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¿Quiénes son los sujetos dignos de consideración moral? Una aproximación al debate
entre el holismo ecológico y el atomismo moral animalista en la filosofía ecofeminista
Author(s): Angélica Velasco Sesma
Source: Ecología Política , 2019, No. 58, ¿Auge o crisis del ecologismo? (2019), pp. 27-33
Published by: Fundacio ENT

Stable URL: https://www.jstor.org/stable/10.2307/26947453

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animalista en la filosofía ecofeminista» Ecología Política, 58: 27-33

¿Quiénes son los sujetos dignos


de consideración moral? Una
aproximación al debate entre el
holismo ecológico y el atomismo
moral animalista en la filosofía
ecofeminista
Angélica Velasco Sesma*

En profundidad
Resumen: En demasiadas ocasiones, parece im- Abstract: Very often it looks impossible to find
posible llevar a buen término el enfrentamiento a balance between those who believe that the
teórico entre quienes entienden que lo moral- most important morally speaking are the eco-
mente relevante son los ecosistemas o las especies systems and the species, and those who argue
y quienes argumentan que los sujetos dignos de it is the single individuals who are needed to be
respeto son los individuos concretos. El deba- taken into consideration. We can also witness
te entre ecologismo y animalismo se reprodu- this debate between environmentalism and ani-
ce también entre las teóricas ecofeministas más malism in the ecofeminists theorists. It is a must
destacadas. Por ello conviene reflexionar sobre to consider some questions: can global justice
ciertas cuestiones ineludibles. ¿Puede el ecofemi- be thought by the ecofeminism if it is only fo-
nismo crear un ideal de justicia global si se cen- cusing on the whole picture but missing singles
tra únicamente en las totalidades y desatiende animals’ rights? Do the ethics of care values fit
los intereses de los animales individuales? ¿Son with the animals’ reification? Is the equalitarian
compatibles los valores de la ética del cuidado and peaceful society that the environmentalism,
(valores que el ecofeminismo incorpora a nuestra feminism and ecofeminism are pursuing found-
relación con la naturaleza) y la cosificación de ed in violence against animals?
los animales? ¿La sociedad pacífica e igualitaria
que han buscado movimientos sociales como Keywords: ecofeminism, animal ethics, vio-
el ecologismo, el feminismo o el ecofeminismo lence, ethics of care
puede estar fundada sobre la violencia contra los
animales?

Palabras clave: ecofeminismo, ética animal, vio-


lencia, ética del cuidado

* Universidad de Valladolid. E-mail: angelica.velasco@uva.es.

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Introducción Sobre mujeres, naturaleza y


dominación: el ecofeminismo
En 1962, la bióloga Rachel Carson publicó su
libro Primavera silenciosa. En él relacionaba la El ecofeminismo surge en los años setenta del
guerra de la humanidad contra la naturaleza con siglo pasado como un pensamiento y una praxis
la agricultura industrial y con las investigaciones que analizan nuestra relación con la naturaleza
alemanas sobre los gases nerviosos. Alertaba so- con las claves que proporciona la perspectiva de
bre los riesgos de la fumigación con DDT tanto género. Visibiliza problemáticas que conectan la
para los humanos como para los animales sil- lucha ecologista con la feminista, como la su-
vestres y defendía la necesidad de llevar a cabo perpoblación (D’Eaubonne, 1997), el pacifismo
una revolución moral con el fin de lograr un (Kelly, 1992) o la repercusión de la degradación
cambio civilizatorio imprescindible para frenar ambiental en la vida de las mujeres (Shiva, 1995;
el afán destructivo del complejo militar-indus- Tapia, 2018). A pesar de que existen diferentes
trial (Carson, 2005). A pesar de la urgencia de corrientes y numerosas pensadoras, todas coinci-
los problemas que planteaba en esta obra, su tra- den en señalar las múltiples vinculaciones entre
bajo fue desacreditado y su persona, difamada. la dominación de las mujeres y la dominación de
Las grandes empresas químicas se encargaron de la naturaleza. Como idea clave, el ecofeminismo
ello. Unos años más tarde, en 1980, la filósofa propone una redefinición de conceptos como
e historiadora de la ciencia Carolyn Merchant humano, naturaleza o razón (Warren, 2003).
explicó, en The Death of Nature, que la implan- Se trata de concebirnos de forma más humilde,
tación del paradigma mecanicista —que ve la como parte de la naturaleza y no como domina-
naturaleza como una máquina— dio luz verde dores de ella (Puleo, 2011).
a la explotación desmesurada del entorno na-
tural. El establecimiento del complejo tecnoló- El ecofeminismo visibiliza la forma en que han
gico-científico mecanicista habría generado lo operado a lo largo de la historia una serie de dico-
que llamó la muerte de la naturaleza (Merchant, tomías (masculino/femenino, cultura/naturaleza,
1981). Hoy en día, esta muerte de la naturaleza humano/animal, razón/emoción, mente/cuerpo,
es más palpable que en el momento en el que producción/reproducción, trascendencia/inma-
ellas escribían. Pero, al igual que sucedió con nencia, etc.) para ordenar la realidad de forma
Primavera silenciosa, la gran mayoría de la pobla- jerárquica (Plumwood, 1993). Por tanto, la teo-
ción permanece indiferente ante la emergencia ría ecofeminista muestra que la sociedad patriar-
climática en la que nos encontramos. Asimismo, cal ha establecido que el hombre, la cultura, la
se ignora el sufrimiento atroz que provocamos a razón, la mente o lo humano son superiores a la
millones de animales. mujer, la naturaleza, la emoción, el cuerpo o los
animales. Es más, los elementos considerados su-
Afortunadamente, se alzan voces que advierten periores se han vinculado: se entiende al hombre
de los peligros que acarrea nuestra forma de re- como el que encarna la razón, el creador de la
lacionarnos con la naturaleza y que llaman la cultura y quien representa lo propiamente huma-
atención sobre la inmoralidad de nuestro com- no, mientras que la mujer aparece vinculada a la
portamiento con los no humanos. Tratan de naturaleza, al cuerpo y a las emociones, y es vista
transformar la forma de concebirnos como es- como un ser más cercano a la animalidad (Ort-
pecie y la manera en que nos relacionamos con ner, 1979). Frente a esta categorización injusta,
el resto del tejido de la vida. Para ello, ofrecen el ecofeminismo propone revalorizar los compo-
propuestas éticas y políticas. Dentro de estos nentes que han sido devaluados. Defiende, por
movimientos y teorías, se sitúa el ecofeminismo, tanto, la igualdad entre hombres y mujeres y la
que aporta la mirada de género al movimiento importancia de la naturaleza, de las emociones y
ecologista, a la ética ambiental y al animalismo. del cuerpo. Recupera los valores de la ética del

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cuidado y propone que se apliquen en nuestra re- ma para someterla y causarle sufrimiento y terror
lación con la naturaleza. Además, el ecofeminis- (Adams, 2006).
mo conecta las diferentes opresiones (de sexo, de
raza, de orientación sexual, de clase, de especie), Ya desde los orígenes del ecofeminismo, se
pues entiende que todas se fundamentan en la atendió de forma especial al sufrimiento de los
misma lógica argumental: la lógica de la domi- animales. Algunas pensadoras del llamado ecofe-
nación, que establece que es legítimo dominar a minismo clásico criticaron la caza de animales y
quien se considera inferior (Warren, 1997). el intento de establecerla como la actividad que
habría permitido la evolución de la humanidad.
Al sostener que todos los sistemas de dominación Entendieron la caza como la normalización de
están conectados, el ecofeminismo establece un la violencia y de los actos destructivos: con la
ideal de justicia universal: no habrá justicia mien- caza se habrían introducido en la civilización los
tras se mantenga algún sistema de opresión. Los valores violentos que conducen a las guerras, a
movimientos de liberación deberían tender a la la destrucción de la naturaleza, al asesinato de
liberación total, sin reproducir en su seno nin- animales y a la violación de mujeres (Collard y
guna forma de dominio. Así, un ecologismo que Contrucci, 1988). Como vemos, existe en estas
desatienda la situación de vulnerabilidad de las ecofeministas una preocupación por el sufri-
mujeres es tan incompleto como un feminismo miento de los animales y por la relación entre la

En profundidad
que no tenga en cuenta la explotación del mundo opresión de los no humanos y la dominación de
natural. Hablamos, entonces, de un rechazo a los humanos. Sin embargo, esta defensa del res-
todas las formas de opresión. Y una de las formas peto hacia los animales no se encuentra por igual
de opresión a la que el ecofeminismo presta aten- en todas las teóricas ecofeministas. Es más, en el
ción es la opresión de los animales no humanos. ecofeminismo se dan los mismos desencuentros
que entre el ecologismo y el animalismo. Pare-
Los animales han sido y son dominados y ex- ce haber un debate irreconciliable entre quienes
plotados de múltiples formas que van desde el entienden que lo moralmente relevante son las
asesinato para consumir sus cuerpos en forma totalidades (especies, ecosistemas) y quienes de-
de carne hasta la privación de libertad y la tor- fienden el respeto hacia los individuos concretos
tura en experimentos de todo tipo, pasando por que sufren las consecuencias de nuestros actos.
su utilización como medios de trasporte y he-
rramientas de trabajo o la instrumentalización Las teorías holistas
estética (Tafalla, 2019).
Desde la perspectiva ecofeminista holista, filóso-
No es de extrañar que el ecofeminismo haya ana- fas como Karen Warren (2003), Vandana Shiva
lizado la cuestión de nuestra relación con los no (2003) o Val Plumwood (2004) han apostado
humanos, pues existen múltiples vinculaciones por el cuidado de la naturaleza y por cierta aten-
entre la sujeción de las mujeres y la explotación ción hacia los animales. En estos planteamien-
de los animales. Así, por ejemplo, las mujeres tos, la utilización de los animales no humanos
han sido relacionadas con los animales en la no genera ningún problema siempre y cuando
cultura occidental y oprimidas en virtud de esta el empleo del individuo se haga con respeto y
supuesta cercanía a la animalidad. Asimismo, se mantengan en equilibrio los ecosistemas —
llama la atención el hecho de que el movimien- tanto naturales como sociales—. Esta idea está
to de liberación animal esté compuesto por una muy clara en Vandana Shiva. Critica con dureza
aplastante mayoría de mujeres (Balza y Garrido, la cultura alimentaria propia del mal desarrollo
2016). Conviene recordar también que los mal- (Shiva, 1995) que genera grandes desequilibrios
tratadores de mujeres suelen emplear la violencia ambientales y sociales y que ve a los animales
contra los animales con los que convive la vícti- como máquinas. Como ideal, propone la cultura

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alimentaria de la India, en la que las vacas son Las teorías atomistas


respetadas como un agente de producción en el
sistema alimentario en el que las mujeres tienen En el otro lado del debate, encontramos a las
un papel protagonista en tanto que cuidan, ali- teóricas atomistas, es decir, aquellas que entien-
mentan y ordeñan a las vacas, y procesan los ali- den que lo moralmente relevante no son las tota-
mentos de la industria láctea. Entiende las vacas lidades, sino los sujetos individuales. Pensadoras
como recursos vivos y fuentes de vida, y defiende como Carol Adams (2011), Greta Gaard (2002)
su empleo respetuoso, pues solo así se manten- o Marti Kheel (2004) han señalado la vincula-
drían en equilibrio el ecosistema y la sociedad. ción entre la dominación de las mujeres y la de
También Karen Warren sostiene una postura los animales y han defendido la necesidad de
holista; presta atención a la repercusión que rechazar cualquier tipo de explotación, aunque
nuestras acciones tienen sobre los ecosistemas y esta se lleve a cabo de forma ecológicamente sos-
no sobre los individuos concretos. Defiende la tenible. Muy relevante a este respecto es el libro
idea de caza relacional como modelo de percep- La política sexual de la carne de Carol Adams
ción afectiva del mundo no humano. Entiende (2016). En esta obra, la autora vincula la sexua-
que la caza que practican pueblos como el siux lización de las mujeres y la cosificación de los
incluye valores de respeto por el animal al que animales; en la cultura patriarcal, las mujeres son
se da muerte y que esta es la forma adecuada objetos sexuales para el disfrute de los hombres y
de comportarse con los no humanos. Val Plu- los animales son objetos comestibles para el con-
mwood mantiene una postura similar. Critica lo sumo humano. Con el concepto de «estructura
que denomina «vegetarianismo ontológico», es del referente ausente» alude al proceso mediante
decir, la postura que considera siempre inmoral el cual el lenguaje consigue que desaparezca el
consumir animales. Según esta filósofa austra- animal individual que sufre y muere para que
liana, el consumo de animales no es algo recha- alguien pueda disfrutar del sabor de su cadáver.
zable si se entiende, por un lado, que también Al cambiar el concepto, conseguimos no pensar
los seres humanos formamos parte de la cadena que eso que nos estamos comiendo es un tro-
de alimentación, de dependencia y de intercam- zo del cuerpo de alguien que no quería morir
bio y, por otro, que los animales no son solo (Adams, 2003): al cambiar pez por pescado nos
carne. Defiende, por tanto, la posibilidad de un distanciamos del animal que fue cuando estaba
«empleo cariñoso y respetuoso». Sin embargo, vivo (en inglés, véase, por ejemplo, pig y pork).
conviene plantearse una serie de preguntas con El referente ausente alude a las víctimas invisi-
respecto a estas consideraciones. ¿Podemos ha- bilizadas y conecta la dominación de mujeres en
blar realmente de «empleo cariñoso y respetuo- la violencia sexual con la de los animales en el
so» cuando acabamos con la vida de un animal consumo de carne (Adams, 2011). La similitud
que quería seguir viviendo? ¿Estamos respetando entre las opresiones de mujeres y animales ya
sus intereses al matarle? ¿No es esta una forma había sido señalada en el siglo xix por numerosas
muy distorsionada de emplear los conceptos de sufragistas antiviviseccionistas, que encontraban
cariño y respeto? Como he señalado, las teóricas muchas semejanzas entre los experimentos que
ecofeministas recuperan los valores de la ética del los hombres realizaban con animales y los abu-
cuidado y proponen aplicarlos en nuestra rela- sos que las mujeres sufrían como pacientes en
ción con la naturaleza. No obstante, el empleo ginecología o como objetos de la pornografía
que las teóricas holistas hacen de estos valores en (Munro, 2001; Donovan, 1990). Actualmente,
nuestra relación con los animales da lugar a este el ecofeminismo también señala las similitudes
tipo de incoherencias en las que el cuidado, el entre la explotación de los animales y la de las
respeto y el amor se encuentran también en actos mujeres en la prostitución (Velasco, 2017) y en
de violencia como el asesinato de un animal. el alquiler de úteros para la gestación de bebés
humanos (Balza, 2018).

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Imagen 1: No es posible lograr una cultura de paz si la civilización se construye sobre la violencia
contra los animales. Autora: Verónica Perales http://veronicaperales.eu

El feminismo y el movimiento de liberación ani- la filósofa Alicia Puleo (2019) ha defendido el

En profundidad
mal se conectan en tanto que las opresiones que respeto a los animales con una perspectiva ato-
cada uno de ellos trata de combatir se basan en mista que presta atención, también, a la impor-
los mismos mecanismos de legitimación de la tancia de cuidar el conjunto de la naturaleza.
violencia. Entender que mujeres y animales son Con su planteamiento de ecofeminismo crítico
meros cuerpos o trozos de carne es una estrategia ilustrado, ha apostado por analizar nuestra re-
propia del pensamiento dualista jerárquico pa- lación con los animales a partir de la crítica al
triarcal que considera legítimo dominar a quien sexismo y también al androcentrismo con el fin
se considera inferior. El ecofeminismo aspira a de evitar formar parte de estructuras y tareas que
deconstruir este pensamiento opresor. Y el ecofe- reproducen los valores del patriarcado —como la
minismo atomista atiende a la forma en que los dominación del otro—, tal y como sucede, por
actos de dominación repercuten en los sujetos ejemplo, en el caso de las mujeres toreras.
individuales.
Conclusiones
A pesar de su interés por el sujeto que sufre, la
perspectiva atomista no olvida la repercusión de Vemos, por tanto, que existe un rico debate entre
nuestros actos sobre el entorno. Aunque sostenga las ecofeministas holistas, que atienden al cuida-
que los sujetos dignos de consideración moral do de la naturaleza sin prestar especial atención
son los individuos, animales humanos y anima- al sufrimiento de los individuos concretos, y las
les no humanos, también atiende a cómo nues- teóricas atomistas, para quienes los individuos
tro modo de vida repercute en los ecosistemas. que sufren deben ser sujetos de consideración
Así, por ejemplo, cuando Carol Adams sostiene moral. Si tenemos en cuenta estas dos postu-
la inmoralidad de la explotación de los animales, ras, podemos formular las siguientes preguntas:
lo hace a partir de una crítica al sistema capita- ¿puede el ecofeminismo crear un ideal de justicia
lista y sus hábitos de producción y consumo. global si se centra únicamente en las totalidades,
También señala los costes ambientales de la pro- desatendiendo los intereses de los animales indi-
ducción de carne (costes que incluyen la pérdida viduales?, ¿son compatibles los valores de la ética
de la capa superior del suelo, el agotamiento de del cuidado con la cosificación de los animales?,
los acuíferos y el derroche de combustibles fósi- ¿la sociedad pacífica e igualitaria que han busca-
les, entre otros). En el ámbito hispanohablante, do movimientos sociales como el ecologismo, el

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feminismo o el ecofeminismo puede estar funda- sufren cada segundo de sus vidas. En el tercer
da sobre la violencia contra los animales? escenario, las personas nos consideramos igua-
les, interdependientes y ecodependientes. Nos
Como hemos comprobado, el ecofeminismo respetamos entre nosotras y protegemos la na-
visibiliza la conexión de todos los sistemas de turaleza. Y, además, hemos dejado de torturar,
opresión y rechaza todas las dominaciones. encarcelar y asesinar a los animales; convivimos
¿Es posible, entonces, lograr la paz y la justicia con ellos y respetamos su vida. Hemos dejado de
cuando se acaba con la vida de los animales para entenderlos como recursos a nuestra disposición.
satisfacer nuestros caprichos? La justicia, para Con humildad, los vemos como iguales en los
ser universal, necesariamente tiene que ser in- aspectos moralmente relevantes. ¿Cuál de estos
terespecífica. Debemos rechazar, por tanto, no tres escenarios representa el mundo más desea-
solo la violencia que sufren las personas, sino ble? ¿Cuál encaja más con una cultura de paz?
también la padecida por el resto de los indivi- Contestemos estas preguntas con honestidad y
duos que sienten. De lo contrario, será imposible empatía.
construir un mundo no violento, ya que, por
un lado, ejercer crueldad contra un individuo
que sufre demuestra un carácter rechazable para Referencias
una sociedad no violenta; y, por otro lado, el
maltrato a los animales socializa en la violencia Adams, C. J., 2003. «Ecofeminismo y el con-
hacia los seres humanos, y, por lo tanto, es un sumo de animales». En: K. Warren (ed.),
indicador de violencia contra las personas (De- Filosofías ecofeministas. Barcelona, Icaria,
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importancia de trabajar contra la violencia en University Press, pp. 55-84
todas sus manifestaciones, sea de la especie que Adams, C.J., 2016. La política sexual de la carne.
sea el individuo que la sufre. Madrid, Ochodoscuatro Ediciones.
Balza, I., 2018. «Una biopolítica feminista de la
Para concluir, propongo imaginar tres escenarios carne: la gestación subrogada como ejemplo
posibles, que, a grandes rasgos, se corresponde- de los vínculos de opresión entre las mujeres
rían con el antropocentrismo extremo, el ecofe- y los animales no humanos». Asparkía. Inves-
minismo holista y el ecofeminismo atomista, res- tigació Feminista, 33, pp. 27-44.
pectivamente. El primero es la situación a la que Balza, I., y F. Garrido, 2016. «¿Son las mujeres
he aludido al inicio de este texto: nos encontra- más sensibles a los derechos de los animales?
mos en un estado de emergencia climática en el Sobre los vínculos entre el animalismo y el
que la explotación ilimitada de los animales con- feminismo». Isegoría. Revista de Filosofía
vive con múltiples opresiones de seres humanos Moral y Política, 54, pp. 289-305.
por razón de sexo, raza, orientación sexual, etc. Collard, A., y J. Contrucci, 1988. Rape of the
El segundo escenario es una sociedad en la que Wild. Londres, The Women’s Press.
se ha entendido nuestra dependencia de la natu- Carson, R., 2005. Primavera silenciosa. Barce-
raleza y, por tanto, se respeta el entorno natural. lona, Crítica.
Se ha alcanzado, al mismo tiempo, la igualdad D’Eaubonne, F., 1997. «La época del ecofemi-
entre todos los seres humanos. Sin embargo, se nismo». En: M. Agra y X. Granada (eds.),
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el asesinato de miles de millones de animales que pp. 23-51.

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