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*10054402695*

RUIZ MORENO, JOSE MANUEL - RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD EN


CARPETA JUDICIAL: "RUIZ MORENO, JOSE MANUEL S / DEFRAUDACIÓN
(CONSTITUCIÓN DE QUERELLANTE) - APELACIÓN FISCAL Y DEFENSA
RESOLUCIÓN DE FECHA 27.06.22 QUE ADMITE COMO QUERELLANTE A
LOPEZ, EDGAR ARIEL" - (CUIJ 21-08691511-9) S/ RECURSO DE
INCONSTITUCIONALIDAD (QUEJA ADMITIDA)

21-00515190-9

Secret. Tecnica de la Corte Suprema de Justicia

En la Provincia de Santa Fe, a los doce días del mes

de diciembre del año dos mil veintitrés, los señores

Ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia

doctores Rafael Francisco Gutiérrez, Mario Luis Netri y

Eduardo Guillermo Spuler con la presidencia del señor

Ministro decano doctor Roberto Héctor Falistocco, acordaron

dictar sentencia en los autos caratulados "RUIZ MORENO,

José Manuel –Recurso de Inconstitucionalidad en carpeta

judicial: Ruiz Moreno, José Manuel s/defraudación

(Constitución de querellante) - Apelación fiscal y defensa

resolución de fecha 27.06.22 que admite como querellante a

López, Edgar Ariel (CUIJ 21-08691511-9) sobre RECURSO DE

INCONSTITUCIONALIDAD (QUEJA ADMITIDA)" (Expte. C.S.J. CUIJ

NRO. 21-00515190-9). Se resolvió someter a decisión las

siguientes cuestiones: PRIMERA: ¿es admisible el recurso

interpuesto?; SEGUNDA: en su caso, ¿es procedente?;

TERCERA: en consecuencia, ¿qué resolución corresponde

dictar?. Asimismo, se emitieron los votos en el orden que

realizaron el estudio de la causa, o sea, doctores:

Gutiérrez, Spuler, Falistocco y Netri.

A la primera cuestión -¿es admisible el recurso


interpuesto?-, el señor Ministro doctor Gutiérrez dijo:

Mediante resolución registrada en A. y S. T. 326, pág.

144/146, del 25 de abril de 2023, esta Corte admitió la queja

por denegación del recurso de inconstitucionalidad deducido

por la representación técnica de Edgar Ariel López, contra la

decisión 773 de fecha 29 de agosto de 2022, dictada por el

Juez de Cámara, doctor Gentile Bersano, mediante la cual

dispuso dejar sin efecto lo resuelto en primera instancia y

en consecuencia, rechazar la instancia de constitución como

querellante promovida por el nombrado.

Ello así, por considerar esta Corte, desde una

apreciación mínima y provisoria propia de ese estadio, que

las postulaciones de la recurrente, contaban "prima facie"

con suficiente asidero en las constancias de autos e

importaban, desde el punto de vista constitucional, articular

con seriedad un planteo idóneo para franquear el acceso a la

instancia de excepción intentada.

El nuevo examen de admisibilidad que impone el artículo

11 de la ley 7055, efectuado con los principales a la vista,

me conduce a ratificar dicha conclusión.

Voto, pues, por la afirmativa.

A la misma cuestión, el señor Ministro doctor Spuler, el

señor Ministro decano doctor Falistocco y el señor Ministro

doctor Netri, expresaron idénticos fundamentos a los vertidos

por el señor Ministro doctor Gutiérrez y votaron en igual

sentido.

A la segunda cuestión, -en su caso, ¿es procedente?-, el


señor Ministro doctor Gutiérrez dijo:

1. El caso, en lo que resulta de interés para su

resolución, puede resumirse así:

1.1. Surge de los autos principales que, en fecha 5 de

noviembre de 2021, la representación técnica de Edgar Ariel

López, ante el Ministerio Público de la Acusación presentó

escrito de constitución de querellante en la CUIJ

21-08691511-9, caratulada “López, Ariel s/Denuncia por

Estafa”.

Para justificar su pretensión, relató que su asistido

fue demandado por José Manuel Ruiz Moreno en diferentes

causas judiciales mediante la presentación de un acta

falsa, invocando este último una representación que no

tenía. Al respecto, puso de resalto que Ruiz Moreno,

pretendiendo acreditar el carácter de presidente del

directorio de una sociedad, a través de su apoderado,

presentó documentación entre las que se encontraba el acta

34 fechada en el mes de julio de 2008, suscripta a raíz de

la Asamblea General Ordinaria de Accionistas celebrada el

11 de abril de 2008, mediante la cual se ratificaba en su

cargo a la totalidad de directores y su gestión, firmando

dicho documento Marta Estela Ortiz Cabanne de Clucellas,

quien había fallecido antes de la fecha de suscripción del

acta.

Destaca que el acta falsa de mención fue exhibida y

presentada por Ruiz Moreno para actuar en carácter de

presidente de directorio de la sociedad, a saber: “1.

Escritura número 139 de fecha 16 de junio de 2020 otorgada


por Escribana Pública Gladis Mirna Tarazi, titular del

Registro Notarial N° 68 de la provincia de San Luis. 2.

Escritura Número 77 de fecha 18 de julio de 2011, otorgada

por ante la Escribana Pública Gabriela R. Alemandi, cuyo

negocio jurídico consistente en una venta de “las Mercedes de

Recreo S.A." a favor de Aldo Guillermo Brouet. 3.

Acreditación de legitimación en denuncia penal cuyo legajo se

identifica con el CUIJ 21-08067670-8. 4. Acreditación de

legitimación en autos caratulados “Ruiz Moreno José Manuel c/

Las Mercedes de Recreo S.A. s/ acción de nulidad, Cuij

21-02025436-7”.

Concluyó en su fundamentación que con ello se pretendía

engañar al Juez de civil y comercial, en perjuicio de su

representado y mediante la configuración de un hecho

delictivo, circunstancia que merece la intervención de López

como parte querellante por su carácter de víctima y/o

damnificado.

1.2. Por su parte, el Ministerio Público de la Acusación

remitió la instancia de constitución de querellante para su

tramitación, explicitando su rechazo al pedido formulado por

López.

1.3. Tras la realización de audiencia, el Juez del

Colegio de Jueces Penales de primera Instancia, doctor

Candioti, el 27 de junio de 2022, hizo lugar a la

constitución de querellante de Edgar Ariel López por

considerarlo particularmente ofendido en los delitos que se

investigan.
Para así resolver, el magistrado, en prieta síntesis,

ponderó que en el caso se investigaba la supuesta comisión

de una falsedad documental, la que se encuentra dentro de

la calificación de “delitos de ofensa compleja”, que puede

ocasionar múltiples perjuicios. Añadió que, en el supuesto

del delito investigado, para su configuración típica se

exige un perjuicio potencial para otros bienes jurídicos

pertenecientes a la víctima o a un tercero, siempre que

tenga alguna trascendencia jurídica.

Así, concluyó que el escribano López se encontraba

expuesto a un riesgo concreto de perjuicio y, al haber sido

ofendido penalmente por los ilícitos investigados, poseía

legitimación para constituirse en querellante particular,

al tiempo que destacó que la reconocida presentación de un

documento público falso en la órbita de la justicia civil

consistió en un engaño al Juez para lograr una determinada

decisión judicial, la que indudablemente en caso de

prosperar hubiera redundado en detrimento del querellante.

1.4. Dicha decisión fue impugnada por la defensa y por

las representantes del Ministerio Público de la Acusación.

2. A su turno, el 29 de agosto de 2022, el Juez del

Colegio de Jueces Penales de segunda Instancia, doctor

Gentile Bersano, resolvió “acoger el recurso de nulidad”,

dejando sin efecto la decisión recurrida y, por los motivos

expuestos, rechazó la instancia de constitución de

querellante promovida por el escribano López.

2.1. Para así decidir, liminarmente, delimitó lo que

en su estima eran los aspectos a considerar: a) la


existencia de un eventual perjuicio para Edgar López derivado

del empleo del acta de directorio apócrifa por parte de José

Ruíz Moreno y b) la posible vinculación de los hechos

denunciados por el querellante y aquellos que lo tienen como

imputado.

2.2. En relación al primero de ellos, afirmó que el

perjuicio exigido no se derivaba por sí mismo de la

utilización del documento y que tampoco resultaba posible

inferir el engaño (en el sentido penal) al magistrado a

partir de dicha presentación.

En esa línea, criticó que el Juez de grado se limitara a

señalar que el uso de documento falso y la estafa procesal

denunciada constituían delitos de ofensa compleja, pues –en

su estima- dicha conclusión era abstracta al no vincular

debidamente la misma con las circunstancias del caso ni con

el planteo del pretenso querellante.

En ese camino, manifestó que el Sentenciante de primera

instancia había partido de un error de interpretación de la

evidencia para concluir que el documento falaz constituía un

instrumento público y para ponderar que el eventual perjuicio

se derivaba de la presentación judicial del mismo y la

consecuente posibilidad de engañar al Juez haciendo lugar a

la demanda contra el escribano.

Continuó diciendo, que tal intelección era incorrecta,

en tanto conforme informara el fiscal, de su investigación

surgía que la irregularidad cometida por el escribano -sobre

la que se fundara la interposición de la demanda civil en su


contra- fue un "engranaje" sumamente significativo de un

plan criminal.

Reiteró que, por ende, la posibilidad de perjuicio no

se derivaba de la presentación del documento apócrifo por

parte de Ruíz Moreno, sino que fue engendrada por la

conducta del propio escribano, analizando el tema desde el

“plano hipotético”, en caso de que el acusador público

demostrara lo que alegaba, pero que actualmente el estado

procesal de la causa tenía a López como imputado y,

consecuentemente, dicho razonamiento resultaba válido en

grado de probabilidad.

Señaló que el Juez de primera instancia había omitido

analizar las circunstancias concretas del caso, al no

valorar puntualmente que el pretendido querellante invocaba

que el documento mendaz había sido presentado por Ruiz

Moreno en la causa civil en la que fuera demandado y en el

proceso penal en el que se investiga al escribano.

En ese marco, respecto a la causa penal, destacó que

la invocación de la relación con la entidad social no

legitima en sede penal, en tanto los hechos presuntamente

delictivos pueden ser denunciados por cualquier persona, a

la par que la condición de presidente del directorio

reflejada en el acta apócrifa no fue la que habilitó la

posibilidad de ejercitar el derecho procesal de

constituirse como querellante a quien usó el referido

documento.

En relación al proceso civil, aludió a que se

planteaba que mediante el acta de directorio se obtuvo la


posibilidad de iniciar dicha demanda y de ese modo, se

pretendió engañar al Juez, al tiempo que la fiscalía y la

defensa argumentaron que se invocaron las calidades de

presidente del directorio, accionista y heredero de una de

las socias.

Al respecto, tras afirmar que Ruiz Moreno no podía

acreditar su alegada calidad de presidente del directorio de

la entidad valiéndose del acta presentada, por haber sido

falsificada, interpretó el Camarista que, sin embargo, aun

descartando dicho extremo, quedaban subsistentes los otros

dos caracteres invocados a fin de obtener la legitimación

activa: accionista y heredero.

Entendió que cada una de estas cualidades habilitaban a

ejercitar la acción civil, y por ende, resultaba

autosuficiente invocar y acreditar una sola de ellas para

accionar judicialmente, por lo que la presentación del acta

no se trató de una circunstancia generadora de la posibilidad

de perjuicio derivado de la eventual condena civil.

Seguidamente, adujo que la falta de acreditación del

perjuicio tenía significativas consecuencias al tornar más

compleja la verificación de la comisión del delito de uso de

documento falso y paralelamente, dificultaba alegar una

estafa procesal.

Así, sostuvo que “la presentación del documento falso no

reúne la apariencia delictiva que le asigna el pretenso

querellante”.

Explicó que la propia argumentación que esbozaba el


querellante ponía en duda la existencia de una posibilidad

de estafa procesal.

En definitiva, enfatizó que no solo se ponía en tela

de juicio que el escribano Edgar López revistiera la

calidad de ofendido, sino la existencia misma de las

ilicitudes que denunciaba.

De igual modo, puso de resalto que la demanda civil

pretendía demostrar una irregularidad presuntamente

cometida por López y, consecuentemente, el riesgo de

perjuicio no surgía de la utilización del documento mendaz

por el actor civil y penal sino de un acto propio

precedente, eventualmente, ilícito.

2.3. En orden al segundo aspecto, señaló que la

información aportada fue de pésima calidad, pues debería

haberse informado acerca del contenido de la disputa

existente entre Pirera y Ruiz Moreno y que ello resultaba

crucial para permitir explicar de modo más adecuado la

eventual vinculación o desvinculación entre el poder

fedatado por el escribano Edgar López y los hechos que se

pretende imputar a Ruiz Moreno.

Sin embargo, tras ello, consideró que la información

que disponía le permitía determinar la existencia de una

"estrecha vinculación" entre los hechos integrantes de

ambas denuncias, estando a cargo del querellante acreditar

lo contrario, extremo que no había sido demostrado.

En tal sentido, adelantó que tampoco López se

encontraba legitimado para constituirse como querellante

debido a que existía una relación entre los hechos que


denunciaba y aquellos por los cuales se encontraba imputado,

al haber sido realizados en un mismo contexto resultando

inescindibles desde el punto de vista procesal.

Evaluó que, si bien la querella pretendía considerarlos

de modo aislado, lo cierto es que en dicha demanda se

cuestionaba un poder que constituía un “eslabón esencial” al

posibilitar la operatoria que, hasta el momento, fue

considerada como un posible delito del cual López es

imputado.

En ese orden, apuntó que la demanda civil de la que

extraía su calidad de ofendido penalmente, se refería a la

validez de un acto que es investigado como una posible

maniobra ilícita integrante de un “contexto delictivo” más

amplio y complejo.

Aseveró que un pretenso integrante de la sociedad (Ruiz

Moreno) falsificó actas de directorio y otro pretenso socio

(Pirera) apareció vinculado a una hipotética falsificación de

un poder general en el que intervino el escribano dando fe de

la vinculación del nombrado con la sociedad titular de los

bienes cuya enajenación es cuestionada en sede penal.

Estimó que se está ante un mismo “contexto delictivo” y

que no resultaba posible que un sujeto ostente roles

procesales revistiendo calidades incompatibles entre sí en el

marco de dichas investigaciones y que hacer caso omiso a tal

relación podría conducir a la adopción de decisiones

judiciales contradictorias, debiendo ser “cautelosamente

analizada” la pretensión de López.


Prosiguió en que la fiscalía comenzó investigando los

hechos en que podría tener responsabilidad el escribano y

otras personas y en dicho marco cursó atribución de cargos,

solicitó medidas cautelares, sin que, hasta dicho momento,

las imputaciones hubieran sido desbaratadas en su

totalidad, realizándose una profusa actividad procesal

donde el escribano reviste la calidad de imputado y Ruiz

Moreno fue admitido como querellante.

Subrayó que el pretenso querellante no logró

desvirtuar las alegaciones fiscales en su contra, se ha

defendido sin éxito o al menos, sin poder desligarse de la

atribución delictiva, y paralelamente, consintió la

actividad fiscal que cuestiona y las decisiones judiciales

que recayeron en la causa aludida.

En síntesis, indicó que la pretensión del querellante

se insertaba en un caso en el cual la situación procesal se

encontraba consolidada, la que no podía ser alterada ni

desconocida, incluso, por el propio pretenso querellante,

al derivarse de decisiones judiciales en las cuales tuvo

intervención, adquirieron firmeza y le son plenamente

oponibles.

Argumentó que el conflicto es uno solo, entre personas

que pretenden tener derechos sobre el patrimonio societario

y, por ende, las acciones judiciales involucran a los

mismos sujetos, entidades y bienes, con múltiples aristas

civiles y penales al existir dos investigaciones diferentes

en curso en el que las calidades de imputado y sujeto

pasivo se entrecruzan.
Insistió con que una misma persona no puede investir

diferentes calidades procesales en un “mismo proceso”, y que,

en razón al estado de ambas investigaciones, prevalecía la

condición de imputado de López en la causa iniciada por Ruiz

Moreno y por ello, el escribano no podía constituirse como

querellante en el legajo que investiga la denuncia que

radicara oportunamente.

Concluyó en que la decisión del A quo fue incorrecta al

no tener en cuenta que la presentación de la instancia no

permite demostrar el perjuicio alegado; que no se

individualizó el mismo ni se advirtió que el hecho denunciado

se insertaba en un contexto delictivo junto a otros hechos en

los que ostenta López el rol de imputado, por lo que

correspondía en consecuencia dejar sin efecto la decisión

recurrida y rechazar la solicitud de constitución de

querellante.

3. Contra dicho pronunciamiento, la representación

técnica del nombrado interpuso recurso de

inconstitucionalidad, por considerar que el mismo deviene

arbitrario y conculcatorio de principios y garantías

constitucionales (fs. 47/66v.).

En orden a la procedencia de la vía y tras esbozar los

antecedentes de la causa, alega violación del debido proceso

en tanto -dice- el perjuicio para su pupilo deriva de la

inducción a error que la documentación apócrifa presentada

por Ruiz Moreno "pudo llegar a acreditar frente al Juez al

momento de sentenciar", al tiempo que critica que el


Magistrado penal se inmiscuyera en cuestiones civiles

ajenas a su jurisdicción tales como la legitimación en

juicio.

Tras ello, cuestiona que la Alzada no considerara

demostrado el perjuicio de la Querella dado que su parte

brindó los fundamentos pertinentes en tal sentido, los que

fueron debidamente recepcionados por el Sentenciante de

grado en su resolución en pos de evidenciar las

consecuencias que acarrea ser pasible de una acción

judicial.

A continuación, esgrime que la Cámara acuñó una

concepción ideológica ampliamente superada que concibe "el

derecho penal del enemigo", al vedársele a su representado

el ejercicio de cualquier derecho por contar con un

antecedente, aunque no exista condena.

Asimismo, manifiesta que el Magistrado incurrió en

arbitrariedad al requerir la demostración acabada de la

calidad de víctima o damnificado, por cuanto la exigencia

legal es la verosimilitud de dicho carácter.

Seguidamente, se agravia de la afirmación vinculada

con que el denunciante que presentara documentación falsa

ostentaba legitimidad para hacerlo dado que los hechos

delictivos podían ser denunciados por cualquier persona, en

tanto ello implica engañar al Juez, a la defensa y a las

propias fiscales.

Del mismo modo, critica que la Cámara señalara que

Ruiz Moreno tenía legitimación "por ser hijo de la dueña de

la sociedad", lo que -a su criterio- evidencia un profundo


desconocimiento del Juez en la materia por tratarse de una

sociedad anónima.

Postula que -contrariamente a lo expuesto por el A quo-

el nombrado utilizaba un acta apócrifa para demostrar y

legitimar una calidad que no tenía, a la par de mencionar que

cualquier grado de duda fue interpretado por la Alzada en

contra del pretenso querellante.

Añade que el Magistrado excedió el objeto de la

audiencia de tratamiento de agravios y el planteo de las

partes al decir que "la presentación del documento falso no

reúne la apariencia delictiva que le asigna el pretenso

querellante", al tiempo que repara en otros errores que a su

entender cometió el Judicante por entrometerse en cuestiones

que le resultaban notoriamente ajenas.

En relación a ello, refiere que en el caso existió una

vulneración de los principios adversariales del proceso por

haberse contaminado el Juez con información parcializada no

brindada por las partes, particularmente -dice- del debido

proceso y del derecho de defensa.

Al respecto, añade que el Fiscal doctor Nessier admitió

que son causas diferentes, autónomas y el Magistrado se

esfuerza por vincular ambas en detrimento de López.

Señala que el decisorio recurrido al negarle a su

representado el derecho como víctima y querellante por

hallarse imputado en otra causa judicial evidencia la

desigualdad ante la ley que viene sufriendo el mismo, en

tanto Ruiz Moreno también resultó imputado por un delito


doloso y sin embargo logró constituirse como querellante.

De igual manera, critica que el A quo hiciera alusión

a que "tal vez puedan existir sentencias contradictorias",

desde que tal cuestión no puede preverse con certeza en

esta etapa ni utilizarse para privar ilegítimamente a una

parte de un derecho amparado constitucionalmente.

Pone de resalto que la Alzada realiza una ilegítima

confusión de roles del pretenso querellante con su

actividad defensiva en otras causas y al traer a análisis

las mismas, incurre en arbitrariedad.

Concluye señalando que el fallo atacado deviene lesivo

del derecho de acceso a la jurisdicción, tutela judicial

efectiva, principio de inocencia e igualdad ante la ley,

por lo que peticiona su declaración de nulidad.

4. El A quo, por auto de fecha 14 de noviembre de 2022

denegó la concesión del recurso de inconstitucionalidad, lo

que motivó la presentación directa de la representación

técnica de Edgar Ariel López ante esta Corte (Expte. C.S.J.

CUIJ N° 21-00514931-9), queja que fuera admitida el 25 de

abril de 2023, conforme lo relatado al analizar la primera

cuestión.

5. Adelanto que he de propiciar la procedencia del

recurso de inconstitucionalidad interpuesto por la

recurrente, toda vez que lo resuelto no constituye

derivación razonada del derecho vigente con arreglo a las

circunstancias del caso, extremo que impone su invalidación

como acto jurisdiccional válido.

En efecto, es de ver que la conclusión a la que arribó


el Camarista es consecuencia de un razonamiento carente de

argumentos sólidos que le den sustento al afincarse en

afirmaciones dogmáticas construidas desde un terreno

conjetural que, en las concretas circunstancias del caso y

conforme a los propios términos del condensado

pronunciamiento, han importado un claro desenfoque de las

cuestiones sujetas a tratamiento y decisión en la Alzada.

Es que debe tenerse presente que la solicitud de

constitución como querellante por parte de López en los

términos del artículo 93 del Código Procesal Penal, se fundó

puntualmente en que Ruiz Moreno -denunciado- hizo uso de un

documento falso –acta de directorio- para justificar su

carácter de representante de una sociedad tanto en sede civil

al iniciar una demanda contra el escribano, como en sede

penal para ser admitido como acusador privado en una causa en

la que está imputado el aquí presentante.

Mas, la fundamentación medular con base en la cual el

Magistrado de Alzada rechazó tal pretensión, radicó en la

ausencia de acreditación de que el eventual perjuicio para

López se derive de la presentación del documento falso en

sede civil y penal por parte del denunciado, señor Ruiz

Moreno.

Ello por considerar que la verificación de las otras dos

cualidades invocadas (heredero y accionista) resultaban

autosuficientes y que el posible perjuicio se engendraba en

la propia conducta del escribano, advirtiendo además que no

sólo no se cumplía el recaudo de instancia, sino que incluso


lo alegado permitía poner en tela de juicio las tipicidades

invocadas en su presentación.

De igual modo, destacó que se encontraban íntimamente

vinculados los hechos denunciados por el escribano con

aquéllos por los cuales éste fuera imputado, al haber sido

realizados dentro de un contexto delictivo, no pudiendo una

misma persona investir diferentes calidades procesales en

un “mismo proceso”.

6. En síntesis, el Juez de Cámara en su extensa

resolución, desestimó tal pedido por entender: a- que no se

había acreditado el perjuicio derivado del empleo del acta

de directorio apócrifa; y b- por existir una vinculación de

los hechos denunciados por el querellante y aquéllos que lo

tienen como imputado.

6.1. Respecto al primero de estos aspectos, cabe

destacar que el Camarista consideró que no se había

demostrado que Ruiz Moreno se valiera necesariamente del

acta mendaz para poder lograr incoar la demanda civil y su

presentación en sede penal contra el escribano, en tanto

aseguró, el nombrado (denunciado) podría haber accionado

sin necesidad de valerse de la documentación aludida, pues

para acreditar su legitimación procesal contaba con otras

dos cualidades, una de las cuales parecía estar fuera de

discusión (heredero) y la otra (accionista), la que por el

momento se encontraba vigente.

Tal afirmación revela un déficit y desenfoque

argumentativo que obliga a calificar como arbitraria la

resolución impugnada, en tanto -como repara la recurrente-,


la Alzada se despoja de una mínima valoración del ropaje

normativo aplicable en materia de régimen societario a los

fines de determinar que de igual modo el denunciado contaba

con legitimación procesal por coincidir con el Fiscal en

orden a que, en definitiva, Ruiz Moreno era el hijo de la

dueña de la sociedad y accionista, calidad ésta última que,

según admite el propio Magistrado, estaría controvertida en

sede civil.

Asimismo, de los términos del pronunciamiento impugnado,

se evidencia configurado el alegado exceso jurisdiccional

-tal como también advierte el señor Procurador en el punto 31

de su dictamen-, pues el Magistrado de Alzada afirmó de

manera dogmática que la presentación del documento falso no

reunía la “apariencia delictiva” que le asignaba el pretenso

querellante. Mas, en tal cometido, se inmiscuyó en cuestiones

ajenas al objeto impugnativo y en clara contradicción con el

propio temperamento asumido por el Acusador Público, quien,

de acuerdo a lo que surge de las constancias de la causa,

habría efectuado atribución imputativa al denunciado por la

figura delictual referida.

6.2. En ese contexto, tampoco puede dejar de

cuestionarse el segundo extremo sobre el cual el A quo fundó

el rechazo de la constitución de querellante al estimar que

existía una vinculación de los hechos denunciados por el

recurrente y aquéllos que lo tienen como imputado. Pues, tras

criticar la información aportada -a la que calificó de

"pésima calidad"-, brindó apreciaciones en orden al estado de


esa causa, a la actividad procesal de la Acusación

(atribución de cargos, solicitud de medidas cautelares,

entre otras), la que aseguró “no fue desvirtuada” por

López, quien se defendió “sin éxito y sin poder desligarse

de la misma”, por lo que la “situación procesal se

encontraba consolidada”.

Tales consideraciones también merecen su

descalificación

constitucional al demostrarse configurados en el “sub

judice” los agravios de la compareciente, toda vez que el

Juez de Cámara, sin contar con elementos necesarios y

totalmente desenmarcado del análisis que estaba llamado a

realizar, arribó a dicha conclusión desestimatoria mediante

apreciaciones conjeturales, parcializadas y sesgadas

respecto a otro proceso que se encontraba en trámite y que

lo tiene como imputado a López (pretenso querellante),

concluyendo así que el mencionado no podía ostentar

“diferentes roles procesales” en un “mismo contexto

delictivo”, pese a que el pretenso querellante en esta

causa, afirmaba enfáticamente que se trataban de procesos

separados, y que así lo había considerado el Titular de la

acción al llevar a cabo investigaciones autónomas.

7. En consecuencia, cabe anular lo decidido, en tanto

-como se señaló- los reproches de la impugnante encuentran

apoyatura en las constancias de la causa, y permiten

acreditar en el caso la endilgada afectación de garantías

constitucionales.
Lo hasta aquí expuesto resulta suficiente para declarar

la procedencia del recurso de inconstitucionalidad, por lo

que deviene inoficioso el tratamiento de los restantes

agravios invocados por la presentante.

Voto, pues, por la afirmativa.

A la misma cuestión, el señor Ministro doctor Spuler, el

señor Ministro decano doctor Falistocco y el señor Ministro

doctor Netri, expresaron idénticos fundamentos a los

expuestos por el señor Ministro doctor Gutiérrez y votaron en

igual sentido.

A la tercera cuestión, -en consecuencia, ¿qué resolución

corresponde dictar?-, el señor Ministro doctor Gutiérrez

dijo:

Atento el resultado obtenido al tratar la cuestión

anterior, corresponde declarar procedente el recurso

interpuesto y, en consecuencia, anular la resolución

impugnada. Disponer la remisión de los autos al tribunal

subrogante que corresponda a fin de que juzgue nuevamente la

causa conforme las pautas aquí sentadas.

Así voto.

A la misma cuestión, el señor Ministro doctor Spuler, el

señor Ministro decano doctor Falistocco y el señor Ministro

doctor Netri, dijeron que la resolución que se debía adoptar

era la propuesta por el señor Ministro doctor Gutiérrez y así

votaron.

En mérito del acuerdo que antecede, la Corte Suprema de

Justicia de la Provincia RESOLVIÓ: Declarar procedente el


recurso de inconstitucionalidad y, en consecuencia, anular

la resolución impugnada. Remitir los autos al tribunal

subrogante que corresponda a fin de que juzgue nuevamente

la causa conforme las pautas aquí sentadas.

Registrarlo y hacerlo saber.

Con lo que concluyó el acto, firmando el señor

Ministro decano y los señores Ministros, de lo que doy fe.

FALISTOCCO

GUTIÉRREZ NETRI

SPULER

PORTILLA

Tribunal de origen: Juez del Colegio de Jueces

Penales de segunda Instancia, doctor Gentile Bersano.

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