Guia 2 Grado Noveno Conflicto

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CIENCIAS SOCIALES

HISTORIA DE COLOMBIA
GRADO NOVENO

TEMA: RESPONSABILIDAD DE LOS PROCESOS DE PAZ


INDICADOR (S) DE DESEMPEÑO: Reconoce la importancia del proceso histórico de la paz, comprendiendo que la responsabilidad y la convivencia,
conducen a mejores ciudadanos.

LECTURA
PROCESOS DE PAZ EN COLOMBIA: HISTORIA DE FRACASOS, TRAICIÓN Y EXCLUSIÓN.
La reconstrucción del país Y LA PAZ es un deseo y UNA NECESIDAD imperativa para los colombianos. A estos propósitos
nacionales se le ha trabajado y se mantienen vivos en la conciencia nacional. La experiencia acumulada ha enseñado que
para lograrlos, se deben levantar sobre una base sólida caracterizada por la justicia social, democracia participativa,
soberanía y respeto a los derechos humanos, eliminando las causas que han generado y alimentan el conflicto.
Históricamente la clase dirigente no ha tenido voluntad para hacer los cambios que el país requiere para que sea viable la
reconciliación y la paz; los procesos de paz anteriores fracasaron porque fueron concebidos para desmovilizar los grupos
insurgentes, y garantizar el estado actual. a. En la década del 50 las guerrillas liberales suscribieron un acuerdo de paz que se
limitó al desarme, la desmovilización y la vinculación laboral para algunos. Los principales dirigentes fueron asesinados, en
tanto la estructura de poder permaneció intacta y la clase política se repartió el gobierno, en un paco de amigos. Los
campesinos después de poner 300 mil muertos y más de un millón haber perdido sus parcelas, no fueron compensados por
los daños y perjuicios causados, en cambio los terratenientes se beneficiaron ampliando sus latifundios con nuevas tierras y
los responsables de esa fuera sucia fueron cubiertos con el manto de la impunidad gracias a un generoso acuerdo de perdón
y olvido entre amigos. b. En la década del 80 se abre un proceso de paz con las FARC que dio origen a la Unión Patriótica;
apenas iniciando, los enemigos de la paz, institucionalizan el genocidio que registra más de 3.500 militantes muertos de esta
fuerza política. La intolerancia y falta de voluntad hizo fracasar este intento. c. En 1.990 se inicia el tercer proceso de paz que
culmina con la desmovilización y desarme de 6 grupos con cerca de 5 mil guerrilleros. Al igual que en el proceso del 50, son
asesinados varios de sus dirigentes, otros asimilados por el establecimiento a cambio de puestos públicos, curules
parlamentarias, beca, carro y algunas mesadas. Los cambios del país se enmochilaron nuevamente. Las comunidades vieron
frustrados sus sueños y quedaron en grave peligro frente a los actores de la guerra sucia, pues muchos de los amnistiados
que conocían de su simpatía y apoyo a la insurgencia, cambiaron de bando y se vincularon al proyecto contrainsurgente. d.
En 1.991 se inicia un cuarto intento de paz. En esta ocasión desde la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, las Farc-Ep, el
ELN y el EPL desarrollan una actividad de exploración y diálogos con el gobierno de Cesar Gaviria. Se inician en Cravo Norte en
Colombia, se pasa a Caracas, Venezuela, y se da por concluido durante los diálogos en Tlaxcala, Méjico. El presidente Gaviria
le tuvo miedo a la paz. Quiso que este proceso fuera continuidad y tuviera el mismo alcance del suscrito con el M-19 y la
fracción del EPL. Cuando entendió que era distinto, bajo un pretexto intrascendente frente a la paz, se retiró de la mesa de
diálogo y declaró la guerra integral, bajo el presupuesto que en seis meses derrotaría la insurgencia colombiana. En 1.998 se
abre el quinto intento de paz. Las Farc-Ep inicia los contactos con el gobierno de Pastrana y abre los diálogos el 7 de enero de
1.999, los que se mantienen en medio de grandes dificultades y tropiezos. El ELN en 1.998 presenta al país su propuesta de
Paz. Da inicio al proceso de la Convención Nacional en julio del mismo año con el acuerdo suscrito con algunos
representantes de la sociedad colombiana en Maguncia, Alemania. El proceso con el ELN se interrumpe a escasos meses de
iniciado, ante la actitud arrogante del presidente Pastrana que, al no compartir el contenido de la propuesta, la discrimina y
obstaculiza. El proceso de Convención Nacional como está concebido y el papel que a la sociedad colombiana le asigna la
propuesta de paz del ELN, es el motivo principal de la posición hostil del gobierno, hacia ella.

EL PROCESO DE PAZ. LOS RETOS PARA LA SOCIEDAD COLOMBIANA

La historia reciente colombiana ha tenido varios procesos de paz, escenarios para disputas, reflexiones y soluciones. Habría
que tener esto en cuenta para enfrentar los retos que supondría una posible firma de paz con las FARC.

El proceso de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC ha avanzado de manera significativa. De los seis
puntos que hacen parte de la agenda de negociación (“Desarrollo agrario integral”, “Participación política”, “Solución al
problema de las drogas ilícitas”, “Fin del conflicto”, “Víctimas”, “Implementación, verificación y refrendación”), los tres
primeros fueron abordados
y sobre ellos ya hay acuerdos entre las partes. A pesar de las enormes dificultades que aún deben superarse, es posible que dentro
de unos meses se logre poner fin al dramático conflicto que ha vivido el país a lo largo de medio siglo.

En las líneas que siguen, quisiera hacer unas cuantas observaciones sobre las implicaciones de un proceso de paz y sobre algunos
de los retos que deberá enfrentar la sociedad colombiana una vez se logre llegar a un acuerdo con las FARC.

Procesos de paz

Colombia cuenta con una larga experiencia en materia de diálogos entre los gobiernos y diversas agrupaciones armadas ilegales.
Desde 1982, con la llegada al poder de Belisario Betancur, el diálogo como mecanismo para superar los conflictos armados ha sido
una herramienta para alcanzar la reconciliación entre las partes enfrentadas.

El diálogo implica, en principio, que los adversarios se reconozcan como interlocutores, que la contraparte merezca ser escuchada,
que la vía militar no sea suficiente para superar el enfrentamiento armado. El diálogo significa, también, negociar, discutir en torno
a los graves problemas que, desde tiempo atrás, han afectado a la sociedad, y tratar de encontrar acuerdos para darles una so lución.
Desde que iniciaron las negociaciones en los años ochenta, las discusiones, en términos muy generales, se han centrado en aspectos
políticos, sociales y jurídicos: ¿Cómo reformar un sistema político para hacerlo más “democrático”, “incluyente” y “representativo”
a los intereses nacionales? ¿Qué medidas adoptar para disminuir los índices de pobreza que afectan a buena parte de la población?
¿Cuáles son los mecanismos jurídicos más adecuados para que los guerrilleros puedan reinsertarse en la sociedad?

A partir de ese “modelo”, los resultados de los procesos de paz no son desdeñables: la mayor parte de los grupos guerrilleros, o
facciones importantes de ellos, se desmovilizaron a finales de los años ochenta y comienzos de la siguiente década. Además de las
partes involucradas, la participación de otros sectores ha sido sin duda un factor clave en los avances de los diálogos. En un nuevo
contexto internacional (derrumbe de los Estados comunistas) y nacional (nueva carta constitucional), importantes dirigentes
guerrilleros y numerosos simpatizantes de la izquierda, que hasta los años noventa no ocultaban su desconfianza hacia el Estado y
hacia sus propuestas de paz, se libraron a una autocrítica en torno a la lucha armada, tras la cual decidieron aceptar los retos de
lanzarse a la legalidad. Desde la orilla opuesta, la Iglesia católica, que también se había opuesto a los diálogos, empezó a mostrar
una nueva actitud, motivada seguramente por el evidente debilitamiento del tan temido comunismo. De esa manera, los
diagnósticos que, hasta principios de los años noventa se empecinaban en hacer de la “crisis moral” y del “alejamiento de Dios” las
principales causas para explicar los problemas del país, comenzaron a dar cabida a la pobreza, a la corrupción, al desplazamiento
forzado, a la violación de los DD.HH, es decir, decidieron tomar en cuenta la compleja realidad nacional. Hoy en día, la participación
en las negociaciones incluye, por fin, a las víctimas del conflicto, a los militares y a otros sectores de la sociedad civil.

Más allá de los avances alcanzados, aún quedan por resolver puntos muy delicados. Uno de ellos, sin duda, concierne el marco
jurídico que decida la suerte de los guerrilleros, muchos de ellos acusados de crímenes que no son susceptibles de quedar en la
impunidad. ¿Cómo resolver el dilema entre la aplicación de la justicia y la desmovilización de una guerrilla que difícilmente
contemplaría la opción del diálogo si su futuro fuese la cárcel?

SEGÚN LA LECTURA RESPONDE LAS SIGUIENTES PREGUNTAS SOBRE EL PROCESO DE PAZ

1. ¿Por qué empezó y qué pasó en la guerra de más de 50 años que desangró a Colombia?
2. ¿Por qué se necesita un plebiscito si se firmó el acuerdo de paz?
3. ¿Quiénes están en contra de los acuerdos y por qué?
4. ¿Enfrentarán penas de cárcel los guerrilleros?
5. ¿Qué va a pasar con las armas de la guerrilla?
6. ¿Cómo va a ser la participación de las FARC en la democracia colombiana?
7. ¿Y qué pasa con las víctimas del conflicto?
8. ¿Podrá un futuro gobierno revertir el proceso?

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