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Ne. a9 1ULt0-sePT! ¢Por qué los materialistas de la antigiiedad grecolatina no eran evolucionistas? ADOLFO OLEA FRANCO Le prac por tvorienes el hombre, la sociedad, el Ienguaje, las tes, los mincrales, ls plantas y ls ‘males—escoméin a todas as cuturas de ta antigedad. Todas produjeron mitos y cosmogonias que intentaban descifar tales enigmas; su resolucén no slo te- nia un interés intlecta, sino garan zr la organisacién y cohesién sociales, legitimare ejercicio del poder yextable- cer las tareas que determinan el sentido dle ta vida Se ha dicho que las toriascosmogs aciones de os mitos confieren a fuerzas y procesos naturales la responsabilidad de los acontecimien- tos que los mitos atribuian al creador.' Mitos y cosmogonias, en particular losde Iacultura europea, guardan una relacion. paraddjica y contradietoria con las cien- cias modernas. Por un lado, resulta in. negable que ésias se construyeron como tuna respuesta contra las concepciones precedentes pero, por otro, también que algunas ramas del saber contemporineo dependen de rafces que se hunden en tiempos de los que ya no tenemos me- clencras ® La buisqueda historica de los prime ros planteamientos evolutives ha sido gguiada por la propia concepcisn evoluti va, Se concluye asf, sin mayor argumen ‘on, que las teorfas de Jean-Baptiste de Lamarck (1744-1829) y Charles Da- win (1809-1882) surgidasen el siglo XIX, eben ser producto de una evolucién len- ta y gradual del pensamiento. De este as se autoexpli- carian. Uno podria decir igualmente que la concepcién marxista sobre la lucha de clases como motor de la historia es producto de la lucha de clases, 0 que la {eoria freudiana sobre la sexualidad es producto de la libido sublimada. Pero estas explicaciones autorreflexivas, por ‘ms que parezcan profundas, son circu- Iares y hacen perder la historicidad del Aasunto en euestion, ePor qué aparece una teorfa en un contexto social e historico concreto y no cen otros? {Qué problemas se plantearon Lamarck y Darwin y de qué conocimien- tos dispusieron que los levaron a donde Aristételes no quiso y no podia llegar? No {es que lo moderno sea superior a los an- tiguo; se trata, mais bien, de entender la historia del saber en el sentido de la po- sibilidad? . Hay ideas que son impensa- bles en momentos determinados de la historia porque no forman parte de las ‘preocupaciones ni del horizonte tebrico establecidos. Posiblemente, una de las ‘causa ele que nos engafiemos respecto a la historicidad del saber es la extendida suposicin de que para conocer la reali dad basta con observarla. Hoy, a pocos escapa que la observacién es también un acto teérico; para comprender el mun: do en que vivimos es necesario construir teorfas interpretativas con una alta dosis de imaginacin’ ‘Trasplantar un aspecto de la cosmo: visién de los naturalistas jonios las teo- ras evolutivas del siglo XIX, y preten- der que ast se demuestra una filiacié conceptual o una descendencia histori a, es un procedimiento tan sencillo como artificial. Las preguntas que Anaximandro (610-545 a.©) y Darwin se modo, las ideas evoht planteaton y las respuestas que elabo- raron son similares, no tanto los conoci mientos de donde partieron ni las con- diciones materiales e intelectuales en ‘que vivieron, La similitud entre susides consiste en el esfuer20 por elaborar una concepeién materialista de la naturale- | dudas se advierte la ausencia de un con- za que expulsa a los dioses del campo | t o. Segsin el comentarista del conocimiento. citado, Anaximandro explicaba asi el ori- Sélo seencuentra loquesebusea. Rea- | gen de los ar En la. formac lizar un “descubrimiento” implicaunain- | originaria del universo, eran indistingui- tencién, una conviccién previa a la bis | bles el cielo y la terra, sus elementos es- ‘queda; tal vez esa sea la razén por la que | taban mezclados. Mas tarde, al separarse ‘muchos cientficos no comprendieron | sus cuerpos, el universo adquiri6 en to- ciertos fenémenos naturales con los que | das sus partesla forma ordenada que hoy ‘estuvieron en contacto sin proponérselo, | vemos. Elaireinicié su movimiento con La realidad que no se erige como objeto | tinuo y su parte fgnea se reuni6 en las de estudio, de trabajo o de vivencia rara- | alturas debido a su naturaleza ligera, por mente puede ser cognoscible. En otras | elloelSoly palabras, para alcanzar lo real se pasa por a mediacién dle la existencia ideal, n tal, En no pocas ocasiones el recurso a la “realidad” sirve para legitimar algo que cexiste slo idealmente. En palabras de George Canguilhem, “conocer es menos tropezar contra la realidad que validar lo posible haciéndolo necesario™ Si se leen con cuidado, y evitando in- troducir ideas actuals, los comentarios ‘que Didiloro de Sicilia hizo sighos después sobre la obra de Anaximandto, y el ini co fragmento original de éstevltimo que sobrevivié hasta esta época®, sin lngar a ido evoluti males: uuchas otras estrellas fueron is en el remolino universal Mientras tanto, lo que era fangoso y es- peso y contenta ur cestabilz6 en el fondo en razén de su peso. Y amedida que esto gird sobre si mismo ‘ysecomprimi6, dela humedad se form6 ‘el mar, y de la porcién més firme se for 1mé la tierra, que al principio era blanda ‘como barro de alfarero, pero se hizo fir ‘me euzando el fuego del Sol brillé sobre a Tierva, Lue. ‘mezela himeda se Anaximandro, Tito Luerecio y el origen de los seres vivos en sus especies actuales Es ya un lugar coman afirmar que estos pensadores anticiparon la concepeién cevolutiva y que, si bien no elabors ‘on una teoria acerca dela evolucion de ls especies, por lo menos intuye- ron que éstas han cambiado a lo lar go del tiempo, y que incluso el hombre surgié partir de otra es- pecie animal, Sin embargo, la con sulta de los textos originales mues- tra que ningtin filésofo o navuralista dle laantigiiedad concbié la idea de la evolucién de los organ siquicra en su forma mis simple —una especie se transforma al cambiar el am: biente en que vive, mucho menos la mis compleja de que a partir de una especie ancestral pi ‘especies descendientes. cClENCcIAS @ No a8 1ULio-sePTie a5 raciasal ealor,en superficie se ferme muchos lugares huimedos surgieron abundantes tumores eubierts por finas ‘membranas. Este fenémeno puede ver se todavia en los pantanos y ciénagas ceando de modo sibito et aire se calien- ta intensamente sobre la tierra fifa sin sin cambio gradual. Y mientras qu Ta manera descrita, las partes das eran impregnadas de vida en virtud del calor, por la noche las cosas vivientes limento de ka recibian prontamente su neblina que caia del aire circundante, y cen el dia se hacian sélidas por el intenso calor. Finalmente, cuando los embriones ‘culminaron su desarrollo las membra- nas se calentaron y abrieron completa ‘mente, se produjeron todas las formas de vida animal. Las que surgieron de lo mas caliente se dirigieron a las regiones mas clevadas y adquirieron alas; las que retu- Vieron una consistencia terrestre forma- ron parte de las cosas que se arrastran y de los animales terrestres, al tiempo que Jas de composicién més actosa se reunie~ ron en la regién mas conveniente para ells, y recibieron el nombre de animales acuiticos. Y como la Tierra se hizo cada ver mis sélida por la accién del fuego so- y de los vientos, ya no fue posible ge- nerar ninguno de los grandes animales, sino que cada clase de eriaturas vivientes se procreaba ahora por entrecruzamiento."> Para dar cuenta dela formacién de los anima- lesen sus especies actua- les es innecesario rec rir alos dioses, bastan las fuerzas y procesos naturales. La madre te- ra pari6asus eriaturas ylas proveyé dealimen toy proteecién para que no suicumbieran ante las inclemencias del ambien- te, Los animales habitan slo un medio fico determi- nado porque en algunos predomina el agua en su composicién,en otros el No. 39 JULIO-SEPTIEMBRE 1995 aire y en los dems la tierra, Las especies actuals de animales surgieron contempo- rrineamente, no hay unas més antiguas {que otras, ni unas son ancestral y otras descendientes; no existe una genealogia de la vida, s6lo se narra cémo se form ron los animales que todavia hoy habitan | Ja faz del planeta y que han conservado | sus caracterfstcas esenciales; no hubo en el pasado animales diferentes nilos habré cn el futuro. Alo largo de su vida, un ani- ‘mal puede suftir modificaciones degene- rativas provocadas por el ambiente, pero ‘so no provocard la wansformacion de luna especie antigua en otra nueva. La es- tabilidad del orden natural esté garanti= zada por la procreacion via entrecruza- ‘miento: cada especie producira prole siunilar a sf misma. Fl ser tiene primacta sobre el devenir Es posible advertir ambién céma los wos recurrian a lo que hoy llama- | mos evider tarsus putts cia observacional para susten- vista, La explicaciin de | Anaximandro sobre ef origen de los animales en sus especies ac: tales es perfectamente colie- rente y l6gica, basta con la participacién de los ele- ‘menos naturales, del ea- lor y de la humedad para entender cémovi- nieron al mundo las, bestias cuya fuerza y fe- rocidad tanta admiracion, yy temor nos han despertado, En algunos de los textos que relatan la historia del pensamiento evolutivo se afirma que Anaximandro hizo descender al hom bre de los peces, anti- pando la teoria del origen animal de laes pecie humana, Pero lo (que dice Anaximandro es muy distinto: “Los pri- smeros animales se genera: ron en la humedad, y esta ban cubiertos por una corteza espinosa. A medida que envejecie- ‘on migraron hacia la tierra seca; y, una vez que su corteza se rompié y despren- 4i6, sobrevivieron por corto tiempo en su nuevo modo de existencia, ELhombre fue generado a partir de cosas vivientes de otra clase, ya que mientras otros pue- den buscar facilmente su alimento, slo los hombres requieren de amamanta- 'miento prolongado. Si hubiera sido asi desde el principio, nunca habrian sobre: vivido... Ast, los hombres se formaron dentro de estas criaturas semejantes a pe- ces y permanecieron dentro de ellas ‘como embriones hasta que alcanzaron la mmadurez. Finalmente, las criaturas se re- ventaron y de ellas surgieron hombres y mujeres que eran ya eapaces de defen- derse a sf mismos”? Ethombre, como todas las demés cra turas, fue parido de la tierra. Por ser el mas desvalido, los primeros humanos debieron nacer en Ia edad adulta para poder sobrevivir y proveerse de ali tos, Esto requitié un proceso mas largo de gestaci6n, de matrices més duras yre- clEeNcIAS © sistentes, protegidas con una cubiertaes- pinosa semejante a la de algunos peces. Nose trata de otra especie animal que se transformé y dio origen al hombre, sino de los embriones humanos en madura Gidn. Aesto se reduce el supuesto origen evolutivo del hombre Por cierto, no silo los natural niios y Aristteles aceptaron la a dad del hombre, también lo hicieron los te6logos cristianos, aunque su interpre- tacién de esa animalidad era diferente! Donde si esta presente una vis {que se aproxima a lo historico es en la cexplicacién de Anaximandro sobre el origen de la sociedad, las artes y el len: sguaje. Esta visién contrasta con las de Homero y Hesfodo, y también con la Jjudeocristiana: en el pasado existi6 una Edad de Oro; los hombres actuales son inferiores en cuerpo y alma a los semi: dioses y héroes, cuya deza hace mas evidentes las miserias de los mortales A través de Diédoro de Sicilia se sabe {que para Anaximandro: “Los primeros hombres llevaban una vida sin disciplina yy bestial; cada uno buscaba su sustento y tomaba como alimento las hierbas més tiernas y los frutos de los Arboles silves- tres. Mas tarde, el ataque de las bestias salvajes los oblig6 a ayudarse mutuamen- te, y euando el miedo los hizo reunisse, se dieron cuenta gradualmente de sus caracteristicas eciprocas. Aunque los so- niidos que emitian eran al principio inin teligibles e indistinguibles, poco. poco sulenguajese volvidarticulado, y poni dose de acuerdo en los simbolos para cada cosa que veian, seextendi entre ellos cl significado que cada érmino tenia. Pero como en todas partes del mundo habita: do surgieron gruposasi, notodaslos hom- bres tenfan el mismo enguaj, ya quecada (grupo organizaba los elementosde su len- juaje al azar. Fata es la explicacin de la actual existencia de toda clase concebible de lenguajes , ademas, de estos prime. os grupos que se formaron provienen todas las naciones originales del mundo. ‘Como ninguna de las cosas tiles para la 1emorable gran vida habia sido descubien los primeros hombres Mevaban una vida desgraciada, ‘carectan de vestidos para cubrirse, no co nocian el uso de la vivienda ni el det fue- go, € ignoraban del tode el culivo de los alimentos. Como no conoctan los perio- ddos de cosecha de os alimentos silvestres, no almacenabsan los frutos para satisfacer sus necesidacles;en consecuencia, en el in vierno morfan muchos de ellos por el fifo y la fila de alimento. Sin embargo, poco ‘a poco la experiencia les enseiié a refit: siarse en las cuevas durante elinvierno, y a almacenar Jos alimentos preservables. ‘Cuando conocieron el fuego y otras cosas tiles, se descubrieron gradualmente las artes y todo lo que es capaz de mejorar la vida social del hombre. De hecho, ‘minos generales, en todas as cosas a mes tra del hombre fue la necesidad,cindole en todo asunto la instruccién adecuada a una criatura bien dotada por la naturale: 7a, que posee como sus auxiliares quier propésto, las manos y el lenguaje y ‘una mente sagaz”.? El hombre ha pasado de una relacin de dependeneia respecto ala naturaleza a otra en que ha sido capar de dominar cl fuego, hacer producir la tierra, cons tui cosas que no existéan en la natura- leza —easas, vestidos, armas, templos—, pero no se afirma que en el futuro conti: ‘nuard ese mejoramiento. Sin entrar a las diferencias entre los pensadores de la antigua Grecia, puede ecirse que entre ellos predominé una concepeidn cielica del tiempo —si bien Aristotelesconsicler6 inaccesibles as cues tones de orfgenes y prefirié concebir el uuniverso como eterno— combinada con la suposicién de que pueden existir al- gunos momentos excepcionales de ascen: so frenados por una decadencia genera: Tizada, Al igual que el movimiento de los astros, repetido sin cesar, el tiempo de. bia ser ciclco; lo que ha pasado una vex tendra que volver a ocurrir, pero To que no ha acaecido quizé nunea to hard. El presente, parece ser poco més que una pallida sombra del pasado, y el futuro no puede ser mas que una reiteracién del nual | ‘orden cdismico estableci- do desde que el mun: do es mundo, Encuantoalori- gen de los anim les, los naturalistas | jonios no se pre | guntaron si fueron 6 serian diferentes, sino cémo apare- cieron tal cual hoy | son. No elabora- | rom una visién evolucio- nista pues el conjunto | de las concepciones de su época no era ‘compatible con ella; para hacerlo se re- quiere de un pro: fiando conocimiento sobre la naturaleza, quenoexistiaenton- cis. Exesélo fue po- sible con el desarrollo del modo de produccisn capitalista, por ef papel dual que en él desempefia la ciencia como condicién del crecimiento de las fuerzas productivas y del sustento de las super estructuras culturales que se contrapo- | nen parcialmente a la autoridad de la Iglesia y de otras instituciones y practi: cas sociales precapitalistas, También po- dria decisse, sin faltar un palmo alla ver: dad, que no eclaboraron una coneepcién evolucionista porque no la necesitaron, | Con sus propias cosmogonias podian ex plicar casi todos los enigmas que los in- ‘quietaban, os naturalists jonios no fueron evo- | Iucionistas, tampoco pudieron plantear- | se el problema del origen primario de la vida, Lo que se preguntaron fue el ori- gen de los organismos en sus especies contemporaneas, que no es lo mismo que 1 origen primario de la vida, Para i ginarse esto tlkimo es nevesario distin- {guir lo vivo de lo no vivo y aceptar que todo ser viviente actal proviene de for- ‘mas ancestrales muy sencillas que se han transfarmadlo en el eurso de las genera- clencias ® No. 2 JULIO-SEPTIEMBRE 1995 ciones y han dado origen a or niismos cada ver mis complejos". Por otro lado, tanto en el pensamien: to de Anaximandro como en el de sus coatinwadores eat cara la diferencia ene trela generacon incl de todos los ani takes or la madre terra que luego de producir las grandes crauras queda gota, yas generacones spon eas poscriores que slo tracrin al mun cae ee a partipacn de progenitores, no pueden equipararsealorigenprimario dea vida, Jensen coxa vents Los comentarios de A. 1. Oparin (1894-1980) sole a historia dels to- tas del origen dela vida —citadas aba epee lle ara ol ovigen de Tos organismos en sus especies actuals, Bai aloege primar dea vid Ta Historia nos muestra que el proble- ta del orgen de la vida ha ataido la | atencin de a Humanidad ya desde los No. 39 1ULIO.SEPTIEMBLE 1965 tiempos mis remotos. No existe ningin sistema filos6fico 0 religioso ni un solo pensador de alla, que no haya dedicado Ja maxima atenci6n a este problema. En. cada época diferente y en cada una de las dstintas fases del desarrollo dela cul- arreglo a normas diversas. Sin embargo, ‘en todos los casos ha constituido el cen- tro de una lucha acerba entre las os f- losofias irreconciliables del idealismo y

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