Balthasar.

Una idea análoga del tema del incognito de Dios: lejos de manifestarse, si no
lo que fuera la norma, el misterio se manifiesta en lo ordinario; buscar a Dios sin su
gloria o buscarlo como un Dios cuya gloria está, antes que la figura del servicio no está
pensando fuera de él. Por tanto, si el misterio de Dios es misterio de amor, implica ese
camino de conversión de los sentidos que nos reduce a la autentica presencia invisible
“Dios quiere ser amado pro él mismo y no por su apariencia”.
La manifestación de Dios en Jesucristo por tanto y en el sacramento de su Iglesia sería
irrelevante si la palabra no nos permitiera ver el invisible en el visible, es decir,
descubrir en el verbo encarnado el misterio trinitario.
¿Como dios se comunica?
Cuando el espíritu nos ilumina para la comprensión perfecta de la divina revelación.
Nos permite dar una respuesta perfecta de parte del hombre a Dios.
La palabra se dirige a nosotros en la fe y esta siempre asociada a una cierta oscuridad,
pensando en la humanidad de la respuesta del hombre, significa que no somos capaces
de enfrentarnos a un misterio, sino que la misma comprensión del misterio es una
mediación que no reenvía a una fuente de la palabra. Esta palabra exterior y
trascendente a todo contenido de nuestra propia consciencia. Recibiendo su garantía de
otro, la fe puede afirmar o que ha aceptado, pero una certeza transmitida y aceptada que
no podrá jamás en esta vida verificar como evidencia
Pg. 30 del directorio para la catequesis, numero 13. Resume lo anterior.

¿Cómo entendemos el misterio de la encarnación, comunicación?

-El misterio se comunica buscando la respuesta libre del hombre.
-nosotros no lograremos la verificación del misterio en su totalidad, solo lo haremos con
la fe.

El catecismo y su relación con la Dei Verbum. (Cesar Izquierdo)

Capitulo 3 del cate. La Dei verbum nos ayuda a comprender la revelación. Para poner
acento en la enseñanza de la fe y en la respuesta libre y total a Dios (hay un
reconocimiento del entendimiento y de la voluntad del hombre y además el asentimiento
de su palabra).
La relación de las cuestiones entre la fe y la inteligencia no tienen cabida en la Dei
Verbum, pero si el concilio lo presenta en GS. Es en esta constitución donde se
formulan los principios de la relación entre la fe y la actividad humana GS 36. También
no podemos olvidar la relación entre la fe y la cultura, que incluye la relación entre fe y
ciencia. La naturaleza de la fe, por tanto, en el catecismo se nos presenta desde su
naturaleza comunitaria y eclesial.
Lo dice que la fe está en relación con:
Fe como actividad propiamente humana
La fe en relación con la ciencia
La fe en relación con la cultura

1. El hombre es capaz de Dios.

Catecismo 2566. Se presenta como la búsqueda del hombre se presenta en el sentido
ultimo de su vida, esto se presenta como presupuesto para la revelación y la fe. Por
tanto, no se trata solamente de un presupuesto explicativo con el que nos toca
comprender, sino una realidad a la que el hombre tiende. Al aludir al sentido de la vida
del hombre el catecismo se sitúa en el contexto histórico; por tanto, es el hombre
concreto que busca existencialmente su propia auto comprensión. (la autocomprensión
del hombre le invita a salir de si mismo para encontrar la verdad)
a. el deseo de Dios
el catecismo se sitúa en el mismo espíritu del concilio. “El hombre que existe” es
llamada a la comunión de vida con Dios, de allí el “hombre es capaz de Dios”. El
hombre es capaz de Dios si recibe la capacidad de responder a la revelación divina en el
mismo acto revelador.
Mucho más se presenta en el hombre como el deseo de ver, pero al mismo tiempo es la
expresión más rica de la humanidad. El hombre tiene en si un deseo de Dios, que es el
que le lleva a buscarle.
El fundamento del deseo de Dios lo expresa el catecismo casi de forma silogística: el
hombre ha sido creado por Dios y para Dios, dios no cesa de atraer al hombre hacia si,
por tanto, solo en Dios encontrara el hombre la verdad y la dicha que no cesa de
buscarla. El deseo de Dios por tanto esta inscrito en el corazón del hombre.

b. El conocimiento de Dios
La importancia del conocimiento de Dios no escapa a nadie, así si el hombre es
naturalmente religioso, cada individuo desarrolla su naturaleza en la medida en que
conoce a Dios. Y ese conocimiento es dado a todo hombre (DV6) (CAT. 2125).
DE ESTE MODO se establece la distancia necesaria más o menos fideistas. Que tiende
a presentar la revelación de Dios como la primera noticia de su propia existencia, sin
darse cuenta que el acto de fe no escapa “al voluntarismo”. El catecismo por tanto
recoge esta terminología y la precisa, no busquemos pruebas propias en las ciencias
naturales, sino argumentos convergentes “que permite llegar a verdaderas certezas”.
 c. El lenguaje sobre Dios.
Ha adquirido un aspecto problemático, de hecho, el lenguaje y el conocimiento de Dios
son dos cuestiones mutuamente implicadas.
El catecismo enseña que la Iglesia posee la convicción de que es posible hablar de Dios
(cat 39). Este lenguaje sin embargo es limitado como el mismo conocimiento de Dios.
Enseña que es posible hablar de Dios, pero el lenguaje es limitado. Al tratarse de un
lenguaje a partir de las criaturas y según nuestro modo de conocer, son dos los
presupuestos implicados:
-es posible hablar de Dios a partir de las criaturas, porque ellas poseen una cierta
semejanza con Dios.
-el lenguaje cobre Dios debe ser continuamente purificado porque Idos trasciende toda
criatura. Como la diferencia entre el creador y la criatura es mucho mayor que la
semejanza, el lenguaje sobre Dios es verdadero, pero imperfecto.

d. Dios al encuentro del hombre

De auqui vendrá en el examen un punto crítico.