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Caso Marilu
Caso Marilu
Caso Marilu
DATOS DE FILIACIÓN:
1. NOMBRE : Marilú
2. EDAD : 21 Años
3. LUGAR Y FEHCA DE NACIMIENTO : Lima 15 de febrero de 1972
4. GRADO DE INSTRUCCIÓN : 6to ciclo de Artes (La Cantuta)
5. ESTADO CIVIL : Soltera
6. OCUPACIÒN : Estudiante
7. RELIGIÒN : Católica
8. LUGAR DE LA FAMILIA : Hija única
9. PROCEDENCIA : Chaclacayo
10. INFORMANTES : La paciente y su prima Joanna
11. MÈDICO TRATANTE : Dr. Javier Zegarra
12. HISTORIA CLÌNICA : 56065
13. INGRESO A DAMOC : 08/02/94
14. TERAPEUTA : Int. Miriam Mejía M.
15. SUPERVISORA : PS. Nancy Chia
I. OBSERVACIONES DE LA PACIENTE
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Al finalizar la sesión permanece sentada e intenta iniciar un tema nuevo manifestando
que es de suma importancia para ella conversarlo en ese momento. Acepta conversarlo
en la siguiente sesión, sin embargo en esta última no lo menciona sino que inicia uno
nuevo.
Por otro lado, cumple puntual y correctamente con las tareas que le son asignadas para
la casa: registros, programa de actividades, preguntas siendo ordenada y exhaustiva
en sus descripciones, pero mostrando dificultades para una observación objetiva de
lo que ocurre en su entorno e incluye expresiones impresionantes como “ Ayyy”, “….
Tengo sueño zzzz”, “…dolor, dolor, dolor”.
Este estado se presenta diariamente de manera constate con una intensidad de 7/10
principalmente cuando tiene que salir de su casa por cualquier motivo, en las
mañanas al despertarse, cuando está sola en el colectivo, si está en casa sola y
recuerda lo ocurrido o si no está presente alguien que “ sepa su problema”, cuando
piensa en la universidad, si está sola en la calle, cuando evalúa su situación actual.
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como en un sueño además experimenta sudoración palmar, temblor, sensación de
calor y hormigueo por todo el cuerpo, vacío y presión en el estómago, mareo y falta
de aire, y palpitaciones . Junto a estas reacciones se presentan pensamientos como
“otra vez lo del 22”, “ estoy indefensa, desprotegida”, “ todo se va a poner negro”, “
voy a caer, ”todos me miraran “ nadie me va a ayudar”, “ me voy a ahogar”, “ voy a
morir”, “voy a estallar”, “me voy a volver loca”, “ me voy a quedar así”, “ me están
mirando”, pensaran que estoy loca”, “ quiero gritar, llorar , abrazar a alguien” , “tengo
que cogerme de algo”, “quiero escapar”, quiero ir a casa”. En esos momentos la
paciente comienza a caminar buscando alejarse de la situación y un lugar que
considere seguro, como su casa o simplemente un lugar donde sentarse o empieza
a llorar o permanece en su sitio esperando que estas reacciones disminuyan.
A fin de manejar sus reacciones la paciente intenta calmarse pensando que ese
evento ya pasó o busca asirse de algún objeto para disminuir la sensación de estar
en un sueño logrando serenarse por unos minutos, luego de los cuales surgen
nuevamente los recuerdos e imágenes.
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mareo, palpitaciones y respiración agitada y superficial. Junto a esto experimenta
fuertes deseos de llorar y pensamientos negativos sobre sí misma como “me siento
sola”, “soy un fracaso”, “soy como una invalida”, “odio mi situación”, “estoy dejando
pasar momentos preciosos de mi vida”, “no soy femenina”, “no soy inteligente”;
autorreproches tales como “me odio y quiero castigarme”, “otro día más y sigo igual”,
“empiezo de cero nuevamente”, “todo es demasiado lento”, “soy un problema más
para mi casa”, “ es el colmo que necesite a alguien para ponerme a hacer las cosas”;
pensamientos negativos sus experiencias pasadas”, “he sido mala”, “he gastado mi
dinero por las puras en estupideces”, “he hecho cosas malas en mi niñez”, “ no he
tenido un lugar”, “ la vida ha sido mala conmigo”; y sobre su futuro como “nunca hallaré
la paz ni seré normal”, “ no me voy a mejorar”, “siempre estaré con miedo a salir”.
Al verla así su prima, tía, madrina y amigos se preocupan, es decir le pregun tan
que le ocurre, la reprochan o la ignoran, luego de esto Marilú afirma que se
incrementa su sentimiento de tristeza, pues piensa que no la comprenden y si bien
tratan de entenderla no pueden hacerlo.
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una pornográfica”, “ soy una lujuriosa”, “si confieso mi crimen todos se apartarían
de mí y me botarían, jamás más me ayudaran ni los volvería a ver”, “ no puedo
apartar estas cosas que pasan por mi mente”.
En estas situaciones si sus amigos o prima lo notan le pregunta que le ocurre, a lo cual
la paciente responde con monosílabos o con desviaciones, si Marilú lo comenta la
consuelan y la acompañan pero esto no la logra calmar. Su madrina generalmente
no lo nota y la ignora, reacción que incrementa las reacciones en la paciente según
ella misma refiere, mientras que la amiga de esta última continua observándola
fijamente y haciendo comentarios a MN sobre ella.
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Para controlar estos pensamientos la paciente respira e intenta concentrarse en otra
cosa como la lectura, las personas con quienes está conversando , la televisión o el
rezo logrando en ocasiones controlarlo o intenta tratar de recordar cómo se sentía
frente a los chicos anteriormente y afirma que esto no es efectivo pues en esos
momentos es como si se hubiera olvidado de ello, como si en su mente solo
estuvieran esos pensamientos.
En esos momentos le dice a su amiga se sentía mal y que quería ver un médico ,
ante lo cual ella le dice “ya te va a pasar, cálmate …”, repitiéndole este mensaje
varias veces. Afirma que conforme caminaba la intensidad de sus reacciones se iba
incrementando rápidamente y decide asirse a un árbol. En esos momentos evoca el
recuerdo de Richard, un joven que, según le habían contado, quedo como un niño
de 6 años debido a una sobredosis, por lo que la paciente empezó a pensar que lo
mismo le estaba ocurriendo a ella. Vuelve a pedir ayuda a Jeannette y, al ver que
no le hacía caso, empezó a gritar , experimentando la sensación de estar en un sueño
y de que solo existía su cabeza, como si se desvaneciera, junto con respiración
agitada, temblor, mareo, sofocación y presión en el tórax. Refiere que escuchaba su
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voz y no la reconocía, sentía además que su voz se iba apagando, lo que le generaba
mayor temor.
A fin de tranquilizarse comienza a cogerse las manos “para asegurarme si estaba allí”, y
su amiga la lleva en dirección a la enfermera. En estos momentos Marilú experimenta
que sus reacciones disminuyen a una intensidad de 9.7/10, es decir su respiración
se torna calmada y el temblor de las manos no es tan manifiesto. Habían pasado 4
minutos desde que fumo la marihuana. Al verla así Jeannette le dice “mejor te recuestas
en el pasto y así te va pasar”. Marilú acepta y permanece allí por cerca de 5 minutos,
pero al darse cuenta que su amiga no la llevaría al médico , empieza a exagera sus
reacciones, presentando nuevamente la respiración agitada y el temblor , e
incrementándose estas en una intensidad de 9.9/10. Por lo cual Jeannette la lleva
directo a la enfermería. Al darse cuenta que iban a ver a un médico las reacciones
fueron disminuyendo pero aun elevadas, presentando también preocupación por lo
que le iba a contar al médico . Una vez que le explican a este la situación, le receta
diacepan y la deja reposando en un cuarto contiguo. Allí permaneció por media hora
acompañada de Jeannette, disminuyendo sus síntomas a una intensidad de 6.
Luego de lo ocurrido, Marilú se dirigió hacia Lima pues tenía una envista de trabajo.
Refiere que tenía cierto temor pero lo recordaba como algo que no volvería a pasar pues
nunca volvía a fumar marihuana. Ese día regresa solo a su casa a las 9:30 pm.
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Al día siguiente, 19 de diciembre, sale de Chaclacayo a las 8:00 a.m. sin haber tomado
desayuno. Sentía algo de presión en la cabeza y sensación de mareo leve. Se dirigió a
casa de su padre, en Zarate, por lo que viajó durante 2 horas en micro. Su padre no se
encontraba y Marilú empieza a conversar con un vecino de el sobre diferentes cosas.
Cerca de la 1:00p.m. le dice que va a ir Polvos Azules, y este señor le comenta “
cuidado que te vayan a robar”, ante lo cual la paciente pensó “ Ay, porque me ha
dicho eso, ahora tengo miedo que me roben”, experimentando cierto temor que la
acompaño camino a Polvos Azules. Cerca de las 2 p.m. la paciente no había ingerido
alimentos y sentía mucha hambre. De pronto, cuando se encontraba entre la multitud
de gente, empezó a experimentar un adormecimiento en el cuerpo, así como mareo
y sofocación. En estos momentos recordó lo ocurrido el 22 de noviembre y pasó que no
había nadie conocido a su lado que pudiera ayudarla. Su reparación empezó a agitarse,
sentía presión en el pecho , estomago, corriente en la espalda y la sensación que su
entorno se iba a desvanecer y que estaba en un sueño. Sintió fuerte temor,
desesperación, deseos de gritar pidiendo ayuda o de salir corriendo hacia su casa, en
una intensidad de 9/10. Caminó hacia el puesto de una señora que la conocía y le pidió
para sentarse allí pues se sentía mal. Allí permaneció por cerca de 15 minutos y al ver
que las reacciones no disminuían, y que no podría siquiera llegar al paradero para ir
a su casa, decide llamar por teléfono a Jeannette , quien llega después de 2 horas.
En ese tiempo Marilú permanece en el puesto sintiéndose más calmada, pero
pensando que si se levantaba y seguía sola le volvería a pasar. Jeannette la acompaña
a su casa donde se siente más tranquila.
Durante los días siguientes experimenta temor a que le vuelva a ocurrir, intentando
desistir de ir a la universidad por ello. Ante esto su prima Joanna le decía “No puedes
dejar de ir”, “tienes que hacerlo”, comentarios que animaban a la paciente a enfrentar la
situación. Por otro lado su tía Susana y mama Nena le decía que si quería podía faltar,
que no tenía que hacerlo si no podía, pero estos comentarios no hacían más que
generar mayor en la paciente, según ella misma refiere.
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El 24 de diciembre va a ver a una psicóloga, quien le recomienda un tratamiento
psiquiátrico en el Hospital Valdizán, es así que los primeros días de enero va al
Hospital Hermilio Valdizán en donde es atendida por el Dr. Javier Zegarra, quien le
medica Anafranil y Lexotan, y entrena a la paciente en relajación Muscular (versión
abreviada), y bloqueo de pensamiento, iniciando también la elaboración de registros
de pensamiento.
La paciente piensa que su problema actual se debe a que ella es una persona muy
nerviosa y que tiende a buscar temas para angustiarse, opina que “es como querer
sugestionarse”. Refiere que no entiende a que se deba esto último ya que piensa que es
como si fuera “su propia enemiga”, hecho que la apena y preocupa.
La paciente refiere que asiste al tratamiento para lograr ser más firme y segura en todas
las aéreas de su vida.
4.1 DESARROLLO INICIAL: Condiciones del embarazo, parto, lactancia y destete (la
madre de Marilú se encuentra en Ayacucho desde hace 5 años y el padre mantiene otro
compromiso y está bastante distanciado de la paciente, por lo que no se cuenta con datos
exactos sino solo con los proporcionados por la tía y prima de la paciente).
La paciente fue una niña no planificada ni deseada, Marilú es concebida cuando su padre
tenía 18 años y su madre 22, ambos vivían en la casa de Mama Nana, en calidad de
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ahijados. No mantenían ninguna relación formal. Al enterarse de su embarazo la madre de
Marilú pensó en abortar, pero no lo hace por insistencia de Mama Nena (madrina de la
paciente).
Durante el embarazo, el estado físico de la madre fue normal no así su estado emocional,
pues no se sentía apoyada ni moral ni económicamente por el padre. Este periodo, según
referencias de la tía de la paciente, se caracterizó por constantes discusiones entre ambos
por diferentes motivos, especialmente por celos d la madre, basados sobre
malinterpretaciones.
Marilú nace en el Hospital de Maternidad San Bartolomé, el 15 de febrero del año 1972. El
parto fue normal y nació con un peso de 3,085 kilos la salud de la bebe era buena.
Lactó leche materna hasta los 3 meses y deja de hacerlo porque la rechaza, después toma
“s – 26” con leche evaporada, no resistiéndose al cambio de la leche.
Durante los primeros años continuaron presentándose discusiones entre sus padres por
motivos de celos principalmente, a raíz de los cuales su padre tuvo que salir de su casa en
varias ocasiones. Asimismo, cuando Marilú tenía 4 o 5 años, Mama Nena y su esposo
peleaban gritándose, lo que generaba temor en la paciente y una sensación de ahogo.
Refiere que en esos momentos se iba a su cuarto en el segundo piso y escuchaba o
buscaba a su padre con quien permanecía en su cuarto.
El desarrollo psicomotor fue normal así como el desarrollo del lenguaje. No mostró
problemas en el control de esfínteres.
Desde los 2 años presento pataletas y rabietas, estas se caracterizan por gritos, llantos y
tirase al suelo, junto con respiraciones agitadas y se presentaban cuando no le daban
algo que había pedido o la resondraban por no haber obedecido. Ante esta conducta su
madre le pegaba, su madrina y su tía corrían a consolarla y Joanna la ignoraba,
obteniendo la paciente siempre lo que deseaba, comprándole lo que podía aunque se
utilizare dinero destinado a otros gastos.
Asimismo ignoraba las órdenes de los adultos de la casa, Joanna, su madre, padre, tía y
madrina y en vez de obedecer continuaba jugando o se retiraba del lugar, si se le insistía
empezaba a llorar, presentando la conducta arriba descrita.
La paciente refiere que fue una niña muy temerosa ya que tenía miedo, entre otras cosas,
a la oscuridad y a los monstruos. Afirma que si veía alguna película de terror pedía a su
madrina que no apague la luz, quien accedía y si el pasadizo entre la sala y la cocina
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estaba apagado y tenía que ir a esta última lo hacía corriendo pues temía que pareciera
algún monstruo o que “una mano” la coja en el trayecto. También recuerda que desde los
6 años temía perderse, especialmente cuando pasaba por lima con su padre, afirma que
no se sentía segura con este y que pensaba que en cualquier momento se perdería entre
la masa de gente y no sabría cómo regresar a casa.
Asimismo, desde los 6 años, cuando su madrina salía y no regresaba hasta las 10:00 de
la noche, Marilú empezaba a pensar que le había pasado algo malo, por lo que se
empezaba a preocupar, experimentando palpitaciones y sentimientos de temor.
A los 7 años viaja a Ayacucho con su madre, por discusiones de esta con Mama Nena.
Recuerda que durante los dos meses que estuvo allí volvió a orinarse en la cama, ante lo
cual su madre y abuela la resondraban también que se tropezaba mucho con las piedras
y tenía miedo a las alturas , además que cada quien hacia sus actividades sin prestarle
atención, lo que la hacía sentir triste y sola. La enuresis desapareció cuando viajaron a Ica,
en donde permanecieron hasta que Marilú tuvo 8 años. Refiere que en este tiempo su temor
a salir o a perderse desaparecía en las mañanas realizando incluso en una ocasión un viaje
en autobús de 30 minutos con su primo de 9 años, y regresándose sola. Sin embargo,
regresa a Chaclacayo porque durante las noches lloraba y no podía dormir, llamando en
todo momento a Mama Nena. Marilú recuerda esta época como feliz, pues se sentía segura
de sí misma, a pesar del miedo en las noches.
Alrededor de los 8 años experimentaba temor hacia los hombres borrachos y con aspecto
descuidado, pues pensaba que le podrían hacer daño. Recuerda que su madre y madrina
cruzaban la calle cuando encontraban a una persona en ese estado, por lo que Marilú
empezó a hacer lo mismo cuando regresaba del colegio sola, a los 12 años
aproximadamente, o si no buscaba otra ruta “ así fuera más larga”, refiere desde los 8 años
manifiesta haber sentido temor a que alguien entre a su casa y que la “violen”, pues su
madre y madrina decían “hay que cerrar las puertas bien, porque pueden entrar algún
ladrón, y en un robo uno no sabe qué puede pasar”, “cuidado con salir que te pueden
robar”, lo que generaba temor en la paciente pues si bien no tenía una idea clara de en qué
consistía la violación, pensaba que le iban hacer daño y a forzar a algo malo.
Marilú, según su prima Joanna, fue una niña “muy mimada” por su madrina Mama Nena,
quien aparentemente quería con esta actitud compensar el hecho que los padres de Marilú
la habían abandonado. Con este objetivo accedió a sus pedidos aunque no hubiese dinero
para hacerlo, y si desobedecía, le daba la razón y le hacía caricias y besos. Asimismo,
designó a una empleada que, hasta la edad de 10 años, tenía la función de vestirla; Marilú
tampoco escogía su ropa sino era Mama Nena quien lo hacía. Recuerda que en un par de
ocasiones intentó hacerlo pero Mama Nena no le hizo caso, por lo que desistió. Además no
tenía ninguna obligación en la casa sino que todos, incluso su tía Susy y su prima Joanna,
debían servirla y satisfacer sus pedidos. Esto generó que estas últimas sentirán rechazo
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hacia Marilú, insultándola cuando podían, diciéndole “chanchito de la maceta”, o no
acudiendo a su llamado si Mama Nena no se encontraba cerca.
La paciente afirma que de pequeña era “muy golosa” y pedía muchos dulces a sus
familiares. Cuando estos se negaban pensaba “no me quieren”, “están mintiéndome”, “mi
mamá es mala”, “no se preocupa por mí”, “nunca me trae nada”, “me cree tonta”,
generándole sentimientos de cólera y frustración. Afirma que en ocasiones se quedaba
callada pero en otros momentos lloraba y gritaba diciendo “no quiero”, ante lo cual su madre
la ignoraba y Mama Nena venia para consolarla, comprándole ella misma el dulce que
pedía.
Al evaluar las actitudes de su familia durante su infancia, la paciente piensa que, si bien
Mama Nena, su madre y su padre le daban cosas materiales, la besaban Marilú piensa
que deseaba algo más, esto es , que trataran de entenderla y le preguntaban su opinión
o le conversen más, cosa que no ocurría. Ella considera que su madre ha sido “dura e
injusta”, pues si hacia algo malo le tiraba de las orejas o del palo. La describe como una
persona de carácter tosco, por lo que no le generaba confianza para conversar y poco
cercana y afectiva, llevándola en ocasiones a casa de la amiga de Mamá Nena, en Ica,
adonde Marilú no quería ir, para poder hacer sus actividades y que “no le estorbe”. Su padre
era más cercano a la paciente, pues le conversaba y le hacía caricias.
Respecto a Mama Nena refiere que en un principio la quería “muchísimo” porque la engreía
pero a la edad de 12 años Mama Nena comienza a exigirle que cumpla con ciertas
obligaciones domésticas, generando reacciones de oposición en la paciente pues pensó
que “era injusto”, que “no la querían” y que “lo hacían para molestar”, Mama Nena empieza
a gritarla cuando no cumplía llegando a ser en ocasiones “extremadamente antipática”.
La paciente refiere que esta actitud la irritaba pues no sabía cuándo iba a encontrarla
tranquila o nerviosa, si la iba a acariciar o a gritar. Además pensaba que Mama Nena ya no
la quería porque a ella solo le gustaban los niños pequeños, y ahora que había crecido “no
le interesaba más”.
4.5 EDUCACIÒN:
a) Historia Escolar:
A los 4 años fue al jardín, los dos primeros días su Mama Nena tuvo que quedarse con ella
pues Marilú lloraba mucho, pues pensaba que la iban a “dejar para siempre”. Decidieron no
llevarla más pues pensaron “tendría que estar yendo todos los días con ella” y durante ese
año la paciente permaneció en casa “jugando sola y viendo televisión”, según recuerda.
El año 1977, a los 5 años, ingresa al colegio. Recuerda que el primer día y los siguientes
lloraba hasta ahogarse, sentía un retortijón en el estómago y palpitaciones. Recuerda que
sentía temor hacia los otros niños, permaneciendo callada si alguien le quitaba su asiento
o sus útiles, por temor a que le hagan algo.
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Durante la primaria su promedio de notas fue 14 presentando dificultades en matemática e
inglés. Salvo el año en que estuvo en Ica donde obtuvo notas promedio de 17 y 18, a pesar
que su madre no le revisaba las tareas por encontrarse muy ocupada.
Afirma que algunos profesores le generaban temor, sobre todo si estos utilizaban un tono
de voz elevado y amenazante, pues pensaba que le podía pegar o gritar. Cuando una
profesora le gritaba o algún niño la fastidiaba, la paciente empezaba a llorar luego de lo
cual la dejaban tranquila o la consolaban diciéndole.
“Ya no llores”, “no te haré nada”, o “te compro un dulce”. Refiere también que, desde 1ro a
6to grado, hablaba con todos los niños pero tenía pocas amigas, y se juntaba con un grupo
de dos o tres chicas “tranquilas”, pues era un poco introvertida, es decir no conversaba
con soltura y habían temas de los que no hablaba, como sobre su familia.
Una vez que ingresa a 1ro de secundaria comienza a juntarse con una de las chicas más
movidas de la clase llamada Patty. Esta relación la hacía sentirse importante, pues ambas
realizaban travesuras juntas, lo que le parecía excitante a la paciente. No describe esta
amistad como algo profundo, pues habían temas que no conversaban con su amiga y
viceversa, además cuando esta empezaba a jugar a tirarse de los pelos o tirarse
“motazos”, Marilú se retiraba, afirmando que temía que este juego le doliera y que Mama
Nena se enterara si regresaba con la falda sucia.
Asimismo afirma que siempre existían chicas que abusaban de las “más tranquilas”,
pidiéndoles favores como que carguen sus útiles y les hagan las tareas. Si bien nunca lo
intentaron con la paciente, ella refiere que no se hubiera rechazado pues temía que la
pudieran fastidiar más. En ese tiempo pensaba que era importante estar bien con todos
para poder estar tranquila y así lo practica.
En esta época Marilú estaba atravesando por problemas familiares. Su madre se había
ido definitivamente, y tenía constantes discusiones con Mama Nena y Joanna, quienes
querían continuar tratándole “como si tuviera 10 años”, refiere la paciente, es decir no
le preguntaban su opinión e incluso la obligaban a usar ganchos en el cabello que la
paciente rechazaba. Marilú intenta olvidar todos estos problemas en el colegio procurando
no hablar de su situación familiar con sus amigas. En alguna ocasión cuando tuvo deseos
de hacerlo, se encontraba con dos nuevas amigas Diana y Roció en el patio pero se contuvo
pues pensó “estos son mementos felices para hablar de cosas feas”, y “no les va a gustar
lo que les voy a contar y se van a aburrir”.
Con estas dos nuevas amigas la paciente continua realizando travesuras, como ingerir
alcohol en el recreo, o escaparse de clases con la excusa de la colecta DOMUND. La
paciente refiere que esta relación fue gratificante, pues se sentía importante al lado de
ambas chicas, especialmente de Diana, a quien describe como una chica despabilada,
extrovertida, atractiva, femenina y exitosa con los hombres.
Con Diana conoce a sus primeros amigos varones, frente a los cuales experimentaba
ansiedad, temor, sudoración palmar y presión en el estómago, junto con pensamientos
como “me están mirando” “se va a aburrir conmigo”, permaneciendo callada cuando se
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encontraba con ellos a pesar de que había ensayado en su casa como iba comportarse
cuando se encontrara con ellos, afirma que luego que estos se retiraban. Marilú se
reprochaba el no haber hablado más llegando a la conclusión que era una aburrida que
nunca se fijarían en ella y que siempre seria “la amiga de…”, experimentando tristeza y
cólera hacia sí misma.
Recuerda haberse sentido decepcionada también porque los chicos que le gustaban no se
fijaban en ella sino en Diana por lo que Marilú se sentía desdichada. Por otro lado los
muchachos interesados en ella no le agradaban o eran mayores que ella por lo que pensaba
“soy horrible”, “solo les gusto a los viejos”, experimentando tristeza y decepción.
Cuando la paciente termina el colegio no había decidido aún que seguir, pues aunque sentía
atracción por el dibujo no veía en él una forma de vida. Con el fin de informarse, va a
averiguar al Instituto Toulouse Lautrec con Mama Nena pero se decepcionan por el costo
de la institución.
En esa época su madre había llegado a casa de Ayacucho y empieza a comentar una serie
de carreras que Marilú podría seguir sin consultarle. La paciente refiere que esto le generó
mucha ansiedad y cólera, pues pensaba por un lado “por qué no se deciden de una vez y
me dicen que estudiar”, y por otro “porque no me preguntan lo que quiero”, “si les hablo no
me harán caso”, permaneciendo callada escuchando las decisiones de su madre.
La matrícula en una academia para la UNIFE a la cual asiste sin motivación, refiere que no
estudió en la academia porque no quería y solo quería ingresar para darles gusto.
No ingresa por lo que se siente triste pues pensaba que había decepcionado a los demás,
ese mismo año por decisión de su padre se presenta a la universidad Villareal, a
Contabilidad, y no ingresa, luego de esto su padre le paga una carrera corta de corte
confección adonde asiste durante seis meses.
Al año siguiente, por decisión propia, postula sin decir nada a la universidad Enrique
Guzmán y Valle de La Cantuta, a artes plásticas ingresando en un puesto. Este resultado
alegra a la paciente pero no así a su padre. Quien intenta conversarla que busque otra
carrera pues esa no era productiva. Esto apena a la paciente. En el primer año en la
universidad su rendimiento promedio fue 17 preocupándose por ir a la biblioteca e
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investigar, a diferencia de sus compañeros. Es aquí donde conoce a Jeannette con quien
establece rápidamente amistad. Durante los años siguiente (2 más), comienza a faltar a
clase por quedarse conversando con Jeannette y amigos de ella. Marilú refiere que no se
retiraba porque no quería quedarse sola, pero realmente no quería ir con ese grupo pues
no le agradaba.
Marilú percibe en Jeannette a una persona carismática, interesante, con muchos amigos y
temas para conversar, especialmente sobre poesía. También la describe como una
persona enferma pues cuando ingiere alcohol comienza a hacer pataletas, agrede y se
desmaya, sin considerar donde se encuentra y sin recordar nada al día siguiente.
Actualmente está yendo a un psiquiatra por sentimientos de depresión y por haber tenido
gestos suicidas.
Recuerda que cuando tenía 4 o 5 años se preguntaba por qué su papapa orinaba parado y
los otros sentados. Un día se escabulló para ver que había de diferente y su papapa se
molestó y la botó. Recuerda que se asustó pues pensaba que había algo de malo.
En su casa la dejaban ver películas de todo tipo, ella iba deduciendo qué pasaba. Nunca
preguntó pues no había mucha confianza, no se hablaba de sexo en casa. Sentía curiosidad
pero tenía miedo a que le cuenten algo desagradable. Desde chica escuchó “sexo = malo”.
Su mamá decía “los hombres son malvados, desgraciados”. Asimismo, desde los 8 años
su madre decía ´cierren bien las puertas, de repente se viene un hombre y las viola” o
si no contaba la historia del monstruo de Armendáriz si bien no tenía total conocimiento
de que significaba esa palabra recuerda que le parecía algo feo, horrible la idea de que la
iban a forzar.
Afirma que a los 9 años, regresaba del colegio y veía hombre viejos, descuidaos, parados
en una esquina pensaba “es un mañoso”, “de repente me va hacer algo”, experimentando
reacciones de ansiedad como palpitaciones y “ piel de gallina”, por lo que optaba por
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acelerar el paso , cambiar de acera o ir por otra calle. En esa época se escuchaba una
vez cada quince días de algún robo a alguna casa, y su madre decía “ya se sabe que al
robar puede pasar cualquier cosa”, comentarios que generaban ansiedad y temor en la
paciente. Refiere también temía que delincuentes suban al carro donde estaba y le roben.
Masturbación: A los 9 años lee un libro erótico pues nadie revisaba su lectura, nadie la
controlaba. Siente dolor y que su vagina se abría, fue al baño y se sintió húmeda, se
sintió mal con culpa, dolor de cabeza y deja el libro. De allí, cuando no podía dormir,
se agarra el abrazo y el pecho y pensaba en hombres que no le gustaban físicamente
y no en aquellos que les gustaba por físico o por carácter pues pensaba que a estos últimos
“los estaba usando para algo malo”. Luego, con los libros de psicología que leyó descubrió
que no era algo malo.
En casa estaban pegados a la idea de que la esposa debe estar virgen. La mamá tenía la
idea de que los chicos eran malos, y la abuela (Mama Nena) decía que los hombres eran
unos violadores.
Marilú empezó a pensar que los hombres que se le acercaban querían algo malo. A los 11
años la abuela compra por equivocación un libro pornográfico “Calígula”, y al leerlo Marilú
se siente atontada, incluso cuando la descubren no atina a nada.
Menstruación: recuerda que veía a su mamá, tía y primas que usaban toallas higiénicas y
ella quería usarlas. Siempre esperó la menstruación con ansias. Su mamá le dijo algo muy
general, como “te baja sangre”. Hasta ahora menstrua cada dos meses.
La paciente considera que fue una niña “precoz”. A la edad de 5 años, jugando con una
niña, la besó en la boca, se puso de pie inmediatamente y sintió que había hecho algo malo.
En una ocasión, cuando estaba en 1er grado, un niño le agarró atrás cuando estaba
pasando, riéndose. De allí Marilú empezó a tener miedo a estar cerca a los niños pues
pensaba que lo que le había hecho era algo malo y podía volver a ocurrir. Este recelo le
duró unos meses. No dijo nada a su madrina porque temía que esta última hiciera un
escándalo en el colegio, lo que la haría sentir avergonzada.
A los 7 años besó en la boca a su papapa sin que este se diera cuenta, en ese momento
no se sintió mal pero después sintió culpa, pues pensaba que había hecho algo malo.
Fueron 3 veces.
A los 8 años tenía una empleada de quien se decía que “no había llevado buena vida”. Un
día estaban abrazadas, Marilú recostada sobre ella y comenzó a excitarse y a sentir que se
estaba “sobando” contra la chica. Esto la asustó y se retiró inmediatamente, sintiendo
mucha culpa pues pensó que era algo malo y no debía suceder. Pensó que era una chica
y no se acercó más a su empleada.
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No ha tenido experiencia sexual adicional
Por otro lado refiere que de niña decía “quiero ser hombre para defender a mi mamá,
Joanna y Mama Nena”, cuando algún hombre las molestaba. Asimismo, a los 6 o 7 años
parecía “machoncita”, pues le cortaron el pelo corto y era gordita, además algo tosca.
Menciona que a la edad de 9 años, cuando se encontraba en el micro con Mama Nena, un
hombre se colocó detrás de ella y le acarició las nalgas. Afirma que este hecho la asustó y
avergonzó mucho experimentando sudoración corporal y rubor facial pero permaneció
callada por temor a que Mamá Nena haga un escándalo y que las personas en el micro la
miraran y pensaran que le habían hecho algo terrible. A partir de este momento empezó a
desear no tener sexo sino ser “totalmente plana” para así no estar en riesgo. Este hecho se
repitió en tres ocasiones reaccionando de igual modo en las tres.
Marilú fue bautizada en la fe de la Iglesia Católica a los 4 años. Recuerda que le hablaron
de Dios de muy pequeña no precisando la edad. Refiere que le decían que si no se portaba
bien Dios la iba a castigar y que el infierno era el lugar donde iban los niños que se portaban
mal y que de allí no se podía salir. Ella refiere que no sentía temor por esta información
pero si se preocupaba por rezar todas las noches.
Durante los primeros años de la universidad la religión paso a un segundo plano para la
paciente, quien decía “el infierno no puede ser peor que el presente”, “si uno sufre en la
vida no puede ser que siga sufriendo después”, a raíz de lo ocurrido, ha comenzado a
retomar su asistencia a misa, así como el rezo como una forma de obtener tranquilidad.
Marilú generalmente en su infancia ha jugado sola pues todas sus amigas del colegio vivían
lejos de su casa y ella no podía ir a visitarlas porque Mama Nena se lo había prohibido.
Cuando a los 7 años viejos a Ica, comienza a salir a jugar sola y empieza a conocer a
nuevos amigos. Esto la hace sentir bien por una parte pero, por otra, piensa “es injusta que
me hagan esto”, “mi mamá me está abandonado”, “soy una niña desprotegida”, lo que le
generaba rencor hacia su madre. A pesar de estos sentimientos Marilú se vuelve más
sociable y extrovertida y comienza a salir a pasear con un primo dos años mayor que ella
con este primo hacían travesuras de las cuales disfrutaba la paciente. Robaban mangos,
se bañaban en el rio, hasta viajaron en bus durante media hora hacia un lugar donde había
un concierto. La paciente refiere que su temor se desvaneció y que se sentía contenta, más
libre.
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Una vez que regresa a Chaclacayo nuevamente su interacción social se restringe y vuelve
su temor a salir a pasear.
En general refiere que como amigas buscaba a chicas que no supieran pintar tan bien
como ella y con quienes pudiera competir sobre quien era la más juguetona, la más
bromista o la más escandalosa sintiéndose bien cada vez que lograba “vencer” a su
compañera y “envidiosa” cuando reconocía que no era así. Asimismo actualmente no
hay ninguna persona que merezca su absoluta confianza pero cree que no es imposible
pero sí muy difícil.
Recuerda la planificación lo que le diría a los chicos cuando se encontrara con ellos,
imaginaba que sería desenvuelta, conversadora pero al encontrarse en dicha situación se
quedaba muda y sudaba a la vez que pensaba “no me van a hacer caso”, por lo que
permanecía callada, reprochándose luego el no haber hablado y concluyendo era una tonta
y que nunca tendría éxito con los chicos. Por este motivo decide “refugiarse” en sus amigas,
y optó por imaginar situaciones en las cuales se desenvolvía bien con los chicos y estos le
correspondían, lo que le hacía sentir mejor.
A la edad de 20 años se inicia en una relación de pareja con un amigo de Diana quien muy
enamorado de Marilú esta acepta, pero refiere que no se sentía enamorada de este chico
por lo que la relación culmina dos meses después.
A los 21 años conoce a Miguel, profesor en su Universidad, por quien siente en un inicio
rechazo e intenta “fastidiarlo” y “ponerlo en ridículo” frente a sus compañeros. Pero
posteriormente comienza a sentí admiración y deseos de iniciar una relación de pareja.
Marilú refiere que Miguel ha sido la única persona de quien puede decir que ha estad o
enamorada, pero no se concretó porque no siguió dictando clases y porque una vez que le
presentó a su amiga Jeannette descubrieron que ambos tenían temas en común, por lo
Marilú experimenta celos y decide no insistir con la relación, sintiéndose muy mal por ello.
Una vez que percibe que no es correspondida por Miguel, comienza a buscarle todos los
defectos y se convierte en “objeto de su odio”.
En general considera que es una persona difícil para enamorarse pero si es “impresionable”
si ve a algún chico que le atraiga físicamente o por su personalidad. Esto le ocurre
aproximadamente una vez a la semana. En relación a los chicos considera que existen
aquellos que merecen “gran admiración” y existen otros que merecen su “odio total”.
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4.11 HISTORIA MARITAL: NULA
A la edad de 1 año tuvo una pequeña intervención quirúrgica a los glúteos por una infección
por inyecciones pasadas, no lo recuerda.
A los 2 años se contagió de hepatitis mientras estaba con su madre en Ica, regresó a
Chaclacayo para que su Mama Nena la cure.
A los 3 años vivía en Ancón con su madre e iba al mercado con su mamá a comprar
pescado, allí estaban los pelicanos que tenían rasca-rasca y sarna y ella se contagió ambas.
Para su tratamiento fue a Chaclacayo para su Mama Nena la cure.
A los 19 años contrajo herpes genital aparentemente a través de la ducha. Recuerda que
cuando lo mostró a su madre y a Mama Nena ambas dijeron sorprendidas “mira, está en
carne viva”, “no tiene himen”, comentarios que iban acompañados con gestos de
preocupación de parte de ambas. Recuerda que experimentó malestar en el estómago,
palpitaciones, aceleración de la respiración y pensaba “puedo estar embarazada”, “he
perdido la virginidad”, “he perdido algo valioso realmente”, “es algo tremendo”
experimentando vergüenza y la sensación de ser observada por su mamá y Mama Nena.
El tratamiento consistió en que diariamente, mañana, tarde y noche tenía que cauterizarle
las carnosidades en los labios genitales. Esto lo hacía Mamá Nena y Joanna, y Marilú se
sentía muy apoyada por ellas pues pensaba “que haría si no estuvieran ellas”.
A los 19 años sufrió de anorexia nervosa. Refiere que su problema se inició porque se
sentía gorda, y veía que sus amigas eran “esbeltas” y que tenían éxito con los muchachos.
Empezó a bajar de peso sin hacer dieta, y se sentía bien físicamente. Hasta que un día,
cuando se encontraba en el baño, Joanna le gritó de afuera “¿Mary, no estarás vomitando,
no? e inmediatamente Marilú recordó las historias de quienes se inducían el vómito y
adelgazaban, por lo que decidió intentarlo.
No recuerda cuanto bajo su peso, pero continuaba preocupada pues se seguía sintiendo
gorda a pesar de que su familia y amigos le decían “no estarás enferma?”, “estás
demasiada delgada”, refiere que su estado de ánimo estaba irritable, y cuando le insistían
para que coma, rechazaba la comida y pensaba “me dicen come para fastidiarme”, “son
unas envidiosas”, “quieren que sea gorda, que no me preocupe por adelgazar”, “quieren
mantenerme así para estar siempre en casa”, y pensaba también “han comprado a
propósito las cosas que me gustan”, “cocinan cosas ricas a propósito”.
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Cuando le preguntaban cómo estaba o le decían para ir al médico respondía de mala gana
“no, estoy bien”. Marilú afirma que esperaba que su madrina, su tía, o su prima insistieran
y que la lleven a la fuerza pero no lo hicieron. Además ella sabía que necesitaba un
psicólogo o un psiquiatra y no un médico, sin embargo también pensaba que no valía la
pena ir a un profesional pues no la iban a poder ayudar.
Una vez que la llevan a un médico, la paciente se tiene que someter a 15 exámenes
médicos, incluyendo el ginecólogo y una ecografía durante los cuales contó con el apoyo y
compañía de Mama Nena y su madre. No así de su padre quien envió dinero para la
curación pero no la fue a ver en ninguna ocasión.
A los 20 años despertó en Santa Eulalia con paperas y fue a su casa en Chaclacayo para
tratarse con Mama Nena.
Ha tenido un tratamiento médico descontinuado de los bronquios pues parece ser algo
crónico. Tiene también alergia al polvo y ha sufrido de amigdalitis.
V. HISTORIA FAMILIAR
5.1 PADRES
a) PADRES:
Datos de filiación:
Nombre : Lucio
Edad : 41 años
secundaria)
Procedencia : Ayacucho
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b) MADRE:
Datos de filiación:
Nombre : Carmen
Edad : 45 años
Procedencia : Ayacucho
Los padres de Marilú nunca se casaron pero mantuvieron una relación de pareja a raíz del
nacimiento de Marilú. Esta relación es descrita, tanto por la paciente como por la prima y
tía, como tirante y de constantes discusiones. Las discusiones. Las discusiones
generalmente se originaban por los celos de la mamá de Marilú los cuales eran exagerados,
según cuenta la prima, debido a estas discusiones su padre dejó la casa en varias
ocasiones, lo que le generaba tristeza a la paciente. Hasta que cuando ella tenía 8 años y
su prima Joanna 19, la madre de Marilú acusa a su esposo de ser amante de Joanna, quien
es su sobrina carnal. Refiere que lo hizo gritando a voz en cuello por lo que todos los vecinos
se enteraron. A pesar de que Joanna asegura que no era cierto, la paciente piensa que sí
lo era, por lo que experimentaba cólera hacia su prima y hacia su madre por botar de la
casa a su padre. Refiere que siempre vio a su padre más como víctima de la situación pues
él permanecía callado mientras la madre de Marilú lo insultaba o agredía verbalmente.
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Su padre se molestaba con ella pues permanecía seria durante todo el camino preocupada
por perderse y no poder regresar a casa. Marilú atribuye esto a que en su familia le ha
hecho ver a su padre como un irresponsable y esto la hacía sentir insegura.
Cuando tenía 19 años le pidió que fuera a su cumpleaños y no se apareció. Recuerda que
estaba en su cuarto triste cuando su tía la llamo diciéndole “ven a comer lo que ha quedado
porque no ha venido tu papá”, Marilú refiere que sentía mucha cólera y a partir de ese
momento su apetito decreció “como si quisiera recordar la cólera que me hizo sentir”,. El
año siguiente ocurrió lo mismo. Refiere que pesaba “no le importo”, cuando estuvo enferma
de anorexia su prima fue a buscar a su padre, esto dijo que iría a verla pero no lo hizo,
limitándose a enviarle dinero, ante lo cual Marilú pensaba que no le importaba y que solo
se preocupaba por el dinero.
Cuando iba a pedirle su propina su padre se la daba y no le preguntaba nada, pensaba por
esto que no le interesaba, que era un egoísta, no la comprendía y que si ella le hablaba no
la iba a entender. Asimismo, su padre le decía que no tenía dinero sin embargo Marilú veía
que había dinero en su auto que podría prestarle o sabía que le daba dinero a su
excompromiso pues son grandes amigos, esto le hacía pensar que “papá siempre ha sido
un mentiroso”, “no me quiere”, “a otras personas compra lo que quieren”, “como si me
estuviera haciendo un favor”, lo que le genera tristeza y resentimientos.
En las ocasiones que hablan, Marilú siempre termina con la sensación que ella es la que
exige mucho, la que espera demasiado de él, mientras que él dice que va a ir a Chaclacayo
pero en ninguna ocasión ha ido que dejo la casa.
En general describe la relación con su padre como mala pues no hay comunicación entre
ambos y no la va a visitar a Chaclacayo. Refiere que a pesar que tiene una propina fija su
padre le está dando la mitad y esto es menos que el año anterior, por lo que Marilú tiene la
sensación que su padre quiere deshacerse de ella y está esperando que consiga un trabajo
y que no le pida más dinero. La paciente considera que actualmente no existe relación con
su madre no viene a Lima desde hace 5 años y le escribe aproximadamente dos veces al
año o le envía saludos con alguna persona. Esto se debe a que el lugar donde se encuentra
es incomunicado y tiene que viajar a Ica para depositar en el correo la correspondencia.
Refiere que a pesar de que por cartas su madre se muestra cariñosa y preocupada por ella,
Marilú no puede expresar lo mismo por su madre, pues” “existe un gran vacío entre las dos”.
a) Madrina:
Datos filiación:
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Edad : 78 años
b) PADRINO
Relación con la paciente: Refiere que le generaba afecto, pero en general Marilú no le
hacía caso pues sabía de su enfermedad.
Una vez que cae enfermo de parálisis hemipléjica, cuando Marilú tiene 8 años, la casa se
transforma en un hospital. El ambiente familiar se torna tenso pues tenían que cuidar y
asear al abuelo durante todo el día. Marilú afirma que se sintió algo abandonada pues al
principio ella era el centro de atención de la casa pero que este había cambiado con la
enfermedad de papapa, experimentando celos y en ocasiones cólera. Aun así cumplía con
lo que le indicaba Mamá Nena.
c) PRIMA:
Datos de filiación:
Edad : 33 años
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Grado de Instrucción : Secundaria completa
Ocupación : su casa
Características personales: Joanna fue adoptada por Mamá Nena a los 6 años. Desde
esa época vive en casa. La paciente la describe como una persona frustrada que no se ha
podido realizar en la vida. Actualmente sufre de dolores en la zona de los riñones y
escalofríos pues tiene una infección e inflamación endicha zona. Por este motivo ha dejado
de cumplir con las obligaciones de la casa pues necesita reposo. Asimismo, su estado de
ánimo está deprimido por su enfermedad física y porque desea independizarse de Mama
Nena llegando a la conclusión de que será imposible y que terminará siendo una “vieja
solterona y achacosa” por cuidarla hasta que muera.
Relación con la paciente: La relación entre ambas, durante la infancia de la paciente, fue
accidentada pues Joanna era menospreciada por la madre de Marilú y observaba cómo
esta última era privilegiada en todo momento. Esto generaba cólera en Joanna por lo que
cuando podía la insultaba o no le hacía caso. Marilú estaba acostumbrada a que Joanna le
sirva por lo que cuando le exigían a la paciente que cumpla con tareas de la casa a partir
de los 13 años Marilú se resistía y Joanna le reprochaba. Afirma que continuamente estaba
malhumorada y callada.
En la actualidad Joanna es la única adulta que acompañaba a Marilú y a pesar que le servía
de apoyo aún existen ocasiones en que ambas se resienten y discuten.
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