Abrams, P Notes

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Vi RASS NOTAS SOBRE LA DIFICULTAD DE ESTUDIAR EL ESTADO (1977) Philip Abrams (1933-1981) Journal of Historical Sociology Vol. 1 N® 1, March 1988, pp. 58-89. Traducciée: Rafael Macia Mejia Orlando Jaramillo Gén Introduccién “Cuando el estado se encuentra en peligro” dijo Lord Denning en su juicio ayer “nuestras queridas libertades deben tomar un lugar secundario y atin 1a Justicia natural debe suftir un retroceso” ‘La fallen el acgumento de Lord Denning consiste en que es el gobierno Quien decide cual debe ser el interés del estado el que invoca la “seguridad nacional * aly como el estado escoge definirla”, dijo ayer fa Sefforita Patt Hewitt directora del Consejo Nacional para las Libertades Ciiles * ‘The Guardian 18. 2.77 Cuando Jeremy Bentham se propuso purgar cl discurso politico de los engafios y fantasfas gencrados por los muchos “mecanismos alegéricos” a través de los cuales el interés propio y el poder seccional se cenmascaran como entidades morales independientes, la nocién de estado no era muy popular en la vida intelectual © politica inglesa. Si hubiera sido asi probablemente lo hubiera incluido junto con “gobierno”, “orden” y “constitucién” como uno de los términos peculiarmente aptos para reforzar una “almésfera de ilusiGn” -una falacia SS |" Nota des tradvctores. Hemos mantenida a escritura en minsculas de la palabras “estado” y “dios”, tal como aparecen en el texto original, para respetargiintencion fl Que tengamos cara muestra de hasta donde ha legado AWAD turrbove Wo YOM de confusién en el mejor de los casos y una pantalla “oficial de maleficencia” en el peor, que da concrecién espuriay realidad a aquello que solamente tiene existencia abstracta y formal.' Hacia 1919, sin embargo. los esfuerzos combinados de los hegelianos, los marxistas “y los politicos haban provocado Un cambio: “casi todos {as disputas politicas, y las diferencias de opinién’, pudo advertir entonces Lenin, “se dirigen ahora al concepto de estado”, y més particularmente a “Ia pregunta, cqué es el estado?"? Sus observaciones parecen ser aun Correctas en gran medida, al menos entre los socidlogos: cincuenta afios de estar formulando esa pregunta no han producido respuestas muy satisfactorias y que sean amipllamente aceptadas. Atmismo tiempo, 2 invocacién al estado como punto final de referencia para la prictica politica a la que recurre Lord Denning y las objeciones a tal invocacton expresadas por fa Srta. Hewitt se han convertido, cada vez mas, en lugares comunes. Hemos llegado a dar por sentado al estado como un objeto de ractica y de analisis politico mientras permanece siendo ¢specaculamen poco aro qué es el estado. Se fos conmina desde diversos Trentes a respetarlo, a destruirlo 0 2 estudiarlo, pero por carecer de claridad acerca de su naturaleza tales "Jeremy Bentham, The Handbook of Potica! Fallacies edited by HA. Larrabee, Harper and Brothers, New York, 1962. * 2VII Lenin, “The State” Selected Mork. vol. Il, New York. 1943 p. 639. ! proyectos contintian plagados de dificultades. ¢Serd que hace falta una nueva purgaal estilo de Bentham? 1.El problema en general [a sociologia political de acuerdo con W. G. Runcitnan surge de terseparacién de lo politico -y mas especialmente del estado- de lo social. Esté construida como un intento de dar un Tecuento social del estado viéndolo_ como un agente politico concreto 0 una estructura diferente de las agencias y de las estructuras de la sociedad en Tas cuales 0 ra alacant yi gOTES lo afectado por elas. Se nos ha dicho que es esta *“Gistincidn_... la que hace posible una sociologia de la politica’? [ELmarxismd, tnico rival serio de fa sociologéa en la bisqueda de und teoria contempordnea del estado, se apoya, al menos superficiimente, en una distincién muy parecida, La mayoria de las variedades de marxismo suponen que el andlisis politico adecuado debe proceder, como lo dio Manz sabre la base de “la telacin real entre el estado y la sociedad civil, es decit,_su separacidn”- ‘asunto crucial-ep el analisis politico mmanvista, dentro de este enfogue, viene a ser entonces a euestion acerca del grado de independencia real distrutada Paral estrdofnsufelaciGn con ls pricipa- les formaciones de la sociedad civil: las clases sociales. Atin cuando escritores maristas como Poulantzas rechazan abiertamente este enfogue lo hacen tinicamente para sustituir la separacién entre el estado y la sociedad civil por una problemticaformulada como “Ia autonomia espectfica de lo politico y de lo econémico”, dentro del modo capitalista de produccién. Y el problema resultante acerca de la naturaleza y funcién del estado tendra que ser resuelto a travts del andlisis de fa relacién del estado con el campo de la lucha de clases, por medio del desenmascaramiento de la autonomia del primero y del aislamiento del segundo. Aqut, también, fa roble al estado _c problemdtica considera al estado cSmo_entidad. efectivamente distinta y la tarea consiste en determinar las forma: los modos reales de dependencia o Independencia que lo relacionan con lo Socioecondmico*. _Soctoccon? 2 W.G. Runciman, Socal Science and Political Theor Cambridge, 1963, p32 ‘Ibid, p.33 ctando a hla Engels Gesamtausgabe, |, p492, Aus der Krtkder Hegelschen Statsrecht”. 40 Sin embargo, este contexto comtin de andlisis, cuya existencia ha sido aceptada por més de un siglo, no ha demostrado ser muy itil. La sociolog(a politica es rica en agendas: “el mayor problema empitico de la sociologia politica hoy parece ser... la descripcién, el andlisisy la explicacién sociolégica, de la estructura so- cial peculiar denominada el estado”, “la sociologfa volitica comis Loon Ja sociedad y examina cér alecta Pero es note ite en resulads. El hecho de ane Danse -y Hughes ‘no pudieran cifcontrar Casi nada que implementara esas agendas para incluirlo en sus libros de texto refleja con exactitud el estado del campo. La sociologia del estado tiene mejor representacién en las observaciones fragmentarias de Max Weber, ¥ la caracteristica mas sorprendente de la sociologia politica de Weber, como lo mostré Beetham con toda claridad, consiste en que es, en el mejor de las casos, un andlsis especificamente hist6rico y bastante Ga hoede sistemas complejos de politicas de clase, con muy poca o ninguna referencia al estado como algo separado de dichas politicas.’ Para los demds, la separacin intelectual de Ia sociedad y del estado en la sosiologia parece, en la prictica, haber significado fa exclusion del estado de lo politico -nociones especificas como la de “gobierno civil"(polity) sirven mas para elapsar la Wena del estade ae para criicaa: ass Los eberitores marstas se han dedicado al andlisis del estado de una manera mis directa y explicita pero, ccon la posible excepcién del andlisis del bonapartismo, CEN, Poulantzas, Poltical Power and Social Classes, New Left Books, London, 1973, pp. 130-37y 150-53. Apropésito, encuer- {ro poco convincentes los intentos de Poulantzas de desaereditar otras variedades de marsismo a este respecto -especialmente los trabajo de Lefebvre y dela escuctaitaliana- como resultado de un “Juego de palabras” en la lectura de Marx. Por el contraro lo ave Lefebrre, Della Volpe y otros han hecho es leer teralmente -uizh demasiado tteralmente- los pasajes claves de Marx. ,rr,r”—™—"E’s book of bledem Soctlogy Rand McNally, New York, 1964, p-610, es la fuente des primera agenday 8. Bendxy S. M. Lipset, “Pollcal Sociology: an Essayand Bibliography", Current Sectology 1957. p-87, de lasegunda. Ver R. E. Dowse y |. Hughes, Pollical Sociology John Wiley and Sons, New York 1972, para la carencia general d¢_ teabojos xdecuados subsecuentes. 7 7D. Beetham, Max Weber and the Theory of Modem Poltes, AER and Ursin, 1973. ® Me he etendido sobre este tema en Pot Socolgy Men Ursvin en prens.), yelasunto también ha sido tratado por PoulantZ, Palltical Power and Soctal Classes, pp. 40y 266. | no fo han hecho en su totalidad y mucho menos de marfera concluyente. El gran debate sobre la utonomia relativa del estilo que parecta Tan al ue Prometedor cuando se origind, termind con la sensacion ie-que sus problemas se habian agotado mas Que resuelto. Sus principales protagonistas dirigieron su atenci6n a otros asuntos. En 197: iliband exigta 2 los socidlogos politicos “desde un punto de vista marxista” que no disiparan sus energias estudiando las especulacories aera del esado, sho ale adoptaran una problemdtica alternativa orientada en términos de procesos y relaciones de dominacién concebidos de manera diferente y mas amplia.? Mientvas tanto, Nicos Poulantzas pasd, de fas opacas conclusiones de su sfuerzo por clarificar una teora marxista del estado - estac tiene la funcién_particular_de constituir e} factor de cohesién entre los niveles de una formacién social"=, no a intentar una formulacién mas exactamente clara y empiricamente-especiica de tale ; inds Bien, al estudio de regimenes particulares y de los rs s de clas capitalismo.'°“El tinjca acuerdo resultante del debate parece haber sido el reconocimiento mutuo de un nimera de caracteristicas importantes dea presunta relaciOn deT_// estado y la sociedad que hasta el momento _no_se_habfan_podido” femostrar de manera adecuada. Asf, Ta credibilidad de lanocién de dominacién de clase se salva ~ aunque tal cosa se da obviamente por sentada en todas las variedades de marxismo-, pero la demostracién de tal dominacién en el contexto de cada estado en particular atin no se ha logrado. En este nivel, el estado ~~’ desaffa una vez mds, con éxito, el escrutinio. Parece necesario decir entonces, que el estado concebido como una entidad substancial separada de la sociedad, ha demostrado ser un objeto de andlisis >R.E.Dowse, Reportct a conference on Poltical Sociology spon- sored by the Polllcal Sclence Committee of SSRC, Social Science Research Counell, London, 1974 "© Poulantzas, Polls! Power and Soctal Classes, p.44; el autor vuelve de nuevo al Interogante sobre lanaturleza del estado, con agin detalle, en dos de sus trabajos posterores, Fasclsm and Dicta- torship, New Left Books, 1974y Classes in Contemporary Capltal- sm, New Left Books, 1975, pero el problema de Idenitcar con precisiény localizar las funciones del estado no se plantea.. yrrsine Wolo Appar \ FE yocutul notablemente esapivo, En vez de Ia comprensién y el conocimiento.seguro, lagridezy la mistifcacién paréce, haber sido los resultados tipicos de los trabajos de las dos tradiciones, en las que el anzlisis del estado ha sido i do considerado como asunte significative en el pasado reciente. Esta confusién pasiblemente tenga que ver con lamanera en que. icianes han conceptualizado alestado. En efecto, estd claro que el problema marxista con eTestado es muy distinto del problema sociolégico con el estado y deben ser explorados de manera independiente. Antes de hacerlo, sin embargo, debemos destacar cémo el sentido comin refuerza constantemente el conocimiento que se da por sentado en ambas tradiciones. . 2. El problema en particular La vida politica cotidiana sugiere con fuerza que la concepcién del estado ofrecida en jsmayen Ta sociologia politica estd bien fundamentada -sin ‘ue importen las dificultades de hacerlo operativo-. El sentido comin nos leva a vida politica y que esa realidad es el estado. En cualquier caso, la investigacién del estado 'y la presuncién de su realidad oculta son maneras_ mu) lausibles “leer” los aspectos piblicos de la politica tal y como se manejan. La experiencia investigativa ingenua de los socidlogos que han intentado estudiar lo que juagan como el funcionamiento del estado 0 de cualquiera de sus presuntas agencias, es nuestra fuente més inmediata de sentido comtin al respecto. Cualauiera que haya intentado concertar una investigacién con el Home Office o el Departamento de Salud, estard atento al extremado celo con el que tales agencias protegen instintivamente fa informacién sobre ellas mismas. La presuncién, y la aplicacién efectiva, de que el “sector piblico” es, de hecho, un sector privado cuyos conocimientos no deben hacerse ptblicos, constituyen el obsticulo inmediato més obvio para cualquier estudio serio sobre el estado. La puesta en prdctica de esta concepcidn asume una variedad de for- mas ingeniosas. Una de las mds familiares es la combinacién de vagas afirmaciones piiblicas de que las agencias del estado reciben con agrado “buenas” investigaciones sobre ellas mismas, con la elogiosa pero muy efectiva mutilacién o veto de casi todas las a inferir que existe una realidad oculta en la bouire Pune dna lis/d propuestas de investigacién fundamentada en la existencia de metodologfas inadecuadas 0 defectuosas, © en cualauier otra consideracién técnica. Es una estrategia incapacitante de control del conocimiento, preciosamente bien disefiada, que sostiene que son los defectos del procedimiento de lainvestigacin propuesta 'y no su objeto los que justifican el rechazo. Tampoco puede haber muchos que hayan pasado por este tipo de experiencias que duden de que “bueno”, en este contexto, quiere decir favorable (una sociologia de la decisidn y no de la critica). Existe, de nuevo, un bloqueo © deformacién de la investigacién fundamentado en la necesidad de proteger un interés piiblico no muy bien definido o, con mayor descaro, el interés de los propios sujetos de investigacién. Los intentos de estudiar tépicos tan diversos como el comportamiento delos empleados de la Comisién de Beneficios Suplementarios y las actitudes de las viudas del ejército se han estrellado, de acuerdo con mi propia experiencia, contra tales rocas. Yssiuno dirige su atencién alos niveles mis serios de las insifuciones politcas, judiciales_y administrativas el momento dado a asumir un curso'mucho mas absoluto _y elemental: se topa uno con el mundo del secreto oficial. Cualquier intento de examinar de cerca el poder oliticamente institu: -ado_€5, como minimo, cay Tr gropr luz sobre el hecho de aut un elementoritegia) de atepoder e5 su Rabtidad directa de Tetenet informacion, evitar la observacion y dictar los términos q. ow NLU No Wet ELdescubrimiento de que la idea del una realidad potter signincativa a permanece en buena parte sia-ser-descubletto, determina | ara la sociologia politica un sienificativo y raro encuentro Sage To empreo yuna poste Tears deo poco. estudios como una cosa eoTGgica. Puedes i como el dispositivo en termmos Get cual se legitima el control: ¥ Como cosa ideoldgica puede de hecho mostrarse que asf trabaja. Nos presenta el poder SF, vez integrada y alsladay al satistacer ambas Condiciones” apenas pata Tuer case de sociedad lase de sociedad una base aceplable de acuerdo. Suministra un recuento de Tas instituciones politicas en términos de cohesién, propésito, independencia, intereses comunes y moralidad sin que necesite decirmos nada acerca de la naturaleza real, estado tiene ester Caras tas TptIeTCTaReS para la sociologia politica del enfoque alternative que he sugerido para el estudio del estado. Del estado pademos saber, si queremos, ue es un poder ideoldgico. Pero, es algo més? El mito es, obviamente, la interpretacién de realidades no obser vadas pero no es necesariamente una interpretacién correcta. No_sélo se trata de que los mitos hagan concretGlo abstract; tambign hay sentidos en I Facen estilo inexistente. Desde este punto de vista es posible que la contribucién mas importante al estudio Gel estado en afios recientes sea la observacién hecha de pasada por Ralph Miliband al comienzo del capitulo 3 de The State in Capitalist Society: “hay un problema preliminar acerca del estado que Tara vez se tiene en ‘cuenta pero merece atencién si fa discusién sobre su nnaturaleza y su papel va a enfocarse adecuadamente. Es el hecho de que el estado “no es una cosa” y de que come tal no existe”.2? En cuyo caso nuestros esfuerzos para estudiarlo como una cosa solo pueden estar contribuyendo ala persistencia de una ilusién. Esto nos lleva al punto en que se hace necesario considerar las implicaciones para el marxismo de mi enfoque alternativo’ de estudio del estado. ay d\enubvr ta Sous 5, Elestado de la teoria marxista —\uts! Li caracteristica mas destacada de las recientes » R Miliband, The State in Capitalist Society. Weidentetd and Nicolson, London, 1969, p49 38 discusiones marxistas acerca del estado es cémo los autores han percibido la no-entidad del estado yaa vez han sido incapaces de atenerse a la légica de esa-- ; percepcién. En el marxismo parecen existir razones apremiantes que obligan a las dos cosas, es decir, a | reconocer que el estado _no existe como entidad real { siendo, en el mejor de los casos, un of ra : formal como dice Poulantzas, y a discutir, sin embargo, pos de is sociedad caplatatas ooeo ae estado Tuera en realidad una cosa que “como tal gurdndonos que el estado es de failusién_ y al mismo tiempo “un drgano ‘sobreimpuesto a la sociedad” en un sentido para nada ilesorior una simple mlscara para el poder de casey, a la vez, “una fuerza politica organizada” por derecho propio.” En consecuencia, en vez de dirigir su atencién ala manera a los mecanismos por medio de los cuales se ha constituido, comunicado ¢ impuesto la idea de existencia del estado, han terminado favoreciendo, mas (0 menos incémodamente, el punto de vista de que la existencia de la idea del.estado también indica la existencia oculta de una estructura substancialmente real de algo cuya naturaleza se asemeja al estado. Es un deslizamiento imperceptible pero de largo alcance desde el reconocimiento inicial del estado como objeto formal- abstracto hasta su tratamiento como agente “real- concreto” con voluntad, poder y actividad propias. AGn Miliband, quien se destaca por ser el menos confundido de los analistas marxistas del estado, se mueve a lo largo de este camino hasta el punto en que encontramos que >" En uncomentarioa unaversin previade este tabsjoel Dr. PR. D. Corrigan afma claramente “auc el estado es ilusorioy que en realidad Su “estar ahi" es la manera como se sostiene la lusién", agregaquecestado es “unalusinenel sentido de que suafimmacn de ser lo que parece ser es Invids: noes llusorio en el senide de que no se trata de un error léglco nl de un problema de nuestra vsidn ni de un truco de magia que lo sostene, si no que consste precisamenteen aquellos poderesy relacones que su aimacin de serlo.que parece seresté ccultando”. Sin embargo también puede “=! decir au, tanto sel estado est esimente ahi como snaloesti, cl ands manitsta ene que tratario como st ealmente estuviera | allicon el finde situa as fases fundamentals dela integracion de" | poder de dase que de otro modo seria nasbles;éste, en especial parece sercl caso de Poulantzas, Classes In Contemporary Capita: #2° 4 sm, pp.1 55-58. 2 Vera discutén de estas dualidades en a obra de Mare Engels LeninenS.W. Moore, The Critique of Coptlst Democragy A.M. # Lelley, New York, 1969 cl estado, por ejemplo, “se interpone é mismo entre fos dos lados de la industria, -no de manera neutral, sin embargo, sino tomando partido” y “tiene una propensién reconocida y manifiesta 2 recurrir a sus poderes de coercién contra uno de los partidos en la disputa més que contra el otro”? Y Franz Oppenheimer, quien en 1908 hizo el audaz intento de demostrar que el concepto de estado no era mas que “el principio bisico de la sociologia burguesa” y de exponer las realidades de la apropiacién politica forzosa, 0 como él decia, del “robo” detrds y en la base de tal principio, termind hablando del estado como siendo “él! mismo el ladrén": desenmascaré al estado como un tipo de objeto concreto real sélo para reconstituirlo como otro.” Pero la més compleja y ambigua versién de esta tipica ambigiiedad marxista es, obviamente, la de Poulantzas. ‘sin embargo, antes de intentar un recuento de los tratos de Poulantzas can el estado, vale la pena tener en cuenta por qué el marxismo ha demostrado ser, en términos generales, Tan propenso a esta clase de ambigiiedad. Creo que sé. debe a una tensidn sin resolver entre la teoria y la practica marxistas. La teorfa marxista necesita al estado como objeto abstracto formal con cl fin de explicar la integracion de las sociedades de clase. Erveste sentido puedo ver muy poca discontinuidad real entre el Marx joven y el maduro o entre Marx y los marxistas: todos estin hipnotizados por el brillante efecto de haber colocado a Hegel en la posicidn correcta 'y haber descubierto al estada como la concentracién le de bs reliciones de Cases racones Te Case fe las sociedades capitalistas, en particular, estan. coordinadas a través de una combinacién especifica de funciones Idcolégicas y coercitivas que estin convenientemente ubicadas como funciones del estado. Las _instituciones politicas pueden ser analizadas entonces, ¢n sentido contrario, Presde el particular punto. ewe dereeser peo dees funcgnesenel come ‘Sertdetmdomnacion de case, Al mismo tiempo, | ibn de class. Al mismo tiempo, Ta ractica mapas al estado como objeto ‘concreto real, objeto inmediato de fa lucha politica. La Practica polliica marxista es, sobre todo, la generacién de una lucha politica de clases_sobrepuesta a la lucha econémica hasta el punto de presuponer Ia separacién ET ECOROMICOY de TO POMC. a Aistintas dominaciones poticas corresponderan distintos tipos de lucha politica »F. Oppenheimer, The Stave, Bobbs Merrill, New York, 1914 2 Miliband, op. Cit, p.81 Y uno puede ver facilmente que postular que el objeto de lucha s6lo es una entidad formal abstracta tendria ‘muy poco alractivo revolucionario. La seriedady amplitud dela lucha por conquistar el poder politico ‘exigen un Punto de vista serio sobre la realidad auténoma de ese poder politico. Paradéjicamente, exigen también la suspensin de la incredulidad acerca de la existencia concreta del estado. En efecto, decidirse por la lucha politica viene @ convertitse entonces en el hecho de participar en la construccién ideolégica del estado como eentidad real Mantener el equilibrio entre los requerimientss" tedricos y précticos del marxismo viene a ser un asunto mas bien enredado. Se logra en La Ideologia Alemana pero rara vez en otra parte: “toda clase que esté luchando por dominar, adn cuando su dominio (..) postule la abolici6n de la vieja forma de sociedad en su totalidad 0 de la dominacién en si misma, debe conquistar primero. para si el poder politico con el fin de representar a la vez sus intereses como interés general, un paso al que, en el primer momento, se ve obligado; .... la lucha practica..., hace necesarios la intervenciény el control Pricticos a través de un ilusorio * interés general’ en la forma del estado”.'* Usualmente, el requisito de unidad de teoria y préctica se satisface por medio de la aceptacién tedrica del estado como “fuerza politica organizada” real que actia por derecho propio: la teor’a se convierte entonces en cuestién de descifrar las relaciones entee las acciones de esa fuerza y el campo de la lucha de clases. La ambigtiedad de_muchas descripciones marxistas del estado puede entenderse, “par ota. 76 como un arto de ever docrnao “Gino como ls expresion de a contsiony enrentatarto ue se da, a cambio de una verdadera unidad, entre 1a Teoria la practica. Miliband y Poulantzas estan cerca de eludir esta dificultad. Pero’ ninguno lo logra. Miliband, habiendo reconocido la no-entidad del estado, Jo substituye por ua allernativa muy comin entre los cientificos sociales ala que denoming el stems 0 esLato*, un conjunto de instituciones de captrol politico ¢jecutive y-de su etsonal clave, fa “elite del estado”: “el gobierno. la administracion, los militares y la policta, la rama judicial’ las_asambleas_parlamentarias y los gobiesncs, subcentrales”** Obviamente, estas agencias y actores cexisten, en el sentido ingenuo empfrico de la palabra, » German ideology pat. p.53 %R. Miliband, op. Cit. p54 c Fo | | como pbjetos concretos, y es perfectamente posible deseable y necesario averiguar cémo se relacionan entre si-Gueé forma de sisterna estatal genera ‘ysde qué manera, como conjunto, $F re fuerzasy elementos en una sociedad -qué tipo de estado constituyen con su existencia-. Estos Son, en efecto, TOS independientemente del estado -la principal excepcién s la educacién natural- y puede atribuirsele a agentes con una existencia bastante inmediata y concreta, quiza otros procesos politicos tales como la mitigacién de la dominacién de clase también puedan ser explicados de este modo mas inmediato y concreto. De cualquier interrogantes que Miliband busca absolver La afimacion— manera, es extrafio que en un trabajo escrito en el punto de que, en conjunto, estas agencrasy ActOTes culminante de un periodo que habfa sido testigo de una Tons 5 roposicién_analitica sens. 2 fat con toda claridadal estado tolalidad. Pero existen otras preguntas cruciales acerca dela natursleza y de la funcién dee dbjeoantaacion alas cuales cl enfoaue de Miliband es mer con a: ic nos itil. La dificultad se hace manifiesta cuando alfinalde The State — ‘in Capitalist Society Miliband nos dice que “el estado ha sido “el agente principal” que ha “ayudado a atenuar ta forma y el contenido de la dominacién de clase”.2” No aparece fa conclusién que nosotros hubiéramos esperado, la de que la prictica politica o la lucha de clases ha atenuado la dominacién de clases actuando sobre y por medio del poder politico institucionalizado o sistema de estado; en vez de és0 se atribuye al estado tuna unidad y una voluntad que el autor, al comienzo, se Fabia esforzado en negar que éxistian. Lejos de desenmascarar al estado como poder ideologico la AocION mas realista de sistema de estado “prslensonesdeolageE Ven corsecuencl, una area fundamental en el estudio del estado como es ta comprensién y la exposicién de la manera en que el estado se construye como un “interés general ilusorio” queda sin llevarse a cabo, y es bastante dificil que se pueda intentar sobre la base de este tipo de realismo. Una caracterfstica sorprendente de los dos largos capitulos en los cuales Miliband discute la legitimacion de la sociedad capitalista es la virtual ausencia en ellos del estado. No sélo ve él a legitimacién como algo que ocurre principalmente fuera del sistema de estado ("la Ingenieria del consentimiento en la sociedad capitalista 5 todavia en buena parte una empresa privada no oficial”), a través de lotpartidos politicos, iglesias, asociaciones voluntarlas, medios masivos de ‘comunicacién y “el capitalismo en sf mismo”, sino que ensu recuento no aparece la autolegitimacién del propio sistema de estado como estado. Si en realidad la construccién del estado ocurre hasta tal punto » Ibid. p26. 20 reconstruccién ideologica del estado -como el “estado de bienestar”- tan meticulosa como cualquier otra cosa intentada desde el siglo XVII, se haya ignorado esta clase de vinculos entre la dominaciényylalegitimacién. €Podria tener algo que ver con la incapacidad de resolver el dilema el hecho de que el marxisnio, a pesar de saber Que el estado es irreal para “propésitos de la teoria”, necesita que sea real para “propositos de la practica”? Al igual que Miliband, Poulantzas comienza proclamando 1a irrealidad del estado. Para él no es un objeto “real, ci eto, singular", ni_algo que exista en el “sentido estricto del término”.’$ Por el contrario, es una ft MS abstraccién cuya conceptualizacién es una “condicién de conocimiento de objetos reales-concretos”.”_Mi cu punto de vista es que la concepciom gaaranes pero Tables de eo mas adelante. De acuerdo con este punto de vista del problema, Poul: 1s adopta i liatamente un recuento funcional en vez, de_uno ral de To que ¢5-¢] estado: por estado vamos a entender.ef(faclor de la unidad general de una formcion social. Pero en 21, Poulantzas, Political Power and Socal Classes p. 2: “Se puede decir que ene! sentido estricto del témino, sé los objetos reales, concretas, singulares,existen. El objetivo final del proceso de pensamiento es el conccimiento de estos objetes. por ejemplo: Franciao Inglaterra en un momento dado de su desarrollo.” Aparte de la inestabilidad epistemoligica de la distincién, como queda iustrada por el ejemplo, quedamos en una situacién en la cual se acepta, en sentido estrcto, que todas las herramientas del persamiento-modo de producciin, clase. estado y cosas por el esto- som ireaes y que la tarea del pensamiento consiste en emplearlas sin reifialas. Mi sugerencia es que, precisamente, cuando estas herramicntas son menos ities mayor est peligro de reiicacién: en ese sentido “modo de produccién” es una herramientaefectva mientras que “el estado” no lo es » Poulantzas, op.cit p.39 ‘realidad, factor es una palsbra ambigua que implica tanto funciin Sama agente Yas funclones son obviamente institucionalizadas. Ahi comienza él desplazamiento. Se dice que la funcidn de cohesiSn est localizada en lo que Poulantzas denomina “un lugar” -el lugar en el cual las contradicciones de la formacidn so- cial se condensan.° §1 objetivo particular del estudio delestado es, pues, el de-esclarecer Tas coniradicciones de un sistema dado, que en ninguna otra parte son tan discernibles como en este lugar en particular. Y. secyndariamente, el de comprender como el sistema &_cuestion_adgulere cohesi us contradicciones— La idea del estado 0 de lo politico como “el fac- tor de mantenimiento de fa unidad de una formacién” es de por sf bastante banal y convencional en las ciencias politicas no-marxistas yy por lo tanto, aparte del modo en que tal definicién dirige en primerainstancia la atencién mds hacia los procesos que hacia la estructura, es poco el valor que puede atribuirse a este aspecto del anilisis de Poulantzas. El elemento especifico mis prometedor tiene que ser la afirmacién de que el mantenimiento de la unidad involucra la creacién de “un lugar” dentro del cual las contradicciones se condensan, -en otras pala- bras la sugerencia de que se genera la existencia de un objeto de estudio empiricamente accesible que si se estudia correctamente nos revelard las modalidades de dominacién deritro de sistemas sociales dados. La pregunta es, Zqué clase de lugar es ese? Zabstracto- formal o concrefo-teal?-. Un Funcfonalisma consistente Propendia, claro ests, Gnicamente-lo-primero. Poulantzas, sin embargo, parece hablar de la estructura politico-juridica real del “estado” de “las estructuras » pollticas del estado”, “del poder institucionalizado det “estado”, del “estado como una fuerza politica eStaCO Ge estiige como una Were poles Sl rganizada™ 108 te, nos encontramos otra vez en presenci neste caso_su feaparicién est ligad: @ explicitamente a consideraciones de praca pal a 7 a pi 101 de clases en y por el xg Asi, Ja funci6n se convierte en lugar y el lugar se convierte y en estructura -la estructura especifica dela politica-. EI punto crucial del andlisis “© ibid, pp.45, 47-519 cf. Classes n Contemporary Copttalism, pp-tS&-9 ** Political Power and Social Classes. pp. 44, 93. 132. parece consistir en esto: estamos interesados en el desempefio de una funcién particular, la cohesién, y postulamos que esa funciin es llevada a cabo en tin particular emplazamiento, ls estructuras politicas, alas cuales llamamos estado; en consecuencia, la cuestién empfrica que necesita ser respondida concierne a la relacién del estado con la lucha de clases. 2Qué se gana entonces cuando se insiste en presentar al estado como ‘ueriendo significar tanto eT nombre de-un lugar como elagente de una funcién? ZNo se presta esto para con- vertir de manera espuria en no problematicas a cosas necesaria y profundamente problematicas? No quiero minimizar’lo que en muchos aspectos es un andlisis pionero e importante de los procesos politicos de las sociedades de clases. Pero creo que es necesario que nos preguntemos si el papel central asignado al estado en este andlisis realmente constituye un servicio a la comprensidn. Es evidente la existencia de una funcién politica de cohesién, levada acabo de manera represiva, econémica e ideoligica en sociedades de clase, que exige ser esclarecida, Identificarla como “el papel gl bal del estado” por medio de introducir una concrecién ‘que esti fuera de lugar, me parece que simplifica y mistifica 2 la vez su naturaleza, de manera excesiva, La dificultad se complica por el hecho de que Poulantzas reconoce claramente que buena parte del proceso de cohesién y de condensacién de contradicciones no se lleva a cabo dentro de las “estructuras” politicas de sentido comin sino que se disemina ubicuamente por todo el sistema social de una manera que, si se va con toda seriedad tras una concepcién funcional del estado, hace insostenible cualquier simple equivalencia entre el estado y las * /bid, p. 43: Poulantzas est citando aqui las palabras “totalmente aceptables" de}. Verte, Théore et Poltiue, Pals 1967, p.194 Como ¢s natural, l problema para este tipo de andlisis se hace especialmente evidente en eualauier consideracién de préctica politica. Para efectos pricticas, al estado se le trata primariamente como una estructura-y en realidad, la ms obviay delimitada de las estructura politicas, as instituciones poicas ("el estado como un rel specifica de estructurasen una formacién socal” p.43)-. Para propésites tedricos el estado es primariamente un conjunto de funciones -de cohesién, condensacién de contradicciones, alslamiento, y casas pore elo. Yel problema consisteen cue las funciones no residen maniflestamente en las estructuras: seneilamente, las estructurasno sone “lugar” en el ave se efecutan Fas fuinciones. Ast, l estado comlenza a ser redefinldo como algo mis abstractoy generalzado, como un tipo de estructra intangible. ” estructuras politicas del tipo propuesto por Miliband." EI peligro consiste, entonces, en que la nocin de funeral global del estado lo leva oho T reconocinento Toro de fs exstencia stoners global del esta a sensacion de su inmanencia en todas sus estructuras, tal vez-. Ciertamente, se tiende hacia una comprensién abstracta del estado tan inespecifica desde el punto de vista estructural, como para dar la impresién de que hace de la'concepcidn del estado algo redundante 0 de que la sustituye por el concepto de sociedad. Parece que las funciones politicas uciones en a manera “flota” en ningun’ grupo de. articular, sino a has ofas del fundamentales no puedeft asignarse definitivamente 9 La misma dificultad de localizacién frustra el intento de abordar el problema desde la vertiente estructural. Poulantzas adopta una distincién familiar entre instituciones y estructura, una distincidn en la cual las instituciones Son ya objetos formales abstractos, sistemas normativos mis que agencias concretas. El poder de clase se ejerce a través de instituciones especificas que estin consecuentemente identificadas como centros de poder. Pero estas instituciones no son meros vehiculos de poder de clase: tienen funcionesy también existencia por simismas. Al mismo tiempo, de esa existencia surge Un estructura, una organizacién ideol6gica oculta. A esta estructura oculta de centros de poder es alo que se refiere, aparentemente, la expresin estado.*> Y la tarea dde estudiar el estado consistriaentonces, primariamente, en eliminarla mascara ideoldgica hasta percibir la realidad del poder del estado -poder de clase- en términas del logro de su estructuracién; y, secundariamente, en identificar los aparatos, funciones y grupos de personas, en los que esta localizado y por cuyo medio se ejerce su poder. Ninguna de las dos tareas es en principio Inmanejable; pero manejarlas ambas presupone una concepcién muy bien determinada de las funciones del estado. Y ya he sugerido que esto es lo que Poulantzas, por buenas razones, declina hacer. las funciones rehusan adherirse a estructuras y las estructuras son incapaces de absor- ber las furiciones. Las funciones particulares det estado, econémicas, ideolégicas y politicas, deben entenderse en términos de la funcién global del estado de cohesién y unificacién. La funcién global elude una localizacién estructural. 2No serfa més sencillo, quiz, prescindir de la concepcidn del estado como realidad estructural oculta con capacidad de intervencién?“®. Si se abandona la hipstesis del estado la posicién para entender las relaciones entre las instituciones politicas yla dominacién (de clases) éserfa * Poulantzaé clabora con mucha efectividad este punto contra Miliband en e debate entre ls dos autores publicado en la NewLeft Revewy reimpreso en R. Blackburn op.cit, pp.238-63, ver especiaimente pp.251-2. De igual manera Miliband elabora con mucha efectividadel punto sobre la inaprebersibilidad del Estado1en la concepcién de Poulantzas, ver especialmente lap. 256. Ambas eritieas son obviamente adecuadas yestin bien fundamentadas. + Esto.es especialmente evidente en las discusiones de Poulantzas sobre larelaclén entre el estado y la clase dominante en el capitalismo; f,, Polteal Power and Social Classes, pp.296-307 y Classes Contemporary Capitalism, pp.156-162 donde se nos dice, por ejemplo, que el estado tiene un “rol especifico* en la “elaboracién de i estrategia politica del capital monopolista", sélo para encontrar ‘que ese rol nunca es especiicado o locallzado de hecho por el autor ‘y que en realidad no puede hacerse porque, como cuestién de principio, el estado “notiene su poder propio sino que (..) constituye el contradictori lugar a considerar para el balance de fuerzas que divide incluso ala propia clase dominante™..A pesar de la aparente precision el tino “ el estado" representa et realidad el cao. * Political Power and Social Classes, pp.1S-1 17: pero de nuevo ‘cualauier sentido de conerecién, de un referente empiricamente

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