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Solemne 2 de Psicoanálisis II
Solemne 2 de Psicoanálisis II
Solemne 2 de Psicoanálisis II
Por una parte, si se está en la posición depresiva es porque hubo integración de objeto
bueno y malo y, por tanto, hay surgimiento del objeto completo, es decir, la madre. En este
sentido, se avanza de la posición esquizo paranoide a la posición depresiva. Por otro lado,
la capacidad de estar solo, indica que hay una madurez emocional, misma cosa que
muestra el avance de una posición a otra en Klein. Pero, además, está el hecho de que en
ambos casos la madre ha sido introyectada...ese es mi aporte
En winnicott que es el término de la capacidad para estar solo, ocurre lo mismo cuando el
bb reconoce el yo/no yo. El yo se integra al igual que el objeto y ya no es tanta la angustia
de separación.
Klein postula que el yo aparece desde el momento del nacimiento. Este es considerado
como un yo primitivo.
Para Winnicott, el yo aparece después de que los niños comienzan a usar su intelecto para
poder mirar también lo que otros ven, sienten o escuchan, y lo que ellos conciben de él
como infante.
Para Klein, el factor que contribuye en la construcción del yo es el contacto con el pecho
bueno. El aparato psíquico se defiende de la pulsión de muerte a través de la agresividad,
del odio, y antes de defenderse tiene ansiedad, ya que aún no se constituye el yo, solo hay
un yo incipiente.En esto se pone en juego algo del narcisismo. Como el niño tiene miedo
que ese objeto malo se desquite con él usa un mecanismo de defensa que es la escisión
del pecho bueno y malo. El pecho bueno es donde se ubica al ideal del yo y en el malo, el
superyó. ya que es un objeto que sentido como completo, contrarrestando toda dispersión y
escisión. Las fantasías y sentimientos sobre el estado del objeto bueno (introyección del
pecho bueno) también influyen en la estructura del yo
El desarrollo del yo, para Klein, se da por la relaciones objetales entre el yo y el entorno. De
este modo, el yo proyecta impulsos hacia el exterior e inyectará estímulos externos hacia el
interior.
Para Klein, el factor que contribuye en la construcción del yo es el contacto con el pecho
bueno. El aparato psíquico se defiende de la pulsión de muerte a través de la agresividad,
del odio, y antes de defenderse tiene ansiedad, ya que aún no se constituye el yo, solo hay
un yo incipiente.En esto se pone en juego algo del narcisismo. Como el niño tiene miedo
que ese objeto malo se desquite con él usa un mecanismo de defensa que es la escisión
del pecho bueno y malo. El pecho bueno es donde se ubica al ideal del yo y en el malo, el
superyó. ya que es un objeto que sentido como completo, contrarrestando toda dispersión y
escisión. Las fantasías y sentimientos sobre el estado del objeto bueno (introyección del
pecho bueno) también influyen en la estructura del yo.
En etapas muy tempranas del desarrollo del niño, el funcionamiento del yo debe
considerarse un concepto inseparable del de la existencia del niño como persona. La vida
instintiva que existe al margen del funcionamiento del yo puede ignorarse, porque el niño
no es todavía una entidad que tenga experiencias no hay ningún antes del yo.El nacimiento
de nuestro yo cohesionado se construye a partir de una relación estable con los objetos de
sí mismo, basándose en las experiencias de satisfacción que ha ido experimentado en
diversos momentos. Es decir, el niño se va fundiendo con la imagen que ve de sí mismo.
El desarrollo del yo se caracteriza por varias tendencias, la principal tendencia del proceso
de maduración puede resumirse en los diversos significados de la palabra “integración”. La
integración en el tiempo se suma a lo que podríamos denominar integración en el espacio.
Segundo el yo se basa en yo corporal pero solo cuando marcha bien la persona del bebé
empieza a estar vinculada con el cuerpo y las funciones corporales. Este proceso se
denomina “personalización” que significa fundamentalmente una pérdida de la unión firme
del yo con el cuerpo, incluso con los impulsos y satisfacciones del yo. Por último el yo inicia
las relaciones objetales, con un quehacer materno suficientemente bueno al principio, el
bebé no está sometido a las gratificaciones instintivas, salvo en la medida en que haya
participación del yo.
Las funciones del yo auxiliar son: holding (sostén), handling (manipulación) y objt-presenting
(presentación de objeto). La primera promueve la integración de un yo, la segunda
promueve la personificación entre psiquismo y cuerpo y el tercero corresponde al pecho
materno.
El estado de dependencia absoluta corresponde al estado inicial del bebé, cuando aún no
ha separado lo que es "diferente a mí" de lo que es "parte de mí", porque aún no está
equipado para la tarea. Los objetos son objetos subjetivos, no percibidos objetivamente.
Incluso si es "rechazado", "extinguido", el objeto sigue siendo un aspecto del niño. En la
siguiente etapa, que es la etapa de dependencia relativa, la adaptación disminuye
gradualmente y el bebé comienza a tomar conciencia de su dependencia. Cuando la madre
está ausente por un período de tiempo más largo del que es probable que crea en su
supervivencia, comienza a surgir la ansiedad, que es la primera señal de que el niño está
consciente. En cambio, en el pasado, la ausencia de la madre no hacía más que privar a la
madre de su especial capacidad para protegerlo de cualquier agresión externa, impidiendo
así el establecimiento efectivo de ciertos conjuntos esenciales en el proceso estructural del
propio infante. . La última etapa, cuando el niño se da cuenta de que necesita a la madre, se
caracteriza por el hecho de que el niño comienza a comprender que necesita a la madre. La
duración aproximada de este período es de 6 meses a 2 años. Cuando el bebé tenía 2
años, ocurrieron una serie de eventos que la prepararon para enfrentar la pérdida.
Winnicott desarrolla como tesis central que en un comienzo el niño no es una unidad sino
más bien una configuración “ambiente-individuo”
La ilusión inaugura el periodo de predominio del objeto subjetivo. Este es creado por el niño
cada vez que lo necesita y vuelto a destruir cuando ya no lo necesita. Esta omnipotencia
mágica es esencial para el desarrollo. En caso contrario se producirá la falla ambiental que
conduce a la patología.
Se trata del objeto que surge a partir de la necesidad y posterior satisfacción, lo cual, en la
primera etapa del desarrollo crea cierta idea de omnipotencia en el bebé, que aún no
percibe la realidad exterior. Pertenece a la experiencia del bebé
Es un objeto material en el que la criatura bebe deposita apego, suple ciertas funciones de
la madre cuando esta no se encuentra cerca, el objeto constituye una fuente de placer para
el bebé, el cual interactúa con él apretándole, hablándole o simplemente teniéndolo cerca.
Este objeto le permite al infante constituir un área intermedia entre él mismo y la realidad.
Este objeto es al mismo tiempo objetivo y subjetivo. Es objetivo en el sentido de que se
constituye sobre un objeto real y es subjetivo porque se le atribuyen funciones en el campo
de la imaginación y fantasía del bebé.
Es la mantita, el peluche, la sábana, etc. que para el niño pasará a representar, a título de
objeto transicional, el pecho materno. La omnipotencia se juega aquí, no en la posibilidad de
crearlo o destruirlo a voluntad, sino en la posibilidad de manipularlo a voluntad. Es la
primera posesión no-Yo del niño y ocupa el espacio del objeto primario. Se trata de un
objeto con ciertas cualidades que lo harán propicio para que el niño desarrolle la ilusión de
haberlo creado. Es el primer paso en la creación de sustitutos simbólicos del objeto original.
En la medida en que esté sustentado en la relación con un objeto materno razonablemente
confiable, será gradual e insensiblemente abandonado, sin duelo. Su lugar será llenado por
un área de fenómenos transicionales
Es aquél que le permite al niño/a estar solo/a en ausencia de la madre. Lo que en realidad
significa es que puede estar solo mientras la mamá está haciendo otras cosas, solo en
presencia de ella. Esto le permite pasar de la dependencia absoluta a la relativa y con ello,
de construir un yo. El objeto transicional no debe desaparecer sino sobrevivir. El niño es
capaz de soportar su agresividad durante este tiempo en que comienza su capacidad
intelectual y en el que demuestra su capacidad de esperar unos minutos. El niño reconoce
qué hay una realidad externa y reconoce que él y la madre son dos seres (separados).
Self verdadero: Winnicott designa al ego como el ser verdadero, es decir, como aquella
instancia que conformada como "núcleo del ser" otorga al individuo la experiencia de la
continuidad de la existencia. Es a partir del encuentro paulatino con el objeto y con el
entorno en que la experiencia del sí mismo se va desarrollando. Así, desde el bebé surge la
creación ilusoria del mundo. La instancia del self comprende tanto al sujeto como al objeto,
o lo que equivale decir, al yo y al no-yo. La particularidad es que el self no está sostenido
por los factores estrictamente pulsionales, pero sin embargo, mantiene cierta relación con
ellos.
Falso Self: El fracaso precoz y excesivo del medio en su rol de sostén produce un corte de
la continuidad existencial y una interrupción del desarrollo espontáneo. El fracaso es vivido
como un ataque y se produce una súbita imposición del NO-YO como NO-YO hostil. Frente
a esto el sujeto debe reaccionar antes de estar preparado para hacerlo sin deformarse. El
desarrollo será a partir de ese momento reacción o respuesta a esos ataques. El niño se
defiende introyectando el medio cuidador, el rol materno, convirtiéndose en “la madre de sí
mismo” Este forma un falso self que oculta y protege al verdadero self embrionario y
disociado.
2.- Porque se hace a partir del polo materno de la unidad madre-bebé. A partir de la cáscara
y no del núcleo.
3.- Porque impide el desarrollo del verdadero self y da lugar a una escisión de la
personalidad.
La configuración exitosa de que no choque con el mundo externo. Falso Self → La madre
reemplaza el gesto del bebé por el suyo propio. Esta sumisión da el inicio de un self falso.)
(De un self que reacciona y complace a las exigencias ambientales, crecer exactamente
como la madre. Escondiendo su self verdadero y un self falso que lucha con las exigencias
del ambiente.)
(El falso self, es una defensa contra la explotación del self verdadero. Pueden existir ambas
facetas, pero solo el self verdadero goza de una sensación de lo real.)
Para que el niño pase desde la posición esquizo-paranoide a la posición depresiva, el niño
debe introyectar al objeto como objeto total, lo cual se da aproximadamente durante el
segundo cuarto del primer año de vida. Esto implica relevantes modificaciones de la relación
con los objetos, ya que, en el caso del objeto primario, es decir, la madre, sus aspectos
amados y los odiados ya no se perciben como tan divididos, por ende, esto produce en el
niño un mayor miedo a la pérdida, un aumento de sensación de culpa y duelo, ya que siente
que sus impulsos agresivos van dirigidos al objeto amado. De igual forma estos
sentimientos tienen la capacidad de integrar más al yo, al aumentar la comprensión de la
realidad psíquica.
Debe haber una integración de los objetos parciales, pecho bueno y malo.
Debe primar el amor, el pecho bueno para que pase a posición depresiva. El amor aumenta,
disminuye la agresividad y ahí se comienza a integrar el yo y por ende el objeto.
Klein sugiere que existe un complejo de Edipo desde el momento en que un niño puede
reconocer que sus padres son individuos ajenos a él, señalando que existe una conexión
entre ellos de la que él no forma parte. El niño expresa su deseo en este vínculo, creando
celos y provocando sentimientos encontrados hacia él.
Se defiende de la ansiedad ya que se origina bajo la acción interna del instinto de muerte y
la alteración del equilibrio pulsional (angustias persecutorias), incrementando las pulsiones
de agresividad. Lo mecanismos de defensa son la escisión
Otro rasgo de las relaciones de objeto en la posición esquizo-paranoide es que son muy
artificiales y carecen de espontaneidad, lo que implica también una perturbación en la
relación con el “yo” haciendo esta relación también de carácter artificial, es decir, la relación
con objetos exteriores e interiores están igualmente perturbados.
Pasa lo mismo con la posición depresiva si prima la agresividad hacia el objeto total la
defensa maníaca se vuelve patológica, y la reparación con agresividad. De lo contrario si
prima la gratificación prima la reparación y es aquí donde el bb logra lidiar con la
separación, porque sabe que el objeto total es bueno y malo, pero como reparar el daño
que le hizo en la posición anterior, entiende que este aunque se vaya va a volver.
(Pregunta de algún caso en el solemne: ¿En qué posición subjetiva está y en qué
momentos pasa de una posición a la otra?)
En la temprana infancia surgen las ansiedades características de las psicosis que conducen
al yo a desarrollar mecanismos de defensas específicos. Desde este periodo están los
puntos de fijación de las perturbaciones psicóticas.
La primera relación de objeto del niño es con el pecho de la madre, el que es escindido
entre pecho bueno (gratificador) y el malo (frustrador), llevando a una división entre amor y
odio. Esta primera relación también implica su proyección e introyección, por lo que desde
un comienzo todas las relaciones objetales son modeladas por la interacción entre la
introyección y la proyección, entre objetos y situaciones internas y externas. Estos procesos
intervienen en la construcción del yo y el super yo y preparan al complejo de Edipo.
El impulso destructivo se dirige hacia el objeto (pecho) expresándose en fantasías sádicos
orales y se vuelven ataques físicos violentos a su cuerpo. Los temores persecutorios
surgen de los impulsos sádicos orales, donde el niño quiere robarle a la madre sus
contenidos buenos (introyección) y ataque sádico anal donde quiere entrar en el cuerpo de
la madre con sus excrementos para controlarla (proyección).
Dentro de la posición depresiva ocurre la introyección del objeto de forma total, sintetizando
los aspectos amados y odiados del objeto, por lo que el niño siente duelo y culpa,
implicando progreso vital en su vida emocional e intelectual. Esto es un punto crucial para
la elección de neurosis y psicosis.
Habla de la fase temprana como “posición esquizoide”, forma parte del desarrollo normal, es
la base de la enfermedad esquizoide adulta.
Problema: esquizoide: como amar sin destruir con su amor, depresivo: con su odio.
El pecho bueno introyectado forma una parte vital del yo, ejerciendo desde un comienzo
una influencia fundamental en el proceso del desarrollo del yo y afecta tanto a la estructura
yoica como las relaciones de objeto.
La ansiedad surge del instinto de muerte dentro del organismo, que se siente como temor
aniquilación y toma forma de temor a la persecución. El temor al impulso destructivo se liga
inmediatamente a un objeto, es vivenciado como temor a un abrumador objeto
incontrolable.
El yo temprano escinde activamente al objeto y a su relación con él, lo que implica que
también se escinde a él mismo. El resultado de la escisión es la dispersión del impulso
destructivo (fuente de peligro).
Este primer objeto interno bueno es un punto central del yo, contribuye a la cohesión,
integración y construcción del yo. Pero la sensación del niño de tener un pecho bueno
adentro puede acabarse por ansiedad y frustración. Como resultado la división entre pecho
bueno y malo puede ser difícil de mantener y el niño puede sentir que el pecho bueno
también esta hecho pedazos.
Mecanismo de escisión como mecanismo de defensa más temprano del yo contra la
ansiedad. La proyección e introyección también cumplen esta función desde el principio.
Proyección: Desviación hacia el exterior del instinto de muerte que ayuda al yo a superar la
ansiedad librándolo de lo peligroso y lo de lo malo.
Introyección del objeto bueno es usada por el yo como una defensa contra la ansiedad.
La idealización surge de la escisión del objeto, ya que exagera los aspectos buenos para
contrarrestar el temor al pecho malo. La idealización crea un pecho ideal, inagotable y
generoso. Por la idealización se mantiene el pecho malo muy separado del pecho bueno,
llegando hasta negarlo junto con los sentimientos malos que este provoca. Esto es posible
por la omnipotencia característica de la mente infantil. Esta negación omnipotente del objeto
malo equivale en el inconsciente a la aniquilación por medio del impulso destructivo. No solo
se aniquila un objeto, sino una relación de objeto, por ende, una parte del yo, de donde
emergen los sentimientos hacia el objeto.
Los ataques contra el pecho de la madre evolucionan también hacia ataques contra el
cuerpo de la madre, antes que esta pueda ser percibida como una personal total. Estos
ataques siguen 2 líneas principales: (1) el impulso predominante oral de chupar hasta la
última gota y robar sus contenidos buenos. (2) deriva de impulsos anales y uretrales que
implica expulsar con odio sustancias peligrosas (excrementos) fuera del yo y dentro de la
madre, para dañarla, poseerla y controlarla. Mientras la madre tenga partes malas del yo,
no es un ser separado, es el “yo” malo.
No solo se proyectan las partes malas del yo, los excrementos significan como regalos a
veces.
La proyección de partes buenas del yo dentro de la madre es esencial para que el niño
desarrolle buenas relaciones de objeto e integre su yo. Si este proceso de proyección es
excesivo las cualidades buenas se pierden al traspasarse a la madre, ya que ella se
transforma en el ideal del yo. Este proceso debilita y empobrece al yo y crea una
dependencia con los representantes externos de las partes buenas. Otro temor es haber
perdido la capacidad de amar, porque sienten que el objeto amado es solo amado como
representante del yo.
En esta primera etapa debemos considerar al bebe no como una persona con hambre sino
como un ser inmaduro que en todo momento está al borde de la angustia inconcebible, la
cual es mantenida a raya por la función que cumple la madre de ponerse en el lugar del
bebé y satisfacer sus necesidades.
1. Deshacerse
4. Carecer de orientación
Las consecuencias de un deficiente apoyo del ego por parte de la madre son a veces
devastadora:
· Falsa autodefensa
· Personalidad esquizoide