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FERNANDO ean Historia _ Perd Antiguo ° Historia del Pert TOMO I Perd Antiguo NOTA DEL AUTOR La historia es aventura en muchas y variadas maneras; la aventura de la vida misma de los pueblos en su constante y dramatico desenvolvimiento; aventura pa- ta el historiador que trata de franquear el pasado con el osado propésito de re. construir determinados hechos para asimilarlos al presente, pero a sabiendas que jamés podrd conseguirlo en su integridad sino tan s6lo a través de sus vestigios, porque entre él y el pasado se interpone una instancia inexorable de abolicién que @s, trégicamente, la condicion misma de la historia, Y ahora, ante el grato requeri- miento del editor, resulta también una aventura para mi tratar de condensarla y expresarla a través de lo que creo que son los hechos y procesos sustanciales de la historia peruana, Piensa el editor, con justa razon, en la necesidad que existe en nuestro medio y en la obvia funcién social que puede cumplir una Historia del Pe- ri, de todas las épocas, en la que se recojan la informacién, las revaluaciones y planteamientos que los especialistas vienen aportando a la historia peruana y se viertan en una version compendiada y accesible a un numero amplio de lectores, Esto, naturalmente, hasta donde el autor sea capaz de hacerlo. Cuando mi apreciado amigo Romén Sanchez Montes tuvo la amabilidad de solicitarme que escribiera esta obra, pesaron sobre mi muchas dudas; pero su entu- siasmo y su confianza acabaron por animarme. Antes que pensar en lo que se pue- de decir de toda la historia del Pert en tres ligeros volmenes, el problema residia mas bien en qué es lo que habia que dejar de lado sin que afectara su comprensién general. En diversas ocasiones, cuando nos hemos puesto a reflexionar con algunos tudiantes de la Universidad sobre la trascendencia de los hechos historicos, he- mos estado siempre de acuerdo en determinadas cuestiones generales partiendo de proposiciones como estas: Si el general San Martin hubiese perecido en el paso de fos Andes o en cualquiera de las otras campafias, antes de llegar a nuestro pais. ZHasta donde habria sido diferente la historia del Peru? Seguramente se hubiese do de otra manera la sucesin de muchos acontecimientos, quién sabe cO- produci : h : mo y cuando se habria jurado la independencia; pero «Qué habria ocurrido en el ‘orden estructural de la sociedad? éSe habrian alterado, acaso, las relaciones de iccion, las costumbres, las creencias y las formas de pensar? éHabrian cam- Tas formas de la vida social, que son el sustento mismo de la historia? Indu- son los “hombres del destino’ quienes hacen historia y, en este senti- los peruanos que con las armas, el arte 0 el it ‘a que el Peru sea como es; pero ¢No han hecho también la ha deformado algunas fuentes y la escasez de otras. significativos que confieren sentido a la ‘que siga la direccién que ha seguido, de manera q comprender al Peru podamos darnos ct verdaderamente “historicos”? Esta ha sido mi y he tratado de explicar estos cambios a través de los Jos hechos, de las instituciones mas que de los hombres y de ‘sociales més que de las formas adjetivas con las que ‘desvirtuarlas. a Alberto Sénchez Caballero y @ Ricardo Participacién en la edicién de esta obra. CAPITULO I O Y NATURALEZA DE LA HISTORIA _ ORIGEN DEL HOMBRE AMERICANO es el comportamiento del hombre en sociedad. le confiere su cardcter especifico es que estudia dicho com- ito en el pasado, a fin de extraer de é! explicaciones 1 esquernas iritelectuales y experiencia: vitales, con ios qu ‘sentido el presente. Como dice R. Gray: “EI objeto le- del conocimiento histérico es ayudar a la gente a compren- situacin, haciéndole inteligible el pasad - La historia, como la comprensién retrospectiva del devenir ‘humano, es un medio de discernir y, por ello mismo, también de ‘obrar sobre el curso de los acontecimientos. Relatividad del conocimiento histérico La historia se reconstruye intelectualmente sobre las eviden- cias de los hechos acaecidos (las fuentes histéricas); sin embargo, ‘en el proceso de reconstruccién, después de recoger los datos, e! historiador los evaliia e interpreta de acuerdo con las premisas 16- gicas y los conceptos de que dispone, a fin de organizarlos en una idad, sin la cual la historia sélo serfa un jechos aislados. De tal manera, pues, que la historia nunca es de! todo objetiva aun cuando el histor dor sea imparcial y se proponga la mayor objetividad posible. Su manera de entender el mundo, su apreciacién de los valores, su forma de comprender a la sociedad o sus ideas politicas estarén capacidad para juzgar y explicar los he- ividad absoluta e intemporal de la histo- Fa una ex- Plicacién de los acontecimientos hist: ‘en el supuesto caso de que se pudiera llegar a conocerlos. No obs- tante, el historiador es consciente de estos problemas frente a los cuales, 12 Gnica salida consiste en atenerse a las exigencias de un esclarecimiento en el que se especifique la interpretacién de los hechos as{ como los razonamientos que los enlazan, para de esta manera poder distinguir con claridad tas afirmaciones y someter- tipo de enjuiciamiento racional. 1 objeto leghtimo del conacimien: to historico es ayudar a la gente a comprender su sit ‘haciéndole inteligible el pasado. ivisiones ¥ periodificaciones cializacion, éstas son casi nvencionales, eS decir, que ados acontecimientos c ignificativos para sefialar los. cambios q ir historico. No. significan una divisié real del acontecer sinc que han sido imitar los diferentes campos de estudio de los fe sociales, tanto en el tiempo como por la complejidad de Stcos, La historia, entretejida por todas las formas de cial, transcurre como un continuum, esto es, Como una rea fnssparable por encima de las abstracciones Y fragment formales. [a Historia del Pera: un largo y singular proceso La historia del Per: no es simplemente el relato de tecimientos mas o menos memorables que han ocurrido del espacio geografico que hoy corresponde al pais; es, € mente, la comprensién del proceso de formacién y desar Ja cultura y de la nacién peruana. La peruanidad hinca desde los lejanos tiempos de la prehistoria, con las prime festaciones del hombre y de la cultura que se advierten tritorio peruano. No hay grupo humano ni suceso en él do que pueda considerarse ajeno a la idea de una tradici ie fue variable en determinadas caracter‘sticas, dent an hte a través del curso del tiempo; pero ey ne ad © semejantes en aspectos tan CsA ee asins ide Subsistencia, ol arto relig Nn Muchisimos otros rasgos que se eine ¥ Personalidad cultural del hombre per _En el am plio panorama arqueoldgico de los puel 'a Cultura del Peri o Civilizacié Continuidad en el desarroll s. Por eso afirmaba el notable ar n rquedlogo Alfred Debo observar primeramente, que considero toda la civilizacién peruana aborigen como una unidad, un todo histé- :9 mas vasto, un drea cultural con profundidad en el’ tiempo”. En un momento determinado de su desarrollo autéctono, el Perit sufrié el impacto de la conquista espafiola, con los consi- quientes fenémenos de aculturacién y mestizaje. Desde enton- ces, aunque en grados diversos de integracién, la cultura nacio- nal se desarrolla entroncada en dos vertientes culturales diferen- es; en dos herencias fundamentales: la andina y la occidental. Epécas y perfodos en la historia del Pera La historia del Peri puede ser dividida en tres grandes épo- cas diferentes, cada una con sus respectivas subdivisiones: I. Peri Antiguo. Corresponde también a la llamada época prehispdnica y comprende el tiempo que transcurre desde las evi- dencias més tempranas de la presencia del hombre en el territorio peruano hasta Ia Ilegada de los europeos en el siglo XVI. Es la época mas larga de la historia peruana y est referida al desarrollo autéctono de las sociedades andinas, No se advierte en ella influen- cias determinantes de culturas extrafias al ambito geogrdfico de- terminado por la Cordillera de los Andes, Se la ha denominado también época precolombina, por ser anterior al descubrimiento de América por Colén. Con respecto al:Antiguo Pert, suele hablarse de las épocas incaica y preincaica, Era la antigua forma de diferenciar crono- ica y cualitativamente a la cultura incaica de las culturas ante- ‘Actualmente, para caracterizar las diferentes etapas del Proceso de desarrollo de las sociedades originarias, se utilizan con mayor precision los conceptos de horizontes y pertodos cultura. es, como veremos més adelante. ‘0 época de la dominacién hispanica, Duro dividida en 4 etapas: Etapa del Descubri- is primeras expediciones al Perti 7 1» Cajamarca en > ‘entre los conquis- ato, inicia La cultura nacional se desarrolla en- troncada en dos vertientes cultura- les diferentes; en dos herencias fun- damentales: la andina y 1a occiden- tal. Perti antiguo, Comprende el tiempo que transcurre desde las evidencias imds tempranas de la presencia del hombre en el territorio peruano, hhasta la Hegada de los europeos en el siglo XVI. ML, Peri Republicano, Corresponde a Ia tltims dp ca_en la que el Pert, desde 1821, viene de rac sarrollén in politica Independiente, capaz de decidir su pap _ Nuevos conceptos en la historia del Perit Pa La concepcién del panorama histérico del Pert ha en las iltimas décadas de manera con | cupacién de investigadores os ide la arqueologia, la historia, ia etnologia, [a ling aplicando modernos _jauteléaicos més efectivos y las formas de analisis de acued 4 corrientes del pensamiento contempordneo han modi én los juici e: juiclos que se tenia sobre muchas instituciol _ $808 episodios de las épocas colonial y republicana, « I Antiguo Perti podemos contar con un cuad y sistematizado, que ¢onstituye uno de los de las civilizaciones universales. Los mente establecidos permiten discutit vilizacién Andina ya no sobre bases hiP sage ramente fijados, Los conceptos Culturas preincaicas e incai lo que se refiere a la si ‘(oir 959 ap ua2al02 anb soyanbo) yo1bp sojgand so; ap ouorsiy spjio2}jdo wuod soa|bojodonuD joual2 $b) ap sopnjmsod « sop aul So] aBo2e1 DU0IsIyoUIa 07 ‘say “ue}Joduyy sojaadse soujo A ea1isinBul ej ‘eswWoUODe e} ‘enBe [3 ‘e191 2] 4ez11!1n ap SopouL so} ‘sonlyino So| ‘e}4es50usap e| ‘e160|099 | uo> Sopeuolseja, sojunse so 10d saioqu! jap ojjouesep je e1Uey ue e140S1Y e| Epo} UB UIONIoNAd BIaPepiaA eUN e,, a1peseg abiop Jopelioysiy o1ges |e opedisi|e> ey 0] wOd ‘uNISISe Ua}1ULJ8d SoU ‘oUIp -ue opunu jap ugisuesduios e| e1ed oj401Ge ueY as anb searysadsiad se| A sopeoiiqnd sofeqen so} ap e/oue}iodwi 29 “eadouns uolsenui ®| 9p sandsap A saque ‘ourpue opunu ja :unwos seie}u) ap oduieo o1|dwe un ep ojuajupuajue ja A oipnyse j@ e124 sojua!Wi90U0> sns opequalio A sozianyse sns opezneoue uey sejsi|e!2ds9 $0.30 A sey -sinButy ‘seiopelioysiy ‘sobojquye ‘sobojgdosque ‘seouozue epseq ‘eu d19S1p &3S9 Sonosou esque Qunbneu! mag OnEnUY Jap DUOISIYOUL 01g!) 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Aoy eysey soBze}/ey so] e aseq ONVOIYANV FUANOH TAC NADTUO T BIT Bung (monos del Viejo Mundo), ni de r ‘antropémorfos), 10 cual descarta la ‘aparecido el hombre en este continente eipaerto, ies los cercopitécidos y los ‘onsecutivos de la cadena filogenética, nec re ores de la especie humana, Todos los restos cescumérica corresponden a individuos de nut cie: Homo sapiens. Se hian recogido restos humanos que yacfan juny animales de especies ya extinguidas, pero hoy se sabe animales han sobrevivido hasta tiempos relativamens Por otra parte, la mayoria de estos hallazgos carecan cién directa con evidencias culturales; y en cuanto a 4 graffa, no siempre se tiene la certidumbre de que lac ¢ y los estratos del suelo sean coeténeos. Sin embargo, h niimero de testimonios éseos que confirman la presencia bre en América desde épocas muy remotas. Entre este, los primeros que hicieron noticia, aunque los datos suficientes para determinar su anti goa Santa en Brasil, cuyo hallazgo hace més de un sigloti me repercusién en la historia del poblamiento de América dole mucho después el de Punin en Ecuador, los de Chaleo y Tehuacan en México, los de Midland (Texas), Washington), mil afios; el y otro en Lo: Stalker encontré en Alberta (Canada), en la localidad el esqueleto de un nifio, el cual en base a estudios gedl tf ser comprendido entre 40 y 60 mil afios de antiga L. Bada (19 aplicado un @, tanto por una secuencia es fechados del Carbono 14 es el de el arquedlogo peruano afios y evidencian las practicas funerarias més antiguas conocidas en el continente americano. En lo que se refiere a sus caracter/sti- as raciales, no se alejan del tipo del ind/gena moderno, Pero los restos humanos no constituyen las unicas eviden- cias, ni necesariamente las mas tempranas de la presencia del hom- bre en América. A lo largo de todo el continente se han ubicado numerosos yacimientos arqueoldgicos que contienen artefactos de piedra, vestigios de sitios donde se encendié fuego y otros in- dicios de ocupacién humana cuyos fechados y asociaciones cons- tituyen puntos de apoyo de las teorias y tesis planteadas. Entre los de mayor antigiiedad se hallan: Lewisville (Texas), con fecha- ‘de 40,000 y 37,000 afios; Dawson City y Old Crown, en el io del Yucén (Canada), con 37,000 afos: Santa Rosa (Ca- ‘con 29,800 afios; Tlapacoya, en el Valle de México, con Bosque, en Nicaragua, con 22,000 afios; Piquima- cho (Pera), con 20,200 y 14,700 afios y muchos fenta las estaciones cuyos fechados radiocar- 0 mil afios, Sin embargo, algunas resultan ic bl eiestonacdes como por ejemplo, los Pacaicasa en el Perl, por cuanto la Silueta humana en rojo. Estilo E. Cueva No. 1 de Chaclarraga (Lauri- cocha: A, Cardich), Los primeros grupos migratorios de- pasar por el Estrecho de Be- ring, antes de que se produjera la ‘Separacién entre Asia y América. Segiin Bosch-Gimpera, el primer po- Blamiento de América se habria producido en el Paleolitico Inferior por grupos procedentes de Asia Oriental (recolectores y cazadores inferiores) la certeza al carecer de evidencias en fas relaciones que reclaman los especialistas. La mds estrepitosa caida es la sufrida por Tule Springs, en Nevada, sitio al que se le asignaba més de 28 mil afios, pero que nuevas investigaciones arro- jan como maximo un perfodo comprendido entre 9 y 11 mil afios para la presencia del hombre en ese yacimiento. incertidumbre es mayor que Por la variedad y las dudas que median entre estos fechados, resultan diversas y a veces contrapuestas las hipdtesis formuladas en torno a la época del poblamientp originario de América, Algu- nos investigadores postulan altas edades: 100,000 afios o més; otros por el contrario, sostienen épocas relativamente recientes, no antes de 10 6 12 mil afios. Andloga problematica se suscita con respecto a la cultura, la raza y la procedencia de las oleadas migra- torias; pues todas las posibilidades indican que hubo més de una, En una reunién de cientificos especializados realizada en Boston en 1976, para tratar este tema, los especialistas coincidieron, mas © menos, en que existen evidencias de relaciones genéticas con ‘otros grupos raciales de Asia y Polinesia y que estas vinculaciones consisten en que todos estos grupos tuvieron un ancestro comin en Asia y no en contactos transpacificos tard/os. En la misma reu- nion se presentaron las conclusiones de un estudio de muestras sanguineas y de relaciones biotipolégicas realizadas en Bolivia entre cinco mil nativos por O.C. Quilici, que habria servido pa- ra identificar dos grupos genéticos basicos: uno, seguramente el mas antiguo, diseminado entre todos los individuos estudiados,que se caracteriza por tener la cabeza alargada (dolicocéfalos), el torax breve y las piernas largas; el otro, més comtin, de aspecto mongo- liano, de cabeza ancha (braquicéfalos), t6rax amplio y piernas cor- tas. Este Ultimo seria de procedencia més reciente, Casi todos los especialistas estén de acuerdo en aceptar que la Megada de los primeros grupos migratorios se produjo por la re- gién de Bering cuando atin no se habia producido la separacién del estrecho, de manera que existia un puente entre Asia y Amé- rica. En cuanto al desarrollo cultural de las bandas migratorias, el Prehistoriador Bosch-Gimpera planteé que el primer poblamien- to de América se habria producido en el Paleolitico Inferior por grupos de recolectores y cazadores infor asi ee ese? lores inferiores procedentes de Asia in int Talon niin nes fabrian introducido una cultura de lascas y n6- nidos a partir de un con un canal a los lados) y ty com Pronto legs a México y se extendid por con tas formas de la cultura de las- aos A.C.) luego un segundo estadio de caza br, anotando que Sus origenes ion deiconocidos ya que no ¥¢ ‘antecedentes visibles en e! estadeo anterior americano 8 WW Procedencia de! Viejo Mund: sefala que si bien june correspondencia con la cultura general de! Paleolitico tp bos americanos poseyeron ss propics y distintos equi- radon. estudios tecnoldgico-tipolégicos, e! arquediogo AL. Bryan, postula ¢! ingreso, hace alrededor de ‘0 més, de una tradiclén bésica en la historia mundial ‘denominada ecosisté én demogrdfica, tan grande que en smi ‘afios pudo expandirse por t odo el continente, hasta la GENERAL DEL DESARROLLO DE “TURAS ANDINAS PREHISPANICAS et | Se Cotosh Pecopempa, ‘sajoadsa sososowimnu 9p u9/ou/t x8 D] Quiuualap anb DUD2saWIOpNS unos oj wa sjs49 wou Dun ofnposd a5 SOUP Q00'OL a 40papaso 220}] (s0103 So] ejusWeyjdw0D Uos -01d4)6 so] equawten! ap ‘u19ap se ‘eunejebou! | ep aueuueino!ied sew} ep oJeWNU ubi6 un ap ugiaiiedesep easrug e| 40d epeleues P3s2 Sis! -rawepns euney e| ua ‘epeot|dxe uaiq ou une ‘s)5149 —soye |JwW OT ep 4opepaije soey seaupq. sesianip Jod opeujuueyep [euly UN— OUBDO}SI9/q |@P SOULy vuvorrourepns vouoysttard euney ey ees dye “ewe sopiupnbne ug p se6n| opuep a PURP LousdOI\4 [op aia 09 la SM pUimo2Dd +Se|e\ “fe 9s opueno $2 jnby “ous We, 207 SIE ep ‘gmauno04q 2 +40! dng ous: ep pa | A ‘ousr01 oul oua206! jap ‘epezje ep SOsewW}jUEd 06 acne fs 8 ‘as enb onBijue sput yuawianaiq Anus eas enbune ‘soulea/, ssoye {jul zalp e224 ap CUED ‘qyouse euney @| @ eA erased os OW [entre une; e| ‘opis eAey nb nb owoz *0Us203SI0Id 1eP sojeuyy eISeU 9 anb sejeuue sepues6 soj ep uebluoge Pune) 2] ap ugiounyxe e| & eAndlsaues aiquioy je enb upiquied 495 Speseg *soueges se| & uosezeldwees arb sojeuorpiiaw A sejequepye sejeaidos} seares A sanbsod SS ep equeioe! uablio 1° ajqisod evep!suo> uainb ‘pieyj@n 40d eyed ugyaeaiesqo 2430 UO? asseud!: 9 e tzepue A eynbes ues6 ep aquewajqeqosd *eo1yeusl|> ugoeqinyed ‘ues6 eun ofnpord 9s opojied ase Ue ‘anb eaip 401}01SHOH Yd ofojgquoaed 13. 16 sewu0y sns UOs pied 010d "S20P204 -seanpeul oesedesqos soleil ysey A OF *soquel 9 BU ‘sojoul ©: owiod O| so} anb owisiws sue sei9e4 UOD SOF Ge}010 -ojdhpp so| uelouel na O} $0 sojjpeuue SOT “epuiaype [ald @P -ue uey ag ‘020d aquawennel® e0e4 oan ja A BON [9p EPL wie “epns sanbsoq so| Ue se] 2} eiouepina anb o| ‘S2/352 0489 oploouo2e! PY fe uzjuey ‘osed ns huesos de cémelidos y cérvidosien par lus antisensis), asi como una ra: lascas, cuchillos, raederas, puntas de ores y otros instrumentos, El fechado radiocarbénico el nivel cultural mas antiguo es de 9,525 + 250 afios A s esqueletos, por lo menos 5 de ellos, loas mas antiguos, han si- ies funerarios algunos cha y de turquesa; también provi de almagre. Algunos presentan mutilaciones, otros estén cubiertos de ocre rojo y se destacan con diferencias bien marcadas, tanto en el ajuar funerario como en el cuidado puesto en las tumbas, los en- terratorios de los nifios. E EI hallazgo de estos esqueletos evidencia las practicas funera- rias mas antiguas que hasta la fecha se conocen en América. Tam- bién es muy significativo el hecho de que uno de los esqueletos presenta el tipo de deformacioh cranerana artificial —el mas antiguo i ja— denominada “Tabular erecta’ y aunque ivel mas temprano de Lauricocha, se lo po- n del Horizonte Forms Los grupos humanos que uejaron sus restos y demas huellas de su vida prehistérica eran cazadores de cérvidos y de caméli- dos y recolectores de semillas, ra(ces, tubérculos y diversos fru- tos, Tenfan una industria litica de puntas folidceas medianas y pe- quefias, algo gruesas, asi como de raspadores y lascas menores, instrumentos que forman un todo identificable con sus respecti- ). A estas caracteristicas ba- de cabeza alargada —délico-hipsicréneos— con una cara mediana- mente ancha y una estatura de alrededor de 1.62 m., de acuerdo con las determinaciones realizadas por M. Bormida sobre los esque- letos encontrados, en Toquepala (Tacna), Miomir Bojovich encontré una se itadas sobre la roca, comunicando su hallazgo al arquedlogo Em . cueva al iguiente, obteniendo diversos idicios de ocupacién humana, = 160 afios La fauna Prehistoric Sudamericana sirvié de inspiracién a los grupos ‘humanos en Ia creacién de pinturas rupestres. de Huaylas (Ancash), en’el piso 1968, en el Calls as Linch descubrié un yacimiento ete Ge man antigiedd, cuyo nivel cultural més profun. n, por el radiocarbono, de 12,5 eal ate te aecants), Los hombres que aqui vivieron por 08 afios dejaron las muestras de una industria litica de lascas, en su mayor parte raspadores y otros artefactos. En Una ‘coleccién de 500 piezas aparecieron también una punta y un “cuchillo bifaciales. Cardich continué sus estudios arqueoldgicos en las cabece: ras del rio Marafién, y en la provincia Dos de Mayo (Hudnuco), en la caverna de Huargo a 4,000 metros de altitud, hallé conjun- tamente con huesos de un équido, probablemente del género Parahipparién, y de un perezoso grande (Scelidotherium) indi- cios de la presencia del hombre con un fechado radiocarbénico de 13,460+700 afios AP. EI arqueélogo peruano Ramiro Matos Mendieta ha realizado diversas exploraciones en las punas de Junin, en la parte alta del rfo Mantaro, encontrando evidencias de ocupacién humana muy temprana en las cuevas de Pachamachay, Panaulauca, Ccorimachay, Tilamniyoc y otros lugares. Evidencias que van de los 9 a los 12 mil afios. Este arquedlogo sefiala que la antigiiedad del hombre para dicha parte de los Andes no debe exagerarse por encima de los 14 mil afios, como edad maxima; y que cualquier otra espe- culacién ser{a discordante con los datos tanto glaciolégicos como los palinol6gicos (éstos ultimos se refieren a los estudios del medio Primitivo a partir del polen y de las esporas fésiles de las plantas). En 1969 el arquediogo norteamericano Richard Mac Neish anuncié el descubrimiento en la cueva de Plauimachay, imi cho , de utensilios de piedra fabricados por el hombre hace 20 mil afios y pronto amplié la antiguiedad de su descubrimiento a 22 mil. Pero, estos hallazgos han sido seriamente cuestionados por t eee Se pgulenes pO estat ue, por una parte, resulta extrem: condicién de Neish los objetos liticos Bact Ac ad e ° h Asi como este, infinidad de petro- glifos cubren las rocas de los An- des peruanos. Petroglifo en el erro Nulato, Chongoyape. Lam- bayeque. (Foto: A. Guillén), probablemente muy cercana a la de los encontrados en la sierra; pero se requiere todavia de verificaciones més ajustadas, median- te la cronologizacin de estratigrafias seguras y de su fehaciente cardcter cultural. Edward P, Lanning realizé estudios en la zona comprendida entre Ancén y el Valle del r/o Chillén, encontrando en diversos lugares, especialmente Chivateros, unos artefactos de piedra rudamente trabajados y en cierto modo parecidos a las hachas de mano del Paleolitico Inferior europeo; a los cuales atri- buyé una antigiiedad de alrededor de 12 mil afios. Hoy se sabe, sin embargo, que los grandes bifaces de Chivateros, las “hachas de mano” como se los conoce y que sirvieron para que Lanning formulase la existencia de un “*horizonte andino de bifaces”, no son instrumentos terminados sino simplemente pre-formas, que eran preparadas en las mismas canteras y conducidas a otros lu 92Fes para servir de base a la confeccién de puntas y cuchillos mas Pequeftos y especializados. También se conocen en la costa los yacimientos de Paijén y Pampa de los Fésiles, en el departamento de La Libertad, den- tro de cuyo conjunto destacan algunas puntas bifaciales; es decir, talladas por los dos lados, con un caracteristico pedtinculo que las iona con las que describe Richardson, encontradas en el ox. orte del pais; 10 mismo que con otras formas recogidas en gy) oseoe jend ej ‘(eu!}Uab.y) ezopus oUpWEPNS ap a40U OWA! Xa JOBe}eqy &| Ud 'SOpjo| $07] Ue CAPITULO II EL PERIODO ARCAICO Y LA REVOLUCION AGROPECUARIA En 1946, Junius Bird, William Vv Duncan Stron Evans, arqueélogos norteamericanos, lograron ubicar per wee vez, debajo de los estratos con la cerémica = e més antigua, | i= » Got de mop humancr ur reo sng Sars ne " cerdmicos sino que, ademés, mostraban la caracteristica de po- et seer un sistema de vida sustentado en la agricultura, ain incipien- “aa te, tanto como en la pesca y recoleccién de marisc« i Z| fo més copoctdates Huaca Prictajtenfel Vanedcleneanandtne Bird aplicé por primera vez en el Perit la técnica de fechar el pa- sado mediante el método del Carbono 14, Antes de este descubri- miento, la arqueologia peruana estuvo limitada a la presencia de Ia cerdmica, tanto como elemento de referencia cronoléaica como tipoldgica y estilistica, De esta manera, los descubrimientos de los pueblos més antiguos fueron ubicados dentro de un perfodo Ilama- do en general pre-cerdmico, Después, Federico Engel demostré que toda la costa peruana habfa estado poblada por diferentes grupos. que combinaban la pesca, la recoleccién de moluscos y la caza de animales marinos con el cultivo de algunas plantas. Bird aplicé por primera vez en el F Ultimamente se han encontrado algunos vegetales de espe- ria técnica de fechado mediante cies que corresponden a cultigenos como pallares y frijoles, en sistem del Carbono 14 en el ya ‘miento de Huaca Prieta, El Guitarrero (Callején de Huaylas), con antigiiedad de 5,730 afios A.C., lo sto “au8 papas, ollucos y otros tubérculos no bien a oe en i identificados, en Tres Ventanas (en la puna arriba de Chilea), 10 jg presencia de la cerdmica, cual permite suponer la posibilidad de que hace alrededor de 8 mil afios algunas plantas estaban en proceso de domesticacién; época mucho més temprana de la que antes se habia detectado y, al parecer, coincidente con los origenes del cuttivo en los centros universales més antiguos de domesticacion de las plantas como el Cerc iente. Como en otros yacimientos més 0 menos con- aioe st igenos, podria deducirse tempordneos no hay evidencias de cult ; i que el cultive incipiente se habria practicado solo on oie dos focos de 1a Regién Andina, antes de su generalizacion; aie tras que entre los demas grupos seguian vigentes los patrones caza y recoleccin. ¥ i jlémetros al sur de En Santo Domingo de Paracas. @ 268 ki Lima y parts aiometro del mar, Federico Engel encontes toe et d fiendas semisubterraneas Oo waa . cursos pero cuya vida se susténtaba en gran medida en los pro- ductos del mar. Se hallaron unos pocos dardos con puntas de ob. sidiana que eran impulsados con estdlicas y una punta foliécea de la tradicién Lauricocha, Se encontraron también pieles de camé- lidos que la gente de estos poblados usaba como parte de su ves. timenta, redes para pescar confeccionadas con fibras de cactus “Probablemente las més antiguas que se conocen— mates de lac genaria y muchos otros restos vegetales como guayaba y otras frutas, taices, tubérculos varios y semillas de aliso, acne i La datacién AP. Maniibone sefiala como edad de este conjunto 8,830:190 Manifiesta Engel que ha E p humana en Chilca y in tanto més tardias, €ncontrado andlogas formas de ocu- Lurin, pero correspondientes aépocas fl Arcaico Inferior se sefalan seis plantas domestica- Junatus), vulea- ileeara.a.anee aza (Lagenaria suficientes, ni mucho menos, para mantener una dieta en base a su aprovechamiento. Es evidente que el Areaico Inferior es una etapa cuyo modo de produccién predominante es la recolecta y la caza, con ensayos ya avanzados en la domesticacién de las plan- tas mencionadas, especialmente de leguminosas de probable ori- gen local. La domesticacién dél algodén sefiala el comienzo de una nueva etapa dentro de este perfodo: el Areaico Superior. Esta es la etapa més importante en lo que se refiere a la gestacion de la Revolucién Agropecuaria o Neolitica, puesto que en este tiempo 5 cuando se consolida el contexto agricola con la domesticacién de por lo menos el 50°/o de las plantas cultivadas en la Region Andina, en general, con la casi totalidad de las de origen cos: tefio. O.F. Cook ha sefialado una lista de més de 90 varieda- des de plantas domesticadas en el Peri. Luis G. Lumbreras explica ue del estudio de las plantas cultivadas, en general, y de las ali- ™enticias, en particular, se puede concluir que de las que se co- Nocieron en los Andes a la llegada de los espafioles, por lo me- os el 980/o fueron domesticadas durante el Perfodo Arcaico y el Horizonte Formativo. Pictograffa, en Quillarumi. Huanu- co (Pueblos y Culturas de la Sierra Central del Perd, Varios autores), El Arcaico Superior es la etapa més importante en lo que se refiere ala gestacién de a Revolucion Agrope- ‘cuaria 0 Neolitica, somdanidemmestioncion de las plantas en la zona de la Regién An. refleja la misma forma de experimentacién prolongada que 1 la Media Luna Fértil del Cercano Oriente. Ademés, se produ. ‘on derivaciones locales circunscritas a determinados ambientes ecolégicos con sus respectivas altitudes; por ejemplo, los comple- jos mashua-oca-olluco y quinua-cafigua estuvieron localizados, casi exclusivamente, en las zonas mesoandinas de los Andes Cen- trales, Entre las numerosas plantas domesticadas por los antiguos Peruanos, lugar especial lo ocupa la papa, acchu. Por sus variadas cualidades y por su gran adaptacién a diversos ambientes, su cul- tivo es posible tanto en las alturas (hasta 4,000 metros) como a nivel del mar, lugares donde ni el maiz ni otros vegetales pueden adaptarse, La papa es,evidentemente, el legado de més valor en- tre los muchos que dejaron los antiguos peruanos a la agricultura mundial. El origen del maiz es un problema que viene Preocupando a muchos investigadores, ya que esta graminea constituyé el culti- vo mas importante de las altas culturas americanas. Se ha pensado que el maiz es producto de procesos de domesticacién paralelos emprendidos en diferentes dreas. Los datos mas tempranos de su Cultivo han sido detectados en México y Norteamérica; mas, por Paralelismo cultural, parece ser que el Area Andina haya sido tam- bién otra region donde se logré, asimismo, su domesticacin de manera independiente. Duccio Bonavia, quien con otros investi- gadores habia encontrado las primeras evidencias del cultivo del maiz en Huatmey (Ancash), continuando con sus investigaciones ha revelado ultimamente que en este lugar los pobladores de la costa peruana cultivaban sistematicamente, hace 4,700 afios, tres tipos de maiz que no tienen relacién con las. variedades cultiva- das en el drea mesoamericana. mesticacién de los animales en el territo- _testimonio arqueolégico que permita de- ‘Si precedié a la domesticacién de las ’ ciara como Lg ie resto de iciones de docilidad. Se lo utiliz ° ae abrigo viviente, Su oe aS Seen te combustible; su carne sirvié de alimento y uitenen en aproveché su lana y se lo utilizé como animé de torent co tivamente li nsporte de cargas te ligeras. La llama representa uno de los ele- mentos de mayor importancia en la econom(a de los pueblos an- dinos y, contrariamente a lo que de ordinario se supone, también fue utilizada en la costa, Su domesticacién en la sierra significa tun valioso aporte al desarrollo costefio, Sus restos dseos se hallan asociados en todas las épocas, desde las tempranas, a la presencia del hombre en la Regién Andina, Ultimamente la mision arqueo- {6gica del Instituto Francés de Estudios Andinos, que dirige la Dra. Danielle Lavallé ha difundido el hallazgo de restos de camé- lidos (llamas y alpacas) domesticados, en un estrato fechado en 4,300 afios A.C. ubicado en Telar Machay; en Junin, En- tre los huesos de éstos se destaca un alto porcentaje (entre 70 y 750/0) de animales que murieron al nacer y durante las prime- fas semanas de vida; lo cual esta indicando que no solo se trata de animales domesticados sino también de una ocupacién esta- ional, entre enero y abril, cuando nacen las crias, Esto estaria indicando asimismo el manejo utilizado por los pastores prehis- t6ricos y el rol que tuvo esta actividad en la economia de la época. Se ha detectado también la existencia de la enfermedad (entero- toxemia) que producfa la mortandad de las crias. Con seguridad hace, pues, ya por lo menos 6,000 afios que en el Perti se habia producido y estaba en pleno desarrollo la domesticacién de ani- males, animales capturados por sus Con la domesticacién de la Nama, se logra un gran avance, ya que pro- veyé de innumerables recursos y servicios al hombre andino. Representacion de llamas en estado de prejiez. Cuchimachay. (Pueblos y Culturas de la Sierra Central det Pert, Varios autores). Los otros animales mostraron menos condiciones de docili- dad, si exceptuamos a la alpaca que no se condujo del todo rea cia, Menor fue la voluntad de! guanaco, los venados y las tarucas, que no fueron domesticados., EI perro aparece muy frecuentemente desde e! Horizonte Formativo, pero su domesticacién debié ser muy anterior. Pare: ce que el perro, en sus diferentes variedades, llegé a la Regién An- dina ya domesticado, tal vez si acompafiando a los primeros gru= Pos que hicieron su ingreso a la América del Sur. Se ha d g seis tipos de perros peruanos, 4 La domesticaci6n del cuy (Cavi Se uisicién de otra fuente de alorie eects) represent iment i sa P elaindino. nto protefnico muy valio: fechados entre los 9,000 y 6, les constituyen el 40°/o, nda. Hacia los. 3,0 as técnicas empleadas con fibra de cabuya sot ‘desarroliadas: el entrelazado y qe eee — que parece ser 5 do, por 10 cual se constituye en un importante wufactu- o él eens orcons als 8 ott 32 eee ce incluso antes que el godén, desorrollar 12 P det rombos 0 anillos més o menos tupides. Cuando a fa preparacion de las fibras se hacfa nears io algodén, las ruecas de madera. No se conocta todavia el telar, por en sencil fo que las telas se hacian con ayuda de agujas ¥ pasadores . Los fejidos eran muy variados, desde redes para pescar hasta mantas para cubrirse; incluyendo bolsas, pafios Y manteletas que eran fisados como faldas. nla metalurgia, pero eran muy usados el madera. El trabajo en mates fue muy co- plian funciones de re jentes, que mas ynder con ventajas a la ceramica. No se conocia aul hueso, la concha y !a min; las calabazas cum| tarde habran de correspo EI culto a los muertos estaba ya extendido, pero no se ha rontrado pruebas de las técnicas de momitia yn, Los cada- .Veres eran enterrados frecuentemente en ii aunque a veces también flexionados; el cuerpo era envut steras 0 mantas tejidas con cabuya y 05 entierros se hacian cer- fro dentro de las casas. Parece también que 5° practicaban entie- fos secundarios. uitecténicos de este pe- restos ara jones correspon- Se ha identificado varios tiodo: se trata de vastos complejos de constru dientes tanto a edi puiblicos, ceremoniales, © comunales, MEG viviendas. Las Haldas, por elemplo, 6F la provincia de Casma, muestra uno de los complejos mas grandes, con un edifi- cio central que tiene siete plataformas, terrazas y casas construt- thos conjuntos con & 5 pu las sobre la roca. Hay otros muc 6 Culebras, Aspero, el gran de Lima) y otros mas. to arquitectoni 0 ones sugiere que fUe- unas edificac! previo de planificacion. bajo un sistema s que posteriormente ac de las altas culturas, Seg¢, apreciar la existencia de, | de cardcter realista; y, la otra, one ctas, En los motivos de los grabados se puede distinguir la fy animales como tipicos del a jente, el felino y un ave falcénida; los ¢ ‘a. En cuanto a las fo eristica que persistiré en las formas més notables de Chay; -racas. ig ‘Bleulto alatierra De estos tiempos debe datar ya el culto a la tierra, Qo “en todas las culturas agrarias, la tierra es la Gran Madre y re senta el fundamento mismo de la vida. En el Antiguo Peri tierra Pacha Mama— no fue propiamente una diosa con ¢ teristicas personales definidas, fue més bien un espiritu ubj dotado de femineidad y atributos genésicos y regenerativos carnacién misma de la fecundidad, Creadora por excelei Pacha Mama es \a divinidad més difundida y de més larga dicién en toda la regién andina y su culto representa hasta ho la experiencia mds profunda de la religiosidad del hombre a dino, la Revolucion Agropecuaria. desprenderse del estudi “4 Stein Cone desdrouoten ix Gator incl BES “aos animes Udorsdsticns wT Toe Minte las formas de vida social; er ae social; aunque también es ciert ado, que entre algunos grupos de pescadores Deere i y recolectores el litoral Ja obtencién de excedentes y su control Imiembros de la poblacién determinaron pe ae jes, como Ia aparicién de un pequefio sector cdorninan me Brqimiento de ciertas formas de creencias; aun antes del are sie Ia aaricultura, En primer lugar, se produjo un répido aumen- HP fe Ia poblaciOn; luego la organizacién colectiva se elevé a otros tases y las exigencias dol desarrollo econémico condujeron 2 la Mparicin de instituciones cada vez més complelas. Se dedicaron al culto edificios especiales que eran al mismo tiempo centros de ppierno, de distribuci6n de los excedentes y de observacién de pe fendmenos naturales. Con el desarrollo de la produccién, fos Meeerdotes lograron arrancar a la poblaci6n una mayor cantidad fe trabajo, puesto que las causas del éxito y las desaracias fueron stribuidas 2 as divinidades, quienes exigian siempre-algtin tipo de retribucién. Se instituyeron sacrificios, ofrendas y ritos que sus- fentaron los primeros y ms eficaces mecanismos de control so- Gal, La produccién de excedentes determiné las diferentes ocupa- tiones y a division del trabajo por especialidades: aparecieron en fonsecuencia la cerémica, la metalurgia, el tejido con telar, etc. Como se hizo necesario un sistema social para organizar el traba- jo, distribuir la produccion y establecer la propiedad, debieron aparecer entonces, sobre la base de los vinculos familiares, una 0 quiz4 varias formas andinas similares al clan, en torno a la partic pacién colectiva en los procesos de produce jén y de intercambio breciprocidad, Los vinculos de consanguinidad 0 de filiacién paren- feral se expresaron y reforzaron en relacion con My antecesor mi tico, Fue as/, probablemente, como aparecié el ‘Ayllu. Los ayllus, tL otras unidades parenterales semejantes, fueron conformando inidades mayores, de cardcter tribal, que dieron origen al Esta- do: es decir, a una forma de agrupamiento politico y guberna- Ghanal que surge por la union de varios clanes © de tribus que se juntan por la accién de los grupos de poder, y que subyugan 2 ha otros més débiles. Para organizar ¥ consolidar su Po tl Estado siguié utilizando las creencias miticas y magico-re- El poder fue ejercido por gobernantes ‘con cardcter Pel te y hereditario. ‘A rate del desarrolfo en fa agricultu- ‘a, se producen una serie de impor. tantes cambios en la organizacion ¥ sistemas de gobierno, hasta legar al Ayu. Rowe y otros arquedlogos consideran un Jogia peruana que han denominado ceramog ismo que se extendid entre 2,100 y 1, sristicas mas o menos especificas, Pero, hay que fos lugares de América del Sur aparece la cerémic “tempranos que en el Perl. Los sitios en que se cergmica mas antigua de América han sido ubicados « itorales de Ecuador y Colombia. En Valdivi arquedlogos Estrada, Evans y Meggers obtuvieron f iocarbénicos en conchas de un yacimiento con ceréi jene alrededor de 5,150 afios de antigliedad, (fecha un ta fos) _y en Colombia, en el sitio de Puerto Hormiga, k atoff ubicé un nivel de aproximadamente 4,800 rs y Estrada, en base a determinadas observacio ica® postulan que la cerdmica de estos lugares apat I dapén y originado en una fase de la cultura Jomon,@ 9 sestimar esta hipdtesis por cuanto no es del t ‘ ras alfareras instaladas en diversas ate:.en Colombia (Barlovento); en el oeste d Con las mas antiguas urnas funeré pecs (Fase Purrén de T a asin muy temprana en Caja- © de Huacaloma). Pero existen fechados alrededor en diversos sitios arqueolégicos del litoral ape _y Huaca Prieta (La Libertad); Las Haldas h); Chira-Villa y Curayacu (Lima); Disco Verde y Erizo Este ultimo tendria 4,000 afios, es decir 2,000 A.C. Tam- la Selva, Lathrap ha detectado una cerdmica muy tempra- an Tutiscainyo, en Pucallpa, la cual esté relacionada con la de yyranJirca de Kotosh. En sus fases iniciales la ceramica tiene un fin esencialmente itario, pero conforme va evolucionando y adquiere una mejor tura se convierte en el elemento Por excelencia de expresién fica y simbélica de las antiguas culturas del Pert, EL HORIZONTE TEMPRANO — __ TAMBIEN LLAMADO FORMATIVO % organizacién del trabajo, # cultivo del maiz en gran escala, e| 0s de llamas y la incorporacién a 1g agri 'YOr de S) Hassuna y Halaf), en lesoamérica (Tlatilco), EI desarrollo Zacién del trabajo Por parte de un se. tratificacion de ta Nes se dedicaron a la observacié {a medida que avanzaron Pus Conocimientos aumenté su p Y su poder Social, llegando 2 Constituirse en una corporad Cerdotal, sacralizada Con la autoridad divina y emancipe trabajos profanos. se form: preta la voluntad de de las técnicas, Yel control de gmento de la c, Sociedad. Los como resultado de la es los excedentes de la prod ‘omunidad, dieron origen al ™Magos y hechiceros fueron n de los fenémenos nati manuales de la product ‘4s miembros de la miento del sacerdocio de los magos y hechiceros, es decir, la sepa- racion de la religién de \a magia, es el resultado innegable de un fendmeno socio-econdmico en el proceso del desarrollo de las cul- turas, fundamentalmente de la manera cémo se organiz6 el poder politico y se instituyeron las formas de control social, mediante la manipulacién de la ansiedad, de! temor, de la esperanza y de las demas ideas y emociones que conllevan las creencias religiosas, Aqui radica también el origen del Estado, relacionado siempre on la teocracia, el poder politico y el manejo de los excedentes de la produccién, Pero, este proceso no se desarrollé de igual manera ni se pro- dujo en todas las sociedades de! Area Andina. A medida que trans- Gurre la historia se presenta un desarrollo mds répido o més lento de las fuerzas productivas en una u otra sociedad, debido a las ca- Tacteristicas y diferencias de! medio, a las respuestas especificas e cada grupo, al aisamiento o al contacto con otras sociedades, fn fin, a muchos factores. Sin embargo, a fines de! afio 800 A.C. ‘Wan parte del Area Central Andina se ve afectada por un conjun: fo de rasgos comunes: edificaciones monumentales, reductos for- Uificados, templos piramidales, tejidos muy evolucionados, diversas Mwestras de un complicado culto religioso y presencia de un arte ‘Gon caracteristicas “barrocas” que se manifiesta en la cerémica, en les monotitos esculpidos, en los tejidos, en los objetos de oro I Minado, en los instrumentos de hueso y de concha y, sobre todo, ‘en los frisos, columnas y dinteles de los templos. El centro de esta ‘®xPansién que comprende notablemente un drea que va desde Lambayeque hasta Lima, en la costa y desde el norte de Cajamar- Ayacucho, en la sierra (pero que afecta précticamente a -egién central andina, al menos en algunas formas estilis- ‘estado localizado en Chavin de Huantar, en la i de Ancash, en la falda oriental de la Cor- Chavin: Periodo Formative. Lami- na de oro repujado. (imagen de Chavin) A [0 largo del érea central andina, se observan rasges comunes como: grandes edificaciones, tejidos muy @volucionadas y muestres de un complicado culto religioso, havin, olosaleonstruccién de pie~ dra, El més importante edificio de! Conjunto monumental. El mal lla- ‘mado “Castillo”, mide unos 75 me- ‘tos de lado, y fue realizado sigui do un plan determinado, (Foto: A, Guillén). Seain Julio C. itive Ta pehcyp!®, avin cons. cultura “Matrig™ ee de Ia te $e desarrollo en ey Chavin EI sabio arquedlogo peruano Julio C, Tello fue quien, # ae a partir del estudio de las ruinas de Chi rey Fale no s6lo los restos de una gran cultura sino Eee principal expresin de la cultura “matriz” Rido eo posteriormente en el Pert. y descrito preocupacisn de e desde el siglo XVI y habi piste. Antonio idden ae Yy otros; pero, fue Tello quien descubr ieee eee cncuenta afios-que Tello formulé 5 nismo de la Civilizacién Andina, la que fa avin dedujo que & que se tal: de todas is E! lugar ya habla sido tambi Eduardo o inentes estudiosos como Mariano ‘oribio Pol» ondi, Charles Wiener, José 1 ib su gran sin embargo, casi fa no ha sido bi ralidad de en comprendida por todos, puesto qe quienes a ella se refieren lo hacen en SU contenido Me te insigne Nig mds am Fos trascer ndental. La tesis, como la obra de es! gador, fu indador de la arqueologia andina, es MUCTE idea a per Ia i los andi las real Y signitficati ree ee Tello fue el primero en rom 6 evidencine og, ltural de los antiguos pue le la importancia y grandeza de jin05i izaclone® ‘ja raza aborigen y enaltecié la historia del Perd antiguo. Fue absolut de Paracas, Cotosh, Cunturhuasi, ‘Cumbe- ‘Mayo, Sechin, Nepefia, Puncuri, Huifiay-Huayna, de la cultura a (que llamé Marafién); y de centenares de yacimientos 05 importantes. Fundé el Museo Nacional de Arqueo- logfa, el Museo de Arqueologfa de la Universidad de San Mar- cos, el Museo de la Cultura Peruana y otras entidades més, En 1929, consiguié la primera ley de defensa del patrimonio monu- mental y en los dmbitos cientificos del mundo entero difundi6 fos valores de la cultura peruana, La figura de Tello es un simbo- lo para nuestra nacionalidad y el mas notable ejemplo de las po- sibilidades del hombre andino hacia las més altas formas del sa- ber, de la ciencia y la cultura, Escribié numerosas obras, entre las cuales figuran: Introduccién ala Historia Antigua del Peri (1921); Wira Kocha (1923); Antiguo Pert, Primera Epoca (1929); Origen y desarrollo de las Civilizaciones Prehistoricas Andinas (1942); So- bre el descubrimiento de la Cultura Chavin en el Perit (1944); Ar- queologia del Valle de Casma (1956); Paracas (1959); Chavin, cultura matriz de Ia Civilizacién Andina (1960). Los tres tltimos libros han sido publicados y revisados por su discipulo Toribio Mejia Xespe. Julio C. Tello nacié en Huaroct en 1880 y murié en Lima en 1947. La principal actividad de supervi- | Todo parece indicar que la expansién de Chavin, cuyo esti-_vencia, fue lo caza, expresada en un fo florecié entre 1200 y 300 afios A.C., fue un movimiento emi- _sinndimero de manifestacionesartis nentemente religioso; los temas que de manera inusitada se re“ piten dentro del estilo que caracteriza a esta expansién son evi- | dentemente miticos y religiosos. Lo primero que se advierte €s una inalterable obstinacién en representar animales de pre- sa: felinos, serpientes, céndores, buhos y otras aves de rapifia, cuyos atributos, principalmente garras, ojos, fauces y colmillos constituyen los simbolos dominantes; en los cuales, desde cual- Quier punto de vista, se manifiesta el poder en su maxima concen- tracién, Parece que todas estas representaciones fueron hechas Para infundir terror. Es la estética del terror en su maximo gra- do, Seguramente, los animales de presa y las aves de rapifia fueron los que simbolizaron desde muy temprano la actividad capital de la supervivencia: la caza. Y cuando la caza dejé de ser la forma principal de subsistencia, los atributos de estos animales fueron a dos a los nuevos dioses, incluso combinados para signifi- ‘su poder, También debieron representar los ancestros de los més poderosos. bargo, parece Rayo fue la divinidad principal aes del mundo andino. Hay eviden- ‘secuencia en las tradiciones panan- —al cual se le puede atribuir una importanci general, py est se lo encuentra representado en diferentes lugares— p, sande Que el personaje de la Portada de Tiahuanaco y ta figura Principat las grandes vasijas de Robles-Mogo, hasta Catequil de 185 Giltim, los espaftoles encontraron que | 4a divinided principal épocas. Cuando Ilegaron que ta diy) . stot been segin nos lo ma- dad “més temida y adorada y reverenciada desde Quito hasta 9) nifieston varias crénicas. Cusco. . . y la més general de toda la tierra" era ol Ray. No, 0 el dios que los “hacia”, como coinciden en may rias crénicas. Fue pues esta deidad, Ilamada Catequi grupos de Cajamarca y Huamachuco, el dios que he Nos, rayos y relémpagos, “los quales haze tirando con ©, 10 que parece ser més significativo, que controlaba les Nuvias Es la misma deidad Ilapa de los incas, representada como Un hom, bre con una porra en una mano y una honda en la otra, Tal vee si al principio sus atributos fueron dardos y estdlicas, 0 0 €l Tru, ifestario vq, il entre jog (8 108 true. SU honda* Se construyeron templos y adoratorios de grandes dimensio. nes @n toda el rea de influencia de Chavin y, como dice Rowe, &s dificil sefialar un solo edificio que parezca haber side construj. 0 para otros fines. El mas importante del co: njunto monumental Que quarnecian los muros del templo (Foto: A. Guillén). de Chavin es el mal llamado “Cast Se trata de una cons- truccion colosal de piedra cortada, de planta regular de unos 75 metros de lado con grandes corredores, galerias y cdmaras inte- riores en dos y tres niveles, Los muros exteriores estuvieron guar- necidos por monstruosas cabezas de piedra, severas y a la vez gro- tescas, denominadas “cabezas clavas", El edificio principal tiene una enorme fachada con una especie de cornisa adornada con ba- jorrelieves tallados con las figuras de diversos animales: puma, condor, peces y serpientes. Abajo tenia un zécalo de piedra sobre el sardinel que le sirve de base; el pdrtico se abre al centro y est flanqueado por dos poderosas columnas cilfndricas de 2,80 m. de altura, grabadas con figuras de aves con las alas extendidas sobre las cuales reposa un dintel de piedra. A ambos lados, escalinatas laterales conducen a la plataforma principal, Cuando se ingresa a las galerfas del interior se tiene una sobrecogedora sensacién, como si se estuviese en el interior de una inmensa tumba; el silencio es total, las galerfas son, angostas, frias, y forman un laberinto donde es fécil extraviarse. En un cruce de dos galerfas, una especie de camara erizada de aristas rocosas, se halla el famoso Lanzén, gi gantesco cuchillo de piedra tallado con la imagen de un felino hu- manizado provisto de dos enormes colmillos; tiene 4 metros y medio de largo, las ufias son garras y los cabellos serpientes. EI més importante conjunto monu- ‘mental de Chavin, es una construc- cién de piedra de unos 75 mts. de ado, guarnecidos en sus muros ex- teriores por las “Cabezas Clavas”. EI complejo monumental de Cha- vin comprende varias estructuras entre las que destacan, e! Templo Temprano y el Templo Tardio, co- rrespondientes a dos etapas, jo monumental de Chavin cubre una : : icotros cupdrados comprende varias ericle entre ellas dos grandes edificios, conocidos como el Tet” ano y el otro como el Templo Tardio. Ademés hay ton? ‘explanadas, galerfes, plazas hundidas, etc, todo lo cual quar, aeiable simetria y una sorprendente constante geométrien one vela un patrén 0 modelo algoritmico de enorme aunque ain dae, conocida significacién; lo que indica que las edificaciones debierey realizarse siguiendo un plano predeterminado, pues la constrac cin es complela y debi6 desarrollarse teniendo ya en mente la eg tructura final desde el momento de colocar la primera piedra, Fue John H, Rowe quien llegé a definir con claridad la presencia de ioe dos templos, correspondientes a dos etapas, cada cual con su pig, za ceremonial, Del templo més antiguo se derivé al segundo con sucesivas adiciones, Dos aluviones han sepultado y dafiado gran parte de este extraordinario monumento, pero los arquedlogos se hallan traba- jando para desenterrar los restos atin cubiertos y se ha recuperado ya gran parte, También se han realizado numerosos descubrimien. tos y, poco a poco, se va mostrando su grandeza. En el lugar fueron encontrados el Obelisco Tello, notable monolito de dos metros de largo, finamente labrado en sus cuatro caras con figuras complicadisimas, que Rowe ha identificado co. mo un caimén, manifestando que es probable que haya sido un objeto de culto y no una simple pieza de ornamentacion arqui- tecténica; y también la famosa “Piedra de Chavin" o Bstela Rai. mondi, asi llamada porque fue el ilustre sabio Antonio Raimondi quien la hizo trasladar a Lima en 1874, Ambas piezas se exhiben en el Museo Nacional de Arqueologia, La Estela Raimondi es una pieza clasica y la obra més delica- da del arte de Chavin. Esté labrada en diorita y mide 1.95 de altu. fa y 0.76 m. de ancho; con rasgos finamente trazados en bajo- frelieve. Representa a una divinidad felino-antropomorfa, que solo ocupa la tercera parte de Ia altur. we calandose serpientes, volutas y colmill E| perso- nabs siesta y colmillos de puma. El pe luna faja © cinturén formado por dos sierpes Posiblemente simbolo del arco iris, Sel Since Chavn de:saientar, s= han enceirad ‘inoides en otros lugares del Area €s la de Cuntur-Huasi, en el dis- donde existen numerosos mono- a 59 opeqere [3 “021d |@ ue epiog ua osens6 ajue3seq 9391106 uoD -uaseid soayo A soyaige Anu soyeid ap ‘ap eulio) uaual} So}Ues89 soUnbiYy od seyzey seuolei02ep u -ou ‘SL aquawie! -aylp 220 Kesouuey ZA -uanjjut e189 8p eae |? sijse sequeyien sesoseunu ‘opeulwouep ey seseiquun] enb sesey Uyneup ap 0jduioy top Se}0166 se] Ue een seimjonayse sequeuoiseiduay oyaiqnosep Ue 35 te opuefeqen pyse es ew uq ‘anbexonl AH pul so| sojend so} ep ‘ewSeD we SoHo A je ua ‘janoung A oouelg 01529 9p seleluoiiensl auqua ‘ua20u09 25 €4S09 e| UF 0 c@ P| PJACPO} opeuiuns Pp uoibe1 e| ue Eee 7 p e7509 e| ue sepingi reduud sod sop op sopupseg “eso M"GZ61, up guanaean i oy us swuousedy palin sion seoereg “seyopiaoes so] ap sou ua onnyse 01132849 O: gzinb [eno e] ap ouep 4) pun e epejnoua Anus Je: eyedwieo eun ap op ‘sopefeje souoU! 0 seul ‘e}sINbUOD ap sosjanl ue seo eA sopeulwiayep ue osndu 25 ulAeyo anb 425 ‘enaieg ‘seysondui! eyuewepipisep Ue} “se2|spI9 Seu0! yeysaylueU Se] Uequenaua 28 anb so] ue seseBn| so| esed souaus je ‘owyin Ol Me oloap! equeweind event yeyijiua eyedwies euN ap OpeHnsed OLIN yjaeyD ep uot | ap ugisuedxe e| 1s 10des $3 A Ee “21 @p 1efep apand as ou anb 0} 210s OBI Rey ‘oquauleuts Wo.s enb esiesopisuo> eqep esnyin2 etl Anieg jap seoypi6o06 souoibe: Sess0AiP @P ‘2)n sojtoos) serouengul sejdiu! @P OPeuNeN ey ui 9 ‘ofip as eK Ow0? | Woo auduals: ‘seplugaiey ap soneny So} ap souey/2s SPU! 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La fase Necropolis tiene también caracteristicas bastante definidas, Las tumbas son cominmente hoyos rectangulares de variados tamafios, sin techo, y de ellas se han exhumado mis de quinientos fardos funerarios. Los caddveres aparecen también sen- tados con las rodillas plegadas contra el pecho, a menudo metidos fen cestos y envueltos por capas de extraordinarios telidos; alguns ordados con vivos y hermosos colores y otros elementos decor tivos distribuidos con exquisito gusto estético. Uno de los aspectos més importantes del grado de condct miento cientifico y dominio de la técnica en la gente de Paras @s la trepanacién de créneos y la momificacién de cadveres, Se tin Tello casi el 40°/o de los cadaveres encontrados en Cel lorado mostraban huellas de operaciones quiriirgicas en él Los métodos més utilizados fueron incisiones, raspado ¥ do del hueso, Por medio de profundas incisiones practi instrumentos de metal o de obsidiana cortaban una drangular del créneo que la reemplazaban por una Iai tal 0, a veces, por un pedazo de calabaza, También sabfan raspar el hueso para quitarle una porcién, o practicar perforaciones en torno a una seccién circular que era extra(da, Se observa que la mayoria de los sujetos sometidos a este género de operaciones sobrevivieron a ellas, por la regeneracién que se aprecia en los te- jidos. Todavia no se ha podido averiguar si las trepanaciones se realizaron para aliviar compresiones debidas a fracturas 0, como también se cree, para hacer un hueco con el propésito de que saliesen por él los malos esp(ritus, Indudablemente, las fracturas craneanas debieron ser muy frecuentes entre quienes hacfan la guerra a hondazos, lo mismo que con mazas y macanas contun- dentes, Para practicar este tipo de operaciones debié insensibi- lizarse al paciente, posiblemente con coca u otras yerbas; pro- bablemente se le dieran también chicha o, quizd, se le hipnotiza- ra. El campo operatorio debié limpiarse y desinfectarse, asi como los instrumentos, vendas y apésitos. Otro aspecto impresionante de la jica de estos pueblos es la momificacién. Después de extraerle el cerebro, las visceras y algunos muisculos, el cadaver era sometido a un tratamiento espe- cial mediante el uso del fuego y de diversas sustancias.quimicas, a juzgar por las zonas ahumadas que presentan ciertas partes del ce trepanado. (Tesoros del Pe- La trepanacién de créneos demues- tra uno de los aspectos mds impor- tantes de grado de conocimlento cientifico, La momiticacién es otro de los as- pectos que muestra una desarrolla- da técnica,

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