Professional Documents
Culture Documents
Los Tratados Internacionales en El Orden Jurídico Argentino
Los Tratados Internacionales en El Orden Jurídico Argentino
ARGENTINO
Por: Carlos Alberto Mayón
SUMARIO
CAPITULO PRIMERO: LA SUPREMACIA DE LOS TRATADOS
SEGUNDA PARTE
LA SUPREMACIA DE LOS TRATADOS EN LA CONSTITUCION
ARGENTINA
III.- ANTES DE LA REFORMA DE 1994
1.- En la Constitución
2.- En la Doctrina
3.- En la Jurisprudencia de la Corte Suprema: Períodos
a) Primera Etapa: Dualismo
b) Segunda Etapa: Monismo Absoluto
c) Tercera Etapa: Monismo Relativo
159.
vigencia dentro del Estado a través del Derecho Interno. Consecuentemente, prevalece
el Derecho Interno sobre el Internacional: si un tratado está en contradicción con la
Constitución prevalece ésta; y, si se contradicen una ley del Congreso y un Tratado
Internacional, se aplica el principio general que establece que la norma posterior deroga
a la anterior. Es decir que, si el Tratado es posterior éste prevalece sobre la ley: si, en
cambio, si la ley es posterior, se aplica ésta y no el Tratado.
En principio, los especialistas en Derecho Internacional se inclinan por la tesis
monista, mientras que los constitucionalistas lo hacen por la dualista.
3. Esquema: Podríamos sintetizar lo expuesto por medio del siguiente cuadro,
según el rango superior o inferior que tiene cada norma en el ordenamiento jurídico,
colocando en primer lugar la que ocupa la cúspide de la pirámide jurídica, y en los
lugares siguientes las normas que se encuentran en niveles inferiores:
III.- Dualismo
1º) Constitución Nacional
2º) y 3º) Leyes Nacionales y Tratados Internacionales (prevalece la norma que sea
posterior).
SEGUNDA PARTE
LA SUPREMACIA DE LOS TRATADOS EN LA CONSTITUCION
ARGENTINA
III.- ANTES DE LA REFORMA DE 1994
1.- En la Constitución:
En nuestra opinión, la Constitución Argentina antes de su Reforma de 1994
adhería a la doctrina Dualista. Esa es la conclusión a la que podía arribarse,
coordinando los arts. 31 y 27 de nuestra Ley Fundamental. En primer lugar, porque el
monismo absoluto quedaba totalmente descartado, ante la clara disposición del art. 27:
"El Gobierno federal está obligado a afianzar sus relaciones de paz y comercio con las
potencias extranjeras por medio de tratados que estén en conformidad con los
principios de derecho público establecidos en esta Constitución".
El párrafo subrayado "que estén en conformidad con los principios de
derecho público establecidos en esta Constitución", era bien claro en cuanto a que los
tratados debían quedar subordinados a la Constitución.
Excluído el monismo absoluto, creemos que era discutible si la Constitución
Argentina adscribía al monismo relativo o al dualismo. Nos inclinamos por este último,
porque en el texto anterior a 1994 no había ninguna cláusula que estableciera la
superioridad de los tratados sobre las leyes.
2.- En la Doctrina:
Vélez Sarsfield, en la Convención Constituyente Provincial de Buenos Aires de
1860, decía que "el tratado es una ley particular que no puede destruir la Constitución"
(3).
En la doctrina había distintas opiniones. Uno de los principales exponentes de la
posición dualista ha sido Unsain. La mayoría de los constitucionalistas clásicos, como
González Calderón y Linares Quintana, también han adherido al dualismo. González
Calderón, por ejemplo, decía que "no hay ley más suprema que la Constitución. De
modo, pues, que los Tratados Internacionales son también parte de la ley máxima de la
Nación (art. 31) cuando armonizan con la Constitución federal"(4).
Modernamente, y aún antes de la Reforma de 1994, las opiniones estaban más
divididas. Algunos autores, como Bidart Campos, eran monistas. Este último autor,
por ejemplo, entendía que los tratados estaban por sobre las leyes. En el caso particular
de los tratados internacionales sobre derechos humanos, sostenía que revisten carácter
( ) Ver: AJA ESPIL, Jorge A.: La Supremacía Constitucional luego de la Reforma de
3 ?
Constitucional Argentino.- Buenos Aires, Ediar, 1986 en adelante. Volumen I, pág. 104
y volumen III, pág. 112.
( ) VANOSSI, Jorge Reinaldo: Teoría Constitucional. Buenos Aires, Depalma, 1975 y
6 ?
Técnica de Salto Grande" (El Derecho 154-161). Con comentarios de Ignacio G. Livy
y M.A. Ekmedkjian.
fallo que el tratado es inválido si contraría a la constitución Nacional. Ahora la Corte
Suprema sostiene que la aplicación del articulo 27 de la Convención de Viena impone a
los órganos del Estado Argentino asignar esa superioridad al tratado internacional sobre
el ordenamiento interno "una vez asegurados los principios de derecho público
constitucional".
En otros términos: el Tratado está por sobre las leyes, pero por debajo de la
Constitución Nacional.
Artículo 31.- (Texto anterior: No se modificó en 1994) Esta Constitución, las leyes
de la Nación que en su consecuencia se dicten por el Congreso y los tratados con las
potencias extranjeras son la ley suprema de la Nación; y las autoridades de cada
provincia están obligadas a conformarse a ellas, no obstante cualquiera disposición en
contrario que contengan las leyes o constituciones provinciales, salvo para la provincia
de Buenos Aires, los tratados ratificados después del Pacto de 11 de noviembre de
1859.
Reforma Constitucional de 1.994: los Tratados sobre Derechos Humanos como pauta
interpretativa obligatoria dirigida a los Poderes Públicos.- El Derecho 163-906. Del
mismo autor: El principio de la supremacía constitucional luego de la Reforma a la
Constitución Nacional, en 1994. En Boletín Informativo de la Asociación Argentina de
19: Corresponde al Congreso: Aprobar o desechar tratados concluídos con las demás
naciones y con las organizaciones internacionales, y los Concordatos con la Santa Sede.
Los Tratados Internacionales tienen jerarquía superior a las leyes y a las otras
disposiciones del derecho interno. Los Tratados Internacionales sobre Derechos
Humanos ratificados tienen jerarquía constitucional, y los derechos, libertades y
garantías que consagran se presumen operativos. Sólo podrán ser denunciadas con la
mayoría de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara. Los
derechos, libertades y garantías consagradas por esta Constitución, los Tratados
Internacionales, la legislación y las demás disposiciones del derecho interno se
interpretan de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos,
la Declaración Americana de los Derechos y los Deberes del Hombre y los
Tratados Internacionales de derechos humanos ratificados. En todos los casos se
aplicará la norma de tutela más favorable". (El subrayado es nuestro)
Se advierte de inmediato que esa primitiva redacción establecía un monismo
mucho más acentuado que el texto que en definitiva quedó aprobado y que tenemos
vigente.
Por otra parte, cuando decía ese proyecto que "Los Tratados Internacionales
sobre Derechos Humanos ratificados tienen jerarquía constitucional, y los derechos,
libertades y garantías que consagran se presumen operativos", no iba a dejar duda
alguna en cuanto a la operatividad de los Tratados, tal como lo expresó la Corte
Suprema en 1992, en el caso "Ekmekdjian II". Sin embargo, no aparece así en la
Constitución Reformada en 1994.
El otro párrafo que subrayamos "Los derechos, libertades y garantías
consagradas por esta Constitución, los Tratados Internacionales, la legislación y
las demás disposiciones del derecho interno se interpretan de conformidad con la
Declaración Universal de Derechos Humanos, la Declaración Americana de los
Derechos y los Deberes del Hombre y los Tratados Internacionales de derechos
humanos ratificados. En todos los casos se aplicará la norma de tutela más
favorable" ponía en evidencia las fuentes conque se manejaron sus redactores: se
advierte la semejanza con las constituciones de Portugal y de España.
Lo cierto es que esos párrafos en definitiva no se incluyeron, lo que parecería
indicar que el Constituyente no compartió esa posición de monismo extremo,
adhiriendo, en cambio, a la forma atenuada. Creemos que esa discrepancia entre el texto
del primitivo proyecto, y el que se aprobó en definitiva, puede ser útil para aclarar que
los Tratados están subordinados a la Constitución. Y todavía más clara es esa
interpretación, si advertimos la frase que después se agregó y que no figuraba en el
proyecto primitivo: Los Tratados "tienen jerarquía constitucional, no derogan artículo
alguno de la primera parte de esta Constitución y deben entenderse complementarios
de los derechos y garantías por ella reconocidos"
Derecho, 159-l085.
( ) Ver: DULITZKY, Ariel: La Jerarquía Constitucional de los Tratados de Derechos
29 ?
Derecho, 159-l088
( ) Op. cit. pág. 1089.
36 ?
4.- Que lo hagan con conocimiento del Congreso Nacional. En este tema la Reforma no
aclaró la vieja polémica sobre qué significa "conocimiento"; deberá seguirse, entonces,
con la clásica interpretación de que no implica "aprobación", sino sólo que se lo
notifique.
No queda claro, a nuestro entender, qué pasará en este tema con la ciudad de
Buenos Aires, pues dependerá del régimen que se establezca a tal efecto. No se
especifica si ese régimen será establecido por la ley que garantice los intereses del
Estado Federal a que se refiere el art. 129, o si lo podrá decidir la misma ciudad.
La Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires reconoce esta facultad
entre las atribuciones del jefe de Gobierno, en el art. 104, inc. 3: "Concluye y firma los
tratados, convenios y acuerdos internacionales e interjurisdiccionales. También
puede celebrar convenios ... con organismos internacionales ... en todos los casos con
aprobación de la Legislatura. Fomenta la instalación de sedes y delegaciones de
organismos del Mercosur e internacionales en la ciudad."
( ) Barroso propone que para este tipo de Tratados el Congreso realice un control de
39 ?
propósito del pacto de San José de Costa Rica", en LA LEY, 1986-B- 1015.
( ) DROMI, Roberto: Derecho Administrativo. Buenos Aires, Ediciones Ciudad
41 ?
927.
( ) QUIROGA LAVIE, Humberto: Lecciones de Derecho Constitucional. Buenos
46 ?
926/27.
Otro problema: por medio de Tratados Internacionales puede modificarse la
Segunda parte de la Constitución. Y en la práctica así se hace, por ejemplo, con la
Jurisdicción y Competencia de la Corte Suprema, que deja de ser la última instancia.
Todo ello producirá innovaciones en cuanto a la aplicabilidad práctica de los Derechos
y Garantías, que ahora podrán ser interpretados por otros órganos superiores a los que
establece la Constitución Argentina.
También puede modificarse la primera parte de la Constitución, con la inclusión
de otros Tratados Internacionales, aunque, en este caso, la Reforma no podría consistir
en derogar alguno de los Derechos o Garantías allí incluídos, sino sólo en agregar otros
nuevos.