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t 11a econormca
/

d a Argentina
en lo5': iglo ..(8{_ y XXI

biblioter,:- básica de historia


1. Los nuevos desafíos
y las respuestas fallidas
(1914-1929)
La economía argentina entre
la Primera Guerra Mundial
y la Gran Depresión

A partir de 1914, la economía argentina debió enfrentar nue­


vos desafíos: por un lado, la Primera Guerra Mundial clausuró
el período de gran expansión del comercio global e inauguró
una etapa caracterizada por la inestabilidad, la caída de los
precios de los productos primarios y el auge del proteccionis­
mo. En el ámbito local, el cambio de las condiciones externas
coincidió con el final del ciclo de crecimiento de la producción
pampeana basada en el uso extensivo de la tierra y la crisis
de las economías regionales que producían para el mercado
doméstico. El debilitamiento del impulso externo y las trans­
formaciones en las condiciones del desarrollo local tuvieron
lugar en un contexto signado por la reforma electoral de 1912,
la cual permitió, cuatro años más tarde, el acceso al poder del
radicalismo. La creciente diferenciación de los intereses entre
los actores económicos y políticos dificultó los acuerdos y la
búsqueda de políticas económicas que brindaran respuestas
de mediano y largo plazo a los nuevos desafíos. Si bien du­
rante la década de 1920 la economía argentina volvió a tran­
sitar un sendero de progreso, los problemas permanecieron,
soterrados, hasta que se revelaron, con mayor dramatismo,
durante la Gran Depresión.

El impacto de la Primera Guerra Mundial (1914-1918)

El conflicto balcánico desató en Europa una crisis política


y económica que clausuró el período de expansión iniciado a finales
del siglo XIX. La crisis de los Balcanes, que anticipó el estallido de la
Primera Guerra Mundial en agosto de 1914, tuvo inmediata repercu­
sión en la Argentina. La decisión del Banco de Inglaterra de incre-

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siglo s XX y XXI
18 At9en tlna en IOS
nOrnlca de
28 Historia eco , 1a rev ersión del flujo de c ap·llal
Los nuevos desa"os y las respuestas fallidas (1914-1929
) 29 ,._
,
s P r ovo co . su profu nd es Q)
te re . vide ncia e
uisa de in , , p o n1endo en e a de e
menra.r la is
pa .
.
El de sequil ibn o de Ia b a I anza de pa
Pe n. La profundidad de la crisis de 191�1917 pone
ro
s hacia el de relieve, sin em­
ba rgo, las fragilidades propias de una economía especializa
c:Xtrll_nJ� fera fin a nciera, (.)
la m a gra cosech de 191 3-191,r•
es a da en la (/)
denaa en �z o m o resul ta do d e se desli zó hacia u na . A
produ c ción agropecuaria para la e.,portación, poco diver
sificada y de­ E
• óc a, a rge
ntina
se Profund onom1 .. , Pro. pendiente de los flujos de capitales extranjeros. Los ro
P ara . r d e e n t on ces,
la c e
. mo s de rransm1s10n
anis
, de 1 a cnsis • fu e ro
efectos recesivos
causados por el cierre de los mercados y del flujo de capita u
re ce sió n, Los m ec nie
� ro y la caida de las exp ort . n les y mano de e
fund a cia el extra . a c10. obra se vieron agravados por la falta de un ordenamien to institu o
a de o ro ha atrón oro
, dicha fuga provocó u cional
dos.. 1a s alid
(.)
eI que permitiera responder a la crisis. En este sentido, un hecho clave
as, En eI m
arc o d . P
ment o de la tasa de ínter a
n fue o
nes prirnari , eI circulante, un incre . e·s que el sistema monetario y financiero argentino carecía de una insti
t u­
"O
i on d y n e gocios. En u n inten ro
se\'C•...,a re ducc sd e e rn p resa s to ción que operara como banco central, brindando mayor estabil
n de quiebra
Q)
idad y e
, una sucesió ,•o r c o n ua cci ón monetaria y la aguda recesión menores riesgos. En el orden monetario, luego de la swpensión
de la ro
una ma.
P) or contener za susp endi, o l a converti'b'1lidad ' convertibilidad, el gobierno sancionó una ley que permitía a la Caja de (.)

rno de \liictonno de Ia Pla un mes (c onfo


de C/)
UJ
el go bie d en prin cipio por Conversión emitir moneda sin respaldo en oro, sobre la base de docu­
edida, tom a a , nn e
la m oneda, La m ) s e pro longó hasta 1927 y marco el final d e mentos descontados por el Banco de la Nación, la institución bancaria
ngr es ,
I'\' del Co
o
a una J -, oficial más importante. La norma buscaba aliviar la escasez de moneda
una etap a. comercio internaciona} y sus efectos contractivos sobre la producción y el empleo. Pero la ley
fundos efectos sobre el
La guem tuvo pro . . . apenas se instrumentó ya que, a partir de 1915, la balanza de pagos
en te en la ec onomía' ab"1erta al comercio inten so de
e i.mpacto, sen·am. mostró un superávit permanente debido a la caída de las importa c io­
, manufacturaS- Las dificultades causadas p or los
Productos agranos ) · ·lento de J os f1etes trast0, nes.Muy pronto, la moneda nacional comenzó a apreciarse, tendencia
y el encareciffi
bloqueos, la guem su bmarina . que culminó en 1920.
La venta de granos , se contraJo vi.olen ta.
caron el c omeroo • ,-vnortador.
-r- . En el orden financiero, la crisis de 1913 y la fuga de oro dejó a los
la exportacio
. n de carnes congelad as
mentey c·o bro, mayor un· p o rtancia . bancos privados -en especial los nacionales- al borde de la bancarrota.
caída de product os lillporta dos, que alcanzó
Más drarnáóca aún fue Ja La falta de un banco central que regulara el sistema y actuara como
su piso en I 915. Los rubros más afectados fu:ron lo� de equipos,_ maqui­ 1 banco de bancos se reveló con gran dramatismo y, si bien es cierto que
narias y co mbusóbles, en particular el carbón de piedra -esencial para la ley de redescuento permitió al Banco de la Nación realizar opera­
f
los errocarriles--, imp ortado de Gran Bre�a. La caída de I,as e xporta­ ciones para conceder efectivo a los bancos privados, éstas implicaron
ciones de gran os y la escasez de combwtibles, insumos y maquinarias un alto riesgo para el banco oficial y afectaron su solidez. En cualquier
tuvo graves consecuencias económicas.Entre 1913 y 1917, el PBI se caso, las consecuencias a mediano plazo parecen haber sido un grave
contrajo un 8,1% anual.Un cálculo reciente de Albrieu y Fanelli del deterioro del mercado financiero argentino.
PBI per cápita estima una declinación del 34% en el mismo período, La guerra trajo consigo otras novedades. como un prolongado déficit
lo que c omrienc a la crisis de 1913-1917 en la recesión más profunda fiscal . La brusca reducción de las importaciones y la recesión económi­
Y prolongada de la historia argentina, incluidas la Gran Depr ca redujeron los ingresos públicos, entonces muy dependientes de los
esión y la i
crisis de 2001. Pero esa contracción del aranceles a las importaciones. Si bien los gobiernos intentaron compri­
PBI necesitó cinc o años para
ll�gar a sw niveles más bajos.A título mir las erogaciones mediante la postergación de obras públicas y otros
de comparación, la crisis de los
anos 193�1932 disminuyó el PBI gastos, el déficit se mantuvo durante todo el período. En este plano,
per cápita en un 20,4% en un período
de� anos; Y la de 2001, el pago de la deuda pt'1blica representaba una pesada carga en un m<r
un 24% en un lapso de dos años. No es de
cxtranar que en la mem mento en el cual, además, era prácticamente imposible conseguir nue­
on·a c0Jectiva • esta u') tima • • siendo perc1'b'1da
como una verdadera siga •
ca ,
tas tro fie cu vos préstamos del extranjero.
secto¡¡es soc1ales . yos efectos atravesaron a todos los
. Estt úl . a . . •
son expli cacio ., . tun caractenstJc , . a y su m med iatez en el uemPo
n 5ufi oente de J
moria de 1os arge • ª inten
• sidad
• de su p erduración en la Int'-
nunos.
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dO ID Arg
entina on loS sig
los XX Y XXI

30 Hlstor y las respuestas tamdas (191 d-t 929) 31

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de ,ida local. El ,nimento del precio de la., GlfTlO y de los cereales afectó e
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sitivo e
el ré gi m en i mp o los ingreso, de los traooj:ulorcs: aunque '-Slos recl.unaron el aumento de ro
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"..'� ocó en primer piano la
1ones 50 is rrscal y col
oos 0pln _,.,,, una aguda cris los s:il.1ri�. tmieron C5ea5o é.xito en un contc.,to de rección y de50C\l­ (/)
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1m pos1tlvo. Andrés M
LB guerra ProVlM' deficlanclas del.�¡�

pac.ión. De hecho. entre 19M y 1918. lru �-il.uios reale., cayeron un 40%. E
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soi,re 185 !,6, No tenemos em """'
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""' • """"' ""5 - de la influencia anarquista y el �eruo de la corrit'nte 5Ínclicalista, más
,nanas, tiem3, se la ha casi abandonado. Bla no contribu.
de nq. uez.as on.g . . la . procfü'c al diálogo y l:i negoci:lción con los patronos. las dificultades
ado que debe protegerla".
'f8 cas,. a mantaner el est económicas atizaron los conflictos. que c,tallaron a partir de 1917 y
alcanzaron su apogeo en 1919.
rico, pueblo y gobiem0 pobres, Buenos
Andrés Máspero Castro, Pafs En los años iniciales de su gobierno. Yrigoyen apo�·ó los reclamos
Hermanos, 1917_
Aires, Talleres Gráficos Ferrari obreros, que incluían aumentos salariales, importantes mejo� en las
condiciones de trabajo y la reducción de la jornada laboral. Especial
atención recibieron los trabajadores del transpone. un sector cla,·e de
Por su parte, los socialistas reforzaron su critica a la inequidad del sistema. la economía agroexportadora. El gobierno r:idical no sólo medió. sino
"Toda nuestra legislación fiscal está, señores diputados, Y esto no puede que también apoyó las demanda.5 de la Federación Obrera �laritima en
negarlo nadie, penetrada de un espíritu de clases. Hay en ella una evidente el conflicto que estalló en 1916 y se prolongó hasta 1917. y en la huelga
benevolencia para aquellas industrias o situaciones que están vinculadas ferroviaria de ese año. Con los primeros síntomas de recuperación ec<r
a los hombres que han tenido Influencia más fimie y decisiva en la polltica nómica, la organización del mO\imiento obrero se amplió abarcando
argentina: a los viñateros mendocinos, por ejemplo, a los terratenientes bcr a los trabajadores de los frigoríficos. los obreros del azúcar, los te.xtiles
naerenses y a los azucareros tucumanos. Es por eso, por estar penetrada y los metalúrgicos. La FOR:\. del IX Congreso logró aumenur el nú­
de ese espíritu de clase, causa frecuente de corrupciones y abusos.• mero de afiliados, desde los 3000 en 1915 hasta unos 70 000 en 1920.
En esas circunstancias, el gobierno radical reprimió las huelgas lidera­
Antonio De Tommaso, las finanzas argentinas, Buen das por grupos socialistas y anarquisus, incluso entre los trabajadores
os Aires, Talleres
Rosso, 1915. # ferroviarios.
El ciclo de protestas culminó en enero de 1919, momento en que un
Sin dudas• la nove dad mas - ·
unportant.e que trajo la guerra se relacionaba conflicto en los Talleres Vasena derivó en una huelga general y en dis­
con 1as marcadas fluct i . . . ial
. ., m1c turbios populares que desbordaron a la policía y dejaron a la ciudad de
uac ones de 1 os mgre sos. La deprec1ac1on
de Ia moneda y lueg o . . , Buenos Aires en manos de los huelguistas. El episodio finalizó cuando
., la aprea acion continu hast
dislribu aon . a a 1920 afectaron la
del ingreso . La ., - . el comandante de Campo de Mayo, gener.ll Luis Dellephme, ordenó
cremento¡mpo gue rra lamb1e n fue acornpanada de un JJ1 .
nanr e de los precios en la ocupación de la capital. Por entonces, la protesta obrer.i era objeto
el mercado mundial y del costo
siglos XX y XXI
de la Argentina en los
32 Historia económica Los nuevos desatlos y las respuestas fallidas (1914
-1929) 33
jóvenes de los seclores
. • de i,· m,1p- os
organiz . ados entre ) os ·, · uno del otr� [.. ] El porvenir indicará si la inmigració
de la repres1 on
r on en 1ª Lig
a PaLn o uca ArgenL.ma. : n, el rápido progreso
go se nu clea de la colonización y de la producción que caracteriza
acomodad os, que Jue . 1 cambiado, el go ,
bierno de Yri- ron a la Argentina
que 1 a actim d oli c1a11rnb'a .. antes de la guerra pueden compatibilizarse con el
A pesar de as a m p lia
' s 11¡ presenlo una pohu. régimen de atesora­
!izar refo rm miento al que la guerra condenó al país".
goyen no se propuso rea o N acio nal del Trabajo
nada . La Larc a del Dep arlamenl
ca laboral orde dicalismo se negó a
. anles de 1916 )' el ra Pierre Denis, La valorización del país: la República Argen
conun uo• Lan 1-1m1' Lada como . sanci o nadas por los fjna, 1920,
. Y de defensa social Buenos Aires, Ediciones Solar, 1987. ,Ir
derogar las leyes de residencia O había avances im-
o que tamp oc
gobiemos conser,adores. Parece . clar. ..
m1uera afiron tar
• al
tuc10n _ que per
p oruntes en un ordenamiento msu
lOS uempos.
con mayor é,dto l os desafíos de l os nue\ Recuperación y prosperidad (1918-1929)

Co n el armisúcio de 1918 se inició una lenta transición hacia lo que


se supo nía sería el reto mo a la n o rmalidad. Sin embargo. pr
onto que­
La economía argentina y la Gran Guerra dó claro que la guerra había dañado severamente el orden ec onómico
observadas por un francés mundial; al finalizar el c onflicto, los tratados firmados por los países
Entre 1912 y 1914, Pierre Denis recorrió el país desentrañando los secre­ beligerantes acentuaron algunos de los nuevos problemas y dieron ori­
tos de su geografía y su evolución económica. Su objetivo era preparar un gen a o tros. La ec ono mía mundial subsiguiente era más compleja e
libro para presentar a la Argentina en una próxima exposición universal, fi­ inestable que la anteri or a 1914. En primer lugar, la guerra erosionó
nalmente aplazada debido a la Gran Guerra. En 1920, publicó en París La el p oder financiero de Gran Bretaña al úempo que aceleró el ascenso
République Argentine. La mise en valeur du pays, donde recopilaba sus de l o s Estados Unidos c omo potencia económica mundial. Dicha eco­
estudios e impresiones. Atento observador de su tiempo, Denls llamó la no mía dependía mucho men os del comerci o y de los fluj os financieros
atención sobre los nuevos desafíos que enfrentaba la econom/a argentina internacio nales y, po r l o tanto , sus gobiernos estaban menos ansiosos
en un mundo en transformación: p or ocupar una p osición activa en relación con los problemas ec on&
"Los dos efectos fundamentales de la guerra parecen haber sido, por micos internacionales. En segundo lugar, como revelaron los dificiles
una parte, el estancamiento de la corriente de Inmigración, y por otra, acuerdos de p osguerra, que impusieron sanciones económicas extre­
la merma progresiva que Europa daba a la colonizaclón en concepto de mas a Alemania, ni Inglaterra ni Francia parecían estar dispuestas a
aporte de capitales. Desde 1914 hasta 1918, sólo 272 000 inmigrantes reco nocer la hegemonía eco nómica de los Estados Unidos.
desembarcaron en Buenos Aires, mientras que 482 000 emigrantes Además, la guerra había creado serias perturbaciones ec onómicas y
se marchaban del país. En 1918, el movimiento global de entrada financieras. El abandon o del patrón oro, el incremento de los gastos
s
Y salidas sólo alcanzó a 47 000 migrantes, menos de un públicos y el aumento de la inflación (que alcanzó ritm os muy varia­
décimo de
la cifra de un año normal de antes de la guerra. La bles en l os diferentes países) dificultaron la reanudación del c omercio
retracción de los
capi�al�� europeos se advirtió desde la decla internacio nal. Los acuerdos de posguerra y las sanciones impuestas a
ración de la guerra y
pros1guio después sin detenerse; los capi Alemania y sus aliados intensificaron la inestabilidad de la ec onomía
tales norteamericanos fuer on
insuficl ntes para eemplazarlos totalmen mundial. En la década siguiente, el proteccionismo y el nacionalismo
� � te. AJ mismo tiem po, la balanza
comercial extraordinariamente favo económico se acentuaron.
rable determinó la formación de una
mp
� lla rese�a de capitales en el país, y la Argentina conquistó L'l progresiva desarticulación de la ru\lisión internacional del traba­
tiempo un independencia fina en poco
� nciera que, en condiciones jo y la inestabilidad mo netaria y financiera de la posguerra marcaron
hubl ra exigido largos año nor ma les ,
� s de trabajo y prosperida el inicio de una nueva etapa en la economía mundial y, por lo tanto,
apanenclas, esos dos suces d [... ]. A pesar d e 1as
os' interrupci.ón de la inm
. . modificaron las c o ndicio nes que habían permiúdo la gran expansión
!ación de capitales, no igración y ac umu-
pueden ser considerad de la ec o nomía argenúna. ¿Cómo se adaptó la Argenúna al turbulento
os independie ntemente

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XX y XXI
e n lo s siglos
e 1a Argentina
34 His toria económica d , Los nuevos desafíos Y las resp
, uestas faJlidas (1914-1929) 35
? A ru . r de. 1918, su c con o rn1a recupero. el
u as p a .
, 1a cxpan s1on .
mundo de cntreg crr . rnnnpi. do en 1913•• d e hec 110 .
nalizar la guerra las inversiones ext
ran. :.,ieras se reanu daron, el fluj.o pro-
ientointe . n. en tc d e I extraílj. ero
sendero de crccim anua.I en
tre 1918}•1929.Ad1ferencia "cr
. fue susta·nci alm ente menor a 1 ruve .
. taS a de 1 5 , 7% l del período
deI PBI •alcanzo una . rc cupera ción de
la decada de 1920 co nchudo en 1914, y la mayor parte de .
. • rsm
Jas nuevas mve • nes proVJDo
nten or a 191 3 l a
del cre cim ie nt o a '. ntre 1900 y 1913, el PBI de capitales locales .
por pres enta r u n ntm o menor (e La reanuda ió del co mercio interna
se cara cterizó . ctuaciones.El ascens o . del � � cional tuvo su repercusión en
., s(lf l) e imp ortantes.flu ,
se expand10 un 10 anu a arUr de ento
nce s, su exp ans 1on las finanzas publicas y en el valor de
. . Ja moneda. El aumento de las
1917 ), 192 5·' a p 1mportac1ones perm1t10 .. _
PBI fue mayor entre e rse nuevamente. que se recuperara . • resos fiscales, muy
ace ler ; tres an- s mas • tar de, com enzo, a contra . .
.
depe ndientes de lo s imp . n Jos ing
uestos a las importaciones. En
se des o• o
, 929 el cre c1rn1enlo de.
que dura nte el p e o do 1914-1 sado por la cns . .
1s fiscal, el fracaso por implantar
1918 , unp
· ul-
Con side rand o ; nto del PBI p er ·
. ,
mo gráfico alcanzo una ta, sa del 2' 510 anual, el increme . ..
dr:1mauco aume to de los precios agrícolas (que
nuevos unp uest os y e I
. . e n el Perío do pre
vio a la Pnmera _ � amenazaban deprimir
ca'pi' ta resultó muc h o mas debi l que m� aun los sa lanos reales), Yrigoyen impulsó )a
nto preVJ· a fue Ley 10 349, que fijaba
Guerra Mundial. El contras te con la etap a de creCJ'mie . un 1 puest� del 12% sobre las exportaciones de
. , eos y con ducma, • e n la d e'- ':° cereales. En 1920, la
señalado por alguno s analistas contemporan medida llego a aportar un 20% de los ingresos fisca
les. La inflación tam­
Manuel �yme 1ma� a
cada de 1960, a los economistas Guido Di Tella y bién deterioró los ingresos de la aduana, al desactuali
zar el valor de los
argenuna
sostener la hipótesis de que, entre 1914 y 1929, la economia afo ros -los precios oficiales sobre los que se calculaban
los aranceles-.
sufrió una Mgran demo ra". ., Por ello, en 1920 el go bierno decidió una elevación gener
al del 20%
La expansión iniciada en 1918 se basó en la recup e_�c1on de 1a_s sobre todos los afo ros.

exportaciones de granos, la reactivación de la constru�c10n y el creci­ En 1923, el segundo presidente radical, Marcelo T. de Alvear,
volvió
miento del sector industrial. El vo lumen de las exp ortaci ones de gran os a elevar los derechos hasta totalizar (con el increm
ento de 1920) un au­
volvió a ascender luego de la interrupción iniciada en 1914, Y las exp o r­ mento del 60% con respecto a los valores de los aforos establecidos en
taciones de carne enfriada reemplazaron paulatinamente las ventas de 1906. Luego de un breve periodo en el que Alvear pareció alentar la
carnes congeladas. Durante la posguerra, los precio s de lo s productos dive rsificación económica por medio del empleo de aranceles, nombró
primarios cayeron, Jo que provocó un deterioro de los términos del ministro d e Hacienda a Víctor Molina, un notorio liberal partidario del
intercambio. El resultado fue una balanza comercial deficitaria e n tre equilibrio d e las finanzas públicas. A partir de entonces, la contención de
1921 y 1923. A partir de 1925, lo s precios agrícolas descendieron y se los gastos, el aumento de los ingresos y el recurso al endeudamiento per­
acentuó el deterioro de los término s de intercambio. Com o resultado mitieron a los go biernos de Alvear e Yrigoyen retomar al superávit fiscal.
de ello , entre 1925 y 1926 la balanza co mercial volvió a ser deficitaria. El aumento de las expo rtaciones y la reanudación del flujo de capi­
La expansión económica fue acompañada por un incremento notable tales extranjeros alentar on el ingreso de oro. Hasta 1927, el valor de la
de las importaciones, que se elevaron desde unos 500 millones de dólares moneda continuó fluctuando , aunque con una tendencia a la aprecia­
en 1918 hasta un récord de 825 millones en 1927, aunque descen dieron ción del peso. Ello afectó parcialmente la co mpetitividad de la produc­
levemente a 820 millones en 1929. En términos de p orcentaje del PBI, ción argentina, aunque las exportaciones de carnes y cereales se trope­
dichos montos implicaban coeficientes del 15%, 21% y 19% respectiva­ zaron con trabas arancelarias y paraarancelarias (como la prohibición
mente. Una parte importante de estas adquisiciones eran artícu de importar carne argentina declarada por el gobierno estadounidense
los de
consumo, en especial textiles, que en promedio representa en 1926, con el argumento de la amenaza de la fiebre aftosa). En cual­
ron una cuar•
ta parte del total; también se destacó la importació quier caso, la apreciación de la moneda nacional comenzó a perjudicar
n de manufacturas de
hierro, vehículos y maquinarias para el cam lo s intereses de los exportadores, quienes reclamaron la vuelta al pa­
po y la industria.
El fin de la guerra pos1b' il1'to' l a reacuvac · " • rsmn •' trón oro. Este objetivo era compartido por las autoridades económicas,
1on de J a mve e n estos
sectores. Entre 1914 y 1919, la inversió que confiaban -como la mayor parte de los países del mundo-- en que
n bruta ftia c om o por cen taje del
PBI se elevó desde el 14%0 has ta . . la restauración ele la convertibilidad bajo el patrón de cambios oro era
e1 28w 10 en el s1gu1ente quin
que nio, y
alcanzo• , entre 1925 }' 1929, un fundamental para estimular el co mercio internacional.
nivel excepci on al del 35% . Si bie
n al fi.

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XXI
na en IOS siglos XX y
.ca de la Argenti
� 36 Historia econ6m1 Los nuevos desaffos Y las resp ._
'eú v o de re
gresar a la con vertibilidad uestas fallidas (1914-1929)
37 (ll
1 b q ue l os pr; e
cumph. o, e o
de 1914. Dado importaciones argentinas provenía de
En 19.27, AJvear _ dad �m o n e taria . Gran Bre...,,a
,�.;:; , en tanto que 1a
e
o I a m· isro· a pan e esos anos, e l p eso mo. Argentina colocaba en aquel me (tJ
est.ableoend ra bl em ente entr . . · rcad un gran porcenb:)· e de l as ex- ü
,ado con s1'd e o
.
aos se ha.b'1an e)e\ r(lJuado. El au
ge de las e xportaciones y portaciones de carnes y, en menor medid
a, de tn' go, ma1,z y ¡mo.
(/)

s obre\_, vm, culo se hal . · n·1ch o E


neda naoonal est.a ba al g o
. os entre !927 y 1929 disimuló a lgunos . n s Lo
laba fortalec1d o, además, por la com
· nt
. e d e cap1'tales pro-
(tJ
•tta1es exu anJ er do , la e xis- veme te de ndres, que hab1,a financiado e ü
. greso de cap
del in t n. o endeud
amiento del e• ,sta la consolidación del estado e
mo e 1 on m onetaria y, a través d e inversiones directas, el tendid
de estos problemas, co
o o
e, 1ª sobrevaluac1
n
o de la red ferroviaria los o
da fl r.a nte c onSI'derabl nvías, 1� con strucci�n de puert ü
tencia de una deu o
. � o. Hacia 1913, la mitad
os y los servicios del
transporte �ari­ o
mía real. . ac1. ones e� el tip t1m
y sw efectos sobre la econo cth 1da y las van o del capital ftio instalado en la
Argentina era
"C
el nivel de a
d
de p ropiedad_extranj��- _Entonce�,
(tJ
Las flu ctua cion e s d ió _ d l mgr es . el 55% del capital extranj ero rad
ás, sobre la dis�b
uc n e (ll
, u vez m � cado en el pa1 s era bntamco, segtudo a gran i­ e
�- de cambio i nflu yero n na
ustnal Y l r� ctt­ distancia (cerca del 19%)
es, el crecimiento l��
a a (tJ

La e xpansión de las exp0rtacion por capitales franceses. ü

•�-
n taron la oc
upac1on Y fortalecie ron (/)

vación de la consu-ucción increme El estallido de la guerra dio comienzo a la L.U


se in­
� e 1917 Y 1922, lenta disolución de este
ció n de los tra b ajadore s. Entr peculiar vínculo. En u n principio, el conflicto pert
el po de r de nego cia lgas en Bue nos urbó las corrientes
número de h ue
crementaron la acth1dad sindical y el om enzaro n
co merciales con Europa y ofreció la op
ortunidad para que la ind
salar ios reales c ustria
Aires, Rosario y Córdoba. En este marco, los nort eam ericana colocara productos man
ufacturados en el mercado lo­
en tado durante la
a qu e habían expe rim
.. , a recuperarse de la fuerte caíd
l habían descendido un
cal, aventajando in clus o a l os de procedencia británica
. En la posgue­
guerra. Entre 1914 y 1918, en Capital Federa rra, las transformaciones estructurales que afectaban a
las economías
y en l os años siguientes
38%; hacia 1921 estaban en eJ nivel de 1914, indu strializadas se enfatizaron. Los Estados Unidos emergieron
como
1929. La tendenc ia
continuaron ascendiendo, hasta superar el 32% en la prin cipal po tencia industrial, ofreciendo al mercado mundial
nue­
q ue los salarios
positiva alentó la reanudación de la inmigración, ya vos bienes de consum o durables , como automóviles, radios, heladeras
y
es u p . De todos mo­
argen tinos crecieron más que Jos de los paí maqu inarias y equipos de todo tipo. En contraste, la industria britán

1
s e ro eos
h ombres y 1 ica
dos, Jos saldos migratorios -que alca nzaron unos 961 000 c ontin uó c oncen trándo se en la exportación de los bi
enes de consumo
a l p eríodo
mujeres en tre 1919 y 1929- fueron sus tan cialmente m enores tradic ionales, com o textiles, acero y otros artículos de hierro, y el car­
previo a 1914. bón. Al mismo tiempo, la supremacía financiera de Londres comen­
zó a verse erosiona da por el ascendente mercado norteamericano de
capital e s.

El comercio exterior y el ocaso del vínculo anglo-argentino E stas tran sformaciones alentaron la reorientación de los flujos exter­
n os d e la Argentina, y la economía local se vio inmersa en un complejo
Uno de Jos cambios más importantes luego de la guerra fue el comien­ triángulo com ercial y financiero. Gran Bretaña continuaba siendo el
zo de la disolución del vínculo especial que h a bía unido a las econo­ principa l m ercado pa ra los productos agropecuarios argentinos, ya que
mías británica y argentina, y la emergencia de un triá ngul o com ercial allí se colo caba, a med iados de la década de 1920, una tercera parte del
y financiero entre la Argentina, Gran Bretaña y l os Es tad os Unidos. En valor tota l de las e xportaciones (el 76% de las carnes, el 34% del trigo
el últim o tercio del siglo XIX, la in tegraci ón de l a eco n o mía argentina ' y el 10% del maíz). E n cambio, la industria británica estaba perdiendo
en el mercad o mundial com o exp ortadora d e carnes y cereales permi­ su lugar en el m ercado argentino . A mediados de la década de 1920,
tió al país incorporarse a la esfera de influencia económica británica. los Estad os Unid os eran el principal proveedor de artíc ulos manufac­
Gran Bretaña era entonces el principal centro financiero y comercial turado s; el rubro principal era la exportación de automóviles desarma­
del mundo, un gran productor de bienes industriales y un importante dos, q ue luego se e nsamblaban en el país. T�mbién se dest_3caban las
mercado para los product os argentin os. La complementariedad i mp ortacio nes de neumáticos, cubiertas y denvados de petrol�o. Otr os
entre
ambas economías al entó un vínculo ru bros impo rtan tes eran las maquinarias agrícolas y los eqmpo� para
comercial y financiero estrecho;
en el marco del comercio multilateral, más de la in dustria y el transpo rte fe rro viario . Los productos norteamencanos
la mitad del valo r de las
a en los slg1os XX Y )O(I
mi ca da 1a Argontln
38 Hl�· tor la econó • • bn.!;ín¡.• Loon de:;atTos Y las respuesta
. los frcc1·do s por la 1 nd11stna .
s follldas (f9f4-f929J 39
. . c.,lida d )' prcc:10 a o
. .
. o du cc1o • n dom cs
avent.1jab nn en . .
a 1 0-� ca mbi os en la' pr
t1ca
. A�í. la balan za comercial local
mostr•ab,a un ftier I
d'nn m u)'b ie n . vc1;1, pro ductos . . e dell
n
ca • re�po i. 1 c1g a ']] os • cci a ]j. t;:idos nidos un im ·•· CIL
· c on 1 o Es-
de rn portan te uper.ivit
la demanda ]oca c rnercial con Gran
que )�:basted _, a tc xúlcs de alg odón y lana, y E�1 el marco del comercio multil Bretaña.
. . c ado e incluso avanzaba en ateral y la vige n cia de
l patró n de cam-
menuaos) .-uz • bio oro. e to problcma5 hall.ib
. . a n fácil oltia·on · . -a que e 1 uper..t•v ·t
meta1es. . d.e Gran Bretana , l os Estado s Urndo s no obtcrndo e n el comercio .

. c on Gran Brec1ñ
a podía emplearse par.i 1
Sm embargo ' a diferencia l o s pro ductos arg c dar el déficit comercial con lo E. aJ.
importa . nte Pª ra • • nti- ,tado5 nid ' o . s·1 n ern bar
constituyeron un mercado producc 1 de 101 lución de la com plement.·uied..td o. ¡a d' o-
m1a s c ompetí an en la comercial ar enu·no-b
. d, ambas econo
nos} ,' en realida . re n rtc.amencan.
os,
.
ro fuerte ten ion. .
es. En pnmer lugar. lo nt.
· a•ruc
· a gene·
• ncia de l s pr oduc t o s o
bricinico. obser.·.tron con
carnes y cereales. La 111f1 ��
o
• de. sobrepro ducción durante la
a �rcocupación el _ a'v.ln ce norteamericano obre el me
m uy g olpeados por J a cns1s agran rcado argentino.
. o estad01111"den1 se a acentuar e ¡ protec- '.mp�rtan tc d� stmo �e _ la!! exportacio ne de textile .
po guerra, conduj o a1 g ob'ern 1 • _
mgles. ,\ciernas, la perd1d.1 de dicho carbón y acero
y los cereales argentinos. mercado acentuaba atin
cionismo y cerrar su mercado a 1 as carnes problemas de la balanza comerc.ial más lo
·a (Emergency Tariff bricinica, que e,�hibía
En 1921 se promu1 go• e1 Arancel . de. Emergenc1 quilibrio a farnr de los Estado· u n dese­
Act); al añ o siguiente, el protecc1omsmo agn•cola se ac entuó con el nidos. desde donde Gra
n Bretaiia
. . importaba los bienes de capital y lo
e .
arancel Fordney-Mc umber, en I930 entro_ en v1genc1. a la Ley
Hawle)'·
otro lado, el proteccionismo estadouni
· nuevos artfrulos de con sumo. Por
Smoot. En el caso de las carnes, la exclusi ón arg entm_a de1 m rcado para los productores pampeanos us
dense era mot.i\'o de dis •ust
o
� orga nizaciones ect
norteamericano tomó la fonna de una prohibición al mgreso e car­ 1927, luego de la decisión norteamerican oriales. En

nes provenientes de países afectados por la aftosa. Las barreras p ara­ a de prohibir el ingreso de
carnes argentinas, la Sociedad Rural lanz
arancelarias afectaron iambién la exportación de uvas y otraS frutas, Y ó la propuesta de ·comprar
a quien nos compra�.
la venta de semillas de lino.
Asimismo, e s importante recordar que
estos cambios en el c omer­
cio exterior argentino fueron acompañados
de tr.lnsformaciones imi­
lares en los fhyos de capitales. Con anteriorid
ad a 1913. la economía
argentina había si do muy dependiente del ingre
o de capital exrranje­
ro para financiar la expansión y la reno vación del
capital instalado en
e l sistema de transportes, la construcción, la indus
tria y el comercio.
Por su parte, los gobiernos habían recurrido con as
i duidad a la colo­
cación de títulos públi cos para financiar la expansión
de sus ga.�tos.
Estas necesi dades habían sido cubiertaS por el mercado
de Londres,
pero, después de la guerra, las dificultades británicas se manife
staron
y el fltyo de capitales no se reanudó. En su reemplazo, los Estados
Unidos se convinieron en una fuente de capiul alternativa.. En prin­
cipio, siguiendo la secuencia que había caracterizado a las inversiones
exlra1tjeras a partir de 1870, la inversión norteamericana se concentró
en títulos públicos. A partir de 191-1, los gobiernos nacionales, los
estados provinciales y algunos municipios colocaron casi la totalidad
de su nueva deuda en el mercado neoyorquino. Durante la guerra, el
gobierno argentino obtuvo créditos de corto plazo para financiar su
déficit, por un monto total de 80 millones de pesos en 1917. En los
Estibas de cereales listos pri meros arios ele la década dc.- 1920, la Argentina obmvo nuevamente
para la exportación, 1925. AG préstamos de cono plazo. Sin c.-mbargo, a partir de 192-l predominó
N.

Escaneado con CamScan


ner
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iglos y;;.. Y y;;..1
onuna on los s
_.,, _--�"'mir.a de lo Arg
•o H ti-lu"º ec;v"" ..
alca n 1ar, en 1928
. arg0 pl . azo. hasta '-
. n de hnn os pu bh. cos a 1 ' (13l'1-!9Z9) 41 Q)
e
la coloocm. . rk • d ó la re s . do D',.\bernon de 1929 fu_ , e
m11. lo n� n e n la fue nte. de. nuC\.q -.-.11.u:ario pf)r el Sen
un to tal de 290 m b1
.
en � e c on.�titll)'cro opo rtuniff,i<lc•. la c.ri•i, de
1929 c onft llU ró un
ado J.r¡zentino en do5 (ti

Los E,s1.1dos l n•'dos 1 m q ue se im1rticron


()
' .\l. n1. cron los capi tales . de l<K p roble ma, del triángulo escenario di5tint o.
don­
C/)

in\'ersioncs d1rc- ,
.
ct.1.S e ' D a l h pr o
. a d a de 19 .
1
20' mediante. a radicaci
ón
uña y lo� Ese.ido� Unid'), •e
comercial entre la.
Argentina. Gr.m Bre­ E
nt e la d ec
ra a¡zr.l\'aron v el c..tmi u
(ti
. d usu, . . a l du ca nos el con.
en el 5cctor in ue perm1u . . cron a los nortc am en del ,ínculo angl�argentino •e
,io f.iciliCido. como
no del refor
r..unien to
e 1 p •
ais, } . los· q 1907 con el d~ e
. ale5 en
de fili , (un proceso IOI · ·Cln·.,do e n �,.. con la firma del trat.ido Roca-
Runcim.m d
quedó e\idenciado o
n d us u,
. . a f n g on 'fica
I
de p rop i e dad
tro l de la i
na.s de las em pr esas ()

la compra de_. aJgu o


embarco de s111'ft) ,.
.
país pertenccicn. "O
las , usm • as e 1ec • ITTCu ~ del inte rio r del
.
. • 1ca. com o (ti
b nian lectricidad, la At Jas Lig ht and Los sectores productivos:
An glo-Argentina de E
Q)
pa .• a e
te s a la Com m phone Company, que el final de un ciclo en el agro
· River Plate Telc
(ti
la Un ited pampeano
Power Corp ra o u. on } . ()
n mene.a
nos instal ados e A • ·
�.-.e del total de los teléfo w
C/)
.
poseia una tercera P"'' . . , pa · d e 19 27, El inicio de l.1 Primera GuerrJ \lu
capi tales se mtens1fico a �� • ndi·t, l m·•r
,u co' ,•I fin"-'., de u.n c,c
Latina. La invcn;ión directa de co� ocaaon de � tu.
_ dc:s.1rrollo del 5C'Ctor agr
u onr
· 1 o en e1
fondos p ove n ientes de la r- cu.1ri
· o p·1m p,�
..••n, o , La de�ru. cu .1acio
cuando llegó a superar los r •
er do mundi cau�d.a por la gue • • n de 1
recta norteamencan� asc�nd1a � n_1 � � rra. el reno'"ado auge del
los públicos. Hacia 1930, la inversión di c1om.smo en la dec:icu de 19'.!0. el inc pro tec­
s de ese ongen m\'ertJ. rememo de la producción
358 millones de dólares; en conjunto, los capitale dial de cereales y l:u traruformacion mun­
1913 al 20% e n 1931. es en la demanda imemacio
dos en la Argentina pasaron del 1,2% del total en los pa trones de consumo de
los pa.iscs ind1mriafüados
naJ v
o y argen ú­
A finales de la década de 1920, los gobiernos britán ic co ndiciones externa$ que habían permitido
mod ific aro n J�
tenci a una fo rm idable- expansión
no intentaron revertir los problemas ocasionados por la compe agraria desde principios del siglo XX. En el
c omer­ plano interno. a mediados
norteamericana. En agosto de 1929, arribó al país una misión de la década de 1910, la expan.qión de la fron
p de tera agrícola se agotó: el
cial presidida por lord D'Abemon e in Legrada po r re resent antes
agro pampeano finalizó una etapa caracterizad
a por el crecimiento ho­
la indus uia y el comercio insular. Como resultado d e las neg ociacio­
rizontal de la producción basada en la incorpora
ción de nueva., tierra.,¡_
nes, el gobierno de Yrigo)1en finnó un convenio comercial co nocido En adelante, todo aumento de la producción agrícola
como Tratado D'Abemon, por medio del cual ambos p aíses abrían o ganadera sólo
podría alcanzarse mediante un empleo intensivo del
un crédito recíproco de 100 millones de pesos por el término de d os suelo. A falta de
un incremento de la productividad, en los años si iente$
años. La Argenúna se compromeúa a adquirir material ferroviari o bri­ gu . la expansión
de la producción de cereales tendría lugar a expensas de la produ
tánico para los Ferrocarriles del Estado a cambio d e un a compra de cción
ganadera, o ,icewrsa.
productos agropecuarios por un valor similar. En realidad, el acuerdo En efecto, entre 1914 y 1924, la agricultura pampeana se estancó: la
tenía un marcado sesgo unilateral y era un a concesión a la industria superficie sembrada con cere:tles y tino se mantuvo cercana a 14 millo­
británica, ya que ese país solía adquirir un monto ma)'Or d e pro ductos nes de hectáreas, en tanto que los volúmenes de expon.ación no supe­
argenúnos, mientras que las manufacwras bri tán icas n o p odían im­ raron los 8,5 millones de toneladas. En conu:iste, entre 1914 y 1922 se
ponerse a la competencia estadounidense. Este convenio fu e seguido prodttjo un incremento notable en las existencias de ganado vacuno,
_
de otros acuerdos parciales, como una rebaja arancelaria para )os te'i•
del orden de los 11 millones de c-.ibeza.s (según el censo de 1922), lo
d�s d� seda, que en principio intentó circunscribirse a lo s product�s
_ que implicaba que el slock ganadero c-.isi se había duplicado y también
bntamcos.
que se había incrementado la superficie sembrada con alfalfa.. El auge
D'.chos cuerdo� deben enmarcarse en el rechazo de
� Yrigoyen a la ganadero culminó en el estallido de una grave crisis secton_a! inici�da
rec1ente mfluen 1a norteamericana y su disp
� � o sició n a d ar un gesto en 1921, a partir de la cu:tl se inauguró w1a etapa de expans1on agnco­
e respaldo a los mtereses británicos. Lo
mas destacable es q ue estos la, que se extendió hasta finales de la década de 1920.
con\lenios prefigu.raban l as ion r nas que adoptana • .
• el i ntercambio co- Estos procesos se desencadenaron debido a los efectos de la guerra
mema • 1 argenon o luego de la Gra n De .•
presion. No obstante, el Trata· y las perturbaciones de posguerra. Si bien la demanda europea de ce-
'tf.. y 'tf..l
la Argeíl tina en los siglos
' ecor,órnlCS de
42 Historia Los nuevos desafíos y las resp .._
la esca se z e
d bod egas durante la uestas fallidas (1914-1929) 43
• si·endo impo . rt .
a n t , e
Q)
Cana d'a -grandes
e

reales continuo l, . os Esta


dos Unidos. y. . de 200 hectáre a las familias de chacare
� ros argentinos O inmi rantes.
e
fl t L co
guer ra in crem en o los
e es

ovecharo n e s ta s condic 10n


e s, b e ne fi1 c1ad0s
. E! pr y ecto tema al nas fallas import
� �
g
antes, ya que el gobierno sólo per­ (.)
cereales- apr os . En c ambi
o , los al tas U')
Productores de • ª. )os mercados europ e d,a disp oner d e las tierras fiscales ubicad
as en los territorios nacionales. E
m a ara xp ortando
por la mayor cerc� _ ntina c ontinu Sin emb argo, c�n la excepción del Territ co
e
r on q e la Arge orio de La Pampa, el tamaño
mp1d1 u ü
costos de los fletes i d e las ex�lotac10nes e ra insuficiente para
e

las. asegurar su reproducción. e


sus productos ag . rico . ' t' n con las ma las co s echas De c ualqmer m ne ra, rigoyen se negó a apli o
tern as c omc1 d ero _ � � car la ley por temor a que
e x
Esw pernirb ac1on nadas p or factores
climátj. s rgi eran colonias dommad
e (.)
s
por extranjeros. En 1918, o
, en 1914 ocasio �
de trigo en 19
cos adversos y . .
13,
la
y
pla
de ma1z

ga d e )ang osta . i.a c ris is agra


ria se p ro duj o e n un

en J. Umo de
.
ucas c�mpe nsat nas

_


s agravo cuando, debido a las urg
el g obie rn o se VIO obligado a gravar
la falta de polí­
encias del fisco,
"O
co
: el es tallido , con impuestos las exportaciones, Q)
op p ca n e
momento confhcuvo en el wagr
o
am , los cuales termina rían recay endo sobre las espaldas co
a eros d e1 �a12
ta , una h u elga de l os cha� � _ de los productores
1912' del �Grito de. Alcor ag rícolas.
(.)
101a n la ehmma.
d Ios am· endos y eX o:
en
que se oponían al increment. o e ª LJ.J
. . on lmen te imp ues tas los La crisis de l sector alimentó los reclamos y dio
lugar al estallido de
ción de un conjunto de obligaciones t
radJC1 a _ _ dos huelgas en abril de 1917 y en marzo de 1919
o d al p recios J terna­ respectivamente. En
pequeños productores agrícolas. Varios añ _ �
s e tos
ambos casos, la caída de los precios internacionales,
cba a r s a a pta r arne ndos mas a lto s la imposibilidad de
cionales habían llevado a l o s c re o ce
vender las cosechas y la pérdida de gran pane de la prod
d el sur de S a nta Fe y ucción debido
debido a los ele,rados rendimientos de las tierras a factores climáticos atizaron las protestas. En marzo de 1919,
el norte de Buenos Aires. El fracaso d e
dos cosechas c on s ecutivas Y la a dquirió un tono viole nto con la quema de cos
la huelga
cr e aron echas y la destrucción
frágil situación financiera de la m a yoría d e los a rrend atarios d e maqu inarias. La Federación Agraria no se limitó a pedir la rebaja
de
las condiciones para el estallido. La hue lga dio nacimie nto a la Fede ­ los arriendos, créditos oficiales y otras mejoras, sino que cuestionó el
ración Agraria Argentina y a la p etición de diversas r eformas l egislati­ régimen d e propiedad de la tierra.
vas, entr e las que se destacaban la sanción d e una ley s obre arriendos. Al principio, el gobierno yrigoyenista respondió con dureza a estos
Sin embargo, una vez que los precios internacionales volvier on a su bir r eclamos, m ediante la represión policial y la aplicación de las leyes de
y los chacareros obtuvieron una abundante cose cha en 1913, e l con­ residencia y d e defensa social, que permitían la expulsión de inmigran
­
flicto fue superado. te s acusados d e agitación (sólo en 1919 fueron expulsados más de 300
La crisis iniciada en 1914 tuvo un origen distinto, determina do p or c hacarer os). P oco después, el radicalismo y la oposición socialista pre-­
las modificaciones de la demanda internacional, el c orte del fluj o d e sentaron a l Congreso proyectos destinados a crear las instituciones que
capitales extranjeros y el cese de las migraciones masivas que ap ortaban p ermitieran mediar entre las partes e implantar algunas reformas, como
m o de obra para el sector primario . El valor de las exp ortaciones
� la creación d e juntas arbitrales de trabajo agrícola, una ley de arrenda­
agnc !as -que an s de 1914 representaba más del 50% d e l to tal- des­
� � mie ntos, otra de fomento de la colonización y una destinada a regular
cendío hasta un mmimo del 26% en 1917 y un promedio quinquenal
las c oop e rativas agrícolas. Aunque estos proyectos no fueron aproba­
del 4-0% entre 1915-1919.
d os, el gobie rno logró que el Congreso aprobara la Ley 10 676/19, que
E ste co texto, el presidente Victorino de la Plaza intentó
�� � _ aliar r eformaba l os estatutos d el Banco Hipotecario Nacional, habilitándolo
c ts agrana ed1ant e la sanción de ley es de Warrants
: � � y de P�nd a a otorgar préstamos a los agricult ores y ganaderos para la adquisición
�ª• por medio de las cuales se buscaba aliviar la escasez d e ere, d'Jt de tierras.
y estimular la economía agraria. Hipólito Yri �
goy en, su sucesor, emp leo A comienzos de la década de 1920, una nueva coyuntura de crisis
instrumentos similares, y du nte su
mandato se a centuó el crédi to del y conflic tos sociales alentó al Congreso a sancionar la ley de arrenda­
Banco de la Nación. No obstan _ ra
te, e ) gobiem O rad'ical se nego a alen r mientos reclamada desde 1912. En agosto de 1921, los chacareros se
programas más amb'm·osos . En 1917 C ta
' el ongreso sancionó un p royecto movilizaron hacia Buenos Aires y, un mes más tarde, el Parlamento san­
de Ley del Hogar -insp1•rada
en la Hom estea cionó la Le y 11 170, que disponía una duración de c�atr� años para
que se proponía alentar . ., d Aet norteameric a na-,
la colomzac1 on med'iante 1 a los arriendos d e hasta 300 hectáreas, obligaba al prop1etano a abonar
d onación de lotes
'/J.. y ,¡:/..1
ntina en 10s sig los
ica de la Arge Los nuevos desaffos y las respuestas ,_
« Hlstona. económ u cidas por
e l cha carero y 1 es fallldas ( 1914-1929) 45 Q)
e
in tro
. d
\as rn cJ• O•..5
...,
a r lib remen te. e
. dern n1. z.n°. 0nc s por ra r )' c osech en el c ontexto de la crisis ganadera de 1921. de u n c ro
1.11 a �e
e. r, - o- m i o n e s entre tcrra. iclo de e�paruión ü
ba el de re cho a ve· nd u n a v a n c e, las re la ci agrícola. La recuperación de los prec ios internacionales
de los c ereales (/)
otor ga ti tuyó ' 1 as prác,:.,.
· 11 170 cons nvo 1v1· e,n do
se segun la mejora de lo� precio5 relativo� del c ereal frente E
S., b',en \a ,LºA.) nie o n de se .
bl ga ' orieda d
a la carne alentaron ro
temen
. tes y arrcndat an• os 51·uo··
r
na n o d ;sp uso la
� '. . el incremento de la producción mediante la incorpora
ción de tierras u
, ,. p ue st o que esa n�n nd n, a) on tanam e n1, anteriorme nte destinadas a la ganaderia. ya fuera a travé e
id e o
"'l' . ,,.bJec unuar on si s del alfalfado o
" de e on u atos, que con n de d;ficil c �
o tro !. Más ; .
n, o de la5 praderas naturales. De esta fonna. entre 1921
y 1929. el área ü
de la fu• d on e s er a an,. o
º""' d;spas; ba la agncultura p sembrada c on cereales y lino ascendió de 14 a 19.5 mill
orales, en w,to que lemas q ue e nf re n ta ones de hect.í­ "O
, los o tro> prob finandam; ,,, rea5. El incremento de la prod ucción fue impulsado tamb ro
Po""'" aún nc ión , la ; n suficiencia de ién por una Q)
m ,yo, ate intensa mecanizac ión agrícola y la mejora de las semillas e
peana no recib;eron e bodegas Y de sHo, sembradas.
u,,nsp or te, la es-• d De hecho. la participación de los vehículos. las máq uinas y
ro
ü
to, los elcv.1dos costos
del de l a famm,
la pro d uc ción , la ; nest ab;¡;dad de capital ascendió del 8% del sloclt de capital del sector
otros bienes U)
LU
de
para el ,1macena mknto por las grandes
empresas co mer. agrícola en
gops on io im p ues to 1900 al 40% en 1929. Una comparac ión entre los censos de 19H
chacarera y el oli real Co., Lou;, D,cyfu, l y 1937
& Bom, La Plata Ce muestra q u e, en ese periodo. el número de cosechadoras por
ci'.li,adora>, romo Bunge dicio n es la
bo rales unidad
mpoco se ava nzó en la regulación de las c on de superficie se quintuplicó. en t>.nto que el número de sembradoras
Cia. Ta alentar on l a
uelgas de 1919 y de 1928 se multiplicó por tres. proceso que pennitió abaratar los costos de la
de los bramos. f.n este c,so, bs h obierno a re­
_ pietari os, y lle varon al g c osecha. Así, la Argentina se comirtió en uno de los más importantes
u�,d� d de los arrendatarios y pro el envío
policía o , en el último caso, impo rta dores mundiales de equipos para la agricultura y el principal
pnm'.� la� huelgas por medio de la
del eJerato para imponer el orden. mercado para las maquinarias estadounidenses, superando incluso a
Cana d á y la Unión Smiética. la mejora de las semillas también impulsó
el aumento de los rendimientos del trigo. el maíz y el lino.
El progreso agrícola de los años veinte atrajo la inversión de nuevos
capitales. Se ha sostenido que el boom permitió un incremento en el
número de p r opietarios, alentado por las facilidades crediticias otor­
gadas p or l os bancos oficiales. En forma paralela, habría disminuido el
número d e me die ros, es decir , el sector más frágil de los no propieta­
rios. La agricultura pampeana parecía haber recuperado el sendero de
expansión que la había caracterizado hasta 19H. No �bs°:" te, pronto
.
el mercado mundial mostró signos de un nuevo deb1htam1ento de los
precios agrícolas, lo que constituiría el prolegómeno a la grave crisis
agrícola de los años treinta.

Auge y crisis de la ganadería

Durante la guemi., los precios internacionales de la carne se elevaron


considerablemente debido a la demanda b1itánica y de los países aliados.
Elevador de granos en Aufino, provincia de Sant
a Fe. AGN. La Argentina era entonces uno de los principales productores de carne
bovina y el piimer export.·1Clor. L1 escasez de bodegas, el encarecimiento
El apaciguamiento de la movilización de los fletes marítimos y la guerra submarina beneficiaron a la produc­
chacarera vin o de la man o de la
nonnalización del comercio ción bovina argentina, al tiempo que su principal competidor en el mer-
exterior luego de la gue rra y e l inicio,
d
Xi,.\
siglos Xi,. y ,.._
n a en \OS
e la Argenti Los nuevos desaf!os y las respuestas fallidas (1914- Q)
on6 rn,
1 ca d 1929) 47 e
46 Historia ec . quedó marginad •
o d el com er c ·
io e
\ ro
. �� � � ta c o m ie n z os d e la dores hic ieron oír sus reclamos a favor de una intervenció n estatal. Baj o ü
e proven1 e��
e
iones has
c.ado -la carn 1 n d e es tas condic s·
,a. 1 b 'ien e n e sos año,
• el li derazgo d e Pedro Pagés, lograron imponer sus reclamos en el seno
(./)
E
pro1onga c . s1. o, n de la rr:1na "- den
o
mundial. La
~ razas
an as -co n el predo. de \ a Sociedad Rural y presionar a los gobiernos de Yrig oyen y Alvear. ro
, \ e xp
0 alent ª • o1. ento de \
o �• b o vin u
déc.ada de 192 rar el mercado traJer n �
o a Los frigoríficos, contr olados por las grandes empresas norteamericanas
uó el proc eso de meJ· 0 u rba ci ones d . ,
e
o
conti n \as p ert e la demand"� y británicas, fuer on acusados de maniobras tendientes a provocar la
. SI10rthorn-' rientac1on d ü
mi. mo de la raza ta n te fu e la reo caíd a de l os precio s en el mercado de Liniers y de beneficiar selectiva­ o
s. La mas , impo. r
e h abían
co menzado a expor.
gunas novedade 'Í) u
as. É staS ofrecían
mente a algunos invernader os. "O
friadas ( clulled on gelad
ro
desde las cames en bcr �.� as y c ., Presionado por los ga naderos, e\ presidente Alvear apoyó la sanción
.r de 1908• a las carnes en\•a,,u
d Q)
rvac1on, lo CUa\ e
partr p 0 e cons e ro
tane a
el m ay or u . em d
9 de cua tro leyes que intentaban, respectivame n te, regular el comercio
menor costo y eos. Entre 1 13 ü
las yentajas de su cit os europ en
e \ s e iér de las c arnes {Ley 11 226), asegurar un precio mínimo para las carnes
1as n eces1'dades
o
. d :.i
ex orta c10- , LU
se adaptaba mejor a aci nes, el vo
lumen de \ as � com pradas por los frigo ríficos y un precio máximo para la venta al pú­
ayores e>,.'J>
rt o
nzando un rec
o ord de
y 1916, año de las m . o, un 24a1.
di 10, al ca blico {Ley 11 227), implantar el sistema de venta por peso vivo (Ley
lad as asc en un 232%, en
nes de carnes conge ne s de conse
rvas crecieron 11 228), y c rear un frigorífico nacional en la Capital Federal con el pro­
Orta ci
412 000 toneladas; las e>.'}>
o
un 52%. pósito de intervenir en el mercado y actuar como empresa testigo para
chilled bcefcayeron mc�us� �e co-
tanto que las ventaS de os sect ores, brind ar al gobierno informa ción directa acerca de esa actividad indus­
traj inv ersi ones de otr
El auge ganader o a o
io, que mVJ
rti eron trial (Ley 11 205). El Con greso también sancionó la Ley 11 210 antitru.st,
s ajen s a l n eg ocio a grar
merciantes y profesio nale o
Estos "ganaderos que, si bie n no se circunscribía a la industria frigorífica, encontraba en
d en bus ca de las alta S ganancias.
en tierras y gan o l cré dito ésta un s ector de aplica ción clave.
taro n con el apoyo d e
a

" -c m o se los c onoció- con


ocasionales o
también tuvieron
Claro que los altos p recios
de los bancos oficiales. on , Jo q ue
tos c ontraproduce n
tes. Las m atanzas s e duplicar
lgun os efec la mej ora del
en el me dia no plazo p ara
a
u as c nse cue nci as
traía alg n o
altos pre cios de
exportación
ortante aún : los
stock ganadero; más imp ve de l a die ta de
o domésti co e n
u n rub ro cla
perjudicaron el consum
los trabaj adores. eci os mu ndi ale s d e cli-
ró este a uge. Los pr
El final de la guerra clausu Se tra taba
volvi ó a demandar chilled beef.
naron y el mercado britinico
d y s abor, y más alto p recio . El chilltd
de un producto de mejor calida
rvac ión, de sde l a faena hasta su c on­
tení a un período máximo de c onse
bic ación g eográfic a, la Arg entina
sumo, de sólo cu arenta días. Por su u
s p ara a tend er la d e ma nda
se encontraba en inmejorable s condicione
ones hacia la carne en­
britinica, pero la reorientaci ón de las e xportaci
previame nte en­
friada requería vacunos de razas finas, que debían ser
gordados en los campos de invernada.
crisis
En 1921, la ca'.d� de los p�ecios marcó el comie nzo d e una grave
gan�dera y rea\'IVO las tension es entre diversos actores eco nómicos. A
parur de 1914, los ganaderos en su conjunto s e habían b e neficiado con
• .
los altos precios mundiales. AllOra, 1 a cnsis golp ea ba duram ente a )os Buenos
:rorme. Los frigo ríficos r eduje- ra en Avellaneda, provincia de
productores, aunque no de manera unu Matadero del Frigorífico La Neg
ron sus compras en volumen ' be ne fici
. an °d a lo s grandes invernaderos, Aires, 1927. AGN.
qu e les aseguraban el suministr0 de carnes finas. Muy pronto, los cría·
- Argenti na en 10s s
lgios XXY'ff..1
nómi.ca de la
48 Historia eco bre de 1923, fue d
Los nuevos desaflos y las
o en septiem ....
respuestas fallidas (1914-
ap r ob a d . \1, 49
1929)
r egu laton· o, fi co s , qm enes rech :i,.
m ar c o 1o frigorí rna
El nuevo rico inve or bonaeren se, inició una <l.)
erent es
de s
, ....._ d
campaña a favor del negoci e
do por los g . Un mes mas tarde, cuando l o e
ramente eritica ind u tn ª • . e d e l as carnes , l a cual inc l uyó u na inv
estig ación sobre el mercad C'C
estatal en la
s
la in tr o mis ió n . pr cio mím mo, el pool de 11\a est udio p rep arado por un joven y brillante econ o . El ü
ron , 1 1ey d e e
U)
intento aphcaT a os y para1.izar de hv,e- omis ta, Raúl Prebisch,
pres1.dente Alve.ar. la s co m pras de novill . con cl u yó q ue el poo f
l de los frigoríicos impe
día el libre fun cionam
E
dio, susp n d C'C
out empresano fracturó
r
frigoríficos deo
e e
to del mer cad o, p r ovocando grandes desequ ien­
. exporta dor de la carne. El lock · • ilibrios que beneficiaban u
cho el comercio . dor es e invernador es -1os p nnc1p a!C! a las emp resas e xtranjeras , en d etrimento de e
na d ro cn a los intereses ganade ros. o
la alianza entre 1os ga . . s de noviembre , el go b'ierno
e s
.nc1p 10 Fue ento nces c uando la Sociedad Rural lan ü
b'i erno. A pn
zó la campaña "Com pra r a
perjudica dos- y el g o
um ento de qu e los pre- quien nos com pra", para r eforzar los lazo s com o
. ofi .
cia l es, con e1 arg . , er ciales con Gran B r "O
anulo, los preoo s mim, 'm
· o s
taña. Estas p ropuestas e ran la exp resión de e­
la pres1on del p00¡ C'C
. alci. sta. En realidad ' los intereses de los inver­
c10s mostraban ya una tend encia
::t
nadores , ya que casi el 90% d e las exportacione
<l.)

, e 1ª !ación del mercado de car. s de carnes enfriadas e


C'C
había º bligado a dar marc �ª-ªu:a5 se coloca ban en aque l m er cad o.
:
a cuatro leyes sancionadas, ü
.
nes• Finalm ente no se apl1co mngu . (/)

, , , , ., ., ., ., ., ., .,., .,., ., .,
d e los consumido res fue . lJ..J
e1 precio , • ' para resguardar los intereses
• maximo .
·
olvi dado y el gobierno naaon · al no tomo , mn · guna medida para crear el
frigorífico estatal. El diagnóstico de Alejandro Bunge
A mediados de la déca da de 1920, las expectativas de los ganadero s
volvieron a empeorar ante los rumores provenientes d e Londres de que
el gobierno briwiico impondría n uevos impuesto s a las importaciones
de las carnes argentinas y beneficiaría a la p r oducción d e sus dominios.
En ese marco, en abril de 1925, estalló un n uevo conflicto entre los
grandes frigoríficos por la distrib ución d e l as c uotas de expor tación. El
ac ue rdo por el reparto de las exportaciones alcanzado en 1913 fue de­
nuncia do por las emp resas, que iniciaron una comp et encia feroz para
increm entrr sus negocios. Si bien en un principio los ganaderos obser­
varon el conflicto con optimismo, ya que durante las 'guerras desata­
'
das entre 1911 y 1914 se habían incrementado los p recios abonados por
los frigoríficos, esta vez suce dió lo contrario. Los frigoríficos re dujero
n
sus compras y, si bien los precios tuvieron un leve ascenso, el a
umen to
no compensó la caída de los volúmen es.
Mie�tras se discuúa una seri e d e p royectos des tin
ados a mejo rar el
neg�c10 ganadero, el gobi erno de los Estado
s Unidos anunció que, a
parti r de 19�7, las carn es provenient
es de r egiones afecta d
as por la Conferencia de Alejandro Bunge (el primero desde la derecha) en la Bolsa
aftosa ten dnan la entrada p rohibid
a en ese país • La not· .
ro, Jas expectati•vas de los terrate 1c1a empeo- de Comercio. A su lado, el presidente de la Unión Industrial Argentina,
nientes gana deros y de las em
Annour Swift y w·1 p resas Luis Colombo. AGN.
i son, que esperaban ingre sar
mercado.' Estas novedad es en aqu el pr om isorio
y el camb10 · de los precio s r elativo
agricultura y ganad ena . s entre Nacido en el seno de una familia de la elite, Alejandro Bunge realizó
, mantuVJeron la ac ti
en los últimos años d e VI'd a d ga n ade ra estancada estudios de lngenierfa en la Universidad de Sajonia, Alemania. Militante
la d,eca da de 1920 · E .
nadores recuperar on e n ese contexto, los mve r· católico, se especializó en estudios sobre estadísticas y cuestiones eco­
.
d1do en man
l controIde la Soci
os d e Pagés en 1923 ª .
ed d Rural, que hab1an per· , nómicas. Fue profesor universitario y funcionario público, y se desempeñó
· El nuevo presiden como director general de Estadística entre 1923 y 1925. En 1918, junto
te Luis Duhau, un
----- los XX y
XXI
enti na en los sig
económica de la Arg Los nuevos desafíos Y
50 Historia
. a s y em p resan .05, tundó la Rev , ,
ista de Econorn·
mico Y recop1lac1ón de est

a.
las respuestas fallidas (19
14-1929) 51 ....
e econom1�t
Q)
a un gr u po d a nál i i s econó Las economías del Interior: crisis, atraso
y modern e
ión d�
s
una publicac , que Bunge dirigió hasta ización e
,.,, �-.. a,
11rnant/n enti n a Y A mén·ca Latina ro
en 1a Arg elabOró un dlagnósti- ü
dísticas, pionera De sd e e sas páginas , En el interior del país, la.s economías reuionales
o· , q.ue produc1a (,/)
ayo de 1943· cual tuvo gran impacto • . co, . .· n para el
mercado domesll tamb1e•n debiero
. E
su muerte , en m
co sobre la evolu
. n de
ció ªI ec o no m ra argentina el
1 as d� ...,."das siguiente
s. Allí sostuvo . . n
vemen tes de. las fluctuaciones de la demanda
enfren· tar nu evo s d --"'"os pro-
e""
intema. Ia sobreproduc- u
ro
tuales du ra nte .mte . ,
en 1os clrculos lntelec lo de su evol ución ec0• ción y la rvenc1on del estado. Como en e
t'n
1 a h ab la fin aliZ8' do un cic mento de .. , . el agro pampeano, la •
mes- o
que, en 1914, la Ar9
en ..nnAr.uaria y el incre tab1hdad econom1ca y las bruscas transfere · nci ü
pa n s1'ón ag'vr- . . -.• de ing
.., · resos alentaron
nómica y �1·a1 sig . n_ado por la ex
ser completada mediante el estallido de nuevos conflictos, que pwieron · ·
o
s. Est a et apa debía de rel.1eve
' 1a exis tenaa "O
nm ana . o de los cultivos de una compleja estructura social y la densa red ro
las exportaciones p n pn . m an·a el increment de 1'ntereses de nuevos
c_ .
, ó Q)
la diversificación de la p
to men o
roduc
indu strial, el aum
° en\ del cons um o
doméstico y la
del país. lnflu¡.
actores económic?� y sociales ue habían madura
_ �
de la gran expans1on econom1ca previo a 1914. Las
do durante el período
e
ro
ü
industriales · el t
del ,norte y del oeste economías azucar�
.
ica d e Ias r eg·on, es ra y vitivinícola constituyen los casos paradigmático
CI)
Integración eco nóm . u.st, �-unge en, t endía s. lJ.J
por las idea del eco nom ista alem án Fned nch A partir de 1880, la producción de caña de azú
do s
oltti�s �ct,vas, entre car se había expandi­
implementación de p
que esta orientación requeria la ctpal, au nque do en el nordeste del país gracias a los estímulos
ofrecidos por la cr�
empeñaria un papel pnn
las que la protección aduanera des ciente demanda interna, el abaratamiento de los
costos del transporte
no único. por med io del ferrocarril y, en especial, debido a la
de 1928, Bunge señaló que "La alta protección
En una entrevista realizada en diciembre aduanera, que aseguró la rentabilidad del negocio.
Estos factores in­
de hace varios años, debido a
Argentina es una nación casi estática des centivaron la expansión de los cultivos en Tucumán
y, más tarde, en
ión, la economía argentina
la uniformidad de su producción". En su opin Salta y Jujuy, y la inversión de grandes capitales en los nuev
os ingenios
entos de peligro debido a
se había estancado "y estamos viviendo mom que elaboraban la materia prima. En Tucumán, la perduración
del
trigos encuentran en el
las restricciones que nuestras came s y nuestros campesinado volcado a la producción azucarera fortaleció una
estruc­
mercado exterior. f...J Pero si se nos cierran
los mercados para la carne tura social y económica compleja y, en la producción azucarera. man­
ras extranje­
y los cereales, ¿con qué vamos a comprar esas manufactu tuvo separadas la fase agrícola e industrial: El cultivo de la caña estaba
e
ras?". Además, la disminución de las exportaciones produciría "grand s en manos de los plantadores en tanto que los ingenios les compraban
dificultades para pagar los grandes servicios de nuestra deuda externa", la mayor parte de la materia prima para elaborarla. En cambio, en
La solución consistía en la diversificación de la producción, con la expan­ Salta y Jttjuy, donde las tierras aseguraban un mayor rendimiento, los
sión de cultivos de más fácil colocación y el fomento a la industria. "La grandes ingenios eran, al mismo tiempo, los propietarios de la tierra
diversificación de nuestra producción resolverá dos crisis: la del mercado y los principales cultivadores de caña.
externo y la que desde hace algunos lustros sufren varias provinc ias por la En 1896, la primera crisis de sobreproducción reveló los límites de
excluyente producción agrícola-ganadera a que se ha dedicado el país y una modemización económica basada en el monocultivo y el proteccio­
a las que esas provincias no pueden dedicarse. Florecerán, en cambio en nismo aduanero. La caída de los precios de la materia prima y del azú­
ellas la minería Y varias manufacturas, mientras las empresas del trans�r­ car desató agudos conflictos intrasectoriales, en especial en Tucumán,
te, por e'. mayor tráfico Interior, obtendrán mayores ganancias y emplea­ donde se enfrentaron los cañeros o plantadores, los labradores y los in­
rán un numero mayor de trabajadores.• dustriales. Además, el proteccionismo azucarero comenzó a ser cuestio­
nado por diversos sectores políticos del Litoral. Si bien no se abandonó,
Alejandro Bunge, •¿Con qué compraremos los produ ctos se sancionaron diversas leyes que intentaron limitarlo, como, por ejem­
manufactura­
dos cuando no podamos vender carne y trigo?", plo, la autorización conferida en 1907 al Poder Ejecutivo para liberar
La Razón, 21 d e
diciembre de 1928. # de derechos la introducción de azúcar extrai�era en caso de carestía y
la Ley Saavedra Lamas de 1912, que dispuso un régimen de protección
decreciente para la agroindustria.
- los XX y XXI
sig
mica de la Argentina en los
52 Historia econó
Los nuevos desafío '-
s y las respuestas falli Q)
das (1914-1929) 53
La crisis de la caña criolla
e
tuv o importantes rep
e
sos p e q u eños y median os cañeros indepe ndi ercusiones. Numero­
ro
ü
la acth,idad d ebido a la s fuertes entes debieron aban
donar
(/)
pérdidas y la imp E
los costos de la imp lantación de osibilidad de afrontar
laJava: en 1914, la ro
aportada por los pequeños y me producción de caña u
dianos productores
menos de la mitad de l total; cin representaba algo e
co años más tarde, o
tercio. Un secto r de los p roduc constituía sólo un
tores, confo nnado por
ü
dianos p l antadores, l ogr ó fortalec grandes y me­ o
er su posición. pero
los
"O
beneficiad os fueron los industriales, principales ro
quienes e.'<pandieron los c
p rop ios, buscando independizarse ultivos
Q)

del suministro de los cañe


e
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-------�
� .. ,...J;..t ..... ;-..
--◄-· •• ,��� �- � -···' • - --�\ Q\._
......,

Cosecha de caña de azúcar. Al fondo se observan las chimeneas de un


ingenio (s/�. AGN.

Entre 1907 y 1919, la plaga del mo saic� afectó la caña ��o lla, re�ucien­
do Ja producción y elevando los precios. La destrucc10n d� canavera.
les criollos se intensificó durante la guerra, cuando se pe rdieron unas
100 000 hectáreas de cultivos. El secto r se vio o bligado a reemplazar
la caña criolla p or la de Java, de mayor rendimiento y cuya expansión
demandaba cuantiosas inversiones. En lo inmediato, la crisis elevó l os
precios hasta provo car una aguda controversia entre los productores e
industriales y los con sumidores.
La crisis tuvo lugar en un momento en que la vigencia del sufragio Una sección de filtros en un ingenio azucarero en Tucumán, 1920. AGN.
obligatorio y el aumento de la rep resentación de diputados del Litoral,
como resultado de los cambios demográficos mensurados en el censo La década de 1920 estuvo marcada por una tendencia a la sobreproduc­
de 1914, debilitaban la representación parlamentaria de las provincias ción y la agudización de l os conflictos. En 1926, la fulta de un marco
p roductoras a favor del LltoraJ y acentuaban la voz de los censore s más regulatorio adecuado, la competencia extranjera mediante prácticas
entusiastas del proteccionismo, como el Partido Socialista, que, a partir ele dumping y la pesada carga impositiva que soportaba la agroindustria
de entonces, logró un importante número de legisladores
en la ciudad conchtieron a una severa cri sis. Los industriales buscaron sortearla me­
de Buenos Aires. Sensible a estas criticas, el presidente
Yrigoyen respon­ diante el autoabastecimiento de ca1fa y el endurecimiento de los con­
�ió con una rebaja del precio del azúcar, la apertura a Jas importaciones tratos de compra. Los productores se dividieron; un sector abandonó
hbr:s de derechos e incluso la expropiación
de 200 000 ton eladas, que se el Centro Caiiero -controlado por los grandes plantadores- y alentó la
de la
desanaron a la venta a bajos precios
. agremiación de pequeiios y medianos productores en el marco
M•
los siglos XX Y
de la ArQen!·na en
54 Hist oria económica
• Argenu.na. En ma)'º
de 1927, c on el apoyo de los
Los nuevos desafíos y las
respuestas fallidas (19
14-1929) 55 ....

Federaci ón Agraal , ante 1a neu tr a1t•da
- os com erciante s, y
Q)
eq u en 11 u na veintena d e ellas, constituidas e
s) los p como so ciedades anón e
tra bajadores rur
e
- ro s }'der
, aro n una hue1ga q ue paralizó laba casi la mitad de la producción imas, co ntro­ ro
del gobiemo pro v.mci·a1 • los cane ., .
m ovilizac1on 11ac1a la cap·¡, nacional. La calidad d ü
. un a m asiva sp ecializació n e n la producc e la uva y la U)
, enJ. Un i o e n e
ión de vino s
al sector }' culmmo, i mpidie ron a la industria colocar pa
para el consumo domé
stic o E
tal tucumana. . rte de su producción en ro
- preoo re mun .. e ra tivo para la caña de, azú. A
mundi al. de más, la región cuyana el me rcado (_)
Los caneros reclam aban. un ios ( q ue todavia no
producía uva de mesa para
el con­
ntregada a los ingen . ,
sumo interno y la exportación e
o
car cosechada e1 an- 0 previo )' e d erabie de un preci o minirn0
.
ü
. o abonadª) }' e1 aum ent o c on s'
1
hab1,a sid
ucarero rechazó las demandas de los o
para la zafra de 1927. El Centro Az ., "O
seccionales de la Federac1on Agra. ro
cañeros' negándose a. reconocer a las .
s. Fm alm ente, arn.
Q)
e
.
na como representaavas de1 m • terés de l os productore .. , e p res1· d e ro
dec1s10n � � nte ü
bos actores acordaron someter el conflicto a la
w
(/)
un r c n omie nt o d e las
_
de la República. El uudo Alvear constituyó e o

xigidas por los can eros: el p res� dente
demandas material es}' simbóli cas e

reconocía que debía protegerse la pequeña propiedad, establecia nor­


mas para los contratos de compra y venta, fijaba precios más altos para
la caña y ordenaba precios mínimos. u intervención estatal puso fin al
conflicto, aunque n o resolvió los problemas estru cturales d e la econ omía
azucarera. que continuarían agravánd ose en las dé cadas siguientes.
En la región cuyana, la i ndustria vitivin ícola pre senta una trayecto­
ria similar a la azucarera, aun que no se vio afectada por una crisis tan
profunda. Como en Tucu mán, la expan sió n de la deman da interna, la
llegada del ferrocarril y el proteccionismo aduanero alentaron el culti­
vo de la ,id y la inversión en la agroin dustria. En 1900, el área sembrada
alcanzaba ya las 42 930 hectáreas y la producció n nacional d e vino s
Clasificación de algodón. Desmotadora de la Compañia General de Fósfo­
cubría el 60% de la demanda domé stica. En 1914, la superficie sembra­
ros en Resistencia, 1921. La compañia desempeñó un papel pionero en
da de ,iñas alcanzaba unas 132 000 hectáreas y la producció n de vino
el aliento al cultivo de algodón y la elaboración de hilados hasta entonces
totalizaba unos 515 millones de litr os. Hacia 1929, la superfici e
apenas mayormente importados. Fotograña: gentileza de Silvia Badaza.
se h��ía incr:mentad , alcanzando las 136 233 hectáre as,
� p ero la pro­
ducaon de \'lnos llego a un réc ord de 837 millo
nes de litros, lo que C on anterioridad a 1914 y a diferencia de la c aña de azúcar y de la ,id,
supe�ba l��men el consum o intern o.
� La tendencia a l a sobrepro­ otros c ultivo s industriales apenas se habían expandido. No obstante,
ducc,on obligo a la intervención estatal.
. . . Entr e 1915 y 1919, e 1 gob" 1erno lu eg o d e la guerra, el cultivo de algodón en el no reste del país adqui rió
�rovin c1al _ pnmero y luego la Sociedad Cooperativa de Me un notable dinamismo y se c onvirtió en la nueva front era a grícola. Un
u�d que incorporaba a pequeños ndo za (en-
y medianos viñateros y bodegu conjunto de factores externos e internos estimularo n esta expan sión,
baJo el control de las grandes eros
bOdegas) IIevar on adelante entr e lo s qu e se destacan el incremento de los p r ecios internacionales
destrucc,o . .n de uvas . programas de
. Estas me d'd
1 as cons utu yer mo tivado por la caída de la pro ducción no r teamericana, muy afectada
pol. tucas de regulac·1.o,n de
o n un an tecedente de la.1
. , la producc,.o, n que se po por la plaga del picudo ; la expansión de la red ferro\iaria en el Territo­
luego de la Gran Depres nd ría n en ma rcha
,on. rio Naci onal del Chaco, que abarató los c ostos del transporte y permitió
En 1914, la indu stria .
ya m os traba un imp orta nte grado la explotación de nuevas áreas; y la po lítica de fomento i mplemen tada
u-ación. El censo de - , de concen·
e se ano contab'J' 112º unas 1300 bod a partir de 1923 por el minist ro de Agricultura Tomás Le Breton, que
egas, aunque
1 a en los siglos XX y XXI
a de la Argent·n
56 Historia económ.ic
lle to s explica tivos Los nuevos desafíos ......
. nb . , grat uita
uc1• on
. de semillas y fo ., ,
y las respuestas fallid
as (1914-1929) 57 e
Q)
la d1st
con sistió en
am ericanos y
l a ina ugur ac1on d e Una
u na dura real idad, con la caída de e
la contratació
, . os
n de tecntc
n ort e
lo s precios ro
" de las variedade s y 1 as m eJ. ora ge. y las prácticas monop
. ara el e stud10 de las grandes casas co mercia
(.)
m tal P lizadoras. ólicas (/)
ch acra e xpen en

nética de la fibra.
La exp ansión de nuevo s cultiv
o s industriale E
. . n a ve rd a d e ra fiebre det s no se circunscrib ro
. . mcenuvos alen tó u algod ón , sin o q ue incl uy ó tambié ió al ü
Esta feliz combmaao, n de ent e d e s de u nas 2700
n el tabaco y la yer
ba mate en Co­
.. , ada aseendi,o lentam rrien tes y Misione s, manzanas y peras e
"oro blanco : e1 area sembr rea s en 1920-192]
en el Valle
del Río Negr o
, cítricos o
pe 1 23 000 h ectá en Santa Fe, Corrien tes y Entre Ríos,
hectáreas en 1911-1912 hasta su : entre otros cultivos. (.)

a :e 1925 -1926. La
prod ucc ión de c a s os , l a exp ans ión de lo s cultiv
o s apenas antic
E n t odos los o
y alcanzar l as 110 000 en la camp ipó el gran i remento "O
., 1adas en 1920-1921 a 13 000 en que experimen tarían lueg o de 1930. nc
ro
fibra ascend10 desde un as_ 5500 tone Estas actividades pro
192�1924, y a 30 000 hacia me. di. ados de 1 ª décad a . El corazón de la j o rar on e l in gre so de e sas regi ones y de ductivas me-­
todo el mercado intern
o. Una
e
Q)

ro
Chaco, qu e repr e sen- res tricci ón imp orta nte para este proceso
pro ducción algodonera argenuna e staba. en el estuvo dada por los altos co (.)
tos del transpo rte en un espacio físico de s­ Cí)
central provino d e la
taba entre el 75% }' el 95% del t otal. El tmp u1 so gran extensión. UJ
1 En conjunt o, el pe so de lo s cultivos
e el 60%o y e 80% d 1a
deman da m undial, adond e se destin aba entr
industriales en la pr
.- .º - � agrícola argentina se incrementó notablemen oducci ón
' d d 1920 · El princ ipal m rcado era el bn tamco , te en este período, pasando
prod ucc10n en a 1 de ca a e e
., de un 25% en 1910, a un 29% en 1920 y un 34%
seguido de lejos po r Alem ania. Empe ro , p _or s� vol_ umen, 1�
producc1on una década más tarde.
a lgo done ra argen tina n o influ ía en l a couzac1on inte rn a cional.
.
El auge algo donero traruformó la regi ón: a tray endo n��vos c ap itales El sect or manufacturero: transformaciones y límite
e inmigrantes . La Ley 4167 de 1903 o rd eno un nuevo re gim en para la
s
fundación de colonias y la cesión de tierras a los poblado re s, en lotes
�n . 191_�• el sector manufa cturero arg entino era (en términos de su par­
que iban desde las 200 hectár eas p a ra la agri :ultu� h�ta las 2500 he �­
uc1pac1on en el PBI) uno de los más importantes de Amér
tár eas para la ganadería. Muy pron to, e l fluJO de mm1grantes supe ro ica Latina .
Durante los treinta añ o s pre vios, el incremento de las exporta
las capacidades estatales, y miles de pobladore s se in stal aron en tierra s ciones
agrarias y de la renta n acion al, l a construcción de los ferrocarriles y Ja
que no habían sido mensu radas n i ofrecidas p a ra la colo nización. El llegada masiva de miles de i nmi tes -que se radicaron principal­
gran
re sultado fue que, durante décadas, una gran p a rte de los prod ucto res
mente en las grande s ciud ades de Buenos Aires y Rosario- alentaron
de bió enfren tar la inseguridad de no contar con títulos de propiedad
e l incre ment o de l a demanda doméstica . Con el estallido de la crisis
definitivos.
de 1890, la depreci ación de la moneda y el aumento de los aranceles
La expansión del cultivo también atrajo capitales n acionale s y extranje­
elevaron l o s precios de lo s pro duct os importados que compeúan con la
ros Las empresas Bunge & Bo rn, Louis Dreyfus y Cía. y, a partir de 1936,
. incipient e industria domés tica , volviendo rentable la fabricación local
la no rteamericana Anderson Clayton instalaron sus desmotado
ras y crea­ d e algunos bi ene s de cons umo . Durante l a primera década del siglo
ron una red de comercialización destinada al transporte
, la preparación XX, la indus tria creció a u na tas a an ual del 7,8%, si bie n es cierto que
y exportaci ón de fibra. En 1926, estas y otras empresas, q
u e utiliz aba n la se partía de nivele s muy ba jo s d e producci ón industrial. El censo de
fibra como ma teria prim a para s us hilan derías
(como la Compañía Gene­ 1914 reve ló la e xistencia de una estrnctura industrial con un marcado
ral de Fósforos y Manufactura Algodon
era Argentin a ), consti t u ye pre dominio de la rama de la alimentación y bebidas, un notable rezago
ron la
Cámara Algodonera de Buenos Air
es, con el fin d e e stabl
e c er n o rmas de de l a industria textil , y una estructu ra caracterizada por la presencia de
come�cialización para un nue\•o m
ercado. Los alt os pre
ci os y el pr ogreso un núme ro red ucido de grande s es tablecimientos que concentraban
sost emdo de la actividad hicie
ron pensar que el alg odón es
ta ba destina­
el grueso de la inversión, la potenci a eléctrica ins talada , el personal
do a ocupar un lugar más des
tacado que los prod ucto s agr
ícolas tradicio­ empleado, y a portaban un gran porce ntaje del valor de la producción,
nal s. Los rodu
� � �tores incl us o rechaz.aron cualq uier tipo de pr cción y de un a bigarrado númer o de peq ue ñ os talle res con mínimo personal
a la mdustna lexu o te
l ante el temor de sufri
r la dependencia por plan ta, es casament e mecanizados y con una baj a participación en
compradores. A parti de un os pocos
r de 1930, estas ilus ion la producción.
e s serían re e mp
lazadas por
• siglos X/,. Y X/,.1
58 Histona econ61T1.iC8
de la Arg ent·1na en tos
• Los nuevos desallos Y las respuestas
fallidas (1914-1929) 59
...
es en qu e se venia de.
Q)
1 e on d icion
e
nt e as e
odifi có su
'b'itame asez de b o degas y el en. C'Cl
La guern m . 1ado, la esc . zas estatales condujeron a Yrigoyen y a Alvear a sen
. do la industna. Por un 1
petenc1a de os prodUctos )os aforo s (en 1920 y en 1?23), que totalizaron el
dos incrementos en (_)
(/)
senvo1,,en r n 1 a e om
car eo. nu·coto de
los fl et es re du

·e o
h' n 'ad ores a pensar q u e el shoc� valores de los aforos previos. La recesión mundi
60% con respecto a los E
e ll ev o, a algunos 1sto vorable al sec.
al de 1920-1921, la crisis C'Cl
u
,....,dos , lo
.impo... qu rotección muy fa ganadera Y la deprec�ación monetaria moderaro
am b ie nt e d e p .
. e u mfonne, n la competencia de las e
d u man ufacturas extranJeras Durante la década de 192
extern o había crea
n no fu
ortaciones
o .,
las imp . 0, el incremento de o
contracaon d.
tor Sin embargo, la arias, in sumos básicos )as exportacio nes tradicionales y sus efectos sobre (_)
· al 1 a ·
10 tr0 du cc1�on de m aquin el ingreso nacional o
}, afectó en espe ' c1 esto s rubr os, alenta ron la recuperación de la demanda domés "'C
• • combustibles. En tica. Si bien esto no
como el a cero, pro ductos qu1m1cos y est q u e• no ha- necesariamente beneficiaba a la industria argentina, C'Cl
•p
, ente 1·nexi'stente
o
. era pra, cn· cam u la recuperación Q)
e
la oferta d mesn
, ca ta. eco nómica de la década de 1920 debió estimular la prod
. lotación• y la industna me C'Cl
o
carb ó n en exp
ucción nacio­
bía yacinu. ent s de h ierro
' Y nal de algunos bienes. Las estimaciones realizadas por (_)
o
bre la base de
te no1ogía sencilla so Robeno Conés (/)
Júrgica sólo fabricaba artículos de � •.,. ramas fundamentales
Conde muestran una tasa de crecimiento del 4,4%, muy
menor a la del
w
es.....
.
msum .
os 1mp� rtados. E_n consecuencia en te para período previo a 1914 y a la posterior a la crisis de 1929,
a un estímulo suficien pero mayor
la escasez de unportaaones no consn-� . a la de lo s años de la guerra. Algunas industrias mostraron
un mayor
alentar la sustitución local.. Por el contrario, la falta de e�u'.p Y de os
dinamismo, especialmente la elaboración de tejidos de lana,
• una b arrera para el crec1m1ento sec- algodón
carbón o petróleo se consntuyo en . y rayón, la producción de cemento, el ensamblado de automóviles
a en bienes y la
torial; en cambio, la declinación de la competencia extern explotación y refinación de petróleo.
de consumo final fue relativamente breve. Los cambios en el sector fueron impulsados tanto por empresas loca­
Por otro lado, la caída de las exportaciones tradicionales y la reduc- les como por compañías extranjeras. En este sentido. el deterioro del
ción de )os precios mundiales tuvieron marcados efectos negativo s so­ vínculo comercial anglo-argentino y el ascenso de los Estados Unidos
bre Ja demanda doméstica, acentuados p or l os recortes presupuestarios como principal mercado proveedor beneficiaron la diversificación in­
oficiales y la inflación internacional. Si bien algunas industrias lograron dustrial. Durante la década de 1920, el mercado argentino continuó
colocar por primera vez sus productos en los mercados externos -como siendo el más importante de la región gracias al alto ingreso per cápi­
fue el caso de las ,,entas de textiles de lana a Chile y Francia-, éstos fue­ ta, la mejora de los salarios reales y la modernización de las pautas de
ron fenómenos aislados y sólo beneficiaron a las grandes empresas ya consumo asociada a la urbanización y el ascenso de los sectores medios.
instaladas, pero no promovieron nuevas inversiones. Como resultado, Fueron estos factores -poco comun es en los mercados europeos de en­
el crecimiemo industrial se desaceleró y el sector manufacturero ape­ tonces- los que alentaron la radicación de empresas extranjeras.
nas creció a una tasa del 2,2% anual entre 1910 y 1920.
Los capitales noneamericanos tomaron la delantera; durante la gu�
Al t.enninar la guerra, la reanudación del comercio i nternacional
rra, se instalaron las empresas Ford Motor Company (1916), Standard
modificó una vez más las condiciones en que operaba el sect
or. La c om­ Oíl (1917) y la Lone Star Cement (1917), que inauguró ese año la
petencia de los productos extranjeros se increment
ó como resultado primera planta moderna de cemento del país. Muy pronto, capitales
del aumento del volumen de las importaciones
y también como efecto alemanes, franceses, italianos y suizos se volcaron al mercado. En la
de la li�itada prot.ección aduanera, deb
ilitada por el incremento de siguiente década, se radicaron cuarenta y tres grandes firmas, la mayo­
los precios de los productos y la esta
bilidad de los derech os aduaneros, ría de ellas elaboradoras de arúculos eléctricos, productos químic os y
E�tre 1917 y 1920, el valor de las
importaciones ascendió de 386 a farmacéuticos, y en la industria de metales. En principio, se instalaron
millones de pesos oro. La erosión 677
de la protección efectiva de la tarif como representantes comerciales, pero luego avanzaron hacia la fabri­
�uan a
: fi e� alcanzó su mayor intensidad en 1920. Un cálc ulo oficia de l cación parcial de los productos, que volcaban al mercado doméstico.
• erencta entre los precio l a
s de Ios productos con resp Algunas de las más importantes fueron las norteamericanas General
establec1ºdos en la tarifa ecto a los aforos
aduanera de 1906 (los Electric (1920), General Motors (1925), Ch()'Sler (1929), Otis Eleva­
cuales se calculab_an I precio s oficiales so bre los
os derechos) asc tor (1927), Colgate Palmolive (1927) y Atkinson (1927), las alemanas
en 1920· El detenoro endió del 18% en 1914 al 210
de la protecci·on % Thyssen (1921). Robert Bosch (1924), Siemens Schukert (1921), AEG
, aduanera y la crisis
de las finan·
Y XXI
en 1os siglos '!:t.
de la Ar9entina
60 His toria ecorom1ca Los nuevos desaf!os y
Bayer (1928) y M erck Qu¡. las respuestas fallidas ,_
chen ng
. (1926) , Quím ica (1914-1929) 61
(1925), Química S
(l)
e
aranc elarias e
mica (1929). . ero n ben eficiadas p or r ebajas -
ro
as se vi
varias de estas firro
(.)
en e l pais. Ade-
art y el ens amblado (./')
o rtao. o, n de . p es
que alentaban la i mp n di cio ne s d el m e rcado E
�e�
.
iua_
, d p tarS C m eJ or a las co ro
más, ello les i m po rtant ü
e s. El caso más
y ofrecer sel'Vloos adioo al ª.
: es a sus. client
plan tas d e n s ambla j e : For
e
d
e
o
que ab nero n e
fue el de las automotn· ces n aso ciación con la ar.
(.)

en 1922, General Motors en ' 1925 , Chl'}isler, e o


di námica, de "'O
Fevre y Bas set, en 192 9· ')ta actividad fue muy
Es ro
g entina . autom otor de
con u n parqu e
(l)
modo que, en 1930, la Arge n n na contaba e
. . n automóvil ca da 35 habitante s. En con. ro
435 000 umda des, es dcor ,u . .dade s p roduc . (.)

. o, las finnas extranjeras in . . troduieron nuevas act1V1 ti- (/)


UJ
JUnt :i

os e innovaciones
• •
, sofisn'cadas, cambios 0rganuauv .

, mas
vas, tecno1ogias .
en las estrategias de comercialización, que tendnan , u n importante im.
pacto sobre el tejido industrial en las décadas siguient�s. . La Fábrica Argentina de Alpargatas, fundada en 1884
Empresas argentinas también mos traron un gran dinamism o. La ex­ expan sión en la década de 1920, al diversificar su
, inició un período de
producción mediante la
periencia de la guerra -con el c orte del suministr o de insumos bási­ instalación de una de las primeras hilanderías de algod
cos- condujo a ciertas finnas a desarrollar una e strategia d e i nte gración ón del país. AGN.
vertical. El caso más notable fue el de la Co�pañía General de Fósforos, ¿Cuál fue el papel de las políticas públicas en esos años?
una empresa fundada en 1889 que abastecía buena parte de la deman­ Este tema ha
sido motivo de controversias, e n especial el papel de la tarifa adua
da local de fósforos. En 1920, esta firma decidió instalar u n a hilandería nera.
Exist e con se nso en c uanto a qu e el nivel de los derechos aduaneros,
de algodón, para lo cual invirtió en el complejo agroindustrial algodo­ con
excepción de algunos textiles, era relativamente alto, y su principal pro­
nero (desmotado, elaboración de ac eite e hilados). La hilan dería - una
pósito era de orden fiscal, es decir, n o pretendía promover la inversión
de las cinco establecidas en el país hasta 1930- s e sumó a un a gran
industrial. D e hecho, es pro bable que la compleja estructura tarifaria
litograña, una moderna fábrica de papel y las plantas elaborado ras de
haya creado obstáculos importantes a los eslabonamientos anteriores
fósforos que integraban es ta empresa. Otros casos importantes fu eron
y posteriores, limitando la diversificación industrial. Durante la década
los de la Fábrica Argentina de Alpargatas y Manufactura Algod on era
de 1920, los incentivos otorgados por la tarifa aduanera y la evolución
Argentina, que fundaron sus propias hila nderías para c omple m e ntar
del tipo de cambio se compensaron mutuamente. Entre 1919 y 1923, la
sus tejedurías en 1923 y 1924 respectivam ente, en tanto qu e, e n
1920, e rosión d e la pr ot e cció n aduanera fue paliada por la depreciación mo­
el _grupo Bcmberg, que contro laba la Cervecería Quilm e s y
o tras fá­ netaria. Luego de 1923, la valorización del peso -que en 1927 condujo
bncas de cen•eza, había fundado la Primera Malt
e ría Arg e ntina ara al retomo de l patrón oro- fu e balanceada por los aumentos tarifarios
autoabastecerse de ese insumo. P
La �n�gración vertical y la expans ión h dispue stos por la Ley 11 281, que elevó los aforos un 60% e incrementó
orizontal co m o estrategia
tu\'O hm1tada a un reducid es- algu nos derechos e spe cíficos .
o número d e finnas y
gru p o s, que cont a ba Otr o s pr o blemas, como la escasez de crédito a largo plazo y su alto
con un � podeno , econom • 1. co y finan cier o y podía enfr
competenaa de posguerra. De e nta r la dura costo, la falta de mano d e o bra e ntrenada en el trabajo fabril y la baja
foros financio' sw 1m • •ers1.ones mayoritariam
ª
hech0• l Compant -•
a G e nera l d e Fós- productividad no parecieron concitar la atención oficial. Un claro
en te c on rec urs o s p ro ios, ejemplo d e los cambios de las políticas oficiales fue el tratamiento de
eludiendo el costoso cr'd e 'tJ o bancan.o· Otras emp p
Argentina de Alp-o resas , c o m o la Fáb rica la cuestión adua nera e n 1923. Inspirad o por las ideas de Alejandro
aro,;i-tas contaron con el . • .
.
pro,•emente de ban co ' •
acc eso r
p re ,erenc1al al c red1to Bunge, el gobierno de Alvear alentó una mayor diversificación de la
s de1 extenor.
producción agraria e indu strial, mediante el incremento de la pro-
---------
Argen tin a en los siglos XX y XXI
62 Historia económica de la
Los nuevos desatros y las respuestas
de Hacienda Rafael H
Para ello, el ministro
l...
faJlldas (1914-1929) 63
tecció n aduanera. er ,-, e
. n es empresan. as a n egoci. ar la rct re•q
Q)

rp rac e
Vegas convoco, a 1 as co º:nia las transformaciones fundamentales fue el gran aumento de la fuerza ro
o io

ento i ndustrial.
Sin embargo , al año si ü
tarifaria y un a ley de fom motriz instalada, q ue alcanzó un 317% entre los censos. Las fábricas de (f)
l ear despidió a Herre c1¡.
emas fisc ales, A v
gui
te, aJarmado por los probl : e ¡ g35 utiliz aban más energí a por obrero empleado, lo que había E
or M olin a, un
partidario del librc ca b�10. posibi­ ro
gas y lo ree mp lazó p r Víc t litado un mayor incremento de la producción que del personal. Al mis­ (.)
fo rn
En 1926, voh�ó a disponer re r : e
o

mo tiempo, la industria recurría a una variedad de fuentes de energía,


,
e
que puso fin a esas iniciativas. n o
ro c on el criterio de q ue debía i r qu e i nsumían carbón.' p�tróleo energía eléctrica e hidroelectricidad.
relación con los derechos, pe lica ba una po í l �' e­ _
'. ü
era, lo cual n o imp El censo de 1935 registro tamb1en el avance de la rama textil, que se o
meoc.rse la recaudación aduan •ca u
ind1..1.5auJ. convirtió e n la se gunda industria del país; el aumento de la producción ro
meta lúrgica y la elaboración de petróleo y de cemento, transformaci� e
Q)

ro
n es q ue·se iniciaron antes de 1930 y se vieron aceleradas por la crisis. ü
Como ha señaladoJavier Villanueva, la expansión indus trial posterior a
cuadro 2. Evolución de la industria en 1914 y 1935.
(/)

instalada, 1930 se basó inicialmente en la capacidad instalada en la década previa.


�entos, personal ocupado, fuerza motriz
e-.a::erias primas y productos elaborados
1111111111111
111
Incremento en
1914 1935
porcentaj!' La cuestión del petróleo
En diciembre de 1907, un grupo de empleados y funcionarios estatales
39 189 432 07 10,3
descubrió la existencia de un yacimiento de petróleo en Comodoro
Fescwal 383 508 544 017 41,9
---==! Rivadavia -entonces territorio bajo jurisdicción del estado nacional-. A
�;e:z� 678 645 2 827 068 31 6,6 partir de ese momento, comenzó una áspera discusión sobre el lugar
a:=-esdeHP
de las empresas privadas y el estado nacional en esa industria. En la
M:m:resp1,aios 593 896 2 101 352 25 3,8
década de 191O, cuando la guerra afectó la importación de carbón
�eíéd)icos 84 749 725 716 756,3
inglés, se intensificó el consumo doméstico de queroseno y gasolina
.»:zaas .nnas en En 1916, el diputado radical Carlos Melo presentó el primer proyecto

__ __ __
1 081 551 1 9642 24 81,6
decStl que declaraba la propiedad fiscal sobre los yacimientos petrolíferos del
,_ país, abriendo la posibilidad de expropiar las concesiones existentes.
1 822 807 3 264 945 79,!
En las siguientes décadas, la cuestión petrolera enfrentó los intereses
r-..e-L =GCCrc:CÓ'l propia sobre la base del Censo industrial de 1935, Buenos encontrados del capital extranjero, los estados provinciales y el estado
.;.-=:::; • 3::2.. ;;. 25.. nacional. Al finalizar su mandato, Yrigoyen creó por decreto la Dirección
General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). Bajo la dirección del
general Enrique Mosconi y con el apoyo del presidente Alvear, YPF se
e.e los cambi s en Ja estruct ra industrial presenta dificul1.a-
..:... ,¡;-;¡_::ó, o u constituyó en la primera experiencia de empresa petrolera fiscal en el
. ��,J, la falta de u c ns i dustrial n Ja década de 1920. La
n e o n e mundo. Ésta actuó con gran dinamismo, ampliando las reservas
:."J::.:-.z-...¿&.J & Jos censos de 1914 y 1935 debe se r realizada c on cau1e­ fiscales en los territorios nacionales e Inaugurando, en 1925, una gran
,;;. � -:� ésu: recogió los cambios imp ulsados p o r la Gran Depresión. refinería, que se encontraba entre las diez de mayor capacidad del
e-mpleado creció un 42%, hasta superar los 5-H 000 obrel'Ol mundo. A partir de 1928, Yrigoyen levantó la bandera de la nacionalíza­
�"I.IA (un pCJrccntajc algo men or al in cr emento de la po blación, clón del petróleo, enfrentando los Intereses de las empresas extranjeras
;;,; un li5%), en r...1 n lo que el valor de la producción ascendió como la Standard Oil, de empresas privadas nacionales y los gobiernos
de Salta y Jujuy. Si bien Yrlgoyen logró que la cámara baja aprobara un
··m,Uú, d número de establecimientos sólo se iocremeo­
proyecto en 1928, éste se trabó en el Senado, donde los conservado-
"r , •• I'l"J-., r,Aíf,Jcmcntc debido a la concenr..ración sectorial. Una dt
)O( V 1W
""' en I OS slglOS
" de • Ml"
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es nacionalistas han
Los noevoo desanos Y las
resoue:;ia:; tamdas (1914-1929) 65 ....
si bi en Q)

yori•• En ta
nto , as c ompañia, e
,n lan m a na c on sp iración de l tina (1919), d onde confluían las entidad•...,• e
res t a da u co
1, e<lstancl erroc amiento en emprC5an;u • men. a•o nau.i.,-'--.
argumentado t erm i nó an su d grupos consen.1d ore5 y sectores católico• r (.)
deI. TrabªJº
en, qu e
ntra Yrig oy acio. En c ambio' 8s , ... LA- , •
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1.aCIO• n · U)
extranjera' co de ncla al ,esp intento repres entar a los empr�.ri 05 fren•e al E
1930, no ex
is t e e.; leo s e debler •• • e 1
•�do , a oempo
es.... • que
septiembre de o de l e y sobre petró ofrccio st_15 se1v1c10�
• para reclutar trabajad co
royect rt � ores •rompehuel ü
le que e l 11acaso del p st a, qu e enfrentó a sus pa l bién la Liga recluto romnrh gas ·. T am-
e
not ab goyenl •· r uel= o~• y grupo,•., de c.hoque pana repnn: · ·
o
,anS lgencla yri egó de una p
osible ur
b re todo a• int laie s y r en a los sect ores subaltern os, al tiempo que organizó (.)
� t,;emos provin c al en la coogre50s anuales
o
nos con algunos go las em p res as de capital nacion en tod o el país �ara el estudio de los problemas económ
icos y sociales. "'O
cooperación entre el estado y Durante la decada de 1920, el nuevo escenari CIJ
o ec onómico inrema­ Q)
explotación petrolera. # ci onal Y los _p roblemas que enfrentaban los sectores prod
ucti,·os alen­
e
CIJ
taro n cambi os en el seno de las organizaciones. Señalamos ya (.)
la divi­ C/)
sió n entre invemado res y criadores en el seno de la Sociedad UJ
ales Rural,
Las organizaciones empresari Ja rec ompo sición del Centro Cañero tucumano y la expansión de
la
y el difícil vínculo con el esta do Feder ación Agraria en esa p ro,incia. En el caso de la UIA. una refor­
conju n t� de ma de sus estatutos ma rcó el c omienzo de una nueva etapa, en la cual
ya contaban con u n
En 1914, los sectores empresariales segunda � 1tad el control de la e ntidad pasó de las manos de los pequeños y media­
organizaciones gremiales que,
fundadas a partir de la _ n o s industriales a las grandes empresas. Luis Colombo, un empresari o
reses espec1ficos de ciertas
del siglo XIX, buscaban representar los inte c on intereses en la industria vitivinícola y vinculado a diversos grupos
Sociedad Rural, l a Cáma­
actividades: la Bolsa de Comercio p orteña, la económicos , c omenzó un larg o liderazgo, que se prolongaría hasta
Importadores y l a re­
ra Argentina de Comercio, la UIA, el Centro de 1945, durante el cual la entidad cobró mayor densidad organizacio­
a. La creciente dife­
cientemente fundada Federación Agraria Argentin nal, con el aumento del número de cámaras que la integraban. A par­
de nuevos sectores
renciación de intereses económicos y la maduración tir de allí , la UIA logró c onstruir un programa favorable a los intereses
n mayor densi­
empresarios condujo a que estaS organizaciones cobrara indu striales , sin que necesariamente se insistiera en la profundización
económ ica d e­
dad y surgieran nue\las entidades emp resarias. La crisis de la industrialización.
duran te la p osguerra
sauda con la guerra y la gran conflictividad s ocial ¿Cómo se adaptar on las organizaciones empresariales a la primera
alenuron nue\135 organizaciones. experiencia democrática iniciada en 1916? Como en el pasado, algunos
En 1916, se fundó la Confederación Argentina del C omercio, la In­ dirigentes empresarios propusieron organizar partidos que representa­
d�tria y la Producción (CACIP), entidad auspiciada p or la Bolsa p or. ran los intereses reales de los productores, pero estas iniciativas fueron
tena y la Sociedad Rural, que se proponía reunir en su seno a represen­ marginales y tuvieron escasa vida. La mayoría de ell-�s o�tó por un
untes de todas las organizaciones empresarias del país. El objetivo era vínculo más directo con el esudo. Muy pronto, las pohucas unplemen­
elaborar un programa común que identificara l os problemas económi­ tadas por Yrigo yen fueron objeto de críticas cruzadas. Se le achacaba al
cos, propusiera soluciones y presionara a los gobiernos a su favor. Aun­ líder radical una preocupación absorbente por lograr el apoyo electo­
que este ambicioso objeti\lo fracasó, la CACIP realizó una activa tarea ral de las masas del Litoral en desmedro de los "verdaderos producto­
, , .
. \lor de un _vmcu1o mas directo de los intereses empres ariales c on el
a fa res", e incluso una marcada inclinación demagógica a responder a las
es�d�, organizando conferencias económicas y financiand o varias U· demandas obreras.
bhcac1ones. En gran medida, el programa de la CACIP fue desarro ll� . .
En 1922, Bunge saludó la elección de Al\lear como pres1de�te _Y s�s­

on mayor cohe�encia p or la Revúta dt Economía
A rgen tina, publicació; lU\IO que p odía esperarse "una adminis tración �cional y e_nergtca y
undada por Alejandro Bunge en 1918.
un gobiemo ele "orientación económica:, es �ecir, que tu\1era clar�s
La conllicti\,jdad social de posguerra umbi.en, catona
alento el nacimiento objetivo s en su política económica. Un ano mas tarde, la convo
• •
de otras Orgamzac1ones, que no pueden se . . . · da HetTera Vegas a la CACIP , la
r encasilladas. Fueron los realizada por el m inistro e¡e H ac1en .
casos de la Asociación del TrabªJº . o de Imp rtadores p ara integra r
( 1918) Y la Liga Patri ótica Argen· Bolsa de C omercio , la UIA y el Centr o
lCIS XX y XXI
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60 Historia ec--
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1.1 crrt de n:·Ja• - nil.S
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inicio dc una nur o. N o o bsrnntc, un ;in e J os p
�-• .enor. 1unr¡uc entre ü
tc� de roni;i cr • 0
reJ 11\' d royc(. 1921 \' 192J l.1 ame n.tu de l.1 c.1íd.1 de fo, •
l,cnnanen . , d e I as co mi�·ionrs }' el :. ,• .• pr•c
� 1· 1,, de 1P• p,-.. • Clll•
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o
. oluno n prima no• p.HCCl:1 o•curc�u el horiwnte ccUtuimitu vuU
del mini•tro, la d111 . En IJ dt:c-JdJ de
n de�ilusión.
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pres IQ20. l.:i cconomu ,1r¡rt"n1Jn.1 rctom1i ,1 <c:ndcn,
tm pn:1voró una
gra Ja, entidades em , . aria,.�, . 1t�� c�c·-� ,,n·renº o
al s de la dr c11da de 1920, uy cnuca frc ll- na do en 1914. •i bien ,1 un ritmo notnri·une
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En 1 os. an• os. fi111 e, tura m
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m10 • A · as.urni• n'a11 una pos diliculr.ick, de l.1 �ucrrJ fueron oh·idJd,1.5 v lo • <int
� u'r..\f uvpronto. 1d.5 ro
a.,
la Rn•úto df' Err • mo ro de los gasros plJ.·
... • el inc rcrn cn om,15 de problt"ma.s e


, ·cas ero no• m1c · as o fi1n· a1 e�, . 111.� p rofundo• -como el deterioro de lo, ténninc.1<1 de ro
te a la s pol,u
o de lcr e sc omo las ,,ncula das aJ l imnc-.unbio. ,1
Ú\'3 y el fracas r., 1 .,1 de l.1 c�p.1ruión C"<lcn•iva de: IJ producciún p;im
(..)
l,licos, la par.ílisis lcgisla nción estatal contin uó pt'",ma v fas dificul­ C/)

� es y la L e y antifrn.11. La interve tado del c omc:rcio argcmino con lo� E.�r::.,do, l:nid°'- ,;¿,1 0 �
w
comercio de carn ' desord enada. En est l('r('cicron
ose , a unqu e de m anera parcial } l;i atención de: algun:u pocu ,·occ!'.
incrementánd s económicos in.
la creación de consejo El p;1i.s no parcci.1 .rnfrir una ·gr.in demora· económic
conr.exto, el reclamo a favor de el Ministerio .,. Por c-1 con­
de nue1'3S agencias como trario, el ritmo cid crc:cimicn10 t'conómico era muv favorable \Í
tegrados por los prod uctores, )' lo corn­
de lndusuia, se intensificó. p:iramos co n algun:u ele: w principale� n:iciont" ;uropt-a.,.
ación que debi c:-­
,ínculo fom1 al para la elabor ron :ifrontar una c:1:1pa de dest"quilibrios y recomersión producti,-a_
La imposibilidad de consU1Jir un ; en
el estado y los em p resa rios
de las políticas tensionó la relación enrrc fraca­
¡_,s c.xporucionc:s argentinJ.:1 aumentaron una vez mis y alcanzaron un
o cráúca se cerró
con un n ucm récord c:n 1927, conlinu:iro n ingre'3ndo capital t'$ e
dicho plano, la primera experiencia dem icaria en cJ
inmigrant t'$
stat.'ll e inte nsif
so. En la década siguicnle, la inten,ención c y se prodt�eron algunos c:imbios ,n la estructun económica con el
s

Depresió n y o bliga ria a Ja


marco de las urgencias impuestas por la Gran e
des.,rrollo de nueva� indwtri:ls.
las relaciones entr e el stado
búsqueda de un equilibrio más esuble en Si la eco nomía se adaptó rebtiv:unentr bien a bs nut"\-as condiciones
)' los empresarios. del mercado mundi:il, inhibiendo el análisis de los problemas mi, com­
plejo s que s e escondfan tras l:l nonnalidad recobnda, las innO\';lciones
institucionales producidas en 1916 no tu\ic:ron correlato en c:unbios
Un balance importantes en el nin-! de bs polític1i est:11.ales. Precisamente, lo que se
destaca en este período son los reiterados intentos fallidos por fonnular
A partir de 1914, la economía argenúna debió hacer frente a nuevas y aplicar políticas públicas que pudieran ofrecer respuesc.s m:is efecti­
dificultades. La interrupción del comercio internacional)' de los flujos \'as a los conflictos deS3t:1dos por nuevos y viejos actores económicos}'
de Gipit.ales durame la Primera Guerra Mundial mostró las fragilidades sociales.
de un orden económico basado en la especialización agrícola ganadera
y centrado en la exportación de esos productos y en la importación de
manufacruras e insumos. Entre 1914 )' 1917, la declinación de las ex•
poruci'?nes de granos, la paralización de la construcción y la crisis en el
sector industrial causaron una contracción en el PBI e incrementaron
la desocupación. La crisis provocada por la guerra -la más importante
registrada en el siglo XX- dio tono a al unas voces de alarma que a
g
partir de emonces señalaron los problemas derivados de
)a especiali­
ución agroexponadora y la gran dependencia
del comercio mundial
Y de las im'ersíones exu-.mjeras. La recesión
tuvo lugar en un contexto
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