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Act Apren3 AACM ABC
Act Apren3 AACM ABC
y enzimática
Elaborado por:
Deshidrogenasa Láctica
La deshidrogenasa Láctica (LDH) es una de las enzimas que se encuentran
en el citoplasma de los hepatocitos
Gamma-glutamil transferasa
La Gamma-glutamil transferasa (GGT) regula el transporte de aminoácidos
a través de las membranas celulares.
LDH1
LDH2
Lactatodesidrogenasa LDH3 100 - 200 U/L
LDH4
LDH5
Pancreática
Amilasa 50 - 120 UI/L
Salival
CPK
Varones: 15 - 100 U/L
Creatinfosfaquinasa CPK-BB
Mujeres: 10 - 80 U/L
CPK-MB
GTP-ALT 30 - 65 U/L
Transaminasas
GOT-AST 15 - 37 U/L
3. MARCADORES VIRALES
Hepatitis A
La infección aguda por virus de la hepatitis A (HAV) se confirma por la
detección de IgM anti-virus de la hepatitis A, la cual aparece temprano en
el curso de la infección y tiene alta sensibilidad y especificidad. La IgG
aparece una a dos semanas más tarde y permanece durante toda la vida.
En la práctica se utiliza la prueba de anticuerpos totales para determinar la
infección por este virus.
Hepatitis B
La infección aguda por el virus de la hepatitis B (HBV) se confirma por la
presencia del antígeno de superficie (HBsAg), el cual es el primer marcador
en aparecer, aun antes de que las transaminasas comienzan a elevarse.
Posteriormente se pueden detectar los anticuerpos anti-core(anti-HBc),
los cuales sirven como marcador de infección reciente o actual, los
anticuerpos anti-antígeno e (anti-HBe) y más adelante, el anticuerpo anti-
antígeno de superficie (anti-HBs).
Hepatitis C
La mayoría de las infecciones causadas por el virus de la hepatitis C (HCV)
son asintomáticas, se presentan como una infección crónica que después
de más de 20 años se convierte en una cirrosis en el 20% a 30% de los
pacientes. Los anticuerpos contra el virus de la hepatitis C aparecen
relativamente tarde en el curso de la infección. La nueva generación de
pruebas de laboratorio que buscan anticuerpos totales anti-HCV, detecta
la presencia de anticuerpos contra cuatro antígenos diferentes entre las
semanas 7 a 9 días después de la infección.
La coinfección con los virus de la hepatitis B y C produce una infección
hepática más severa, con mayor probabilidad de desarrollar cirrosis y
carcinoma hepatocelular
3.1 Enfermedades asociadas
Hemocromatosis hereditaria (HH)
Este tipo de síndrome se debe a la acumulación de hierro en el interior del
cuerpo, donde existe dos tipos de HH:
Síntomas
Diagnóstico
Las pruebas de laboratorio consideradas en pacientes con sospecha de
hemocromatosis incluyen determinación de hierro sérico (sideremia),
transferrina (transferrinemia), saturación de transferrina (hierro
sérico/transferrina o capacidad total de unión al hierro x 100) y ferritina
(análisis de ferritina en sangre) (Guillermo Murillo, 2019).
Valores de referencia
Los valores de persona sana para cada una de estas pruebas son:
Sideremia 60-180 mg/dL.
Transferrinemia 220-410 mg/dL.
Saturación de transferrina 20-45%.
Ferritinemia 20-200 (hombres), 15-150 (mujeres) m/L (Guillermo
Murillo, 2019).
Tratamiento
El tratamiento recomendado para la mayoría de los casos es el sangrado
periódico, si no existen contraindicaciones para este procedimiento; se
extraen 500 mL de sangre (1 mL de sangre = 0,5 mg de hierro), inicialmente
una vez a la semana y pueden espaciarse a partir de entonces,
dependiendo de la tolerancia y los resultados de las pruebas de laboratorio.
Síntomas
Los síntomas que presenta la EW son:
Diagnóstico
La mayoría de los pacientes tiene entre 5 y 25 años en el momento del
diagnóstico, pero la enfermedad se puede reconocer en edades más
avanzadas.
Valores de referencia
Ceruloplasmina sérica, los valores normales 20 - 35 mg/d, en EW los
valores son menores a 20 mg/dl (Bruguera, 2006).
Excreción urinaria de cobre en 24 h valores normales: ≤
30 μg/24 h, en
EW es superior a 100 µg/24 h (Bruguera, 2006).
Transaminasas elevadas al doble de valores normales.
Tratamiento
Penicilamina. La D-Penicilamina es considerada el medicamento básico
para la terapia. El régimen terapéutico de D-penicilamina 1 - 2 g/dl en 4
dosis, el mecanismo de acción es la rápida movilización y excreción de
cobre en la orina (Duarte, 2009).
Síntomas
El enfisema pulmonar o la bronquitis comienzan en el adulto o más
temprano y con síntomas más graves en los fumantes. Puede haber:
Tos.
Dificultad para respirar.
Sibilancia.
Infecciones pulmonares (NIH, 2018).
Tratamiento
El tratamiento consiste en una terapia de reemplazo intravenosa. Dicha
terapia de reemplazo se constituye por la proteína alfa-1 antitripsina
proveniente de la sangre de donantes humanos sanos. Para los casos en los
que la enfermedad se encuentra muy avanzada, existe la posibilidad de un
trasplante de hígado y de pulmón (España et al., 2016).
Hepatitis
La hepatitis es la inflamación del hígado causada por virus, bacterias,
toxinas, obstrucciones, parásitos o sustancias químicas . La causa más
común de hepatitis es la hepatitis viral A, B, C, D o E (Figura 5). Las
hepatitis A y E generalmente se transmiten por contacto con alimentos o
agua contaminados con heces de una persona infectada. Las hepatitis B, C
y D se transmiten a través del contacto con la sangre o los fluidos
corporales de una persona infectada (Avenue of the Americas, 2019).
I. Hepatitis A
Síntomas:
El periodo de incubación de la hepatitis A suele ser de unos 14–28 días.
Aunque los síntomas no son exclusivos de la hepatitis A, se presentan:
Debilidad
Náuseas
Vómito
Anorexia
Fiebre
Molestias abdominales
Dolor en la parte superior derecha
del abdomen
Color amarillo en piel y ojos
Diarrea
Diagnóstico:
Se realiza mediante la detección en la sangre de anticuerpos IgM dirigidos
específicamente contra el VHA. Otra prueba utilizada es la reacción en
cadena de la polimerasa con retrotranscriptasa (RCP-RT), que detecta el
ARN del virus de la hepatitis A.
Valores de referencia
HAV total NEGATIVO
HAV IgM NEGATIVO
Proteínas totales Adultos: 6,6 – 8,3 g/dL Recién nacidos: 5,2 – 9,1 g/dL
(SPINREACT, 2016)
Albúmina 3.4 a 5.4 g/dL
RCP-RT NEGATIVO
Síntomas
Los síntomas de la hepatitis B son fatiga, pérdida de apetito, dolor
abdominal, fiebre, náuseas, vómitos y, a veces, dolor en las articulaciones,
urticaria o sarpullido. La orina se oscurece, se puede desarrollar ictericia
(coloración amarillenta de la piel y el blanco de los ojos) (Rodrigo Zapata,
2021).
Diagnóstico
Diagnóstico serológico. Esto se hace mediante la detección de HBsAg, el
principal marcador serológico para la detección de hepatitis B. La
presencia de este marcador se puede detectar durante las fases aguda y
crónica de la infección. Un marcador serológico específico para la hepatitis
B aguda es el anticuerpo tipo M contra la proteína central del VHB (IgM-
antiHBc). La presencia de HBeAg en suero indica una alta replicación viral
en el hígado (Laura Verónica).
Valores de referencia
HBsAg NEGATIVO
Anti-HBc total NEGATIVO
Anti-HBc IgM NEGATIVO
HBe Ag NEGATIVO
Anti-HBe IgG NEGATIVO
Anti-HBs IgG NEGATIVO
Tratamiento
Tamizaje de la hepatitis B. La detección del VHB tiene como objetivo
reducir la morbilidad y la mortalidad hepáticas asociadas con esta
infección viral.
Vacuna frente a la hepatitis B. La vacunación frente a la hepatitis B
previa a la infección ha demostrado ser la estrategia óptima para
prevenir la morbimortalidad por VHB. La vacuna ampliamente
utilizada, basada en antígeno de superficie recombinante producido en
levadura, es muy segura y produce una tasa de protección (desarrollo
de anti-HBs > 10 mUI/ml) de > 90% de los adultos vacunados. La tasa
de protección disminuye con el aumento de la edad, la obesidad, el
tabaquismo y la presencia de enfermedades crónicas (Rodrigo Zapata,
2021).
Síntomas
Orina de color amarillo oscuro.
Fatiga.
Fiebre.
Heces grises o color de arcilla.
Dolor en las articulaciones.
Pérdida de apetito.
Náusea y / o vómitos.
Dolor abdominal.
Diagnóstico
La infección por VHC se caracteriza por la presencia de anticuerpos anti-
VHC y ARN del VHC en plasma o suero con niveles elevados o normales de
enzimas hepáticas. Los anticuerpos anti-VHC se detectan por técnicas
pruebas serológicas, mediante ELISA y RIBA, está detección de
anticuerpos anti-VHC indica una infección por VHC actual o pasada. Se
requiere una prueba de ARN del VHC o una prueba de reacción en cadena
de la polimerasa con transcriptasa inversa (RT-PCR) para determinar si
una persona está actualmente infectada con el VHC (Miguel García, 2019).
Tratamiento
Se han desarrollado agentes antivirales de acción directa como los
inhibidores de la proteasa NS3/4A, los inhibidores del complejo de
replicación NS5A, los inhibidores de la polimerasa NS5B nucleósidos y los
inhibidores de la polimerasa NS5B no nucleósidos que han revolucionado
el tratamiento de la hepatitis C crónica. El objetivo principal de la terapia
antiviral es erradicar el virus, definido como el ARN viral que no puede
detectarse mediante métodos sensibles (límite inferior de detección 15
UI/ml). Se considera que hay una respuesta viral sostenida (RVS) si este
ARN no se detecta 12 semanas después de finalizar el tratamiento (RVS12)
(Miguel García, 2019).
IV. Hepatitis D
Síntomas
Sentirse cansado.
Náuseas y vómitos.
Pérdida de apetito.
Dolor en la parte superior del abdomen sobre el hígado.
Orina de color más oscuro.
Heces de color más claro.
Dolor en las articulaciones.
Ojos y piel amarillenta, lo que se llama ictericia.
Diagnóstico
No debe buscarse la presencia de virus de la hepatitis D en ausencia del
virus de la hepatitis B.
El diagnóstico microbiológico se basa en la detección y cuantificación
de antígenos, anticuerpos y del genoma del virus.
En infección aguda, la antigemina es transitoria y puede pasar
desapercibida.
En fase crónica aunque existen altos títulos de antígenos de hepáticas
D y su circulación es más prolongada.
Los primeros anticuerpos se elevan a las pocas semanas de la infección
siendo la presencia excesiva de IgM lo más indicativo de esta fase
(Mora y Bastos, 2019).
Tratamiento
Ningún tratamiento atenúa la evolución de la hepatitis viral aguda incluso
de la hepatitis D. Debe evitarse el alcohol, porque puede aumentar la lesión
hepática. Las restricciones en la dieta o la actividad, como el reposo en
cama que suele prescribirse, no poseen un fundamento científico.
V.Hepatitis E (VHE)
Síntomas
Fase inicial con febrícula, disminución del apetito (anorexia), náuseas y
vómitos, dura unos días.
Dolor de estómago, picazón, sarpullido o dolor en las articulaciones.
Ictericia (coloración amarillenta de la piel) acompañada de orina oscura
y heces de color claro.
Hígado levemente agrandado (hepatomegalia), con sensibilidad
Diagnóstico
Marcadores serológicos
Desarrollo de inmunoensayos enzimáticos de diagnóstico universal del
tipo ELISA para la detección de anticuerpos específicos (anti-VHE) de los
tipos IgG e IgM, independientemente del genotipo VHE. Los métodos
comerciales de detección de IgG o IgM anti-VHE se basan en la detección
de anticuerpos contra una proteína de la cápside viral altamente
conservada e inmunogénica codificada por ORF2 (Francisco Rodríguez,
2012).
Tratamiento
La utilidad de la ribavirina tanto en la hepatitis aguda grave por VHE como
en un paciente trasplantado de corazón con hepatitis E crónica que alcanzó
niveles indetectables de ARN del VHE. Un posible desarrollo futuro de
esta terapia antiviral contra el VHE sería centrarse en la caracterización
bioquímica y estructural de las proteínas no estructurales del VHE
(proteasas, helicasas y replicasas) y desarrollar nuevas terapias para las
infecciones por VHE (Francisco Rodríguez, 2012).
Cirrosis
La cirrosis se considera la etapa crónica e irreversible del daño hepático.
Su etiología es diversa e incluye causas como infecciones virales, toxinas
como el alcohol, drogas, patologías autoinmunes, entre otras. La
descompensación de la cirrosis hepática es consecuencia de cambios
fisiopatológicos ocurridos a lo largo del tiempo, como ascitis, peritonitis
bacteriana espontánea, hemorragia digestiva, síndrome hepatorrenal,
encefalopatía hepática o hipertensión portopulmonar, debiendo
considerarse la insuficiencia hepática crónica aguda como una entidad a
considerar. se distingue de la anterior, ya que se trata de una falla
multiorgánica de curso rápido, generalmente en pacientes ingresados en
cuidados intensivos, muchas veces secundaria a factores desencadenantes
como el shock (Jorge Miño, 2022).
Síntomas
Entre los síntomas inespecíficos iniciales tenemos la fatiga, edema,
prurito, ascitis, sangrado del tubo digestivo, ictericia, encefalopatía
hepática.
Diagnóstico
La cirrosis se diagnostica mejor examinando una muestra de tejido
hepático microscópico, un procedimiento llamado biopsia hepática.
Durante este proceso, relativamente simple, se inserta una aguja delgada
en el hígado, generalmente bajo anestesia local, y extraiga un pequeño
trozo de tejido hepático. La biopsia hepática confirmó no sólo la presencia
de cirrosis, pero la información sobre su causa suele estar disponible (Jorge
Miño, 2022).
Valores de referencia
Fosfatasa alcalina 44-147 unidades internacionales por litro (UI/L) o
0.73 a 2.45 microkatal por litro (µkat/L).
Albúmina 3.4 a 5.4 g/dL
Anti-citoplasma (ANCA)
Tratamiento
En el caso de cirrosis alcohólica, es importante que el paciente rechace el
alcohol, aunque lamentablemente esto no significa remisión de la
enfermedad; una situación similar ocurre con la cirrosis del hígado de
origen viral. El efecto de terapias específicas como la flebotomía
(hemocromatosis), los antivirales (hepatitis B y C precoces antes de la
cirrosis), la D-penicilamina sobre el quelato de cobre (enfermedad de
Wilson), los inmunosupresores (cirrosis hepática de origen autoinmune) y
el ácido ursodesoxicólico, es muy limitado, incluso está contraindicado en
cirrosis viral, si hay confirmación diagnóstica por biopsia (Adela-Emilia,
2012).
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