Relevancia Del Concepto Marxista de Alienaciocc81n

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_ _ oo GAJO PETROVIC FILOSOFIA Y REVOLUCION Modelo para una interpretacion de Marx ee EDITORIAL EXTEMPORANEOS ee ee es — — saeeneex nranuet Are oaths Tra Primera edicion en espafiol DR @ EDITORIAL EXTEMPORANEOS, S. A. / 1972 Avenida Melchor Ocampo 256-A, B y C Mexico 5, DF. Aptdo, 5-442 Derechos reservados conforme a la ley Impreso y hecho en México Printed and made in Mexico PREFACIO INDICE anTRODUCCION, Filosofia y revolucién (vein- te planteamientos) Desarrollo y esencia del pensamien- to de Marx Historia y naturaleza Sentido y posibilidad de la creati- vidad La “relevancia” del concepto mar- xista de alienacién E 0, UL. IV. vi. vu. Vill. A. B. ca D. El concepto marxista de alie- nacién La “relevancia” filoséfica del concepto marxista de aliena- cién La “relevancia” sociolégica del concepto marxista de aliena- cién La “relevancia” humana del concepto marxista de aliena- nacién Crisis e historia Poder, violencia y humanidad Filosofia y socialismo La critica en el socialismo 13 25 7 m uz 104 12 126 133 139 167 183 207 ica IX. Marxismo ¥ mo y revolucién concuuston: Humanis Referencias Sobre el autor Publicaciones més importantes de Gajo Petrovic Indice onoméstico Indice de materias 233 259 281 285 287 291 A la memoria de mi padre, Banco Petrovic ¥ 17-3-1971 IV. LA “RELEVANCIA” pez, co; MARXISTA DE ALIENACION E70 1 titulo original de esta conferencia: “La re, levancia * filoséfica y sociolégica del concepts marxista de alienacién” era una forme ate vieda y neutralizada de la pregunta: “oui relevancia filoséfica y sociolégica tiene Sica que la tiene— el concepto Marxista de aliena- cign?” La pregunta presupone que existe alge que es “el concepto Marxista de alienaciée y que el contenido de ese concepto no ee ni cuestionable ni obscuro. El titulo nos exige di eutir no el concepto Marxista de alienacion como tal, sino su relevancia filosdfica y socio égica, pasando por alto, como parece, de. jando abierta la cuestién acerca de si existen otras relevancias ademés de la filoséfica y la sociol6gica. ;Debemos aceptar ya desde el prin. cipio la supuesta familiaridad con el coneepto Manxista de alienacién y limitarnos a inves. tigar su relevancia filoséfica y sociolégica, sin averiguar si existe una relevancia que abar- gue la totalidad de la vida humana? * Relevancia: término que se ha tomado del inglés (a palabra viene del latin medieval) y significa pres- tanela. Para mejor comprensién tradzcase por aleance. (. det 7), 103 ——————— ‘A. El concepto marxista de alienacién, 1 Existe algo que sca el concepto Marxista de dlienacién? Si por “concepto” entendemos tin producto del pensamiento ya determinado, con contenido fijo y explicito, entonces no hay tal “concepto de alienacién” en Manx. Marx jams dio una definicién explicita de la alie- nacién. Pero si por “concepto” se entiende un pensamiento que hace referencia a la esencia del fenémeno, independientemente de si se da una definicién formal 0 no, entonces se puede ‘afirmar sin duda que existe el concepto de alienacién en Marx, pues Marx ha reflexionado sobre la esencia de la alienacién y ha sabido expresar adecuadamente el resultado de su re- flexion. Si, ademas, por “concepto” se quiere enten- der un pensamiento claro, perfecto y carente de contradiccién acerca de la esencia del fe- némeno, un pensamiento que esté libre de toda laguna, insuficiencia y dificultad, entonces tam- poco existe ese concepto de alienacién en Manx. No es dificil descubrir una serie de faltas de Clarided e indeterminaciones en las expresio- nes Magxistas sobre la alienacion. Pero si por “concepto” se entiende un pensamiento que @ pesar de sus insuficiencias manifiesta la esen- cia del fendmeno, de nuevo se da entonces el concepto Marxista de alienacién. Si, finalmente, se entiende por “concepto” un pensarmiento que se contentara con la contem- Piacién de la esencia tal cual es, sin intentar 104 ee cambiarla, seria erréneo entone. Manx el concepto de alienacié Scientific puro” que elaborase ricos “neutros” que figuraran la realideg so es y pasivamente. El “concepto” Manes ne alienacién es a la vez una critica de In sty cién_y una proclama a la lucha “prange contra la alienacién, un llamado a la traces macién revolueionatia del hombre’ yaa y, sociedad alienados, le es adseribir a mn. No fue él un 2 4Existe el concepto marzista de alienacién? aise cement mere ac cepto que hubiera sido compuesto por Man, “ex nihilo”,* un concepto que hubiera sido desconoeido del todo antes de Mane, sena gerado hablar de concepto Marxista de ain, cién. Mucho de lo que hay en el concepts Max xista de alienacién es en realidad Hasire de Feversac y mucho de lo que hay en conten conceptos de alienacién de estos autores no oe Propiamente de ellos. El concepto de alienacian es un compendio peculiar de toda la historis de |a filosofia occidental. Bajo diferentes nom. bres, estaba ya desde el principio del pensa. miento filoséfico. Si, no obstante, por concep. to Marxista de alienacién se ‘entiende un coneepto que Max hubiera transformado y al Que hubiera dado nuevo contenido y nueva vida, entonces si existe ese concepto, pues la concepeién Marxista de alienacién no es ni nunnt,thilo, expreston latina: de ta nada (Suele pro- larse ex nikilo) (N. del T.). 105 repeticin ni combinacién de las concepeiones de Hecen y de PEUERSACH; en mucho es su ra. dical negacién. El concepto Marxista de alienacién esta pre. sente principalmente en la filosofia, sociologia y psicologia actuales. No seria adecuado, en. Yonces, hablar del concepto “actual” (en’ vez de Marxista) de alienacién? Aunque el con- cepto Marxista de alienacién ha estimulado e inspirado en muchos aspectos las discusiones del pensamiento moderno, hoy dia ya no es el Ynieo. Algunos de los conceptos actuales de alienacién expresan una variacién o un ultra- Gesarrollo del de Manx, mientras que otros di- fieren totalmente del de éste. Por esto, esta justificado hablar del “concepto Marxista de ‘lienacién” como algo distinto de los concep- tos de alienacién que le precedieron y de los que Ie siguen. 3 Opinan algunos que Marx elaboré su concepto de alienacién en la primera fase de su desarro- lio teérico, mas que Iuego lo deseché como in- adecuado, por lo que se maravillan de que haya tantos marxistas que sigan empleando un con- cepto que el propio Marx habria abandonado. “Pero es de decisiva importancia para otros que un pensador haya mantenido ciertas con- cepciones permanentemente o que las haya abandonado? Incluso si Marx hubiera renun- ciado a su concepto de alienacién, no por ello tendria que haber aniquilado sin mas cuanto habria escrito antes al respecto. Pero, de todas 106 ———_- ll formas, aunque Manx hubier: cepto de alienacién como carente wo Su con. driamos considerarlo atin de valor y°, Yao Po- mo mantenerlo. Y Por lo mis Pero, jabandoné realmente Ma critos posteriores la “alienaciéy said que Marx y Encets en la Ide ‘mana lo mismo que en el Mani; do Comunista criticaron a los Meee — tomaban el proceso histérico come us Pree de la alienacién del hombre y hablabas ge “alienacién del ser humano”. Pero gro ¢2 maravillar que el concepto de alieanese: puestamente eliminado en Tos eStltos poatene res de Manx, reapareciera de nuevo Tanne emplearé Aquel-escrito iaconslase que se_conoce ahora como Fundamentos de ecofiomia politiea sino también en el escrito qu indiscutiblemente es su obra maestra, El Ca, pital? ,No son ideas directrices y presupuestos tacitos los componentes del concepto de aliena. cién, incluso en aquellos escritos en que parece rechazado dicho concepto? RX en sus es. bien ologia ale. 4 4Cémo podemos llegar a la concepcién Manxis- ta auténtica de la alienacién? ;Debemos inten- tar la “reconstruccién objetiva” de sus concep- ciones sobre la base del andlisis de los textos? Serfa muy posible reunir todos los textos de Manx sobre la alienaciGn, compararlos entre si y analizarlos cuidadosamente. Seria también posible estudiar todas las obras de Marx con el propésito de extraer todo aquello que im 107 plicitamente tuviera que ver con la alienacién, Desde luego, se requeriria mucho lugar, tiempo y paciencia, pero teéricamente es posible. Exis- te, con todo, un inconveniente para tal pro- ceder: verosimilmente, conduciria ms al fal- seamiento del pensamiento Marxista que a su interpretacion. El “concepto” Marxista de alie- nacién es un pensamiento vivo que involucra cuestiones abiertas y dificultades no resueltas. Reavivar_la-esencia dela “teoria”Manxista de la alienacién no es repetir las palabras de ‘Marx sino proseguir en el espfritu de Manx los problemas que é! habia empezado a pensar, intentar vencer las dificultades contra las que tuvo que luchar y abrir horizontes que él sélo vagamente columbro. ‘Mas, por este medio, jno afiadirfamos algo exterior ala esencia del pensamiento Marxista? Quizd, pero la esencia de un pensamiento no es sélo lo que contiene de hecho. Por esto mis- mo, pertenece también a la esencia del pensa- miento Marxista lo que esboza posibilidades de desarrollo ulterior. Es imposible decir qué era propiamente lo que Marx pensaba acerca de Ja alienacién. El intento de sacar a la luz el venero interior de una teoria es empresa peli- grosa. Pero ni la vida ni la teoria son posibles, sino se esta dispuesto a arrostrar ciertos ries- £08. s El concepto Marxista de alienacién tiene en si alzo de aquel significado més lato y aparente- mente mas natural que sugieren la etimologia y 108 t la morfologia de la palabra; segi alienaeién es un proceso 0 eontigeensg, oe 8 algo se vuelve 0 se ha vuelto extraio con ue pecto a otra cosa, Ahora bien, el cones, Marista de alienacién no se ha de identitn” con concepeién tan general y evidente Den de el punto de vista de la mente humana san la alienacién de si-mismo no puede representat més que un caso particular de la alienacién Para Heer, lomismo que para Manx, la-alie. nacién (Entfremdung) es solo un caso partiou- Jar Ia Bienen ie a Selbstons 9), ues no puede haber alienacién donde. y ae si (Selbst) Seciay Si toda alienacién es una alienacién de sf entonces las cosas no pueden estar alienadas, como también es imposible hablar de aliena” cién de la naturaleza. No hay alienacién de si donde no hay tal si, lo que no quiere deeir que el concepto de alienacién sea totalmente inaplt cable a las cosas “inanimadas” y a la natura- leza. Las cosas individuales, lo mismo que la naturaleza como un todo, pueden quedar alie- nadas del hombre, pero en este caso se trata de casos particulares de |; is na, de formas de alienacién del_h Bropio ser. 6 uma- Tanto para Hece, como para Manx toda alie- nacién (Entfremdung) es alienacién de si (Selbstentfremdung). Mientras que para Heset. el si que se aliena es el Absoluto; para Manx es el hombre. Todo cuanto ocurre es para He- 109 ——————— cat una parte del proceso circular de la aliena- Gién y de la supresién de la alienacién del Es- piritu Absoluto; el hombre, es segiin esto el Absoluto en proceso de supresién de la alie- nacion, Para Marx no hay Espiritu Absoluto ni la Naturaleza es la forma alienada de algin Espiritu, Toda la historia humana es el proceso de la alienacién y de su supresién y, viceversa, no se da alienacién ni supresién de la aliena- cién sin historia humana, como tampoco se da fuera de ella. Con todo, de Heart a Marx sélo hay un paso, no sélo porque Hecet junto a la alienacién del Espiritu Absoluto sitta la del espiritu finito u hombre, sino principalmente porque gracias al espiritu finito, y por él, el Espiritu Absoluto se vuelve autoconsciente y “regresa” a la Na- turaleza, saliendo de la alienacién. Esto signi- fica que sin el espfritu finito el Espiritu Abso- luto no puede suprimir su alienacién ni puede alienarse; as{, pues, el Espiritu Absoluto de- pende esencialmente del espiritu finito. No es el sujeto de la alienacién y de su supresin el Espiritu Absoluto sino el finito. 7 ‘Feversach y Marx rechazan la concepcién He- cstiana sobre que la naturaleza sea una forma alienada del Espiritu Absoluto y que el hom- bre sea el Espiritu Absoluto en proceso de su- peracién de la alienacién. Para ambos, el hom- bre no es un dios alienado de si, sino que Dios es un hombre alienado de si, es el ser humano abstraido, absolutizade y alienado del hombre. no Pero mientras Fsversacn retrotrae la ali Gién del hombre ala alienacién de aque oe, gen alienada del hombre que es Dios, Manx asevera que la alienacién religiosa del hombre no es mas que una entre las muchas formas de Ja alienacién humana, El hombre no sélo aliena una parte de su yo en forma de Dios sino tam. pign otros productos de su actividad espiritual, en forma de filosofia, intelecto sano, arte y moral; aliena también los productos de su acti- vidad'econémica en forma de géneros, dinero y capital; aliena los productos de su actividad social en forma de Estado, derecho e institu: ciones sociales. Existen muchas formas en las que el hombre aliena los productos de su pro- pia actividad y de todo ello forma un mundo poderoso, separado e independiente de las co- sas, frente al que se comporta como esclavo, impotente y dependiente, No sélo aliena sus propios productos, sino que se aliena de la ac- tividad, mediante la que obtiene esos produc- tos, de Ja naturaleza en que vive, y también de Jos dems hombres. Todas estas formas de alie- nacién son. al cabo lo mismo; no son mas que diversas formas 0 aspectos de la alienacién que sufre el hombre, diversas formas de la alienacién del hombre de su ser humano o de su naturaleza humana, de su humanidad. El hombre alienado es un hombre que en realidad no es hombre; es un hombre que no realiza las posibilidades humanas histéricamente logradas. El hombre alienado, por gl contrario, seria real- mente aquel hombre que/se realizaria como ser etn praxis: Wore F ereador. ut a B. La “relevancia” filosdfica del concepto marcista de alienacion 1 Opuestamente a lo que se podria esperar, estoy dispuesto a conceder que el concepto Manxista de alienacién carece de “relevancia filoséfica”, sin que esto quiera decir que filosdficamente carezea de importancia. Dicho concepto no puede ser relevante ni irrelevante filosdfica- mnente, porque primordialmente se trata de un concepto filoséfice Si por “relevancia” entendemos “la situacién 0 propiedad de ser relevante”, y por “ser rele. Yante” queremos decir tener relacién con otra cosa distinta de lo relevante y para la que se “tiene importancia” (WessTER), entonces un concepto filosdfico no puede ser “relevante fi- losdficamente”. Se puede preguntar por la re- levancia filoséfica de un concepto sociol6gico, econémico, juridico, religioso, literario 0 de cualquier otro que no sea filoséfico; pero pre- guntar por la relevancia filoséfica de un con- cepto filosdfico es desconcertante. Tomada al pie de la letra, la pregunta sobre la relevancia filoséfica del concepto Marxista de alienacién presupone que se trata de un concepto no filosdfico. La nica respuesta ade- cuada a esta pregunta es la critica de dicha Presuposicién. Pero esta pregunta no es qui- zis una formulecién totalmente suficiente de a cuestion acerca del dmbito de aleance y S0- bre el valor del concepto. {Preguntemos, mas bien, qué lugar le corresponde a este concept 2 (si es que le corresponde algun ly; de la filosofia! igtin lugar) dentro 2 ‘Algunos enemigos del concepto Marxista de alienacién piensan que este concepto no tiene lugar en filosofia porque es demasiado especial o demasiado estrecho. Sélo los conceptos mas generales —dicen— merecen ocupar un puesto dentro de la filosofia como investigacién teé- rica generalisima sobre la naturaleza del mun- do, y el concepto de alienacién carece de esa generalidad. Cuantos pretenden rechazar el concepto Manxista de alienacién con ayuda de semejante argumentacién tienen a todas vis- tas una idea muy peculiar de! concepto Marxis- ta de alienacién o una curiosa opinién de la generalidad que se ha de exigir en filosofia. O bien creen que Manx limita la alienacién a un aspecto especial o a cierto ambito del ser hu- mano, por ejemplo, a la economia, politica o a la psicologia, 0 bien que todos los conceptos que se refieren al hombre son demasiado es- trechos para la filosofia. Ambas suposiciones son insostenibles. Cun- do Marx _hablaba-de la_alienacién no pensaba “Biig-eh Tou praceans.cconémaloospoliticas-o pel. colgicos sino tambiér la alienacion del hom- bre.como ser uniforme, “fenémeno” que re- Sulta ser tan general que no se le puede consi- derar dentro de una ciencia particular. Mas aquéllos que, por otro lado, piensan que los problemas generalisimos sobre el hombre no son filoséficos, porque el hombre es un ser 113 ticular en el Universo, pasan por alto que, Fesde el punto de vista de la cualidad, el hom: bre contiene en si todo cuanto hay en el mundo, 3 Algunos filésofos estarfan dispuestos a conce- der que si el concepto de alienacién hubiera de pertenecer a alguna disciplina seria a la losofia, pero sostienen que no pertenece a ni guna teorfa, por ser contradictorio. En reali. dad, puede llegar a parecer que la alienacién, segiin la definicién, es una relacién polididdica que al menos presupone dos miembros, dos en- tidades que son extrafias una a otra, de forma que resultarfa contradictorio afirmar que una entidad particular, tomada en si, fuera extrafia a si misma; es decir, alienada de si. Donde sélo hay un si-mismo (Selbst) no puede haber nin- guna alienacién de si-mismo. La alienacién exige dualidad, Este argumento tan sencillo que habla de “uno” y “dos”, seria adecuado si el hombre fuera absolutamente simple, es decir, si su unidad excluyera toda multiplicidad. Pero dicho argumento se revela abiertamente in- adecuado si admitimos que el hombre, a pesar de su unidad, puede tener ciertas “partes”, y que se encuentra alienado, cuando esta dividi- do interiormente de tal manera que sus dos partes son reciprocamente extrafias. Si alguien objetara que no se deberia hablar de la alienacién de si-mismo sino de la aliena- cién mutua de las dos partes del s{-mismo, se podria responder que la acepeién de la “ali nacién de simismo” no solamente sugiere “di- 4 vision interna” del hom traiias sino también lo divisién en dos partes viene provocada desde sultado de una autoacti que la divisién en part la unidad del si-mismo bre en dos partes ex siguiente: 1) que la Tutuamente ajenas no Afuera sino que es re. ividad de simismo; 2) fes extrafias no aniquila Sino due el simismo a siendo un si. y 3) que no se trata solamente de tuna eencrey en dos partes que continuaran comportandose con respecto al si-mismo igualmente como un todo. La idea es que una parte del simismo re. presenta a éste como un todo, de modo que mediante la alienacion de él la otra parte se vuelve extrafia a la totalidad del si-mismo, 4 Hay una manera de aclarar y especificar la desigualdad de las dos partes en que se halla escindido el si-mismo alienado, describiendo la alienacié isin _entre_la_“Ta- ¢ riaaquella’ cuya existencia factica se contra. pondria a la verdadera esencia de la sociedad humana. Algunos filésofos concederian que de este modo s{ se habria logrado hacer desaparecer Jos visos de contradictoriedad, pero afadirian inmediatamente que, de hecho, la contradic- cién persistia. La alienacién entre 1a_existen- us cia humana_y Ja esncia humana es una con- fradictio in adjecto porque el hombre no puede ser hombre sin su esencia humana. La esencia de una cosa es precisamente aquello por lo que Ja cosa es lo que es, de manera que una cosa que esté alienada de su esencia ya no es la misma cosa. Con otras palabras, o el ente (Seiende) de que se trata no esta alienado de la esencia humana y entonces es hombre, o est alienado de la esencia humana y entonces podra ser cualquier cosa menos hombre. Este argumento tiene su “busilis”. Si el hombre fuera una cosa y la esencia humana ‘quello que todos los hombres debieran poseer, entonces alguien que estuviera alienado de la esencia humana no seria de hecho hombre. Pero tiene el hombre una esencia en el mismo sentido como la tienen los entes no humanos? 40 existe diferencia in principio entre los de- mas entes y el hombre de modo que el ser hu- mano no es aquello que es comin a todos los hombres sino lo que el hombre como hombre puede y debe ser? La cuestién puede parecer embrollada, pero si respondemos a ella afirma- tivamente, entonces la contradiccién en el con- cepto de alienacién no parecer inesquivable. 5 Algunos criticos de la “alienacién” concederan que el concepto de alienacién no es contradie- torio en si, pero que es inscstenible porque su empleo contradice a ciertas “verdades filoséfi- cas” indiscutibles que el marxisrno ha descu- bierto, desarrollado y hecho resaltar a la vez 116 Como principalisima entre estas verdades se menciona la concepcién del hombre como ser histérico. El concepto de alienacién —se dice presupone el del ser del hombre constante e inalterable; pero existe hoy la conviccién fun- dada de que el hombre no pose propiedades constantes, sino que en e! curso de su historia se muda y desarrolla, No es dificil ver, empero, que la concepeién el hombre no_excluye cualquier sér del_hombre, sino el ahistérico y que el “sér” presupuesto en el concepto dé alienacién no puede ser ahistérico. En realidad, el_sér del hombre —tal como lo considera Makx— no és tna parte inalterable de la actividad huma- na ni una idea eterna (atemporal) del hombre hacia la que éste tendiera. Es mas bien la to- talidad de posibilidades humanas logradas Fis- toricaniente ie pueden cor diferentes sein los grados de desarrollo histérico, y de hecho lo son, El-bombre alienado de su sér humano seria, por_consiguiente, aquél que se aliena-de Ja realizacién_ de_sus_posibilidades-humanas_lo- ‘@radas_histéricamente. y hombre no_alienado seria_aquél que estuviera_a la altura de sus. posibilidades, realizara sus posibilidades y lo- grara continuamente otras nuevas y més ele- vadas. 6 Otros estardn conformes en afirmar que el con- cepto de alienacién no excluye la historia en el sentido de serie de permutaciones, pero con- tenderdn que no se puede conjugar con la con- uy Cee la historia como proceso siempre Ghierto que conduce a 1a aparicién de cualida. des siempre nuevas. El concepto de alienacién y supresion de la alienacién (desalienacién) afirman-~ se puede presentar como prove- Ghoso dentro de una concepeién de la historia como proceso cerrado, circular, segiin la cual concepcién la historia tendria su principio en una sociedad originalmente no alienada, en a que la existencia del hombre habria corres- pondido a su esencia, y cuyo fin estaria en una Sociedad definitiva, totalmente desalienada, que expresaria la restauracién (y mejora) de la armonia primordial entre existencia y esen- cia. El concepto Marxista de alienacién, tal cual ha sido esbozado arriba, no presupone nece- sariamente una sociedad no alienada en su ori- gen o en su futuro, sin escisién entre esencia humana y existencia. Si el ser viviente fuera hombre incluso en el momento en que su exis- tencia dejara de estar determinada por su esen- cia y quedara en libertad de realizar su ser humano o de alienarse, querria decir que el hombre ya desde el principio de su desarrollo podria estar alienado. Pero si_el_ser_humano 5 una totalidad de posibilidades humanas lo- gradas histdricamente, entonces puede alienar- sede su_esencia en cualquier estadio desu ‘evolucién (incluso en el mas adelantado), es de- cir, que puede hundirse bajo el nivel de sus osibilidades. La exigencia de la supresién de la aliena- cién no presupone que deba existir cardcter circular en el proceso histérico ni demanda el us cepeiin de fin de la historia, Dicha exigencia no es una proclama al regreso a Jo pristino, pues ya-no- estar-alienado quiere decir cumplir las propias posibilidades y lograr otras nuevas y mis altas; con otras palabras, el meollo de la desalienacién no es el retroceso al pretérito sino el esbozo de un nuevo futuro. Seria igualmente equivocado tomar la supre- sién de la alienacién como un estadio final en la historia. Si bien algunos marxistas han pen. sado que es posible la desalienacién total y que toda alienacién —tanto la social como la indi- vidual— puede suprimirse de golpe y para siempre, y aunque los fautores mas radicales de esta concepcién optimista hayan afirmado que toda alienacién ha sido erradicada ya, en principio, en los paises socialistas y que si se da se debe solamente a la torpeza humana o a “su- pervivencias del capitalismo”, semejante con- cepeién de la desalienacién no puede derivarse de Marx. De sus concepciones fundamentales se sigue mas bien que solamente_es posible la su- presién relativa de la alienacién. Es imposible éxtirpaf de una vez y para siempre la aliena- cién porque el “‘séx” humano no es algo dado y aislado que finalmente puede realizarse. Es posible efectuar una sociedad basicamente desalienada que favoreciera el desarrollo de individuos desalienados realmente humanos; pero es imposible lograr una sociedad que pro- dujera solamente individuos desalienados, li- bres y creadores, con exclusién de la misma posibilidad de la alienacién. 19 Ne 7 Jésofos concederian que el concepto mente contradietorio, ni incompatible con al- guna “verdad indiscutible”, Pero mientras por un lado estan de acuerdo en que este concepto se puede emplear en la discusién tanto sobre Jos hombres “como tales” como sobre los hom. bres del presente, por otro opinan que todo cuanto pueda expresarse con este concepto se podria enunciar igual, si no mejor, sin él; es de- cir, que si dicho concepto no es del todo iniitil, es superfluo de todas maneras, 0 dicho mas finamente, que no es del todo imprescindible, Dicha opinién tiene alguna razén de ser. Mu- cho de lo que contiene el concepto de la alie- nacién, puede pensarse también sin él, e inclu- so la palabra “alienacién” no es imprescindi- ble, pero jes posible pensar sin la ayuda de la “alienacién” todo lo que es pensable con ella? Algunos creen que “alienacién” es tnica- mente una expresién pseudofilosdfica por fe- némenos tales como propiedad privada, socie- dad de clases y explotacién. Segiin dicha opi- nidn, podriamos hablar sencillamente de socie- dad “clasista” y “sin clases”, en vez de so- Ciedad “alienada” y “desalienada”. Objecién afin contra esta concepcién es la gue sostiene que el concepto de la alienacién silo es aplicable a las sociedades mientras que Marx lo emplea tanto para las sociedades como Para los hombres individuales. El intento de salvar el obstaculo por la contraobjecién de que @l hombre alenado puede definirse por la s0- 120 rm ciedad alienada (como “hombre de la sociedad alienada, es decir, clasista”) seria de poca uti- lidad, porque de acuerdo con Marx, en la so- ciedad alienada puede haber individuos que basicamente no estén alienados, lo mismo que en la sociedad basicamente no alienada podré haber algunos que lo estén. Pero esto no es todo. Contra la identiticacién de la alienacién con el estadio clasista pueden proponerse al menos dos objeciones serias. La primera es que si bien toda sociedad clasista puede estar alienada, no se sigue que solamen- te pueda estarlo la sociedad clasista ni que toda sociedad alienada tenga que ser clasista. La alienacién puede darse también en una socie- lanes Ta ey a segunda es que aun cuando sélo estuviera alienada la sociedad clasista no significaria esto que “sociedad clasista” y “so. ciedad alienada” fueran sinénimos del mismo concepto; ambos conceptos tienen contenidos distintos y pueden definirse independientemen- te uno del otro, Por lo mismo, cabria distinguir entre socie- dad clasista y no clasista y todavia impugnar la division de las sociedades en “alienadas” y “no alienadas”. Tal procedimiento no seria alé- gico, pero se limitaria al marco del acercamien- to cientifico y empirico-positivista de la socie- dad que describe solamente los hechos y Propiedades extrinsecas, pero que no llega a descubrir su conexién intrinseea ni su sen- tido esencialmente humano. Por ese camino, empero, es imposible fundar teéricamente los cambios revolucionarios de la sociedad clasista existente, Podemos describir correctamente la 121 estructura clasista y las luchas de clases de Ja sociedad contemporanea, y no obstante no tener derecho a afirmar que la conocemos 0 que hemos de debelarla si no la hemos aprehendido ‘como forma inhumana y alienada de la socie~ dad humana. 8 ‘Muchos de aquellos que consideran el concep- to de alienacién como no imprescindible det todo no estén conformes en que pueda reducir- se el concepto de alienacién al estadio clasista de la sociedad o a la explotacién, En contra. posicién a tales conceptos descriptivos como “estadio clasista”, “lucha de clases”, etc., “alie- nacién” y “desalienacién” son conceptos axio- légicos. Si caracterizamos a las sociedades 0 a los individuos como alienados, no afiadimos ninguna otra informacién nueva sino que ex- presamos el parecer de que no son como de- berfan ser. Mas en este caso, a qué vienen expresiones tan complicadas como “alienacién” y “desalienacién”? ;Por qué no bastan los con- ceptos antiguos de “bueno” y “malo” (0 de “moral” e “inmoral”) ? Esta propuesta podria parecer aceptable, pero los conceptos de alienacién y su supresién, tal como Marx los toma, no son ni descriptivos y determinativos ni prescriptivos y valorativos. Caracterizar a un individuo 0 a la sociedad como alienados 0 desalienados no significa ni meneionar algunas de sus propiedades deter- minables empiricamente ni expresar su digni- dad moral al respecto. Se trata de caracteristi- 122 | } } { | | i ' gas_de naturaleza_ontolégice-antropolégica del dndividue o de la sociedad en cuestin; carac- teristicas que No se mueven al nivel de un “es” puramente factico ni de un “debe” pura- mente moral. Pertenecen mas bien a un “ter- cer” reino que de hecho es el “primero”, ELhombre no es sélo lo que es sing también aguella que puede y debe ser. El hombre no es, sin embargo, una suma de “es” y de “debe”. Antes de que lo podamos dividir entre “es” y “debe”, se esencializa (west) ya como alguien y es precisamente para este reino de la “esen- cia” (que precede a la divisién entre hechos y valores) para el que se emplean los conceptos de alienacién y desalienacién. Se trata de dos conceptos que nos sirven para analizar al_hom: bre filosficamente como ser_de fx practica,. Jibre_y creador. Con todo, no tienen funcion determinada en ese reino y no pueden ser sustituidos por ningiin otro concepto que sirva para la descripeién de Ja existencia factica del hombre o para la prescripeién de las reglas mo- rales. 9 Cualquiera puede conceder que junto a los conceptos cientificos que describen “objetiva- mente” la facticidad del hombre y los concep- tos axiolégicos que sirven para el juicio moral de sus acciones, es preciso interealar Jos con: icos”) para_abarcar_la_estruclura esencial_del_hombre, Se podria objetar, con todo, que el concepto Manxista de alienacién 123, no pertenece a estos conceptos filoséficos im. prescindibles, porque todo cuanto se pueda decir mediante él se puede expresar también \ mediante un concepto filosdfico no marxista, No podriamos distinguir entre sociedades Shumanas” y “no-humanas” (o mas o menos humanas) en vez de hablar de hombres (0 so- ciedades) alienados y no alienados? Esta proposicién puede parecer plausible, pero los atributos de “humano” e “inhumano” no pueden identificarse con los atributos de “no-alienado” y “alienado”. En realidad, una sociedad (u hombre) realmente humana no puede estar alienada ni una sociedad (u hom- bre) no humana puede estar desalienada, y no obstante no es preciso tomar Ja inhumanidad o humanidad como alienacion o supresién de la alienacién. Es posible tedricamente dividir a los hombres y a las sociedades en humanas © inhumanas segin correspondan a un ideal 0 estandar de humanidad exterior. Ser inhuma- no en tal caso no significaria estar alienado de posibiiidades humanas logradas historicamen- te, sino estar en imposibilidad de alcanzar una alta meta propuesta desde afuera. Lejos de quedar desplazados de la filosofia por los conceptos de “humanidad” e “inhuma- nidad”, los conceptos de “alienacién” y “des- alienacién” son imprescindibies para la inter- pretacion especial de dichos conceptos, segun jos cuales ser humano o inhumano significa ser* fiet” 9 “infiel", “estar a la altura” o “no estarlo” de sus propias posibilidades creado- ras 10 Cualquiera podria conceder que el concepto de alienacién no es sustituible por ningun otro concepto filoséfico tradicional no marxista, y sostener que entre los conceptos especificamen- te Hecztianos y Marxistas hay algunos que hacen innecesario el de alienacién. Y, de he- cho, algunos marxistas y marxélogos se incli- naban a identificar la “alienacién” con la “ob- jetivacién”, es decir, con el proceso de fa tras- Tmutacién_ de Jas potencialidades humanas en je 0s, en virtud de la actividad pro- ti 1. Marx ha distinguido clara- ‘mente objetivacién y alienacién, y criticado agudamente a Hecet porque identificaba la ob- jetivacién con la alienacién y la desalienacién con Ja supresién de la objetividad. Habia marxistas que pensaban que entre la objetivacin y la alienacién no existia rela- cin esencial, que Ja alienacién podia surgir eventualmente por completo de la objetivacion. ‘Marx, por el contrario, crefa que en toda obje- tivacién_se contenia_tla-posibilidad de la alie macién, de modo que mientras existiera obje- ‘tivacion se daria a la par el peligro de la alienacién, pero no existe motivo suficiente para identificar la objetivacién con la aliena- cién. Algunos marxistas y marxélogos estarian dis- puestos @ distinguir entre objetivacién y alie- nacién con la prevencién de que toda aliena- cién es reducibte a la alienacién proveniente de la objetivacién, a la alienacién del hombre de los resultados de su actividad objetiva, de 125 problema de la slienacion se i jucir al problema de la enumeracién polis "Geseripcion detallada de las formas de . ivacién humana. "a oblevenacién del hombre de los productos de su actividad es para Manx sélo una forma © aspecto de la alienacién. El hombre se aliena tno sélo de los productos de su propia actividad, sino también de los otros hombres que produ- cen a una con él y de la naturaleza en que Vive y que siempre vive en él. Se aliena, asi- mismo, de su propia actividad creadora’ me. diante la que fabrica los objetos, transforma Ja naturaleza y humaniza, coopera con otros hombres y se comunica con ellos; con otras pa- labras, el hombre se aliena de su ser, de su propia “naturaleza” humana. modo que todo el C. La “relevancia” socioldgica del concepto marzista de alienacién 1 Si, tomada estrictamente, la pregunta acerca de la “relevancia filoséfica” del concepto Manxista de alienacién carece de sentido, no es necesariamente asi cuando se trata de la rele- vaneia sociolégica del mismo. Y, de hecho, aunque coincidamos en que el concepto de la alienacién fundamentalmente es filosdfico, sur- ge espontaneamente la cuestién sobre su rele- vancia socioligica. {Qué “relevancia sociolégi- ca” tiene el concepto Marxista de alienacién, si es que tiene alguna? Segin opinién compartida por muchos, del 126 hecho de que Ia alienacién sea un concepto fi loséfico se deduce que sociolégicamente es irre- levante. Todos los conceptos filoséficos —di- cen— son irrelevantes para la sociologia. Seria posible argumentar contra semejante idea, pero nos podemos contentar con la observacién de que cuantos consideran sociolégicamente irre- levantes los conceptos filoséficos estan demos- trando que cierta pseudofilosofia (la positivis- ta) es muy relevante para su sociologia. 2 Conceden algunos socidlogos que determinados conceptos filoséficos pueden ser titiles en so- ciologia, pero insisten en que se mantengan distanciados de ésta los axiolégicos (0 al me- nos los que pertenezcan a la ética), lo mismo que los de aquella ciencia empirica que inves- tiga la naturaleza de lo que es (no de lo que deberia ser). Segtin su modo de ver, la aliena- cién es concepto axiolégico 0, mas exactamen- te, ético, por lo que debe desterrarse del con- texto sociolégico a esta expresién que puede ser titil en discusiones morales. Tal opinién contiene al menos dos suposicio- nes errneas. Una es que el concepto Manxista de alienacién, segiin se ha criticado més arriba, es axiolégico; la otra afirma que las “ciencias puras” son posibles (y deseables) sin presu- puestos y elementos “axiolégicos” 0 “éticos”. Sin emprender la critica de esta segunda su- posicién, podemos hacer notar ahora que la ciencia anaxiolégica es una ilusién de muy cuestionable valor. 127 Se 3 id no ponen en tela de ee eee flosdticos, ineluidos los Julcio aie gon pertinentes en sociologia, pero axiolégicos, son per m socilogia, pe ae etienen que el concepto Marxista de ale. dae eno puede tener relevancia alguna so. dice. cae eepto de alienacién —dicen— no pue- de sor de ninguna utilidad en sociologia, dado que el fendmeno de la alienacién aparece bajo Gitintas formas —al menos larvadas— en préeticamente todas las sociedades, tanto en las pequefias, igualitarias, cooperativas y agroné- micas, como en las grandes, no-igualitarias, concurrentes e industriales. Pero si el fendme- no de la alienacién es tan universal, zpor qué habra de aparecer initil? ;No se sigue més bien de esto que puede hallar muy vasta apli- cacién en la investigacién sociolégica _y que, desde luego, ocupa un lugar en el andlisis de todas las sociedades habidas hasta la fecha? 4 La objecién presentada contra la relevancia so- ciolégica del concepto Marxista de alienacién (que ocurre a menudo en esos autores) dice que el concepto es demasiado estrecho 0 ex- céntrico para que pueda ser adaptable a la Sociologia, por lo que han afirmado algunos socidlogos que tanto para Marx como para EN- us la “alienacién” habia sido un concepto To- mantico de contenido predominantemente se 128 se xual, concepto que explica al hombre cuya forma de pensar esta cohibida por la represién. ‘Aunque asi fuera, dicho concepto tendria, con todo, significado sociolégico. La sexuali dad no es del todo insignificante. Pero estd muy lejos de la verdad que tal concepto tenga semejante contenido. Quienes esto afirman muestran que est4n més interesados en Ia se- xologia que en la sociologia. 5 Algunos han argumentado de esta manera: el concepto de alienacién en Manx, si bien para fines filos6ficos es suficientemente claro, no lo es cuando se trata de propésitos sociolégicos, Otros han ajiadido a esto que la impresién de confusién del concepto es consecuencia del he- cho de que tras esa palabra se esconden dis- tintos conceptos. Arriba hemos afirmado que la concepcién ‘Marxista de alienacién contiene distinciones ¢ inconsecuencias, En_Marx se da Ja concepcién basica segiin la cual “estar alienado” equivale a “estar alienado de su esencia”, de modo que el hor i 4 - -cia_y la_sociedad_alienada est alienada dela cia sociedad humana. E! punto esta ahora en saber si tal concepeidn de la alie- nacién tiene relevancia sociolégica 0 no. jEs tarea tinica de Ja sociologia describir los fend- menos sociales a tenor de sus caracteristicas exteriores, o bien estudiarlos también como fenémenos humanos que caracterizan al hom- bre social y a Ia sociedad humana? 129 a 6 ociblogos han aseverado que el con. weorpoge.abienacion ‘es “critic”, Algunos de Ske han pensado que esto es una falla, por lo Sue han intentado “salvar” el concepto lim. GTindolo de todo componente polémico o ert PisiOtros se han atenido a que dicha “purifi- ce j6n” est condenada al fracaso, puesto que foe componentes criticos y polémicos pertene- ‘del concepto de alienacién. Unos cenalaesencia at n a J otros tenian raz6n en cierto sentido; aquéllos salvar el concepto por su inten- e querian agp basica y los que pretendian abandonarlo por su convieeién de que el concepto esencial- mente era critico. Pero también unos y otros partieron de la misma presuposicién errénea, a saber, que el concepto sociolégico debia estar libre de todo contenido critico. El hombre no ‘es hombre mientras no sea critico frente a otros y frente a si mismo, y la ciencia no es cien- cia mientras no adopte una actitud critica fren- te al objeto y frente a los resultados de su in- vestigacién, La ideacién de una ciencia “acri- tica” que empleara conceptos “neutros” es una contradictio in adjecto.* Y la ideacion de una sociologia “acritica” es, ademas, un apoyo a la apologética teorfa sociolégica que justifica el presente orden social. * Contradictio in adjecto: (contradiccin en lo rela ionado}; en contraposicién a la contradictio in térml- ‘Nis que ‘es aquélla manifiesta en las mismnas palabras ‘blancura negra), Ia contradictio im adjecta contiene la contradiecién en su proceder 9 contenido, eomo € fste caso que una ciencia sea acritica. (N. del T.). 130 | | Algunos han defendido que el concepto de alie- nacién no es operativo en sociologia porque no se podrian encontrar criterios fidedignos que midieran el fenémeno de la alienacin. Para justificar el empleo del concepto de “aliena- cién” en sociologia han intentado dar con otros eriterios y esténdares que sirvieran para esa medicién. El empleo de esas medidas ha llevado no pocas veces a resultados inesperados y sor- prendentes (como, por ejemplo, que los mé- dicos de los hospitales para enfermedades psi- quicas estén alienados (enajenados) * en ma- yor medida que la mayoria de los pacientes, y que por término medio el hombre “normal” esté mas enajenado que los dementes y los mé- dicos que los curan). 2Se ha de considerar esto como indicio de la insuficiencia de la medida adoptada 0 como muestra de su operatividad? ;Debemos inten- tar hallar mejores criterios y parametros para la medicién de la alienacién o més bien debe- mos convencernos de que carece de sentido pretender una expresién numérica para la alienacién humana y para su supresién? El pre- supuesto técito para la demanda de una escala de la alienacién es que tanto el ser humano como la humanidad y la inhumanidad son can- tidades mensurables, iNo deberiamos més bien buscar mejores criterios para la medicién de Ja alienacién, po- * El alemén carece del teenicismo filosético atienado, or Jo que entfremdet se aplica tanto a la alienacién como a la enajenacién mental. (W. det T.). 131 ner en tela de juicio la presuposicién de aqué. Tos que quieren desplazarla de la sociologia que dicen que es inconmensurable, o la de Aquellos que se esfuerzan en vano por encon. frar criterios adecuados para la medicién de la alienacion, es decir, la presuposicién se- gin la cual todos los fendmenos sociolégicos fienen que ser mensurables? ;Por qué se ha de limitar la sociologia a la investigacién de fendmenos medibles? {No la habremos de es- tablecer sobre otra base? 8 Otros estén de acuerdo en asentir en que la sociologia debe investigar también los proce- sos inconmensurables. Pero advierten que la sociologia sélo tiene que ver con fenémenos empiricamente perceptibies. Los sociélogos —se- gin esto— podrian investigar Ja alienacién si la pudiéramos determinar mediante cualidades empiricamente perceptibles. Sin impugnar la perceptibilidad de Jos fené- menos de la alienacién, defendemos que no pueden existir criterios empiricos y universa- les para distinguir entre estar alienado y des alienado. Esto seria posible solamente si la alie- nacién fuera una desviacién de Ja naturaleza humana eterna, fija e inalterable, que, por su parte, fuera definible por caracteristicas em- Piricamente perceptibles, Pero ni la alienacion €s una desviacién de la esencia humana eter- ra ni dicha esencia es algo directamente per- ceptible. ;Quiere decir esto que Ja sociologia no puede estudiar el fenémeno de la alien® 132 cién? ;0 significa, por el contrario, que la so- ciologia no se ha de reducir a deseribir los fe- némenos empiricamente perceptibles? 9 La cuestién de si el concepto Marxista de alie- nacién deba y pueda ser empleado en sociolo- ja se reduce a la cuestién de si la sociologia debe contentarse con la descripcién, medicién y clasificacién supuestamente “objetiva” de los hhechos empiricamente determinables o bien tie- ne que decir algo acerca del sentido y valor hhumanos de esos hechos. El problema debatido aqui ya no es la “alienacién” sino la naturale- za, el sentido y envergadura de la investiga- cién sociolégica. Si el concepto de alienacién es de importan- cia fundamental para la sociologia, no querré decir eso que se pueda emplear ilimitada e im- pensadamente en todo momento y lugar, y que su empleo acritico pueda servir como sus- titutive de la investigacién sociolégica critica. Emplear el concepto de alienacion de este modo equivaldria a utilizarlo de manera alie- nada. D. La “relevancia” humana del concepto marwista de alienacién 1 Fue nuestro propésito decir algo acerca de la “relevancia” filoséfica y sociolégica del con- cepto Manxista de alienacién. Procuramos cum- 133 a —— ‘ometido mostrando que dicho con. Bitte no sélo es filsdfieo sino que tlene gran sePGrtancia para ta sociologia. No es menos inpwante para otras ciencias sociales y para la pasologi, asi como también para la critica ar- Petiea y hiteraria. Se trata de un concepto eri tico que apunta a la investigacién de los pro- blemas en su esencia y totalidad. Tal concepto no sélo es relevante para la teoria, sino que su mayor importancia la cobra en la vida huma- na real y en la lucha préctica en pro de un hombre realmente humano y de una comuni- dad humana que sea tal (eine humane mens- chlische Gemeinschaft) . plir con el c 2 La tesis Marxista de que el hombre y la socie- dad actuales estén alienados, no es solamente una pura “tesis” sino que es a la vez un lla- mado al cambio del hombre y sociedad exis- tentes. Pero no es un llamado a cualquier cam- bio. Que el hombre y la sociedad actuales_es- tén_alienados significa que €s imposible_la-in- tegracién del hombre y la realizacién de.la_so- ciedad realmente humana sin su transforma- clon revolucionaria. Quisiéramos caracterizar al hombre actual ¥ ala sociedad de nuestros dias sélo como "in- suficientemente humanos”, podriamos encon- trar el expediente sencillamente en el desarro- Uo ulterior y gradual de la humanidad. Pero sila sociedad es inhumana y alienada, enton- ces semejante trasmutacién paulatina de nad Puede servir y se impone la trasmutacién ra 134 ————$—$ | dical y revolucionaria de la sociedad y del hom- bre clasistas actuales, Asi, el “concepto” de alienacion es a la par llamado a la transforma- cin revolucionaria del mundo. 3 ~ ‘Algunos ereen que es posible llevar a cabo la supresién de la alienacién a nivel individual sin transformacién de la estructura social 0 de jas “circunstancias exteriores” mediante una revolucién moral interna o por la aplicacién de ciertas terapias médico-psiquiatricas. Otros piensan que la desalienacion sélo es asequible a nivel social mediante la transformacion de la estructura social, primero por cambios en la esfera de la economia, a los que seguirian auto- maticamente mutaciones correspondientes en las demas esferas. La alienacién es, sin embargo, un “fendme- no” que se presenta tanto en el hombre indi- vidual como en la sociedad humana y no sélo afecta a ésta o aquella faceta de la vida huma- na, sino a todo el hombre. Por lo mismo, el ca- mino a la supresién de la alienacién no lleva a ella por la transformacién de las condiciones exteriores de la sociedad humana ni por el cambio de su “interioridad”, La supresién-de la alienacién en la esfera de las relaciones so- ciales es la precondicign para el desarrollo de personalidades desalienadas y libres, y las per- sonalidades libres son la precondicién para la supresién de la alienacién de las relaciones hu- manas, No hay salida tedrica de este cireulo tedrico; el tinico camino es la praxis social re- Volucionaria, por la que los hombres, al alterar 135, a us contingencias sociales, transforman su pro, s pia naturaleza. 4 La pregunta acerea de la esfera decisiva ccenvial de la desalienacién queda justificada Si no olvidamos que la diferencia entre lo esen. tial y lo accidental con frecuencia es asaz re. jativa. Quizis la forma més fundamental de la alienacién humana es la escisién de su activi. dad en diversas esferas con relaciones recipro. cas exteriores, Por esto, la esfera esencial de Ja desalienacién no es especial sino que es la “esfera” de la relacién entre las esferas, la “esfera” de la lucha por la superacién de la escisién del hombre en esferas contrapuestas mutuamente. Esto no significa que la diferencia existen. te entre las esferas deba ser ignorada o nega- da. En toda la historia actual de la interaccién entre las distintas esferas, el papel determi- nante correspondia en tltima instancia a la es- fera econémica. Por esto, la lucha por la su- presién de la alienacién en esa esfera tiene especial importancia, de lo que no se ha de deducir que no la tenga la lucha por la des- alienacién en otras esferas. También hay que precaverse de Ja ilusién sobre que podria rea lizarse la supresién de la alienacién en la es- fera econémica permaneciendo en el marco de esa esfera, 5 El problema de la supresion de la alienacion de la vida econémica no puede resolverse por Ja 136 ——— [—— supresién de la propiedad privada. La trans. id jiedad_privada_en propi dad estatal_(sea propiedad estatal “capitalista’ 9 “socialista”) no aporta cambio esencial en_la posigiOn_del_hombre_trabajador o_del_praduc tor. La desalienacién en la vida econémica e: ‘ge la supresién de la propiedad estatal, su trans- formacién en propiedad realmente social, lo que solamente se puede lograr mediante la or- ganizacin de la vida social toda sobre la base de la autoadministracién de los productores in- mediatos, Si bien la autoadministracién de los produe- tores es condicién precisa para la supresién de la alienacién en la esfera econémica de la vida humana, ella sola no es suficiente. La autoadministracién de los productores no con- duce automaticamente a la supresién de toda alienacién en la produccién. Algunas de las for- mas de la alienacién en la produccién tienen sus raices en la naturaleza de los medios de produccién presentes y en la organizacién del proceso de produccién, de modo que no se pueden eliminar simplemente mediante un cambio en la forma de la administracién de la produceién. Se han hallado y probado algu- nos tipos de lucha por la supresién de Ia alie- nacién, otros estén ain por hallarse y pro- barse. No se puede excluir la esfera de la filosofia en la demanda por la supresién de la autono- mia de las esferas de la existencia humana; asi, la supresién de la alienacién del hombre supone también la superacién de la filosofia en el sen- tido actual. La filosofia debe cesar de ser una 137 ————— ecial_y_estrecha del_conocimiento_ y rea. expel releion eitca del home sobre si mismo ¥. sobre el mundo en que viye, ‘s autorrefiexion que atraviese toda su vida come no fuerza atinada de su actividad toda, Como el concepto que exige la superacién de la filosofia es el concepto de la supresién de ja alienacién, no es silo filosdfico sino metafi- Joséfico. y. CRISIS E HISTORIA 1 Prrmm A. SonoKin empieza el Prélogo a su libro Social Philosophies of an Age of Crisis! con las siguientes palabras: “Incluso en tiem- pos normales hay siempre al menos un peque- fio mimero de pensadores que se dedican a reflexionar sobre la suerte de los hombres, so- pre el de-dénde y el adénde, el porqué y el ‘cémo de determinada sociedad o cultura, pero en momentos de crisis serias, en la teoria lo mismo que en la practica estos problemas to- man importancia especial subitamente, tanto para los entendidos como para los legos”? En esas palabras introductorias vemos que el autor esta contraponiendo claramente dos tipos de tiempo fundamentalmente distintos: los “tiempos normales” y los “tiempos de cri- sis serias”. Segin esto, los tiempos normales han de considerarse como libres de crisis 0 al menos sin crisis serias, mientras que “los tiem- pos de crisis serias” han de calificarse de anor- males o al menos de no-normales, A la par que distingue entre tiempos libres de crisis (0 de crisis pequefias) y tiempos criticos (0 de crisis serias) como normales y anormales, recalca asimismo dicho autor que los tiempos no-nor- males no son del todo negativos y que al me nos tienen un significado positive y una pres- tancia frente a los tiempos normaies, a saber, 139

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