‘apacidad y, sobre todo, una voluntad mucho més limitada
‘quela de muchos otras paises en asistir a esos personajes
Demodo que, entre 1980 y 1960, la Argentina siguié
siendo especial, distinta, nica en el concierto de naciones,
ss6lo que, mientras que hacia 1980 eran los argentinos los
‘queen parte definfan su exeepeionalidad, a medida que noe
aproximamos a 1960 sere resto del mundo, y particular-
‘mente los estadounidenses, quienes lo hardn, Asimismo, si
hnaciacomienzoe de a déada de 1990, la Replica parecia
2 diferente por rodearse de naciones que la ecompaiaben
en sus iniciaivas, para finales de los aos sesenta era nea
porque estaba sola. Y,adespecho de lo que parecen creer
‘muchos de los que vin fuera (y dentro) de lla, noes nada
seguro que la Argentina haya decidido esa soledad. Ea
cuslquiereaso, 29 eso que lea tocado en suerte,
El proceso econémico
Ccaudio lin
LLacrisis de 1929 inaugur6 un periodo de grandes transfor-
‘maciones del orden econémico mundial, que obligaron 2
‘quienes dirigian las economiasperifricas a ensayar nuevas
formulas que permitieran asegurar el crecimiento de la
produccién yel empleo. Porentoness, la Argenting era uno
{e los principales prodictores y exportadores mundiales de
carne bovina, lana ceceales. partir de las ltimas datas
el siglo 20x, la economta local habfa erecido a un ritmo
scelerado, estimulada por a expansin dels pases indus
‘tializados y,particularmente, pora complementariedad
e su produceién con la economia britnica. Gracias aesta
exitosa insereién en el eomercio mundial, hacia 1929, la
Argentina posela la economia més extensay diversifcada
‘de América Latina
“Treintaafos desputs, a finales de la década de 1950, la
“Argentina se habia apartado de ese perfil. La economia,
habia acentuado su orientacin havi el mereado interno.
El erecimiento de la produecién mostrabe fluctusciones
cicleas muy importantes y mareadas diferencias sectorales.
LLasexportaciones de productns primarios seguian constitu-
yendo el grueso del comercio exterior, pero ahora apenasleanzaban para generar las divisas requeridas para alimentar
el desenvolvimiento industrial. Como resultado de estos
factores, el ncremento de la enta per efpita se haba ale:
tisado,colocando alla Argentina en una posicion secundaria
‘entre el grupo de paises que comenzaron a ser conocidos
como wsubdesarollade
[Los analistas han formulado diversas interpretaciones
paraexpliar este proceso: une dotacién de recursos naturales
‘poco adecuada para impulsarlindustsalizacién;elreducida
tamatio dl mercado interno; el exeaso dinamismo del em-
presariado, eacio ainverir en actividades que no reitia~
ran rendimientos alts e inmediatas,y una politica eoonémi-
ca que perseguia la autarquia durante los dos gobiemos de
Juan Domingo Perén. En este capitulo no se apelard a una
‘explioacin que se centre en slo na de aquellas causa; por
elcontrario, se intentard damastrar que las condiciones
ofrecidas por el mereado internacional continvaron ejer~
ciendo un papel importante en las posibilidades econdmicas
‘que se abrian al pais, En exte sentido, en pocas ocasiones las
politicasaplicadas pueden verse como wna opeién entre
‘amino alternatives. Asi como él erecimiento anterior 8
1980 habja sido posible gracias ala gran expansién del
comerci internacional, e lento ineremento dela produe-
‘én posterior 1980 (a una tasa media anual del 2.7 por
ciento) parecié estar n buena medida condicianado por las
‘menores oportunidades offecidas por el mercado mundial.
‘Sin embargo, el dasempetio dela economia después de
1980 no fue uniforme. EI producto bruto interno peroipita,
medio en dlares de 1990, que habia aleanzado 4.612 dla
res estadounidenses en 1929, decliné durante la Gran De-
resin y recién superé esa ciffa en 1945. En el siguiente
quinguenio este {ndice ascends ininterrumpidamente hasta
Sleanzarlos 5.529 délaresestadounidenses en 1948. partir
‘de entonces, la economia se sumergié en una etapa delento
‘recimiento y crisis clear motivadas por el défict erénico
delabelanza de page. éloen 1957 se superéel nivel alanzado
“Este capitulo se organiza en tres partes, que coinciden
‘con las tres décadas posterior 21930. Estas etapas,cuyo
inicio es mareado por cambios en el mereado internacional
‘que derivaron en crisis interns de diferente consideracién,
‘permiten observarlanaturaleza de las transformaciones en
Inestructura econémica del pas
{Crisis y transformaciones en los afos treinta
Impacto de la Gran Depresién
‘Laego del fin de aI Guerra Mundial, la economfa argentina
continué especializindase en la preduceién y exportacion
4e productos primaries, peo los cambios producides en el
‘mercado internacional comenzaron a efectar au desempeio
{Lainostailidad delos flajos dl capital el auge del protec
cionismo agrario en Europa ya tendencia ala sobrepro-
uccién de cereales revelaron la fragilidad de ese orden
conémico.
‘Laeconomis argentina estaba mal preparada para afontar
‘un periodo de inestabilidad. El alto grado de apertura al
comercio mundial, la especalizacién en la exportacién de
‘una canaste limitada de productos la fuerte dependencia
el eapital extranjero, que era propietario de una parte
significativa del stock de capital instalado y ademés eraacreedor del Estado nacional, constitufan ls factoresprin=
‘pales que hacian aa economia local muy wulnerable los
‘Sexsquibrios del rereado mundial Una elda dela actividad
{industrial o una criss financiera en Europa repercutia local-
‘mente através de a redueci del precio o del monto de las
‘exportaciones ~y, en ocasiones, de ambos, de la reduceién
‘dela inversin extranjeray, algo més tarde, del derrumbe de
Jas importaciones. Las presiones se acrecentaban sobre la
Dalanzade pagos debido al fuerte peso que tenfan el pago de
log servicios dela deuda externa ye giro de las utilidades
elas empresas extranjeras.
En este marco de gran inestabilidad, la economis local
comenzé a deslizarse hacia la recesi6n pocos meses antes
de que estallara la Gran Depresion. Como las naciones de
Europ a Argentina ee vio amenazada en primer termino
por los efectos eansados por la prosperidad de Estados
‘Unidos. El vigoroso crecimiento de a producci6n industrial
cen esepaisylaespeculacén burst de Wal Steet condujeron
falas eutoridades de la Reserva Federal a inerementar los
tipos de interés con el objetivo de maderar la expansién.
Esta decision y el auge de la burbuja especulativa provoca-
ron un eambioen el ajo de capitals estadounidensesyco-
‘mo consacuenca de elo, a partir demedindos de 1928, comen-
‘una fuerte expartacign de oro desde los pases europeos
5 de América Latina hacia Estados Unidos.
[En el easo de la Argentina, s6lo entre 1928 y 1929 el
‘egres de ora compensé los ingresos que se habian acum-
ldo entre 1927, 1928 y que aleanaaban los 400 millones de
pesos. Iniialmente este fendmeno no afect6 el eomercio
‘xportador ni las importaciones. Sin embargo, un afio més
tarde el efecto causaco porla salida de capitales se vio acen-
‘ado porladeclinaién dels precios internacionales delos
productos argentinos. La combinacién dela salida de eapi-
{ales ya caida de los ingresos por las exportaiones marearon
cleomienzo de un nuevo cela recesvo, En lo inmesito, el
gobierno de Hipélito Yrigoyen dispuso el cierre dela Caja de
Conversién con el objeto de frenarla sangria de oro.
En octubre de 1999, el derrumbe de la Bolsa de Nueva
‘York persuadié a muchos de que laprosperidad de los aos
-veinte habia cedido paso ala recesién. Empero, solo con la
Criss financiera provocads porla quiebra dl baneo austraco
CCredit-Anstalt, que hundié ala economia europea en la
epresin,cambiarfa definitivamente la pereepeiGn de los
economistasylos encargados dels polticaspablicas.
‘Unade as consecuencias que produjo lacisisen Argen-
tina fue que, entre 1928 y 1932, los precios de las exporta~
ciones se redujeron un 64 por ciento. Como la recesién
‘mundial fue acompatiada de una calda algo menor de los
precios de los productos manufactarados, Jos términos del
‘ntercambio (es deci, a razin entre ls precios de exporta-
cin y los de importacién) descendieron un 40 por eiento
en el mismo periodo. En cambio, la ris no produjo un
Aerrumbe de los volimenes de exportaciones, queso des-
cendieron por las malas enseehas de 1980 y 1933, Asa pesar
de In crisis, el pais continuaba exportando en grandes
‘antidades pero a menores precio.
‘Labrusca reduccin deloe valores de exportacién oblig6
‘saldar los pagos con exportaciones de oro yon una aguda
reduceién de les importaciones, que, entre 1928 y 1992,
‘descendieron en volumen un $5 por ciento,
{La caida de los precios internacionales ya reduecin de
las importaciones provocaron la recesién interna. Entre1929 y 1952, el PIB descendié un 14 por ciento la desocu-
pacién ascendis rapidamente, aunque se cree queno alean-
2hniveles deimportancia.
Una recuperacion temprana
‘A diferencia de lo ocurrido en la mayoria de los pafses
‘ceidentales, la reactivaién econémica comenzé tempra-
‘namenteen la Argentina y no requiié de grandes reormas
{nsttucionales. Bl impulio principal provino del mercado
externo. Una sequta, que se prolongé entre 1933 y 1937,
afecté a Bstados Unidos, Canadé y en menor medida a
‘Australia, principales competidores dea Argentina en el
‘mercado internacional de granos. Como consecuencia de
ello, Ia oferta mundial de ceresles descendié, ylos precios
del trgo y del maiz se reeuperaron hasta aleanzar en 1937
‘un nivel similar al de 1928,y 1929. La coyunturazno permitié
anmentar el volumen de las exportaciones, pero sf mejor’
Tos ingresos dels agriculores, lent la actividad econdmica
‘interna suministé dvias para aumentar las importaciones.
Estos factores posibilitaron la reeuperacén de a economia
argentina.a partir de 1983. En 1939, el Producto Interior
Brito era un 18 por ciento mayoral de 1929, aunque como
yase dio l PIB per efipita de 1999 fue superado recién en
1943.
[El Estado intervino en esta recuperacin.Iniialmente,
cl gobiemno respondié a la Gran Depresién de acuerdo con
Jasrecomendaciones que emanaban dela economia neodésica,
Se entendia que la libre operatoria del mercado permitria
aleanzar un nuevo equilibri entre laofertayle demanda a
‘un nivel menor de actividad. En ese proceso, la funcin del
gobierno debialimitarse a eearen su émbito las condiciones
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cesarias para el momento en quela depres se detuvier
_yserelniciara el crecimiento. Més epecticamente, cl Fstado
Aebfa aleanzar y mantener el equilbri presupuestaio.
En este atime punto, el gobierno se enfrentaba con
‘algunos problemas de consideracién. Durantela década de
1920, una cuarta parte del presupuesto dal Estado habia
requerido de financiamiento extemo. En 1930, el ministro
‘de Hacienda del gobierno militar surgido del golpe de
tado del 6 de septiembre seilé que la correccion de ese
deficit era el objetivo prioritario de la politica ofcal. Poco
‘después el gobierno dispuso una reduecién de los gastos
pblicos de los salarios delos empleados dela Administra-
‘i6n Nacional. Como estas medidas no bastaban, se impulss
‘una reforma del sistema impositive, que hasta entonces,
dela justicia social e basaba en las inflexiones
de la historia politica. Al deslizar el foco de atencin al
‘tiempo dela sociedad, un euadeo ms pormenorizado de las
‘ransformaciones oerridas en esas tres décadas fundamen-
‘tales ha do ajustandio el eriteio de aprciaci que etablece
‘en qué medida esa experiencia que cambié ala Argentina