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rE ————_.——[— XIX INTRODUCCION DEL GRAN OTRO Por qué no hablan los planetas. La paranoia post-analitica. Elesquema en Z. Del otro lado del muro del lenguaje. Reconstitucion imaginaria y reconocimiento simbélico. Por qué hay formacion de analistas. La ultima vez los dejé con una pregunta quizas un tanto ex- trafia, pero que estaba en la linea de lo que les venia diciendo: {por qué no hablan los planetas? No somos en absoluto semejantes a planetas, cosa que po- demos comprobar en todo momento; pero esto no nos apie olvidarlo, Permanentemente.tendemos _a razonar_sobre_los hombres como si 4 de Tunas, calculando sus masas, su, Bravitacion, No es ésta una ilusion exclusiva de los eruditos: es especial- Mente tentadora para los politicos. a Pienso en una obra olvidada y que no era tan ilegible, pues Probablemente no era su autor quien la firmé: se llamaba Mein ‘ampf. Pues bien, en esta obra del tal Hitler, que ha perdido mucho de su actualidad, se hablaba de las relaciones entre los 553 Escaneado con CamScanner INARIO; SIMBOLICO MAS ALLA DE LO IMAGI. hombres cual si fuesen relaciones entre unas. Y estamos tenta. es una psicologia y un psicoanilisis de lunas, siempre de hacer una | ) ‘ ¢ soando sn percibir la diferencia basta con remitirse inmedia- tamente a la experiencia. - ; Por semplo. rara vez estoy contento. En la altima reunion no lo estuve en absoluto, porque intenté a sin duda dema- siado alto, y estos aleteos tal vez no fueron lo que les habria dicho si todo hubiese estado bien preparado. Sin embar Bo, al- gunas personas benevolentes, las que me acompanan a la salida, me dijeron que todo el mundo estaba contento. Posicién, su- pongo, muy exagerada. No importa, ast me dijeron. En ese momento, por lo demés, no quedé convencido. Pero, jvamos! Me hice esta reflexidn: si los otros estan contentos, eso es lo principal. En esto difiero yo de un planeta. No es simplemente que me hago esta reflexion, ademas es verdad: lo esencial es que ustedes estén contentos. Diré atin més: al serme corroborado que estaban contentos, pues bien, Dios mio, me puse contento yo también. Pero, de todos mo- dos, con una pequeiia diferencia. No del todo contento-con- tento. Hubo un espacio entre ambos. En el lapso de darme cuenta de que lo esencial es que el otro esté contento, yo habria seguido con mi no-contento. Entonces, gen qué momento soy verdaderamente yo24En el momento en que no estoy contento, o en.el momento en que estoy conterito“porque los otros estan contentas? Cuando se trata del hombre, tal relacion entre la satisfaccion del sujeto y la satisfaccién del otro —entiéndanlo bien, en'su forma masradi- cal siempre est en tela de juicio. . sane ob ks engate Tose en F s engane. Tomé este ejemplo porque me habia jurado tomar el primero que aparecier. 1, ue los dejé la vex pasada, Pero espero haceriee ter hoy que set errado creer que se trata agai spero hacerles ver hoy que seri# ‘a aqui del mis: 0 del “que a veces les hablo, ese MO otro que ese otro ee Precisos, su imagen, ee hee que es el yo, 0, para ser mas no satisfaccién y la Satistaceia., una diferencia radical entre ™ n supuesta del otro. No hay im 354 Escaneado con CamScanner INTRODUCCION D, GRAN OTRO en de identidad, reflexividad, sino relacion de alteridad fund mental. ae * Hay que distinguir, por lo menos, dos otros: uno con una A mayuscula, y otro con una a minuscula quc_es el yo. En |; ancion de la palabra de quien se trata es del Otro * ; aa ee ser eenpacaaas Como de'costum- re, NO P nO a nivel de nuestra experiencia. Re- comiendo calurosamente, a quienes deseen ejercitarse en pe- quefias operaciones mentales destinadas a ablandarles las arti- culaciones, la lectura, a todas luces util, del Parménides, donde la cuesti6n del uno y el otro fue enfrentada del modo mis vigo- oso Y sostenido. Por este motivo, es sin duda una de las obras més incomprendidas, cuando después de todo basta para ello con las facultades medias —y no es decir poco— de un desci- frador de palabras cruzadas. No olviden que muy formalmente les aconsejé en un texto hacer palabras cruzadas. Lo nico esencial es atender hasta el final en el desarrollo de nueve hipo- tesis. Sdlo se trata de eso, de prestar atencién. No hay cosa en el mundo mas dificil de obtener del lector medio, debido a las condiciones en las que se practica ese deporte de la lectura. Aquel de mis alumnos que pudiera consagrarse a un comenta- tio psicoanalitico del Parménides, haria algo util y permitiria orientarse.en muchos problemas a la comunidad. Volvamos a nuestros planetas. Por qué no hablan? ¢Quién quiere articular algo? . . Sin embargo, hay muchas cosas que decir. Lo curioso no es que ustedes no digan ninguna, sino que no muestren darse cuenta de que las hay a montones. Si sdlo osaran pensarlo. Sa- ber cudl es la altima de las razones no es demasiado importante. Pero es seguro que si se intenta enumerarlas —cuando les pedi que lo hicieran yo no tenia ninguna idea preconcebida sobre la Manera en que eso se podia exponer—, las razones que se nos Presentan estan estructuradas como aquellas cuyo juego ya en- 1. Las A y a son, como es sabido, las iniciales respectivas de Autre, “Otto», y autre, «otro». (T.] 35S Escaneado con CamScanner “N AGINARIO, LO SIMBOLICG MAS ALLA DE LO IM: ‘reud, a sa varias veces en la obra de Fr Aber, las yy contramos va no de la inyeccion de Irma a propdsito del cg voca en el sucii¢ blan: primero, 5 do. Los planetas no hal F Porque ny, dero agujerea tienen nada que cero, porque se i Las tres cosas son ciertas, y po importantes relaciones respecto a lo que ae a Planeta, os decir, eso que he escogido como término de referencia Para mostrar lo que nosotros no somos. Le hice la pregunta a un eminente filésofo, uno de los que vinieron este aio a darnos una conferencia. El se ha Ocupado mucho de la historia de las ciencias, y formul6 sobre el Newto- nismo las reflexiones mas pertinentes y profundas que Pueda haber. Cuando nos dirigimos a personas que parecen €specia- listas, siempre nos decepcionamos, pero veran que yo no me decepcioné en realidad. La pregunta no parecid Presentarle demasiadas dificultades. Me contesté: Porque no tienen boca. En primera instancia, me decepcioné un poco. Siempre que uno se decepciona, esta equivocado. Nunca hay que decepcio- narse de las respuestas que se reciben, porqu S)UnO-Se degen. ciona,“estupendd, prueba de que fue una verdadera. respuesta, es decir, aquello que precisamente no esperabamos, “Este punto importa mucho para el problema del otro. Te- nemos demasiada tendencia a dejarnos hipnotizar por el lla- mado sistema de lunas, y a modelar nuestra idea de la respuesta sobre lo que imaginamos cuando hablamos de estimulo-res- puesta. Cuando obtenemos la respuesta que esperabamos, {es de verdad una respuesta? He aqui otro nuevo problema, pero Por ahora no me abandonaré a €ste-pequefio entretenimiento. En tesumidas cuentas, la respuesta del fildsofo no me de- cepciond. Nadie esté forzado a entrar en el laberinto de la pre- volver, Pee ie las tres razones que mencioné, au puede entrar en ‘de ‘a8, porque son las verdaderas. ees io es sumamente ese areeeg buesta cualquiera, y la que se a esclarecedora, siempre y cuando se la s¢P’ decir; segundo, porque no tienen tiempo; t¢, los ha hecho callar. . drian permitirnos desarrolla, 356 Escaneado con CamScanner soy psiquiatra, No tengo boca: oimos esto al comi en los primeros servicios de PSiquiatria a los como unos despistados. En medio de ese mundo a llegamos encontramos con damas muy afiejas, con vier ote ae cuya primera declaracién ante Nosotros es: No ten io Ellas nos hacen saber que tampoco tienen estéma ee eae ho moriran nunca. En sintesis, tienen una Atoaademds grande con el mundo de las lunas. La tnica diferencia ec ac parr esas afigjas damas, victimas del llamado sindrone de Co. 0 delitrio de negacién, al fin’ yal cabo es verdad, Estan jdentificadas con una imagen donde Filta toda hiancia, toda as- piracién, todo vacio del deseo, o sea, justamente lo que consti- tuye la propiedad del orificio bucal. En la medida en que se opera la identificacién del ser con su imagen pura y simple, tampoco hay sitio para el cambio, es decir, para la muerte, De eso se trata en su tema: estan muertas y a la vez ya no pueden morir, son inmortales, como el deseo. En la medida en que aqui el sujeto se identifica simbélicamente con lo imaginario, realiza en cierto modo el deseo. tampoco.tengan boca y sean inmortales es_, algo de otro orden: no se puede decir que sea verdad, es real. No és cuestion de que las estrellas tengan boca. Yr al menos: para nosotros, el término inmortal se ha vuelto, con el tiempo, puramente metaférico. Es indiscutiblemente real que la estrella no tiene boca, pero a nadie se le ocurriria pensar en ello, si no hubiera, para observarlo, seres provistos de un aparato de pro- ferir lo simbélico, a saber, los hombres. oo. Las estrellas son reales, integramente reales, en principio, en ellas no hay absolutamente nada del orden de una alteridad a ellas mismas, son pura y simplemente lo que son. El'hecho de que las encontremos siempre en el mismo lugar es una de las tazones por las que no hablan. . Han Observado que de vez en cuando oscilo entre los plane, 4% y las estrellas, Esto no es casual. Porque el siempre en el 357 Escaneado con CamScanner MAS ALLA DE LO IMAGINARIO, LO SIMBOLICO mismo lugar no nos lo mostraron primero los planetas, sino las estrellas. El movimiento perfectamente regular del dia sidera| es, con seguridad, lo que por vez primera permitio a los hom. bres experimentar la estabilidad del cambiante mundo que los rodea, y comenzar a establecer la dialéctica de lo simbélico y |g real, donde lo simbélico brota aparentemente de lo real, lo cual naturalmente no esta mas justificado que el pensar que las Ila- madas estrellas fijas giran realmente alrededor de la Tierra. De igual modo, no deberia creerse que los simbolos han salido efectivamente de lo real. Pero no por ello es menos asombroso advertir hasta qué punto esas singulares formas fueron cauti- vantes, formas cuyo agrupamiento, al fin y al cabo, nada justi- fica. Por qué vieron los humanos a la Osa Mayor como tal? ¢Por qué las Pléyades son tan evidentes? ;Por qué se vio a Orién del modo en que se lo vio? Seria incapaz de decirlo. No creo que esos puntos luminosos alguna vez hayan sido agrupa- dos de otro modo, se lo pregunto. Este hecho no dejé de jugar su papel en las de la mmidath-Gue por oa nee Por otra parte dis 0s mal. Esos signos se perpetuaron.en.farma tenaz_ hasta la actuialidad, lo que constituye un ejemplo singularisimo de'la forma en que lo simbélico atrapa..Las.célebres propieda—_ des de la forma no parecen en absoluto convincentes para ex: plicar el modo en que hemos agrupado las constelaciones. Dicho esto, ‘habriamos estado perdiendo el tiempo, pues no hay nada fundado en esa aparente estabilidad de las estrellas que encontramos siempre en el mismo lugar. Hicimos eviden- temente un progreso esencial cuando nos percatamos de que habia cosas que, por el contrario, realmente estaban en el mismo lugar, cosas que se divisaron primero bajo la forma de planetas errantes, y nos percatamos de que no era sélo en fun- cién de nuestra propia rotacién, sino que realmente una parte de los astros que pueblan el cielo se desplazan y reaparecen siempre en el mismo lugar. Esta realidad es una primera raz6n para que los planetas no hablen. Sin embargo, seria un error creer que sean tan mudos. Lo son tan poco que durante mucho tiempo se los confundié 358 Escaneado con CamScanner INTRODUCCION DEL GRAN OTRO con los simbolos naturales, Nosotros | seria un gran error no Preguntarnos, — hecho hablar, Durante muchisimo tiempo y hasta una é mO ¢s esto posible. Jes qued6 el residuo de una suerte de cies muy avanzada, pérnico, quien sin embargo realizé un ae Co- terminacin de la perfecta regularidad del m isivo en la de- astros, pensaba todavia que si un cuerpo eee los I, Lana no dejaria de estre estuviera en : y te hacer los mayores esfuerzos por volver a casa, es decir, ala Tierra, y que, inversamente, un cuerpo lunar no pararia hasta emprender nuevo vuelo hacia su tierra ma- terna. Esto les prueba cudn largo tiempo persistieron estas no- ciones, y que es dificil no hacer seres con realidades. Finalmente llego Newton. Ya hacia un tiempo que esto ve- nia preparandose: no hay mejor ejemplo que la historia de fas Gencias para mostrar hasta qué punto el discurso humano es Tmiversal. Newton acabo'p ‘or dar la formula définitiva alrede- -d6F%e la cual todo el mundo ardfa desde hacia un siglo. Hacer- fos callar; Newton lo consiguié. definitivamenté.. El silencio Sterno de los espacios infini 0s, que, caus; a, ‘spanto.s Pascs és algo sdqain lespués de Newton: las estrellas no hab! lan, fos planétas son mudos porque. se, los ha hech yetdidera razén, pues finalmente nunca se sabe lo que puede Scurfir con una realidad. Por qué no hablan los planetas? Es realmente una pre- gunta. Nunca se sabe lo que puede ocurrir con una realidad, hasta el momento en que se la ha reducido definitivamente ins- 4 definitivamente seguro ibié lenguaje. Sdlo se esta Soe ke planets ne bln a partir del momento en que se i fa les ha cerrado el pico, 0 Sea, apartir del nomena ia we fe newtoniana produjo la teoria del campo un! , rfecta- re és pero que ya era pel completo despues Pe 4 forma que sé ea Ea todas las mentes humanas. La teoria del mente satisfactor } ravitacion, que Meno una es Tum ue mae i e ha my i cialmente en que & ‘ nstituido por Seen en un lenguaje ultrasimple co} P todo es > tres letras. 359 Escaneado con CamScanner MAS ALLA DE LO IMAGINARIO, LO SIMBOLICO Las mentes contempordneas opusieron toda clase ee obje- ciones: esta gravitacién es impensable, pa se vio al bo asi, una accion a distancia, a través del vacio, toda accién, por efi nicién, es entre términos proximos. jSi supieran hasta qué punto el movimiento newtoniano es una cosa inconcebibl le cuando se lo examina con iidado! Verian que operar con no- Gones contradictorias no es privilegio del psicoandlisis. El mo- SHENG TewTomane utiliza el tiempo, pero el tiempo de la fisica no inquieta a nadie, porque en nada concierne realidades: se trata del justo lenguaje, y no es posible considerar el campo unificado de otro modo que como un lenguaje bien hecho, una sintaxis. Por ese lado estamos tranquilos: todo lo que entra en el campo unificado no hablaré nunca mas, porque se trata de rea- lidades completamente reducidas al senguases Creo que perci- ben aqui Ja oposicidn existente entre palabra y_ lenguaje.7 ~~ . o crean que nuestra postura a de todas [as réalida- des haya arribado a este punto de reduccién definitiva, perfec- tamente satisfactorio; empero: si los planetas, y otras cosas del mismo orden, hablaran, vaya discusién la que se oiria, y el espanto de Pascal tal vez se convertiria en terror. De hecho, cada vez que tenemos que vérnosla con un resi- duo de accién, de accién verdadera, auténtica, con ese algo nuevo que surge de un sujeto —y para ello no hace falta que se trate de un sujeto animado—, nos hallamos ante algo frente alo cual el inico que no se espanta es nuestro inconsciente, Porque dado el punto en el que actualmente se desarrollan los progre- sos de la fisica, errado seria imaginarse que esto estaba previsto de antemano, y que al atomo, al electron, ya se les ha cerrado el pico. De ninguna manera. Y es evidente que no estamos aqui Para acompafiar las ensofiaciones, a las que la gente no deja de abandonarse, de la libertad. No se trata de eso. Esta claro extrafio es del lado del lenguaje. A que donde se produce algo esto se reduce el principio de 2. Vease la N. de T. 1 del Capitulo XXII. [T.] 360 Escaneado con CamScanner eisenberg. Cuando se consigue deter; ¢ del sistema, no se pueden formular los otros. Cuand habla del lugar de los clectrones, cuando se les orden lo se darse abi, siempre en el mismo lugar, ya no se sab, a que- | dénde acabé lo que ordinari sabe en abso- juto . : Ginariamente llamamos su veloci- dad. A la inversa, si se les dice: Pues bien, de acuerdo, usted se desplazan todo el tiempo de la misma manera, ya no *e red en absoluto donde estan. No estoy diciendo que siempre he. mos de quedarnos en esta posicién eminentemente burlona, pero hasta nueva orden podemos decir que los elementos no responden alli donde se los interroga. Para ser mds exactos: si se los interroga en alguna parte, es imposible captarlos en conjunto. El problema de saber si hablan no queda resuelto por el solo hecho de que no responden. No estamos tranquilos: un dia algo puede sorprendernos. No caigamos en el misticismo, no acabaré diciendo que los atomos y los electrones hablan. ¢Pero, por qué no? Todo es como si. En todo caso, la cosa se demostraria a partir del momento en que comenzaran a mentir- nos. Si los 4tomos nos mintieran, si se las dieran de listos con nosotros, quedariamos justificadamente convencidos. Palpan aqui de qué se trata: de los otros como tales, y no simplemente en tanto reflejan nuestras categorias a priori y las formas mas 0 menos transcendentales de nuestra intuicién. Son cosas en las que preferimos no pensar: empezaran a removérsenos dentro, miren a dénde I Yano sabriamos dénde estamos, hay que decirlo, y en eso pen- saba todo el tiempo Einstein, sin dejar de maravillarse. Recor- daba sin cesar que el Todopoderoso es un poquito astuto pero de ninguna manera deshonesto. Por otra parte, esto ¢s Ete que permite, porque ahi se trata del Todopoderoso Ba ee lacer ciencia, o sea, finalmente, reducir al Todopodero: silencio, ™inar uno de los pun- si alguna vez llegariamos. 561 Escaneado con CamScanner MAS ALLA DE LO IMAGINARIO, LO SIMBOLICO 2 —$— $$ Ka rrrrrinrn — Tratandose de esa ciencia humana por excelencia llamada | psicoanilisis, gnuestra meta es Megar al campo unificado y ha- | cer de los hombres lunas? ¢Acaso los hacemos hablar tanto sélo | para hacerlos callare erp a OS OF Otra parte, la interpretacion mas correcta del fin de |g historia que Hegel evoca, es que se trata del momento en que los hombres ya no tendran més cosa que hacer que cerrarla, ¢Es esto retornar a una vida animal? Son animales los hombres que acabaron no teniendo necesidad del lenguaje? Grave problema, que no me parece resuelto en ningiin sentido. De todos modos, la cuestién de saber cuél es el final de nuestra practica se halla en el centro de la técnica analitica. Al respecto se cometen erro- res escandalosos. Lei por primera vez un articulo muy simpatico sobre lo que Iaman la cura-tipo. Necesidad de mantener intactas las faculta- des de observacién del yo, lo veo escrito en negrita. Se habla de un espejo, que es el analista: no esta mal, pero el autor lo que- rria viviente. Me pregunto qué es un espejo viviente. Si el po- bre iviente es porque siente que en esta histo- 7 viente es porque siente EucIeniesta ria_hay alge ojea. ¢Dénde esta lo esencial del anatisis? ¢Consiste sis en la realizaciOn imaginaria del sujeto? El yo y el sujeto son confundidos, y se hace del yo una realidad, algo que es, como, se dice, integrative o sea que mantiene al planeta unido, Ese planeta no habla no sélo porque es real, sino porque no tiene tiempo, en sentido literal: el planeta carece de esta dimen- sién. ¢Por qué? Porque es redondo. La integracién es eso: el cuerpo circular puede hacer todo lo que se le ocurra, siempre 0 usd igual a si mism aY NOs propone como meta del anilisis redondear al yo darle la forma esférica en que habra integrado definitivamente todos ‘Sus estados disgregados, fragmentarios, sus miembros esparcidos, sus etapas Pregenitales, sus pulsiones parciales, a p Propueste? cecal ne Me sé Escaneado con CamScanner INTRODUCCION DEL GRAN OTRO andeménium de sus ego fragmentados ¢ innumerabl, [ ree del ego triunfante: tantos €80, tantos obj cae No todo el mundo pone lo mismn, eee de objeto, pero abordando las cosas Por el lado de la relacig d objeto y de las pulsiones Parciales, en lugar de situar citoen le lugar, en el plano imaginario, el autor del que hablo, y ue tn cierta época parecio prometer més, acaba nada menos ue en a erversion consistente en situar todo el Progreso del andlisis e1 la relaci6n imaginaria del sujeto con su diverso mas primitivo. Gracias a Dios la experiencia nunca fue llevada a su Ultimo tér- mino, no se hace lo que se dice que se hace, uno permanece muy por detrés de Sus metas. Gracias a Dios, uno yerra sus curas, y por eso el sujeto se salva, En la linea seguida por el autor al que me referia, puede demostrarse con el mayor rigor que su modo de concebir la cura de la neurosis obsesiva no tendria otro resultado que el de paranoizar al sujeto. Piensa que la aparicion de la psicosis es el abismo perpetuamente bordeado en la cura de la neurosis obse- siva. Dicho de otro modo, para este autor el neurdtico obsesivo es, en realidad, un loco. . Pongamos los puntos sobre las ies: ¢qué clase de loco es éste? Un loco que se mantiene a distancia de su locura, es decir, de la mayor perturbacién imaginaria posible. Un loco Para- noico. Decir que la locura es la mayor perturbaci6n imaginaria como tal no es definir todas las formas de locura: hablo del delirio y de la paranoia. Segtn el autor al que estoy leyendo nada de lo que el obsesivo cuenta tiene la menor relacion con lo que vive. Es el conformismo verbal, el lenguaje social lo que da Sostén a su precario equilibrio, equilibrio bien solide no aes tante, pues, ghay algo mis dificil de voltear que un ol fcr 7 Si el obsesivo resiste y se agarra en efecto con edi ite ra. Seria, al decir de este autor, porque la psicosis, la aa Cl6n imaginaria del yo, estaria ahi detras. Despraciada os Para su demostracién, el autor no puede Pe NO tiene nin- SlVo al que hubiese vuelto verdaderamente loco. ene te, 8una posibilidad de hacerlo: hay sdlidas razones p: © bajo el término telacién 363 Escaneado con CamScanner LO IMAGINARIO, LO SIMBOLICO MAS ALLA D' Pero al querer preservar, al sujeto de sus pee Presuntamente amenazadoras, conseguiria hacer lo a a muy lejos de ahi La cuestion de la paranoia post-analitica esta muy lejos de ser mitica. Para que la cura produzca una paranoia bien consis tente no es necesario extremarla demasiado. Por mi parte lo he visto en este servicio en el que estamos. Aqui es donde mejor s¢ lo puede ver, porque nos vemos llevados a empujarlos Paulati- namente hacia los servicios libres, pero de éstos suelen volver, y se integran en un serv io cerrado. Es algo que pasa. Para es0 no hace falta tener un buen psicoanalista, basta con creer firme- mente en el psicoanilisis. He visto paranoias que se pueden calificar de post-analiticas, y a las que se. puede llamar espontaneas. En un medio adecuado, donde reina una intensa preocupacion por los hechos psicoldgicos, un sujeto que de todos modos tenga alguna propensién a ello puede llegar a cer- carse de problemas incuestionablemente ficticios pero a los que les da consistencia, y en un lenguaje ya listo: el del psicoanali- sis, que recorre las calles. Un delirio crénico es algo que tarda muchisimo tiempo en ir haciéndose, el sujeto tiene que invertir en ello buena parte de su vida, en general un tercio de la misma. Debo decir que la literatura analitica constituye en cierto modo un delirio ready-made, y no es raro ver sujetos vestidos con esa ropa, de confeccién. El estilo, por asi decir, representado por estas personas, tan apegadas de boca cerrada al inefable miste- rio de la experiencia analitica, es una forma atenuada, pero su base es homogénea a lo que en este momento llamo paranoia. o Hoy auisiera Proponerles un pequeiio esquema que ilus- ‘ara los problemas suscitados po: i relyoyel lenguaje Y la palabra. P a laa) Este esquema no seria un €squema si presentara una solv: 364 Escaneado con CamScanner INTRODUCCION D, Ni siquiera es un modelo, E, $8 s6lo una mai 7 . wn inera de ue una imperfeccién de n fijar las bs ee F uestro espiritu discursivo re. jdeass q a. ano he vuelto a detenerme, pues Jgo que les es ya bastante familiar, a imaginario de lo simbdlico. iQué sabemos respecto al yo? cEs real el YO, €s una luna, o es una construcciOn imaginaria? Partimos de fa idea, que Jes ‘ago machacando desde hace tanto tempo, de que no bay oerde aprchonder cosa alguna de la dialéctica analitica si no ntiendo que se trata de en lo que distingue a lo 1a} Planteamos que el yo es una COnstruccién imaginaria. Nada le quita af pobre yo él hecho de que ‘sea imaginari diria inclusive que esto es lo que tiene de bueno. Si no fuera imaginario no seriamos hombres, seriamos lunas. Lo cual no significa que basta con que tengamos ese yo imaginario para ser hombres. También podemos ser esa cosa intermedia llamada loco. Un loco es precisamente aquel que se adhiere a ese imaginario, pura y simplemente. He aqui el esquema. Ses la letr, oe 1 sujet . er Toa S, pero también es el sujeto, ch. jeetath no el sujeto en su totalidad. Todo el uempo nes dan la aeeaue se lo aborda en su totalidad. gPor gue 7 a, afer s . ‘ * Nada sabemos de esto. ¢Es que han encontrac eee totales? Tal vez sea un ideal. Yo a ae oF mi Se omwenine faér ‘2.no soy total: Ustedes tampoco, 51 Tucramos. i v tariamos aqui, juntos, se] to, NO en su e, & 2uno § ia total por su lado y no Reo de orpanizarnos; como: lotalj, e lo auldad Sino en su abertura. Como de costumbre, no sa Ne 365 ~ Escaneado con CamScanner MAS ALLA DE LO IMAGINARIO, LO SIMBOLICO que dice. Si supiera lo que dice no estaria ahi. Esta ahi, abajo a la derecha. ? . Claro esta que no es ahi donde él se ve, esto no sucede nunca, ni siquiera al final del andlisis. Se ve en 4, y por eso tiene un yo. Puede creer que él es este yo,"t6do el mundo se queda meso y no ha’ manera de salir e al ll. ‘ ue. por, lo, nos éngefa el'anilisis es que el yo es una forma fundamental para la constitucion de lo Obst Et particular, ve bajo! Bajo Ja forma.del otro especular.a aquel que por Fazones que son estructurales llamamos su. semejante, Esa “forma det otto posee la mayor Telacion con su yo, es superpo- nible a éste y la escribimos a’. Tenemos, pues, el plano del espejo, el mundo simétrico de los ego y de los otros homogéneos. De él debe distinguirse otro plano, que llamaremos el muro del lenguaje. Lo imaginario cobra su falsa realidad, que sin embargo, es una realidad verificada, a partir del orden definido por el muro del lenguaje. El yo tal como lo entendemos, el otro, el se- mejante, todos estos imaginarios son objetos. Cierto es que. no son homogéuens san unas-constantemente cOrremos. el niesgp e olvidarlo, .Rera.san.efectivamente objetos, porque son nom- brados s como, tales enun sistema organizado, que es el del muro “del Tenguaje, eee t tiando el sujeto habla con sus semejantes lo hace en el len- guaje comin, que toma los yo imaginarios por cosas no simple- mente ex-sistentes, sino reales. No pudiendo saber lo que hay en Lea i eer Slerto miimeto..de.personajes, a’, a”. En la medida en ay e el Sujeto los pone. en relacidn. con. su -PrOpia imagen, aquellos 4 quienes les habla también son aquellos con quienes se identific Dicho esto, es preciso no omitir nuestra suposicidn basica la de los analistas: nosotros creemos que hay otros sujetos aparte de nosotros, que hay relaciones auténticamente intef- subjetivas. No tendriamos motivo alguno para pensarlo sino fuera por el testimonio de aquello coal Ja inter subjetividad: 1 . que caracteriza a i que el sujeto puede mentirnos. Es la prueba de“ 366 Escaneado con CamScanner INTRODUCCION DEL GRAN OTR ‘0 A digo que sea siva. No a ‘i acl tinico fundamento de la otro sujeto, oe que es su Prueba, En Ott0s termi realidad del imos, Aunos A142, que son [o que ne nos dit sodas Otros, verdaderos -Sujetos NO conocemos" Hos estan del otro lado del muro del lenguaje, all; en principio no los alcanzo jamis, Eundame Ne, alli donde apunto cada vez qui 1€ Pronuncio una ve sempre alcanzo aa’,a”, por reflexion: Ag Tapa ae pero, véfdaderos. sujetos, y tengo que contentarme con sombras, E] sujeto esta separado de los Otros, los verdaderos open del lenguaje. 7” > Por el muro eaSijla palabra se funda en la existencia del Otro, el verda- dero, el lenguaje est4 hecho Para remitirnos al otro objetivado, al otro con el que podemos hacer todo cuanto queremos, in- cluido pensar que es un objeto, es decir, que no sabe lo que dice. Cuando nos servimos del lenguaje, nuestra relacion con el otro juega todo“et tert resaambigti c r Wimunos,..cl lenguaje,sirve tanto para fundarnos en. el Oxro como para impedirnos radicalmente comprenderlo. Y de. esto precisamente se trata en la experiencia Sujeto no sabe lo que dice, y por las mejores razones, Porque no sabe lo que es. Pero se ve. Se ve del otro lado, de manera imperfecta, ustedes lo saben, a causa de la indole fun- damentalmente inacabada del Urbild especular, que no sélo es imaginario sino ilusorio. Sobre este hecho se basa la nflexion Pervertida que desde hace algin tiempo viene fare lo a a nica analitica. En esta Optica se aspiraria a que ¢ eae Merase todas las formas mds 0 menos fragmenta Re reu- tantes, de aquello en lo cual se cescaner ae eta niese todo lo. que vivi6,efectivaments en.e) &s4°0 PERT | Sus miembros esparcidos, sus puso £ “Jorge. de Carpass x “Ei obieios parciales; piensemn <8 cquenas caberas de i a itirle a este yo cobrar paar ravage ge ‘uerzas, réalizarse, ineegrarse, el pequen'”. fatto y lo ido de sx sigs OS BOLBEE @ ae ve Cr VY AD yA Te “G Escaneado con CamS¢anner MAS ALLA DE LO IMAGINARIO, LO SIMBOLICO pregnial necesriamenese leg sie de analisisdondel, conde fos obyctos parciales se lleva a. cabo por interme: Coe pease saber por qué, los autores ques sma conclusidn: el yo s6]o diode rap : optan por esta via Ilegan todos a la mi: uede reunirse y recomponerse por el sesgo del semejante que ¢] cere iene deakede sso dettas, eb-resultado no varia, “ET sujeto reconcentra su propio yo imaginario esencialmente resulta simplemente imaginari ‘del analista se concibe de mancra.expresa.como un encuentra de Youve, Song a peobeston Pore ana te Soleo ~s0s. En esta analisis siempre. entay Planificado en el plano de la obi etividad ‘dad. Lo que hay que procu- Tar, como se escribe, es que el sujeto pase de una realidad psi- quica a una realidad verdadera, es decir, a una luna recompuesta en lo imaginario, y muy exactamente, como tampoco se nos disimula, sobre el modelo del yo del analista. Existe suficiente coherencia como para adyertir gue no es cuestion de adoctrinar ir derepresentar lo que debe hacer uno en el mundo. Donde se ‘opera es, obviamente, en el plano de lo. imaginario. Por-egp; tiada’se apreciara més que lo que se situa mas alla de lo conside- rado ilusion, y..n0,muro,,del.lenguaje: la vivencia inef: Entre los pocos ejemplos clinicos aportados hay uno breve, muy gracioso, el de la paciente aterrada ante la idea de que el analista sepa lo que guarda en su maleta. Ella lo sabe y al mismo tiempo no lo sabe. Todo lo que puede decir es dejado de lado por el analista frente a esta inquietud imaginaria. Y de pronto se ie ate ahi i lo Gnico importante: ella teme que e que tiene en el vientre, es decir, ¢ eee a fe que simboliza su objeto parcial. ‘on de la asuncién imaginari F iales : 0 aria de | jetos parciale: Por intermedio de la fj sce P; 4 ; gura del analista culmina en una suerte olin on ee Deas el titulo que dio Baltasar Gra- imaginaria del analista, Siento esti, €N una consumacion cabeza con el ane Singular comunién: en la carniceria, * ¢t perejil en la nariz, 0 incluso el pedazo recortad? 368 4 Escaneado con CamScanner INTRODUCCION DEL GRAN OTRO encl calz6n, y como decia Apollinaire en 1, resias, Mange les pieds de ton analyste a Iq fundamental del analisis. {No hay una concepcidn diferente del anilisis que Fl concluir que éste es algo diferente de la reconstituis race arcializacion fundamental imaginaria del sujeto? i6n de una en efecto. Es una de las dimen- erar por identificacid : t on, a[sujeto su propio yo Les ahorro los detalles, ero es induda- le que €' analista puede, mediante cierta inter retacion de las Fesistencias, mediante cierta reduccion de I; iencia total lel analisis = elemen tos exclusivamente ima, inarios, llegar a proyectar sobre el Paciente las diferentes Caracteristicas de su ode analista; y Dios sabe qu : ellas puede una ‘manera que reaparece al final de los ndlisis. Lo que Freud nos < enseno es exactamente lo opuesta,. ~Sise Forman analistas es para que haya sujetos tales que ent ellos el yo esté ausente. Este es el ideal del anilisis, que, desde g Se 5 mamelles de Ti. meme sauce, teoria luego, es siempre virtual. Nunca hay un sujeto sin yo, un sujeto plenamente realizado, pero es esto lo que hay que inten- tar obtener siempre del sujeto en anilisis. E] andlisis debe apuntar al paso de una verdadera palabra, que retina al sujeto con otro sujeto, del otro lado del muro del lenguaje. Es la relacién ultima del sujeto con un Otro verda- dero, con el Otro que da la respuesta que no se espera, que define el punto terminal del andlisis. Durante todo el tiempo del anilisis, con la sola condicién de que el yo del analista tenga a bien no estar ahi, con la sola condicién de que el analista no sea un espejo viviente sino un €spejo vacio, lo que pasa, pasa entre el yo del sujeto —en apa- tiencia siempre habla el yo del sujeto— y los otros. Todo el Progreso del anilisis radica en el desplazamiento progresivo de sa relacién, que el sujeto puede captar en todo instante, re allé del muro del lenguaje, como transferencia, que es de ély Sy 3. «Cémete los pies de tu analista en la misma salsa.» [T.] 369 Escaneado con CamScanner MAS ALLA DE LO IMAGINARIO, LO SIMBOLICO donde no se reconoce. No se trata de reducir, como se esctibe esa relacién, sino de que el sujeto la asuma en su lugar, F anil. sis consiste en hacerle tomar conciencia d sus relaciones, ry \con el yo del analista, sino con todos es Otros que son suc | ¥erdaderos garantes, y que no ha reconocido. Se trata de quea] Sujeto descubra de una manera progresiva a qué Otro se dirige (A verdaderamente auin_sin_saberlo,.y.de.que asuma progresiva- ny Ynente las relaciones de.transferencia.en.el lugar en que est4 by, WF mde en un principio no sabia.que estaba. fa frase de Freud, Wo Es war, soll Ich werden, puede jarsele dos sentidos. Tomen a este Es como la letra S. Alli est, iempre estd alli. Es el sujeto. Se conoce 0 no se conoce. Esto ni iquiera es lo mds importante: tiene o no tiene la palabra. Al inal del andlisis es él quien debe tener la palabra, y entrar en elacién con los verdaderos Otros. Ahi donde el S estaba, ahi el ‘ch debe estar. Es ahi donde el sujeto reintegra auténticamente sus miem- bros disgregados, y reconoce, reunifica su experiencia. En el transcurso de un anilisis puede haber algo que se forma como un objeto. Pero este objeto, lejos de ser aquello de que se trata, no es mas que una forma fundamentalmente alie- nada. Es el yo imaginario quien le da su centro y su grupo, y es perfectamente identificable a una forma de alienacion, pariente de la paranoia. Que el sujeto acabe por creer en el yo es, como tal, una locura, Gracias a Dios, el analisis lo consigue muy rara yeZ;"pero tenemos mil pruebas d To Sa en Coa'di- P pruebas de que se lo impulsa en Se 2 reccion. ernie Nuestro programa para el afio proximo sera: equé quiere decir Paranoia?, ¢qué quiere decir esquizofrenia? Paranoia, 4 diferencia de esquizofrenia, esta siempre en relacién con la alie- naci6n imaginaria del yo, -25 DE MAYO DE 1955, 370 | Escaneado con CamScanner

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