EL INFOENTRETENIMIENTO

Por Mario Maraboto

Hace algunos días el mundo estuvo expectante ante la búsqueda del sumergible Titán que,
con seis personas a bordo perdió contacto con la superficie al buscar los restos del Titanic.
Durante varios días, medios de comunicación y redes sociales dieron seguimiento al tema
hasta que se declaró que la nave implosionó y los tripulantes fallecieron.

Cada vez que surge un evento de alto impacto producido por accidentes, situaciones de
interés humano, o curiosidades que rompen con el statu quo de una comunidad, sucede lo
mismo. Lo vimos, por ejemplo, en el recate de los mineros chilenos atrapados durante 17
días, los mineros mexicanos en Pasta de Conchos y El Pinabete, el homicidio de un
renombrado conductor en televisión, o, años atrás, con la explosión de la nave espacial
Challenger, o ante severas afectaciones producidas en alguna localidad por catástrofes
naturales.

En cada caso, surge la pregunta: ¿todo el seguimiento informativo era por afán noticioso,
por preocupación por los seres humanos o simplemente por morbo? Creo que siempre
hay de todo un poco. Joseph Pulitzer dejó en su testamento el premio periodístico que
lleva su nombre, pero también dejó otras herencias periodísticas: el amarillismo y el
infoentretenimiento, dos géneros que caminan sobre la delgada línea que separa la
información del espectáculo.

El infoentretenimiento, fuera de las “conferencias” mañaneras del presidente y de

programas nocturnos en donde se combina información con entretenimiento, alude a la
tendencia de los medios electrónicos a presentar la información como espectáculo con el
objetivo de captar, mantener audiencia y ganar rating. De acuerdo con el Dictionary of
Mass Communication and Media Research, se trata de un “contenido multimedia basado
en información que incluye aspectos de entretenimiento, en un esfuerzo por mejorar la
popularidad entre el público y los consumidores.”

Visto desde otro ángulo, para que una noticia sea atractiva y se pueda prolongar en el
tiempo, muchos medios la visten de espectacularidad para presentarla más que como
información noticiosa, como una narración (o telenovela) en la que participan diferentes
protagonistas y se da más espacio y tiempo a lo emotivo sobre lo racional. De esta forma
se busca que la información se presente en capítulos para mantener el interés (o el
morbo) durante varios días y mejorar el rating.
No es raro encontrar, especialmente en los medios audiovisuales, noticias “vestidas” de
llamativos atractivos visuales -como una foto escandalosa que involucra a alguna
personalidad- o se dramatizan las noticias en televisión con música de fondo ad hoc y
acercamientos y movimientos de cámara que asemejan series televisivas. Con ello se logra
el objetivo de atraer la atención del público e inclusive mantenerla a lo largo de varios
días.

Hace algún tiempo una empresa distribuidora de medicamentos quería entrar al mercado
para competir con la empresa líder. Para ello recurrió a una campaña de
infoentretenimiento basada en el costo de las medicinas, en donde se explotaban
imágenes y testimonios de personas que, por cuestión de precio, no tenían acceso a los
medicamentos; el argumento constante era que el alto costo de las medicinas se debía al
distribuidor líder. El tema estuvo al aire como telenovela durante varios días y era motivo
de continua conversación pública por su afectación a la gente con menos posibilidades
económicas.

Este tipo de situaciones producen lo que podríamos denominar la espectacularización de

la realidad, al dar un mayor protagonismo a los aspectos espectaculares de la realidad de
los acontecimientos; en el caso anterior la gente humilde era utilizada para hacer un
espectáculo sobre el costo de los medicamentos. La línea entre información y espectáculo
es tan fina que cualquier medio puede caer hacia cualquier lado al tratar algún tema
importante o interesante: puede llamar la atención hacia él en forma positiva, o caer en el
mero entretenimiento o inclusive en el amarillismo.

No obstante, un reportaje en forma de infoentretenimiento, elaborado con el cuidado

necesario para no rebasar la línea y mantenerse en el criterio de la información, puede ser
un medio efectivo para enviar mensajes sobre temas que le pueden importar a las
audiencias. Ello representa una interesante área de oportunidad para las agencias de
relaciones públicas que requieren de enviar ciertos mensajes de sus clientes a
determinados segmentos públicos.

Mostrar, por ejemplo, cómo se puede incendiar totalmente un departamento por la

combinación de un árbol de Navidad seco y un descuido, puede resultar un espectáculo,
pero deja un importante mensaje de seguridad; sensibilizar sobre la importancia de tener
aparatos eléctricos certificados mostrando cómo puede explotar un horno de microondas
defectuoso, es espectacular pero al mismo tiempo educativo.

La función fundamental de la prensa es informar y formar; medios como la radio, la

televisión o el Internet, están más enfocados al entretenimiento porque nacieron para
ello, pero han abierto sus espacios a la información y en ese sentido, tienen la ventaja de
la inmediatez sobre los medios impresos, aunque ello implique el riesgo de cambiar la
noticia por el sensacionalismo y infoentretenimiento.