Genero, Transdisciplina e Intervencion Social

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Género, transdisciplina e intervencion social COORDINADORAS Fatima Flores Palacios Amada Rubio Herrera UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO Flores Palacios, Fétima, editor. |Rubio Herrera, Amada, editor, Género, sransdisciplina e intervencién sociall Fatima Flotes-Palacios, Herrera, coordinadoras. » Amada R Primera edicién. | Mérida, Yucatén: Universidad Nacional Auténoma de tro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales, 2019. Serie: Monte a LIBRUNAM 2056618 |1SBN 9786073022149. Representaciones sociales-México.|Mujeres-Condiciones sociales- Mis Maj ! res Politica gubernamental -México. Clasificacién: LCC HM1088.G45 2019 | DDC 302—dc23 Primera edicién: 2019 Fecha de término de edicién: 17 de octubre de 2019 1 D.R. © 2019, Unrverstpap Nactonat AuTONoMa DE México Ciudad Universitaria. Alcaldfa Coyoacén, C.P. 04510, Ciudad de México. CenTRO PENINSULAR EN HuMANIDADES ¥ CIENCIAS SOCIALES Es Sacaaec radia Penis INVESTIGACION-ACCION, REPRESENTACIONES SOCIALES Y GENERO EN UNA COMUNIDAD COSTERA: UN PASAJE ENTRE EL PARA[SO Y LA ADVERSIDAD Fatima Flores-Palacios Isaura Rojano Addy Trejo IntRopuCCION Desde que Kurt Lewin (1946) propuso la investigacién como accién a partir del anilisis de contexto, la categorizacién de priotidades y la evaluacién, se Jogré un cambio radical en la mirada y en las formas de construir el conoci- miento. Los grupos, las comunidades y las instituciones se hicieron visibles y comenzaron a ser objeto de estudio desde sus propias interacciones y signifi- cados de su realidad y experiencia vivida. Asi, el andlisis de contexto como primera aproximacién al campo de accién ha sido central porque constituye el andamiaje social y cultural a partir del cual se cimientan realidades situadas. Estas implican la construccién de iden- tidades grupales a raiz de un referente especifico y compartido en donde se tejen y entretejen afectividades que suelen ser referenciales. En cambio, la categorizacién de prioridades contribuye al proceso de ordenamiento de soluciones que la misma comunidad debe encontrar desde un pensamiento y cuestionamiento continuo a su realidad. Finalmente el proceso de evaluacién se deriva de la toma de conciencia tanto de su contexto situado como de sus 51 pLORES-PALACIOS: 1. ROJANO Y A. TREJO rE 52 i | dindmico en estos procesos co, : oridades, ejerciendo 0? PPT. railacién, cuestionami 0 sje 7 cceptiles de reflexidm as! , fee sociales ve ws ah “an participative (ar), ; a inves pops naturaleza, esta claramente orientada desde un Posey or stt ‘ ‘ : a fee politico que implica cambios €n el contexto de intervencign, eG no es descriptive Y mucho menos contemplativo. Tiene como = méto iar las capacidades de los grupos social, *. cipales fortalezas potenci de ae eae reconociendo implicitamente a capacidad de cualguig ve ar sa propia Fealidad a partir de su propio recong, vo de derecho. Por esta razén mencionamos que se trata de el cual implica una bio, como se conoce en la acy. la actual. ual. con persona para tran: miento como sujet un posicionamiento, realidad observada y construida. étodo 0 modelo de intervencién en donde Fals Borda (1985) propuso un m ba mnersién del/a ivestigador/a en la comunidad es fundamental por wn lapso de tiempo considerable a fin de reconocer la estructura social y las iilidades que se tienen de toma de conciencia. A esto abonamos la impor Prncia de (re]conocer el contexto situado desde la observacién no participant como primer paso y las pricticas cotidianas que ahi emergen, construyendo una aproximacién paulatina basada en el respeto a los procesos de famil zacién, confianza y crédito otorgados por la comunidad cuando somos sujetos de aceptacién. Se avanza en la construccién de la metodologia adecuada de intervencién desde las concepciones y representaciones sociales de la misma comunidad, iniciando a partir de este momento un proceso reciproco entre comunidad e investigador/a, con el nico objetivo de generar comas de con ciencia, rupturas, cambios y vias de solucién de una problemdtica specifica ente en la comunidad. este proceso, la subjetividad del/a investigadot/a y de las persomss dele jidad inician un didlogo consciente que deberd tener puntos de conver erat oe buen resultado en la intervencién, lo que 9° ene cence ov le unos fas y muchas veces, la arrogancia al 4 i" te cas mds importantes en la 1aP es a flexibili a om ues ad de la comunidad la que indique las est iniciar cualquier proyecto de intervenci6n © ‘con una rut ss ‘ ta metodolégica, también debemos ser conscientes 4 uede i k odin, as necesidades¢ los momentos histori . postura politica y critica frente aly _ INVESTIGACION-ACCION... 53 método de intervencién en ciencias sociales es siempre valido, pues no debe- mos perder de vista que son las personas quienes definen sus prioridades y, por lo tanto, sus propios procesos, particularmente en la toma de conciencia, cuestién fundamental para el logro de un cambio, porque son ellos y ellas los sujetos de la innovacién. El método “debe ser coherente con el objetivo y para ello es fundamental partir de que todo conocimiento empirico es susceptible de ser elevado a conocimiento tedrico” (Flores-Palacios et al. 2017, 57). Comprender esta pre- misa conduce necesariamente a una postura frente a la realidad que se estudia y se interviene, la investigacién-accién es una puesta en marcha de una ideo- logia de cambio, deconstruccién y reconstruccién de elementos subjetivos que integran esa experiencia en un campo determinado. El /la investigador/a debe tener el recurso factico de generar una metodologia coherente con el saber del que disponen las y los informantes. El método, desde esta perspectiva, ¢s una guia. Aun cuando sabemos que existen reglas ontolégicas de acercamiento a la realidad, es imprescindible la sensibilidad para adaptarlas a los saberes de sentido comiin y a las posibilida- des y recursos con los que cuentan las personas para conseguir el objetivo. A final de cuentas, es lo més claro y definido que se tiene cuando la investiga- cidn se inicia en cualquier contexto cultural de intervencién. Hacer énfasis en esta postura implica considerar que la ciencia clésica impone y determina las bases de un método “apropiado”, pero en la interven- cién debe tomarse con cierta cautela, pues no existen métodos probados en la complejidad del ser humano. Particularmente, en la investigacién-accién se parte de los problemas ya dados y desde ahi se construye la ciencia, es deci, no deben existir 2 priori si lo que se pretende es indagar y develar aspectos inconscientes o naturalizados a fuerza de convivir o practicar esos significados: En psicologia, no se puede formular ninguna ley como las de las ciencias natu- tales; debido a la complejidad de sus fendmenos, no puede observarse en el alma ninguna fuerza afeciva aislada, por el contario, todas estin acompafiadas por tantos fendmenos paralelos que nunca se puede determinar con completa segu- fidad, cual ¢5 en realidad la causa de un efecto dado o el efecto de una causa determinada (Simme! 2017 [1890], 76). [Ast pues, en la investigacién-accién se logra llevar a Ia conciencia esos elementos alojados en la subjetividad de las personas. En cada contexto real 1. ROJANO ¥ A. TRETO 54 reicularidades subjerivas N° hacen imposible hacer yn jn universal. : tos nos permicen llegar al concepto de contexto situado, el cya, Estos element | que se generan interacciones finido “ espacio fisi epresentaciones sociales a partir de referentes simbélicos que s desde las experiencias compartidas entre sujetos de accién, en concreto, un to situado es una ‘micro-cultura conformada por intersubjetividades” context -Palacios 2015, 98). : Oe abe +1 odo debe estar respaldado por una orientacin a ae : ad, la accié istémi odo daiaje enere fa interpreracin y 1a acci,y gene alidad observada. En este sen- porte los elementos expicativos frente a la realid tho, la teoria de las represenaciones sociales ha sido nuestro recurso tebrico desde el cual hemos desarrollado un niimero importante de investigacién- n distintos contextos situados y en diversas dreas de la vida cot Jud, la educacién y la interaccin social. Asimismo, nos ha ‘mitido analizar categorias centrales como la vulnerabilidad, el género, la exclusién y la injusticia social (Flores-Palacios 2001; 2011; 2015; 2018; Flores- Palacios et al. 2017: Flores-Palacios y Wagner 2011). Desde la teoria de las representaciones sociales (rRs) (Moscovici 1976 {1961)), la construccién del conocimiento reconoce en el sujeto la fuente de » = propio saber y sus posibilidades de cambio. Ademés, genera una critica constante a los sistemas totalitarios que imponen una visién hegeménica de Ia realidad, aspectos epistémicos suficientes para considerar este paradigma unaliado porencial de os estudios de género a partir de sus intereses en los de cambio social. Ambas perspectivas convergen en el interés por h del ser humano, considerdndolo capaz de transformar su propia enunciado, desde una mirada centrada en la equidad y en la jus incia entre los individuos no deberfa reflejarse en la desigual te modo, se suma la posibilidad de utilizar estas vertientes io de intervencién. taciones sociales, y en congruenci y las narrativas de hombres y mujeres se reconocen com? iento, su oralidad es la pauta de la cultura, de su mov lizacién. Las representaciones sociales que S° consti" pa seseneaiee y requieren analizarse en context0s y colectiva, desde este paradigm no se encontrarin Pa modelo de intervene accion ¢f diana como la sal ia con la perspectiv de INVESTIGACION-ACCION... 55 ierde, mas bien se recupera y se reconstruye, omntin y de experiencia vivida en categorias este modo es posible el avance del conoci jesde la realidad, la cual construyen los acto Los problemas, articulando saberes de sentido conceptuales y metodolégicas. imiento porque éste se configura res sociales. como dice Morin, cada vez son més polidisciplinarios, trans- sales, multidimensionales, transnacionales, globales y planetarios (1999, 8-39). Esta cuestién supone desafios en la construcci ‘onocimiento y uno de ellos es la vuelta a la investigacién-accién, s principios originales basados en una filosofia procesual de cambio. En los estudios de género se avanza en el anilisis fino de las dindmicas iferenciadas en las diversas culturas, recuperando se evidencia cémo el sisterma hegemé- ico tiene repercusiones en la subjetividad de hombres y mujeres hasta llegar generar malestares de género que pueden tener estatus de padecimiento ‘etal. Por lo tanto, la investigacién como accién da cuenta de los contex- s» de 1a historia, de la situacién y, en general, de procesos que permean al ijeto singular o colectivo. Asi, la accién comporta el sentido de las relacio- _ Res presenciales o representadas, es decir, simbdlicas. La accion es un movi- -miento intencional construida en la relacién, cuando ésta se significa, gene- _fando procesos interactivos, 0 sea, sociales, mas alla de la simple estimulacién -que encarna una psicologia del individuo (Peléez et al. 2007, 195). _ | La investigacién-accién es un proceso continuo en un contexto determi- ido en el que se construyen y se entretejen imaginarios y representaciones ‘sociales, subjetividades e intersubjetividades, confluyendo todos en una dind- “mica generada mediante las acciones colectivas de culturas o de grupos. Por lo tanto, el/la investigador/a que hace investigacién-accién deberd centrar esfuerzo, antes que nada, en la organizacién del método de intervencién, artiendo del diagnéstico de ese contexto situado. 4 6 era fuente de informacién que se tiene es la misma comunidad, es abitus, entendido como conjunto de principios de percepcién, de de actuacién generados por el otigen y la trayectotia sociales 4, 268). Se debe puntualizar la importancia del concepto de base que estructura referencias inmediatas del contexto donde REJO 56 F. FLORES-PALACIOS; I. ROJANO Y A. TREJ se construyen las interacciones y, Por lo tanto, las Tepresentaciones sociales scacion, Desde estos dispositivos se generan sistemas producto de la comunicacié} vile, en general, sin tener conciencia de elle g repulacién Se re que adquiere este sistema en la estructura de una reales Un genplo clésico son los mandatos de ca acatados de manera natural, sin cuestionamiento, haciendo funcionar la maquinaria humana en coherencia con los dispositivos foucaultianos (Foucault 1984) de control social. Tales dispositivos funcionan a partir de una Bs constituida por estas estructuras objetivas y subjetivas y construidas desde la interaccién social entre estado y sociedad. - En este sentido, el primer paso de la investigacién-accién serd la toma de conciencia de la realidad por parte de sus pobladores, pues ésta constituye una cultura 0 microcultura determinada. Para ello serd necesario puntualizar aspec- tos concretos que sintetizan los contextos de intervencién en todos sus com- ponentes, ya sean psicosociales, econémicos 0 politicos, donde se demarcan sus prdcticas de interacciones sociales. Revisar junto con la comunidad cuales serian sus prioridades de ajuste y cambio, buscando posibilidades que permitan incidir de manera tangible en la realidad intervenida. Debe tenerse presente que “la estrategia permite romper con una visin mecanicista de las practicas y de la accién” (Bourdieu y Wacquant 1992). Es importante considerar que “cl ola investigadora debera buscar las mejores estrategias propias para cada Aabitus alli donde los sujetos investigados sienten su libertad de accién” (Mar- tinez 2017), consiguiendo el maximo de informacién disponible. En cualquier comunidad o grupo de intervencién encontraremos muchos bstaculos y resistencias para generar cambios. Se trata de una condicién uni- s experiencias pasadas; por tal motivo, es importante comprendee 1 ieidad y el reference que simboliz el terreno conocido. En ese vena regia se centra en puntualizat los aspectos positivos de su hn los alcances desde su propio desarrollo, pero también sefaln es de su propia existencia, nunca desde el déficit, Le ipas de acercamiento a la comunidad, sino mds bien, habrg los potenciales y en las capacidades, hacer emerger la fuerss TU leales para construir una realidad mucho mas satis ths wala cento en la capacidad de cambio, unidad y forealens on™ Se desde INVESTIGACION-ACCION.... 57 misma comunidad, porque son ellas y ellos quienes deben lograr su propio cambio. Desde la investigacién se debe asumir que tinicamente somos el ins- trumento facilitador y promotor de esas virtudes y fortalezas pero es la propia comunidad quien tiene los recursos para logrario, con una mirada psicodinamica, Debe tomarse en cuenta que, al menos en América Latina, el sentido de comunidad subyace a la misma identidad cultural que intenta sobrevivir, muchas veces contradictoriamente y a pesar de la fuerza e impacto de las politicas globalizantes. En nuestros paises aiin tenemos un gran territorio de no pertenencia, el cual atin est bastante alejado del concepto de comunidad posmoderna. Por esta razén es necesario revisar y reconceptualizar desde el reconocimiento de la diferencia social que atin existe. Trabajar en comunidad. implica, por lo tanto, entender el territorio geografico, ambiental, social y cultural desde una perspectiva global que permita situar las relaciones de inte- raccién con la carga subjetiva de sus actores sociales: hombres y/o mujeres. Por otro lado, la bitsqueda de la autonomia y de la autogestién son dos ele- mentos mds que se consideran intrinsecamente en un plan de accién. Desde esta perspectiva, la libertad de una persona, comunidad o cultura, se consi- gue a partir de la propia educacién para la autonomia, como lo refieren de manera extraordinaria las ensefanzas de Paulo Freire en La pedagogia del oprimido (1968). La autogestién, por su parte, como estrategia en el plan de accién, es una de las metas a conseguir cuando se realiza investigacién-accién. Potenciat cualidades y reunir ideales de cambio llevard al logro de los objetivos para la autogestién, Desde esta perspectiva, se reconocen las capacidades de creacién y potenciacién para generar iniciativas especificas de bienestar social que la misma comunidad demande. En estos procesos, una pedagogia con toma de conciencia y reivindicacién de sus propias necesidades, generaré mayores probabilidades de conseguir el logro en los proyectos planificados. aspecto que se comparte DECONSTRUYENDO, RECONSTRUYENDO Y RESIGNIFICANDO Podrfamos mencionar que el proceso de deconstruccién, reconstruccién y significacién es la segunda parte del método de intervencién desde nuestra 58 F, FLORES-PALACIOS, 1 ROJANO Y A. TREJO perspectiva hermenéutica. Una vez que se ha logrado la toma de conciencig y se ha develado Ia importancia de la aurogestion, la autonomia y la forta. Jens de la comunidad, seré importante regresar ala estructura incersubjetva comunitaria. La finalidad es retomar todos los elementos deconstruidos para snalizatlos y ubicarlos en el mapa de los conflictos sociales, precisando los vcrados desde un sistema representacional que fue objetivado y anclado en la naturaleza del referente simbélico. Ademas, la afectividad como tinico elemento asociado a ese referente, participard desde un proceso altamente defensivo, generando atin mas tensiones en este proceso de deconstruccién, Este momento de la puesta en evidencia de los malestares y conflictos es complejo debido a la incertidumbre que se genera hacia el Fururo, porque no existe ya el sistema antiguo de referencia, pues se ha deconstruido. En este punto, el acompafamiento y la sensbilidad por parte del equipo de ines vencién es fundamental si se entiende que la comunidad se ha vuelto frégil inte nuevos elementos y significados, los cuales debera incorporar al bagae subjetivo de las personas de la comunidad. La deconstruccién, sin embargo, también significa haber logrado un proceso fecundo para apuntalar nuevas representaciones sociales que ademés contribuiran a la reconstruccién de un novedoso sistema. La resignificacién operara, por lo tanto, cuando la comunidad sea capaz de verse desde nuevos Angulos de accién, los cuales indiquen autonomia y fortaleza desde otras representaciones afectivas y devuelva a las personas su lugar como sujetos de derecho. En este sentido, la representacién social como paradigma también tiene un papel central en el método, como se demuestra en el siguiente esquema (figura 1). Es importante mencionar que todo este proceso de deconstruccién- reconstruccién es continuo y petmite reconocer, en el proceso de la accién, s indicadores de la experiencia vivida mas referenciales combinados con las itidades colectivas de una comunidad. Si atendemos al esquema anterior, dra asumir que la afectividad esté en el lugar central del ego, entre la nstruccién, el significado y la reconstruccién. Por eso una representacién estard siempre conformada de afectividades construidas desde la expe- pues sin referente experiencial no hay representacién social. tinuacién describiremos, de manera general, lacomunidad deinterven- nde nuestra permanencia ha sido de cuatro afios continuos, siguiendo ‘ria y el trabajo de la asociacién civil Tixkuncheil Presente A.C» INVESTIGACION-ACCION... 59 REPRESENTACIONES SOCIALES Afectividad Deconstruccion Reconstruccién Ficura 1. Sistema dinémico de las representaciones sociales. Fuente: Flores-Palacios 2001 la cual nos ha facilitado el acceso al lugar, la relacién con informantes clave y el conocimiento de diversas instituciones ahi presents. Con esta A.C. se ha configurado un proceso intenso de cooperacién, intercambio de informacion y formacién educativa para el trabajo en la localidad mediante el desarrollo de diversos proyectos académicos de intervencién. CELESTUN: CONTEXTO SITUADO DE INTERVENCION Celestiin es una comunidad ubicada a 95 km de Mérida, reconocida por su belleza natural, un lugar de turismo y conocido como el paraiso en donde la ria, los flamencos y sus playas configuran el paisaje; cuenta ademés con charcas salineras cuya extraccién la realizan de forma artesanal. Su poblacién asciende a 7836 personas (50.9% hombres y 49.1 % mujeres), con una razén de 103 hombres por cada 100 mujeres (1wect 2016). Comenzamos nuestro proceso de introduccién haciendo recorridos de observacién no participante. Identificamos sitios de referencia para encuen- tts diversos entre la comunidad como el puerto de abrigo, la iglesia, el cen- 60 f FLORES-PALACIOS; I. ROJANO ¥ A. TREJO tro de salud, la comisaria, dos escuelas de nivel preescolas, dos prim, en turno matutino y vespertino, una secundaria y el Colegio de Bachilless {Cona), en donde acuden jvenes entre quince y diccinueve aitos de edad Le base del sustento econdmico es la pesca, el turismo y la participaciin politica, cuestiones que generan un ambiente de choque entre grupos de distinta adscripcién partidista y religiosa. Introducirse en la trastienda de| paisaje implica observar las condiciones de vida de sus habitantes y el grado ve tensidn derivado de sus condiciones de interaccién. El conflicto en esta cpmmunidad es latente y se refleja en los niveles de desintegracién familiar, prottuciéns desempleo; abuso de autoridad violencia fisica, verbal, Psicol6- gica institucional y sexual; consumo de drogas; y embarazo temprano en las jovenes. La pobreza se relaciona con la falta de educacién: el nivel medio de ins- truccién es la secundaria y la aprobacién de ser hombre por sus pares se encuentra en salir al mar, incluso sin tener la preparacién ni las condiciones para desarrollar el trabajo. Por lo general, los j6venes abandonan la escucla én el segundo grado de bachillerato y las mujeres se embarazan en promedio entre los trece y los diecisiete aftos de edad, con las consecuencias que ese hecho conlleva. Lamentablemente, las précticas de atentar contra la vida han ido en aumento en la poblacién joven de esta localidad. Entendemos que la marginacidn, la exclusién y el desamparo son una condicién que emerge y genera efectos. La mayorfa de las mujeres se dedica al trabajo doméstico y a la atencién de sus hijos, apoyan en las labores de la pesca diaria, como la préctica de “filetear”, es decir, limpiar el pescado para consumo propio o para la venta. Los pobladores de esta comunidad denominan a su lugar de residencia “un pucblo sin ley”, pues el papel de la autoridad no es relevante en la imposicién le sanciones o limites a las faltas y delitos generados en la localidad. La ley ercibe como ineficiente para ejecutar penas a adolescentes y jévenes que algiin acto vandélico o se encuentran bajo el efecto de la droga 0 hol. También consideran que las autoridades son ineficientes cuando intervenir en algtin conflicto donde se ha celebrado algtin acuerdo juez de paz y no se est cumpliendo, Esta realidad puede conside- secuencia de la marginalidad econémica, el bajo nivel educativo, la y la desintegracién social de la poblacidn, a pesar de su relevancia ino turistico. INVESTIGACION-ACCION.. 61 La migracién también es un factor que influye en las dindmicas sociales, sobre todo a partir de la pesca furtiva del pepino de mar y de cualquier otra especie. Pescadores de otros estados llegan durante la temporada de captura, se quedan a radicar en el puerto y traen consigo dindmicas relacionales que no favorecen el progreso de la comunidad. Este proceso migratorio constante es un punto de discusién y conflicto que desdibuja cualquier logro en la esta- bilidad y estado de paz conseguido. Cabe mencionar que la comunidad queda a treinta minutos del poblado més cercano. Esta situacién genera una forma de vida sin otro referente comunitario, asf, la mayoria sélo conoce la realidad del puerto, aspecto que influye en la poca o nula motivacién para buscar otras formas de relacionarse. El puerto tiene un mercado municipal, dos tianguis permanentes donde venden personas de otros pueblos y del lugar, existen calles nombradas por el tipo de producto que comercian, por ejemplo, la calle de “los jaiberos” 0 de “los camaroneros”. También hay un ntimero significativo de establecimientos dedicados a vender bebidas alcohdlicas, conocidos como Cervefrios. En esta pequefia comunidad se practican entre siete y ocho religiones, entre las que destacan Testigos de Jehova, Iglesia de Jesuctisto de los Santos de los Ultimos Dias (mormones), Iglesia catdlica, Iglesia adventista y peque- ios grupos religiosos de origen local autodenominados cristianos. Esta diver- sidad de creencias potencia la tensién y refuerza el divisionismo porque se orientan desde la fe y no desde la convivencia social. Los intereses politicos también se demarcan a partir de las pertenencias religiosas, lo que promueve una dindmica confusa y construye subjetividades complejas. El Centro de Salud tiene escaso personal médico y de atencién, y esté sujeto a una movilidad constante. Por lo general, no cuenta con abasto de medicamento y mucho menos con la infraestructura adecuada en caso de intervenciones mas complejas. El servicio, cuando es posible, se dirige tinica- mente a las personas que cuentan con seguro popular, restringiendo atin mas las posibilidades de atencién a la comunidad. Las mujeres parturientas debe- ran viajar o prever su situacién para ser atendidas en la ciudad de Mérida. Los pescadores que Ilegan a sufrir una descompresién en el puerto también estén en riesgo porque no existen los recursos para su atencién. Sin embargo, se cuenta con una Unidad Bésica de Rehabilitacién (vx) en donde se da terapia fisica. El Centro de Salud refiere altas cifras de enferme- dades crénicas como la diabetes —a la cual se le atribuye una cifra considera- f FLORES-PALACIOS: I+ ROJANO ¥ A. TREJO 62 . Ja desnutricin pot amibiasis constantes, infecciones en lg 5 i 4sitos provenientes de las he. piel, problemas respiratorios, couse te dengue 2 ehieaage ces fecales —humanas o de anim orada de lluvias, el agua suele estan. En este municipio, duratee re Las casas, generando focos de infec. carse en la via pblca yen Pes muertos que artastra. Los habitantes cin debido a la basura y ® 98 que naturalmente se secan. suelen transitar en esas aguas asta qui ve “urbanizando”, | ere muy poco a comunidad se ha ido Turbanizand® » is ss comienzan a ser de mamposteria, los solares se embuten Pass — que el agua se estanque y genere espacios de insalubridad. A ae a temporada Be pesca del pepino de mar, unas cuantas familias han logrado ciertas como- didades en el hogar. En el centro de Celestiin, la mayoria de las casas son de mamposteria, sin embargo, en las zonas mds alejadas del centro, como el puerto de abrigo, la concha actistica, el camino hacia dl basurero municipal, entre otras, el panorama es endeble y sélo existen casas de ldmina de carton, lonas y bolsas de plistico. Es visible también la construccién de este tipo de viviendas en frees de riesgo, por ejemplo los manglares y lari, la cual los pobladores han modificado para apropiarse del terreno. La situacién con la energia eléctrica generalmente es problemética, cuando realizan corte, la comunidad entera queda incomunicada, no hay sefial para la telefonia celular, el suministro de agua se suspende y cae la sefial de internet. La contaminacién ambiental es otro de los problemas graves. La calidad del aire no es saludable debido a los tiraderos a cielo abierto y a la defecacién allaire libre. En la zona donde se encuentra el basurero municipal viven fami- wumerosas que respiran en todo momento los gases téxicos emitidos por ia basura y por la quema que hacen de ella. La acumulacién de deshe- ‘iva en parte del crecimiento descontrolado de la poblacién, la falta banos —como drenaje y recoleccién— y la falta de educacién biental de la poblacién. ee apes Celestiin, se ha logrado conformar un grupo Mujeres en su mayorfa, pero también algu- ‘enes— que comienzan a preocuparse por esta situacion de ea Con este grupo se ha iniciado un trabajo intenso - ee las estrategias de deconstruc- » avanzando lentamente hacia mostrat ble de muertes—> INVESTIGACION-ACCION... 63 la importancia de generar cambios en la propia localidad. Desde la organiza- cién y secuencia, en este grupo se han logrado plantear algunas estrategias de incidencia social mediante la formacién de lideres comunitarios, los cuales, ademés, participan en talleres de salud emocional que esta organizacién de la sociedad civil (osc) mantiene como una actividad continua. SURGIMIENTO Y CARACTER[STICAS DEL GRUPO Este grupo se organizé a partir de la demanda de atencién psicolégica para jévenes de la comunidad que iniciaron practicas de autolesién como cortarse con navajas y cutting. Se mencionaba la desesperanza y la frustracién de vivir en la pobreza, en condiciones de violencia y desamparo permanente. La alerta hacia un posible atentando contra su vida movilizé a los padres de estos chi- cos, en su mayoria entre doce y diecisiete afios. Este disparador sirvié como catalizador de una vulnerabilidad acumulada no sélo por los jévenes, sino también, y principalmente, por sus padres. EI grupo se autodenomina Apoyando una Vida, tiene dieciocho meses de existencia y refleja una de muchas situaciones adversas generadas en su cotidianidad. Se retinen una vez por semana y la participacién es de doce a quince personas, hombres y mujeres solos o con sus hijos. La situacién es abierta, con pocas limitaciones en la participacién y sobre todo cooperativa. Las narraciones son libres y generalmente resulta un espacio de conver- sacién en donde se manifiestan preocupaciones, situaciones comunitarias que inciden en su vida cotidiana y muchas veces se integran sentimientos y emociones surgidos en los procesos de conversacién. Existen reglas de res- peto y cédigos éticos que se han ido acordando a lo largo de la experiencia, por ejemplo, la confidencialidad y el respeto al otro, Las personas han ido aprendiendo la importancia de reconocer la palabra de sus compafieros y respetar las opiniones, por diversas que sean. Dos psicélogas hacen el acom- pafiamiento y en ocasiones se invita a profesionales de otras dreas a exponer algiin tema particular, de acuerdo con las necesidades del grupo. Las sesiones se llevan a cabo en las instalaciones de la osc, las cuales se encuentran en el centro de la comunidad. Se trata de un referente y de un espacio reconocido por los celestunenses, en donde la vinculacién con la investigacién y las con- iciones de trabajo se han definido desde ese espacio. 64 sp FLORES-PALACIOS; Ir ROJANO ¥ A. TREO Esta vinculacién entre OSC Y academia ha sido de gran utldad par reflexién de diversas etapas de investigacién en el contexto situado, crea Ieconfanza del conocimiento comunitario ¥ la solider de una formacién¢ Ia buisqueda de estraregias tedricas Y metodolégicas encaminadas al objet, de generar préeticas de bienestar en Ia comunidad. DESDE LA OBSERVACION. Desde la observacién no participante y participante nos hemos introducidy en diversos espacios colectivos de la comunidad, por ejemplo, la vinculacién con un grupo de pescadores y de mujeres que aunque ne participan en ¢ grupo mencionado, se destacan por st colaboracién en todas y cada una de fas acciones propuestas en la localidad. La secundaria y el copay han sido clave en la organizacién de talleres y pliticas dirigidas a los padres de los jévenes, logrando cierta movilidad en la representacin de su realidad y reflexionando sobre estrategias que pudieran incidir para mejorar su condicién de vulnerabilidad. Se han llevado a cabo constantes recorridos para identificar puntos geogré ficos de conflicto social. Un ejemplo es el puerto de abrigo, ahi las dindmicas masculinas ideolégicamente machistas cobran mayor sentido y relevancia, a rata de un espacio donde las mujeres tinicamente estén presentes como sceocervidoras. En ese lugar transita dinero, alcohol y droga; asimismo, ea sce sitio se forma a los hombres mds jévenes y se arriesga la vida. Las charcas salineras, sin embargo, representan otro espacio de tensién, pero se debe a la explotacién y al sometimiento al trabajo forzado. Las joma- a comienzan a las siewe de la mafiana y terminan a las cuatro de la tarde siempre bajo el sol y sin la indumentaria necesaria. Es un espacio mas escon- dido donde los cuerpos de los hombres transitan de un lado al otro sin pro- teccién, ahi se observan tnicamente piernas, brazos y torsos tragados por ¢l agua la sal que brilla con la intensidad del sol celestunense. La frontera entre los estados de Campeche y Yucatan significa otro punto choque que emerge a partir del conflicto territorial. En este espacio, los lores de ambos tertitorios sienten derecho de explotarlo, de este modo, nfrontacién por el recurso marino se convierte en una lucha sin pier Los hombres se confrontan constantemente de manera violenta y ¢” los INVESTIGACION-ACCION.... 65 momentos mas dlgidos ha habido quema de lanchas. En este limite territorial se desatan las frustraciones y emerge el sentimiento de propiedad de nadie. La pertenencia a uno u otro estado significa una identidad exacerbada cuyo objetivo es defender lo que consideran suyo. A partir de estos ejemplos se puede comprender cémo la vida en el puerto de Celestiin no corresponde al paraiso de su paisaje: se transita por la violencia, la pobreza y el sometimiento de unos y otros. Las mujeres forman parte de estos conflictos comenzando por el nticleo familiar, donde se transmite la zozobra. Hemos indagado en este espacio y nos percatamos de que las jévenes comprenden el embarazo como tinica salida; de esta manera, repiten los esquemas y mandatos de género de sus madres ¢ incluso de sus abuelas. Las familias por lo general son extensas y la convivencia intergeneracional se vuelve un punto de malestar, no por las diferencias, sino por las creencias y mandatos de género que ahi se dan. Pareciera que la tinica salida de las adolescentes para ser reivindicadas en su ser mujer es la maternidad, adjudicada desde su propia condicién de género; sin embargo, esta condicién pronto serd olvidada, pues pasan a formar parte de una dindmica social donde contintian siendo invisibilizadas y violentadas, primero en sus familias de origen y posteriormente por sus parejas en la nueva familia que conforman. Por medio de la dinémica grupal y entrevistas a profundidad, indagamos que algunas mujeres han vivido violencia extrema por parte de sus compa- fieros, quienes casi las han matado. Esta situacién las ha sumido en estados profundos de depresion y desesperanza. Las enfermedades de los nervios, como ellas las refieren, son dolores de cabeza, tristeza, soledad y miedo; todas se relacionan con la dindmica afectiva entre sus hijos y la pareja. La construc- cién de nuevos horizontes es lejana porque pareciera que su vida est4 marcada por la adversidad. En el proceso de deconstruccién hemos acompafiado a estas mujeres en su dolor. El cuestionamiento a su condicién de género, de igual manera, les sig- nifica culpa porque inconscientemente estan infringiendo su propio papel. La naturalizacién de esquemas de comportamiento son un gran obstaculo para llevar a cabo la deconstruccién y eso en la investigacién-accién debe tenerse d te, particularmente cuando se pretende hacer una intervencién con ctiva de género. La preparacién del equipo en estos temas es funda- no se trata de accionar sin comprender, es ahi en donde la formacién 66 F, FLORES-PALACIOS, I. ROJANO Y A. TREJO itaci i ién es sumamente important a capacitacién del grupo de intervencic ul aa oa de valorar las capacidades, las habilidades y las posibilidades Subjetivas de cada persona que constituye el equipo, la tarea recae en quien coordina define las pautas en la investigacién. HACIA LA REFLEXION Hablar de vulnerabilidad implica, por lo tanto, detenernos a reflexionar ¢| papel que desempefian el riesgo y el miedo en la inmediatez de la experiencia vivida. Es decir, el concepto de vulnerabilidad, desde nuestra perspectiva, adquiere un cardcter dindmico, el cual requiere comprender la complejidad desde diversas aristas. Estas perspectivas van desde lo real claramente obje- tivo —como puede ser el riesgo latente—, hasta lo inconsciente; ademés, debe considerarse el miedo construido desde los diversos referentes histéricos de la persona, pero naturalizado gracias al contexto de adversidad de su pro. pia cultura. En el contexto de las representaciones sociales, atin son pocos los traba- jos de incidencia desde la investigacién-accién. Necesitamos sumar esfuerzos porque siguen siendo limitadas las experiencias de estos procesos de decons- truccién y reconstruccién de representaciones sociales, utilizados como un método y con un objetivo claro de cambio y resignificacién. Nuestros esfuerzos intelectuales y compromiso politico se han centrado en avanzar a partir de esta perspectiva. La experiencia desde la intervencién, particularmente en mujeres, nos ha ensefiado la importancia de compren- der las rutas y las trayectorias de vulnerabilidad, no sélo a nivel social sino también a nivel personal, analizando indicadores que ilustran procesos de indefensién y de adversidad en la historia vital de una persona. Consideramos que la historia de la indefensién en las mujeres, como categoria social, se ha construido mediante mecanismos de poder y sujecién, debilitando, de esta manera, su fuerza para generar resistencias que las empoderen ¢ invisibili- zando sus potenciales para creer en su propia fuerza constitutiva como setts lumanos capaces de transformar su realidad. Esto nos lleva a pensar que para generar estructuras de afrontamiento n° ficiente la denuncia de un sistema desigual ¢ inequitativo. Es indisper” le y urgente buscar nuevas formulas que planteen una reestructuracién de INVESTIGACION-ACCION... 67 género, visualizando lo invisibilizado y descubriendo potenciales de aff —- que no fears una identidad asumida desde la injustica, iN asta, por lo tanto, con hace i i js ne tn ear os nsrumenos cpu de cool urs de ral social y, sobre todo, herramientas emocionales devolver as an , para devolver a las mujeres su naturaleza de transformadoras en la cultura de la cual emergen. De igual manera, en los contextos de a masculinidad, el peso de a cultura y la sobreexigencia de si mismo y de los otros constituyen elementos simbé- Ticos que inciden en la estructura subjetiva de los varones, haciéndolos mas menos aptos para cumplir con los mandatos sociales y de género, particu- tarmente el hecho de ser proveedores en estas zonas costeras. Al respecto se pueden mencionar los trabajos de Perea (2016) —quien retoma a Jiménez y Figueroa (2014)—, Pizarro (2007) y Bonino (2004). Este ultimo sefiala que Sproveer es un aspecto de suma importancia, no s6lo por las necesidades que busca cubrir, sino porque el acto de dar el sustento est limitado sélo para aquellos que sean capaces fsica y mentalmente, da el control de los bienes, le ttorga a aquel que lo trabaja el poder de discerir a quien, cuénto, donde y sobre todo bajo qué términos lo hard” (2004, 16). En esta misma investiga una ver més, que el alcoholismo en los pescadores se do no hay trabajo y con la ganancia extrema en bilidad emocional frente a una falta de control cién se pudo observar, relaciona con el estrés cuan buenas temporadas. La vulneral y previsin siempre esta presente. Tog sistemas heteronormativos, regulados socialmente desde una vision de sometimiento y falta de credibilidad en los potenciales emergentes de cual- quier persona, sin duda influyen en el tipo de respuesta Las consecuencias coun mundo posmodero donde aparentemente rodas las personas echo 1a tecnologia, ¢s solamente una ilusion acceso a nueva informacién mediante | el saber pero no implican mejorfa ni exige nuevos posicionamientos en estar social, particularmente en contextos como los que acabamos de ‘bir. obreza y la exclusién siguen siendo potencialmente dos dimensiones nen el origen de la vulnerabilidad social. La falta de acceso a una Wén donde las herramientas intelectuales sean protagénicas para el siin alejadas de contextos comunicarios en NuEs™ pais. El caso como hemos visto, s6lo representa un* parte diminuta de esta sa pesar de estar tan cerca del progreso Y en constante convi- 68 F, FLORES-PALACIOS, I. ROJANO ¥ A. TREJO vencia con el turismo internacional y la respectiva circulacién de gy de rang capitales, impera la pobreza subjetiva. En estos contextos de adversidad, es fundamental hacer emerger ls aba. cidades relacionales, intelectuales, emocionales y, por lo tanto, humanas de sus pobladores. De este modo, podrd visualizarse una mejor condicién ¢, vida, porque tenemos la conviccién de que es posible lograrlo si la academia, ademas, potencia estas capacidades. El compromiso es generar programas “ accién ¢ incidencia social que vayan mucho mds alld de cambiar las condicig, nes de vida, Se tiene que trabajar en la direccién humana y en la resignificy cién de los potenciales, no sdlo desde las carencias y limitaciones, Incluso las politicas puiblicas deberan, desde nuestro punto de vista, cam. biar sus estrategias de construccién. Habra que salir a escuchar a la gente y saber cémo viven, desde dénde se han construido y cémo se significan. Mien. tras no se rompan viejos paradigmas de organizacién social y de generacién de conocimiento, seguiremos sdlo en la expectativa de que el mundo cambie, Se debe trabajar en ese plano, incluir al Estado en la sociedad civil y en las instituciones. Los dispositivos no deben seguir sirviendo slo para someter y empobrecer, también deben servir para construir y desafiar nuevas interto- gantes que generen bienestar social. Nuestra permanencia en la comunidad de Celestiin nos ha dejado la expe- riencia de conocer cémo en un micromundo se pueden gestar infinidad de interacciones desde la desventaja social en comparacién con otras comunida- des, pero también entre sus propios pobladores, conviviendo en una cotidia- neidad desgastante y de tensién, a pesar del paisaje paradisiaco que habitan. INVESTIGACION-acciOn, jenn 69 REFERENCIAS Bono, Luis 2004 “Los mictomachismos”. La Cibeles 2 (noviembre): 1-19, Bourpieu, Pierre 1984 Homo academicus. Paris: Ed, de Minuit. Bourpiev, Pierre y Loic J. D. Wacquant 1992 An Invitation to Reflexive Sociology, Chicago: University of Chicago Press Fats Borba, Orlando 1985 Conocimiento y poder popular. Bogoté: Siglo XXI, Frores-Paacios, Fatima 2011 “Psicologias latinas”. En El discurso de lo cotidiano y el sentido comin. La ‘eorta de las representaciones sociales, edicién de W. Wolfgang, N. Hayes y F Flores-Palacios, XIX-XXXV. 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