“Recibid el Espiritu Santo”
Juan 20:22
Imparticién
Else dio a si mismo
Jestis queria que sus seguidores le obedecieran. El
comprendié que sus discipulos descubrirfan la experiencia mas
profunda de su Espiritu, cuando ellos reconocieran esta verdad.
Y al recibir su Espiritu ellos conocerian el amor de Dios por el
mundo perdido. Es por eso que sus demandas fueron aceptadas
sin argumentos. Los discipulos entendieron que no estaban tan
s6lo guardando una ley, sino que estaban respondiendo a Uno
que los amaba y estaba dispuesto a darse a s{ mismo por ellos.
La suya fue una vida de dar y dar a otros Io que el Padre
Ie habfa dado a El (Juan 15:15; 17:4,8,14). El les dio su paz por
medio de la cual se sostuvo en la tribulacién (Juan 16:33; cf-,
Mateo 11:28), El les dio su paz por medio de 1a cual pudo obrar
al estar rodeado de sufrimiento y pena (Juan 15:11; 17:13).
___ Les dio las Have del reino contra el cual los poderes del
infierno no prevalecerfan (Mateo 16:19; ver Lucas 12:32). Mas
ain, les dio su propia gloria, la cual posefa desde antes de la
fundacién del mundo, para que ellos fueran uno como
Uno con el Padre (Juan 17:22,24). El dio todo lo que tenia - no
Tetuvo nada - ni aun su propia vida.
El era
s7El plan maestro de la VANKElizacis,
7
Asf es el amor. Siempre se esta dando a si mismo, Cuan
es reservado no es amor. En este sentido Jestis ilustrs, lara.
mente delante de sus seguidores lo que significaba “Porque de
tal manera am6 Dios al mundo” (Juan 3: 16), E] Significadg
es que Dios dio todo lo que tenia a los que amaba, aun “ny
hijo unigénito”. Y para el Hijo, al encarnar ese amor, Signi.
fic6 renunciar a su propio derecho a vivir y dar su vids ve
el mundo. Sélo a la luz de esto - cuando el Hijo es puesto en
lugar del mundo - puede uno siquiera comenzar a comprender
la cruz. Pero aun comprendiendo esto, la cruz de Cristo es
algo inevitable, pues el amor infinito de Dios sélo Puede sep
expresado en una manera infinita. Asi como el hombre por
Pecado debfa morir, asf también Dios por su amor tenia que
enviar a su Hijo a morir en nuestro lug
ar. “Nadie tiene mayor
amor ue este, que uno ponga su vida por sus amigos” (Ivan
15:13).
La obligacién del evangelismo
Esta es la raz6n por la cual El no Perdi6 ni una oportuni-
dad para imprimir en sus seguidores, la P
su propia alma ardiendo con el amor de Di
Perdido. Todo lo que El hizo y dijo fue motiva
consumidora. Su vida fue simplemente la rev
¥ espacio, del propésito eterno de Dios de
n obligatoria de
(0s por el mundo
do por esta pasién
elacién en tiempo
salvar a un pueblo
que los discipulos
nte sus ojos en muchas
conten cata dfa. Aunque estas demostraciones fueron ffe-
cnentemente dificiles de aceptar, como cuando El lav6 su ne
(Juan 13:1-20), aun asf no era dificil de entender lo que
queria decir. Ellos vieron como su Maestro se negé a si ee
muchas de las comodidades y placeres del mundo, y 8° eh
un siervo entre ellos. Ellos vieron cémo las cosas ae ae
mds preciadas para ellos - la satisfaccién fisica, 18 aes
cin popular, el prestigio - todas fueron rechazadas P'ticién
Impar' 59
mientras que las cosas que ellos buscaron evitar - pobreza,
humillaci6n, dolor y aun la muerte - El las acepté votunta,
riamente por causa de ellos. Al verle ministrar a los enfermos
confortar al dolido y predicarel evangelio alos pobres, era claro
gue el Maestro no consideraba ningtin servicio muy pequefo,
ni ningdn sacrificio muy grande cuando era hecho para la
gloria de Dios. Ellos pueden no haberlo entendido siempre, y
tiertamente no podian explicarlo, pero nunca lo confundieron
Su santificacién
La renovacién constante de su propia consagracién a
Dios a través de su servicio de amor hacia otros, constituys la
santificacién de Jestis. Esto fue demostrado claramente en su
oracién sacerdotal al decir: “Como tii me enviaste al mundo,
as{yo los he enviado al mundo. Y por ellos yo me santifico a mi
mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad”
(Juan 17; 18,19). Noten que esta separacién de sf mismo para
Dios, indicada por la palabra santificar, no fue necesaria en
el caso de Jestis para efectuar limpieza, pues El fue siempre
puro, Tampoco era necesaria para recibir poder para servir,
pues Jestis ya tenfa todo el poder que podia usar. Al contrario,
su santificaci6n, como el contexto revela, fue en el drea de la
dedicacién a la tarea para la cual habfa sido enviado al mundo,"
yen dedicacién a ese propésito de evangelizacién, dio su vida
continuamente “por ellos”.
_ Su santificacién, entonces, no fue para su propio benefi-
cio sino para el de sus discfpulos, para que ellos fueran
“santificados en la verdad.” Es decir, al darse a sf mismo a Dios,
Jestis se dio a si mismo? a los que estaban a su alrededor para
ue Hlegaran a tener a través de su vida, una dedicaci6n similar
‘la misién para la cual El habfa venido a este mundo. Todo su
m evangelistico dependia de esta dedicacién, y a su ver, de
fs ietiad con la cual sus discfpulos se dieron a s{ mismos en
al mundo a su alrededor.kl plan maestro de Ia evangelizagis,
60.
Las credenciales del ministerio
es 1 mediante la cual ellos juzgarfan g
Een ten ee. Debian dof Bratiianee i
eewko habian recibido (Mateo 10:8). Debfan amarse 108 unos
alos otros como El les amé (Juan 13:34,35), Esta seria Ig
marca de que eran sus disefpulos (Juan 15:9,10). Aqui estaban
contenidos todos los mandamientos (Juan 15: 12, 17; ver Mateo
22:37-40; Marcos 12:30,31; Lucas 10:27). El amor - el amor
del calvario - era el estindar. Tal como lo habfan visto por
tres aos, los disefpulos debfan darse a sf mismos en devocign
desprendida a los que el Padre amaba y por los cuales Jesis
murié (Juan 17:23).
Tal demostracién de amor a través de ellos seria la manera
en que el mundo sabria que el evangelio era la verdad, {De
qué otra manera serfan convencidas las multitudes? Amat es la
tinica manera de ganar la respuesta libre de los hombres, y esto
es posible s6lo mediante la presencia de Cristo en el corazén,
Por esto Jestis or6: “Padre justo, el mundo no te ha conocido,
pero yo te he conocido, y estos han conocido que t me enviaste,
Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer ain,
para que el amor con el que me has amado, esté en ellos y yoen
ellos” Juan 17:25,26).
La obra del Espiritu Santo
_ Que a nadie se le ocurra pensar, sin embargo, que este
tipo de experiencia con Cristo puede haber sido engendradt
por la astucia humana, Jestis hizo entender bastante claro qu?
su vida fue dirigida s6lo por el poder del Espiritu Santo. “El
Goad) ees Cl Aue da Vida; la came para nada aprovecha” (Jui
6:63). Esa es la cual aun para comenzar a visit
£1 Cristo era necesario haber nacido de nuevo (uan 33)
ji nuturaleza humana corrompida debe ser rexenerada Po!
Espititu de Dios, antes de poder ser conformeia a su Ve
dero propésito de existir en ta imagen divina, De la ms"
‘manera, es el Eaptrim el que sosticas y aliments 12
la razén poImparticion
transformada de un discipulo en gracia y conocimiento (Juan
4:14; 7:38, 39). Mediante el mismo Espiritu uno es limpiado
a través de la Palabra, y apartado para Dios para su servicio
santo (Juan 15:3; 17: 17; ver Efesios 5:26). De principio a fin,
el poder experimentar al Cristo vivo en alguna manera personal
es obra del Espiritu Santo.
Es sélo el Espiritu de Dios el que capacita a la persona para
llevar a cabo la misién redentora de la evangelizacién. Jess
ya habia revelado esta verdad en relacién a su propia obra, al
declarar que lo que éI hacfa era en cooperacién con el “Espiritu
del Seftor” . Era por su virtud que El predicaba el evangelio a los
pobres, sanaba a los de corazén afligido, proclamaba libertad al
cautivo, abria los ojos de los ciegos, echaba fuera demonios, y
ponfa en libertad a los oprimidos (Lucas 4:18; Mateo 12:28).
Jesis era Dios en revelacién; pero el Espiritu era Dios en
operacién, El era el Agente de Dios efectuando a través de
Jos hombres el plan eterno de salvacién. De esta manera Jestis
explicaba a sus discfpulos que el Espiritu prepararia el cami-
no para sus ministerios. El les daria las palabras para hablar
(Mateo 10:19,20; Marcos 13:11; Lucas 12:12). El convencerfa
al mundo “de pecado, de justicia y de juicio” (Juan 16:8). El
darfa iluminacién de la verdad para que los hombres pudieran
conocer al Sefior (Mateo 22:43; ver Marcos 12:36; Juan 16:14).
A los discfpulos se les prometié que por el poder del Espiritu
harfan las mismas obras de su Seftor (Juan 14:12). En esta luz,
el evangelismo no fue interpretado como una empresa humana,
sino como un proyecto divino que ya estaba en marcha desde
gman, y continuarfa hasta que se cumpliera el propésito
bie Era la obra del Espiritu de principio a fin. Todo lo que
an Pidi6 a los disefpulos que hicieran fue dejar al Espiritu
rolar sus vidas por completo.
Otro Consolador
= ra su propio entendimiento, sin embargo, los di
Cionatiban entender de manera aun mas significativa, la rela-
ll Espiritu con su Seftor. Jestis, por supuesto, reconocid
épulos
. aBI plan maestro de a evangetingg
62
por lo tanto hablo eee en cua
esto al acercarse mas y més el fin a up Sobre la tier,
te punto El habfa estado con ¢ lempre. El hab,
ae Consolado, su Maestro, su gufa. En comunién con |
Ios disefpulos habian conocido Ta valentia y Ta fortaleza. go
FI sintieron que todo era posible; pero su problema era qu,
Jestis iba a regresar al cielo. Bajo estas circunstancias Jestig
necesitaba explicarles c6mo les irfa luego de que El los dejar,
Fue en este tiempo que Jestis les habl6 del Espiritu com,
“otro Consolador”,‘ un Abogado, uno que estarfa a su lado, ung
persona que tomaria exactamente el mismo lugar con ellos,
en la esfera invisible de la realidad que Jestis habfa lenado en
la experiencia visible de la carne (Juan 14:16). De la misma
manera como El le habfa ministrado a ellos por tres ais,
ahora el Espiritu los guiarfa a toda verdad (Juan 16: 13). Eley
mostraria las cosas que habfan de venir (Juan 16:13).
Les ensefiarfa lo que necesitaban saber (Juan 14:16). Les
ayudaria a orar Juan 14:12, 13; 16:23,24). En resumen, El
glorificarfa al Hijo tomando las cosas de Cristo y haciéndolas
reales para sus seguidores (Juan 16:14, 15). BI mundo no
podfa recibir esta verdad, porque no conocfa a Jestis; pero los
discipulos sf lo conocfan, pues El habia estado con ellos, y ene!
Espiritu continuarfa con ellos para siempre (Juan 14:17).
Jestis no estaba hablando de teorfa, credo o un arreglo
Provisional. Era la promesa de una compensacién real por
la pérdida que los discipulos sufririan. “Otro Consoladot”
tal como lo era Jestis los Henarfa con la presencia misma del
Maestro. En realidad, los privilegios que los discipulos dis
frutarfan en esta profunda relacién con el Espfritu eran mi
yores de los que habian tenido al caminar Jestis con ellos pot
los caminos de Galilea. Después de todo, en su carne Jess
estaba confinado a un cuerpo y un lugar, pero en el Espititt
estas limitaciones serfan todas removidas. Ahora podria est
ae Siempre, y literalmente nunca dejarlos ni aban
$ (Mateo 28:20; ver Juan 14:16). Vigndolo desde &
esta necesidad yImparti 63
perspectva, era mejor para Jess, habiendo terminado su obra,
regresar al Padre y enviar el bendito Consolador para que
‘iniera y tomara su lugar (Juan 16:7).
El secreto de la vida victoriosa
Es facil ver entonces por qué Jestis querfa que sus discf-
pulos esperaran hasta que la promesa se hiciera realidad para
ellos (Lucas 24:49; Hechos 1:4, 5, 8; 2:33). gDe qué otra manera
podrian ellos cumplir con la comisi6n de su Sefior con gozo y
paz? Ellos necesitaban una experiencia de Cristo tan real que
sus vidas fueran Henadas de su presencia. La evangelizacin
debia legar a ser una compulsin interna, purificando sus
deseos y guiando sus pensamientos. Nada menor que un
bautismo personal del Espiritu Santo serfa suficiente. La obra
sobrehumana a la cual fueron amados demandaba una ayuda
sobrenatural - una capacitacién con poder de Io alto. Esto
significaba que los discfpulos mediante la confesién de su
orgullo y enemistad arraigados en completa rendicién a Cristo,
debian venir por fe a una nueva y purificadora experiencia de la
enura del Espiritu.
El hecho de que estos hombres eran comunes y corrientes
120 era obstéculo alguno. Esto s6lo sirve para recordamos del
inmenso poder del Espiritu de Dios, que cumple su propésito
¢n discipulos completamente rendidos a su control. Después de
‘odo, el poder esté en el Espiritu de Cristo. No tiene nada que
Xe cae
=" Con quien somos, sino quien Els, y esto es lo que hace la
diferencia,
Una verdad escondida a los no creyentes
& seman, ¢sbuenomencionardenuevoque soloaquellos
en ey Je86 hasta el inal legaon a conocer glovios
Multitudes, pas Los que le siguieron a distancia, como las
alae de on pom 108 que obstinadamente rehusaron caminar
c 1aPalabra, como los fariseos, ni tan siquieraescucha-
re a del bendito Consolador. Como se dijo antes,
‘4 Sus perlas delante de los que no las querian.°
ests| plan maestro de la evangey;
i EIp eliza,
Esto caracteri26 su ensefianza @ través de toda sy Vidy
re ito para sus pocos discipulos eseg9:
ss one Die sus cosas mas Feveladoras oe
10.22: Mateo 11 :27; ver 16: 17). Sus ojos y ofdos §
benditos. Muchos ae y a bere n las oy
. ¥ off Lo que el } PETO NO pudi
oe sG I? Teas 10-23.24; ver Mateo 13:10,11¢ 440
4:10,11; Lucas 8:9,10). Tal politica puede parecer extrafig
que recordamos que Jesis estaba invirtiendo deliberadamen.
todo Jo que tenfa en estos pocos hombres, para que pudieran se
preparados apropiadamente para esta obra.
El asunto principal hoy dia
Todo el asunto gira alrededor de la persona del Maestro,
Basicamente su método era su vida. Y asf debe ser con sus
seguidores. Debemos tener su vida en nosotros por el Espfrity
si es que vamos a hacer su obra y practicar sus ensefianzas,
CCualquier obra evangelistica sin esto queda sin vida y propésito,
Sélo en la medida en que el Espiritu de Cristo en nosotros exalts
al Hijo, es que las personas son atrafdas al Padre.
Por supuesto, no podemos dar lo que no poseemos. La
habilidad de dar nuestras vidas en Cristo es la prueba de su
posesién. Como tampoco podemos retener lo que poseemos
en el Espiritu de Cristo, y aun quedarnos con ello. El Espiritu
de Dios siempre insiste en dar a conocer a Cristo. He aqui la
gran paradoja de Ja vida -debemos morir a nosotros mismos
para vivir en Cristo, y en esa renuncia de nosotros mismos,
debemos darnos a nosotros mismos en servicio y devocién &
nuestro Sefior. Este era el método evangelistico de Jestis, visto
Primeramente por sus pocos seguidores, pero a través de ellos
Iegaria a ser el poder de Dios para conquistar al mundo.
Pero no podemos detenemos aqui. También es necesario
ue otros vean en nosotros una clara demostracién de la maner
en que se debe vivir la vida del Maestro. Por tanto, es necesan?
ue entendamos otro aspecto obvio de la estrategia de Jest e°
Sus discipulos,