PORTADA

El verdugo de
la apolítica
Por: Tony Tafur

La crisis de AÑO 4
irrepresenta-
ción política en
ON 361
el Perú es una
enfermedad
LIM A 14
que enturbia to- DE MA
dos los procesos
Y O
electorales y hasta
los mismso hogares.
Algunos dicen que es una
encrucijada que cargamos desde hace dé-
cadas y otros desde hace un par de años.
Para radiografriar con mayor precisión este
mal conversamos con el abogado constitu-
cionalista Lucas Ghersi, conocido por ser
el verdugo de la asamblea constituyente y
porque su nombre varias veces sonó como
presidenciable, aunque rechace tajantemen-
te la oferta.

P: ¿Por quién votaste en las últimas elecciones

presidenciales?

R: Yo voté en primera vuelta por Rafael López

Aliaga y en segunda vuelta por Keiko Fujimori.
P: Al final ganó Pedro Castillo, un personaje que
ha tenido un perfil de alborotador, con espino-
sas compañías y sin ninguna credencial para la
política.

R: Bueno lo que ocurre en Perú es una enor-

me dispersión del sistema político. La disper-
sión genera resultados electorales que no son
representativos de la mayoría de la población.
De repente Pedro Castillo fue el candidato más
votado pero la enorme mayoría de peruanos no
votaron por Pedro Castillo. Y la mayoría de los
peruanos no votó ni por Pedro Castillo ni por
Keiko Fujimori. Entonces, si en ves de tener 3 o
4 candidatos institucionales, tenemos un mon-
tón de candidatos con poca representatividad y
un electorado que se fragmenta, finalmente la
democracia va a dejar insatisfecha a la mayo-
ría de la población. Los candidatos que pasan
a segunda vuelta no llegan ni al 40% o al 30%,
es un porcentaje muy bajo. El gran desafío es
cómo hacer que el voto esté más concentrado.
Cómo lograr una izquierda y una derecha más
institucional y menos voto disperso, dividido.

P: Frentes políticos no muy consolidados, dis-

persos, falta de liderazgo político, ¿esas son las
condiciones con las que hemos llegado en la
actualidad?

R: Yo creo que el liderazgo en verdad es me-

nor. Siempre lloramos porque no hay líderes.
La gente reclama por qué no hay una figura de
la estatura de Victor Raúl Haya de la Torre o de
Luis Bedoya Reyes o de Fernando Belaúnde.
La tesis que yo tengo es que en el Perú nuestro
sistema electoral, nuestro derecho electoral y
nuestro derecho constitucional generan incenti-
vos perversos a la atomización y la fragmenta-
ción de nuestro sistema político. Como primer
ejemplo es que en el Perú se sanciona a los
partidos políticos que van en alianzas. Si tu par-
tido va sin alianzas, la valla es del 5%. Si vas
en alianza la valla sube del 5 al 6%. Castigan
las alianzas y en consecuencia nadie quiere
ir en alianza. Otro problema es el transfuguis-
mo. Cuando los congresistas se separan de su
bancada y crean una nueva, reciben más po-
der. Tienen de repente más presupuesto, más
oficinas. El Congreso actualmente premia el
transfuguismo. Todo nuestro sistema jurídico y
constitucional está creado para debilitar la ins-
titucionalidad y fortalecer a los caudillos. Un úl-
timo punto a mencionar es que los países tie-
nen mucha fragmentación electoral cuando se
escoge representantes en distritos electorales
muy grandes. Lo ideal sería que se divida Lima
en 10 distritos electorales, por ejemplo. De ese
modo se elegiría 1 o 2 representantes por distri-
to y ello generaría que solo ingresen congresis-
tas de los partidos más votados. Eso reduciría
el número de bancadas en el Congreso y sería
más fácil negociar en el Parlamento y este ha-
ría más cosas.

P: ¿Crees que hoy en día pueda haber alianzas

en la izquierda o en la derecha?

R: La conducta de la gente finalmente está de-

terminada por las reglas de juego. Si las reglas
incentivan alianzas, se van a producir las alian-
zas. Hoy en día está diseñado de modo tal que
alguien con pocos votos pueda tener una cuota
de poder gigantesca. Ejemplo de ello son el par-
tido de César Acuña o el del señor Luna. Este
sistema incentiva el poder de los caudillos y eso
es muy peligroso.

P: ¿A quién le encomendamos estas reformas?

R: Siempre van a haber personas con ideas
equivocadas. Lo que tenemos que hacer noso-
tros es refutarlos y buscar tener una política de
grandes ideas y menos de intereses. No hay
una solución fácil ni automática. Lo que bus-
co es apuntar a aquellos problemas que si los
cambiamos mejorarán un poco la situación de
la política en el Perú.

P: ¿Crees que la llegada del profesor chotano

fue el clímax de este escpeticismo y esta pola-
rización? ¿O llegará algo peor?

R: Creo que es muy difícil predecir la política

en el Perú. Encuentro difícil que algo peor que
Pedro Castillo pueda ocurrir, pero no es imposi-
ble tampoco. Lo de Pedro Castillo es algo que
no se ha visto en buena parte de la historia del
Perú. Una persona tan abiertamente antidemo-
crática, con tan poco respeto con el derecho, es
algo raro. Pedro Castillo era un lobo vestido de
lobo. Por eso nosotros nos movilizamos como
nos movilizamos. Y creo que eso demostró que
la oposición de Pedro Castillo podría construir
una coalición amplia en favor de la democracia.
Todos los partidos de derecha y de centro es-
tuvieron unidos. Se creó una coalición de gen-
te de todas las sangres. A los enemigos de la
democracia hay que impedirles que vuelvan a
tener una participación exitosa en la política pe-
ruana. El Perú es un país que todavía no tiene
valores democráticos, es una democracia frágil.
P: Pareciera que la izquierda tiene la hegemo-
nía hoy en día. Pese a toda la secuencia del
golpe de Estado todavía muchos justifican y de-
fienden a Pedro Castillo ¿Cómo se contradice
esa narrativa?

R: El problema es que tenemos una derecha

de escritorio y que cree que puede hacer cosas
desde el escritorio, con argumentos abogadiles.
La derecha en el Perú debe salir a la cancha
y hablar un lenguaje que la gente pueda com-
prender. La derecha no está acostumbrada a
hacer campaña. Ese es el desafío, y yo estoy
poniendo mi granito de arena a favor de la de-
mocracia.

P: Tenemos a Dina Boluarte en el poder y co-

quetea con todos los frentes ¿Cuál es su lugar
en el tablero político? ¿Qué representa?

R: Ella ha abandonado la dictadura, ha convo-

cado buenos técnicos y está el Perú en una si-
tuación mas o menos similar a la que tuvo en el
gobierno de Ollanta Humala. No es excelente,
pero tampoco es el gobierno de Castillo. A la
señora la tenemos que respaldar, va a hacer
cosas que no nos gusten, en esos momentos la
tenemos que criticar, pero la tenemos que res-
paldar. La política no es derrocar el gobierno de
Dina Boluarte. La política es respaldar el gobier-
no de Dina Boluarte para que pueda haber una
transición ordenada las próximas elecciones.

P: ¿Que deben hacer los partidos para que la

gente se sienta identificada?

R: Los partidos deben buscar tener una actividad

importante fuera del momento electoral. Deben
buscar hacer campaña permanentemente en
favor de sus ideales y al final son cosas que se
ven poco a poco. Debemos evitar a toda costa
la dispersión. Quiero dar un mensaje. En el Perú
todos quieren ser presidentes. Lo que debe pa-
sar es que solo los que son conocidos mediática
y públicamente tienen que ser los candidatos.
Los demás tienen que dar un paso al costado.
Todos tienen arrogancia, ínfulas de grandeza y
con esa actitud siempre vamos a perder.

P: Eso respecto del Ejecutivo, ¿y que pasa con

el Congreso?

R: Habrá que convocar a buenos cuadros. El

Congreso es deficiente porque tenemos disper-
sión. La madre del cordero es la dispersión. Por
eso yo lo que voy a hacer de repente es produ-
cir un pequeño librito donde propongo algunas
reformas del sistema político. Para contrarrestar
también las pésimas reformas del señor Tues-
ta que lo que ha hecho ha sido debilitar mucho
más el sistema político. //
 OPINA
Fernando Rospigliosi
Analista Político

Cleopatra
negra

Un ejemplo del impresionante avance del mo-

vimiento woke, izquierdista, en los EE. UU. es
la recién estrenada serie de Netflix, “La reina
Cleopatra”, que está protagonizada por una
actriz negra. Una grosera falsificación históri-
ca que se difunde por una de las principales
empresas de streaming del mundo.

Cleopatra no fue negra, por supuesto. Era de

la estirpe de los ptolomeos, descendientes del
general macedonio Ptolomeo Sóter, uno de los
que acompañó a Alejandro Magno en la expe-
dición en que los griegos conquistaron enor-
mes extensiones de Medio Oriente y África,
incluyendo Egipto. Cuando murió Alejandro,
sus generales se dividieron sus conquistas y
Ptolomeo quedó como gobernante de Egipto
y más tarde se declaró faraón.

En realidad, de los aproximadamente 170 fa-

raones en más de tres mil años de historia del
antiguo Egipto, unos cinco fueron negros, pro-
cedentes de Nubia, al sur de Egipto (Sudán) y
gobernaron unos cien años.

Los egipcios han rechazado esa torpe tergi-

versación histórica. Zahi Hawass, un destaca-
do egiptólogo y ex ministro de Antigüedades,
dice que “esto es completamente falso, (…)
Cleopatra era griega, lo que significa que era
de piel clara, no negra”. (BBC News, 19/4/23)

No hay ninguna evidencia histórica de que

Cleopatra fuera negra, al contrario, todo indica
que no lo era. No obstante, la productora ne-
gra Jada Pinkett Smith (esposa del actor Will
Smith) ha logrado fabricar, con el respaldo de
Netflix, ese desvergonzado fraude histórico.

Lo ha conseguido en un contexto en que hace

furor en Occidente la teoría crítica de la raza,
una derivada o una rama de la teoría crítica de
la sociedad formulada por la Escuela de Frank-
furt, con el propósito de socavar y destruir la
Civilización Occidental y Cristiana. (Ver en “El
Reporte” mi artículo, “Cien años de la Escuela
de Frankfurt”, 9/4/23. http://huevosdeesturion.
blogspot.com/).

Como señala Dou-

glas Murray, la teoría >>
crítica de la raza es
parte “de una guerra Los socialistas
cultural y despiada- del siglo XXI
da contra las raíces que redactaron
de la tradición occi- ese perverso
dental y contra todo reporte se
lo bueno que esta ha
dado de sí. (…) Lo
ponen a tono
que está producién-
con la muy
dose es un ataque influyente teoría
contra todo lo que crítica de la raza.
tenga que ver con el
mundo occidental: su pasado, su presente y
su futuro. (…) Occidente era el problema. Y la
disolución de Occidente, la solución. (…) Es
necesario demonizar a los blancos [porque] en
toda la historia de la humanidad, los blancos
encarnan algo especialmente malvado” (“La
guerra contra Occidente: Cómo resistir en la
era de la sinrazón”, 2022.).

Uno de los más grotescos ejemplos que des-

cribe Murray, es un suplemento de cien pági-
nas publicado por el New York Times (NYT),
el proyecto 1619, donde se propone cambiar
la fecha de fundación de los EE. UU. -el 4 de
julio de 1776, Declaración de la Independen-
cia- por el 1619, la fecha de llegada de los pri-
meros esclavos negros a Virginia.

La autora del proyecto, la periodista negra Ni-

kole Hannah-Jones –que ganó el premio Pu-
litzer por eso-, sostiene explícitamente que
hay que reescribir la historia de los EE. UU., y
especifica que “su objetivo es reencuadrar la
historia del país, entendiendo que 1619 es el
año de nuestra verdadera fundación, y situar
las consecuencias del esclavismo y la contri-
bución de los estadounidenses negros en el
centro mismo de nuestro relato nacional”.

Entre las insensateces que sostiene la autora,

dice Murray: “según Hannah-Jones, Estados
Unidos ni siquiera era una democracia ´hasta
que los estadounidenses negros convirtieron
el país en una´.”.

La idea –sigue Murray- es que todo lo que ha-

bían logrado los norteamericanos era gracias
al esclavismo, “deseaba convertir un relato de
heroísmo y gloria en uno de opresión y ver-
güenza”.

El NYT tuvo que eliminar de su edición digi-

tal partes de ese absurdo relato ante la funda-
mentada avalancha de críticas que recibió.

En realidad, el racismo ha disminuido muchí-

simo en EE. UU. y Occidente. Una muestra de
ello es la situación de Jada Pinkett Smith y su
esposo, Will Smith, muy ricos, famosos y po-
derosos. Pero es Occidente el objetivo de las
críticas más feroces y destructivas, y es en Oc-
cidente donde se intenta reescribir la historia a
la manera orwelliana o staliniana, entre otras
cosas, convirtiendo a Cleopatra en negra.

También aquí

En el reciente infame informe de la Comisión

Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
se repite innumerables veces la falsa idea de
que lo que ha motivado las asonadas violentas
provocadas por los secuaces de Pedro Casti-
llo es la “discriminación histórica, en particular
hacia los pueblos indígenas”, que esas alga-
radas se han producido en “un marcado con-
texto de discriminación histórica por origen ét-
nico-racial”.

Los socialistas del siglo XXI que redactaron

ese perverso reporte se ponen a tono con la
muy influyente teoría crítica de la raza.

Los disturbios que se efectuaron en Puno –y los

que se anuncian ahora-, también se pretenden
justificar como un alzamiento de los aymaras,
sin mencionar que ese departamento está fue-
ra de control desde hace años no por un pro-
blema étnico sino por las economías ilegales
–minería, contrabando, narcotráfico, etc.- que
se han enseñoreado en esa región.

Los enemigos de Occidente –que viven y dis-

frutan de las libertades y el confort occiden-
tal- están ganando la batalla cultural. Hay que
reaccionar y desmentir sus falacias en todos
los campos.
 OPINA
Gustavo Nakamura
Director del CIPP

¿Virando a
la derecha?

Durante las últimas semanas, se van dando

unos resultados electorales que parecieran
indicar que la hegemonía de gobiernos de iz-
quierda en Latinoamérica ha llegado a su fin.
¿Es cierto esto? Creo que amerita un análi-
sis objetivo y sin apasionamientos: sabiendo
que los últimos dos resultados en Paraguay
y Chile son alentadores, no podemos caer
en triunfalismo.

El resultado de Paraguay no debería sor-

prendernos, el Partido Colorado ha ganado y
gobernando por amplia mayoría desde 1943
aproximadamente, salvo el capítulo con el
expresidente Lugo. Entonces, ¿realmente
estaba en peligro un gobierno que no sea
Colorado? Me temo que no, aunque sí es
cierto que, por primera vez, semanas antes
de la elección, la oposición estuvo cerca de
pasar en la preferencia de votos, cosa que
luego los resultados fueron totalmente dis-
tintos. Esto es una alerta para el Partido Co-
lorado, quienes deben trabajar muy ardua-
mente en el cierre de brechas educativas,
económicas y sociales, y en la formación só-
lida de nuevos cuadros políticos, sino proba-
blemente los próximos resultados no serán
los mismos.

En el caso chileno, para la elección del Con-

cejo Constitucional,
el Partido Republi-
cano consiguió 23
>>
de los 50 escaños; Paraguay ha
en segundo lugar, experimentado
el partido del presi- un crecimiento
dente Boric obtuvo económico
16 escaños y Chile
gracias a términos
Seguro, vinculado al
expresidente Piñera,
de intercambio
quedó con 11 esca- favorables que
ños, ¿Qué paso en permitieron
este caso? Creo que mejoras en los
principalmente hay precios de los
dos variables funda- productos que
mentales: la caída el país exporta
de la popularidad del y a políticas
presidente Boric, y el
macroeconómicas
trabajo sistemático y
partidario del Parti-
sólidas.
do Republicano. Me
centraré en este último punto. Más allá que
el discurso de dicho partido sea o no atracti-
vo, las estrategias de marketing político son
en definitiva el factor fundamental que ha
contribuido en parte para el éxito de los re-
sultados. El Partido Republicano demuestra
coherencia entre el discurso y el actuar par-
tidario, y presenta nuevos cuadros políticos
que dan una nueva imagen política en Chile.

Por lo tanto, con relación al planteamiento

de las preguntas que hice en el primer pá-
rrafo, temo que los resultados deben ser
considerados con precaución. En el caso de
Paraguay, parece haber sido una cuestión
de inercia o continuidad, mientras que, en el
caso de Chile, podemos estar o no de acuer-
do con el ideario del partido, pero la lección
que podemos aprender es la importancia de
la coherencia, la renovación mediante la for-
mación, el talento y el carácter, la discipli-
na y la perseverancia en la búsqueda de un
objetivo común. Esta es una valiosa lección
para muchos partidos políticos en América
Latina, especialmente en Perú.
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 OPINA
Miguel Henrique Otero
Director de El Nacional de Venezuela

País borrado, país

desaparecido:
Venezuela sin
estadísticas
oficiales*

El lector que visite la web del Instituto Nacio-

nal de Estadísticas de Venezuela (lo he vuelto
a verificar el martes 5 de mayo) se encontrará
con una página inútil: desde 2011 en nuestro
país no se hace un censo. Cuando se intenta
conocer la información de ese último estudio,
aparece un cuadrito ilegible, en el que se su-
ceden una decena de datos de forma auto-
mática, sin que se pueda acceder a ninguna
otra información relevante. No hay gráficos
de tendencias, análisis, tablas, ni ningún otro
recurso que aporte algún conocimiento. La in-
formación se ofrece como relleno: palabras y
números con los que ocupan el espacio.

En esa página de fealdad constitutiva hay, por

ejemplo, una oferta de Boletines Electrónicos
Económicos, Sociales, Ambientales y Demo-
gráficos que, en el mejor de los casos, llegan
hasta 2013 y 2014: hace una década que no
se actualizan. En un recuadro de fondo azul
se afirma que, basado en el censo de 2011,
la población estimada al 30 de junio será de
33.728.624 (treinta y tres millones setecien-
tos veintiocho mil seiscientos veinticuatro)
venezolanos. No hay información alguna que
explique que, desde 2011 hasta ahora, más
de 7 millones de venezolanos vivimos fuera
del territorio y que esa cantidad crece todos
los días. El Instituto Nacional de Estadísticas
de Venezuela permanece ajeno a esta ava-
sallante realidad. No explica cuántos del total
vivimos fuera ni cuántos viven en el territorio.

Esto quiere decir que el organismo oficial en-

cargado de “ejercer la rectoría técnica de la
actividad estadística de carácter público en la
República Bolivariana de Venezuela, coordi-
nar el Sistema Estadístico Nacional y producir
estadísticas oficiales, dirigidas a la planifica-
ción nacional y al ejercicio del poder popular
en la gestión pública”, no refiere ni una pa-
labra sobre la debacle demográfica en cur-
so. Significa, en lo esencial, que los datos en
la página ni siquiera son parciales, pues sus
omisiones son de gravedad extrema. La pá-
gina web del INE habla de un país borrado,
de un país que ya no existe. Una suerte de
país de ficción que se acabó tras el censo de
2011. Pero sigamos.

Intente el lector, como ejercicio, ingresar a la

página web de Petróleos de Venezuela (lo
hice los días 9 y 10 de mayo). No abre. Está
fuera de servicio. No hay alguna explicación.
Simplemente no aparece. Quien se proponga,
por ejemplo, saber qué dice la empresa petro-
lera propiedad del Estado venezolano sobre
la producción petrolera actual, no encontrará
respuesta alguna. Es un secreto. Otro peda-
zo del país desaparecido.

Se puede pensar que una alternativa para bus-

car información sobre la producción petrolera
venezolana -el más importante dato de nues-
tra precaria economía- podría encontrarse en
la web del Ministerio del Poder Popular del
Petróleo. Haga la búsqueda -lo hice el 10 de
mayo- y el resultado será el mismo que si la
página no existiera: ni un dato. No se habla
de producción.

Si el lector -otro ejercicio- intenta encontrar

data sobre la tendencias actuales de la cri-
minalidad en Venezuela, digamos, referida al
año 2022, y se le ocurre lo apropiado, a saber,
que la información debería estar en la web del
Ministerio del Poder Popular para Relaciones
Interiores, Justicia y Paz, y visita la página,
se encontrará con esta realidad: tampoco hay
información. Cero. Lo que sí hay es propa-
ganda, material de relleno, presentación de
programas inexistentes.

En la página web del Ministerio del Poder Po-

pular para la Salud hago algunos intentos, a
ver qué información obtengo: cliqueo en la
pestaña que dice Plan Quirúrgico Nacional y
no abre. No existe. A
continuación cliqueo
sobre la pestaña que >>
dice Biblioteca. Re- Del diseño
sultado: nada. No hay
documento alguno.
obtuso que
Cliqueo sobre la pes-
predomina en
taña con el nombre de la mayoría; de
Obras y Convenios: la sistemática
Nada. Absolutamente opacidad
nada. Pestaña Con- informativa; de
sulta Pública: “Por lo los contenidos
momentos no hay in- donde
formación”. ¿Datos predomina lo
sobre las enfermeda-
des en Venezuela?
desactualizado,
¿La situación hospi-
combinado con
talaria? ¿Información abundantes
sobre las realidades mentiras; del
de la salud en Vene- desprecio
zuela, estado por es- que todo esto
tado, o municipio por irradia hacia los
municipio? Nada. No ciudadanos, se
se habla del país. Del podrían escribir
país que para el régi- muchas páginas.
men no existe. ¿Y el
histórico Boletín Epidemiológico que por dé-
cadas publicó el Ministerio de la Salud? No lo
encontré. Seguramente tragado por el afán
de ocultar el derrumbe de la salud y del Sis-
tema de Salud.

Sobre la web del Ministerio del Poder Popular

para la Educación no es mucho lo que puedo
comentar: no abre. No funciona.

Continúo mi recorrido e ingreso en la web del

Ministerio del Poder Popular de Economía, Fi-
nanzas y Comercio Exterior. Algunos hallaz-
gos: las Estadísticas Fiscales, presentadas
trimestralmente, llegan hasta el año 2009.
Todo lo demás es propaganda e información
irrelevante de esta calaña: elogios a los 62
años de la dictadura cubana o los 153 años
del nacimiento del criminal Vladimir Ilich Le-
nin. Mucho relleno.

Del Ministerio de Agricultura y Tierras solo

añadiré: no tiene sitio web. Ni para mentir.

Del diseño obtuso que predomina en la ma-

yoría; de la sistemática opacidad informativa;
de los contenidos donde predomina lo desac-
tualizado, combinado con abundantes menti-
ras; del desprecio que todo esto irradia hacia
los ciudadanos, se podrían escribir muchas
páginas. Porque, es importante señalarlo, se
trata de una política destinada a difuminar, a
ocultar y hacer incomprensibles las realida-
des del país destruido, del país roto por los
cuatro costados, del país ruinoso que es el
resultado tangible del régimen de Chávez y
Maduro.

La información que hoy se dispone sobre las

realidades de Venezuela es el producto de
la actividad de organizaciones no guberna-
mentales, universidades, gremios de distinto
carácter, grupos religiosos, asociaciones sin
fines de lucro y organismos internacionales.
Venezuela ha devenido en un Estado sin es-
tadísticas oficiales.

El nuestro es un país en el que no es posible

planificar nada con rigor y alguna probabilidad
de éxito, porque no hay ni siquiera cómo es-
tablecer puntos de partida, bases para medir
la eficacia de lo que se realiza. Al poder no le
interesa ni conocer ni que se conozca la ex-
trema gravedad de lo que su incompetencia y
voluntad depredadora ha llevado a cabo.

No hay estadísticas porque el afán corruptor

y destructivo es, en su fondo, enemigo de la
información, de la transparencia, de los da-
tos. El país despojado de cifras es el produc-
to de una estrategia. Promover una nación
sin data oficial, un extendido estatuto de opa-
cidad, censura y desinformación, son requi-
sitos necesarios para mantener el poder, de
un régimen consagrado a robar y a violar los
derechos humanos. No solo es un modo de
ejercer la censura, también de hacer más pro-
funda la fragilidad social y política de la socie-
dad venezolana.

* Artículo publicado en el Diario El Nacio-

nal de Venezuela
 #YoMeQue
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