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El Suicidio en Ancianos Puertorriquenos-2
El Suicidio en Ancianos Puertorriquenos-2
1995
Soraya Alsina Pomales / José R. Rodríguez Gómez
EL SUICIDIO EN ANCIANOS PUERTORRIQUEÑOS
Revista Latinoamericana de Psicología, año/vol. 27, número 002
Fundación Universitaria Konrad Lorenz
Bogotá, Colombia
pp. 263-282
http://redalyc.uaemex.mx
REVISTA LATINOAMERICANA DE PSICOLOGIA
1995 VOLUMEN 27 N°2 263-282
ELSUICIDIO EN ANCIANOS
PUERTORRIQUEÑOS 1
SORAYA ALsINA-POMALES y Josa R. RODRíGUEZ-GóMEZ *
Centro Caribeño de Estudios Postgraduados
San Juan, Puerto Rico
ABSTRAer
During the last century the Puerto Rican population has experienced complex
demographic changes. One ofthe most important is the progressive increase ofthe elderly
population. It has been suggested that these changes in the size and proportion of the
elderly population are due to different factors such as the reduction in mortality and birth
rate and to the migration movement within persons of 35 years of age or younger. The
review of the literature suggests that natality is the most important factor to affect the
increase of the elderly popuiation (Sánchez- Viera, 1981). Taking into consideration such
an increase, we discuss in this work which are the psychologica1 and social factors that
may impinge upon the aged to cornmit suicide. Suicide has been defined as the voluntary
motivation in which the person decides to perforro an action in order to finalize hislher
life without external influence (Schneidman, 1985). To explore how this problem has
evolved in Puerto Rico during the last 10 years, we do one of the f1T8tretrospective
epidemiological studies in the area of suicide and aging. The research presents the total
amount of suicides, methods employed and a comparison ofthe suicide Tates between the
elderly Puerto Rican population (65+) and the rest ofthe popuIation. We have found by
retrospective analysis that suicide in the Puerto Rican elderly has an averange of 12 points
higher prevalence than in the general population of the island. Finally, we discuss sorne
of the suicide prevention and treatment teehniques reviewed in the literature. The public
policy implieations of this problem are discussed.
FENOMENOLOGIA DEMOGRAFICA
Puerto Rico, con una población total de 3,522,037 habitantes, tiene aproxi-
madamente 340,884 ciudadanos de 65 años o más, los cuales representaban el
9.7% de la población total en 1990 (Departamento de Salud, 1992). Manteniendo
el ritmo de crecimiento que se ha reflejado en los últimos años, se espera que para
el año 2020 Puerto Rico contará con cercarle 850,000 personas de 65 años o más
(Sánchez-Viera, 1981). Esto equivale a 20.8 por ciento de la población total
estimada para ese año, la cual constará de 4,077,523 (l.L. Jiménez, comunica-
ción personal, 4 de marzo de 1993).
EL SUICIDIO EN ANCIANOS
Factores de riesgo.
Entre los factores que señala la literatura que pueden contribuir al aumento
en suicido entre los envejecientes se incluyen la depresión, el retiro, la pérdida
o separación debido a muertes de personas cercanas, la institucionalización, y los
problemas económicos (Kirsling, 1986; Rodríguez, Martínez y Femández,
1992).
Una de las causas a las que más peso se le ha dado es a la depresión clínica,
El Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) (1991) estima que en un afio
dado, aproximadamente 15% de los adultos entre los 18-74 años sufren de
síntomas depresivos. En un estudio llevado a cabo porCohen (1990), los varones
blancos entre los 65-74 años de edad tenían 25 % más de probabilidad de cometer
suicidio que el grupo de 18-24 años de edad. En este grupo, la depresión era el
factor de riesgo predominante. Es interesante señalar que según la investigación
de Klerman (1983), menos de un cuarto (1/4) de todos los pacientes envejecientes
con depresión reciben tratamiento psicológico para su condición, acrecentado
así la posibilidad de que se cometa suicidio. Más aún, muchos psiquiatras
EL SUICIDIO EN ANCIANOS 267
Otro de los factores de riesgo que puede influir para que se lleve a cabo
suicidio en envejecientes es el retiro. Existen investigaciones, como la de
Holmes y Bahe (citados en Harris, 1991), que señalan que la dinámica del retiro
actúa como un factor estresante. Kirsling (1986), nos menciona que los progra-
mas de retiro se dan a los 65 años de edad en la mayoríade los empleados públicos
y privados incluyendo Puerto Rico. Estos programas se dejan llevar por la edad
y no por la capacidad física e intelectual que pueda poseer el envejeciente al
momento de señalárseles que deben retirarse. Muchos de estos empleados, pues,
son retirados involuntariamente. El retiro trae consigo cambios en los roles
familiares, en el ingreso, en la independencia personal, y en la autonomía,
factores que se perciben negativamente y que pueden crear gran ansiedad en el
envejeciente y llevarlo al suicidio (Mclntosh, 1988; Miller, 1978). Por su parte,
Lyons (1984) señala que el efecto del retiro es más fuerte para aquellas personas
que no tienen pasatiempos u oportunidades alternas de satisfacción personal. De
hecho, en Puerto Rico la probabilidad de que una persona encuentre oportunida-
des alternas de satisfacción personal o pasatiempos después de retirada no es
muy fácil, ya que son pocos los programas y recursos existentes para que los
ancianos se involucren en este tipo de actividades. La literatura es consistente en
señalar que las personas que asocian el retiro con una visión negativa, son los que
pueden llegar al suicidio (Ekerdt, 1987).
Otro de los factores que pueden influir marcadamente en que se suicide unea)
envejeciente es la pérdida del esposo(a) o de su compañero(a). Esto puede causar
una pena, dolor o estado de estrés al sobreviviente que puede conducirlo al
suicidio (Wass y Myers, 1984).
la mujer en Puerto Rico como un ente de cohesión cuya finalidad es, entre otras,
tratar de mantener a la familia unida (Rodríguez, 1993). Este rol se ve afectado
ya que el sistema económico actual hace que muchas veces la mujer tenga que
salir a trabajar para aportar económicamente al hogar. Al no tener a nadie que
cuide al envejeciente, tiene que recurrir a un sistema "familiar alterno", en este
caso los centros de cuidado y hogares de envejecientes.
Por otro lado, la diferencia en los roles sexuales puede tener algunas
implicaciones. Lyons (1984) señala que los varones llevan toda su vida circuns-
crita al trabajo, por lo que luego del retiro sus metas se reducen haciéndolos más
propensos al suicidio. En Puerto Rico la situación del hombre es similar a la
descrita por Lyons.
METODOLOGIA
informados en los hombres de 65 años o más para así determinar el método más
utilizado. El mismo procedimiento se efectuó con las mujeres.
RESULTADOS
TABLA 1
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1980 3196520 292 9.13 252569 42 16.62 2943951 250 8.49 8.13
1981 3237209 302 9.32 263609 66 25.03 2973600 236 7.93 17.10
1982 3269761 300 9.17 272440 51 18.71 2997321 249 8.30 10.41
1983 3302313 328 9.93 281270 61 21.68 3021043 267 8.83 12.85
1984 3334865 300 8.99 290102 59 19.99 3044763 241 7.94 12.05
1985 3367416 269 7.98 298933 65 22.07 3068483 204 6.61 15.46
1986 3399968 310 9.11 307766 74 24.04 3092202 236 7.29 16.75
1987 3432519 272 7.92 316597 60 18.95 3115922 212 6.80 12.15
1988 3465072 314 9.06 325430 68 20.89 3139642 246 7.83 13.06
1989 3497623 327 9.34 334260 61 18.24 3163363 266 8.40 9.84
1990 3522037 371 10.5 340884 79 23.17 3181153 292 9.17 14.00
TABLA 2
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son las armas de fuego, inclusive para las mujeres (Center for Disease Control,
1985). Una posible razón para esta preferencia puede deberse a la facilidad de
acceso a un arma de fuego en Estados Unidos, contrario a Puerto Rico en donde
el acceso se hace más difícil, lo que lleva a que el ahorcamiento sea una
alternativa de fácil utilización.
TABLA 3
dO 00 dO
1980 Método 1 22 2 7 O 3 O
Método 2 9 4 3 O O O
Método 3 4 2 2 O 1 O
Método 4 1 1 O 2 1 O
1981 Método 1 33 3 16 1 5 O
Método 2 11 O 5 1 1 O
Método 3 1 O O O O O
Método 4 5 O O 1 O O
1982 Método 1 25 6 10 O 2 O
Método 2 13 1 2 O 1 O
Método 3 3 1 1 O O O
Método 4 2 1 1 O O O
1983 Método 1 27 2 10 1 2 1
Método 2 16 1 5 O 1 O
Método 3 4 1 1 O 1 O
Método 4 4 1 1 O O O
1984 Método 1 30 1 10 O 4 O
Método 2 12 2 7 O 2 O
EL SUICIDIO EN ANCIANOS 275
DISCUSION
Intervención Preventiva
esfuerzo para que éstas personas disfruten a plenitud de los derechos y prerro-
gativas que bien merecidos tienen.
Entre algunas de las técnicas o estrategias que se han sugerido para prevenir
el suicidio en envejecientes, se encuentra el llevar a cabo acercamientos o
dinámicas de grupo para todo tipo de envejeciente, especialmente para los
envejecientes depresivos. Por lo tanto, esto requiere una identificaci6n preven-
tiva de la poblaci6n de envejecientes con sintomatología depresiva. Las dinámi-
cas verbales suelen ser útiles (Lyons, 1984). Estas deben fomentar que el
envejeciente haga una revisi6n de su vida como un método de terapia encami-
nado a identificar toda situaci6n que haya traído satisfacci6n en cuanto a logros
y metas. Este tipo de modalidad es útil para hospitales psiquiátricos y centros de
cuidado, ya que permite que el envejeciente se pueda comunicar y expresar de
una forma más adecuada, evitando el aislamiento (Lyons, 1984). Podemos
también implementar programas terapéuticos más activos que tomen en consi-
deraci6n elementos como lo son el baile y la música (Charatan, 1985). Por otro
lado, se sugiere la Terapia Electroconvulsiva (ECT) como una alternativa para
el paciente suicida o para pacientes con una depresi6n psic6tica severa con
síntomas vegetativos como lo son: pérdida de peso, deshidrataci6n, agitaci6n e
insomnio severo. Al administrarle este tipo de tratamiento al envejeciente se
hace la recomendaci6n de administrarlo al hemisferio no dominante, dos veces
por semana, ya que así le causa menos confusi6n y amnesia (Charatan, 1985).
El estudio de Wass y Myers (1984) nos señala que las personas que van a
trabajar directamente con los envejecientes deben recibir adiestramiento tanto
formal como informal, así como apoyo de grupo para que se encuentren
verdaderamente capacitados para trabajartemáticas de interés para el envejeciente,
EL SUICIDIO EN ANCIANOS 279
entre las que se pueden incluir el tema de la muerte. Este tipo de charlas y terapias
preventivas tienen como meta principal evitar que el envejeciente que se
encuentra en los centros de cuidado o en los hospitales psiquiátricos sea aislado
y tratado de forma rutinaria. De esta forma se les da la oportunidad de mantener
una reciprocidad y una comunicación saludable, lo cual redunda en un envejeciente
mejor adaptado.
Por otro lado, se recomienda que los fisiatras estén conscientes de esta
problemática ya que el 75% de los envejecientes suicidas visitan a sus fisiatrias
antes de sus muertes (Kirsling, 1986: Lyons, 1984; Wass y Myers, 1984). La
población en general debe educarse en relación a los problemas gerontológicos
y al envejeciente en general para evitar la discriminación y los estereotipos. De
esta forma podemos ayudar a cambiar las actitudes hacia los envejecientes
(Mclntosh, 1988).
Política Pública
RESUMEN
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