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Brenda Demanda
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Brenda Demanda
Secretario :
Cuaderno : Principal
Escrito : 01
Sumilla : DEMANDA CONTENCIOSA
ADMINISTRATIVA – CESE DE ACTUACIÓN
MATERIAL QUE NO SE SUSTENTA EN ACTO
ADMINISTRATIVO.
IV. PETITORIO. -
Que recurro a su respetable Despacho a efecto de interponer demanda en la Vía del
Proceso Contencioso Administrativo, peticionando que el Órgano Jurisdiccional
mediante sentencia, declare lo siguiente:
1. PRETENSION PRINCIPAL:
La declaración de contraria a derecho y el cese de una actuación material que no se
sustente en acto administrativo; como es, EL DESPIDO LABORAL PRODUCIDO DE
HECHO; consecuentemente y conforme a lo previsto por la numeral 3 in fine del Art.
41º del TUO de la Ley 27584, Ley que Regula el Proceso Contencioso Administrativo,
modificado por el D. Leg. Nro. 1067, aprobado por Decreto Supremo Nro. 013-2008-
JUS; se RECONOZCA AL RECURRENTE EL DERECHO A LA PROTECCIÓN
FRENTE AL DESPIDO ARBITRARIO, conforme a lo dispuesto por el Art. 1º de la
Ley 24041.
La presente pretensión principal se encuentra contenida en el Inc. 3 in fine del Art. 5º
Texto Único Ordenado de la Ley 27584, Ley que Regula el Proceso Contencioso
Administrativo, aprobado por Decreto Supremo número 013-2008-JUS.
Todo ello al amparo de los siguientes fundamentos de hecho, derecho y las normas
legales aplicables al caso concreto.
8. Señor Juez, si bien es cierto que fui contratada bajo la modalidad de Locación de
Servicios, posteriormente bajo Contratos Administrativos de Servicios y finalmente
como locadora de servicios, es más cierto aun que dichos contratos fueron
desnaturalizados, ya que, mi persona se desempeñada como servidor público,
desarrollando labores de naturaleza permanente a favor de la Municipalidad Distrital
de Lurín, cumpliendo labores como Responsable de la Unidad Funcional de Imagen.
9. Por otro lado, debo manifestar que la labor que he desempeñado como servidor
público contratado, fue mayor a un año ininterrumpido de servicios; esto es, el
periodo laborado que fue ininterrumpido, ya que laboré por el plazo de xx años y xx
meses, conforme a lo manifestado en el numeral 1 y 4 del presente escrito, además
que ello lo demuestro en forma fehaciente con la documentación que acompaño a la
presente demanda, en calidad de prueba.
10. Con todo lo expuesto, queda plenamente demostrado que la recurrente cumple con
todos y cada uno de los requisitos establecidos por el Art. 1º de la Ley 24041, por
tanto, he adquirido mi derecho constitucional - laboral a la estabilidad laboral;
quedando además plenamente demostrado que el recurrente no he incurrido en
falta administrativa disciplinaria alguna, menos he incurrido en responsabilidad
penal, civil y administrativa, que haya dado lugar a que mi empleadora proceda a
despedirme, cesarme o ser destituido; dicho de otro modo, la Municipalidad
demandada no ha instaurado proceso administrativo disciplinario alguno en mi
contra y conforme a las reglas establecidas en el D. Leg. Nro. 276 y su Reglamento
aprobado por D. S. Nro. 005-90-PCM, en la que se haya demostrado la comisión de
falta grave.
11. Siendo esto así, el despido de hecho, resulta contrario a derecho; por cuanto,
vulnera no solo lo dispuesto por el Art. 22º concordante con lo dispuesto por el Art.
27º de la Constitución; sino que vulnera los derechos ya ganados y que se
encuentra establecido por el Art. 1º de la Ley 24041, además de vulnerar las
disposiciones del D. Leg. Nro. 276 y su correspondiente Reglamento; en tanto y en
cuanto, estas normas legales que amparan mi derecho a la estabilidad laboral, no
fueron aplicados debidamente; por tanto, vuestro Despacho debe ordenar la
inmediata reposición del recurrente en mi puesto de trabajo; esto es, como
Responsable de la Unidad Funcional de Imagen prevista en el Cuadro Analítico de
Personal (CAP) de la Municipalidad, o en otro cargo de similar categoría
remunerativa.
V. FUNDAMENTOS DE DERECHO:
1. El derecho al trabajo se encuentra reconocido en el artículo 22º de la Constitución
Política del Estado, en los siguientes términos: “El trabajo es un deber y un
derecho. Es base del bienestar social y un medio de realización de la
persona”. Sin embargo, ésta no es la única norma del ordenamiento que reconoce
el derecho al trabajo, pues también está consagrado por el artículo 6.1º del
Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia
de Derechos Económicos Sociales y Culturales, también conocido como “Protocolo
de San Salvador”, que señala: “Toda persona tiene derecho al trabajo, el cual
incluye la oportunidad de obtener los medios para llevar una vida digna y
decorosa a través del desempeño de una actividad lícita libremente
escogida o aceptada”. Por otro lado el artículo XIV de la Declaración Americana
de los Derechos y Deberes del Hombre, expresa taxativamente que: “Toda
persona tiene derecho al trabajo en condiciones dignas y a seguir
libremente su vocación, en cuanto lo permitan las oportunidades
existentes de empleo. (…)”. Del mismo modo, el artículo 23º de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos expresa con respecto al derecho al trabajo que:
“Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a
condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra
el desempleo. (…)”.
2. En razón a lo dispuesto por la cuarta disposición final y transitoria de la Constitución
conforme a la cual, “las normas relativas a los derechos y a las libertades
que la Constitución reconoce se interpreten de conformidad con la
Declaración Universal de Derechos Humanos y con los tratados y acuerdos
internacionales sobre las mismas materias ratificados por el Perú” , la
interpretación del artículo 22º de la Constitución, debe realizarse integrando a su
contenido esencial las disposiciones pertinentes del Protocolo de San Salvador. Este
instrumento, tras enunciar en su artículo 6º el contenido esencial del “derecho al
trabajo”, desarrolla in extenso todos sus alcances en el artículo 7º que dice: “Los
Estados Partes en el presente Protocolo reconocen que el derecho al
trabajo al que se refiere el artículo anterior, supone que toda persona
goce del mismo en condiciones justas, equitativas y satisfactorias, para lo
cual dichos Estados garantizarán en sus legislaciones, de manera
particular”.
3. La interpretación del artículo 22º de la Constitución Política del Perú, relativo al
derecho al trabajo, proyecta necesariamente sus efectos sobre la interpretación del
artículo 27º, según el cual “la Ley otorga al trabajador adecuada protección
contra el despido arbitrario”. Sin duda alguna, este precepto se encuentra
emparentado con el “derecho al trabajo” consagrado por el artículo 22º y, en cierta
forma, se puede considerar derivado o explicitar este aspecto del “derecho al
trabajo” al proscribir el despido “arbitrario”, esto es, el carente o desprovisto de
causa justa. De la interpretación del artículo 27º de la constitución, efectuada
conforme a las normas del Protocolo de San Salvador (artículos 6 y 7), fluye
nítidamente que este precepto consagra la “estabilidad del empleo” en cuanto
esta institución supone la exigencia de “causa justa” como elemento legitimador
del despido y, en consecuencia, excluye la posibilidad de que se pueda efectuarse
válidamente en base al mero arbitrio del empleador. De ese modo, la “estabilidad
laboral” se contrapone al “despido ad nutum”, que reconoce en la sola voluntad –
incluso incausada – del empleador el factor legitimante del despido.
4. El artículo 1° de la Ley N° 24041 expresa que: “Los servidores públicos
contratados para labores de naturaleza permanente, que tengan más de
un año ininterrumpido de servicios, no pueden ser cesados ni destituidos
sino por las causas previstas en el Capítulo V del Decreto Legislativo
número 276 y con sujeción al procedimiento establecido en él, sin
perjuicio de lo dispuesto en el artículo 15 de la misma ley”.
5. Conforme a la norma contenida en los incisos 3 y 2 del Texto Único Ordenado del
Proceso Contencioso Administrativo, aprobado por Decreto Supremo N° 013-2008-
JUS, en el proceso contencioso administrativo podrán interponerse pretensiones con
el objeto de obtener: a). La declaración contraria a derecho y el cese de una
actuación material que no se sustente en acto administrativo; y b). El
reconocimiento o restablecimiento del derecho o interés jurídicamente tutelado y la
adopción de las medidas o actos necesarios para tales fines.
6. Respecto al reconocimiento o restablecimiento del derecho o interés jurídicamente
tutelado y la adopción de las medidas o actos necesarios para tales fines, el autor
señala1 que ésta es la genérica formulación de la pretensión de plena jurisdicción, a
través de la cual los particulares pueden recurrir al órgano jurisdiccional a solicitarle
que éste reconozca o restablezca una situación jurídica que ha sido vulnerada por la
administración; señala Priori que se pedirá el reconocimiento de una situación
jurídica, cuando esta haya sido negada por la administración, y se pedirá el
restablecimiento cuando la administración haya despojado de la titularidad de una
situación jurídica al particular de la demanda; más adelante señala el mismo autor,
que la ley ha previsto que el proceso contencioso administrativo pueda ser iniciado
en tutela de un derecho subjetivo o de un interés legítimo. Agrega que por derecho
subjetivo se entiende la situación jurídica de ventaja activa mediante la cual su
titular tiene la facultad de obrar para la satisfacción del propio interés que le sirve de
sustento, y que por interés legítimo se entiende la situación jurídica de ventaja
inactiva que confiere a su titular una expectativa frente al obrar del otro que tiene
frente a aquél una potestad.
VIII. ANEXOS:
1.
POR LO EXPUESTO:
A usted señor Juez, pido admitir la presente demanda y declararla fundada en todos sus
1
Priori Posada, Giovanni, obra citada, página 125.
extremos, conforme se solicita en el petitorio de la demanda.