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Regimenes Patrimoniales - Pablo Rodriguez G
Regimenes Patrimoniales - Pablo Rodriguez G
A. CARACTERISTICAS
2. ESTIPULACIONES PROHIBIDAS
3. ESTIPULACIONES PERMITIDAS
4. ESTIPULACIONES CONDICIONADAS
1. NULIDAD TEXTUAL
2. NULIDAD ABSOLUTA
3. NULIDAD RELATIVA
Esta nulidad tendrá lugar siempre que se hayan omitido los requi-
sitos que la ley establece en atención a la calidad o estado de las
36 REGIMENES PATRIMONIALES
H. APRECIACION GENERAL
A. CARACTERES
Pág. 522.
42 REGIMENES PATRIMONIALES
4 Andrés Bello. Obras Completas. Imprenta Pedro G. Ramírez. 1887, 1888, 1889.
Pág. 444.
LA SOCIEDAD CONYUGAL 43
B. DEFINICION
La ley incluye entre estos bienes todos los pagos que se hagan a
cualquiera de los cónyuges durante el matrimonio por el desem-
peño de empleos, profesiones, oficios o actividad económica de
todo orden. Surgen a ese respecto varias cuestiones interesantes,
que examinaremos a continuación.
i) Desde luego, la ley dice que se trata de salarios o emolu-
mentos. Lo primero significa retribución por el desempeño de un
trabajo que se presta con vínculo de dependencia, puesto que sólo
recibe un salario aquel que en virtud del contrato de trabajo ejer-
ce un empleo, profesión u oficio. La expresión “emolumento” es
más amplia y comprende cualquier otra prestación que se percibe
con ocasión de un trabajo. El sentido natural y obvio de esta
expresión, consignado en el Diccionario de la Lengua Española,
es el siguiente: “Remuneración adicional que corresponde a un cargo o
empleo”. En consecuencia, bajo esta expresión queda representado
todo beneficio económico que tiene como presupuesto la presta-
ción de un servicio laboral. A la inversa, queda excluida toda
prestación que consiste en una mera liberalidad (donación);
LA SOCIEDAD CONYUGAL 55
7 Revista
de Derecho y Jurisprudencia. Tomo XXX. 2ª Parte. Secc. 2ª. Pág. 17.
8 ARTURO ALESSANDRI. Obra citada. Pág. 138.
9 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA. Derecho de Familia. Editorial Nascimento.
d) YACIMIENTOS MINEROS
b) TESORO
c) DONACIONES REMUNERATORIAS
d) RECOMPENSAS
3. PRESUNCIONES DE DOMINIO
12 FERNANDO ROZAS VIAL . Análisis de las reformas que introdujo la Ley Nº 18.802.
exige que los fondos que se obtienen en la venta sean los fondos
que se destinan a la compra. Basta con expresarse el “ánimo de
subrogar”. Ningún obstáculo existe, por vía de ejemplo, en que la
sociedad conyugal o un tercero le anticipe al cónyuge subrogante
el precio de compra del nuevo inmueble, con cargo a restituirlo
cuando se venda su propio bien. No sucede lo mismo tratándose
de valores, porque en este evento la ley exige que en la escritura
de compra “aparezca la inversión de dichos valores” y para que
tal ocurra es necesario, previamente, que ellos sean enajenados.
Nuestra jurisprudencia, sin embargo, ha negado valor a la “subro-
gación por anticipación”.14
Finalmente, conviene preguntarse si es posible que la subroga-
ción opere respecto de bienes de naturaleza mueble. La doctrina
niega esta posibilidad, atendida la circunstancia de que la ley sólo
reglamenta la subrogación de los inmuebles y esta institución es
excepcional. Con todo, la cuestión es dudosa, si se considera que
el artículo 1727 dispone que, “no obstante lo dispuesto en el artícu-
lo 1725 no entrarán a componer el haber social: … 2. Las cosas compra-
das con valores propios de uno de los cónyuges, destinados a ello en las
capitulaciones matrimoniales o en una donación por causa de matrimo-
nio”. Como se observa, la ley no ha restringido esta institución
exclusivamente a los inmuebles. Más aún, si se reglamenta la subro-
gación de los inmuebles, ello corresponde al espíritu del Código,
que, como es sabido, valoriza singularmente este tipo de bienes.
Don Arturo Alessandri, sin embargo, niega rotundamente esta
posibilidad.15
No es esta nuestra opinión. El Código Civil no autoriza subro-
gación alguna. El se limita a fijar los efectos que se siguen de la
concurrencia de los requisitos que se imponen al respecto. El
artículo 1727 establece que tres tipos de bienes, no obstante lo
dispuesto en el artículo 1725, “no entrarán a componer el haber
social”. De ello se sigue que los mismos permanecen en el patri-
monio propio de cada cónyuge. En el Nº 1 se refiere expresa y
formalmente a los bienes raíces (el inmueble que fuere debida-
mente subrogado a otro inmueble). El Nº 2 se refiere a “las cosas
compradas con valores propios de uno de los cónyuges…”. Se
Pág. 478.
15 ARTURO A LESSANDRI RODRÍGUEZ. Obra citada. Pág. 234.
88 REGIMENES PATRIMONIALES
1. OBLIGACION A LA DEUDA
Ellas son:
i) Las obligaciones contraídas por el marido durante la socie-
dad conyugal cuando ellas ceden en utilidad personal de la mujer
(artículo 1750 inciso segundo). Estas obligaciones, si bien han sido
contraídas por el marido como administrador de la sociedad con-
yugal, tienen por objeto el beneficio exclusivo de la mujer, razón
por la cual ellas pueden ser perseguidas sobre los bienes propios
de la mujer. En verdad, en este caso, existe una extensión de
responsabilidad que alcanza los bienes propios de la mujer en
razón del beneficio que ella reporta del contrato respectivo;
ii) Las obligaciones contraídas por la mujer antes del matri-
monio. El tercero que contrató con la mujer antes de su matrimo-
nio afectó el derecho de prenda general de ésta conforme las
reglas establecidas en el artículo 2465 del Código Civil. Por consi-
guiente, quedan comprometidos todos los bienes embargables que
ésta poseía en ese momento. Paralelamente, el artículo 1740 Nº 3
dispone que la sociedad conyugal es obligada al pago “de las deu-
das personales de cada uno de los cónyuges, quedando el deudor
obligado a compensar a la sociedad lo que ésta invierta en ello”.
De lo cual se sigue que el acreedor verá incrementado su derecho
de prenda general, ya que a los bienes que la mujer tenía al
contraer matrimonio habrá que agregar los bienes sociales y los
bienes propios del marido, en razón de la confusión que experi-
mentan ambos a partir de la sociedad conyugal. Este efecto nos
parece excesivo, ya que si bien sería injusto perjudicar al tercero,
igualmente injusto nos resulta favorecerlo de manera tan evidente
y ostensible;
iii) Las obligaciones contraídas por la mujer parcialmente se-
parada de bienes, habiendo el marido accedido a ellas como fia-
dor o de otro modo (artículo 161 inciso segundo). Nótese que
esta regla es inversa cuando se trata de la mujer (artículo 1751
inciso tercero), quedando en evidencia una protección especial
en favor de ésta;
iv) Las obligaciones contraídas por la mujer parcialmente se-
parada de bienes, cuando el contrato ha reportado beneficios al
marido, comprendiéndose en ellos los de la familia común, “en la
parte en que de derecho haya él debido proveer las necesidades
de ésta”. En este caso la responsabilidad del marido queda limita-
da al valor del provecho obtenido (artículo 161 inciso tercero);
v) Las obligaciones provenientes de delitos o cuasidelitos co-
metidos por la mujer (artículo 1748). Conviene precisar que si el
92 REGIMENES PATRIMONIALES
2. CONTRIBUCION A LA DEUDA
a) PASIVO DEFINITIVO
b) PASIVO PROVISIONAL
c) RECOMPENSAS
c.2) Renunciabilidad
c.5) Preferencia
3. PRINCIPIOS GENERALES
1. ADMINISTRACION ORDINARIA
30 Revista de Derecho y Jurisprudencia. Tomo LIII. Secc.1ª. Pág. 169 y Tomo LIV.
Los actos que el marido puede ejecutar por sí solo son los siguien-
tes:
i) Todos los actos denominados de mera administración, esto
es, aquellos destinados a la conservación, explotación y aprovecha-
miento de estos bienes. Pero no puede realizar actos de disposi-
ción. En consecuencia, podrá, por vía ejemplarizadora, interrumpir
prescripciones, contratar seguros, ejecutar mejoras menores y ma-
yores, darlos en arrendamiento, en mediería si se trata de bienes
raíces agrícolas, etc.;
ii) Puede también el marido recibir los pagos que se hacen a
la mujer de todos los créditos adeudados a ella antes del matrimo-
nio. El artículo 1579, ubicado al tratarse del pago, faculta expresa-
mente a los maridos para recibir legítimamente lo que se deba a
las mujeres, “cuando tengan la administración de los bienes de
éstas”. Estos capitales, por tratarse de bienes muebles, ingresarán
al haber relativo de la sociedad conyugal, puesto que se trata de
un aporte. Pero si ellos se adeudan en razón del uso de los bienes
propios de la mujer, ingresarán al haber absoluto o real;
iii) Puede el marido dar en arriendo los bienes raíces de la
mujer, sin autorización de ésta, pero si el contrato se extiende por
más de cinco años tratándose de inmuebles urbanos, o de ocho
años tratándose de inmuebles rurales, el contrato, en el exceso,
será inoponible a la mujer. En estos plazos deben considerarse las
prórrogas expresas o tácitas que se hayan pactado (artículo 1757).
Conviene recordar que esta regla alcanza a cualquier otra forma
mediante la cual se ceda la tenencia de los bienes inmuebles,
128 REGIMENES PATRIMONIALES
mujer. Por nuestra parte, nos inclinamos por esta tesis, atendido
el hecho de que el artículo 1727 Nº 2 dispone que no entran a
componer el haber social “las cosas (expresión genérica que cu-
bre tanto los muebles como inmuebles) compradas con valores
propios de uno de los cónyuges (marido o mujer), destinados a
ello en las capitulaciones matrimoniales o en una donación por
causa de matrimonio”. El hecho de que no exista en relación a la
“subrogación” de bienes muebles una norma reglamentaria, como
la contenida en el artículo 1733, no puede significar que este tipo
de operación, expresamente descrito en la norma transcrita, no
pueda realizarse. Tampoco se advierte ventaja alguna en impedir
esta clase de actos, restringiendo indebidamente las posibilidades
de los cónyuges en el manejo de sus patrimonios. Con todo, hay
que recordar que el marido no puede enajenar los valores (mue-
bles) propios de la mujer sin su consentimiento (artículo 1755).
G. ADMINISTRACION EXTRAORDINARIA
DE LA SOCIEDAD CONYUGAL
1. CARACTERISTICAS DE LA ADMINISTRACION
EXTRAORDINARIA
40 C ÉSAR
FRIGERIO CASTALDI. Obra citada. Pág. 71.
41 S ERGIO
ROSSEL SAAVEDRA. Obra citada. Pág. 155.
42 ARTURO A LESSANDRI RODRÍGUEZ. Obra citada. Pág. 457.
43 MANUEL SOMARRIVA UNDURRAGA. Obra citada. Pág. 297.
152 REGIMENES PATRIMONIALES
Las facultades del tercero curador del marido son las que corres-
ponden a los guardadores en conformidad a las disposiciones del
Título XIX del Libro 1 del Código Civil. Estará sujeto, por lo
tanto, a todas las restricciones allí indicadas, deberá llevar cuenta
fiel, exacta y en cuanto fuere dable documentada de sus actos
administrativos día a día (artículo 415), y responderá de culpa
leve.
oficial del Registro Civil, produce los mismos efectos que el válido
respecto del cónyuge que, con buena fe, y con justa causa de
error, lo contrajo, pero deja de producir efectos civiles desde que
falte la buena fe por parte de ambos cónyuges. Por consiguiente,
es perfectamente posible, y así sucederá en muchos casos, que el
matrimonio, no obstante ser declarado nulo, genere sociedad con-
yugal hasta el momento en que ambos contrayentes pierden la
buena fe, lo cual ocurrirá, inevitablemente, al momento en que se
contesta la demanda de nulidad (principio que extraemos del
artículo 907 del Código Civil). Por lo mismo, en ese instante se
disolverá la sociedad conyugal, porque la ley extingue sus efectos
civiles entonces y no antes.
Conviene recordar que la putatividad del matrimonio debe ser
declarada por el juez, ya que se trata de una situación de excep-
ción que sólo opera cuando concurre por parte de uno o ambos
cónyuges justa causa de error y buena fe, cuestiones de hecho que
deberán apreciar los jueces del fondo.
El artículo 170 del Código Civil dispone que “los efectos civiles del
divorcio principian por la sentencia del juez que lo declara. En
virtud de esta declaración se restituyen a la mujer sus bienes y se
dispone de los gananciales como en el caso de la disolución por
causa de muerte”. Este artículo, unido al Nº 3 del 1764, dejan
perfectamente claro que la sentencia ejecutoriada que declara el
divorcio perpetuo trae consigo la disolución de la sociedad conyu-
gal. Cabe señalar que la disolución se produce al momento en
que la sentencia respectiva queda ejecutoriada, que se aplica a
esta causal lo previsto en el artículo 165 en cuanto a la irrevocabi-
lidad de la disolución (artículo 178) y que, en el día de hoy, esta
sentencia no acarrea la pérdida en caso alguno de los gananciales
de la sociedad conyugal (como sucedía en el pasado en caso de
adulterio de la mujer).
Cabe observar que, en este supuesto, como el vínculo matri-
monial subsiste, ya que no se trata de un divorcio vincular, el
régimen de bienes se sustituye por el de separación total de bie-
nes. En los casos antes mencionados, a la disolución de la socie-
dad conyugal seguía una comunidad (cuasicontrato). En éste los
bienes que componen la sociedad conyugal quedan sujetos a las
reglas de la comunidad, pero entre los cónyuges el régimen de
bienes se sustituye por el de separación de bienes.
César Frigerio sostiene, a propósito del artículo 178 incorpora-
do por la Ley Nº 18.802, que éste habría derogado tácitamente el
artículo 28 de la Ley de Matrimonio Civil, que dispone que “el
divorcio y sus efectos cesarán cuando los cónyuges consintieren en
volver a reunirse. Se exceptúa de lo dispuesto en el inciso anterior
el caso del divorcio sentenciado por las causales Nos 4 y 13 del
artículo 21”. En otros términos, estima este autor que la agrega-
ción del artículo 178 (que dice que “al divorcio se aplicará lo
dispuesto en el artículo 165”, el cual, por su parte, preceptúa que
“producida la separación de bienes, ésta es irrevocable y no podrá
quedar sin efecto por acuerdo de los cónyuges ni por resolución
judicial”) ha creado una contradicción insalvable con el mencio-
nado artículo 28 de la Ley de Matrimonio Civil, puesto que la
reconciliación de los cónyuges haría cesar los efectos del divorcio,
cuestión que no podría ocurrir, habida consideración de lo orde-
nado en el artículo 178. No está en lo correcto este autor, ya que
162 REGIMENES PATRIMONIALES
3. EFECTOS DE LA DISOLUCION
DE LA SOCIEDAD CONYUGAL
a) REQUISITOS DE LA ACEPTACIÓN
b) EFECTOS DE LA ACEPTACIÓN
1. INVENTARIO Y TASACION
del Código Civil, los que se remiten al artículo 382 y siguientes del
mismo cuerpo legal “y lo que en el Código de Enjuiciamiento se
prescriba para los inventarios solemnes”.
En verdad, si bien es cierto que la ley dice que el inventario y
tasación debe hacerse “inmediatamente”, la ley no ha fijado un
plazo para estos efectos, ni sanciones especiales al respecto.
a) CLASES DE INVENTARIOS
b) SANCIONES
sacar” (vale decir deducir del acervo bruto) los precios, saldos y
recompensas que constituyen el resto de su haber. Todos estos
rubros están representados por las “recompensas”, cuyas caracte-
rísticas analizamos detalladamente en lo precedente. Concuerda
la doctrina en que el liquidador debe computar las deducciones
que se deben al cónyuge y las que éste debe, formando una verda-
dera cuenta corriente que se compensará hasta el monto menor.
De este modo, puede resultar que el cónyuge quede adeudando a
título de recompensas a la sociedad conyugal o, a la inversa, que la
comunidad quede adeudando al cónyuge. Sobre este punto don
Arturo Alessandri afirma que “Puede ocurrir, y será lo frecuente, que
los cónyuges sean a la vez deudores y acreedores de la sociedad por recom-
pensas, en cuyo caso habrá que liquidarlas restando la cantidad menor de
la mayor para determinar el saldo que resulte a favor o en contra de cada
cónyuge. Los créditos y deudas de los cónyuges en contra y a favor de la
sociedad no son independientes entre sí, constituyen el activo y el pasivo
de una cuenta única (cita a Planiol). De ahí que su balance no importa
una compensación de deudas independientes que se extinguen por el hecho
de su coexistencia, sino la liquidación de una verdadera cuenta corriente
en que las recompensas adeudadas al cónyuge figurarán a su haber y las
adeudadas a la sociedad, al debe”.50 El mismo autor, más adelante,
reconoce que este procedimiento es meramente facultativo: “Este
balance de cuentas no es obligatorio; no hay ninguna ley que así lo dispon-
ga. Las partes pueden prescindir de él y nada obsta a que se liquiden
separadamente las recompensas de que son deudores y las de que son
acreedores”.51
Como quedó dicho en lo precedente, si los cónyuges resultan
ser deudores de la sociedad, esta suma se incorporará “imaginaria-
mente” al haber bruto de la sociedad conyugal (artículo 1769).
ii.1) Retiro y pago preferente de la mujer. Si la mujer y el marido
tienen derecho a recompensas, el artículo 1773 da a la mujer un
derecho preferente. El artículo 1773 establece que “la mujer hará
antes que el marido las deducciones de que hablan los artículos preceden-
tes…”. Esta preferencia está concebida, como ya se manifestó, como
un resguardo especial en favor de la mujer, atendido el hecho de
que ella no ha sido la administradora de la sociedad conyugal.
Además, la mujer tiene derecho a cobrar las recompensas sobre
los bienes propios del marido en caso que los bienes de la socie-
dad no sean suficientes, debiendo, en este evento, elegirlos de
común acuerdo y, en desacuerdo de las partes, elegirá el juez
(artículo 1773 inciso segundo). Finalmente, la mujer goza para
estos efectos de un privilegio de cuarta clase, lo cual le permite
pagarse antes que los acreedores del marido (artículo 2481 Nº 3).
Como puede observarse, la mujer goza, entonces, de tres ven-
tajas: se paga antes las recompensas, se paga sobre los bienes socia-
les y siendo insuficientes sobre los bienes propios del marido, y
goza de un privilegio de cuarta clase (general).
La Ley Nº 19.335 modificó el Nº 3 del artículo 2481, poniendo
fin a una discusión relativa a su alcance. En el día de hoy dicha
disposición dice que: “La cuarta clase de créditos comprende: 3º
Los de las mujeres casadas, por los bienes de su propiedad que
administra el marido, sobre los bienes de éste o, en su caso, los
que tuvieren los cónyuges por gananciales”. De esta manera que-
dó establecido, con precisión, que el privilegio alcanza a los bie-
nes propios del marido y los bienes sociales que a éste corresponden
a título de gananciales.
Nuestra ley, a propósito de las recompensas, establece un prin-
cipio general, aplicable tanto a las recompensas que correspon-
den al marido como a la mujer. Ellas se ejecutarán sobre el dinero
y muebles de la sociedad y, subsidiariamente, sobre los inmuebles
de la misma (artículo 1773 inciso primero). Por lo tanto, hay un
orden o prioridad que deberá respetar el liquidador: primero, se
ejecutan las recompensas en el dinero de la sociedad conyugal;
segundo, sobre los bienes muebles sociales; tercero, sobre los bie-
nes inmuebles sociales; cuarto, si los bienes sociales no son sufi-
cientes, se pagará la mujer sobre los bienes propios del marido
elegidos de consuno o por el juez a falta de acuerdo (en este
evento pueden ser muebles o inmuebles).
c) BENEFICIO DE EMOLUMENTOS
5. ADJUDICACION DE BIENES
A. PATRIMONIO RESERVADO
DE LA MUJER CASADA
1. DEFINICION
2. REQUISITOS
Los requisitos para que pueda operar esta presunción son los
siguientes:
REGIMENES ANEXOS A LA SOCIEDAD CONYUGAL 201
2. EFECTOS
Los efectos que se producen en este régimen anexo son los si-
guientes:
1. Todos los bienes comprendidos en esta liberalidad condi-
cional son administrados por la mujer como separada de bienes,
sin que tenga el marido injerencia alguna en ello. El artículo 166
Nº 1 se remite, para estos efectos, a los artículos 159, 160, 161, 162
y 163. Por consiguiente:
i) La mujer administra estos bienes con las mismas facultades
que la mujer divorciada perpetuamente, en conformidad al artícu-
lo 173, vale decir, con absoluta independencia del marido;
ii) La mujer debe contribuir con sus bienes propios a proveer
las necesidades de la familia común “a proporción de sus faculta-
des” (artículos 134 y 160 del Código Civil);
iii) Los acreedores de la mujer por actos provenientes de la
administración de estos bienes no tienen acción contra el marido,
salvo cuando éste ha accedido a la obligación como fiador o de
otro modo, y a prorrata del beneficio que le hubiere reportado la
obligación contraída por la mujer, comprendiéndose en este be-
neficio el de la familia común (artículo 161 del Código Civil);
iv) Si la mujer confiere poder al marido para la administra-
ción de estos bienes, éste responde como simple mandatario (ar-
tículo 162 del Código Civil); y
v) Si la mujer fuere incapaz, se le dará curador, pero éste no
puede ser el marido, atendida la naturaleza y contenido de la
condición.
2. Una vez disuelta la sociedad conyugal, los acreedores de la
mujer, que provengan de la administración de estos bienes, po-
drán perseguir su responsabilidad en todos sus bienes (propios
que administraba el marido, adjudicados a título de gananciales,
etc.);
3. Las obligaciones contraídas por la mujer durante la socie-
dad conyugal pueden perseguirse, además, en los bienes reserva-
dos y los bienes que ella administra en conformidad al artículo 167.
Esto no lo dice la ley expresamente, pero se infiere claramente de
los siguientes antecedentes:
i) La mujer se considera separada de bienes para esta adminis-
tración, lo propio ocurre para los efectos de su patrimonio reser-
vado (artículo 150) y de los bienes que la mujer se reservó en las
REGIMENES ANEXOS A LA SOCIEDAD CONYUGAL 217
2. EFECTOS
3. JUSTIFICACION
A. CARACTERISTICAS
c.1) Requisitos
Para que este pacto tenga valor deben concurrir los siguientes
requisitos:
1. Los cónyuges deben ser mayores de edad (mayores de 18
años);
2. Debe celebrarse por escritura pública;
3. La escritura debe subinscribirse al margen de la respectiva
inscripción de matrimonio;
4. La subinscripción debe practicarse en el plazo fatal de 30
días siguientes a la fecha de la escritura;
5. El pacto respectivo no es susceptible de condición, plazo o
modo alguno.
La ausencia del primer requisito traerá consigo la nulidad re-
lativa del pacto, en consideración a que él está establecido en
atención a la calidad o estado de las partes. La ausencia de los
demás requisitos traerá aparejada la nulidad absoluta (por cuanto
ellos miran a la naturaleza del acto jurídico) o su inexistencia.
c.2) Efectos
a) CAUSALES
c) MEDIOS PROBATORIOS
A. CONCEPTO Y DEFINICION
B. CARACTERES
Ninguna duda puede asistir que, en este caso, uno de los cónyu-
ges es acreedor (derecho personal) del otro cónyuge, por una
suma que corresponde al 50% de la diferencia que se determine
entre las utilidades netas obtenidas entre uno y otro cónyuge. La
ley describe este “crédito” que, como se dijo, se paga luego de
cubierto el pasivo del cónyuge deudor y está amparado por un
privilegio de cuarta clase conforme lo establecido en el artícu-
lo 2481 Nº 3 del Código Civil.
El artículo 21 inciso primero de la Ley Nº 19.335, dice que se
trata de un crédito “puro y simple”, pero el inciso siguiente del
mismo artículo desmiente lo anterior, ya que puede el deudor
obtener un plazo de hasta un año completo, cuando su pago
inmediato causare grave perjuicio al cónyuge deudor o a los hijos
comunes, y ello se probare debidamente. En este evento, el crédi-
to se calculará en unidades tributarias mensuales, sin intereses, y
se asegurará por el propio deudor o un tercero, debiendo el cón-
yuge acreedor quedar “de todos modos indemne”. No se trata,
entonces, de un crédito “puro y simple”, sino susceptible de que-
dar sujeto a un plazo, reajustes y caucionado a satisfacción del
tribunal competente.
D. REGIMEN PACTADO
1. NULIDAD
2. INOPONIBILIDAD
F. DETERMINACION Y CALCULO
DE LOS GANANCIALES
2. PATRIMONIO FINAL
a.1) Deducciones
les que uno y otro hayan obtenido’”.65 Es una lástima que la Ministra
no haya advertido que los casos contemplados en el artículo 15 de
la ley corresponden a actos inoponibles que, atendido el efecto
que generan (aumentar imaginariamente el patrimonio final de
cada cónyuge), constituyen, ciertamente, restricciones a la libre
administración de los bienes de cada cónyuge.
El mismo autor, más adelante, señala que:
“Por su parte, el Profesor de Derecho Civil señor Carlos Peña G., en
esa misma oportunidad, señala que ‘el régimen de participación en los
gananciales conoce dos alternativas (debió decir dos opciones) en el derecho
comparado: la primera establece que al finalizar el régimen de bienes se
forme entre los cónyuges o entre el cónyuge sobreviviente y los herederos del
fallecido, una comunidad de bienes. La segunda, establecida por modo
supletorio en los códigos alemán y francés, dispone que al finalizar este
régimen nace un crédito de participación, permaneciendo los patrimonios
de los cónyuges separados’. No cabe duda, por consiguiente, que el régimen
establecido por la ley adopta esta última modalidad y al no formarse una
comunidad a su término, es claramente un régimen de separación de
bienes”.66
Recapitulando, entonces, diremos que de la presunción esta-
blecida en el artículo 12 de la Ley Nº 19.335 no se deduce comu-
nidad de bienes muebles, sino incorporación de todos los bienes
muebles adquiridos durante el régimen, al patrimonio final de
cada uno de los cónyuges. Serán ellos, por lo tanto, los llamados a
acreditar que se han adquirido a título lucrativo, que son de aque-
llos señalados en el artículo 8º, o de derechos sobre bienes adqui-
ridos por ambos cónyuges en comunidad (artículo 10).
H. CREDITO DE PARTICIPACION
1. CARACTERISTICAS
L. SITUACION TRIBUTARIA
M. JUICIO CRITICO
lia, y los muebles que guarnecen el hogar, y que han sido objeto
de una declaración judicial en tal sentido (afectación). Esta defini-
ción se desprende de lo previsto en el artículo 141 del Código
Civil.
De ella se sigue que este instituto supone la concurrencia de
dos elementos diversos: uno material y uno normativo. El primero
dice relación con la naturaleza de los bienes que pueden ser afec-
tados, y el segundo con la existencia de una sentencia judicial que
reconozca la calidad señalada.
1. ELEMENTO MATERIAL
2. ELEMENTO NORMATIVO
B. CONCEPTO DE FAMILIA
C. CARACTERISTICAS
2. EFECTOS DE LA AFECTACION
L. PROBLEMA DE CONSTITUCIONALIDAD
DE LOS BIENES FAMILIARES
M. COMPAGINACION LEGAL
A. COMENTARIO GENERAL
Enrique Barros Bourie. Editorial Jurídica de Chile. Año 1991. Págs. 53 y siguien-
tes.
EPILOGO 317
B. VALORES ESENCIALES
E. OBSERVACIONES FINALES
INTRODUCCION……………………………………………………7
330
c.1.1) Recompensas que la sociedad debe a los
cónyuges………………………………………..103
c.1.2) Recompensas que los cónyuges deben a la
sociedad…………………………………………103
c.1.3) Recompensas que un cónyuge debe al
otro……………………………………………...104
c.2) Renunciabilidad...............................................104
c.3) Establecimiento y valorización……………….105
c.4) Regla programática…………………………...105
c.5) Preferencia……………………………………105
c.6) Renuncia a los gananciales…………………...106
3. Principios generales…………………………………..106
F. Administración ordinaria de la sociedad conyugal……..107
1. Administración ordinaria……………………………..108
a) Facultad del marido………………………………..110
b) Restricciones impuestas en la ley a las facultades del
marido………………………………………………...112
c) Forma y requisitos de la autorización……………..113
d) Formas en que debe suplirse la autorización……...114
e) Sanciones establecidas en la ley por falta de
autorización…………………………………………..115
f) Casos en que puede la mujer intervenir directamente
en la administración de los bienes sociales…………..118
g) Algunos problemas que surgen de esta normativa..120
2. Administración durante la sociedad conyugal de los
bienes propios del marido y los bienes propios de la
mujer…………………………………………………….124
a) Bienes propios de la mujer………………………...124
331
a.1) Facultades del marido en la administración de los
bienes propios de la mujer………………………...126
a.2) Actos que ejecuta el marido por sí solo………127
a.3) Actos que el marido no puede ejecutar por sí
solo………………………………………………...128
a.4) Requisitos para realizar los actos que no puede
ejecutar el marido por sí solo……………………...130
a.4.1) Gravar o enajenar bienes raíces y
muebles………………………………………..130
a.4.2) Arrendamientos y cesión de la tenencia por
largo plazo……………………………………..131
a.4.3) Partición provocada por el marido en una
sucesión o comunidad en que tiene interés la
mujer…………………………………………..131
a.4.4) Nombramiento de partidor……………...131
a.4.5) Subrogación de bienes de la mujer……..132
a.5) Sanción por la falta de requisitos dispuestos en la
ley………………………………………………….133
3. Actos celebrados por la mujer durante la sociedad
conyugal sobre sus bienes propios administrados por el
marido…………………………………………………...137
4. Aceptación y repudiación de asignaciones y
donaciones………………………………………………140
5. Derechos de la mujer en una sociedad colectiva civil o
comercial………………………….…………………….142
6. Modificación convencional de las normas legales sobre
funcionamiento de la sociedad conyugal………………..144
7. Administración ordinaria ejercida por la mujer………146
G. Administración extraordinaria de la sociedad conyugal..148
332
1. Características de la administración extraordinaria…..148
2. Personas que ejercen la administración
extraordinaria…………………………………………....149
a) Administración ejercida por la mujer……………..149
a.1) Facultades de la mujer en la administración
extraordinaria de la sociedad conyugal……...…….152
a.1.1) Bienes sociales………………………….152
a.1.2) Bienes propios de la mujer……………..152
a.1.3) Bienes propios del marido……………...153
a.2) Efectos de los actos ejecutados por la mujer…153
b) Administración ejercida por un tercero…………...154
b.1) Facultades del administrador…………………154
c) Administración ejercida por el síndico de quiebras.154
3. Término de la administración extraordinaria………...155
H. Disolución de la sociedad conyugal…………………….157
1. Causales que suponen la extinción del matrimonio….157
a) Cuando ocurre la muerte natural de cualquiera de los
cónyuges……………………………………………...157
b) Cuando se declara la nulidad del matrimonio por
sentencia judicial ejecutoriada……………………….157
2. Causales que no suponen la extinción del
matrimonio…………………………………….………..158
a) Declaración de muerte presunta…………………...158
b) Sentencia de divorcio perpetuo……………………161
c) Sentencia de separación de bienes………………...162
d) Pacto de separación total de bienes o de participación
en los gananciales…………………………………….167
3. Efectos de la disolución de la sociedad conyugal……167
4. Renuncia a los gananciales…………………………..169
333
a) Renuncia a los gananciales después de disuelta la
sociedad conyugal……………………………………170
b) Efectos de la renuncia a los gananciales…………..171
c) Características especiales de la renuncia a los
gananciales…………………………………………...172
5. Aceptación de los gananciales………………………..174
a) Requisitos de la aceptación………………………..174
b) Efectos de la aceptación…………………………...174
I. Liquidación de la sociedad conyugal……………………176
1. Inventario y tasación………………………………….178
a) Clases de inventarios………………………………179
b) Sanciones………………………………………….180
c) Efectos del inventario y tasación solemnes………..181
2. Formación del acervo bruto…………………………..181
3. Formación del acervo líquido………………………...182
4. Distribución de los gananciales y de las deudas sociales
en su caso………………………………………………..186
a) Distribución de los gananciales……………………186
b) Distribución de las deudas sociales………………..187
c) Beneficio de emolumentos………………………...188
5. Adjudicación de bienes………………………………189
J. Juicio crítico sobre la sociedad conyugal………………..189
335
C. Bienes que la mujer administra separada del marido por
convención matrimonial…………………………………...219
1. Caracteres de este régimen anexo……………….….220
2. Efectos………………………………………………220
3. Justificación…………………………………………221
337
J. Pactos lícitos y pactos prohibidos en el régimen de
participación……………………………………………….271
K. Causales de terminación del régimen de participación en
los gananciales……………………………………………..274
1. Causales que suponen la extinción del matrimonio….274
2. Causales que no suponen la extinción del matrimonio275
L. Situación tributaria……………………………………...276
M. Juicio crítico……………………………………………277
338
4. Demás reglas aplicables……………………...………296
K. Constitución de derechos de usufructo, uso o habitación
sobre los bienes familiares…………………………………296
L. Problema de constitucionalidad de los bienes familiares.299
M. Compaginación legal…………………………………..301
IX. EPILOGO……………………………………….313
A. Comentario general……………………………………..316
B. Valores esenciales………………………………………321
C. Principios básicos del nuevo sistema…………………...321
D. Complementación del sistema………………………….325
E. Observaciones finales…………………………………...327
339