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LA NUEVA VIDA EN CRISTO

NEHEMIAS 13: 23-29

EFESIOS 4:17 – 6: 9

1º Pedro 1: 2

“Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación, del Espíritu, para


obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo. Gracia y paz os sean
multiplicadas”

La palabra “Elegidos”, se encuentra también en 1º Pedro 2: 9 “Linaje escogido”. La


palabra “Elección” habla de que Dios ha escogido al cristiano.

La palabra “Elegidos”, denota: “Sacar de entre, selección”.

Esta palabra no tiene el significado de elegir a unos para salvación y a otros para
condenación, violando de esta manera su libre albedrío.

Todos aquellos que obedecen el evangelio vienen a formar parte de los elegidos,
escogidos desde antes de la fundación del mundo
(EFESIOS. 1:4)

Dios no hace acepción de personas (Hechos 10:34); no salva a uno y pierde a otro
arbitrariamente.
La elección es un hecho bíblico, pero cómo Dios la lleva a cabo es otra cosa.
La elección o salvación del cristiano ha llegado a ser exactamente como Dios sabía que
llegaría a ser; el plan de salvación no ha sido cosa de acción de momento, sino según un
propósito eterno.
La presciencia de Dios no obliga que un dado individuo tenga que ser o hacer de cierta
manera. La presciencia de Dios no es causa de la acción de otros.

“Presciencia” la cual viene del Griego “PROGNOSIS”.

Esta palabra significa: “El conocer de antemano, pre-conocimiento, anticipado


conocimiento”

El Espíritu Santo tuvo su parte para contribuir a nuestra salvación. La obra santificadora del
Espíritu se lleva a cabo por medio de la obediencia a la Palabra.

Dice el Versículo 22 de 1º de Pedro “Habiendo purificado vuestras almas por la


obediencia a la verdad, mediante el Espíritu…”

Cristo dijo “Santifícalos en Tu verdad, Tu palabra es verdad” (Juan. 17:17)

El proceso de la santificación se lleva a cabo cuando la persona se somete a la


Voluntad de Dios y viene a Cristo en obediencia a la Palabra.

“para obedecer…” La palabra “obedecer” viene del griego HUPAKOE.


Esta palabra significa: “atender atentamente, sumisión, obedecer, seguir instrucciones”

1º Pedro 1: 14 “como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes


teníais estando en vuestra ignorancia”
La palabra “ignorancia” no significa que eran inocentes de las prácticas pecaminosas que
llevaban a cabo. Sino que esta palabra se usa para describir la condición en la cual el ser
humano se encuentra antes de obedecer el Evangelio.

Pedro nos exhorta a no conformarnos a los deseos que antes teníamos.

La frase “Antes” indica o señala la condición de la persona antes de obedecer la Palabra del
Señor.

Pablo nos exhorta a no conformarnos a este mundo,

(Romanos 12:2).
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de
vuestro entendimiento……”

La palabra “Conforméis” significa: “Conformarse, Encajarse a un patrón o ejemplo”

La palabra “Deseos” se usa en el sentido negativo, es decir, para denotar los


Deseos de la carne. En cuanto a los deseos de la carne,
(Romanos 13:14; Gálatas 5:16; 1º Pedro 2:11).

La carne tiene "pasiones, apetitos y deseos muy fuertes hacia el mal".

Las pasiones, no son solamente, deseos sexuales, pero en general, se enfoca al ámbito
pecaminoso, como: “Peleas, divisiones, chismes, envidias, maledicencias, mentiras,
robos, glotonerías, etc.”

La Palabra del Señor, nos enseña que las pasiones son comunes en el ser humano, son
una verdadera lucha, cuando se es joven, el Apóstol Pablo, le recomienda al joven Timoteo,
a huir de las pasiones juveniles.

2º Timoteo 2:
“Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la
paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.”

La palabra pasión, según el diccionario de la Real Academia Española dice:

1) Acción de padecer.
2) Lo contrario a la acción.

Cuando el apóstol habla de las pasiones juveniles, se está refiriendo al padecimiento que
vive el joven cuando enfrenta la tentación y a los deseos de la carne, es por eso que Pablo,
recomienda a Timoteo, a huir, de las pasiones juveniles, y a no dejarse estar en el
padecimiento de esos deseos.

Y según el otro significado, de la palabra pasión, el joven no debe estar quieto, sino que
debe estar alerta para no dar pie, a esa tentación y lo lleve a cometer pecado.

En la Palabra del Señor, la pasión es representada como un deseo, concupiscencia o un


placer, es decir, las pasiones pecaminosas son el deseo desenfrenado que nos llevan a
cometer el pecado, es una emoción excesiva o descontrolada.
Pero el sentido más común de la palabra "Pasión" es dar rienda suelta a los deseos
malos, mayormente los deseos sensuales
(Lujuria, lascivia, malos pensamientos, etc.), como también los deseos de dañar a
otros (Odio, Furia, Venganza).

Santiago 4:1
¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales
combaten en vuestros miembros?

En la palabra del Señor, encontramos a grandes hombres de Dios, que eran sujetos a
pasiones, sin embargo, fueron usados extraordinariamente por el Señor.

Santiago 5: 17-18
“Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró
fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis
meses Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto”

Como Elías, debemos practicar el dominio propio.

Tito 2:11-12
“Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,
enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en
este siglo sobria, justa y piadosamente…”

Renunciando: Negar, rechazar, renunciar, rehusar, abandonar.

Debemos negar y abandonar los deseos mundanos. Porque manchan, esclavizan,


ciegan y destruyen.
Efesios 4: 17-18, 22-32, 5:1-4, 8-12

¿Porque la Palabra del Señor, nos demanda esto?

1º Pedro 2:9

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido
por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su
luz admirable”

Pedro nos enseña lo que es el cristiano para Dios:

A) Un linaje escogido
Denota que Los cristianos descienden de Dios
1º Pedro:
“siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de
Dios que vive y permanece para siempre”

B) Un real sacerdocio
Los cristianos también son un real sacerdocio. Por lo tanto, somos considerados
sacerdotes espirituales, los cuales ofrecen sacrificios espirituales a Dios.

C) Una nación santa


Los cristianos son una nación santa dado a que han sido separados, apartados de
este mundo para servir a Dios. Los cristianos han sido librados de la potestad de las
tinieblas y han sido trasladados al reino de Cristo (Col. 1:13-14). Todo esto se lleva a
cabo por medio de la sangre de Cristo.

D) Un pueblo adquirido para posesión de Dios


Este pasaje también nos dice la razón por la cual somos estas descripciones. Para que
anunciemos las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.

Cada cristiano debe de dar a conocer las virtudes de Dios.

Pero.
¿Conocemos sus virtudes?

Virtud:
Es todo aquello que procura una estimación preeminente para una persona o cosa,
cualidades, obras maravillosas.

Humildad y Mansedumbre.
1. (Mat.11:29) “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy
manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”
2. Humildad: carencia de cualquier forma de egoísmo.
3. Mansedumbre: Fuerza bajo control.
B. Amor.
1. (Juan.15:13)
“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por
sus amigos”
2. La palabra “amor” se puede definir como aquel atributo divino que siempre busca el bien
del amado, aunque ese amor sea correspondido o no.
Santidad.
1. (1Ped.2:22) “el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca”
2. En la Biblia la palabra “santo” se usa de personas y cosas que estén
dedicadas a Dios. Significa separación o apartamiento. Apartarse del mal, para servir
a Dios.
Obediencia.
1. (Filipenses: 2:8) “y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”
Obediencia: significa honrar y respetar la autoridad de Dios. Hacer lo
que es pedido o mandado.
Verdad.
(1Pedro.2:22) “El cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca”
Jesús no decía a la gente lo que quería oír sino lo que necesitaba oír.
La predicación de la verdadera palabra de Dios trajo consecuencias muy
graves para el Señor. ¿Qué estamos predicando?
Paciencia.
(Mr. 15:29-32)
a. Cuando le hablaron sarcásticamente en la cruz Jesús dijo: “Padre,
perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas. 23:34).
Paciencia: significa “perseverancia en las pruebas”.
La paciencia es la cualidad que no se rinde ante las circunstancias o las pruebas.
Misericordia y compasión.
(Hebreos 2:17) “Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir
a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar
los pecados del pueblo”.
La palabra “misericordioso” en este texto quiere decir “no simplemente
compasivo, sino activo en compasión”
La palabra misericordia “misericordias” latín (compasión del corazón).

Jesús usó 2 figuras para mostrarnos la manera de dar a conocer sus virtudes.

La SAL y la LUZ.

Solamente en esta oportunidad, tocaremos sobre la “SAL”

La Sal de la Tierra

Mateo 5: 13
“Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve
más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.”

En tiempos antiguos, la sal era escasa y tan valiosa que se usaba como dinero. De hecho,
la palabra salario se deriva de la palabra sal.

Salarium viene del latín “dinero en sal” y se refería a la paga de los soldados romanos.

La Biblia compara nuestra vida y testimonio con la sal y su acción. Nuestra palabra, deberá
siempre ir acompañada de nuestro buen testimonio.
La sal es tanto un preservador como un sazonador. Es decir, la sal preserva de la corrupción
de los alimentos – es decir, evita ese deterioro - y también resalta el sabor de los mismos.

Es evidente que el Señor tenía en mente la sal, sobre todo como preservador, al decir que
nosotros los cristianos, por tener a Cristo, somos la sal de la tierra.

Porque con claridad, la corrupción, avanza en la tierra; tiene una tendencia a la


contaminación y a convertirse en fétido y molesto.
Es un mundo caído, pecaminoso y malo. Tiende al mal y a las guerras. Es como la carne
que tiene tendencia a descomponerse.
Como consecuencia del pecado y de la caída, la vida en el mundo en general tiende a
descomponerse. Esa, según la Biblia, es la única idea adecuada que se puede tener de la
humanidad.
El mundo, por sí mismo, tiende a supurar. Hay en él gérmenes de mal, microbios, agentes
infecciosos en el cuerpo mismo de la humanidad que, a no ser que se los controle, causan
enfermedades.
La sal pura, libre de otros compuestos minerales y contaminación, no pierde su efectividad,
pero cuando el Señor hablaba de una sal desvanecida – en el griego literal: “que se vuelve
necia” – seguramente tenía en mente la sal que es común en el área del Mar Muerto, la cual
está contaminada con yeso y otros minerales, y tiene un sabor pobre y es ineficaz para
preservar os alimentos.

Ese tipo de sal era tan sólo útil para mantener las calzadas libres de vegetación - es decir –
ser hollada por los hombres.
(Levítico 2: 13) “Y sazonarás con sal toda ofrenda que presentes, y no harás que falte
jamás de tu ofrenda la sal del pacto de tu Dios; en toda ofrenda tuya ofrecerás sal.”

“Toda ofrenda que Israel presentaba al Señor debía estar sazonada con sal. Eso era señal
de pureza para el Señor. Nosotros debemos ser esa influencia para la tierra”

La sal, que proporciona sabor a los alimentos, es el símbolo de los hijos de Dios, cuya vida y
testimonio deben ser llenos de sabor y atractivo.

En ese sentido, leemos en Marcos 9: 50:

“Buena es la sal; mas si la sal se hace insípida, ¿con qué la sazonaréis? Tened sal en
vosotros mismos; y tened paz los unos con los otros.”

Es evidente que todo parte, antes de un “hacer”, de un “ser”. Debemos ser sal, y esto
implica un carácter suficientemente santificado. Notemos que el sentido de ser santificados,
es el de ser apartados del pecado y vivir para Dios; así como la sal preserva los alimentos
de la corrupción

Lo que hace la sal:


1. En lo natural, la sal preserva (aparta de la corrupción). Por lo tanto en lo espiritual, si
somos sal significará que viviremos vidas apartadas del mal, es decir, santificadas.
2. En lo natural, la sal detiene el avance de la destrucción de la putrefacción. Por lo
tanto, en lo espiritual, si somos sal, significará que en relación a los que nos rodean,
nuestra influencia ayudará a la detención del progreso de lo inmoral o pecaminoso.

(Colosenses 4: 5, 6) “Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo. Sea
vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis
responder a cada uno.”

1. En lo natural, la sal produce sed al que la toma. Por lo tanto en lo espiritual, si somos
sal significará que produciremos sed de las cosas de Dios en muchos; o al menos una
reacción a favor o en contra de las mismas.

La sal produce una reacción siempre; no pasa desapercibida al gusto de nadie.

2. Pero si la sal se desvaneciere...


“... pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para
ser echada fuera y hollada por los hombres”:

Encontramos aquí la palabra “desvaneciere” que viene del griego: “moraino” y tiene dos
significados, uno literal y otro alegórico.
El literal es cuando la sal se desvanece y pierde su sabor.
El simbólico implica volverse un necio, enloquecer. Un verdadero discípulo tiene la Biblia
como norma de vida.
Si como la sal desvanecida o necia, perdemos sus características, eso implica perder lo que
nos diferencia del mundo y nos hace ser más como él, aun no siendo él o parte de él. Es
como nadar entre dos aguas, es como no ser ni una cosa ni otra. No servimos como
cristianos, y tampoco somos del todo mundanos. Seguimos siendo sal, pero es una sal sin
fuerza, sin sabor, sin sus propiedades que la definen como tal.

No hay nada más descorazonador, insípido, vacío e inútil que un cristiano profesante (es
decir, que profesa ser cristiano), que sólo es sal necia o sal desvanecida, sin las
propiedades de la sal, aunque lo sea en apariencia y en peso.

Triste y lamentable el mal, y hasta nocivo testimonio, el de esos que dicen seguir a Cristo.

“La sal sin tratar del Mar Muerto, contaminada por otros aditivos y sustancias, es ejemplo de
esos cristianos que no son sal pura, ni para ellos mismos, ni para la Tierra”

En el Israel de la antigüedad la sal era traída desde el Mar Muerto, pero había una sal que al
contacto con otros productos químicos naturales a la intemperie se hacía amarga y no
servía: esa sal era distinguida fácilmente por los comerciantes, quienes la separaban, pues
ya no servía para consumo humano. Esta sal se esparcía por las orillas de los caminos para
matar las hierbas que estorbaban el paso, esto es, una “sal para muerte”.

Si abandonamos las propiedades de la sal como tal, ocurren tres cosas irremediables

1) La tierra no puede ser salada; esto es porque sólo los cristianos somos la sal de la
tierra: “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada?”

2) Al ser “sal necia” o desvanecida, ya “no servimos más para nada...”. Del griego literal se traduce:
“No tiene fuerza”. Siendo así, hemos dejado de ser útiles para Dios.

3) Seremos entonces echados fuera por los suelos “y ser hollados por los hombres”. En vez de
hollar serpientes y escorpiones y toda fuerza del enemigo ( Lucas: 10: 19), es el enemigo a través
de los hombres, de las gentes de este mundo, el que nos va a hollar

Recordemos que hemos sido llamados por Dios para ser instrumentos en sus manos,
presentando nuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que debe ser
nuestra manera de vivir, por lo tanto no nos hemos de conformar a este tiempo ni a este
mundo, sino más bien, afectar a este mundo a través de ser como la sal, mientras
permanezcamos en él.

AMÉN

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