Litiasis

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Litiasis renal y nefrocalcinosis


M. Courbebaisse, M. Daudon

La litiasis renal es una enfermedad frecuente (alrededor del 10% de la población) y muy recidivante
(50% de recidiva a los 5 años después del primer cálculo en ausencia de tratamiento preventivo).
Puede ser responsable de una insuficiencia renal terminal (2-3% de las causas de insuficiencia renal
terminal), sobre todo si se asocia a una nefrocalcinosis o a una infiltración microcristalina, como en la
2,8-dihidroxiadeninuria. A fin de optimizar el tratamiento, deben realizarse un estudio biológico mínimo,
el análisis de los cálculos (morfológico y por espectrofotometría infrarroja) y, en su defecto, una crista-
luria, para comprender la fisiopatología del proceso litiásico. La litiasis cálcica es con mucho el tipo más
frecuente (> 80%). Su tratamiento médico preventivo se basa en reglas higiénico-dietéticas simples:
hiperdiuresis no alcalina superior a 2 l/día, normalización de los aportes cálcicos (1 g/día distribuido en
tres comidas), salinos (6-7 g/día) y proteicos (1 g/kg de peso teórico al día) y exclusión de alimentos ricos
en oxalatos. Si persiste una hipercalciuria de flujo (> 0,1 mmol/kg de peso teórico al día en dieta libre)
a pesar del respeto de la dieta, puede instaurarse un tratamiento con un diurético tiazídico, procurando
corregir la hipopotasemia y la hipocitraturia que pueden aparecer con este tratamiento. Un síndrome
de pérdida renal de calcio o una pérdida renal primitiva de fosfato deben incitar a buscar una desmi-
neralización ósea. El tratamiento de la litiasis úrica se basa en una hiperdiuresis alcalina (pH urinario
6,5-7). Si la uricosuria supera los 4 mmol/día, puede instaurarse un tratamiento con alopurinol. Una
litiasis úrica debe incitar a buscar un síndrome metabólico e incluso una diabetes de tipo 2 responsables
de una acidez urinaria que favorezca la cristalización. Las enfermedades litiásicas monogénicas (1,6%
de las litiasis del adulto, con un 1% de cistinuria) son casi siempre graves, no deben pasarse por alto y
deben ser objeto de un tratamiento muy especializado. Gracias a un tratamiento médico bien realizado,
se puede esperar una detención de la progresión litiásica en más del 80% de las litiasis recidivantes, lo
cual las convierte en unas de las afecciones renales más accesibles al tratamiento preventivo.
© 2016 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Litiasis renal; Nefrocalcinosis; Hipercalciuria; Cristaluria; Espectrofotometría infrarroja; Cistinuria

Plan crónica e incluso de una insuficiencia renal terminal (IRT). La


litiasis renal es una enfermedad frecuente que afecta al 10% de
■ Litiasis renal 1 la población francesa (13,6% de los varones y 7,6% de las muje-
Introducción y epidemiología 1 res) [1] . En más del 80% de los casos, los cálculos están formados
Fisiopatología 1 por oxalato de calcio o, más raramente, por fosfato de calcio. Las
Exploración 2 litiasis monogénicas representan el 1,6% de las litiasis del adulto
Tratamiento médico 3 (con un 1% de cistinuria) y el 9,6% de las litiasis del niño. La
litiasis renal recidiva en el 50% de los casos 5 años después del
■ Conclusión 5 primer episodio, podría aumentar el riesgo de enfermedad renal
crónica [2] y es responsable del 2-3% de las causas de IRT [3] , de ahí
la necesidad de un tratamiento médico preventivo.

 Litiasis renal
Fisiopatología
Introducción y epidemiología
En el aspecto fisiopatológico, la litiasis renal puede verse favore-
La litiasis renal es una enfermedad la mayoría de las veces sin cida por anomalías metabólicas o renales (adquiridas o genéticas),
gravedad, aunque potencialmente invalidante, pero puede com- malformaciones anatómicas, enfermedades digestivas, la presen-
plicarse, sobre todo en caso de mal control de las recidivas o cia de cuerpos extraños urinarios, las infecciones urinarias, sobre
de diagnóstico no realizado o erróneo, de una enfermedad renal todo por gérmenes ureásicos, y por errores dietéticos.

EMC - Tratado de medicina 1


Volume 20 > n◦ 4 > diciembre 2016
http://dx.doi.org/10.1016/S1636-5410(16)80663-7
E – 5-0495  Litiasis renal y nefrocalcinosis

Estas anomalías producen, por diferentes mecanismos, un los cálculos y que disponga de la técnica de espectrofotometría
exceso de saturación de la orina en una o varias sustancias capaces infrarroja (EFIR). En este sentido, la forma cristalina y las carac-
de cristalizar y formar cálculos [4] . La primera etapa de la litogéne- terísticas estructurales del cálculo son informaciones que pueden
sis es la formación de cristales urinarios a partir de sustancias en orientar el diagnóstico hacia causas específicas (el análisis bioquí-
concentración excesiva en la orina debida a una escasa diuresis, mico de los cálculos ya no debe realizarse, porque es demasiado
un exceso de aportes (alimentación, medicamentos), un exceso impreciso). A modo de ejemplo, los cálculos de oxalato de cal-
de producción por el metabolismo endógeno (hiperoxaluria pri- cio con weddellita mayoritaria (forma dihidratada) se asocian
maria, 2,8-dihidroxiadeninuria) o también una baja reabsorción esencialmente a contextos hipercalciúricos, mientras que los de
tubular (cistinuria, síndrome de pérdida renal de calcio o de fos- whewellita tienen relación con hiperoxalurias, cuya gravedad se
fato). Este exceso de saturación también puede ser el resultado de traduce por modificaciones de la estructura de los cálculos [5] . Por
una anomalía del pH urinario, que produce una disminución de otra parte, el análisis morfoconstitucional permite identificar los
la solubilidad de una sustancia, aunque su concentración urinaria cálculos oxalocálcicos iniciados a partir de una placa de Randall,
sea normal (ácido úrico, fosfato cálcico). es decir, de una calcificación formada por carbapatita, que sirve
Hay que comprender bien que, sea cual sea la anomalía urinaria de nucleador de ésta.
responsable de la cristalización (exceso de calcio o de oxalato), la Este fenómeno, cada vez más frecuente tanto en Francia como
dilución de la orina siempre tendrá el efecto más importante sobre en Estados Unidos, afecta a pacientes cada vez más jóvenes.
el producto molar (oxalocálcico, por ejemplo) y constituye por
ello la primera medida preventiva que debe proponerse al paciente Interés de la cristaluria
litiásico.
Si no se ha recuperado el cálculo, la búsqueda de cristales en la
Naturalmente, existen inhibidores de la cristalización que se
orina puede permitir establecer el diagnóstico en ciertos casos y
oponen a los efectos de los promotores de la cristalización, for-
orienta muy a menudo hacia las anomalías metabólicas causantes
mando con ellos especies químicas solubles que reducen el riesgo
de la formación del cálculo. La cristaluria permite también evaluar
de cristalización o que impiden que los cristales crezcan o se
la actividad litiásica y, por lo tanto, el riesgo de recidiva. Este exa-
agreguen. Por ejemplo, el citrato (principal inhibidor de la cris-
men se efectúa en la orina fresca de la mañana recogida en ayunas,
talización) forma complejos solubles con el calcio y, por ello, lo
conservada a temperatura ambiente y transportada al laboratorio
sustrae de los iones de oxalato o fosfato. El citrato contribuye tam-
en las 2 horas siguientes a la micción.
bién a reducir el crecimiento y la agregación cristalina fijándose a
Es importante señalar que, en caso de insuficiencia renal grave
la superficie de los cristales. Sin embargo, en el marco de la pre-
debida a una enfermedad cristalógena, el diagnóstico de la enfer-
vención de la litiasis oxalocálcica, no existe un beneficio real en
medad litiásica subyacente puede hacerse a posteriori, sobre todo
aumentar la concentración urinaria de citrato si primero no se ha
gracias a la revisión de una biopsia renal (riñón propio o tras-
reducido el valor del producto molar oxalocálcico [5] . La fisiopa-
plantado) con análisis por EFIR de los cristales tubulointersticiales,
tología específica de ciertos procesos litiásicos se desarrollará con
tanto en un paciente dializado como en un paciente trasplantado.
mayor detalle caso por caso a lo largo del artículo.
En un paciente trasplantado que tiene una función renal relativa-
mente conservada, el análisis muy simple y poco oneroso de la
cristaluria también puede permitir rectificar el diagnóstico.
Exploración
Anamnesis Estudio biológico sanguíneo y urinario
La identificación de los factores litógenos y de su causa o causas Además del análisis del cálculo, está justificado un estudio bioló-
pasa por la anamnesis, el análisis del cálculo o de los cristales gico mínimo ante el primer episodio litiásico. Deberá comportar
urinarios y una exploración biológica sanguínea y urinaria. Es un examen de sangre (ionograma, creatininemia, uricemia, cal-
indispensable si se quieren proponer medidas preventivas efica- cemia, glucemia), una recogida de orina de 24 horas (volumen
ces de la recidiva. La exploración de una litiasis renal empieza por de diuresis, creatininuria, urea, Na, Ca, ácido úrico), así como
una anamnesis bien conducida que detalle la cronología (edad una recogida de la primera orina de la mañana (pH, densidad
de inicio) y la actividad litiásica (número total de cálculos forma- urinaria, examen citobacteriológico de la orina [ECBO], cristalu-
dos/número de años de evolución), el estilo de vida, los hábitos ria). La interpretación de los resultados puede realizarse con la
alimentarios (vitamina C, cuyo catabolismo aumenta la oxaluria), ayuda de los umbrales indicados en el Cuadro 1. Cuando se refie-
los tratamientos, los antecedentes médicos y quirúrgicos (infec- ren los resultados al peso del paciente, hay que considerar, sobre
ciones urológicas, cuerpos extraños y malformaciones urinarias; todo en caso de sobrepeso y de obesidad, el peso teórico y no el
fracturas patológicas que pueden inscribirse en el marco de un peso real.
síndrome de pérdida renal de calcio; malabsorción digestiva, resec- Los errores dietéticos son, en un 50% de los casos, el único factor
ción ileal extensa o cirugía bariátrica, susceptibles de inducir una de riesgo encontrado, y se demuestra una hipercalciuria de flujo
hiperoxaluria), así como los antecedentes familiares que puedan únicamente en alrededor del 40% de los casos de litiasis cálcica. Así
orientar hacia una litiasis monogénica. pues, cuando se está en presencia de un cálculo de oxalato de cal-
En ausencia de malformaciones urinarias conocidas, debe bus- cio monohidratado (que indica esencialmente una hiperoxaluria
carse sistemáticamente una anomalía congénita o adquirida de de concentración) o en ausencia de análisis del cálculo y cuando el
las vías urinarias en caso de litiasis renal, sobre todo en pre- estudio biológico únicamente demuestra una diuresis insuficiente
sencia de una enfermedad de Cacchi-Ricci (o ectasia canalicular y aportes excesivos de sodio, proteínas, calcio u oxalatos, es sufi-
precalicial) [6] . Por lo tanto, debe solicitarse una tomografía com- ciente un reajuste dietético. Si el cálculo es de naturaleza úrica
putarizada urológica inyectada con tiempos tardíos, realizada por (confirmada por el análisis infrarrojo), conviene buscar los signos
un equipo entrenado, al menos una vez durante el tratamiento de una resistencia a la insulina debida a un síndrome metabólico
del paciente litiásico recidivante. e incluso una diabetes de tipo 2 no diagnosticada, dos trastornos
asociados a un pH urinario ácido debido a una falta de excreción
urinaria de NH4+ y cuyo tratamiento supera el marco de una sim-
Interés del análisis del cálculo ple litiasis urinaria [7] . En caso de ausencia de recidiva litiásica, no
El análisis del cálculo tiene un interés importante, debe efec- es necesario realizar una exploración más profunda. En caso de
tuarse al menos una vez a lo largo de la historia litiásica y hay recidiva litiásica cuando la dieta se sigue correctamente (diuresis,
que repetirla en caso de recidiva después de un período largo urea y natriuria dentro de los límites, calciuria normal, sabiendo
sin cálculos, porque la causa puede haber cambiado. Después que la calciuria de 24 horas no refleja los aportes cálcicos, sino la
de un episodio de cólico nefrítico, el paciente deberá tamizar la suma de las entradas cálcicas de origen digestivo y de la reabsor-
orina durante unos días para intentar recuperar el cálculo, que ción ósea), se impone una exploración más profunda (Fig. 1). Por
se elimina espontáneamente en dos tercios de los casos. El aná- otra parte, esta exploración profunda es necesaria si la exploración
lisis del cálculo deberá ser morfoconstitucional, efectuado en un de entrada pone en evidencia una hipercalcemia o una hipercal-
laboratorio especializado, formado en el análisis morfológico de ciuria de flujo (Cuadro 1), si la naturaleza de los cálculos va a favor

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Litiasis renal y nefrocalcinosis  E – 5-0495

Figura 1. Árbol de decisiones. Exploración de


Primer cálculo o recidiva espaciada Litiasis pediátrica y del adulto joven un primer cálculo o de una recidiva espaciada.
ERC: enfermedad renal crónica; Wd: weddellita;
Multirrecidivante, bilateral CA: carbapatita.

Exploración de entrada ERC, riñón único, nefrocalcinosis


Intervención urológica invasiva
pasada o previsible

Diuresis escasa Hipercalcemia Enfermedades asociadas


Exceso de aporte Hipercalciuria de flujo sugestivas (hiperoxaluria entérica,
(proteínas, sal, oxalatos, Tipo de litiasis: litiasis colitis inflamatoria, síndrome seco,
calcio) dependiente de calcio etc.)
(Wd) o fosfato (brushita
+ CA)

Reajuste dietético Exploración profunda

Éxito Fracaso

Cuadro 1. son las primeras causas de hipocitraturia y que conviene tratar-


Interpretación de los resultados de la exploración biológica de entrada en las antes de medir la citraturia), proteinuria total y albuminuria
un paciente litiásico. (para buscar especialmente una proteinuria tubular sugestiva
Calcemia ≥ 2,6 mmol/l Sugestiva de un de un síndrome de Dent) y, en caso de signos clínicos sospe-
hiperparatiroidismo primario chosos, cortisoluria en orina de 24 horas (el hipercorticismo
induce, como el hipertiroidismo, una hipercalciuria de origen
Calciuria ≥ 0,1 mmol/kg/día Hipercalciuria de flujo
resortivo);
≥ 3,8 mmol/l Hipercalciuria de
concentración
• por último, la fosfaturia debe determinarse al mismo tiempo
que la fosfatemia para calcular la capacidad máxima de trans-
Uricosuria ≥ 5 mmol/día Hiperuricosuria de flujo
porte del fosfato referida al flujo de filtración glomerular
≥ 2,5 mmol/l Hiperuricosuria de
(TmPO4/FFG) con el nomograma de Walton y Bijvoet [8] (la
concentración
fosfaturia de 24 horas refleja las entradas digestivas y óseas de
Urea urinaria ≥ 5 mmol/kg/día Exceso de aporte de fosfato y no permite en ningún caso decidir sobre el mecanismo
proteínas de una hipofosfatemia, y sólo un TmPO4/FFG bajo permite
Natriuresis ≥ 120 mmol/día Exceso de aporte de sal confirmar el origen renal de una hipofosfatemia).
pH urinario < 5,5 Acidez urinaria excesiva En caso de hipercalcemia o de hipercalciuria de flujo, está jus-
> 6,5 pH anormalmente elevado tificada una prueba de carga oral de calcio (prueba de Pak) [9]
Diuresis < 2 l/día Diuresis insuficiente que debe realizarse en un servicio especializado. Permite sobre
Densidad urinaria < 1015 Hidropenia nocturna
todo confirmar el diagnóstico de un hiperparatiroidismo primario
(orina de la mañana) normocalcémico [10] y precisar el mecanismo de la hipercalciuria
(síndrome de pérdida renal de calcio, hiperresorción ósea, hipe-
Creatininuria 0,13-0,17 mmol/kg/día (mujer)
rabsorción digestiva de calcio aislada o secundaria a una pérdida
0,17-0,22 mmol/kg/día (varón)
renal de fosfato) [11] (Fig. 2).

de un proceso litiásico dependiente de calcio o de fósforo (wed- Tratamiento médico


dellita, brushita o carbapatita mayoritarias), y deberá efectuarse El inicio de un tratamiento médico preventivo es indispensable
de entrada en caso de litiasis pediátrica y del adulto joven, mul- para prevenir o reducir las recidivas litiásicas y evitar en ciertos
tirrecidivante o bilateral, de enfermedad renal crónica asociada, casos la aparición de una enfermedad renal crónica e incluso de
de riñón único, de nefrocalcinosis (NC) asociada, de interven- una IRT. Además de a los urólogos y los nefrólogos, el tratamiento
ción urológica invasiva pasada o previsible y de enfermedades de la litiasis renal implica a los médicos generales, los radiólogos
sugestivas (por ejemplo, enfermedades digestivas inductoras de y los dietistas.
hiperoxaluria entérica o síndrome seco que pueda integrarse en
una enfermedad de Sjögren posiblemente asociada a una acidosis
tubular distal adquirida). La exploración profunda debe compor-
Tratamiento médico de la litiasis cálcica
tar, además de los elementos de la exploración inicial que deben El tratamiento dietético de la litiasis cálcica comporta cinco
controlarse, los siguientes elementos: puntos:
• en la sangre: calcemia ionizada (si el análisis puede reali- • en primer lugar, el mantenimiento de una diuresis superior a
zarse en buenas condiciones, sin lo cual el examen es inútil), 2 l/día [12] , no alcalina y bien repartida en las 24 horas, cuyo
fosfatemia, magnesemia, bicarbonatemia, concentraciones séri- objetivo es que la orina esté diluida permanentemente, es decir,
cas de parathormona [PTH], de 25(OH)-vitamina D (25OHD) con una densidad urinaria inferior a 1.015. El objetivo de la
(indispensable para interpretar la concentración sérica de PTH diuresis será de 2,5 l/día en caso de enfermedad de Cacchi-Ricci.
y descartar un hiperparatiroidismo secundario a una insu- Cabe señalar que el hecho de aumentar el consumo de fruta y
ficiencia de vitamina D), calcitriol y tirotropina (TSH) (el verdura permite aumentar la diuresis y la excreción urinaria de
hipertiroidismo, pero también el hipercorticismo, producen citrato, que es el principal inhibidor litiásico;
una hipercalciuria de origen resortivo); • en segundo lugar, la normalización de los aportes cálcicos, es
• en orina de 24 horas: oxaluria, amoniuria, magnesuria, citratu- decir, el mantenimiento de aportes cálcicos entre 800 mg (en
ria (cabe señalar que la infección urinaria y la hipopotasemia caso de hiperabsorción digestiva de calcio) y 1 g/día (en los

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Hipercalciuria absortiva Hipercalciuria renal Pérdida renal de fosfato

Absorción intestinal Reabsorción tubular Reabsorción tubular


de calcio de calcio de fosfato

Calcemia Calcemia Fosfatemia

Calcemia Calcitriol
PTH (normal baja)

PTH (o normal) Absorción


PTH
Reabsorción tubular intestinal de calcio
de calcio

Reabsorción
Calcitriol
ósea Reabsorción
Calciuria tubular de calcio

Absorción intestinal
de calcio Calcitriol

Figura 2. Árbol de decisiones. Mecanismo de la hipercalciuria. PTH: parathormona.

demás casos). En este sentido, una dieta pobre en calcio induce la hipercalciuria y que la presencia de una hipotensión, a veces
un balance cálcico negativo, lo cual produce un hiperparatiroi- invalidante, pueda limitar el cumplimiento. Además, la presen-
dismo secundario y expone al riesgo de desmineralización ósea. cia de una hipercalciuria de flujo en un contexto de síndrome de
Además, el calcio es un quelante de oxalato, por lo que una dieta pérdida renal de calcio o de fosfato se asocia con frecuencia a una
pobre en calcio aumenta la absorción digestiva de oxalato ali- desmineralización ósea y, por lo tanto, induce a buscar anteceden-
mentario, lo cual incrementa la oxaluria [13] y, por consiguiente, tes de fracturas patológicas y una disminución de la estatura que
el riesgo de recidiva de los cálculos oxalocálcicos [14] ; puedan ser el reflejo de fracturas vertebrales e incitar a la realiza-
• en tercer lugar, la restricción de los aportes salinos entre ción de una densitometría ósea [16] . Muchos médicos tienen miedo
6-7 g/día, lo cual corresponde a una natriuresis de 100- de favorecer la aparición de una litiasis cálcica si prescriben vita-
120 mmol/día, puesto que 17 mmol corresponden a 1 g de mina D nativa. Sin embargo, trabajos recientes han mostrado que
cloruro de sodio. En este sentido, un consumo salino exce- un aporte de vitamina D nativa que permita aumentar la con-
sivo aumenta la calciuria al disminuir la reabsorción tubular centración de 25OHD de 17 a 35 ng/ml no modifica la calciuria
proximal de calcio; en pacientes que presentan una litiasis cálcica [17] . Por otra parte,
• en cuarto lugar, hay que normalizar los aportes proteicos a los análisis retrospectivos del gran estudio epidemiológico NHA-
1 g/kg de peso teórico y por día. La excreción urinaria de urea NES III han mostrado que concentraciones elevadas de 25OHD no
en orina de 24 horas multiplicada por 0,21 si la urea se expresa se asocian a una mayor frecuencia de litiasis renal [18] . En cambio,
en milimoles o por 3,5 si la urea se expresa en gramos permite hay que ser prudente en cuanto a la forma de vitamina D que se
obtener los aportes proteicos en gramos al día. El consumo exce- prescribe (se habla aquí de vitamina D nativa y no de derivados
sivo de proteínas aumenta la calciuria estimulando la absorción activos hidroxilados en el carbono 1), a las dosis de vitamina D
digestiva de calcio y estimulando, debido al aumento de la carga nativa prescritas (es conveniente no inducir una intoxicación por
ácida, la resorción ósea. Aumenta también, en algunos pacien- vitamina D y evitar las dosis muy elevadas en una toma) [19] y a
tes, la síntesis endógena de oxalato a partir de los aminoácidos y, los aportes excesivos de calcio (sobre todo la prescripción sistemá-
por otra parte, favorece la disminución del pH urinario, propicia tica de calcio en las pacientes osteoporóticas sin haber evaluado
para el exceso de saturación de ácido úrico; previamente los aportes alimentarios).
• en quinto lugar, en caso de litiasis oxalocálcica, conviene Cabe señalar que, en caso de pérdida renal primitiva de fosfato
reducir el consumo de alimentos ricos en oxalatos, como el (no ligada a un aumento de la concentración circulante de PTH
chocolate, la acedera, el ruibarbo, las espinacas y la remolacha. o de factor de crecimiento de fibroblastos 23 [FGF23], sino a una
Si existe inicialmente una hipercalciuria de flujo (> 0,1 mmol/kg anomalía tubular proximal que afecte a la reabsorción de fosfato),
de peso teórico al día en dieta libre) y ésta persiste a pesar puede proponerse un tratamiento con dipiridamol (a la dosis de
del respeto de las reglas higiénico-dietéticas, puede iniciarse un 75 mg cuatro veces al día, teniendo en cuenta la semivida corta
tratamiento con un diurético tiazídico [15] . En este caso, con- del producto, dosis que se aumenta progresivamente) eficaz en el
viene controlar la potasemia, así como la citraturia, que puede 80% de los casos [20] . Además, en caso de litiasis cálcica asociada
ser inferior a la normalidad con tiazidas. Uno de los medios de a una hipocitraturia (acidosis tubular distal incompleta o com-
limitar la hipopotasemia es prescribir el diurético tiazídico en pleta, tratamiento con un inhibidor de la anhidrasa carbónica), es
combinación con un diurético hiperpotasemiante (amilorida) o conveniente intentar normalizar la citraturia utilizando un trata-
prescribir citrato de potasio en caso de hipocitraturia asociada. miento con citrato de potasio y a la vez evitar una alcalinización
Es importante señalar que el diurético tiazídico sólo permitirá excesiva de la orina que favorezca la cristalización fosfocálcica
una disminución de la calciuria si induce una disminución del (si el pH urinario es superior a 8). El tratamiento con citrato de
volumen extracelular, que comportará entonces un aumento de potasio, utilizado en pacientes con una acidosis tubular distal,
la reabsorción tubular proximal de calcio. Por ello, es compren- que por consiguiente tienen un pH urinario preexistente elevado,
sible que los aportes salinos excesivos sean la primera causa que reduce de manera significativa el riesgo de recidiva litiásica [21] .
debe buscarse en caso de ineficacia de la tiazida en el control de Cabe señalar que el citrato de potasio es más eficaz que el citrato

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de sodio para la prevención de la recidiva de la litiasis cálcica [22] . la valoración del tratamiento alcalinizante. Además, es necesario
Finalmente, el urato de sodio y el ácido úrico pueden contribuir un tratamiento global del paciente que incluya la búsqueda y el
a la formación de cálculos de oxalato de calcio. Por lo tanto, en tratamiento de un síndrome metabólico e incluso de una diabetes
caso de litiasis cálcica asociada a una hiperuricosuria sin otros fac- de tipo 2 [7] .
tores favorecedores (hipercalciuria, hiperoxaluria, hipocitraturia),
un tratamiento con alopurinol puede ayudar a reducir el riesgo de Tratamiento médico de la litiasis de infección
recidiva litiásica [23] .
El tratamiento de la litiasis oxalocálcica secundaria a una hipe-
por gérmenes ureásicos
roxaluria entérica representa un caso particular. La hiperoxaluria Los cálculos de infección pueden desarrollarse a menudo de
entérica se debe a trastornos de la absorción intestinal de grasa en manera insidiosa en forma de cálculos coraliformes, que pueden
el intestino delgado, cuando el colon está presente y es funcional conducir a una insuficiencia renal. Los gérmenes ureásicos, prin-
(enteropatías inflamatorias, pancreatitis crónica, resección ileal cipalmente Proteus (76%), Pseudomonas (8%), Providencia (6%),
extensa, cirugía bariátrica). La malabsorción de grasas aumenta Klebsiella (5%), son responsables de una hidrólisis de la urea (H2 N-
la concentración de ácidos grasos libres, que captan los iones CO-NH2 ), que produce la liberación de amoníaco (NH3 ), que se
de calcio y magnesio, reduciendo la formación de complejos del hidroliza a amonio y provoca una fuerte alcalinización de la orina,
oxalato por estos cationes divalentes y aumentando así la can- así como la formación de cálculos de estruvita (fosfato amónico
tidad de iones de oxalato libres disponibles para ser absorbidos magnésico) y la liberación de dióxido de carbono (CO2 ), que se
en el colon. Además, las sales biliares no absorbidas aumentan oxida a iones de carbonato, lo cual explica que el porcentaje de car-
la absorción cólica de oxalato. El resultado es una hiperoxaluria bonatación de los cálculos de infección sea elevado. Cabe señalar
que puede llegar a 1 mmol/día, lo cual contrasta con una calciu- que algunas cepas de Escherichia coli son capaces de sintetizar tran-
ria y una magnesuria bajas, en orina ácida y de escaso volumen sitoriamente una ureasa codificada por un plásmido.
con una hipocitraturia importante. El tratamiento de la hipero- El diagnóstico biológico de una litiasis de infección se basa en
xaluria entérica se basa en la corrección de la malabsorción de tres criterios: cristaluria positiva para cristales de estruvita, bacte-
grasas (dieta pobre en grasa saturada, aporte de triglicéridos de riuria por gérmenes ureolíticos y pH urinario superior a 7,5. Las
cadena media, que no captan los iones divalentes y no aumentan características del cálculo que orientan hacia un origen infeccioso
la permeabilidad cólica, colestiramina para captar las sales bilia- son la presencia (incluso en cantidad muy baja) de estruvita y, en
res) y en el tratamiento sintomático de la diarrea crónica. Está ausencia de estruvita, un porcentaje de carbonatación superior al
indicado un aporte de calcio del orden de 1-2 g/día para formar 15% indica la implicación de un germen ureásico en la formación
complejos con los iones de oxalato en la luz intestinal. También del cálculo.
es conveniente corregir un posible déficit de vitamina B6 , suscep- Para que sea plenamente eficaz, el tratamiento de la litiasis de
tible de aumentar la oxaluria. Finalmente, hay que reducir los infección debe cumplir un cuádruple objetivo: erradicación total
aportes de oxalatos [24] , diluir la orina y corregir la hipocitraturia de los cálculos, que son un reservorio de gérmenes, sin alterar el
con aportes de citrato de potasio (adaptados según la tolerabilidad parénquima renal; corrección de las anomalías anatómicas res-
digestiva). ponsables de la estasis urinaria; detección y tratamiento de las
Otro mecanismo puede ser responsable de una hiperabsorción anomalías subyacentes asociadas y erradicación completa de la
digestiva de oxalato son las bacterias que degradan el oxalato en infección urinaria con una antibioticoterapia adaptada al germen
el interior del tubo digestivo, como Oxalobacter formigenes, que aislado, con una buena difusión tisular, a dosis plena durante
pueden ser destruidas por la antibioticoterapia iterativa. Por ello, 15 días y después a media dosis durante 2 o 3 meses bajo con-
el 50% de los pacientes con una mucoviscidosis presentan una trol del ECBO (hasta la desaparición estable de la bacteriuria y la
hiperoxaluria, y al menos el 3-6% presentan una litiasis, lo cual es leucocituria). En ausencia de germen identificado, el tratamiento
un porcentaje superior comparado con el individuo de la misma antibacteriano debe adaptarse a la sensibilidad habitual de Proteus.
edad [25] . Cabe señalar que los gérmenes no ureásicos implicados en las
infecciones urinarias (sobre todo E. coli) son capaces de inducir
la precipitación de cristales de carbapatita y de alterar el urotelio,
Tratamiento médico de la litiasis úrica favoreciendo así la adherencia de los cristales. Por otra parte, estos
La acidez urinaria es el factor de riesgo principal de la aparición gérmenes consumen citrato e inducen con ello una hipocitraturia,
de la litiasis úrica. El tratamiento médico de la litiasis úrica (cál- que disminuye el poder inhibidor de la orina sobre el crecimiento
culo de ácido úrico puro y cálculo mixto de ácido úrico y oxalato y la agregación cristalinos [5] .
de calcio) requiere pues el mantenimiento de una diuresis superior
a 2 litros en 24 horas, pero también la alcalinización de la orina,
con el objetivo de un pH urinario comprendido entre 6,5-7. El
hecho de alcalinizar demasiado la orina (pH urinario superior a
 Conclusión
8) expone al riesgo de formación de cristales de fosfato de calcio
o de urato (insolubles en medio alcalino) y, por lo tanto, debe En todos los casos, el análisis del cálculo o, en su defecto, el
evitarse. La orina puede alcalinizarse con la ayuda de agua mine- estudio de la cristaluria son una ayuda valiosa para el diagnóstico
ral rica en bicarbonato o de bicarbonato de sodio diluido en el de la enfermedad litiásica. Debe realizarse una exploración bio-
agua de bebida. El citrato de potasio permite también alcalinizar la lógica ante el primer episodio litiásico. El establecimiento de un
orina sin aportar sal, pero por el momento sólo está disponible en tratamiento preventivo en todos los tipos de litiasis es indispensa-
Francia en forma de preparado farmacéutico. Además, deben evi- ble. Este tratamiento debe respetar tres principios: identificar los
tarse los alimentos ricos en purinas (casquería, caza, marisco, atún, factores que favorecen la litiasis, respetar una gradación razona-
anchoas, sardinas, legumbres), así como el consumo excesivo de ble en función de la gravedad de la litiasis y controlar la adhesión
bebidas azucaradas ricas en fructosa (refrescos), que son en gran del paciente al tratamiento solicitando la recogida de orina de
parte responsables de la progresión de la obesidad observada en 24 horas. Gracias a un tratamiento médico bien realizado, se puede
numerosos países. Si, a pesar de las reglas higiénico-dietéticas, per- esperar una detención de la progresión litiásica en más del 80%
siste una excreción urinaria de ácido úrico superior a 4 mmol/día, de las litiasis recidivantes, lo cual las convierte en unas de las
puede considerarse el inicio de un tratamiento hipouricemiante afecciones renales más accesibles al tratamiento preventivo.
(alopurinol). Cabe señalar que es posible disolver completamente
un cálculo de ácido úrico gracias a una alcalinización prolongada
de la orina. A fin de controlar la eficacia del tratamiento alcali-  Bibliografía
nizante, es útil pedir al paciente que mida el pH urinario con un
papel de pH en diferentes momentos del día. La medición del pH [1] Daudon M. Épidémiologie actuelle de la lithiase rénale en France. Ann
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M. Courbebaisse (marie.courbebaisse@egp.aphp.fr).
Service de physiologie-explorations fonctionnelles, Hôpital européen Georges-Pompidou, AP–HP, Faculté de médecine Paris Descartes, Inserm U1151, Paris,
France.
M. Daudon.
Service de physiologie-explorations fonctionnelles, Hôpital Tenon, AP–HP, UPMC, Inserm U1155, 4, rue de la Chine, 75020 Paris, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Courbebaisse M, Daudon M. Litiasis renal y nefrocalcinosis. EMC - Tratado de medicina
2016;20(4):1-6 [Artículo E – 5-0495].

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