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Derecho Internaciónal
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Derecho Internaciónal
TEMAS
1. Situación actual de los derechos humanos en el ámbito internacional
2. Situación actual del derecho internacional público provocada por la pandemia conocida
como covid-19.
3. Situación actual del Derecho Internacional Público con relación a las guerras militares y
la crisis económica que atraviesa los diferentes Estados del mundo, de manera genérica.
La pandemia vino a afectar a una gran parte del mundo en especial a los países
donde el sistema político es decadente, incluyendo el sistema de salud.
En este sentido es importante recalcar que toda persona con Covid tiene Derecho
a la salud integral, refiriéndose al mejor cuidado y tratamiento posible tanto en
lugares públicos y privados.
El gobierno debe trabajar para detener los nuevos estigmas creados en la sociedad
a cerca de la pandemia, en el ámbito de salud.
Los trabajadores en el ámbito de salud deben son los más vulnerables debido a los
estigmas creados, el contacto cercano con pacientes infectados.
Otro de los aspectos en tipo de pandemia fue la privacidad de las personas todos,
independientemente de su raza, nacionalidad, género y ocupación, deben tener la
certeza de que su información personal confidencial, incluyendo el nombre,
diagnóstico e historial médico, sea tratada con el máximo cuidado y confidencialidad
por el gobierno, los trabajadores de la salud y las entidades públicas.
Verdaderamente la salud es un bien público que debe ser protegido por todos los
Estados, puesto que sin ello la sociedad comenzaría a desparecer.
El derecho a la salud de carácter inclusivo, que guarda correspondencia con el goce
de otros derechos, que comprende sus determinantes básicos y sociales como el
conjunto de factores que condicionan su efectivo ejercicio y disfrute de la vda en
sociedad.
Destacando que toda política pública con enfoque de derechos humanos para la
prevención, atención y contención de la pandemia.
Requiere un abordaje amplio y multidisciplinario a partir del fortalecimiento de
mecanismos de cooperación internacional entre Estados y con ello conseguir el
fortalecimiento en países con mayor crisis.
Es necesario avanzar en la coordinación regional y global para enfrentar la crisis de
la pandemia del COVID-19.
A fin de lograr eficacia de manera regional, global y sostenible en las políticas
públicas y medidas de distinta naturaleza que se adopten.
Los compromisos internacionales en materia de derechos humanos deben
cumplirse de buena fe y tomando en cuenta los estándares interamericanos y las
normas de derecho internacional aplicables.
El deber de garantía de los derechos humanos requiere que los Estados protejan
los derechos humanos atendiendo a las particulares necesidades de protección.
De las personas y que esta obligación n involucra el deber de los Estados de
organizar todo el aparato gubernamental.
En general, todas las estructuras a través de las cuales se manifiesta el ejercicio del
poder público, de manera tal que sean capaces de asegurar jurídicamente el libre y
pleno ejercicio de los derechos humanos.
El objeto principal de todas las políticas y medidas que se adopten deben basarse
en un enfoque de derechos humanos que contemple la universalidad e
inalienabilidad; indivisibilidad; interdependencia e interrelación de todos los
derechos humanos.
Para garantizar el acceso adecuado y oportuno a la atención de salud, es necesario
evitar el colapso de los sistemas de salud, así como mayores riesgos a los derechos
de las personas con COVID-19 y de las personas trabajadoras de la salud.
Es imprescindible supervisar el tratamiento, con objeto de prevenir y mitigar los
efectos de la pandemia sobre los derechos humanos, incluso tomando medidas de
política que permitan una redistribución equitativa, incluyendo el diseño de planes y
compromisos concretos para aumentar sustantivamente el presupuesto público
para garantizar el derecho a la salud.
La ONU expreso su postura ante la crisis sanitaria ablando de los enfoques que se
deben de tomar en cuenta los cuales fueron:
Las estrategias sanitarias no deberían centrarse tan solo en los aspectos médicos
de la pandemia, sino que deberían tratar las consecuencias que la respuesta
sanitaria tiene en los derechos humanos.
Las facultades excepcionales deben ser empleadas para legitimar metas de salud
pública, no utilizadas para aplastar a la oposición o silenciar el trabajo de periodistas
o defensores de los derechos humanos.
Las medidas de contención, como el distanciamiento social o el aislamiento, deben
tener en cuenta las necesidades de las personas que necesitan apoyo de otros para
alimentarse, vestirse y asearse. Muchas personas, entre ellas personas con
discapacidad, dependen de los servicios comunitarios y a domicilio.
Es imprescindible que el aumento del control de fronteras, las restricciones de viajes
o las limitaciones a la libre circulación no impidan la huida de personas que escapan
de la guerra o de la persecución.
Los paquetes de protección social y estímulo fiscal dirigidos a quienes menos
pueden afrontar una crisis son esenciales para aliviar las terribles consecuencias de
la pandemia. Las medidas inmediatas de alivio económico como bajas remuneradas
por enfermedad garantizadas, prestaciones por desempleo extendidas, distribución
de alimentos y la renta básica universal pueden ser una protección frente a los
efectos de la crisis.
El colectivo LGTBI también corre más riesgo durante la pandemia, y se deberían
incorporar medidas específicas en los planes de respuesta que traten esta situación.
Los estados deben tener en cuenta los distintos conceptos de salud dentro de la
población indígena, y deben incluir la medicina tradicional, además de consultar y
considerar su consentimiento informado a la hora de desarrollar medidas
preventivas frente al COVID-19.
Las personas privadas de libertad, incluidas aquellas en cárceles, en prisión
preventiva, en detención de inmigrantes, instituciones y otros lugares de retención
sufren un riesgo de infección mayor en caso de brote de enfermedad. Su situación
debería tratarse de manera concreta en la planificación y respuesta a la crisis. Los
profesionales médicos y expertos relevantes, científicos incluidos, deben ser
capaces de hablar libremente y de compartir información entre ellos y con el
público.1
La concientización en este caso es lo primordial para poder tomar en cuenta las
necesidades de cada país y promover los cuidados y el respeto a todas las personas
con covd 19 no importando su sexo o religión.
1
Naciones Unidas,Respuesta Covid 19,(en línea),29/07/2022
https://www.un.org/es/coronavirus/articles/proteger-derechos-humanos-coronavirus
Introducción
En esta ocasión se abordará uno de los temas de más preocupación en estos días,
puesto que involucra conflicto armado a nivel internacional, lamentablemente se
conoce la situación que enfrenta el país de Ucrania.
Esto se ha vuelto de interés internacional, puesto que la guerra trajo consigo
problema en la economía, el alza en los precios del petróleo esto repercudió en la
canasta básica, y por si fuera poco se han aprovechado de toda esta situación para
aumentar el precio de todas las cosas, saliendo afectado mayormente el sector
rural.
ENSAYO TEMA 3
SITUACIÓN ACTUAL DEL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO CON
RELACIÓN A LAS GUERRAS MILITARES Y LA CRISIS ECONÓMICA QUE
ATRAVIESA LOS DIFERENTES ESTADOS DEL MUNDO, DE MANERA
GENÉRICA.
El derecho internacional humanitario forma parte del cuerpo de derecho
internacional que rige las relaciones entre los Estados.
El Derecho Internacional tiene por objeto limitar los efectos de los conflictos
armados por razones humanitarias.
El fin primordial es proteger a las personas que no participan o no forman parte de
esta práctica hostil, proteger y defender sus derechos.
Hay que resaltar que el Derecho no prohíbe la guerra, más bien establece
parámetros mínimos de protección durante los conflictos armados basados en
principios de humanidad, distinción entre categorías de personas, la necesidad
militar y la proporcionalidad.
La piedra angular del DIH está formada por los Convenios de Ginebra. El primero
fue suscrito por 16 países en 1864.
En los siglos anteriores, se habían aplicado normas a la conducción de la guerra,
pero esas normas estaban basadas en las costumbres y tradiciones, y eran
locales o meramente transitorias.
Estos conflictos han perjudicado a millones de personas de muchas formas, entre
ellas causando la muerte de civiles y exponiendo a quienes logran sobrevivir a
mutilaciones, torturas, violaciones, desaparición forzada y otros abusos graves.
Cabe mencionar que en tiempos de guerra se adoptó un signo protector neutral
para quienes ayudaban a las víctimas de los conflictos: una cruz roja sobre fondo
blanco, que forma la inversión exacta de la bandera suiza
En el siglo y medio siguiente, el cuerpo del derecho internacional humanitario fue
creciendo. En 1906 y 1929, se amplió el Convenio de Ginebra para aliviar la suerte
que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña y
definir nuevas normas sobre la protección de los prisioneros de guerra.
En 1899 y 1907, también se adoptaron los Convenios de La Haya, cuyo objetivo
básico era reglamentar la conducción de la guerra.
En agosto de 1949 se adoptaron los cuatro Convenios de Ginebra tal como se
conocen hoy. Esta vez, también abarcaron la protección de las personas civiles,
en respuesta a la terrible experiencia de la Segunda Guerra Mundial.
En 1977 y 2005, se añadieron Protocolos a los Convenios de Ginebra; por otra
parte, una serie de otros convenios y protocolos internacionales.
Que abarcan ámbitos específicos como las armas convencionales, las armas
químicas, las minas antipersonal, las armas láser, las municiones en racimo y la
protección de los niños en los conflictos armados, han ampliado el alcance del
DIH, como lo ha hecho también la codificación del derecho consuetudinario
Sin embargo, su núcleo siguen siendo los Convenios de Ginebra y sus Protocolos
adicionales, que establecen obligaciones jurídicas claras y consagran los
principios humanitarios fundamentales.
Los soldados que se rinden o que están fuera de combate tienen derecho a que se
respete su vida y su integridad moral y física. Está prohibido darles muerte o
herirlos.
La Parte en conflicto en cuyo poder estén recogerá y prestará asistencia a los
heridos y a los enfermos.
También se protegerá al personal sanitario, los establecimientos, los medios de
transporte y el material sanitarios. El emblema de la cruz roja, la media luna roja o
el cristal rojo es el signo de esa protección, y debe respetarse.
Los combatientes capturados tienen derecho a que se respeten su vida, su
dignidad, sus derechos personales y sus convicciones.
Serán protegidas contra todo acto de violencia y de represalia. Tendrán derecho a
intercambiar noticias con sus familiares y a recibir socorros.
Los civiles que se encuentren bajo la autoridad de una parte en el conflicto o de
una potencia ocupante de la cual no sean nacionales tienen derecho a que se
respeten su vida, su dignidad, sus derechos personales y sus convicciones.
Cualquier persona se beneficiará de las garantías judiciales fundamentales. Nadie
será condenado salvo en virtud de una sentencia previa pronunciada por un
tribunal legítimamente constituido.
No se considerará a nadie responsable de un acto que no haya cometido, ni se
someterá a nadie a tortura física o mental ni a castigos corporales o a tratos
crueles o degradantes.
Las partes en conflicto y los miembros de las respectivas fuerzas armadas no
tienen derecho ilimitado por lo que respecta a la elección de los métodos y de los
medios de guerra. Se prohíbe emplear armas o métodos de guerra que puedan
causar pérdidas inútiles o sufrimientos excesivos.
Las partes en conflicto harán distinción, en todo tiempo, entre población civil y
combatientes, protegiendo a la población y los bienes civiles. En tal sentido, antes
de lanzar un ataque se tomarán las precauciones adecuadas.
El Comité Internacional de la Cruz Roja es considerado el "guardián" de los
Convenios de Ginebra y de los otros tratados que conforman el derecho
internacional humanitario.
Sin embargo, no puede actuar como policía ni como juez. Esas funciones
incumben a los gobiernos, es decir, a las partes en los tratados internacionales
que tienen la obligación de prevenir y poner fin a las infracciones del DIH. También
se les exige castigar a las personas responsables de lo que se conoce como
"infracciones graves" del DIH o crímenes de guerra2
Las normas de derechos humanos ayudan a abordar estas asimetrías de dos
maneras importantes.
En primer lugar, ayudan a empoderar a la parte más débil, una norma que ya tiene
el respaldo de la comunidad de solución de conflictos.
Por eso es necesario agilizar los medios de denuncia, la papelería y la eficacia al
implementar las leyes.
Concluimos refiriéndonos a la guerra como un problema más allá de las fronteras
que consigo traen, muerte, dolor, carencia, injusticia, la violación a los derechos
del hombre en general son vulnerados en esas circunstancias, todas de diferentes
manera.
Por lo tanto es importante el reforzamiento del ordenamiento jurídico, lo tratados
internacionales deben ser supervisados para su debida aplicación.
2
CICR, COMITÉ INTERNACIONAL DE LA CRUZ ROJA,(en línea), 29-10-2010, https://www.icrc.org/es/doc/war-
and-law/overview-war-and-law.htm