida con un buen amigo o un viaje a la otra
punta del mundo, que no por viajar al mismísimo
Tokio vas a tener asegurada una de las mejores
experiencias de tu vida, que el ahorrar para poder
viajar u obtener un bien material, no compensa si
tienes que estar amargado durante un año para ello.
¿Quieres hacer el viaje y necesitas ahorrar?, adelante,
hazlo, pero no porque sea lo que te ha dicho todo el
mundo que tienes que hacer para ser feliz, sino
porque quieres y puedes permitírtelo, sin que ello
afecte a tu día a día.
Existe la leyenda de que Steve Jobs pronunció
en su lecho de muerte las siguientes palabras
(desconozco si es cierto o no, pero a pesar de ello, lo
cierto es que dan mucho en que pensar):
¡Que te relajes, coño! 34

- “En este momento, acostado en la cama,


enfermo y recordando toda mi vida, me doy cuenta de
que todo el reconocimiento y riqueza que tengo no
tiene sentido frente a la muerte inminente. Tengo el
dinero para contratar al mejor en la tarea que sea,
pero no es posible contratar a alguien para que cargue
mi enfermedad. El dinero puede conseguir todo tipo
de cosas materiales, pero hay una cosa que no se
puede comprar: LA VIDA. A medida que crecí me di
cuenta de que un reloj de trescientos dólares y uno de
tres millones muestran la misma hora, que con un
automóvil de ciento cincuenta mil dólares y uno de
quince millones podemos llegar al mismo destino, que
un vino de ciento cincuenta dólares o uno de mil
quinientos, generan la misma "resaca", que una casa
de trescientos metros cuadrados o una de tres mil,
producen la misma soledad. La verdadera felicidad no
proviene de las cosas materiales, proviene del afecto
que nos dan nuestros seres queridos".
Porque, a pesar de lo que nos quieren hacer
creer todos estos grandes publicistas con sus
campañas comerciales sobre lujos inalcanzables, no
compensa vivir una gran experiencia durante un
momento, si ello, implica el tener que quedarse
atrapado en el desánimo el resto del tiempo, lo mejor
que puedes hacer es, vivir la vida a cada instante,
saboreando todos los pequeños momentos que te
¡Que te relajes, coño! 35

ofrece este pequeño lapso de tiempo al que llamamos


vida. Y de eso, amigo mío, es de lo que hablamos en el
siguiente capítulo.
¡Que te relajes, coño! 36

La vida a cada momento


Permíteme que empiece este nuevo capítulo
con otra historia, en este caso quiero hacerte ver que
a veces anhelamos tanto una cosa, que no nos damos
cuenta de que ya la tenemos.
En este caso, los protagonistas son un pobre
pescador y el propietario de una flota pesquera. El
pobre pescador tenía una pequeña barca a remos con
la que salía todas las mañanas a pescar, lo primero
que hacía al despertar era mirar al cielo y comprobar
que el tiempo era propicio para salir a la mar, si se
daba el caso, cogía su pequeña embarcación y remaba
bajo las luces de los primeros rayos del sol para llegar
al punto donde lanzaba al mar sus aparejos.
Lentamente, los peces iban picando y él iba
recolectando su captura diaria, cuando su cubo
quedaba repleto, recogía todos los utensilios y
regresaba a la playa y una vez allí, vendía su captura y
daba la jornada por finalizada. Después de haber
almorzado y tras su correspondiente siesta
reparadora, salía a la calle y se sentaba en un banco,
y desde ahí contemplaba el atardecer mientras
hablaba con la gente y disfrutaba de su compañía.
¡Que te relajes, coño! 37

Una tarde pasó junto a él un antiguo


compañero de colegio, hacía mucho que no se veían y
empezaron a hablar. Su amigo le explicó como había
triunfado en la vida y la gran cantidad de dinero que
había llegado a acumular, y animó a su viejo amigo a
seguir su ejemplo, de este modo conseguiría ganar el
dinero suficiente para poder vivir una vida feliz.
El pobre pescador le miró con curiosidad y le
pidió que se explicara.
- Mira, (dijo el gran propietario) lo primero que
debes hacer es no volver tan pronto de faenar, no
regreses sólo con un cubo de peces, intenta regresar
siempre con dos o tres
- ¿Por qué?
- Para poder obtener más ganancias, si tienes
más ganancias de las que necesitas para vivir, podrás
ir ahorrando dinero y, llegará un momento, en que
habrás acumulado tanto capital que podrás
comprarte otra barca y contratar a alguien para que
salga a pescar contigo.
- ¿Y qué conseguiré con eso?
- Si los dos conseguís traer diariamente tres
cestos de peces, en poco tiempo, tendrás suficiente
dinero para poder comprar una barca de arrastre,
empezarás por una pequeña, pero poco a poco y con
¡Que te relajes, coño! 38

los años, podrás ir adquiriendo una barca cada vez


mayor y, al final, cuando ya poseas una gran
embarcación, podrás obtener grandes beneficios.
- ¿Y luego?
- Cuando al fin ya tengas una gran embarcación,
podrás empezar a construir tu propia flota, poco a
poco, trabajando duro y sin descanso, verás cómo va
aumentando el número de barcos que posees, hasta
que, al fin, serás propietario de una gran flota que te
permitirá ganar mucho dinero.
- ¿Y qué pasará entonces?
- Cuando tengas tantos barcos y tanta gente
trabajando para ti, al fin podrás dedicarte a disfrutar
de la vida y, con qué trabajes unas pocas horas diarias,
ya tendrás suficiente para vivir cómodamente.
En ese momento el pobre pescador miró a su
amigo y le dijo:
-Yo me levanto todos los días por la mañana y
miro al mar, cuando las condiciones lo permiten salgo
a faenar durante unas horas y vuelvo a casa, cuando
me he recuperado del esfuerzo me siento
tranquilamente a mirar el mar y a hablar con mis
amigos y tú ¿me estás diciendo que debo estar
trabajando duramente durante años, llenando mi vida
¡Que te relajes, coño! 39

de preocupaciones, para poder al final obtener


aquello que ya tengo?
Supongo que, quien más quien menos, todos
conocíamos esta historia, pero es un claro ejemplo de
lo que te quiero exponer.
Hemos de tener muy claro que es aquello que
realmente deseamos. Entiendo que el pobre
pescador, de haber seguido los consejos de su amigo,
no sólo hubiese podido salir a descansar al banco
como hacía hasta ahora, sino que, además, hubiera
comprado ropa de mayor calidad, se habría cambiado
la casa y poseería toda una serie de bienes que, en su
actual situación, no se podía permitir, pero, lo que
debemos preguntarnos es: ¿realmente necesitaba
todo eso, o él simplemente quería sentarse en su
banco junto al mar?
Tal y como he comentado anteriormente,
vivimos en una sociedad que nos inculca la necesidad
de artículos que en realidad no necesitamos, de
hecho, no conocemos la existencia de ellos hasta que
nos los ofrecen, dicho de otra manera, crean nuestra
necesidad.
Te lo expondré con un ejemplo:
Necesitas comprarte un teléfono móvil (por
decir algo que todos conozcamos), tú lo que necesitas
¡Que te relajes, coño! 40

es poder hacer y recibir llamadas, conectarte a alguna


que otra red social y utilizar los sistemas de
mensajería que todo el mundo usa, por lo que te
diriges a la tienda que corresponda y le expones tus
necesidades al vendedor, este te ofrece un móvil que
además de hacer todo lo que tú le has pedido, tiene
una cámara con una resolución de 18 Megapíxeles,
que puede hacer grabaciones en Ultra HD, y que, por
si fuera poco, se puede conectar al asistente virtual de
tu domicilio para gestionar las llamadas sin necesidad
de descolgar el teléfono.
¡Guau!, ¡alucinante!, y a pesar que las únicas
fotos que haces son las de tu perro mordiéndose la
cola, o de que nunca vas a ver los videos que grabes
en una pantalla lo suficientemente grande para
necesitar esta calidad de imagen y que el asistente de
tu casa se llama Antonia, tiene cincuenta años y es tu
madre, a pesar de que todo lo que te han ofrecido de
más no te sirve para un pijo, a partir de este momento
tu vida va a carecer de sentido si no tienes un móvil
que posea todas estas características.
Debo reconocer que los creadores de las
campañas publicitarias son unos maestros, entre ellos
Apple puede presumir de tener un gran equipo de
publicistas. Cada vez que sacan un nuevo producto al
mercado se forman largas colas para adquirirlo, hay
gente que incluso pasa la noche durmiendo en la calle
¡Que te relajes, coño! 41

para poder ser de los primero en obtenerlo, y cuidado,


que no se lo van a regalar, lo va a pagar como
cualquiera que vaya al cabo de una semana
tranquilamente, pero mira, si les hace felices ser de
los primeros en tener un nuevo modelo que no se yo
que características imprescindibles pueda tener
respecto a su predecesor, pues allá ellos, pero es que
al cabo de unos meses sacan el mismo modelo más
pequeño y más grande, ¡y hay gente que se lo vuelve
a comprar!, si esto no es puro consumismo, por favor,
que alguien me lo explique.
Lo lamento, sé que cada uno es muy libre de
hacer con su dinero lo que quiera, pero si tu vida sólo
se siente llena adquiriendo el último modelo de
cualquier tipo de producto, tal y como diría Ronald
Weasley a Hermione Granger en la saga Harry Potter:
“debes replantearte seriamente tus prioridades”.
No estoy hablando mal de la marca Apple, al
contrario, reconozco que la calidad de sus productos
está altamente demostrada, me estoy quejando de
esa necesidad que sienten ciertas personas en
adquirir un producto que realmente no necesitan,
porque seamos sinceros, no añaden ninguna función
que sea imprescindible, necesitas acostúmbrate a
esas nuevas características para poder echarlas en
falta, (y que quede claro que Apple en este caso es
únicamente la marca de referencia, eso mismo sirve
¡Que te relajes, coño! 42

para el sinfín de productos y de marcas que inundan


hoy en día nuestras vidas).
Pues ahí es donde está la moraleja de la historia
del pescador, el no necesitaba nada más de lo que
tenía, tenía una vida tranquila y podía pasarse las
tardes sentado junto al mar, evidentemente tenía que
estarse de muchas cosas, pero en el fondo, eran cosas
que él no necesitaba.
Tal y como reza el título de este capítulo, hay
que aprender a disfrutar de la vida a cada momento,
no porque ello nos llene de felicidad, que también,
sino porque al disfrutar la vida evitaremos ponernos
nerviosos. Es evidente que siempre nos
encontraremos con situaciones que nos provocarán
estrés, somos humanos y vivimos en una sociedad en
la que la competitividad está más impuesta que la
empatía (lo cual dice muy poco a nuestro favor), pero
debemos aprender a relativizar todo aquello no es
realmente importante y que, por el contrario, nos
provoca estrés.
Como ya os he comentado anteriormente, yo
soy de un pueblo de costa, en él, los fines de semana
y sobre todo en periodos vacacionales, la gente viene
a pasar unos días de descanso a nuestra localidad.
Entonces, si están de vacaciones ¿puede alguien
explicarme porque la gente conduce como locos?,
¡Que te relajes, coño! 43

¿van a contrarreloj controlando los minutos que les


quedan de fiesta antes de volver a casa?
Os puedo asegurar que es muy común ver a
alguien que está de vacaciones ponerse nervioso
porque hay una retención en la carretera, retención
que por otra parte, como comprenderéis, no tiene
nada que ver con las grandes retenciones de las
ciudades, de esas que salen en la televisión y que
hablan de kilómetros de distancia (básicamente
porque el pueblo no es tan grande), miedo da el
pensar cómo debe reaccionar esta persona cuando se
encuentra en mitad de un atasco mucho mayor, y con
la presión añadida de tener que llegar a fichar a una
hora en concreto.
Recuerda en este punto lo que hablamos en el
primer capítulo, aprende a disfrutar del momento,
por mucho que tus pulsaciones se aceleren, por
mucho que maldigas las generaciones pasadas y las
venideras de los conductores que se encuentran
delante de ti, por mucho que lo intentes, la cola no
avanzará más rápido, eso sí, no prestaras atención a
las nubes que se han formado frente de ti y que toman
el aspecto de un algodón de azúcar, o seguramente no
sonreirás al ver al niño pequeño que, paseando de la
mano de su padre, mira perplejo el globo que lleva en
la otra la mano, y estoy convencido que no
¡Que te relajes, coño! 44

aprovecharás la ocasión para hablar tranquilamente


con la persona que está a tu lado.
Supongo que te habrás dado cuenta de que me
estoy refiriendo constantemente a las necesidades
materiales, es decir, a aquellas cosas que puedes
comprar con dinero, y ello es debido a que es la
principal razón por la cual nos encontramos
estresados hoy en día. Reflexiona en todas las cosas
que haces diariamente y pregúntate como sería tu
vida si no tuvieras la necesidad de ganar dinero, si tus
gastos básicos fueran gratuitos, plantéate por un
momento que tienes un frigorífico mágico que
siempre tiene comida en su interior, los recibos de
agua, luz y gas son inexistentes, no tienes hipoteca ni
alquiler que pagar y tu ropa nunca se estropea, es
decir, todas las necesidades básicas de tu vida están
cubiertas, entonces ¿cómo sería tu vida?
- ¿Te levantarías con sueño y de mal humor?
- ¿Pasarías el día amargado al verte obligado a
hacer un trabajo que no te interesa lo más
mínimo?
- ¿Te enojarías cada mañana al encontrarte
obligado a desplazarte hasta tu lugar de trabajo
en medio de un caos circulatorio?
- ¿Te pondrías nervioso al darte cuenta de que el
dinero que tienes en el banco se acabará antes
de llegar a final de mes?
¡Que te relajes, coño! 45

¡Maldito dinero!
Pero la pregunta de verdad es:
- ¿A qué dedicarías el día si no tuvieras que
trabajar?
Llevamos tantos años trabajando, que ya forma
parte de nuestra rutina diaria, quien no ha oído nunca
a la gente jubilada quejarse de que, a partir del
momento en que se pierde la obligación de trabajar,
los días se les hacen eternos. ¿Cómo puede ser?,
simplemente, nos hemos olvidado de disfrutar de la
vida a cada momento.
Fijaros en esos grupos de personas jubiladas
que parecen adolescentes correteando por las calles,
me considero super fan de esos grupos que se reúnen
para ir a andar todas las mañanas, y no hablo de andar
por el paseo marítimo o el parque municipal, hablo de
auténticas caminatas, salen a las ocho de la mañana y
no vuelven hasta el mediodía, se han pasado toda la
mañana disfrutando de buenas vistas y una agradable
compañía y, por si fuera poco, no les ha costado ni un
miserable euro, y esta es solamente una de las
muchas actividades que se pueden hacer.
Esa es la actitud con la que todos nosotros
deberíamos afrontar nuestro día a día, porque a pesar
de que en nuestro caso tenemos la obligación de
¡Que te relajes, coño! 46

ganar dinero para poder vivir, lo cierto es que muchas


veces nos apalancamos en el sofá viendo el televisor y
sin hacer nada, y no me parece mal hacerlo de vez en
cuando, pero es desastroso que sea la única actividad
que se desarrolle fuera del ámbito laboral. Recuerda
siempre la máxima, incluso hazte un tatuaje si es
necesario para no olvidarte:
Trabaja para vivir, no vivas para trabajar.
Si lo haces de este modo, comprobarás que tu
estrés disminuye y de vez en cuando, una sonrisa
aflorará en tus labios.
Tal y como hemos comentado anteriormente,
vivimos en un mundo repleto de belleza, pero no sólo
belleza paisajística, sino que también, de belleza
humana. Tenemos la capacidad de relacionarnos los
unos con los otros, incluso hoy en día, gracias a las
nuevas tecnologías, podemos permitirnos encontrar
gente para compartir experiencias de un modo mucho
más fácil que décadas atrás.
El problema es, que no utilizamos las redes sociales
de forma correcta, tenemos diez mil amigos en
Facebook, otros tantos seguidores en Instagram y a
pesar de ello, el día que estamos de bajón, no
encontramos a nadie con quien sentarnos en una
terraza a tomar un café para desahogar nuestras
penas, o como digo yo siempre…
¡Que te relajes, coño! 47

-Tu pide cinco euros a todos tus “amigos” de


Facebook, estoy convencido que el capital de tu
bolsillo va a permanecer invariable.
Y no digo esto porque todos seamos unos tacaños
egoístas, simplemente quiero decir que no cuesta
nada hacer un “like” o un “follow”, pero mostrar
empatía y afecto por otro ser humano sin esperar
ningún beneficio a cambio de ello, esto ya son
palabras mayores. Pues bien, en realidad señores, eso
es la amistad: ofrecer sin esperar nada a cambio,
compartir aquello que tienes cuando alguien lo
necesita, saber escuchar y si es necesario, consolar.
Olvidamos que el hombre es un animal social,
hemos abandonado la interacción personal y la hemos
sustituido por la interacción virtual. Claro, así es más
cómodo, si no me interesa lo que está diciendo o no
me va bien dedicarle el tiempo que me solicita, apago
el móvil y tan contento (porque si no ha triunfado el
WhatsApp frente a las llamadas de teléfono).
El problema es que esto mismo que estamos
haciendo a aquel que nos necesita, el día de mañana,
cuando seas tu quien requieras de alguien, te va a
llegar un camión lleno de “karma” y te vas a encontrar
sólo y llorando en un rincón de tu casa, con las luces
apagadas y preguntándote como puede ser que,
viviendo en una ciudad de sesenta mil habitantes, no
¡Que te relajes, coño! 48

haya ni una sola persona que quiera venir a hacerte


compañía.
Muchos de vosotros pensareis que eso no es tan
así, que ya tenemos un par de amigos con los que
quedamos de vez en cuando y salimos a tomar unas
copas, bueno, pues ¡felicidades, campeón!, pero creo
que estás confundiendo conocido con amigo y lo
único que espero, y te lo digo de corazón, es que sepas
ver la diferencia entre una cosa y la otra, porque te
aseguro que la hay, y es muy grande.
A donde iba, cuando hablamos de vivir la vida a
cada instante, no sólo nos referimos a estar
constantemente viendo puestas de sol, calas
desconocidas o flores delicadas, lo que quiero decir,
es que debes saborear cada momento de esta vida, y
ello también se consigue con una buena charla, unas
risas compartidas e incluso compartiendo un
maravilloso momento de silencio. Y si tu excusa es
decir que te pasas el día trabajando y que ello no te
permite realizar todas estas actividades, recuerda lo
que te he comentado anteriormente, si estás
trabajando de aquello que te apasiona, disfrutarás de
tu trabajo constantemente, con presión y
preocupaciones, sin dudad, pero sobre todo y, ante
todo, disfrutándolo.
En muchas ocasiones se oye la expresión:
¡Que te relajes, coño! 49

“Vive el día de hoy como si fuera tu último día”


A pesar de que estoy totalmente de
acuerdo con la idea que esconde esta frase, debo
reconocer que de seguir el consejo literalmente, al
menos yo, dedicaría el día a despedirme de todos los
seres queridos, así pues, para no estar repitiendo
todos los días la misma rutina, mi consejo es que
intentes experimentar el máximo de sensaciones
agradables y satisfactorias (más que nada porque, a
parte de lo triste que podría llegar a ser, despedirnos
cada día provocaría que nuestros conocidos acabaran
huyendo al vernos)
Así pues, me da igual si te vas a tirar en
parapente desde la Colina del Cuervo en Gijón, o si te
encierras en la Biblioteca Histórica Municipal de
Madrid o bien si deseas pasear con un amigo por
Getxo y disfrutar del Puente Colgante y de la Playa Las
Arenas, incluso acepto que te pases tres horas
enganchado a la pantalla del televisor viendo el
Netflix, me da lo mismo, lo que realmente es
importante es que disfrutes del momento, que
aquello que hagas sea para ti una experiencia
gratificante y que te llene.
Sólo deseo hacerte una puntualización al
respecto, te aconsejo que realices distintas
actividades, no caigas en la trampa de pasarte todos
¡Que te relajes, coño! 50

los días encerrado en la biblioteca o mirando el


televisor, incluso es desaconsejable ir todos los días a
tirarte en parapente, tal y como hemos mencionado,
este mundo dispone de un sinfín de espacios para
disfrutar, pues apliquemos otra máxima:
“En la variedad está el gusto”
Recuerda, debes conseguir finalizar el día y
pensar:
“Hoy ha sido un buen día”
Es evidente que los habrá de mejores y de
peores, en eso radica parte del encanto de la vida, que
no siempre es igual, pero no permitas bajar el listón
de tus expectativas, dicho de otro modo, un día que
no has vivido es un día que has perdido y para poder
vivir el día, debes vivir los momentos que este te
ofrece.
¡Que te relajes, coño! 51

¿Por qué relajarse?


No sé si has visto la película protagonizada por
Will Smith “Yo robot”, cuando el detective Del
Spooner (Will Smith) hace preguntas al holograma del
doctor Alfred Lanning (James Cromwell) y este, al fin,
hace la pregunta clave para entender todo lo
sucedido, en ese momento el holograma responde:
- Esa, amigo mío, es la pregunta.
¿Porque debemos relajarnos?, conocemos los
beneficios que comporta para nuestro organismo el
hecho de tener una vida sin estrés:

Disminución de la frecuencia cardíaca


Disminución de la presión arterial
Disminución de la frecuencia respiratoria
Mejora de la digestión
Regulación de niveles de azúcar en sangre
Disminución de las hormonas del estrés
Aumento del flujo sanguíneo a los músculos
Disminución de la tensión muscular y el dolor crónico
Mejora de la concentración y el estado de ánimo
Mejora de la calidad del sueño
Disminución de la fatiga
¡Que te relajes, coño! 52

Disminución de la ira y la frustración


Aumento de la confianza para lidiar con problemas…
Los humanos somos capaces de ingerir
cantidades indecentes de medicamentos o de pagar
los más modernos tratamientos de salud e incluso de
hacer dietas estrictas, para poder conseguir lo que
conseguiríamos simplemente con no ponernos
nerviosos, entonces, ¿por qué no lo hacemos?
Tal y como yo lo veo, la sociedad actual nos ha
ido sumergiendo cada vez más dentro de la mierda
(con perdón), hasta que ha llegado un momento en
que nos hemos acostumbrado a su sabor (espero que
nadie se haya ofendido por la comparativa, pero
quería reflejar claramente la situación en la que nos
encontramos).
Nos movemos como zombis dentro de nuestro
día a día, cumpliendo con las obligaciones y los
horarios que nos han impuesto, nos estresamos y
somos conscientes de ello y por ello buscamos una
solución, que en la mayoría de casos, pasa por ir dos
veces a la semana a realizar cualquier terapia
relajante, lo cual me parece fantástico, maravilloso y
aconsejable SIEMPRE, pero se debe cambiar algo más,
no basta con que medites dos veces a la semana, si te
pasas el resto del tiempo sumergido en la porquería,
debes encontrar el modo de salir del entorno fecal
¡Que te relajes, coño! 53

(para decirlo de un modo más fino); recuerda: debes


vencer el miedo, si tu vida no es como a ti te gustaría,
toma las medidas necesarias para cambiarla.
No lo vas a conseguir de la noche a la mañana,
pero ya sabemos que el más largo camino empieza
por un simple paso, y aunque esta frase suene mucho
a terapia barata, te aseguro que no lo es. Cuantas
veces nos vemos superados por alguna situación, y al
ver lo difícil que es alcanzar el objetivo, ya ni siquiera
emprendemos el viaje, y muchas veces el objetivo no
es lo más importante, muchas veces lo que realmente
importa, es la experiencia vivida a lo largo del camino.
Entonces, ¿debemos ir a Meditación, Yoga, Chi
Kung,…? por supuesto que sí, ir o practicarlo por tu
propia cuenta, en caso de que poseas los
conocimientos necesarios para realizarlo
correctamente, porque de este modo, recordarás que
existe otra forma de ver las cosas, y no te conformarás
con aquello que tienes, tu mente se volverá más
lúcida y podrás diferenciar mejor lo que te conviene y
lo que no te conviene.
Porque, cuando realizas cualquiera de estas
actividades, lo que estás haciendo en realidad es
tomar consciencia de ti mismo, estás escuchándote a
ti por encima de todas las cosas, no te estás dejando
influir por los mensajes subliminales (y no tan
¡Que te relajes, coño! 54

subliminales) que te envuelven, te centras en ti


mismo, pero no de un modo egoísta, porque no
buscas nada, solamente te aíslas de todo aquello que
te envuelve y te centras en tu propio yo.
Entonces, aquí llegaría la respuesta a la
pregunta con la que iniciábamos este capítulo, ¿Por
qué debemos relajarnos?, para poder escucharnos a
nosotros mismos, y para ello, recurrimos en muchos
casos a técnicas como las que te he comentado
anteriormente, aunque no tiene que ser así
forzosamente.
Recuerdo el caso de un empresario, desconozco
si es un hecho real o ficción, pero para el caso es lo
mismo, la cuestión… ese empresario se encontró con
un amigo el cual hacía muchos años que no veía, este,
al ver lo bien que le iban los negocios, no pudo evitar
preguntarle cual había sido el secreto de su éxito. El
empresario le explicó que después de muchos años
trabajando de sol a sol, intentando conseguir
mantener su empresa a flote, llegó un momento de su
vida en que el estrés se había acumulado hasta tal
punto, que el médico le obligo a que se tomara una
tarde a la semana de fiesta, de lo contrario, su salud
podría sentirse perjudicada y sufrir daños
irreversibles.
¡Que te relajes, coño! 55

El empresario se asustó tanto que decidió hacer


caso al doctor, y todos los jueves dejo de ir a trabajar.
En lugar de ello, hacia largos paseos por una arboleda
que había en las afueras del pueblo.
Cómo era de esperar, a pesar de no poder estar
físicamente en el trabajo, las primeras semanas su
mente no dejaba de pensar en todas las tareas que
tenía pendientes por realizar, y solamente, con el
paso del tiempo, consiguió relajar su mente; al
hacerlo, dejó de centrarse en cosas específicas y
empezó a analizar las cosas desde una perspectiva
más distante.
Reflexionaba sobre la sociedad actual, el modo
en que todos mayoritariamente vivimos, de las cosas
que realmente nos importan, de aquello que
valoramos… y fue entonces, cuando vio los cambios
que debía hacer en su negocio para que tuviera una
mayor aceptación por parte de la sociedad y, por
consiguiente, un mayor rendimiento económico.
Al oír esto, su amigo le preguntó cómo había
afectado este incremento de trabajo en su vida, pues
si ya estaba saturado de trabajo antes, no podía ni
imaginar en qué situación de estrés se encontraría
ahora que la empresa había crecido, a lo cual el
empresario le respondió.
-Ahora salgo a pasear dos veces a la semana.
¡Que te relajes, coño! 56

¿Qué es lo que consiguió el empresario al hacer


estos paseos por la arboleda?, simplemente se relajó,
y ello le permitió tener su mente en un estado de
objetividad que de otro modo no hubiera conseguido.
Al relajarse perdió el miedo, y esto, le permitió tener
el valor para hacer cambios en su negocio, cambios
reflexionados, pero cambios al fin de cuentas.
Pero fíjate en que no logró llegar al estado de
relajación el primer día, ni la primera semana, del
mismo modo, no podemos pretender nosotros
obtener las respuestas de forma inmediata al
relajarnos, hay que hacer un camino, aprender de los
errores (que los habrá), y seguir paseando de forma
constante, para llegar a un estado que nos permita ver
de forma objetiva nuestra vida.
Sé que todos tenemos prisa por conseguir
nuestros objetivos, es lo que nos han enseñado:
“tempus fugit” y sí que vuela si, y la mayoría de las
veces, te das cuenta de que ha volado cuando vuelves
la vista atrás, y ves todos los años que han pasado, y
lo poco que has vivido.
Acumulamos experiencias, recuerdos, alegrías y
tristezas, pero ¿son suficientes en comparación con
todos los años vividos? o ¿hubiésemos tenido la
posibilidad de obtener muchas más?
¡Que te relajes, coño! 57

No nos fustiguemos con el pasado, porque el


pasado, pasado está, y eso sí que es importante, no
debes vivir arrepentido de todo lo que NO has hecho…
- Si lloras porque la oscuridad no te deja ver el
sol, tus lágrimas no te dejarán ver las estrellas.

Rabindranath Tagore (escritor y filósofo hindú)

Levanta ese ánimo, toma la decisión de


empezar a andar a partir de este mismo momento, de
hecho, has empezado a hacerlo a partir del momento
que empezaste a leer este libro, es más, lo hiciste
desde el instante en que tomaste la decisión buscar
alguna forma de cambiar tu vida, ese fue tu primer
paso y ahora ya estás andando por el camino.
Recuerda que, para conseguirlo, no vas a tener
que hacer grandes cambios en tu vida, no debes
hacerte erudito en ninguna materia, no es necesario
que modifiques la genética de tu organismo ni
necesitas hacerte medallista olímpico, lo único que
debes hacer es: tomar consciencia de todo aquello
que te rodea y aprender a disfrutar de cada instante
(ahora es cuando tú preguntas: ¿de qué modalidad
quieres la medalla de oro?).
¡Que te relajes, coño! 58

No, no nos vamos a rendir, por muy difícil que


parezca, todo llega si seguimos un proceso, si somos
constantes en nuestro camino y tenemos clara cuál es
la meta a la que queremos llegar.
En los siguientes apartados del libro, te voy a
exponer distintas técnicas de relajación, no son ni las
mejores, ni las peores y, evidentemente, no son las
únicas, son simplemente aquellas que a mí
personalmente me han funcionado y las que practico
con mis alumnos.
Mi consejo es que te adentres a cada una de
ellas, te expondré los distintos métodos en el que es,
a mi entender, el orden a seguir, para que te sea más
fácil poder experimentar de un modo más
enriquecedor cada una de ellas, pero recuerda que, la
finalidad de todo esto es relajarse, por lo que, si no te
sientes cómodo con alguna de ellas, mi consejo es que
la dejes apartada (que no olvidada). Muchas veces e
fracasado intentando practicar alguna de ellas y las he
experimentado de forma muy distinta al cabo de los
años, ten en cuenta que son sistemas muy antiguos y
que, por lo tanto, están más que comprobados, sino
te funciona, tal vez sea porque no es el momento de
practicarla, no tengas prisa.
Sobre el tiempo que debes practicar cada una
de ellas, esto es algo muy personal, sólo puedo decirte
¡Que te relajes, coño! 59

que, la práctica de cualquiera de ellas es beneficiosa,


aunque a veces se tarda mucho en llegar a desarrollar
la técnica suficiente, para poder disfrutar
completamente de la experiencia.
Para que te hagas una idea, te expondré el caso
del Tai Ji (Tai Chi), su práctica, se centra en la
realización de una serie de movimientos.
Primeramente, debes aprender a moverte según la
rutina que estés llevando a cabo, después debes
tomar tu tiempo para ejecutar los movimientos de
forma correcta, y finalmente, debes interiorizar estos
movimientos;es por ello que, para mí, es la expresión
máxima de la meditación (ojo, he dicho para mí).
Es una sensación muy agradable conseguir
evadir tu mente de todo aquello que te rodea,
centrándote en una serie de movimientos que se
desarrollan de forma fluida y casi inconsciente, y
mientras lo haces, sientes como la energía fluye de
forma sutil a través de tu cuerpo.
Insisto, este es mi caso, hay mucha gente que
siente el Yoga como la expresión máxima de la
Meditación y para otros es la Meditación Hindú.
Existen además la Meditación Budista, la Vipassana, la
Zen, la Toglen, la Dzogchen, la Mantra, la Kabbalah, la
Chakra, la Trascendental, … para poner algunos
ejemplos, y esto sólo en referencia a la meditación.
¡Que te relajes, coño! 60

Todas ellas son válidas, porque todas ellas consiguen


que tu mente se relaje y, por consiguiente, tú también
te relajas.
A lo que íbamos, para alcanzar el estado de
meditación en el Tai Chi, es necesario haber pasado
muchas horas practicando, pero desde el primer día
que empiezas a practicarlo, desde ese mismo
momento, tu mente y tu cuerpo ya se sienten
beneficiados, evidentemente, con el paso de los años
y a medida que tu técnica sea mayor, el beneficio
también será más grande.
Recuerdo que cuando estaba realizando mi
formación como monitor de Tai Chi, le comenté a mi
profesor (el maestro Francisco Sánchez), que se me
hacía muy difícil asimilar la esencia de todas las
rutinas que debía aprender, porque eran varias y cada
vez tenían más movimientos. Él cómo buen maestro
que es, me respondió con una leve sonrisa en sus
labios:
- La primera de las formas, el “ShiSan Shi”,
contiene tanto potencial en su interior, que
nunca llegarás a asimilarlo por completo.
Estábamos hablando de la forma más básica del
curso de Tai Chi, le seguían la forma de diez, la de
dieciocho y la de veinticuatro movimientos y eso sin
contar las formas con abanico, sable, espada y vara
¡Que te relajes, coño! 61

¿cómo pretendía que interiorizase todas esas


rutinas?, bien, la respuesta era simple: no pretendía
que las interiorizase en ese momento, todo llegará
con el tiempo y la constancia, y si con el paso de los
años llego a interiorizar aunque sólo sea una de ellas,
mi mente y mi cuerpo se sumergirán en un estado de
paz y armonía inigualables.
Esa es la meta, y para llegar a ello hemos de
emprender el camino.
¡Que te relajes, coño! 62

Métodos de relajación

1. Pasear
2. Baños de bosque
3. Meditación guiada
4. Meditación taoísta
5. Qi Gong
¡Que te relajes, coño! 63

Pasear
Creo que todos estaremos de acuerdo en que,
un largo paseo, ayuda a liberar tensiones. No estoy
hablando del trayecto que recorres cada mañana,
mirando constantemente el reloj para asegurarte de
que no llegas tarde para coger el autobús. Para poder
realizar bien este ejercicio, debemos buscar un
momento del día en que no estemos sometidos a
presión; plantéatelo de este modo…
Sabes que la parada del autobús se encuentra a
veinte minutos andando de tu casa, pues practica el
ejercicio a la vuelta del trabajo, así cuando llegues a tu
domicilio, estarás relajado y abras despejado tu
mente de todas las preocupaciones que hayas
acumulado en tu jornada laboral.
Nota para autónomos y empresarios.
Sé que es muy difícil de conseguir, lo he
experimentado en mis propias carnes durante
muchos años, pero debemos procurar desvincular el
trabajo de nuestra vida personal, eres empresario
porque eres emprendedor, no permitas que el trabajo
te someta, porque entonces no serás emprendedor,
sino esclavo.
¡Que te relajes, coño! 64

Empecemos pues, lo primero que haremos será


buscar un lugar donde podamos tener cierta
intimidad, ya sea en una calle poco transitada o un
recinto cerrado, aunque lógicamente, los resultados
serán mucho mejores si puedes practicarlo en un
parque o cualquier lugar donde te envuelvan los
árboles y las flores.
El primer paso es relajar nuestro cuerpo, toma
cinco segundos para hacer una onda inspiración y
expulsa el aire lentamente, siente como tu cuerpo se
va relajando a medida que el aire es expulsado, con la
práctica, te sorprenderás de cómo puede llegar a ser
de relajante este simple movimiento.
Relajamos nuestra respiración y con ella
nuestro cuerpo, no te prepares para una maratón ni
nada parecido, vas a caminar, y lo harás de forma
pausada y relajada.
El recorrido puede ser en línea recta o circular,
en caso de que sea en línea recta, solo debes tener en
cuenta, en caso necesario, el tiempo de vuelta.
Al igual que cuando practiquemos otros tipos
de meditación, es muy importante mantener una
posición correcta, principalmente la espalda y la
cabeza, estos deben estar rectos. Imagina que tienes
un hilo que sale de la parte superior de tu cabeza,
como si fueras un títere, este hilo tira suavemente de
¡Que te relajes, coño! 65

ti hacia arriba, te obliga a tener la barbilla levantada,


los hombros hacia atrás y la espalda recta, lo hace de
forma suave pero firme. Recuerda esta posición, pues
es la forma correcta en la que deberías andar siempre.
Debido a distintas razones, hoy en día, la
mayoría de la gente anda con los hombros hacia
adelante y la barbilla caída. El trabajo constante con
los ordenadores o el estar mirando los teléfonos
móviles todo el rato, son en parte, responsables de
esta mala postura. Pues vamos a corregirla, alza la
barbilla y dile al mundo: ¡aquí estoy yo porque he
llegado!, saca pecho a la vida y tira tus hombros hacia
atrás, aparte de evitar futuras dolencias musculares,
tu aspecto físico va a mejorar muchísimo.
Bien, ya tenemos la posición correcta, ahora
solo falta conectar tus pies con el suelo, es decir, pisar
firmemente. Siente como tu cuerpo se apoya sobre
tus pies de forma firme a cada paso que das, esto te
dará un mayor equilibrio e incrementará tu confianza.
En lo que se refiere a los brazos, debes dejarlos
caer libremente a los lados de tu cuerpo, si esto te
hiciera sentir incómodo, también puedes sujetarte
ambas manos por delante de tu cuerpo, a la altura del
ombligo.
Tu mirada tiene que estar ligeramente caída,
concentrando tu atención en un punto cercano
¡Que te relajes, coño! 66

delante de ti, de este modo podrás visualizar el


camino que tienes delante y no te distraerás con todo
aquello que te rodea, de este modo, te será más fácil
concentrar tu atención en tus movimientos.
En este momento empezaremos a andar, y lo
haremos de modo que primero levantaremos el talón,
posteriormente la planta del pie y finalmente los
dedos, del mismo modo, pero de forma inversa,
cuando bajemos el pie, el talón será lo primero que
entrará en contacto con el suelo, posteriormente le
seguirá la planta de los pies y finalmente los dedos.
Este tipo de movimiento nos permite pisar de forma
segura y firme, distribuyendo paulatinamente el peso
de nuestro cuerpo sobre el pie.
Fíjate que, hasta ahora, lo único que hemos
hecho es poner las pautas de como deberíamos
desplazarnos siempre, recuerda estos movimientos e
intégralos en tu día a día.
Empecemos pues a desplazarnos, lo haremos
con un ritmo relajado, más lento de lo habitual, no lo
conviertas en un paso exageradamente lento,
simplemente intenta andar de forma un poco más
lenta de cuando lo haces normalmente, esto te
permitirá mantener un ritmo de respiración relajado
y observar tu posición corporal para que se adapte a
las pautas que se te han indicado anteriormente.
¡Que te relajes, coño! 67

No pasa nada si te distraes, si de repente te


encuentras sumergido en pensamientos que te han
apartado del entorno en el que te encuentras.
Tranquilamente, vuelve a centrar tu atención en tus
pasos, fíjate cómo tus pies toman contacto con el
suelo, observa como el peso de tu cuerpo se va
apoyando sobre tus pies a medida que avanzas,
primero recae sobre el talón, posteriormente se
distribuye sobre la planta, y en el momento que los
dedos toman contacto con el suelo, el otro pie ya
empieza a elevarse.
Cuando puedas desplazarte de forma natural
sin perder el equilibrio, deja de mantener tu vista
centrada delante de ti y observa todo aquello que te
rodea, y cuando decimos todo, queremos decir todo,
lo bueno y lo malo, lo que te gusta y lo que te
desagrada. Debes tomar consciencia de todas las
cosas que hay a tu alrededor… El árbol sin hojas que
tienes a tu derecha, la señal de tráfico medio doblada
que hay sobre la acera, el perro que juega con la
pelota, la moto ruidosa que desaparece calle abajo…
no discrimines, tan solo, toma consciencia.
Recuerdas el capítulo en el que hablábamos de
la belleza que tenemos a nuestro alrededor, pues
bien, ha llegado el momento de encontrarla, y para
encontrar todo lo hermoso que te rodea, debes
observarlo todo, porque de lo contrario, no abrirás
¡Que te relajes, coño! 68

realmente tu mente, y realizarás prejuicios que


pueden hacerte perder cosas preciosas de tu
alrededor. Recuerda que, cuando dejamos de
centrarnos en lo que conocemos, es cuando
descubrimos cosas nuevas.
Estamos tan acostumbrados a ver y oír, que
muchas veces nos olvidamos de mirar y escuchar.
Cuantas veces has tardado días, en advertir un cambio
en el entorno que te rodea: una fachada recién
pintada, una señal de tráfico nueva, unas flores recién
plantadas… Por desgracia, el don de la vista es muy
frágil, y aunque la mayoría de nosotros tenemos la
gran suerte de poder mantenerla hasta que nos
morimos, aunque sólo fuera por respeto hacia
aquellos que no tienen la misma suerte, deberíamos
intentar aprovechar al máximo este sentido
extraordinario.
¿Qué pasaría si mañana no pudieras ver el cielo
azul, o el verde de las hojas, o peor aún, el rostro de
la persona que más amas? Observa y deléitate de todo
aquello que te rodea, saborea cada color, cada
textura, cada matiz… encontrarás belleza por todas
partes.
Y lo mismo pasa con el oído. Cierto es que
nuestra sociedad se está volviendo cada vez más
ruidosa, no valoramos el silencio y nos sumergimos en
¡Que te relajes, coño! 69

una gran sinfonía de coches, percutores, gritos y otros


sonidos desagradables, que distan mucho de tener
ningún tipo de armonía. No estoy pidiendo que el
mundo se vuelva mudo, pero nos encontramos tan
sumidos en el ruido, que ya nos parece normal la
ausencia de silencio.
Presta atención nuevamente a todo lo que te
rodea, y concéntrate en aquellos sonidos que sean de
tu agrado… Las risas de los niños que juegan en el
parque, el rastrillo del jardinero que recoge las hojas
secas, el sonido de las hojas al moverse con el viento.
Es momento ahora de prestar atención al
poderoso olfato, y digo lo de poderoso porque es
capaz de provocarnos frescor, relax, y como no,
repugnancia. Supongo que es por ello, por lo que
dejamos este sentido un poco olvidado, el temor a
que nuestras fosas nasales obtengan un olor
desagradable, hace que no le adjudiquemos la
importancia que tiene. Pero entonces que, ¿hemos de
evitar el olor del suelo mojado después de una
tormenta de otoño o el aroma de la ropa recién
lavada? y ya no hablemos de las flores, los guisos, las
esencias y tantas y tantas otras cosas que nos
embriagan con su olor.
Soy muy consciente de que, en las ciudades, la
mayoría de los olores no suelen ser agradables: el
¡Que te relajes, coño! 70

humo de los coches, los espacios cerrados y sin


ventilación, las basuras amontonadas y otros tipos de
focos olfativos que distan enormemente de lo que se
podría considerar agradable, pero estamos haciendo
un ejercicio de relajación, y en el intervienen todos
nuestros sentidos. Intenta concentrarte en el olor del
pan recién hecho que sale de la panadería, o el del
césped recién cortado que rodea tu camino, o de
cualquier otra cosa, y como siempre, no te cierres a
nada, porque sólo de este modo descubrirás nuevos y
maravillosos olores.
Por último, nos centraremos en el tacto, pero
no en el hecho de tocar las cosas, sino en percibir
aquello que nos rodea. El aire que toca nuestro rostro,
¿es frio o caliente?, ¿húmedo o seco?, ¿es un viento
fuerte o por el contrario es una suave brisa? El suelo
sobre el que andamos, ¿es firme o está mullido?,
¿está seco o húmedo?, o podría ser que estuviera
mojado o incluso encharcado. Descubre a cada paso
las sensaciones que te transmiten tus pies, tu cara, tu
pelo…
Recuerda que hasta ahora lo único que hemos
hecho es andar, y aunque en principio parece fácil, no
lo es tanto si volcamos toda nuestra atención en todo
aquello que nos rodea, fíjate que no necesitas nada
especial para vivir la vida a cada momento, pues el
simple hecho de caminar, se vuelve por sí mismo en
¡Que te relajes, coño! 71

una fuente inagotable de experiencias sensoriales. Lo


único que debes hacer para poder experimentarlas es,
centrarte en ti, en tu respiración, en tu postura, en tu
forma de andar, en tus sentidos y en lo que viene a
continuación: tus pensamientos.
Es inevitable que los pensamientos se acumulen
en nuestra mente, durante mucho tiempo estuve
realizando meditaciones equivocadas, intentando
dejar mi mente en blanco. Vamos a dejarlo claro, eso
para la mayoría de la gente es imposible, y si encima
perteneces al género femenino, ya ni te cuento.
No, no debes intentar dejar tu mente en blanco,
ello sólo te traerá frustración al ver que no consigues
evitar que un cúmulo de imágenes se acumulen en tu
mente, tal como si fuera el camarote de los Hermanos
Marx en “Una noche en la ópera”, por el contrario, lo
que debes hacer es dejar que fluyan, intentando no
centrarte en ninguno de ellos.
Si recuerdas en este momento que debes llevar
el coche al mecánico para pasar la ITV, pues vale, pues
gracias por el recordatorio y adiós, o el ingreso de la
excursión del colegio de tu hijo/a, o la mancha de
humedad que ha salido en el baño, … no importa lo
que sea, no intentes solucionar nada, deja que los
pensamientos fluyan, permítete estos veinte minutos
de despreocupación, quizás descubras que el mundo
¡Que te relajes, coño! 72

seguirá girando, aunque tú desconectes durante un


rato.
Plantéatelo de este modo, ¿cuántas veces has
encontrado la solución a un problema en el momento
que has dejado de pensar en dicho problema?, a
veces, nos obsesionamos durante todo el día por
encontrar la solución a algo sin conseguir ningún
resultado, y nos vamos frustrados a casa por no
haberlo logrado, entonces, cambiamos nuestro
entorno y nos sumergimos en nuestra rutina familiar
diaria, y de repente, aparece la solución, sin pensar en
ella, de forma esporádica.
¿Qué ha ocurrido?, simplemente hemos abierto
nuestra mente, al centrarnos en el problema,
buscamos soluciones haciendo una y otra vez los
pasos que siempre hacemos, y al dejar de pensar en
ello, nuestro cerebro encuentra una solución que, por
ser tan obvia, nunca se nos habría ocurrido.
Albert Einstein dijo:
“Locura es hacer lo mismo una y otra vez,
esperando obtener resultados diferentes”
Pues bien, esto mismo es lo que le pasó al
gerente que paseaba los jueves, ¿recuerdas?, dejo de
centrarse en los problemas que afectaban a su
empresa y liberó su mente, ello hizo que su cerebro
¡Que te relajes, coño! 73

pudiera trabajar sin las ataduras impuestas por sus


ideas prefijadas y encontró soluciones.
Recuerda, mientras realices tu paseo
meditativo, no juzgues aquello que te rodea, sólo
percibe. Percibe su olor, su tacto, su forma y deja que
tus pensamientos fluyan a través de ti, sin juzgarlos,
no te obsesiones con ninguno de ellos, deja que se
vayan del mismo modo que han llegado. Si te resulta
difícil, puedes ayudarte en cualquier momento,
volviendo a centrar tu atención en tus pasos y tu
respiración, sintiendo como tu cuerpo de mantiene
erguido, como suspendido por un suave hilo, mientras
tus pies se posan firmemente en el suelo y tu
respiración sigue relajada, igual que el ritmo de tus
pasos.
Mi consejo es que tomes una distancia de
referencia, cinco vueltas al parque, ir hasta el final de
la calle y volver… cualquier cosa que te permita no
estar pendiente del tiempo que llevas realizando el
ejercicio, y que este, dure entre quince y veinte
minutos. No te desanimes en los primeros intentos,
recuerda que el simple hecho de andar ya resulta
beneficioso, y no olvides que puedes practicarlo en
cualquier parte, únicamente necesitas disponer del
tiempo suficiente para andar de forma relajada.
¡Que te relajes, coño! 74

Aunque te parezca un acto sin importancia,


recuerda relajarte antes de iniciar el ejercicio, con el
tiempo, descubrirás lo importantes que llegan a ser
estos cinco segundos.
¡Que te relajes, coño! 75

Baños de bosque
Este es el segundo método que te presento para
que puedas relajarte, y tal y como te comenté
anteriormente, es a mi entender, el paso siguiente
para obtener un estado mayor de relajación, ello se
debe a que los baños del bosque (o “Shinrin Yoku”),
son la conexión con la energía que existe dentro de
todos los seres vivos, si, incluso dentro de ti, pero a
ese punto ya llegaremos más adelante.
Por el momento vamos a aceptar unos
principios físicos… todos los elementos están
compuestos de átomos, estos a su vez se componen
de: neutrones, protones y electrones, elementos que
contienen carga energética, pues básicamente son
energía positiva y energía negativa (y energía neutra
en caso del neutrón). Pues bien, una vez aclarado este
punto, y sobre el cual creo que no hay ninguna duda,
es evidente aceptar que todos los elementos poseen
una pequeña carga energética, la cual será mayor en
el caso de los seres vivos y menor en el caso de los
objetos inanimados (que no nula).
Así pues, la energía que posee un animal o
vegetal, es mayor que la de una piedra, básicamente
¡Que te relajes, coño! 76

porque en ellos hay una transformación constante de


energía. El mero hecho de respirar, ya es en sí mismo
una reacción química, nuestro cuerpo nutre de
oxígeno a los glóbulos rojos a través de los alveolos
pulmonares, y expulsa dióxido de carbono, ¡y eso es
únicamente la respiración!
Por tanto, todos los elementos tienen una
cierta energía, que es mayor en los seres vivos.
Pues bien, los baños de bosque se hacen para
ayudarnos a tomar consciencia de la energía que se
encuentra en las plantas, los árboles, los animales, y
si, incluso en las piedras. El sumergirnos dentro de
estos espacios naturales con los cinco sentidos, nos
permite volver a integrarnos con la naturaleza, tal y
como la hacían nuestros ancestros, evadiendo el
estrés en el que nos hemos sumergido, a lo largo de
estas últimas décadas.
Esta práctica es originaria del Japón, su nombre
original es Shinrin Yoku, cuya traducción literal sería
“tomar la atmósfera al bosque” o “baño de bosque”,
y se implementó sobre el mil novecientos ochenta y
dos, para intentar compensar la situación de estrés y
competitividad que vivían sus ciudadanos, a la par que
promovía el respeto hacía los espacios naturales.
Pero ¿en qué consisten exactamente los baños
de bosque?
¡Que te relajes, coño! 77

Básicamente se trata de caminar, sentarse,


observar y empatizar con el entorno natural, y hacerlo
de una forma relajada y en silencio. Recuerdas los
pasos previos a los paseos explicados anteriormente,
pues ahora debes ir un nivel más allá, y tomar
consciencia de aquella rama que tienes frente a ti.
Olvídate por un momento del bosque,
concéntrate únicamente en la rama, una rama que se
balancea al compás del viento, suavemente, sin
prisas, observa como los insectos se posan sobre ella
y de este modo la rama se enriquece con más vida. Si
no te detienes a observarla, parece inmóvil, y a pesar
de ello, cuando fijas tu atención en ella, te das cuenta
de los constantes cambios que se producen. Empatiza
con la rama, incluso puedes llegar a balancearte
suavemente como lo hace ella, al ritmo del viento,
observa la textura de su piel, sus pliegues o como las
hojas nacen en ella.
Esta es la finalidad de los baños de bosque,
empatizar con aquello que te rodea, un entorno que,
por otra parte, está cargado de energía, pues hay vida
por todas partes, y esta energía nos invade y nos
ayuda a equilibrar nuestra propia energía, la limpia
por decirlo de algún modo. Aunque, en realidad, eres
tú mismo quien purifica tu energía y la convierte en
energía positiva.
¡Que te relajes, coño! 78

Siéntate en el suelo, pon tus manos sobre la


hierba que te rodea, ¿sientes su humedad?, incluso
podrías hacer la gran locura de descalzarte por
completo, ¡fuera zapatos!, ¡fuera calcetines!, entra en
contacto directamente con la tierra.
Mucha gente no es consciente, de el gran daño
que ha supuesto para el ser humano, la
implementación de las suelas de goma, estas nos
aíslan energéticamente del suelo, dificultando la
circulación de energía a través nuestro (no te
preocupes, a eso ya llegaremos más adelante).
Está demostrado que, los baños de bosque,
benefician en la disminución del estrés, la ansiedad y
el insomnio, además mejora la diabetes mellitus tipo
dos, la obesidad, las enfermedades cardiovasculares,
el sistema inmunitario, aumenta el estado de ánimo,
el bienestar psicológico y disminuye el estado de
ánimo negativo.
¿No está nada mal verdad?, entonces ¿cómo
debemos hacer un baño de bosque?
Existen varios métodos para realizarlos, puedes
hacerlo tu sólo, en compañía o incluso puedes
inscribirte a las distintas rutas que se organizan, de
todos modos, vamos a centrarnos en cómo podemos
hacer de forma simple, un baño de bosque que
permita relajarnos.
¡Que te relajes, coño! 79

Cabe decir que, los bosques maduros, son los


mejores para realizar esta actividad, ello es debido a
que el nivel de fitoncidas (de las que hablaré más
adelante) es mayor en este tipo de entornos, a pesar
de ello, debes tener presente que puedes practicarlo
incluso en el parque de tu ciudad.
Empezaremos el baño del bosque igual que los
paseos explicados anteriormente, puedes tomar una
distancia de referencia, o bien, poner una alarma para
que te avise al cabo de un determinado tiempo, lo que
sí es importante, es que a partir del momento en que
inicies este ejercicio, abandones toda meta, es decir,
déjate llevar, no intentes controlar el tiempo que vas
a invertir en recorrer una cierta distancia, o las cosas
que vas a hacer durante el baño.
Mi profesor de meditación taoísta me enseño
que, para relajar el espíritu, debes hacer tres cosas:
1- Relajar tu cuerpo
2- Relajar tu mente
3- Hacer correctamente las dos anteriores
Si relajas tu cuerpo y tu mente, tu espíritu
estará relajado.
Volveremos a activar todos nuestros sentidos,
del mismo modo que lo hicimos anteriormente, y
empezaremos a andar a través del bosque, de forma
¡Que te relajes, coño! 80

pausada y relajada. No tengas miedo de detenerte


durante unos momentos para observar cualquier cosa
que llame tu atención, una planta, una flor, un árbol o
incluso una piedra, te animo incluso a que coloques
tus manos cerca del tronco de cualquier árbol, sin
llegar a tocarlo, te sorprenderá la sensación que vas a
tener.
Si sientes la necesidad de abrazarte a él, no te
contengas. Mi consejo es que previamente le pidas
permiso, como muestra de respeto hacia el árbol (no
es necesario que esperes la respuesta).
Escucha el sonido del bosque, descubrirás que
dista mucho del silencio, descubre esos pequeños
detalles que, pasarían completamente desapercibidos
si te desplazases como lo haces normalmente. Toma
consciencia de todo lo que te rodea y nútrete de la
energía que desprende, esa es la base de los baños de
bosque.
El aire de los bosques contiene fitoncidas, estas
son unas sustancias que protegen a los árboles de los
ataques de las bacterias, los insectos y los hongos, y
se ha demostrado que, en el cuerpo humano,
aumentan el número y la actividad de las células
defensivas y fortalecen las proteínas
anticancerígenas, por si ello no fuera suficiente,
reducen los niveles de las hormonas del estrés,
¡Que te relajes, coño! 81

aumentan las horas de sueño y reducen los


marcadores de ansiedad, ira, fatiga y confusión.
Esta es la razón, por la cual se recomienda
realizar esta práctica en bosques viejos, ya que, en
ellos, la concentración de las fitoncidas es mayor, de
todos modos, recuerda que puedes realizar baños de
bosque incluso en el parque de tu ciudad.
El tiempo que se debe invertir en el baño de
bosque está entre una y tres horas, soy consciente de
que es muy difícil disponer del tiempo necesario para
realizar una actividad de este tipo, es por ello que te
animo a que organices pequeñas escapadas de fin de
semana, no es necesario que te desplaces en coche
hasta la otra punta de la provincia, solamente
necesitas un espacio alejado del bullicio de los coches
y que tenga un entorno natural, estoy convencido de
que si lo piensas, tienes algún lugar cerca de tu casa.
¡Que te relajes, coño! 82

Meditación guiada
La meditación es un sistema de relajación muy
antiguo, como ya te comenté anteriormente, hay
muchos tipos y todos ellos son muy recomendables,
pero creo que, para empezar a introducirnos dentro
de esta práctica, lo más fácil será empezar por la
meditación guiada, básicamente porque tal y como su
nombre indica, esta meditación se realiza con la guía
de un monitor o maestro, aunque hoy en día, gracias
a las nuevas tecnologías, puedes ponerte una
grabación que te vaya marcando las pautas.
El tiempo que debe durar la meditación, es algo
que cabe tener muy en cuenta, no porque haya unos
parámetros establecidos, sino por que debes empezar
haciendo meditaciones cortas e ir alargándolas a
medida te sientas cómodo para hacerlo. Puedes
empezar tranquilamente con meditaciones de cinco
minutos, tú mismo te darás cuenta de que al cabo de
unos días se te hace corto, y entonces, podrás pasar a
los diez, quince y hasta veinte minutos.
Personalmente, creo que una meditación de
veinte minutos es más que suficiente, pero si
descubres en la meditación tu sistema personal para
¡Que te relajes, coño! 83

alcanzar el Nirvana y quieres avanzar en este método


de relajación, te recomiendo que te dirijas a cualquier
centro especializado, allí te explicarán y sobre todo, te
guiarán, a través de del gran abanico de opciones que
tienes a tu alcance.
Sigamos pues, para meditar puedes adoptar
distintas posiciones, la más famosa, sin lugar a duda,
es la “flor de loto”, esta postura ayuda a:
Dar flexibilidad y fortalecer las caderas.
Hacer estiramientos de rodillas y tobillos.
Da paz mental y tranquilidad.
Mejora la concentración.
Ayuda a mantener la postura correcta.
Una vez que la dominas, es muy cómoda.
El problema básicamente es llegar a dominarla,
y como la finalidad de este libro es no morir en el
intento, pues yo te voy a explicar otra posición que
resulta mucho más sencilla de practicar para los
principiantes.
Siéntate en una silla (de nada), coloca tus pies
de manera que se apoyen por completo contra el
suelo, tus piernas deben formar un ángulo de noventa
grados. Intenta sentarte en la parte media anterior de
la silla, de modo que tu espalda quede separada del
¡Que te relajes, coño! 84

respaldo, esta y la cabeza deberán estar rectas, “como


si un hilo tirase suavemente de tu cabeza…”
¿recuerdas?, por último, tus manos deben de estar
apoyadas sobre tus piernas, puede ser boca arriba o
boca abajo, elije el modo que te sea más cómodo.
Es muy importante que estés en una posición
cómoda, la gracia del ejercicio es que mantengas la
misma posición durante todo el rato, pero del mismo
modo, es importante que tu cuerpo este erguido, no
dejes que tus hombros o tu cabeza caigan hacia
adelante (algo que te va a pasar, no te preocupes).
Quiero aclararte una cosa… cuando digo que no
debes moverte, no significa que no puedas hacerlo.
No sirve para nada que realices un ejercicio de
meditación, si estas todo el rato obsesionado con que
la nariz te está picando, o que has colocado los brazos
de una forma que no te resulta cómoda, o cualquier
otra circunstancia que te haga perder la
concentración en aquello que estás haciendo.
Evidentemente, es preferible que corrijas tu posición
y que prosigas con el ejercicio, pero en la medida de
lo posible, intenta encontrar la posición correcta
antes de empezar.
Sigamos pues con la posición de sentado, lo que
conseguimos adoptando esta posición es: mantener
una postura correcta, sin que nuestra mente se centre
¡Que te relajes, coño! 85

en el dolor que nos hacen las articulaciones al no estar


acostumbrados a adoptar ciertas posturas. Si eres de
los que ya dominan la técnica o simplemente te
sientes cómodo adoptando la posición de “flor de
Loto”, adelante, es una posición perfecta para realizar
la meditación, pero recuerda que no es la única.
De hecho, se puede meditar andando o incluso
tumbado, aunque en el primer caso es preferible
dominar un poco más la técnica y en el segundo,
corres el riesgo de terminar en los brazos de Morfeo,
cosa que sin dudad alguna te relajará mucho, pero
que no es el objetivo de este ejercicio.
Antes de iniciar la práctica de la meditación, te
aconsejo encarecidamente (es una forma amable de
decirte que lo hagas sí o sí), que hagas unos pequeños
estiramientos.
Personalmente, acostumbro a realizar la rutina
denominada “Sheng Zi” o “Estirar las cuerdas”,
básicamente porque es una rutina que aprendí
cuando estuve obteniendo la titulación de monitor de
Chi Kung y la cual, me funciona de maravilla.
A continuación, te indico los pasos que se
deben realizar.
¡Que te relajes, coño! 86

Haremos entre tres y cinco repeticiones, debes


tener tu cuerpo completamente relajado, y realizar
los movimientos de forma lenta y fluida, sin pausas.
Empezaremos por la mandíbula, para ello nos
colocaremos de pie, y con los pies ligeramente
separados, abriremos y cerraremos la boca de forma
exagerada. Una vez finalizadas las repeticiones
pertinentes, en la misma posición, nos centraremos
en el cuello. Para realizar este ejercicio puedes
imaginar que tu nariz es un pincel, empezarás
pintando de izquierda a derecha, intentando siempre
llegar hasta los extremos de tus movimientos. Cuando
hayas finalizado las repeticiones, harás lo mismo
pintando una raya de arriba abajo.
Posteriormente dibujarás un pequeño circulo,
primero hacia la izquierda y luego hacia la derecha, y
finalizarás los ejercicios del cuello dibujando un gran
círculo, igualmente, primero hacia la izquierda y
posteriormente hacia la derecha.
Seguimos con los hombros, en este punto
realizaremos suaves rotaciones con los brazos,
primero hacia adelante y posteriormente hacia atrás,
cada vez que tus brazos suban, tu cuerpo se estirará
hacia arriba, y de modo contrario, cada vez que tus
brazos bajen, tus rodillas y tu cuerpo se relajarán.
¡Que te relajes, coño! 87

Haz las repeticiones pertinentes, primero hacia


adelante y después hacia atrás.
El ejercicio que viene a continuación es la
cintura, esta articulación se compone de dos
movimientos.
Para realizar el primero, giraremos nuestro
tronco de un lado a otro, acompañando los giros con
los brazos, de tal modo que la mano derecha se
desplace hasta el pecho izquierdo, y la mano izquierda
se desplace hasta los riñones, (esto en el momento
que giramos nuestro cuerpo hacia la izquierda), en
caso de girar hacia la derecha, solo debes invertir las
manos.
El segundo ejercicio de la cintura se realiza
flexionando nuestro tronco de lado a lado, colocamos
la mano contraria a la flexión a un palmo sobre la
cabeza, la mano que coincide con la flexión nos ayuda
a flexionarnos intentado alcanza el pie. No fuerces los
movimientos, recuerda que vamos a meditar, no a
hacer un partido de fútbol.
Seguimos por la pelvis… colocaremos nuestras
rodillas ligeramente flexionadas y desplazaremos la
pelvis hacia adelante y hacia atrás.
A continuación, nos centraremos en las rodillas,
y para ello, masajearemos las rotulas ligeramente
¡Que te relajes, coño! 88

durante unos tres segundos, posteriormente,


manteniendo las manos sobre las rodillas,
flexionaremos ligeramente las mismas y acabaremos
volviendo a estirar las piernas. Puedes añadir un
movimiento circular de las mismas si te sientes
cómodo haciéndolo, recuerda que primero debes
realizar los giros hacia la izquierda, y posteriormente
hacer lo mismo, hacia la derecha.
Para preparar los codos, realizaremos suaves
flexiones y estiramientos de los brazos, recuerda
acompañar tus piernas en el movimiento, tal y como
hiciste con la cintura.
Llegamos ya a los tobillos, en este caso
alzaremos el talón de uno de los pies y realizaremos
lentos y suaves giros, primero hacia un lado y
posteriormente hacia el otro, mientras realices este
ejercicio, observarás que tanto el pie como el resto de
la pierna, acompañan el movimiento, una vez hayas
finalizado las repeticiones, repite el ejercicio con el
otro pie.
Finalizaremos el ejercicio con las muñecas y los
dedos. Para las muñecas, realizaras suaves y lentas
rotaciones de las manos, primero hacia un lado y
posteriormente hacia el otro, en lo que se refiere a los
dedos, debes imaginar que los recoges uno a uno,
empezando por el meñique e ir subiendo hasta el
¡Que te relajes, coño! 89

pulgar, este movimiento se realiza hacia afuera, y


finaliza con una rotación del puño hacia adentro,
posteriormente recogemos los dedos de los pulgares,
y avanzamos hasta el meñique, en este caso el
movimiento se realiza desde los lados hacia el centro,
y finaliza igualmente con el giro del puño.
Esta simple rutina (si, te prometo que tras unos
días de práctica se convierte en simple), te permite
ejercitar todas las articulaciones de tu cuerpo,
recuerda que cuando hagas los ejercicios, debes
permitir acompañar el movimiento con el resto de tu
cuerpo, en la medida de lo posible.
Entiendo que la explicación te haya podido
resultar algo confusa, en caso de que necesites una
muestra visual del ejercicio, te recomiendo que
visualices el video: “La Sheng Zi - Estirar las Cuerdas”,
del Centro de Formación Yùyán, lo encontrarás en su
canal de YouTube: Centro Yùyán.
El lugar que elijas para realizar la meditación es
sumamente importante, debes ser un lugar tranquilo,
sin ruidos estridentes ni distracciones, gracias a los
avances tecnológicos, puedes llevar contigo una
sesión guiada a cualquier parte, pero sobre todo
recuerda, necesitas estar en un entorno tranquilo
para poder hallar la tranquilidad interior. Otro punto
importante, y que debes tener en cuentas, es la
¡Que te relajes, coño! 90

necesidad de usar ropa cómoda, no es necesario que


te compres un dhoti, o cualquier otra prenda en
particular, basta con que te sientas cómodo y que no
presione ninguna parte de tu cuerpo.
Recuerda que estamos meditando para relajar,
y no para desconectar nuestra mente, ello quiere
decir que muy probablemente, tu cerebro intentará
procesar imágenes y recuerdos que no tienen nada
que ver con la meditación que estas realizando, no te
agobies, con el tiempo, aprenderás a asimilarlos y
dejarlos fluir, concentra tu atención en las
indicaciones de la meditación, y de este modo,
lograrás disipar todas estas imágenes.
Otra de las grandes dudas que existe en este
tipo de meditaciones es la necesidad o no de
introducir música de fondo durante las mismas, en
este punto, sólo puedo aconsejarte que pruebes de
hacer la meditación con música y sin música, en mi
caso, utilizo normalmente una grabación con el
sonido del viento de unas montañas de Austria, es una
forma de llenar el silencio de la habitación sin perder
la concentración, a pesar de ello, existe un sinfín de
grabaciones que introducen sonidos a unas
frecuencias específicas, que tienen distintos tipos de
beneficios, a continuación te muestro una lista de las
mismas:
¡Que te relajes, coño! 91

285 Hz – Incita la sanación de células y tejidos,


lo cual permite rejuvenecer el cuerpo.
337 Hz – Estabiliza la circulación sanguínea.
396 Hz – Ayuda a combatir pensamientos o
sensaciones de baja frecuencia, como el miedo o la
culpa.
528 Hz – Supuestamente propicia la
regeneración del ADN.
625 Hz – Ayuda al funcionamiento del hígado.
639 Hz – Equilibra la capacidad de relacionarte
con otros y fortalece la autoestima.
741 Hz – Limpia las células.
764 Hz – Normaliza el sistema nervioso.
852 Hz – Favorece la intuición.
963 Hz – Activa la glándula pineal.
Encontrarás un sinfín de grabaciones musicales
desarrolladas para potenciar cada una de estas
frecuencias, elige si así lo deseas, la que más te
convenga para realizar la meditación, pero recuerda
que no es obligatorio su uso, es más, puede llegar a
ser contraproducente, si ello te aleja de la meditación.
Lo único que debes hacer a partir de este
momento es, seguir las indicaciones del monitor o de
¡Que te relajes, coño! 92

la grabación, libera tu mente, déjate guiar y sobre


todo recuerda, es mejor hacer diez minutos diarios de
meditación, que meditar dos horas una vez a la
semana.
¡Que te relajes, coño! 93

Meditación taoísta
Entramos ya en una fase más avanzada
de la meditación, no por su complejidad, aunque
evidentemente, esta se incrementa un poco en
comparación a la meditación guiada, sino porque
abandonados la guía del monitor y seremos nosotros
mismos quienes controlaremos el avance de dicha
meditación.
Para entender la meditación taoísta,
debemos regresar a la idea que introducíamos
durante los baños de bosque… todas las cosas tienen
energía, y esta, es más grande en los seres vivos, así
pues, es evidente pensar que nosotros mismos
también poseemos una energía interior.
La existencia de esta energía interna, es
la base del reiki, el taoísmo o incluso de la medicina
china, entiendo que, si no estás familiarizado con esta
idea, pueda sorprenderte lo que te estoy diciendo,
pero quiero que hagas un acto de fe y asimiles que
dentro de ti existe energía.
En la medicina china se practica la
acupuntura sobre los meridianos energéticos, por su
parte el reiki se basa en la mejora de la circulación de
¡Que te relajes, coño! 94

la energía de nuestro cuerpo, apoyándose en los siete


Chakras que se encuentran distribuidos desde la
cabeza hasta el perineo, el taoísmo, también toma los
canales energéticos de la medicina china, pero centra
su atención en el Dan Tian, y aunque en realidad
existen tres Dan Tian (superior, mediano e inferior),
nosotros nos centraremos principalmente en el
inferior.
El Dan Tian inferior, se encuentra ubicado
a unos tres dedos por debajo el ombligo (en posición
acostados boca arriba), aunque lo cierto es que,
percibiremos la energía del Dan Tian como una esfera
dorada, por tanto, su ubicación no nos será nunca tan
detallada, tan solo es importante que recuerdes que
se encuentra en la zona del ombligo.
No te preocupes, suena más difícil de lo
que es en realidad, el único inconveniente es que, a
partir de ahora, deberás aprenderte las pautas que
deberás realizar para meditar, en lugar de seguir las
indicaciones de una locución, aunque como
descubrirás muy pronto, estas son muy fáciles de
asimilar.
La idea principal de la meditación, tal y
como se ha comentado anteriormente, es conseguir
relajar nuestra mente para conseguir un estado de
bienestar mental. La Meditación Taoísta se apoya en
¡Que te relajes, coño! 95

la respiración para conseguirlo, y aunque este es un


punto muy importante para cualquier tipo de
meditación, para la Meditación Taoísta es un pilar
fundamental.
Descubrirás lo fácil que resulta alcanzar
este estado meditativo centrándonos únicamente en
nuestra respiración, porque a través de esta,
induciremos a nuestro cuerpo a un estado de calma,
el cual, inducirá calma a nuestra mente, y tal y como
ya dije anteriormente, la suma de estas dos induce la
calma en el espíritu.
Empecemos pues. La postura que
adoptaremos es la misma que en la meditación
guiada, sentados en una silla con el cuerpo erguido
pero relajado, al igual que en el caso anterior, también
puedes realizar esta meditación adoptando la
posición de la “flor de Loto”, pero tal y como ya hemos
comentado, no es estrictamente necesario, y
desaconsejable si ello implica que tu relajación se va a
ver perjudicada por la dificultad de esta.
Recuerda que tu cuerpo debe sentirse
firmemente arraigado en el suelo, imagina que eres
una gran montaña, siente como la base de la montaña
se apoya sobre la tierra, nota como su peso hace que
permanezca inmóvil, y ahora, visualiza en la cima de
la montaña unas nubes, pues bien, esta sería la
¡Que te relajes, coño! 96

imagen inicial con la que nos introduciremos en este


tipo de meditación, con el cuerpo profundamente
arelado y las nubes de nuestra mente, que
dispersaremos gracias a la respiración.
Empezaremos por la respiración diafragmática,
este tipo de respiración se caracteriza porque existe
una mayor expansión del diafragma en lugar de la caja
torácica, también se la conoce como respiración
abdominal, ya que el diafragma, al moverse, también
mueve el abdomen.
Este tipo de respiración nos ayuda a llevar una
gran cantidad de aire a la zona baja de los pulmones,
zona que posee una gran capacidad y que nos asegura
una gran captación de oxígeno, con lo cual, nuestros
pulmones se limpian enormemente con cada
exhalación. Este tipo de respiración es la usada
principalmente en todas las meditaciones y se le
conoce así mismo como “respiración profunda”, sus
ventajas son:
Lleva una gran cantidad de oxígeno a los
pulmones
Ventila y limpia los mismos
Su movimiento activa la respuesta de relajación
del organismo
¡Que te relajes, coño! 97

Estimula al corazón y, por consiguiente, la


circulación
Masajea lo órganos
Ayuda al tránsito intestinal
Es muy importante no forzarla, no se deben
llenar los pulmones en exceso, ni mantener la
respiración como si fuéramos un globo, ya que ello,
podría llegar a estresarnos, y evidentemente, esta nos
es la finalidad del ejercicio.
Por si no te has fijado, la parte en la que te has
estado centrando durante todo este proceso, es
precisamente el Dan Tian, lo que estamos haciendo en
este momento, es tomar conciencia y concentrar el Qi
(Chi – Energía), el cual distribuiremos posteriormente
por todo nuestro cuerpo.
Recuerda en todo momento que estamos
relajando nuestro cuerpo, así pues, debes respirar de
forma relajada, haz inspiraciones profundas, y intenta
mantener el aire retenido dentro de ti durante unos
segundos antes de soltarlo, puedes apoyarte en una
cuenta regresiva si ello te facilita este proceso.
Centra tu atención en el aire que recorre tu
nariz, como este se introduce en tu cuerpo y llena la
zona abdominal… apóyate en esta imagen del aire
recorriendo tu cuerpo para evitar que tu mente se
¡Que te relajes, coño! 98

distraiga con las imágenes que vayan apareciendo en


tu mente (que las habrá, no lo dudes), siente como tu
cuerpo se relaja a medida que te centras en tu
respiración.
Cuando hayas logrado mantener de una forma
constante y sin forzar la respiración abdominal,
pasaremos a la respiración torácica, para ello lo que
debes hacer es pasar la intención de la respiración a la
zona comprendida dentro de tus costillas, siente
como estas se expanden cada vez que inhalas y como
se contraen cada vez que expulsas el aire de tus
pulmones, hazlo del mismo modo que lo has hecho
con la respiración diafragmática, respiraciones
profundas pero relajadas, intentando retener el aire
dentro de tus pulmones durante unos segundos antes
de exhalar, y del mismo modo, haciendo una pequeña
pausa antes de volver a inspirar.
Descubrirás, posiblemente, que a pesar de lo
que pueda parecer inicialmente, no estamos
acostumbrados a respirar normalmente con la caja
torácica y que este tipo de respiración se produce
solamente en ciertas ocasiones, en las que
necesitamos una cantidad adicional de oxígeno en
nuestros pulmones, como es el caso de los suspiros.
Cuando tengas controlada esta técnica de
respiración, avanzaremos hasta la tercera… la
¡Que te relajes, coño! 99

respiración clavicular. De todas ellas es la que menos


cantidad de aire nos permite asimilar, se basa en usar
únicamente la parte superior de nuestros pulmones,
para ello nos apoyaremos en nuestros hombros y
clavícula, sintiendo como se elevan al inspirar y como
se relajan al expirar. Lo importante de este tipo de
respiración es, principalmente, que tomes consciencia
de que los pulmones llegan hasta la parte más
superior de tu pecho, es evidente que la capacidad
pulmonar de esta zona es ridícula comparada con las
otras dos, pero no debemos permitirnos el ignorarla
completamente, y eso es lo que ocurre la mayor parte
del tiempo.
Llegados a este punto, es el momento de utilizar
las tres respiraciones combinadas en una sola, de este
modo conseguiremos que tu cuerpo asimile una gran
cantidad de oxígeno. Este es, talvez, el punto más
complicado, básicamente porque estamos muy
acostumbrados a usar las dos primeras la mayor parte
del tiempo, es por ello que, si durante los primeros
días notas que no llegas a dominar correctamente
esta técnica, no te frustres y te pongas nervioso,
recuerda que la practica hace la perfección, y que la
intención final de este ejercicio es la relajación.
Lentamente, ve adquiriendo una respiración
cada vez más natural, libérate de la necesidad de
controlar el ritmo y las pautas de tu respiración y deja
¡Que te relajes, coño! 100

que esta se adapte a las necesidades de tu cuerpo,


deja de centrarte en como debes respirar y
simplemente respira, porque llega el momento de
liberar nuestra mente.
Sobre el año 550 a.C., existió en China un
pensador llamado Confucio, entre muchas de sus
célebres frases, existe una que guarda mucha relación
con la meditación:
Primero debes estar tranquilo; luego, tu mente
podrá estar serena. Una vez que tu mente esté
serena, estará en paz. Sólo cuando estés en paz, serás
capaz de pensar y progresar finalmente.
Ahora que ya estamos relajados,
concentraremos nuestra atención en el Dan Tian, para
ello visualizaremos una esfera dorada que se coloca a
la atura de nuestro ombligo, para facilitar la
percepción de esta esfera, puedes colocar las manos
una frente a la otra a la altura de tu vientre, imagina
que una pequeña esfera se encuentra en suspensión
entre tus manos, no intentes coger la esfera (pues no
es algo material), únicamente déjala suspendida y
siente como esta va tomando cada vez más fuerza.
Lo normal es que las primeras veces que
realices este ejercicio no notes nada, aunque te
aseguro que, con la práctica, notarás como la esfera
dorada se encuentra entre tus manos, tan
¡Que te relajes, coño! 101

claramente, que estas convencido de que existe


físicamente. Mi consejo es que no intentes nunca
mirar la bola, básicamente porque como es evidente,
no vas a ver nada y segundo y quizás más importante,
lo más probable es que desaparezca dicha sensación,
pues tus ojos envían la señal al celebro de que no hay
nada y ello te desconcentra.
Una vez has conseguido sentir la bola sobre tu
Dan Tian, es momento de iniciar la “pequeña
circulación celeste”, esta es a mi entender, la parte
más difícil de todo el ejercicio, debes visualizar la
esfera y hacer que circule a lo largo de tu cuerpo,
primeramente, desplazándola hasta la zona genital,
posteriormente tiene que subir por la columna
vertebral hasta llegar a la coronilla, una vez allí tiene
que bajar por la frente, cara, pecho y finalmente
volver al punto de partida. Es como indica su nombre,
una circulación alrededor de tu cuerpo, recuerda el
orden del giro y no lo inviertas.
Debes repetir este movimiento durante unas
cuantas veces, no intentes hacerlo de forma rápida,
no es un Hula-Hop, puedes ayudarte de la respiración
para ir avanzando en su progreso…
Inhalas y la bola desciende hasta los genitales,
exhalas y sube hasta las lumbares, inhalas y llega
hasta la nuca, etc. Hazlo a tu ritmo, de modo que te
¡Que te relajes, coño! 102

sientas cómodo y te resulte posible mantener la


relajación.
Este es el punto culminante de la meditación
taoísta, eres capaz de controlar la energía de tu
cuerpo y la haces circular a tu voluntad, y mientras lo
haces tu mente se encuentra relajada, libre de
preocupaciones, y tu cuerpo se siente relajado
también, sin tensiones, y esto hace que todo tu
organismo se sienta cómodo, relajado.
Debo aclararte que este movimiento se basa en
la circulación a través de los meridianos Ren Mai y Du
Mai, los cuales recorren la parte anterior y posterior
de nuestro cuerpo. Pero para que la circulación pueda
ser competa, debemos colocar la punta de nuestra
lengua entre la parte superior de los dientes y el
paladar, de este modo, la lengua hace de puente en la
zona que queda interrumpida por nuestra boca, esto
deberás hacerlo desde el principio de la meditación y
mantenerla hasta el final.
Para finalizar la meditación lo haremos de
forma gradual, primero tomaremos consciencia
nuevamente de nuestro cuerpo, realizando una serie
de respiraciones profundas, posteriormente
observaremos nuestro entorno, y lentamente
dejaremos de tener los ojos entreabiertos y los
abriremos por completo, posteriormente
¡Que te relajes, coño! 103

empezaremos a mover lentamente nuestra manos,


brazos y piernas, no haremos ningún gesto exagerado,
bastará con realizar pequeños movimientos que nos
alejen del estado de inmovilidad en el que estábamos,
por último, separaremos la lengua de los dientes.
Es muy aconsejable que realices unos pequeños
ejercicios al finalizar la meditación, puedes pasar las
manos por sobre su cabeza, dándote suaves
golpecitos con los dedos, frotar tu cara, tu nuca y tus
brazos, para ayudarte a desentumecerte. Si lo deseas,
en el canal de YouTube del Centro Yùyán, encontrarás
un video explicativo de cómo realizar un automasaje
taoísta.
¡Que te relajes, coño! 104

Chi Kung (Qi Gong)


Llegamos ya al último de los métodos que te
aconsejo que practiques para relajarte, el Chi Kung.
Este es un arte de origen chino cuyo objetivo es
conocer, utilizar y optimizar el sistema energético del
cuerpo humano tal como lo entiende la Medicina
China, para ello utiliza una serie de ejercicios físicos,
que ayudan a regular los meridianos energéticos de
nuestro cuerpo.
El concepto de meridiano energético es la base
de la Medicina China, para describirlo de forma rápida
y simple podríamos decir que, son unas líneas
energéticas que recorren por distintas partes de
nuestro cuerpo y donde cada una de ellas, tiene un
efecto directo sobre alguno de nuestros órganos.
Ello no implica que forzosamente tengan que
recorrer por el propio órgano al que hacen referencia,
para que te hagas una idea, el meridiano del intestino
grueso empieza en la nariz y baja hasta el dedo índice,
como puedes ver, nada que ver con la ubicación real
de este órgano, aun así, a lo largo de este meridiano
energético, encontramos una serie de puntos que
¡Que te relajes, coño! 105

afectan directamente al funcionamiento de este


órgano.
Como habíamos dicho en capítulos anteriores,
en la existencia de estos puntos se basa entre otras
técnicas la acupuntura, se utilizan agujas en ciertos
puntos de los meridianos energéticos para
estimularlos y así curar enfermedades, la idea es muy
simple, si la energía fluye de forma correcta por todos
los meridianos del cuerpo, el cuerpo se encuentra
sano.
Pues bien, el Chi Kung, que también está
incluido como una de las terapias de la Medicina
China, se basa en la realización de ciertos
movimientos para estimular los meridianos
energéticos.
La pregunta que supongo que te estarás
haciendo en este momento es: ¿Y qué tiene que ver
eso con la relajación?
Pues sencillamente, el Chi Kung es la
meditación en movimiento y la meditación lleva a la
relajación.
No pretendo enseñarte en este libro a practicar
el Chi Kung (no soy tan irresponsable), hay libros
específicos escritos por grandes maestros que
enseñan los movimientos de las distintas rutinas y sus
¡Que te relajes, coño! 106

beneficios. Así mismo, existen un sinfín de videos en


Internet donde se exponen ejercicios de Chi Kung y su
evolución marcial: el Tai Chi (Tai Ji), mi única intención
al exponerte este sistema de relajación, es explicarte
que es y para qué sirve. Por si llegado el caso, quisieras
descubrir las grandes virtudes de esta terapia, mi
consejo es que busques un maestro, o en su defecto
un monitor, que imparta clases, afortunadamente, en
los últimos años, ha habido una gran expansión de su
práctica por todo occidente.
Si vives en una gran ciudad, es muy probable
que, en alguno de los parques de la misma, algún día
de la semana se realicen ejercicios al aire libre. Mi
consejo es que lo pruebes antes de gastarte dinero en
ropa y matriculas.
Muchas veces nos gastamos grandes
cantidades de dinero en equitación, solamente
porque nos parece que es imprescindible ir bien
equipado para poder realizar un ejercicio, no te
negaré que para hacer escalada es preferible tener
casco, arneses y todo el resto, pero para iniciarte en
el Chi Kung, te basta con un pantalón de chándal, una
sudadera y unas bambas, más adelante, si descubres
que este es tu camino, ya adquirirás el traje típico de
Tai Chi, que suele ser el que se utiliza para realizar el
Chi Kung.
¡Que te relajes, coño! 107

A pesar de ello, es evidente que si te animas a


practicar esta disciplina, acabarás adquiriendo el
equipo reglamentario, y notarás una mayor
comodidad para realizar los ejercicios, pues son
prendas muy holgadas y que permiten hacer todos los
estiramientos necesarios sin que la ropa te frene el
movimiento.
Así pues, ¿en que se basa el Chi Kung?
Básicamente en controlar la respiración y hacer que
los movimientos se realicen de forma fluida, pero sin
prisas.
Cuando empiezas a practicarlo te das cuenta de
lo mucho que estamos acostumbrados los
occidentales a movernos usando la inercia, cuando
realizamos ejercicios gimnásticos, lo hacemos
aprovechando el impulso que genera nuestro propio
cuerpo, en lugar de esto, el Chi Kung realiza los
movimientos sin ningún tipo de inercia, hasta el punto
en que podemos detenernos por completo en
cualquier momento sin por ello perder el equilibrio,
incluso cuando estás levantando una pierna o estás a
medio paso.
El “quid” de la cuestión está en el equilibrio, y
este se consigue centrándote en el centro de
gravedad de tu cuerpo, debes encontrarlo y saber
¡Que te relajes, coño! 108

desplazarlo para poder mantener el equilibrio por


mucho que te muevas.
Es la combinación del equilibrio sobre tu
cuerpo, el control de la respiración y los movimientos
de las rutinas que ser realizan, y que están pensadas
para regular los canales energéticos, lo que hace que
mientras estás realizando los ejercicios, tu mente se
relaje, te encuentras centrado en ti, evadiéndote de
todo aquello que te rodea y de este modo alcanzas un
estado meditativo.
Durante la práctica de Chi Kung, el Dan Tian se
despierta hasta tal punto que, con la práctica, te
asombrará descubrir como se muestra dentro de ti.
Si te introduces dentro de este fascinante
mundo, descubrirás conceptos como el Yin y el Yang,
que son, dicho de forma muy básica, los dos estados
en que puede encontrarse todo aquello que existe en
el universo…
El día y la noche
El frio y el calor
Lo dulce y lo salado
El hombre y la mujer
La ira y la relajación
La vida y la muerte
¡Que te relajes, coño! 109

A diferencia de lo que mucha gente cree, no hay


uno bueno y uno malo, este tipo de clasificación es
más propia de la cultura occidental, simplemente son
estados distintos.
Su significado es:
Yang: El lado soleado de la montaña
Ying: El lado sombreado de la montaña

No es mejor la noche que el día o el dulce que


el salado, ni evidentemente, el hombre que la mujer,
simplemente son estados diferentes.
Para que entiendas hasta qué punto están
unidos el uno al otro, te diré que los chinos se refieren
a él como YinYang, todo junto, porque es
incomprensible hablar de uno sin el otro. Del mismo
modo, dentro de uno siempre hay parte del otro, de
este modo se obtiene el equilibrio y si forzaras tanto
un estado que consiguieras eliminar completamente
uno de los dos, el que quedase, se transformaría en el
que has eliminado.
Sé que es un poco complicado de entender,
permíteme que te ponga un ejemplo que te lo
mostrará de forma muy fácil…
¡Que te relajes, coño! 110

Imagínate que coges un trozo de hielo y lo


pones sobre tu piel, esta se va enfriando lentamente,
no es frio completamente porque aún guarda parte
del calor del cuerpo, y por tanto mantiene un cierto
equilibrio, pero si mantienes durante mucho rato el
hielo, el frio se va volviendo más intenso a cada
momento, hasta que llega un punto en el que ya no
queda calor del cuerpo, y justo en ese momento,
notas como el hielo te quema la piel. El frio sin calor,
se ha convertido en fuego.
Bien pues, después de esta explicación, te diré
que lo que intentamos conseguir con la práctica de Chi
Kung es el equilibrio, un equilibrio generalizado en
todo: nuestra respiración debe ser profunda, pero no
acelerada, nuestros movimientos deben ser ágiles,
pero no rápidos, nuestra mente debe estar consciente
pero recluida.
Como puedes comprobar, esto no es algo fácil
de conseguir y es por ello por lo que te recomiendo
encarecidamente que busques cualquier centro para
adentrarte en esta práctica, no se basa tan sólo en
conocer el movimiento, debes asimilar la filosofía que
conlleva, y eso nuevamente, sobrepasa las
expectativas de este libro.
¡Que te relajes, coño! 111

Conclusión final
Espero que este libro te haya permitido
encontrar la forma de poder relajarte, ya sea a través
de algunos de los ejercicios que se han presentado
(sino todos), o bien ayudándote a entender que a
veces, es necesario cambiar de camino para poder
llegar al destino.
Quiero dejar constancia de un detalle que a
veces olvidamos.
No es malo ponerse nervioso
Si, de verdad, no lo has leído mal, lo que es
importante es que sepas gestionar este estado y
poder relajarte, ¿recuerdas el Yin y el Yang?, tan malo
es estar excesivamente nervioso como estar
excesivamente relajado, debes buscar el equilibrio en
todos los aspectos de tu vida.
Como analizábamos al principio de este libro, la
sociedad actual nos impone un nivel muy alto de
ansiedad, principalmente en el trabajo, nos exigen
que seamos eficientes y rápidos constantemente,
pues bien, la parte Yang del estado emocional ya la
tienes en el trabajo, en el momento que salgas de él,
aplícate una buena dosis de Yin y relaja tu mente, de
este modo encontrarás el equilibrio.
¡Que te relajes, coño! 112

A pesar de ello, recuerda que dentro del Yang


siempre tiene que a ver parte de Yin y viceversa, si no
lo haces así, lo más posible será que acabes con un
ataque al corazón o cualquier otra patología nada
recomendable.
Lo cierto es que yo, soy una persona muy
nerviosa, los dolores en la nuca o en la mandíbula
debidos a la tensión acumulada han formado parte de
mi día a día durante años, es precisamente por esta
simple razón que me he atrevido a escribir este libro,
porque yo he sufrido los mismos síntomas que estas
sufriendo tú y sé que los métodos que aquí se han
expuesto funcionan, del mismo modo que sé que
solamente cambiando tu actitud frente a las
diferentes situaciones de estrés con las que te
enfrentas a diario, podrás mantener a raya ese estado
de tensión.
No voy a decirte que gracias a los
conocimientos que aquí se exponen tu vida vaya a ser
maravillosa y que veras unicornios de colores flotando
entre nubes de color rosa, simplemente te enseñara,
llegado el momento, a relajarte y afrontar la situación
con una mejor actitud.
Busca constantemente una buena razón para
levantarte por las mañanas, cambia aquellas cosas
que no te gustan de tu vida, disfruta de los pequeños
¡Que te relajes, coño! 113

detalles que te ofrece el día a día y, sobre todo,


recuerda que no es necesario consumir para ser feliz.
Analiza el valor real de las cosas y lo que te conlleva
poder conseguirlas, pero, por encima de todo,
encuentra tiempo para ti, dedícate veinte minutos al
día, tu estado de ánimo mejorará y ello se reflejará en
tu personalidad
No hace falta que te pases dos horas en el bar
cuando termines de trabajar. Si no te apetece ir a casa
cuando termina la jornada laboral, siento decírtelo,
pero algo funciona mal (lo cual no quiere decir que no
puedas hacer una parada de diez minutos para
relajarte). No ocultes tus problemas, afróntalos sin
miedo, pero con positivismo, no descargues tu ira
contra aquellos que te rodean, pues al final, te vas a
encontrar solo.
Si consigues alcanzar mínimamente estos
objetivos, nunca más oirás a nadie decirte:
¡que te relajes, coño!

Gracias por escuchar


Jordi
sociedad en la que vivimos nos impone un ritmo de vida
estresante, somos conscientes de ello y por eso intentamos
encontrar soluciones que nos ayuden a mitigar esta sensac

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