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ee TEMAS SEXUALES BIBLIOTECA DE DIVULGACION SEXUAL es 1 A. MARTIN DE LUCENAY Afrodisiacos y anafrodisiacos Jgunas re rie del sexo EDITORIAL FENIX FEREAZ, 27, —APARTADO: 8025,—MACRIC eee ES PRIVERA EDICION ee ce a RR DICIEMBRE 193 PROLOGO DEL TEMA lado de las form hombre y en la mujer, ya st En voliimencs anteriores hemos h ta impotencia sexual e Psiguico 0 simplemente mecénico, ask como de los métod mids eficaces para conjurar estos trastornos funcionales de la psicd Gerualidad, Como se ho visto, la causas de la impotencia y la frigide ‘aquélla en el sexo masculino, y ésla en cl femenino, son muy diversos 4) sus etiologias no siempre igus pertenecientes, por lo ge- ineral, al dominio de la clinica, que rare vez tiene neces Siderarse impotente en la solucién de los casos que se p PBaeta facta ee le cro, no ciames a insist sobre i szuficientemente deba‘dos, mds que en la parte que se re relacién con los efectos de los tratamientos preconiza 9,9 muy especialmente, al valor supuesto o real que, en la opinién Popitlar, tienen los remedios, medicamentos y sistemas de todo 98- hero uilizedos con el fin exclusivo, no de remediar la impotencia, que generalmente no existe, sino por el afén de aumentor la poten- fialidad sexual, psiquica | mecénica, y conservar xn estado flor eiente a base de extraer los miximos goces sin someterse de ante- mano 0 vw régimen de prudencia, basado en la concepcién natural de lo que debe ser ct instinto de conservacién que el ado parece haber pordido por completo 4 bo, ittereso 0 la mayor porte de la Hemanidad, le tla civlizada, no es fa finalided impucsta por el Su dor, al menos de wn ete ayele ape ts ie sta por los Hatalistas, sino que silo o en su mayor parle es ol ansia de deletes i. lo que representa el principal lcitamotiv de todas tas actividades de nucstra chilizacién, Los pueblos salvajes nos dan ejemplo con sus costunbres sabias, ladas en conceptos onimisticos, magicos 0 naturales, tendentes a Gouservar el vigor de la raza en sus Knsites justos, y ello sin libros, wr médicos, sin torneos cientificos, que nada vilen y para nada wom siren cuando es sélo el artificio 10 que trata de reemplasor a las Derechos RESERV) -sentan, tremos, ot ee 6 A. Martin de Lucenay manifestaciones naturales, unas veces frenando los impulsos y otras aclivindolos, pero sin posibitidad de yuedarse en cl justo medio, que fué siempre el punto en que residié Ia virtud, No debemos confundir 1a impotencia con la anafrodisia o frig des, es decir, la ausencia de impulso sexual, Le impotencia cs w digue opuesto o las exergias de la voluntad, mientras que la anafrc dssia es un estado natural en muchos individuos, especialmente d. sexo femenino, que jamés han experimentado Ia necesidad de lo: ‘emociones erdticas, No obstante, en casos infinitos, suelen ir unidas ‘ambas manifestaciones, esto es, que cuando puede existir una dish sicién fisica, como, por ejemplo, la ereccién en el Rombre, falta ia ‘voluntad, es decir, el deseo de la detumescencia, Lo contrario ocurre rara vee, como no sea on suefios, fendmeno frecuente en determina dos aspectos de la impotencia ¢ incluso de la frigid Por el contrario, los casos de hiperexcitacién pueden ser frecuen tes en sujetos a quienes de nada voten los esfuersos de la volunted encominados a refrenar sus impulsos morbosos. Entonces se entabl una lucha tenoz entre las dos encrgias, la volitiva y la sexual, y cl individuo sucumbe a la tltima, de sia manera irremediable, contra ‘54 conciencia, contra sus deseos y en oposiciin con la moral. Huclga decir, entonces, que la explicacién del fenémeno sélo puede en trarse en el terreno de to patoldaico, puesto que, indudablemente, se trata de verdaderos enfermos, tambitn impotentes: impotentes de la voluntad que padecen lesiones on algin centro importonte de su of ganismo psicofisico. En un sentido y on otro, estos fendmenos purden presentarse de sina manera esporidica, sin entrar de leno en los grandes grupos dlinicos de ta onafrodisia y Ia impotencia o de ta erotomania o ms: nia erbtica, que en et hombre se denomina priapismo y en la ninfomanta. Un individuo que hasta entonces ha realisado sus fu ciones scxuales psicofisicas con perfecta normalidad y que, de prom to, ve onulado 0 hiperactivado su impulso sexual, si no puede decirs que sea un enfermo, cabe asegurar que padece wna anvmalia, Cur do esto ocurre, el hecho suele adquirir una Ynportancia suma er !¢ talidad del afectado, atribuysndolo proporciones gigantescas Y desmesuradas, que ya son mas que suficientes para crear tn estod? Pstquico que, en algunos casos, ha sido como la puerta de entra“ de la anomalia real y duradera o incurable En este trance, munca se recurre at médico, El fenémeno, < Presenta en Ia forma de impotencia, se oculta y se calla, en la co Afrodtsiacos y anafrodisiacos 1 viccién completamente absurda de que el hecho es poco menos que Gechonroso; se dice que la frictica de la sexualidad es um pecado, y resulta que ta imposibilidad de reclizar tales funciones también To es, y mds que un pecado, wia vergitensa: gen qué quedamos?... Pntonces, en lugar de recurrir al médico, se acude a la iiltima plana de los periddicos para buscar un producto ofrodistaco, algo (que pueda despertor de nuevo la sensibilidad dormide, 0 se sirve tino del amigo para pedirle consejo. Pero nunca es ta conjesion fran- ¢a, natural 9 Hicita al médico especialista, que es el ‘unico capacitado para acabar con unc simple frase, a veces, con los trastornos que aquejon al consulionte injustomente alarmado, ‘Ahora bien, si, en vez de ser la impotencia, acontece todo To con- trorio, la preocupacién es menor, atinque sca a manifestacién de un Sntoma muchisimo més grave que el anterior, y casi siempre un aviso de que la actividad sexual estd en peligro, No obstante, cuando Yas manifestaciones andmalas alcanzan proporciones alarmantes, tam- bikn se recurre al remedio empirico al consejo ignaro, més por comodidad que por un prejuicio moral. El peliaro de estos tratomientos esté en su valencia, en st opli- cacibn repentina 9 excesive, lo que, si bien resulta de una eficacia momenténes, a 1a lerga, se traduce en wna serie de trastornos, in- eurables muchas veces, que hubicran podido eviiarse por medio de mbtodos més racionales y lentos que tos que recomienda el funesto charlatanismo sexual. LA LEYENDA DE LOS ESTUPEFACIENTES falso prestizlo arodisiaen de 19s enter BL fal, erversiones sensoriales—fectos de 08 Peaaicelones, ce ia morn —~An a So las morfndmatns—“irasorncs 0 foreleg Tpuler- ia esteridnd.tos Hersceeasimanos--La Tevenda, ae opioSus te rer Mclcoserusies"“Mecanismo dea Pape Gptemania y sadiama elo Savio ds Ta focus aint do tan to Somantas We a volimen anterior nos hemos referido con cierto detall Mrogas etiféricas aliadas de la sexualidad, aunque sin ¢ pudiat i ese aspecto que ha de ser tema del presente capitulo. Como Beltia visto, los trastornos producidos en todo el organismo psico fisico por el empleo de los son siempre Mle cuando no se acucde a los recursos de 1a ciencia para I Wesintoxicacién del toxicomano, siempre en la abyeccin mora BER Ea Nocucaly Ia muerte el desastroso epilogo de ese afin inmo- BEdo de placeres, que no son mis que efimeros oasis en el te esierto de un dolor que no acaba y que trasciende a todos los = @uie rodean al enfermo. Enel mundo de ta juerga, es decir, del desenfreno de las activi “Aades negativas de la moral, del libertinaje y del vici eal orzan de un prestigio insigne e inmerecido, Los indigenas jas de coca, lo hacen siempre hasta un Gormmde ent ¥ Sélo cuando el cansincio y la fatiga de uma larga fe viaje amenazan con anular la fuerza muscular del indic PS cuando recurre a |; las energie que le faltan para fnatizar la empress Seoria producida por este vegetal se manifiesta de un el organismo, sin afectar a un sentido mas ibrio slo puede conseguirse mediante el uso la masticacién de las hojas sagradas en de- la a uniforme en tot PR Otro, Este equ 10 A. Martin de Lucenay n moderado de a planta a Ia que munca se actide si no es en v de rarones extrema. te, puede decirse que estos indigenae nacen ya 3 10 dispuesto a soportar los efectos . mulantes de este gran medicamento en cl que no se busca placer, sing 3 bienestar, que es muy distinto, y, sobre todo, un auxiliar podercss fee ee eae Be ra a esata ne Sv cura Las condiciones ordinarias de su. vida no ofrecen muestras de Esto demuestra, de una manera incuestionable, que el veneno ‘ninguna anomalfa importante en To que se refiere a la funcién sexval rervico ejerce stt influencia en aquel aspecto a que psicolégicamente Saben por experiencia que, cuando se abusa de Ta hoja de In vor th dinige el individuo, y, en muchos casos, de una manera comple- fa potencia genital aumenta; pero, en cambio, las satisfacciones so ‘amente auténoma y sin relacién alguna con los otros sentidos, si viotentas y effmeras. Por esta razin, se abstienen de ta droga « ies que vamos a admitir que In sexuaildad represente al sexto sen Yo Tlega 1a thora del amor, que es todo to contrario de Yo que hacen Fido, No obstante, las manifestaciones sensoriales que afectan a la {oe vielosos civilizados en las horas alegres del cabaret y el dancing pextafidad, como {a vista, el tacto, el olfato, el ofdo y ef gusto, en sees eam sicida por Tee aromas heroicas es purarc((immamaatennee TOON ‘notablemente aumentadas, pero no en un cerebral y siempre independiente del impulso sexual espoatine Sipespesto miiforme y general, sino que s6lo se advierte Ta sensibilidad decir, natural, Muchos individuos, que pudiéramos incltir en d Den fo que incumbe a la esfera erética. El amante puede parecer mis decir maaral uainente igidvs 7 2 qvienco a, cexalid! MMMmmtan ge commas COmDOT=IS morales, st piel mAs fina y sedosa, tiene sin cuidado, viven en ef ambiente del vicio por “exobisme Py se aroma particular mis agradable y excitante, su vor mis grata y no desmerecer ante el criterio de los demas que con: . ‘percibir emociones gustativas verdaderamente excitantes, “por- To de sus amistades, Estos son los que, stgestionados por el prestitia ue se quiere que sea asf, y no porque Yo sea tn realidad’, Pero, en famerecido de las drogas euféricas, recurren a la inyecciém o a lt Kambio, es posible que cualquier objeto, acto o sustancia, que en toma para tino hacer mal papel”, para “ponerse a tono” con Tas ¢ T Sendiciones ‘rormales son agradables para tos senfidos, esulten cunstancias de uma manera completamente artificial “odiosas y repugmantes hajo los efectos del euférico, 0, por el con- ‘Desde el democritico vinazo hasta Ja refinada y elegante invts ] Hratio, que lo que antes era insoportable, aparezca ahora grato y cién de morfina, todos los extféricos tienen propiedades afrodisincay “magnifico. in Yas actividades musculares, intelectuales, El toxicémano ama a lo més aborrecible y aborrece a lo mis yy producen una mayor capacidad sensorial. Ahora bien, 6 igo de ser amado ctiando ha sucumbido a los efectos del veneno. niiendo en cuenta Ia gran importancia del factor psicolégico que 4 depende de ta voluntad, que, al hallarse extremadamente de- termina una especie de autosugesti wvorable al de: 7 i, NO es mis que un campo abonado para que prospere todo aquella actividad a que se splica el empleo del euférico, no jones, incluso las mis extrafias 0 incomprensibles. duda que el intelectual que toma morfina para buscar inspiraciét a Ea deformacién del sentido moral es tan grande, que el toxicé- sus obras no experimenta las sensaciones qu misma drog PM MO estima licitos los actos mis abominables, especiaimente si son ducisa en el temperamento de otro que se intoxichse en demands a SPometidos por é o por alguna persona de su afecto. ‘una predisposicién favorable a los goces sextiales. (on relaciin a Ja sexualidad, a veces el detalle mis insignifican- “Torios los sentidos participan por igual de los efectos del * - Sonvierte al desiichadc en un fetichista, Muchas perversiones se- y tambien Ta enforia es wniforme: hay deseos de trabajar, de 07M i das al uso de Ios estupefa- de hablar, de amar y de divertirse. La tendencia se m: 5 entonces en el sentido en que las circunstancias se presente Y i pvoraies, Pero esto s6loocurre cuando el toxicémano se administra Biryeneno sia una finalidad determinada, es decir, sblo en beneficio Mel estado general. Si el toxio se aplca para excitar la sexualidad, Get faerea psiquica ark que queden anuladas las actividades res- Fentes; no sentir deseos de rasear, de trabajar, de habla, etcltera; bio ge encontrari con futrzas para el amor, porque a ese impulso fe A. Martin de Lucenay convierten en la mentalidad alel sujeto en todo aquello que mis te place. i : Ea virtud de estos mecanismos psiquicos, el toxicémano hetero sexwal se convierte en tm pervertido homosexual, aunque sus ten. Gencias sean completamente viriles ctiando se halla fuera de tog Gfeetos del tixico. El impulso ‘homosexual morboso se manifiety bajo la excitacién de cualquier detalle que resulte atrayente para Jy mentalidad del toxicémano que deliberadamente se haya propuesty dar satisfaccién a su impulso oA casa de ta embriaguer euférica, sv imaginacién se centra sobre un hecho cualquiera, fl detalle mis extrafio y absurdo que, en adelante, repres fetiche imprescindible en sus exaltaciones sexuales. Conozco de am toxicémano que, hallindose bajo los efectos de una de morfina, vid pasar a una joven que iba en el 3 de un entierro, En to sucesivo, siempre que se inyectaba, buscaha ta fcompafia de una prostituta, a ta que hacia ponerse na mont negra a la cabeza, Toda su voluptuosidad se reducin a imaginarse fen su enswefio que él estaba muerto, y que la joven Te acompafaba a [a diltima morada, Por iiltimo, ella se quiedaba en el cementerio; @ abria la fora, y. sobre ef féretro, practicaban el acto sexual. En realidad, la prostituta sustituia a Ia joven que el toxicémano scari ciaba en Ia imaginacién En los estados dle Ia embriaguez, Ia imaginacién resulta s mis thiperactivada e hhipersensible que en otros mothosos. Ta presionahitidad es infinitamente mayor, y el detalle excitante « tin estado normal, es decir, sin Ia predisposicién causada por 4 tBxico, pasaria desanercibido en absoltito, despierta emociones de stmnifeacién amplisima, que pueden dar lugar a que el imoulso pri rmitivo se manifieste en tuna forma diametralmente onuesta a 2 que constituyé el movimiento inicin!. Fn un cabaret de Mac conocidisimo un aficionado a In morfina que estaba en las relaciones con fas que acidian al establecimien individyo adquirié Ia toxicomaaia, pretendiepdo sustraerse atte le habia producido la muerte de su madré, acaecida wn afi Cuando, en virtud de ta accién de ta droga, se rectuia com prostituta o cualquiera de aquellas amigas, In imaginacién, se habia alejado por completo del recuerdo de su madre, ver que aquella mujer que se Ie ofrecia con gestos de impuic nada menos que Ta muerta amada, prodigindole las mis puras caricias maternales, te hela Fistacos y anasrodisiacos 13 By sabtimaciin del amor se manifesta a veces en sentido con He toxicémano, pertensciente a una distinguida familia de fos acusado de mantener relaciones incestuosas con una Be diecsicte a‘ios de edad, sordomuda e idiota. El de- BHP fej hecho alirmo que el criminal individuo maltrataba frecuencia a la infeliz muchacha, la cual logrd dar a = fu padre habia realizado con ella todo género de actos Mcluso los mis repugnant Ry conor singin caso por el que pueda decinse que el toxi- Ore eomporia excepcionalmente de una manera noble y nor- Me gus relaciones scxuales, Todas las observaciones de que fiablar revelan que cl cgoismo, la megalomania y la maligni- Sea fas caracteristicas morales de los intoxicados por las dro- biens, eapaces de todas las perversiones y aberraciones, pero B siempre a satisfaccr sus instintos o su imaginacion sin amis de la suerte de la persona que con ellos comparte del amor mis o menos natural, firmacion © la crcencia de que las drogas euféricas estimulan fsextal, no es mis que una burda leyenda inventada por los Permbgrafos, que uo han eco mis que copiar lo -que Bl primer falsario que ‘nablo de propiedades afrodisiacas de Byenenos. Ignoramos quién iué el primero que inicié la pro- de los estupefacientes desde este punto de vista; pero es Igue, a través del tiempo, se ha seguido hablando y escri- Bin conocimiento de causa, Se ha hablado de los placeres, BBquienes asi se expresaban hacian caso omiso de los dolores in- ims grandes que los deleites efimeros que producen los téxicos, fina ocasiin fui presentado a un novelista especializado en #0 de literatura, Hablaba en sus obras de los venenos eufé- oe Precisién y un conocimiento tales, que forzosamente Mie reer que se tratala de un toxicémono de la escuela de ME Batidelaire o de otro célebre vicioso por el estilo. Pero es cuando me dijo que en su vida hal ce gaa an vaca 8s ina ie Darden en PGP Rome seats ainirablemente a sx stoma Bette ct tcc raconcn,ccatonand, por 6 B Mea impotencia prematura, se asombrd mucho; creia fir- ay A. Martin de Lucenay jacos y anasrodisiacos 16 memente que sucedia todo lo contrario, segiin habia oido decir a ay. gunos toxicomanos. g) estd a tiempo cuando llega a esa altura de evitar dos Bs impotencia o la frigidez perpetus, o Ia demencia y La cocaina, que ¢s el estupefaciente mis divulgado, es, sin ludg ‘ ze nee , gue ; la go de una existencia desasirosa y terribl alguna, el que mis aiecta a la sexualidad, Al principio, no cabg : ae ET EiscHie del deeds ssaual se amiga) Guda que resulta de gran poder airodisiaco, hasta el punto de que Hoss ible aunento de Ins exctacionss, por un de- Aigonos autores han comparado sus efectos a los producidos pop ide delves caynales de todo géncro. Esto puede fa cantaridina (1); pero no cabe duda que, al cabo de un mes de ide un periodo de ‘rigidez 0 de indiferencia sexual, habito, si no ocasiona la.impotencia, lo que ocurre muchas veces, . ork os ee : en ae ereers: Ep prlongado, que el toxicémano no acer a explicarse eases rigs ovens seat por Brees ee efecos arises de droga, Exo eo fausencia absoluta de deseo sexual se manifesta por diver. yonia, lama el vulgo “la mejoria de la pre, Los primeros avisos consisten en Ja falta de atraccién del sexo por ejemplo, realiza verdaderas proczas eréticas,al- contrario en los heterosexuales, y de los individuos del mismo sexo Biisdts exagerado en el niwero y la intensidad de’ sus en los homosexuales. Al paso que los efectos téxicos de la droga Gopero a [a madara siguiente, si la embriaguez continia ‘yan minando las energias orginicas todas, el envenenado nota que iierieos, nada tiene de particular que sienta la ma- aquellos caracteres sexuales que mis le agradaban dejan de satis: us Betas esricias de su extraiada amante, Y, en lo facerle, Un toxicémano, que antes se haya sentido atraido por MMe cctrieitac cl menor deseo, tampoco vol tuna mujer bella y periecta, y que ahora desdefia o no concede ims lecuparse dé lo que ha perdido, Ahora bien, si en lugar de portancia a €508 mismos caracter Giendo en sti imaginacién el arva de su impresionabilidad o de et emotividad erdtica, ez un candidato seguro a la impotencia o a la frigidez sexual, Si su preferencia se manificsta por saujer menos bella y de menor atractivo, el sintoma es el mismo, De todas ¥ que poco a poco va red @, el resullaco es la impotencia, el abuso de la droga en S que las habituaics no producira resultados favorables igue persigue, y, al aumentar la intoxicacién, aumen- Jos trastomos que (erminan por hacerse mucho més e Ia cocaina uo son iguales en los dos sexos, En Fj tardan en hacerse patentes las primeras manifestaciones 1) Creo que esta comparactin no pode estabecetse de una maner® anit), Jorma socion dein eavtaridinn ex puramnente mectaica, proavciee @el trastorno de las funciones sexuales. Pero en do alo’ edugontion de los drganor aunts x Geol, un eotado de pris* 29 de fuerte ervosién dal miombro vinil. Exeitaciones pqlquicas no pr ne t ‘ ae Premedio ell Es principalmente entre 1 al que Hemos de buscar ja historia de la cocainomania, Al- ua jue no se han sentido nunca satisfechas, ‘tuadn, lo que no quiere decir que a In vez produzes 1a erecoién o concestift a Ee ) pese aloe drglnos obuladcres eaunds ester ean aestados de tnstor RUSS Teliciones sexuales, y qu: se sienten impulsadas a fnales puramente mecinicos. Conozco el case de.un individuo * fasts de un vicio torturante y complicado. asain ona acne! lament dln Bee ccterenci, tay que \ aes fan in sreceign de erie manera uniforme. La-turgeagencia.n0 p Be, , hay que tener en cuenta Ja que Caaeee eee de et talemtre, pero Ia parte vealantt pormancct« (38 Si Hee la naturaleza de los dos sexos. En el hombre, el pro: ale ce topo practical peeiasn, Rov aT ean 1" KScencia es casi todo muscular, mientras que en la fs verdad que no pudo lograr la erecelén completa. Fu6 tratado ame aEMe Peiguico. Esta diferencia de mecanismos pine ne ae paton fon. is Lérgicow reamon: peienascs Actitudes distintas que ante el amor sexual adop- antaridina de entn forma pudo tostenerFelnelones camnales co = 5 asp : fs alguieid el Babita do la eosaiaa,¥ por fin termi Aspectos sulicientemente debatidos en otros volt Asi irremodiable, Se euleldd despua do matar ddominado por el tersible visio. (Me de Lucena} Bue, de todos tos venenos eutéi gar a una exaltac{on psicosexual m 13 conocidos, el AG A. Martin de Luceng ends perjudicial es la cocaina, De agui que su uitusion ue 1 que alcancen ios dermis (Gxieos gules, espesaimenic ips, donde no swste a numero de iumadores Ue vio y due se cuentan por mulunes en Asia y America, ‘Vor esta razon, hay que decir que el alcaloide de la hoja dei oes, Ia coed, 5 ch cuiorico temenmo por excelencia, La ones que produce en Ia psicosexualidad de la mujer completo las células de su predisposition erotica y aunis tnanesa considerable su capacidad sexual, que normalmes tchisimo mayor que la del hombre. Asi, pues, en una pareja tes cocainomanos, que tomen al mismo tempo la di Groya, tienen que observarse las enorimes diferencias que tentre Jos efectos producidos en une y en olre, El hombre se excita de una manera violenta, hasta el punio dl que el comicnzo de sas intimidades se caracteriza por actos ve Héramente animales, de una brutalidad triste, Es un su encaja adnirablemente con el masoquismo exispe ja cual empicza a experimentar los deleites erdticos antes d fiombre haya realizado el menor acto especificamente sexual. May jo que ocutre siempre de una manera inevitable, es que el be se rinde en virtud de una serie de orgasms mtensos y 1 as que en Ja mujer ocurren estas convulsiones, si no com intensidad, por lo menos con la misma irecuencia, per dentro de unos limites muchisimo mas amplios, en lo que s 10 Ja saciabilidad, que slo se consigue al cabo de. triple o cult fnimero de orgasmos que los obienidos por el hombre, Imag frecuente € que uo sea la satisiaccion, sino el Io tl nando saben © do recto de la sexualidad. F fas facultades viriles, como ¢ al menos refiriéndonos ble Ia embriaguez con de Ia intoxicacién. Lo a famador prudente que el imprud sobre todo, lo que ¢ fera pesada y oloros 1 se extravian lo mi le incapaz de a conte: esanas. neo casa etch —donde ms oy An mas extend ono a Se ie ran i fF china on fra por naturale, de la embriaguer, es de i 1 es decir, que el fi Be Priclicamente el hecho ervtico, sin esperar a las 1 opio son conscientes dor que es, Pero no Ho en absoluto u esta opinién. No os posible negar Iai ogexualidad en ef hombre, ‘mujeres opidmanas homo: bt erotisio, Tejos de ser ‘plo, resulta consid BR oe re apenne vo peodsa sheontiat gue lo Hcen muratras civ qstpoe nonegrticc, apenas as daa de a que fue izadaes po coqueteria, Y 8 si podemoe eenceder im- ‘betante, Anna y Tonkin, mejor dieko, Je, pero maa bien en Ins razas del feameho tiempo se aplicaba ip peter pa 6 due equtvalen ai wi M matida, epiémano, es intent,» sin el peligre de darle's au esposo un hijo pen. El homveexualiemo asliticos, y en China i de la angela 0 de los faman ¢pio las mujeres, eterminados por In pervor- ccion mie Ticta que Dude ears 3a A. Martin de Luegsl Io que a la experimentacién del orgasto respesta: por tp Aaginacion crea imigenes que van unidas a la in‘ini iva con el amante, pero aunque la capacidad erdtica pa a iva, la funcidn muscular queda notablemente atenvada primer orgasmo. En los fumadores acostumbrados al hug primer organ. pipas, ocho © diez son sliciens para logal tkcitaciOn sexual y conseguir el orgasmo, siempre que eg taciones psiguicas puedan completarse con la colaboracien deg eal, Esto ocurre en los individuos que sean impotcntes fuggy Estado euférico producido por la droga, Ahora bien, si, al cay sos treinta o cuarenta pipas, €l opidmano fuese por. comple g Gente de sus actos, en el momento. en que aleje di Ia posibilidad de los efectos de la droga, quedando ide los recursos naturales, por muy enamorado que esté de st te, y por mucho que éste haga para excitarle, el trara impotente en absoluto. En estas condiciones es cuando stelen tener lugar los adi ddicos mis atroces por parte de los viciosos habituados al i fa droga, aunque también se observa en los principiantes, El mecanismo psicologico ¢s el mismo que determina Ht lagnia en general; en cambio, en las mujeres fumadoras de mf se presenta In algolagnia pasiva, 0 sea el masoquismo, lo Gh juicio, s6lo puede explicarse por la razin de que Ia Produce también otras voluptuosidades independientes de Mg) erética, a mas de que el tOxico llega a producir cicria insti general que no permite notar los efectos excitantes de tismos fisicos ni morales. ‘Acerca de 1a algolagnia activa del opiémano casos abundantisimos, Antes de la intervencién europe gocios de China, era muy frecuente que los mandarines & Sttoridad para imponen y ejecutar Ia pena de muerte, Pia) Ja ejecucién de los reos durante la embriague P opio, En un relato que leia hace algén tiempo a Iciones en China, se decia que tun general gustaba de a los prisioneros mientras se fumaba unas pipas de OP , Boissiere, en su novel tun escritor que habia Megado al ultimo extrem! producida por la droga; pero que, @ pesa no encontraba todos los placeres que que trindose en este estado en unidn de su amante los & lo casana 1 feos vy anafrodistacos 8 eon el fin de representar, para dl una de las epertorio, lo que tampoco ie distrae. gy; €n un acceso de delitio sidico, has fiehados actores, en cuyo momento posee a su favo- como todavia los goces no sean sufiieatemente y en el horrible y sangriento. espec- ictimas es conde, al fin, encuentra los deleites ido proporcionarle el opio, danas asiiticas fumadoras de opio es muy feistigos corporaics a la servidumbre, sin duda, B impulso algolignico. No obstante, es costumbre distinguidas, como amas de aves, institutrices, de fum j suelen tener lugar al caer la tarde, pero sin un momento dado,’ la noble ia de dejar Ia pipa y empufiar el litigo para Ta falia mis leve, (Lamina 1) 8 todas sus formas, se presenta, por lo comin, Hhastiados de placeres, en 10s cerebrales, ea los ormales no producen efecios completos, en Par decirlo asi, de lu sencibilidad fisica y‘mo- Siendo el opio un poderoso anestésico, se ex- Ta perversion algolignica como todas squellas Axlificialmente los impulsos adormecidos, smo indio, del que tanto @1 todo el Sur de Asia y Egipto, nos encontra Parecides. Los fumadores de esia droga, y $ave ta comen mezclada con belladona, experimentan [Esaésicos y erecciones muy duraderas. Algunas mu- © ardiente, como sou las egipcias y las drabes, Mos famen 0 ingieran algunas dosis de ta droga Mle lor efecios del yeneno. En los harenes tureos ales de la reforma kemalista, que los sefiores Tiatchis” 0 “ite” antes de ir a visitar a sus O de El Cairo existen fumaderos de hatchis B los Prostibulos, cuyas miujeres menos solici- Mlaa ig falta de encantos, suclen entregarse “des- chichinos que solictan sus favores. HTuecos, que por lo general fuman el kifi, 3 84 ti hi a n Egipto con tabaco y que se prepara en Ei ee euplerao oe la 0g de algim tiempo de practicar 1 ee ey el persa O el indo, Es fanto el Po a, porque no ignoran sus el habito, Quienes 1 i ei extremo de emb hhacen el egipco, que tiene la droga, y tan ae 10 fuman con mis frecuencia es porgs ne a vida, en Ja que ningun violentas y falsas sus excita Fate eral ba Jes Jas encantadoras but anit le ja morimomania y \ doctor Juarros dice acerca de i a A. Martin de Luceg Ons, todas las toxicomanias, aunque principalmente se relic alcalcide del opio: ee "La fantasia, et afin de encontrar, nuevos, Hn sugestién del lugr coin, abcd de oa fon y lauzaron a la cizcolacion la mentira, pune fe 21 hibtg de In morina representa un 2 ado, en cuyos brazos llegan « conocerse, y saber de sobrehumano esteticismo y refinada voluptuo: »4Colosal embuste! oe EL moriiimano 3 un eacavo. Se iy de wa goce sino buscando calmar suisimico le ef estimulo del veneno, siéntese si , yergiienza, deshonor y humillaciones, Tormen tido una y otra vez en el dia “Abrumadora esclavitud, cuando el toxico tiende tos doscles esc sguez? Paes ovurte lo que con las boreache pone nada, no aporta nada, Lo esencial es el Tidad, su calidad psicoldgica. il "Bebiendo alcohol no se converte ol b cobarde en valiente, ni el grosero en espir fr& borrachera de zafio y torpe; el cobs ime; el grosero, de patin y desatento, "La morfina, el alcohol, el éter, la ¢ jacos y anafrodtsiacos 85 iguebrar 10s T3208 puestos por la educacién al instinto, los diguts ave levaniran fs conviencias soils, dex Mabas ta. personalidad innata, ear modo de ser de quien la toma, con cuya virtud mis I prestigio de sus frecuenta morfina hablamos, bueno sera. traer fia accion anafrodisiaca, tan segura e implacable como fsio los que asocian las ideas sensualidad y morfina, y, dandola beligerancia de avivadora de voces, si {G cumbre y base de todos ellos? aque centenares de ilusos acudieron a remar en las Herrible vicio empujados por el afin de encontrar ma- Tubricidad desconocidos por los demas mortales! No fxpuela, sino brida. No ilumina, ciega, or Ja necesidad de embotar ‘una inguietud honda, iblemente reproducida, aumentan la cantidad del t6- etiendo la integridad de las funciones todas, entorps gencia, bordeando o cayendo en el deserédito social. iodo final de los morfinémanos, Aecidn médica afortunada.” Gmiano por empleo rsedicamentoso invita a la com- Hi piedad, et toxicomano; a la risa y la befa, el que eelarse por snobismno. Hs hombres y Jas mujercs que se inyectan pensando Marchamo de distincién, de decaden nd, de suti Los paraisos artificiales? No ‘existen, lector ami- betos, donde catran en putrefaccién las mas ¢s- Wades de sano pla €l vigor sexual, iBonz0s3, por ser expiaci torpe, que la mora Antes aprendiste que la mor- hasta reducirlo a la nada, a un n. Ahora digote que’ la inte al se cmpaiia, que las fuerzas se ales? De los centenares de Mi POF Fazones de especialidad, llevo tratados, ni fis Iebticas deticias. Pero todos royeron las Mos del disparatado vicio, ”

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