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La Ingratitud
La Ingratitud
Juan 1: 10-11
“En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo
vino, y los suyos no le recibieron”
Dios no nos ha dejado sin ninguna revelación de su existencia, desde la creación del mundo,
ÉL nos ha dejado rasgos de sí mismo, “Su eterno poder y Deidad”, el carácter de Dios. La
creación exige un Creador. El diseño exige un Diseñador. Al contemplar el sol, la luna y las
estrellas, cualquiera puede saber que hay un Dios.
Habiendo conocido a Dios: por Sus obras, no le glorificaron por lo que es ni le dieron las
gracias por lo que ha hecho.
Ingrato significa: Ser Desagradecido, que olvida o desconoce los beneficios recibidos.
“El ser ingrato te hace olvidar de donde te saco Dios, y de las cosas que ha
hecho en nuestras vidas, si uno observa, a través de la biblia vemos como Dios
siempre le hablo al pueblo de Israel, haciéndole recordar de donde los había
sacado”
Deuteronomio 4: 9, 5: 15 a, 6: 10-12, 8: 1-2
“Sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del
mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado
escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su
presencia”
Cuando no agradecemos a Dios por todos sus beneficios, sin merecerlo, nos estamos
jactando (En nuestra mente y corazón) en su presencia.
2º Timoteo 3: 1-2
“También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque
habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos,
desobedientes a los padres, ingratos…….”
“El ingrato nunca estará feliz de obedecer, porque solo quiere recibir (egoísmo), el ser
agradecido es (dar)…”
El apóstol Pablo, le señaló a Timoteo, que en los postreros tiempo, habrán hombres con
estas características, estarán gobernadas por un espíritu de “ingratitud”
1 Tesalonicenses 5:18
Cuando nuestra mente está llena de pensamientos negativos, de celos, amargura, envidias,
etc.; surge la queja y se cierra la puerta para la gratitud.
Es el deseo de Dios que seamos agradecidos. Hay muchas personas que no expresan
gratitud. Si alguien hace algo por ellos, no lo agradecen, creen que se merecen no sólo eso,
sino más y es una forma de expresar su orgullo.
1. Dios lo ordena
El agradecimiento debería surgir como respuesta natural de los creyentes por todo lo que
Dios ha hecho por ellos, pero debido a la dureza de nuestro corazón, Dios nos insta a dar de
gracias con mandatos (Filipenses 4:6; Colosenses 2:7, Salmos 103: 1-5).
Por lo tanto, todas las formas de ingratitud son pecaminosas. Pablo ordenó a los
Colosenses, (Colosenses 3:15)
Señala un proceso presente que tiene su concreción completa en el futuro, de modo que,
esta parte del versículo puede ser traducida como “y llegad a ser agradecidos”. Está
hablando aquí de algo que puede ser alcanzado, de una esencia o naturaleza que puede
desarrollarse en nuestro interior hasta alcanzar la madurez y la perfección.
Cuando Pablo describe la vida llena del Espíritu del creyente, él dice:
(Efesios 5:18-20)
“Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y
alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre,
en el nombre de nuestro Señor Jesucristo"
El único, mayor acto de adoración que usted puede dar a Dios es el agradecimiento.
Es el resumen de la adoración, porque a través de la gratitud afirmamos a Dios como la
fuente máxima de juicio y bendición y reconocemos nuestra humilde aceptación de ambos.
Con un corazón agradecido, usted puede decir en medio de cualquier situación, "Alabado
sea Dios”. Ese tipo de actitud ve más allá de la circunstancias, ve el plan de Dios. Ve a la
soberanía de Dios, más allá del dolor.
" Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que
conforme a su propósito son llamados”
“Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia
por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios.”
Una actitud de agradecimiento nos permite bendecir y amar a nuestros enemigos y con
quienes nos hacen mal, diciendo como José, (Génesis 50:20)
Quienes son agradecidos ven la mano providencial de Dios en todas partes y dicen:
"Dios, te agradezco por los tiempos de paz, así como también por los tiempos difíciles, un
matrimonio difícil, un esposo/a difícil, un patrón difícil, una grave enfermedad, etc
porque sé que usarás esas cosas para mi bien y para Tu gloria.”
“Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que
hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y
establezca.”
Perfeccione: (dar un mayor grado de perfección, mejorar una cosa, pulir), a un cristiano.
Afirme: (Poner firme una cosa, dar firmeza, reforzarla o sujetarla bien).
Fortalezca: (Hacer fuerte o más fuerte a una persona, Fortificar, dar vigor, adquirir fuerza
moral y física)
Establezca: (hacer estable, fijar algo o alguien en un lugar (como a nosotros en Dios),
asentarse).
No será que muchas veces no estamos firmes en la fe, no nos sentimos fortalecidos, no
sentimos que vamos progresando en nuestra vida cristiana y que estamos varados en el
mismo lugar? ¿No será por esto que algunos de nosotros, no podemos crecer
espiritualmente, crecer en el conocimiento de la persona de Jesús, conocer su voluntad?
Por falta de agradecimiento
Si miramos este pasaje de la Biblia, y la escudriñamos, como lo debiéramos hacer con toda
la palabra del Señor, así como lo hacían los hermanos de Berea:
Podemos ver que en el proceso de padecimiento, con acción de gracias, vamos a poder ir
alcanzando la madurez espiritual que Dios espera de nosotros, como dice:
Efesios 4: 13
“Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un
varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”
Éste es el tipo de gratitud que Dios quiere. Y no como a nosotros nos parece que lo
tenemos que hacer.
(Romanos 1:21).
“Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino
que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido."
Aunque Dios es la fuente de todas las cosas buenas que los hombres poseen:
- La vida, el respirar, la lluvia, el brillo del sol y otras bendiciones naturales que sale sobre
los justos e injustos por igual, como dice: (Mateo 5:45) “…que hace salir su sol sobre malos
y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos”
¿Por qué?, Porque en su mente pecaminosa, sabe que el agradecerle a Dios es reconocer
que tiene la obligación a adorarle.
Uno de los motivos por el cuál el pueblo de Israel no pudo entrar a la tierra prometida, y
tuvo que caer en el desierto, fue por su “Ingratitud” que dio el fruto a un “Motín”.
Números 14: 1-10
Que es rebeldía
Faltar a la obediencia debida.
La rebeldía es faltar a la obediencia que debemos a alguien. Es decir, es nuestro deber el
obedecer a Dios mediante el conocimiento de su palabra, donde están expresados sus:
“Mandamientos, preceptos, estatutos”, dándonos a conocer su carácter, propósitos y
voluntad para nuestras vidas, como hijos de Dios representantes del cuerpo de Cristo aquí
en la tierra, los cuales fuimos rescatados de la vana y mala manera de vivir que teníamos,
cuyo fin era la muerte y una eternidad lejos de la gloria de Dios, pero que ahora por el amor
de Dios y por el sacrificio perfecto de su amado Hijo, que hizo por nosotros, fuimos
perdonados y restablecidos al reino de Dios por lo cual ahora tenemos la responsabilidad
de vivir de acuerdo a su palabra y si no queremos obedecerle nos estamos rebelando
contra ÉL.
Los israelitas querían levantarse otro líder. Porque tenemos que entender que siempre necesitaremos
seguir a alguien. Es por ello que Pablo nos recuerda que o somos esclavos de la justicia o somos esclavos
del pecado, no hay té rmino medio.
Romanos 6: 15-16
"¿Qué, pues? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la Ley, sino bajo la gracia? ¡De ninguna manera! ¿No
sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerlo, sois esclavos de aquel a quien
obedecéis, sea del pecado para muerte o sea de la obediencia para justicia?
Si nos salimos del propó sito de Dios para nuestras vidas volveremos al pecado. No hay otro lugar que
podamos encontrar. No pensemos que nosotros podremos encontrar una salida mejor a nuestro desierto,
no pensemos que nosotros tendremos un mejor lugar que el que Dios nos ha prometido. Al desobedecerle
a É l, volvemos a ser esclavos del pecado, al mismo estado o peor del cual nos libertó Cristo.
En resumen, Dios quiere que seamos agradecidos en todo porque “la gratitud es la máxima
expresión de un corazón regenerado, y es una de las virtudes que nos capacitará para
llegar a nuestra tierra prometida”
La ingratitud puede infectar y destruir una iglesia, un matrimonio, una familia y un hogar.
Debemos cultivar el tener un corazón agradecido.
Demos gracias por todo y en todas las circunstancias a Dios, Esa es la voluntad de Dios.
Si usted no está obedeciendo esa orden, no está siguiendo la voluntad de Dios.
La Biblia nos habla de una ocasión cuando Jesús sanó a 10 hombres leprosos.
Lucas 17:11-19
17:11 El pecado de ingratitud es otro peligro en la vida del discípulo. Esto queda Ilustrado
en la historia de los diez leprosos. Leemos que el Señor Jesús estaba dirigiéndose a
Jerusalén por los límites entre Samaria y Galilea.
17:12–14 Al entrar en una aldea le vieron diez hombres leprosos. Debido a su condición
enferma, no se acercaron a Él, pero clamaron a distancia, rogándole que los sanase. Él
recompensó la fe de ellos diciéndoles que fuesen y se mostrasen a los sacerdotes. Esto
significaba que cuando llegasen al sacerdote, estarían ya sanos de la lepra.
El sacerdote no tenía poder para sanarlos, pero estaba designado para pronunciarlos
limpios. Obedientes a la palabra del Señor, los leprosos emprendieron el camino hacia la
morada sacerdotal, y mientras iban, fueron milagrosamente limpiados de su enfermedad.
17:15–18 Todos ellos tenían fe para ser sanados, pero sólo uno de los diez se volvió para
dar gracias al Señor. Y éste, cosa interesante, era samaritano, una de las menospreciadas
naciones vecinas de los judíos, y con quienes ellos no tenían tratos.
Él se postró rostro en tierra —la verdadera postura de adoración— a los pies de Jesús —el
verdadero lugar de adoración—. Jesús le preguntó si no eran diez los que habían sido
limpiados, y que sólo uno, «este extranjero», había vuelto a dar las gracias. ¿Dónde estaban
los otros nueve? Ninguno de ellos volvió a dar gloria a Dios.
Tu fe te ha salvado sugiere, que mientras que los nueve fueron sanados de la lepra,
Salmos 100:4.
“Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle,
bendecid su nombre”
La palabra de Dios nos enseña que debemos dar gracias siempre, en todo y por todo, y que
nuestras peticiones deben ir acompañadas de acción de gracias. Hay quienes tratan de
tener acceso a Dios usando vías diferentes, pero eso es imposible. La gratitud a Dios es la
puerta para entrar en la presencia de Dios.
Cuando no hay un corazón agradecido, las personas se cierran las puertas para recibir
bendición y apoyo y pierden oportunidades tremendas de gozo y satisfacción.
Honra a Dios. Él lo pide. Dad gracias en todo. Él dice Yo honro a los que me honran.
1. La Acción de Gracias es una expresión de deuda con Dios: por su perdón, por sus
misericordias y por sus dones recibidos. La raíz principal de esta expresión esta en
el Hebreo, YADAH, se traduce =Dar Gracias= que significa =Alabanza=
2. La Acción de Gracias es la debida manifestación de gratitud a Dios, por todos sus favores
y bendiciones que recibimos en este mundo y por los beneficios que está previsto para cada
uno de nosotros recibir la herencia en el cielo por toda la eternidad.
3. La Acción de Gracias es un valor y aprecio del ser humano, por todas las bondades
de Dios, a pesar de cuan indignos somos, ante nuestro creador. El valor más apreciado
para Dios es recibir nuestra propia vida como ofrendar agradable, rendida y consagrada
a Dios. Es la mejor Acción de Gracias, el mejor culto debido a Dios.
Lev. 22:29-31