El impulso- Capitulo 16.

Jin seok y Andrés seen gong mantienen una sincera y fría conversación
afuera de la pizzería donde son repartidores.
NARRADOR 1 (María Paula) : A Jin seok lo embarga una mezcla de emociones al ver su viejo
casete, para él su trabajo era pasajero pero no así para su ex jefe porque según pasaban los años
su edad no le daría otra opción.
SEEN GONG (Nicolás): -Tengo que irme.
NARRADOR 2 (Claudia) : Esto le dijo el hombre a jin seok, intentaba despedirse y le insinuó.
SEEN GONG (Nicolas ): No lo tire pensando en ti y un día cuando ni recordaba donde lo había
guardado, me lo encontré de repente.
JIN SEOK: (Alejandro) : No me habría importado que lo tirara.
NARRADOR 2 (Claudia): Jin seok estaba determinado a renunciar a sus gustos ya que su nuevo
objetivo era llevar una vida activa y social.
SEEN GONG (Nicolas): ¿En que andas metido ahora en tu tiempo libre? ¿Sigues haciendo
música?
JIN SEOK (Alejandro) : No, en realidad nunca compuse nada, eso de la música fue tan solo un
hobbie de los veinte.
NARRADOR 3 (Coraima) : Seen gong había hecho ese comentario a la ligera en un dia lluvioso
cuando tomaban un descanso fuera de la pizzería, y por ende jin seok contesta con un tonto
descontento entonces empieza a observarlo detenidamente y noto algo muy poco natural.
JIN SEOK (Alejandro):¿Le molesta algo?
SEEN GONG (Nicolas): ¿Cómo?
JIN SEOK: (Alejandro): Es que hace rato esta sentado asi.
NARRADOR 1 (Maria Paula): Seen gon estaba rigido, tenia una cierta falta de coordinación
corporal su actitud y forma de hablar era carente de energía y contrastaba su espalda demasiado
recta y sus hombros tensos.
SEEN GONG (Nicolas): Ah… estoy tratando de demorar algo.
JIN SEOK ( Alejandro): ¿Qué?
SEEN GONG (Nicolas): Estoy tratando de mejorar mi postura.
JIN SEOK ( Alejandro) : ¿Por qué? ¿Sufre de alguna afección de la columna vertebral?
SEEN GONG (Nicolas) : No. Solo he pensado que, si mantengo la espalda derecha, tal vez mi
vida también podría rectificarse.
JIN SEOK (Alejandro) : ¿Cómo?
NARRADOR 1 ( Maria Paula ): Jin seok preguntó desconcertado, sin encontrar correlación
alguna entre lo uno y lo otro. No entendía qué tenía que ver la espalda recta con la vida.
NARRADOR 2( Claudia ): Jin-seok siempre había sido de pocas palabras. No era curioso; por
eso casi nunca hacía preguntas a los demás. Aunque resultara extraño, frente a ese hombre, que
no era más que el dueño de la pizzería donde había trabajado, no pudo contener el impulso de
preguntar. Tal vez por el casete de Duran Duran
SEEN GONG (Nicolas): Suena absurdo ¿verdad? Lo mismo pienso yo.
NARRADOR 3 (Coraima): Inmediatamente, hubo un silencio absoluto entre ambos durante un
par de minutos, que habría sido la excusa perfecta para poner fin de la manera más natural a ese
encuentro imprevisto si hubiera durado tres segundos más
SEEN GONG (Nicolas): Esto… jin seok
JIN SEOK (Alejandro): Si…
SEEN GONG (Nicolas): Cuando trabajabas conmigo , ¿ que clase de persona era yo ¿
JIN SEOK (Alejandro): ¿Como?
SEEN GONG (Nicolas) Puedes ser sincero ahora que ya no somos jefe y empleado.
NARRADOR 3 (CORAIMA): Jin-seok se quedó pensativo. No sabía cómo contestar ni si podía
ser completamente sincero como le pedía. Recordaba todas las situaciones incómodas por las
que había pasado al creer ciegamente a esas personas que le decían que eran todo oídos y que
esperaban su respuesta más franca
JIN SEOK (Alejandro) : Con sinceridad?
SEEN GONG (Nicolas): Sí, puedes ser totalmente sincero, esto no es ninguna entrevista de
trabajo y no tienes que quedar bien conmigo — dijo su exjefe asintiendo con la cabeza
JIN SEOK (Alejandro) : Usted siempre estaba bravo.
SEEN GONG (Nicolas) Bravo…
JIN SEOK(Alejandro)Y actuaba como un sabelotodo entrometiéndose en asuntos de otros. —
Un sabe… sabelotodo y… entrometido… Bueno, eso decían los otros empleados.
SEEN GONG(Nicolas)Ah… ¿Y qué más? Puedes contarme todo lo que hablaban. No lo tomaré
como tu opinión personal.
JIN SEOK (Alejandro)Que era pretencioso.
SEEN GON( Nicolas):¿Qué más? —Que era tacaño y no ofrecía buenas prestaciones al
personal, Pero ¿teníamos tanta confianza como para que me digas todo esto?
JIN SEOK (Alejandro)Lo siento. He sido yo quien te pidió que fueras completamente franco,
¿no?
NARRADOR 2 (Claudia ): De nuevo, fluyeron minutos de total silencio. Si abandonaba el lugar
en ese momento, Seong-gon podía convertirse en un desgraciado. Jin-seok observó con ojos
suspicaces la extraña postura del hombre hasta que sus miradas se cruzaron. Intuyó que podía
haberse percatado de su escepticismo porque, por su parte, estaba convencido de que la gente no
cambia.

SEEN GONG (Nicolas): Y tú, ¿qué vas a hacer ahora si ya no estás en lo de la música?
JIN SEOK (Alejandro) : Puede que haga algo en YouTube, aunque no tengo nada concreto.
NARRADOR 2 (Claudia): La pregunta lo irritó y no quería contestar. Pero su interlocutor
parecía esperar su respuesta, desentendido de su estado de ánimo, con cara de inocente.
NARRADOR 3 (Coraima): Jin-seok deseaba salir cuanto antes de tan fastidiosa conversación.
Por eso le indicó, aunque casi murmurando, cómo hacer la búsqueda en YouTube para
encontrar su canal y sin dilación se despidió. Un minuto después, ya estaba fuera de la pizzería
NARRADOR 1 (Maria paula ). Esa noche, Jin-seok se acordó de la peculiar rigidez del antiguo
dueño de la pizzería y de sus palabras. ¿Cambiaría en algo su vida tan solo enderezando la
espalda? Lleno de dudas, llegó a la conclusión de que, tras la quiebra de su restaurante, ese
hombre pudo haberse vuelto loco.
NARRADOR 2( Claudia) : En realidad, Jin-seok no era muy diferente de aquel hombre en el
sentido de que también llevaba una vida desorientada, dejando pasar el tiempo sin más, como si
lo único que quisiera fuera eliminar los días que le quedaban por vivir lo más rápido posible
NARRADOR 3(Coraima): En el fondo esperaba escapar de la situación en la que se hallaba y,
después del reencuentro con su antiguo jefe, se preguntó por primera vez en años cuál era su
estado actual y por qué no hacía nada para mejorar su vida
NARRADOR 1 (Maria Paula): Finalmente, Jin-seok recogió el casete que había tirado en un
rincón, lo insertó en su reproductor y pulsó el botón. Cuando las primeras notas de la música
grabada en la cinta hicieron vibrar sus tímpanos, sintió que la sangre le hervía. Empezó a cantar
haciendo los mismos gestos de siempre al escuchar música y volvió a ser el veinteañero que
había sido. Se sintió vivo