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UNIVERSIDAD NORORIENTAL PRIVADA

“GRAN MARISCAL DE AYACUCHO”

FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA DE DERECHO

LA RESPONSABILIDAD PENAL DEL MÉDICO EN CASOS DE MALA PRAXIS


PROFESIONAL

Realizado por:

Francis Rosaura Tovar Silva

V-28.702.504
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Barcelona, noviembre 2022.

UNIVERSIDAD NORORIENTAL PRIVADA

“GRAN MARISCAL DE AYACUCHO”

FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA DE DERECHO

LA RESPONSABILIDAD PENAL DEL MÉDICO EN CASOS DE MALA PRAXIS


PROFESIONAL

Trabajo especial de investigación presentado como requisito parcial para optar al título de
Abogado.

Autora: Francis Tovar V-28.702.504

Tutor: Dr. Ruben Rengel


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Barcelona, noviembre2022.

LA RESPONSABILIDAD PENAL DEL MÉDICO EN CASOS DE MALA PRAXIS


PROFESIONAL

Tovar, Francis V-28.702.504

Estudiantes del 8vo semestre de Derecho en la Universidad “Gran Mariscal de Ayacucho”


Facultad de Derecho-Núcleo-Barcelona

RESUMEN

El tema objeto de análisis, es de gran importancia y vigencia en la sociedad moderna, ya que,


el aumento de expresiones acerca existencia de mala praxis médica, desde la perspectiva de
los derechos fundamentales de las personas, es decir, el derecho a la vida y a la salud, ha
devenido en una necesidad de desdibujar los límites sobre su actuación y se fijen pautas sobre
la posible incidencia por parte estos profesionales. En este sentido, en este estudio se realizó
una caracterización de elementos, en las que se puede señalar que el médico no de actúa
acuerdo a los estándares y obligaciones que su propia profesión (lex artis). Así mismo, reflejará
de forma analítica todo el apartado legal que contempla lo concerniente a la responsabilidad
penal del médico, tomando en consideración que la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela reconoce e manera taxativa e inequívoca la derechos fundamentales a la vida y a la
salud, y en este sentido constituye una plataforma fundamental para iniciar las averiguaciones
sobre las responsabilidades penales ante mala praxis médica, entendida como la afectación de
la persona que genere como consecuencia la pérdida de la calidad de vida, salud, física o
mental, entre otros. En este contexto, estudio se cimentó metodológicamente en la
investigación documental con un nivel descriptivo, así mismo, para el análisis de la información
se utilizó la observación documental y el análisis de contenido los cuales contemplan la revisión
rigurosa de documentos, artículos, textos legales, a fin de responder los propósitos de la
investigación. En conclusión, de la reflexión e interpretación de la información se observa que
la plataforma jurídica del estado venezolano les permite a los organismos pertinentes realizar
las indagaciones necesarias ante la mala praxis médica y establecer criterios para compensar
los daños ocasionados a partir de estos.

PALABRAS CLAVE: Mala Praxis médica, Responsabilidad Penal, lex artis, Marco Legal
Venezolano.
4

ÍNDICE

RESUMEN.....................................................................................................................................3
INTRODUCCIÓN...........................................................................................................................5
CAPÍTULO I..................................................................................................................................7
MARCO TEÓRICO....................................................................................................................7
MALA PRAXIS:......................................................................................................................7
MODALIDADES:....................................................................................................................8
ELEMENTOS:......................................................................................................................10
DEBERES Y DERECHOS DE LOS PROFESIONALES DE LA MEDICINA......................11
CAPÍTULO II...............................................................................................................................16
RESPONSABILIDAD PENAL.................................................................................................16
LA RESPONSABILIDAD PENAL DEL MÉDICO:...............................................................16
LA LEX ARTIS MÉDICA......................................................................................................17
PROCEDIMIENTOS PREVISTOS EN EL MARCO JURÍDICO PARA EL
ESTABLECIMIENTO DE MALA PRAXIS MÉDICA (Arteaga Sánchez, 2012)..................19
LA RESPONSABILIDAD MORAL.......................................................................................19
CAPÍTULO III..............................................................................................................................21
MALA PRAXIS MÉDICA Y EL MARCO JURÍDICO VENEZOLANO.....................................21
MALA PRAXIS MÉDICA EN EL CONTEXTO JURÍDICO VENEZOLANO.........................21
CONCLUSIÓN.............................................................................................................................26
BIBLIOGRAFÍA...........................................................................................................................28
5

INTRODUCCIÓN

De acuerdo con Ariza, (2021) de manera dogmática, en el contexto de la lex artis la


mala praxis puede definirse como actuar contra el deber objetivo de cuidado, que se constituye
por dos elementos: uno de carácter objetivo y otro de carácter normativo. En este sentido, al
referiré al objetivo su valoración se enmarca siempre dentro del espectro situacional
determinado, es decir, por el análisis de la conducta humana en el contexto en el cual se
desempeñó el médico en este caso. En este escenario, se considera que existe una infracción
cuando se constate que no se aplicó el estándar sanitario exigible, independientemente de las
capacidades del médico. En lo que respecta al aspecto normativo, la determinación de una
actuación es imprudente depende de criterios que enuncia la ley. Es importante señalar, que
ante la dificultad real de describir las todas las acciones que pueden poner en peligro o dañar a
las personas o sus bienes, la norma jurídica se limita a fijar una imagen rectora que oriente al
juez sobre su interpretación de acuerdo con la situación específica.

Dentro de esa perspectiva, se puede denominar este apartado como de tipo penal
abierto, que debe ser llenado por el conjunto de reglas técnicas o procedimentales
suministradas por las ciencias biomédicas y aplicadas por los miembros de esa comunidad
científica a situaciones ya conocidas y contrastadas; a ese conjunto de reglas se le denomina
lex artis (Siccha, 2010) En este orden de ideas, Contreras, 2006, citado por Cardozo, 2019),
señala que existe mala praxis cuando:

... se provoque un daño en el cuerpo o en la salud de la persona humana, sea

este daño parcial o total, limitado en el tiempo o permanente, como

consecuencias de un accionar profesional realizado con imprudencia o

negligencia, impericia en su profesión o arte de curar o por inobservancia de los

reglamentos o deberes a su cargo con apartamiento de la normativa legal

aplicable. (Contreras, 2006, pp. 8)

En este marco de ideas, la mala praxis médica se ha constituida como un aspecto


trascendente ante los reclamos de pacientes que se consideran afectados por una conducta
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interpretada como lesiva a sus intereses en lo intrínseco de la persona. En Venezuela partir de


la entrada en vigencia Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, (1999), este
aspecto ha adquirido una profunda dimensión, toda vez que la persona al conocer el alcance
de los derechos humanos, proclamados como valores superiores, tiene la certeza de que
cualquiera reclamación que afecte el derecho a la vida, su integridad física, sicológica o moral
puede ser procesada.

En este orden de ideas, Hernandez, (2020) expresa que el campo de la medicina “se
ha visto impactado por diversos y sonados casos que ponen en evidencia lo delicado del
ejercicio profesional de la medicina” (p.8). Dejando además en evidencia que en muchas
ocasiones los médicos desconocen las implicaciones legales del ejercicio su profesión. De allí
que el gremio médico ha elevado un exhorto a sus miembros para que sus actuaciones estén
orientadas por el lex artis evitando las implicaciones que para ellos puede generarle una
actuación considerada mala praxis médica. Ante la realidad señalada, el estudio intenta
contextualizar la mala praxis médica, desde la perspectiva de los derechos fundamentales de
las personas, es decir, el derecho a la vida y a la salud, así como la responsabilidad penal de
los profesionales de la medicina lo cual ha devenido en una necesidad de desdibujar los límites
sobre su actuación y se fijen pautas sobre la posible incidencia por parte este gremio.

Bajo estos principios, en este trabajo, se pretende realizar un análisis de las actuaciones
que pueden comprenderse dentro del término mala praxis médica y cuáles son sus
responsabilidades penales en el contexto jurídico venezolano. La complejidad de esta fina línea
entre la salud, bienestar, vida de un paciente y la actuación médica ha sido la motivación para
la realización de este trabajo. Será el objetivo del mismo plasmar con claridad y análisis la
posible existencia de dichos límites existentes frente a los diversos casos de diferente índole
que pueden surgir en la actividad médica.

En congruencia, la investigación se inscribe en bajo el paradigma cualitativo, tipo


documental y descriptivo puesto que centra su esfuerzo en la búsqueda intencional de datos de
información de tipo cualitativo, así como develar situaciones y eventos relacionados con la mala
praxis médica y su responsabilidad penal en el marco jurídico venezolano, a fin de generar un
aporte teórico que permita vislumbrar un análisis del estado del arte. Bajo esta perspectiva, la
investigación está estructurada en: Capítulo I referido al marco teórico el cual concibe
conceptualización y caracterización de los elementos constitutivos de la mala praxis. El
Capítulo II: Marco legal, se exponen los antecedentes legales contemplados en estructura
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jurídica del estado venezolano. Por su parte, Capítulo III Refleja el análisis sobre las
implicaciones de la mala praxis médica bajo la visión de la plataforma jurídica venezolana,
finalmente se presenta las Conclusiones Generales y las referencias bibliográficas.

CAPÍTULO I

MARCO TEÓRICO

MALA PRAXIS:

En las sociedades modernas el tema de la mala praxis ha adquirido relevancia por


cuanto se refiere a robustecer los valores de responsabilidad ante los perjuicios en general que
se les causen a terceras personas en el ejercicio de las profesiones; y, en especial en el ámbito
de la medicina. En este marco de ideas, resulta coherente desdibujar la concepción de mala
praxis a fin de establecer los criterios de opinión para el estudio. En este sentido, tal como
señala Gómez Rivero, (2003), por el contrario como se manifiesta en otros sectores donde el
actividades de riesgo en los que son las dificultades pueden considerarse mínimas desde un
punto de vista de análisis es estrictamente dogmático, la realidad contextual en la que se
desenvuelve la praxis médica propicia toda una escala valorativa a la hora de traducir en
términos penales el comportamiento imprudente. Porque los efectos que produce no son
lineales y están condicionados por una dinámica que se cimenta bajo aspectos tales como la
vulnerabilidad e inseguridad de los actores intervinientes.

En tal sentido, Contreras, (2006, citado por Ariza, 2021). Señala que existirá Mala Praxis
en el área de la Salud:

Cuando se provoque un daño en el cuerpo o en la salud de la persona humana,

sea este daño parcial o total, limitado en el tiempo o permanente, como

consecuencia de un accionar profesional realizado con imprudencia o

negligencia, impericia en su profesión o arte de curar o por inobservancia de los

reglamentos o deberes a su cargo con apartamento de la normativa legal

aplicable. (Contreras, 2006, pp 81)

De la posición anterior se puede observar que se conceptualiza la Mala Praxis desde la


perspectiva Culposa, es decir, la referida al que ha actuado con imprudencia, negligencia, con
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impericia de su profesión arte o industria o por inobservancia de reglamentos, órdenes e


instrucciones, la cual puede desencadenar en la muerte o una lesión en la salud de la persona.
Denota además, que el concepto no incluye la Mala Praxis Dolosa; es decir la causada con
intención del actor con la intención implícita de lucrarse y como resultado de esta acción el
paciente se vea afectado en su calidad de vida, salud física o mental.

El autor Tiffer, (2009) menciona otras acepciones de mal praxis médica:

• Ejercicio inadecuado de la profesión.


• El daño corporal producto del acto médico.
• La violación de las normas del adecuado ejercicio profesional.
• La omisión, por parte del médico, de una prestación apropiada de los servicios a que
está obligado.

De igual forma, este autor describe una definición de mal praxis médica, la cual, por los
componentes que incluye, es la que resulta más completa:

La mal praxis médica consiste en un error involuntario vencible, un defecto o

falta de aplicación de métodos, técnicas o procedimientos en las distintas fases

de la actuación del médico (exploración, diagnóstico, tratamiento y seguimiento)

que tiene como resultado una afectación, que era previsible en la salud o vida

del paciente. (Tiffer, 2009, pp 203)

Es de interés para el estudio destacar dos elementos contentivos de la definición de


Tiffer en relación a la mal praxis en primera instancia señala que es una conducta, que a su vez
puede ser analizada por acción o por omisión. Entendiendo la acción: Es la exteriorización de
acciones dirigidas a establecer un procedimiento determinado. Por su parte la omisión: Implica
la no realización de la conducta debida o exigida, la cual debe estar previamente determinada.

MODALIDADES:

La Impericia: Radica en la incapacidad técnica para el ejercicio de una función,


profesión o arte determinada. Son los actos que se ejercen con la ignorancia de las reglas
respectivas.
9

Arteaga Sánchez, (2012) la define como

El ejercicio de una actividad profesional o técnicas sin los conocimientos

necesarios, o sin la habilidad requerida, pudiendo definirse en síntesis como la

falta de habilidad normalmente requerida para el ejercicio de una determinada

profesión lo que puede derivar de la carencia de los conocimientos necesarios,

de la necesaria experiencia o de la ineptitud del profesional. (Arteaga Sánchez,

2012, pp 351)

La impericia es un concepto relativo ya que pueden variar con el lugar, el tiempo y las
condiciones en que se realice el acto médico, es por ello que para determinarlas se tiene en
cuenta la situación en cada caso en particular y los medios disponibles para ello. De lo anterior
se infiere, está sujeta a diversas condiciones tales como el tiempo, lugar, condiciones
ambientales y técnicas que devienen en una mala praxis.

La Negligencia: Se puede decir que es una de las formas más frecuentes de mala praxis. Por
ello es que gran cantidad de autores se refieren a la misma. Por su parte Riu, (2010) la define
como: Una actitud negativa, del profesional que no ha puesto el empeño necesario, el celo
requerido, la diligencia exigible, la preocupación, el control debido, la verificación pertinente, el
cuidado y hasta la imaginación suficiente, que la atención del paciente demande. En este
contexto, la negligencia está presente cuando el médico no posea la destreza requerida o que
a pesar de poseerla no la ejerza. De ello algunos autores la describen como la forma pasiva de
la imprudencia porque implica el olvido de las precauciones impuestas por la prudencia.

En este orden de ideas algunas formas de negligencia de acuerdo con Riu, (2010) son:

• Abandono del paciente: en este caso el médico unilateralmente termina la relación médico-
paciente sin notificar adecuadamente a la pare afectada para que se busque un sustituto, aun
cuando éste requería de su atención.

• Negligencias y reacciones alérgicas a medicamentos: el médico está obligado a conocer las


propiedades de las drogas y sus efectos adversos (inmediatos y mediatos), así como a conocer
bien las condiciones del paciente para su administración. Algunas veces la estructura de
determinados medicamentos sumada a la receptividad del paciente puede ocasionar alergias
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(aumento de sensibilidad), por ello es necesario que se aplique una prueba previa o en su
defecto (aunque no muy conveniente) dejar constancia del interrogatorio del paciente sobre el
tema. Por otro lado, si se prueba que el medicamento administrado no era útil para el proceso
en cuestión puede invocarse negligencia aun cuando la reacción fuese imposible de prever.

• Negligencia por desactualización: Incurre en negligencia quien no estudia, que se conforma


con lo que aprendió en sus años de Universidad, no se prepara bien para sus casos y que no
los consulta. Dentro de los deberes del médico se encuentran el de informarse sobre los
progresos científicos de la medicina.

• La Imprudencia: Consiste en la actuación temeraria o precipitada inexcusable. En este


aspecto Lopez Bolado, (2003) agrega que la imprudencia supone realizar actos inusitados,
y que, por ello, pueden causar efectos dañosos. Este apartado explica que la imprudencia
médica implica una conducta peligrosa que abiertamente viola las normas de cuidado o
cautela que establece la prudencia. Imprudente es quien actúa sin cordura, moderación,
discernimiento, sensatez o buen juicio. Notoriamente con ésta conducta se pone en peligro
la vida o salud del paciente debido a un exceso en el accionar por parte del médico.

• La inobservancia del reglamento: Se presenta cuando un médico viola disposiciones


expresamente dispuestas que han sido dictadas por la autoridad pública. También pueden
estar predispuestas por los particulares con la finalidad de evitar daños en bienes jurídicos,
debido al desarrollo de actividades que implica riesgo y que requieren, por ende de
precauciones especiales. El fundamento de la incriminación surge de la indiferencia o
menosprecio a esas disposiciones. No basta para que surja la responsabilidad culposa la
simple inobservancia de las normas. Se requiere no solo una relación de causalidad entre
la inobservancia y el resultado dañoso, sino además que el resultado sea el que se
pretendía evitar con la norma.

ELEMENTOS:

Salazar Ureña, (1994) señala que para que en un caso se considere la presencia de
mala praxis, hay tres elementos esenciales que el médico forense debe establecer en su
dictamen:
11

1. Que se haya establecido una relación médico-paciente, ya sea en forma voluntaria (medicina
privada) o involuntaria (medicina institucional o de empresas). Esto es fácil de establecer
mediante el respectivo expediente clínico.

2. Que el médico haya dejado de cumplir alguno de sus deberes para con el paciente. Es decir,
una atención óptima, oportuna, continua y cuidadosa.

3. Que el incumplimiento de sus obligaciones haya sido la causa inmediata del perjuicio
infringido al paciente. La relación causa-efecto se establece probando que la acción u omisión
del médico causa el daño y que el paciente no intervino en la producción del mismo. Un
procedimiento para establecer esta relación es el de la RES IPSA LOQUITUR (los hechos
hablan por sí mismos). Esto consiste en que: La situación no se habría producido de no haber
incurrido en mala praxis médica, es decir, el médico tuvo bajo su control los medios para
evitarlo y en la producción del daño no intervino acción voluntaria o contribuyente alguna de
parte del paciente.

De forma general se puede ejemplificar los conceptos anteriores, de la siguiente forma:


la imprudencia se observa cuando un médico que interviene en varias intervenciones
quirúrgicas al mismo tiempo; por su parte, la negligencia ocurre cuando el equipo de salud o el
médico no toman la precauciones debidas, que se supone deben conocer; la Impericia, cuando
se ejecutan procedimientos médicos sin el debido conocimiento sobre el mismo; la
Inobservancia de los Reglamentos y órdenes e instrucciones: referidas a la Ley Orgánica de la
Salud, Ley del Ejercicio de la Medicina, Código de Deontología Médica, los reglamentos
internos de los hospitales y clínicas, de la asepsia de los quirófanos y definir la existencia de
normativas que reglamenten la actuación de otros equipos de salud, y otras normas sanitarias
aplicables.

DEBERES Y DERECHOS DE LOS PROFESIONALES DE LA MEDICINA

Deberes generales:

Describir los derechos y deberes de los profesionales de la medicina es de gran relevancia


para el estudio puesto que permite enmarcar cuales son las estructuras jurídicas vigente que
enmarcan la práctica médica. En este sentido, como lo señala (Martín Corona, 1994) en el
Código de Deontología Médica, (1985) se establecen entre los deberes que deben observar los
médicos en el desempeño de su función, de manera general:
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• Mantener el más alto nivel de conducta profesional.


• Evitar interferencias de carácter económico en el juicio profesional a favor de sus
pacientes.
• Mantener la independencia técnica y moral, con compasión y respeto por la dignidad
del hombre.
• Comportarse con el mismo grado de honradez con sus pacientes y sus colegas.
• Evitar el corporativismo dañino.
• No realizar publicidad de su labor, excepto en los casos y formas permitidas por la ley.
• El prestigio no lo otorgan los enfermos sino nuestros colegas.
• No se podrá dar ni recibir comisión ni ventaja alguna por remitir a un paciente a otra
consulta o entidad sanitaria.
• Guardar el secreto profesional.
• Respetar los derechos de sus pacientes, de los otros médicos y de los demás
profesionales de la salud.
• Deberá hacer compatible el beneficio de su paciente con el derecho de este a la
autonomía.
• Actuar con prudencia al divulgar por medios no profesionales (medios de
comunicación), sus criterios, opiniones o hallazgos científicos.
• El médico podrá certificar tan solo aquello que haya comprobado personalmente.

Deberes hacia los Pacientes:

En el mismo Código de Deontología Médica se establecen también los deberes hacia


los pacientes: (Martín Corona, 1994)

Art. 11: El médico en su ejercicio profesional público o privado deberá actuar de

acuerdo con las normas y condiciones morales y materiales que rigen la

realización del acto médico, basado en el respeto a la dignidad de la persona en

la relación médico - paciente, en la responsabilidad individual y en el secreto

profesional. (Código de Deontología Médica, 1985, pp 27)

Tal como se observa, el articulo refleja una guía orientadora del perl etico del

profesional de la medina en función a su actuación con el paciente que este bajo su


13

responsabilidad. En este particular, el perfil ético del profesional juega un rol

fundamental para orientar su práctica profesional. Por su parte el Código de

Deontología Médica, (1985), en el Art. 15 establece que no expondrá a su paciente a

riesgos injustificados, y que cuando deba aplicar procedimientos que puedan afectarle

física o psíquicamente, deberá pedirá consentimiento. Por lo que la imprudencia en la

praxis también está sujeta a la base ética del profesional.

De manera general de acuerdo con los postulados anteriores se puede inferir que son
deberes de los médicos:

 Tener siempre presente el deber de preservar la vida humana.


 El médico debe a su paciente toda su lealtad y rodos los recursos de su ciencia.
 El médico debe solicitar la ayuda de un colega siempre que lo considere oportuno en
bien del enfermo.
 La muerte del enfermo no libera al médico del secreto.
 Está obligado, de manera especial, a prestar auxilio en situaciones de urgencia.
 Deberá conocerse emocionalmente a sí mismo y saber cuáles son sus apetencias y
limitaciones propias

Derechos de los Médicos

De acuerdo con Asociación Médica Mundial, (1985), los profesionales de la medicina tienen
derecho a:

 Poder ejercer la profesión con libertad y sin soportar presiones de ninguna naturaleza:
Derecho a que se respete su juicio clínico y Derecho a la libertad de prescripción.
 Desarrollar su ejercicio profesional en instalaciones adecuadas y seguras.
 Tener acceso y disponibilidad a los recursos que su práctica profesional requiere:
Personal auxiliar capacitado y Servicios e instrumental adecuado.
 Abstenerse de garantizar resultados en la atención médica: La difícil respuesta a ¿me
curaré?
 Recibir toda la información que el paciente y familia puedan facilitarle.
 Acceso a educación médica continua.
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 Ser considerado en igualdad de oportunidades para su desarrollo profesional: No podrá


influir: Raza, color, religión, origen nacional, sexo, edad, o afiliación política Podrá
asociarse para la defensa de sus intereses profesionales.
 Salvaguardar su prestigio profesional.
 Recibir remuneraciones por los servicios prestados.
 Derecho a no verse obligado a practicar una “Medicina Defensiva”:

Derechos de los Pacientes

El ser humano es el centro de la actividad profesional en salud y el objetivo de todas las


políticas estatales en el área, y por este solo hecho, goza de una serie de derechos que han
sido protegidos por la Ley y las normas en todo el mundo. De acuerdo con la Asociación
Médica Mundial, (1985), estos incluyen:

 Derecho a escoger libremente el médico


 Derecho a tomar decisiones respecto de su organismo
 Derecho a la información sobre su enfermedad
 Derecho a morir con dignidad
 Derecho a recibir o rehusar apoyo espiritual

Deberes de los Pacientes:

En coherencia con los aspectos abordados en los apartados anteriores, los pacientes al
igual que el gremio médico poseen deberes y derechos vinculantes a las actividades médicas,
por cuanto el paciente es la esencia del acto médico, dentro de los deberes están: (Martín
Corona, 1994)

 Colaborar en el cumplimiento de las normas e instrucciones establecidas en las


Instituciones Sanitarias.
 Tratar con el máximo respeto al personal de las Instituciones Sanitarias, los otros
enfermos y acompañantes.
 Solicitar información sobre las normas de funcionamiento de la Institución y los canales
de comunicación (quejas, sugerencias, reclamaciones y preguntas).
 Conocer el nombre del médico.
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 Cuidar las instalaciones y de colaborar en el mantenimiento de la habitabilidad de las


Instituciones Sanitarias.
 Firmar el documento de Alta Voluntaria, en los casos de no aceptación de los métodos
de tratamiento.
 Responsabilizarse del uso adecuado de las prestaciones ofrecidas por el sistema
sanitario, fundamentalmente en lo que se refiere a la utilización de servicios,
procedimientos de baja laboral o incapacidad permanente y prestaciones farmacéuticas
y sociales.
 Utilizar las vías de reclamación y sugerencias.
 Exigir que se cumplan sus derechos.

El Derecho a la Salud
La salud es el bien jurídico fundamental que se tutela en los delitos culposos por mal
praxis médica, por ello resulta coherente para el estudio reflejar la noción del derecho a la
salud. Tomando como punto de partida la evolución de dicho derecho, con base en las
disposiciones de la Organización Mundial Para la Salud (OMS, 2008). El derecho a la salud
tiene sus características, es un derecho fundamental, inherente al derecho a la vida y a la
dignidad de la persona humana; la conexión entre la salud y la vida es evidente, por lo que
puede considerarse como un objeto concreto del derecho a la vida: mientras haya vida humana
debe haber derecho a la salud; por su conexidad al derecho a la vida, comienza con la
fecundación y termina con la muerte del hombre. (Figuera Cardozo, 2009).
En esta línea de pensamiento, la salud es un pilar fundamental para la supervivencia del
hombre por lo que involucra necesariamente establecer pautas para su conservación,
restablecimiento y prevención para evitar acciones que puedan afectarla y en consecuencia
reducir la calidad de vida del hombre. En función de lo expuesto, se deduce que la
responsabilidad de garantizar el pleno ejercicio del derecho a la salud corresponde a los
Estados, a través del marco jurídico establecido y se materializa con la eficacia y eficiencia de
los órganos que lo conforman, entre ellos el Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo y el
Poder Judicial a través de sus jueces.
16

CAPÍTULO II

RESPONSABILIDAD PENAL

LA RESPONSABILIDAD PENAL DEL MÉDICO:

Con el objeto de describir cual es la responsabilidad penal del médico, resulta coherente
mencionar que la misma se tipifica como un delito, es por ello que para el estudio se tomó
como plataforma para el análisis y la reflexión la definición del doctor Jimenez de Asua, (2019)
el cual lo señala como el acto típicamente antijurídico culpable e imputable a un hombre y
castigado con una pena o sanción penal. En este marco de ideas, el hecho vislumbra una
conducta externa que puede ser por acción u omisión, voluntaria y consciente, humana, ya que
el hombre es el único sujeto activo del delito. Es por ello que resulta imperante que el delito
esté tipificado como antijurídico por la ley, puesto que nadie puede ser castigado por una
acción que no estuviere expresamente previsto, y además demostrar madurez y salud mental
para que se imputable y, por consiguiente, sancionable.

Ahora bien, toda persona culpable tiene necesariamente que ser imputable, pero no
toda persona imputable es culpable. En la culpabilidad se encuentran los dos subtipos de
culpabilidad: el dolor y la culpa. Tal como lo señala Arteaga Sánchez, (2012), el delito doloso o
intencional es aquel en el cual el resultado antijurídico coincide exactamente con la intención
finalista del sujeto. Es decir, la persona ejecuta un acto voluntario y consciente típicamente
antijurídico, logrando lo que se ha propuesto. Es evidente que en el ejercicio de la medicina (a
excepción de todos aquellos casos extremos) no existe en el ánimo del médico la intención o
propósito de perjudicar, lesionar o matar a sus pacientes; en los que el ha utilizado su
profesión.

ELEMENTOS DE RESPONSABILIDAD PENAL MÉDICA. (Arteaga Sánchez, 2012)

Se requiere los tres elementos para que un hecho por la mala praxis pueda ser
imputado a un médico y son:
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A) Tipicidad: La Ley penal definirá el hecho punible de manera inequívoca. Esta


definición tiene que ver con la concordancia entre la conducta descrita por la norma y la
conducta realizada por el médico acusado

B) Antijuridicidad: Para que una conducta típica sea punible, se requiere que lesione o
ponga en peligro, sin justa causa, el interés jurídico tutelado por la ley. La antijuricidad dice en
relación al daño o peligro de un derecho, por causa de un acto humano injustificado: si alguien
se apodera de un bien ajeno, con este acto vulnera el derecho de propiedad que otro tenía
sobre la cosa hurtada. En este sentido, la antijuridicidad es entonces toda conducta contraria a
derecho.

C) Culpabilidad: Para que una conducta típica y antijurídica sea punible debe realizarse
con culpabilidad. Queda proscrita toda forma de responsabilidad objetiva. Decir culpabilidad es
decir representación mental del hecho. En este sentido, hablar de culpabilidad es una noción
que indica que, si la persona se encuentra en ese momento en pleno uso de sus facultades
mentales, debe responder por la comisión del delito porque lo previó y lo quiso o, sin quererlo,
confió imprudentemente en poder evitarlo.

LA LEX ARTIS MÉDICA

Para abordar el ámbito de la responsabilidad profesional, se hace significativo hacer


referencia a la lex artis médica. Casabona Romeo, (1981) puntualiza que la lex artis son
“aquellas reglas con las que cuentan determinadas profesiones cualificadas por su
especialización y preparación técnica” (p26), en este hilo, dichas normas determinan las pautas
dentro de las cuales deben manejarse en la profesión. Por su parte, Molina Arrubla, (1995)
refiere que la lex artis médica es la “serie de reglas que determinan el modo correcto de
conducta profesional del médico frente a la corporeidad de su paciente, dentro del contexto de
una determinada situación clínica, y de acuerdo con los últimos avances de la ciencia médica.”
(p88). Coherente con lo descrito por al autor anterior, la lex artices el compendio de normas
que orientan el accionar médico frente a un caso clínico.

Es imperante denotar, que estas estas reglas que constituyen a la lex artis no se
encuentran expresadas en la ley o en reglamentos, puesto que ningún ordenamiento jurídico le
indica al profesional médico como hacer su praxis profesional, es decir, cómo diagnosticar un
paciente, o realizar una intervención quirúrgica, qué exámenes y tratamientos prescribir entre
18

otros. Entonces, la lex artis proviene de la experiencia en la praxis médica y su contenido no


depende del marco jurídico establecido.

En atención al pensamiento anterior, Lombana Villalba, (2015) concreta:

Así, tenemos entonces que la lex artis no está constituida por una serie de reglas

improvisadas de conducta profesional, sino que dichas reglas son el producto de

la evolución de largos años de estudio, por parte de miles de personas

dedicadas al disciplinado estudio y a la práctica de la profesión médica,

consagrando sus vidas a ese especial campo de conocimiento -en este caso la

ciencia médica-, y que además han sido aceptadas como las normas de la

profesión que mejor conllevan a la realización de los fines de la misma. (p213)

En este sentido, de los autores anteriores se deduce que aun cuando la lex artis no está
expresada en el ordenamiento jurídico que regula la acción profesional, la misma es
fundamental para determinar cuáles conductas se ubican dentro del riesgo permitido de la
actuación médica.

De acuerdo con Araya Orozco, (2017) en la lex artis se pueden observar tres
características principales:

 La lex artis es necesaria para el análisis del comportamiento del médico. Para ello, debe
evaluarse el estado de desarrollo de la profesión, las características esenciales de quien
la ejerce, la complejidad del acto médico, el contexto y las circunstancias específicas de
la enfermedad y del paciente. Debe tenerse claro que el desenvolvimiento normal de la
lex artis, implica un margen de error inherente a la actividad humana, pues el
profesional no es infalible.
 El cumplimiento de la lex artis debe analizarse en el caso concreto, pues debe tenerse
en cuenta el estado de la ciencia, las condiciones del paciente y la disponibilidad de
recursos.
19

 El desempeño de la lex artis debe tenerse en cuenta en todos los momentos del
tratamiento médico. El profesional debe acatar la lex artis durante el diagnóstico, la
formulación de las terapias, el seguimiento y la rehabilitación.

INFRACCIÓN A LA LEX ARTIS Y EL RESULTADO LESIVO

Ariza, (2021), Señala que la sola transgresión a la lex artis no es por sí misma
constitutiva de delito, es necesario además verificar que esa infracción produjo el resultado
lesivo para el bien jurídico. En este sentido, la jurisprudencia ha establecido que no toda
infracción a la lex artis es constitutiva de una infracción al deber de cuidado, siendo
indispensable que la misma sea injustificable. Es decir, destaca Ariza, (2021), “para que la
imprudencia médica sea penalmente relevante es necesario que en el tratamiento dispensado
al paciente se incurra en conductas descuidadas de las que resulta de un proceder
irreflexivo”(p59), en este sentido, la falta de adopción de medidas preventivas de generalizado
uso o ausencia de pruebas, investigaciones o verificaciones precisas como imprescindibles
para según el curso del estado del paciente actuar, aunque entonces el reproche de
culpabilidad viene dado, no tanto por el error, sino por la dejación, el abandono, la negligencia o
el descuido de la atención que el paciente requiere.

PROCEDIMIENTOS PREVISTOS EN EL MARCO JURÍDICO PARA EL ESTABLECIMIENTO


DE MALA PRAXIS MÉDICA (Arteaga Sánchez, 2012)

Un mal resultado médico; implica necesariamente una mala praxis. Para que quede
configurada una mala Praxis es imprescindible la presencia simultánea de tres (3) elementos:

A. Que exista evidencia de una falta Médica

B. Que exista evidencia de daño en el Paciente

C. Que exista evidencia de nexo causal Entre la falta y el daño arriba mencionado.

Para que se ponga en juego el Aparato de la responsabilidad es menester que exista la


falta médica o el incumplimiento de los deberes Profesionales.

Para ello deben concurrir los siguientes requisitos:

A) obligación preexistente,
20

B) falta médica (impericia, imprudencia, Negligencia, inobservancia de los deberes y


Reglamentos a su cargo),

C) daño ocasionado,

D) determinismo causal entre el acto Médico y el daño ocasionado,

E) imputabilidad (que el médico sea tenido Por culpable del daño).

LA RESPONSABILIDAD MORAL.

Hablar de la responsabilidad moral dentro del contexto de la medicina y la etica laboral


del médico toma un rol importante para el estudio por cuanto se considera la lex artis coo un
concepto fundamental al momento de establecer la cumpabilidad del profesional ante un mala
praxis. En este contexto, señala Ramos, (2018) acerca de la responsabilidad moral “la
verdadera conciencia de la ética profesional, es innata en todo ser humano” (p37), y en el
ejercicio de la medicina, la conciencia con la cual el médico practica su labor, genera la nobleza
de su profesión. Entonces, un médico instruido pone en práctica madura la evolución de una
dolencia, o al acto terapéutico. Esta capacidad, le permite comprender la intranquilidad que
experimenta el enfermo y lo obliga a rodearse de todos los elementos que implican la seguridad
del éxito en beneficio para el paciente. Mientras más instruido es un médico, más técnica posee
de su arte y con ello se fortalece su responsabilidad moral.

Es por lo tanto esta responsabilidad moral, el pilar principal que debe estimular y cuidar
el profesional médico, ya que ésta nunca deja de evidenciarse, ninguna vez deja de imputar su
fallo. Claramente, la conciencia profesional no deja de lado, no perdona, ni se olvida a través
del tiempo, de aquellos fallos que pueden devenir en delitos, que por acción o por omisión
hayamos cometido; permanentemente deja ver esas experiencias poco gratificantes,
desdibujando a través de las memorias aquellas difíciles y angustiosos momentos, en que
comprobamos un error cometido y sus consecuencias.
21

CAPÍTULO III

MALA PRAXIS MÉDICA Y EL MARCO JURÍDICO VENEZOLANO

MALA PRAXIS MÉDICA EN EL CONTEXTO JURÍDICO VENEZOLANO

En Venezuela, el enfoque jurídico aplicable para comprobar la mala praxis médica, tiene
su sustento en lo establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el
cual parte de un postulado esencial como es el derecho a la vida y la declaración abierta del
principio de garantía a los derechos humanos. En este se desarrolla una serie de principios
referidos a la inviolabilidad del derecho a la vida, a la integridad física y sucintamente el
derecho a la salud, tal como puede observarse en el Artículo: Artículo 83. “La salud es un
derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará como parte del derecho a
la vida….” (Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, 1999). Se infiere entonces
la declaración taxativa del estado venezolano como garante del derecho a la vida y a la salud.

De igual forma, el texto constitucional subraya que es obligación del Estado la


orientación y creación de políticas en el área de salud, la dotación de la infraestructura, el
acogimiento de instrumentos jurídicos cónsonos sobre este particular, así como facilitar los
recursos financieros necesarios para su efectivo goce. En los artículos 84 y 85 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, (1999)se puede vislumbrar estos
postulados con total claridad. Ahora bien, hablar sobre el derecho a la salud implica el
reconocimiento de sus características específicas, es por naturaleza un derecho fundamental,
que esta inherentemente vinculado al derecho a la vida y a la dignidad de la persona humana;
puesto que es evidente la conexión entre la salud y la vida, entonces bajo estos principios debe
22

considerarse como objeto concreto del derecho a la vida, es decir, para garantizar la vida
humana debe haber derecho a la salud. Entonces, la salud integral ha de ser fundamental para
la existencia del hombre de tal forma que implica la conservación, el restablecimiento y la labor
de prevención para evitar acciones que puedan afectarla y en consecuencia disminuir la calidad
de vida del hombre.

En función de lo anteriormente expuesto, y asumiendo los principios fundamentales


sobre el derecho a la vida, a la salud y a la dignidad expresados en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, (1999) corresponde al Estado la responsabilidad de
garantizar el pleno ejercicio del derecho a la salud y esto se materializa con la eficacia y acción
de los órganos que lo conforman, entre ellos el Ministerio Público, la Defensoría del Pueblo y el
Poder Judicial a través de sus jueces.

En este contexto el Código Penal de Venezuela, (2000) en su articulado 411 y 422


tipifican el delito del homicidio y lesiones culposas respectivamente.

Art.411: El que por haber obrado con imprudencia o negligencia, o bien con

imprudencia en su profesión, arte o industria, o por inobservancia de los

reglamentos, órdenes o instrucciones haya ocasionado la muerte de alguna

persona, será castigado con... Art.422 El que por haber obrado con imprudencia

o negligencia, o bien con imprudencia en su profesión, arte o industria, o por

inobservancia de los reglamentos, órdenes o disciplinas, ocasione a otro algún

daño en el cuerpo o en la salud, o alguna perturbación en las facultades

intelectuales, será castigado ... (Código Penal de Venezuela, 2000)

Sobre este particular, se puede agregar que los delitos culposos se materializan cuando
la consecuencia final de la acción que produce un daño a la persona no estaba contemplada en
la intención del profesional que ejecuta el delito, es decir, sin la intención de lograr el resultado
final dañoso que se ha producido. En la apreciación de la culpa médica en el sistema penal
venezolano, Martín Corona, (1994) consideró que:

La imputación es un hecho a titulo de culpa, a un sujeto, tiene en nuestro

ordenamiento jurídico carácter excepcional, ya que la regla es la imputación


23

dolosa, de acuerdo a la disposición contenida en el artículo 61 del Código Penal

donde se señala que “Nadie puede ser castigado como reo de delito no

habiendo tenido la intención de realizar el hecho…” (p143)

De acuerdo a ello, se deduce que el indicio o hecho indicador debe estar acabadamente
probado y debe tener significación probatoria respecto al hecho que se requiere demostrar, por
existir alguna conexión lógica entre

De forma consciente y voluntaria el médico puede verse implicado en una serie de


circunstancias que conllevan a responsabilidades tipificadas como delitos en el Código Penal
venezolano o en otras leyes y por tanto tienen sanciones. La ignorancia de la situación real o si
los que está haciendo es delito, no es exime de la responsabilidad al profesional médico por lo
cual no justifica el resultado de sus actos y que modifique las consecuencias de ello. En este
escenario, el Código Penal de Venezuela, (2000) en su Art.60 establece: "La ignorancia de la
ley no excusa ningún delito ni falta”, (p35), en este mismo orden el artículo 2 del Código Civil
De Venezuela, (1982) expone: “La ignorancia de la ley no excusa de su cumplimiento”. (p82).
Figuera Cardozo, (2009) señala como ejemplo de estos delitos: la estafa, falsas certificaciones,
revelación del secreto médico, la extorsión, violación y ultraje al pudor, el aborto no terapéutico,
la hospitalización por falsa enfermedad, entre otros. A continuación se explican alguno de ellos:

 Delito de estafa: De acuerdo con artículo 464 del Código Penal de Venezuela, (2000): “El
que, con artificios o medios capaces de engañar o sorprender la buena fe de otro,
induciéndolo en error, procura para sí u otro un provecho injusto con perjuicio ajeno, será
penado con...” (p102). En este sentido, el profesional de la medicina pudiera verse
involucrado cuando al ponerse de acuerdo con su paciente cambia el diagnóstico para
lograr la cobertura del siniestro por parte de la empresa aseguradora. La acción consiste en
engañar a al seguro induciéndola a error en base al fraude cometido en el informe médico
de la intervención.
 Falsas certificaciones: por su parte el artículo113 de la Ley de Ejercicio de la Medicina,
(1982) señala que: “Infringen la presente ley... Los médicos que firmen récipes en blanco, o
expidan certificaciones falsas con el propósito de burlar las leyes o para favorecer el
incumplimiento de las obligaciones laborales”. (p46)
24

En este orden, el artículo 132 de la Ley de Ejercicio de la Medicina, (1982) expresa:


“Incurren en hechos punibles y serán sancionados conforme a la ley:... Los médicos que firman
récipes en blanco, o expidan certificaciones falsas con el propósito de burlar las leyes o para
favorecer el incumplimiento de las obligaciones laborales serán castigados con prisión de seis
(6) meses a dos (2) años”.

 Revelación del secreto médico: (Ley de Ejercicio de la Medicina, 1982) art. 16:

Todo aquello que lIegare a conocimiento del médico con motivo o en razón de su

ejercicio, no podrá darse a conocer y constituye el secreto médico. El secreto

médico es inherente al servicio de la medicina y se impone para la protección del

paciente el amparo y salvaguarda del honor del médico y de la dignidad de la

ciencia. El secreto médico es inviolable y el profesional está en la obligación de

guardado. Igual obligación y en las mismas condiciones se impone a los

estudiantes de medicina y a los miembros de profesiones y oficios para médicos

y auxiliares de la medicina.

En esta perspectiva, Código de Deontología Médica, (1985) en su Art.124 señala: “El


secreto profesional Médico constituye una modalidad de secreto comiso basado en la
comunicación privilegiada derivada de la relación médico-paciente”. En coherencia con lo
anterior el artículo 190 del Código Penal de Venezuela, (2000) denota: “El que teniendo por
razón de su estado, funciones, profesión, arte u oficio, conocimiento de algún secreto cuya
divulgación pueda causar algún perjuicio, la revela, no obstante sin justo motivo, será castigado
con prisión de cinco a treinta días”.

Como se observa, ejercer la medicina presupone una obligación legal que se origina de
la interacción entre médico y el paciente. En ese instante nace la relación legal-médica y con
esta la aceptación de los derechos y por ende compromisos de los actores que la conforman.
Cuando en el marco de este vínculo jurídico se incumple un deber, se produce un acto médico
contrario a la normativa médico-legal, se genera, en principio, la responsabilidad médica como
sancionabilidad. Desde la perspectiva del ordenamiento jurídico venezolano y a los fines de la
investigación es pertinente conceptualizar la noción de Homicidio culposo, debido a que cuando
25

un paciente pierde la vida como consecuencia de un acto de presunta mala praxis médica, esto
puede ser considerado como tal.

En el artículo 411 del Código Penal de Venezuela, (2000) venezolano, define los actos
de Homicidio Culposo: “El que por haber obrado con imprudencia o negligencia, o bien con
impericia en su profesión, arte o industria, o por inobservancia de los reglamentos, órdenes e
instrucciones, haya ocasionado la muerte de alguna persona, será castigado con prisión de
seis meses a cinco años”. Puede decirse entonces que el Homicidio Culposo es la privación de
la vida de una persona, causada por otra de manera involuntaria o sin intención, como
consecuencia de una actuación que no estaba dirigida específicamente causar lesión y muerte.

El ordenamiento jurídico también establece penalizaciones cuando ocurran daños a la


persona por impericia o negligencia. A este respecto el Artículo 422 del código penal
venezolano establece: “El que por haber obrado con imprudencia o negligencia, o bien con
impericia en su profesión, arte o industria, o por inobservancia de los reglamentos, órdenes o
disciplinas, ocasione a otro algún daño en el cuerpo o en la salud, o alguna perturbación en las
facultades intelectuales, será castigado (…)” (Código Penal de Venezuela, 2000) Es decir, la
negligencia, impericia, imprudencia que pudieran ocasionar daños a la integridad de las
personas, está tipificado como un delito en el ordenamiento jurídico.
26

CONCLUSIÓN
La actividad médica se puede caracterizar como uno de los sectores en los que el
desarrollo científico técnico ha incidido especialmente en las últimas décadas. Generando por
supuesto una transformación profunda en la interacción de los actores involucrados y por ende
en la praxis médica. Esta realidad, ha se proyectado además en la necesidad contextualizar y
actualizar el ordenamiento jurídico que brinda una protección calificada a los bienes jurídicos en
juego, haciendo especial énfasis en el derecho a la vida y la salud psico-física del paciente. Por
lo que requiere la formulación de políticas y aplicación de normas de cuidado para asegurar su
correcto ejercicio. Es por ello que en su actuación profesional intervienen un grupo de reglas,
que dada las características inherentes a esta profesión son de vital relevancia para controlar o
disminuir el riesgo intrínseco de labor que realizan los galenos y que deben observar de
acuerdo con exigencias concretas de cada caso clínico una postura acorde. De no ser así,
podrían incurrir en una mala praxis con resultados de daños o lesiones al paciente que de
disponer los presupuestos de rigor conduciría a la exigibilidad de responsabilidad penal.

Ahora bien, desde la perspectiva del derecho la mala praxis médica, entendida como
imprudencia profesional o imprudencia médica penalmente relevante, deja ver las tendencias y
generalidades sobre su regulación penal. En esta línea de pensamiento, se pueden apreciar
diversos enfoques legales que se han inspirado en las bases doctrinales que lo avalan, en la
jurisprudencia, y además estudiosos en el área. Del análisis de la información recabada, se
pudo vislumbrar un espectro de reacciones de diversos autores especialistas en la materia de
derecho, que oscila desde quienes propugnan un trato menos severo ante resultados lesivos
ocasionados por imprudencia en el ejercicio profesional hasta aquellos que reclaman
especiales niveles de exigencia, fundamentando su postura ante el singular valor de los bienes
jurídicos que pueden resultar lesionados, es decir, la persona humana y su derecho a la vida, la
salud y la dignidad.
27

En Venezuela, el termino de mala praxis médica ha venido cobrando relevancia con los
años, como se ha señalado, el acelerado desarrollo y evolución de las ciencias y tecnologías,
reclaman cada vez más una preparación de calidad de los profesionales de la salud, quienes
permanentemente deben actualizar sus conocimientos para estar cónsonos con los nuevos
avances y poder proporcionar una atención coherente con los nuevos tiempos, de lo contrario
pueden incurrir como factor de riesgo en el ejercicio de sus funciones que podría conllevar a
cometer errores por acción u omisión y como consecuencias del mismo generar lesiones en
sus pacientes. En este contexto, el ordenamiento jurídico venezolano contempla
penalizaciones cuando ocurran daños a la persona por impericia o negligencia.

Es importante denotar, que este ordenamiento jurídico del estado venezolano se ha


profundizado para proporcionar mayores y mejores instrumentos legales a partir de la entrada
en vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, (1999), que propugna
la preeminencia de los derechos humanos y la ética como valores superiores (Art. 2). Bajo
estos postulados, la consagración de estos derechos recogen el adecuamiento legal y al ser
ampliamente difundidos en la población, han impactado en el pensamiento de la ciudadanía
generando una conciencia, que progresivamente ha reflejado un aumento de las denuncias de
lo que consideran situaciones injustas que atentan contra sus derechos humanos, producto de
la mala praxis médica. Bajo estos postulados, este ordenamiento jurídico venezolano, a través
de diferentes Códigos, Leyes, que asumen lo expresado en el texto constitucional, le permiten
al Ministerio Público iniciar las averiguaciones en torno a la mala praxis médica y dar respuesta
a las denuncias formuladas por el paciente que pudiesen devenir en una reparación o
compensación del daño ocasionado.

Como se observa, ejercer la medicina presupone una obligación legal que se origina de
la interacción entre médico y el paciente. En ese instante nace la relación legal-médica y con
esta la aceptación de los derechos y por ende compromisos de los actores que la conforman.
Cuando en el marco de este vínculo jurídico se incumple un deber, se produce un acto médico
contrario a la normativa médico-legal, se genera, en principio, la responsabilidad médica como
sancionabilidad. En función de lo anteriormente expuesto, y asumiendo los principios
fundamentales sobre el derecho a la vida, a la salud y a la dignidad expresados en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, (1999) corresponde al Estado la
responsabilidad de garantizar el pleno ejercicio del derecho a la salud y esto se materializa con
la eficacia y acción de los órganos que lo conforman, entre ellos el Ministerio Público, la
Defensoría del Pueblo y el Poder Judicial a través de sus jueces.
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