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¿Has escuchado alguno de estos mitos?

1. Con condón no se siente placer


Este mito es falso. Es una de las afirmaciones más usadas en los jóvenes, sin embargo,
el placer sexual no depende del condón, si bien la sensación puede no ser la misma, al
usar condón te proteges y evitas adquirir enfermedades de transmisión sexual.

2. La pastilla del día después es un método para planificar


Falso, la pastilla del día después es un método de emergencia para cuando se tienen
relaciones sexuales sin protección, pero no debe ser usado como un anticonceptivo
permanente ya contiene una carga hormonal alta y si es usado de manera recurrente,
puede dejar de funcionar.

3. Después de los 50 años, ya no hay deseo sexual


Falso, el deseo sexual depende de diferentes factores como los biológicos: relacionados
al estado de salud de las personas, procesos de vida o las características de su cuerpo;
psicológicos: aquí se tiene en cuenta cómo la persona ha vivido su sexualidad, cómo ha
sido su vida su cuerpo; y por último los aspectos socioculturales, pues el entorno influye
en la visión de los sujetos frente al desarrollo sexual. Sin importar la edad hombres y
mujeres deben lograr expresar sus deseos sexuales sin ningún impedimento.

4. Tomar alcohol o emborracharse garantiza tener mejor sexo


Este mito es falso, incluso, puede llegar a dificultar la excitación y el orgasmo. Además,
si ese consumo es crónico es probable que cause otras afectaciones, una de ellas es que
impide la toma consciente de decisiones, como lo es el uso del condón.

5. Con la cantidad de métodos anticonceptivos que existen, las mujeres quedan embarazadas
porque quieren
Este mito es falso. Esta afirmación tiene que ver con la falta de acceso a los métodos
anticonceptivos, también con que ninguno de los métodos es un 100 % efectivo y
muchas veces se hace un uso incorrecto de estos métodos de prevención.

6. Los hombres sienten más deseo sexual que las mujeres


Falso. Se ha comprobado que no existe un mayor deseo sexual en las mujeres u
hombres, pero, lo que sí es cierto es que, culturalmente, el género masculino se ha
podido expresar sin alguna represión, contrario a como se ha visto a las mujeres que
hablan abiertamente de su sexualidad. Es imprescindible cambiar estos micromachismos
para lograr la igualdad entre ambos sexos.

7. La vasectomía y ligadura de trompas causa impotencia y frigidez


Es un mito falso. Con la vasectomía no se causa ningún daño a los vasos sanguíneos que
producen la erección, sin embargo, después de una ligadura de trompas sí puede haber
algunos cambios hormonales.

8. Es malo que los hijos e hijas vean desnudos a sus padres.


Este mito también es falso. El problema es que el cuerpo, al estar atado a la sexualidad,
se ha convertido en un tabú. Expertos recomiendan que los niños desde pequeños
puedan explorar y conocer su cuerpo, pues esto les ayuda a protegerse de cualquier
violencia que pueda ser ejercida en contra de ellos, especialmente la sexual.
9. Masturbarse es malo para la salud y puede causar infertilidad.
Falso. Es una práctica natural de los seres humanos para lograr conocer, explorar y
satisfacer su deseo sexual. Actualmente no existen investigaciones científicas que
demuestren que esta práctica produzca enfermedades físicas o psicológicas.

10. El tamaño del pene importa


Es un mito falso. El hecho de que un pene mida más o menos centímetros no es
relevante para el placer, ya que los puntos eróticos en la vagina no se encuentran en
lugares muy profundos.

A lo largo de la historia de la sexualidad humana se formaron tabúes sobre el sexo y la


sexualidad que nadie sabe de dónde surgieron, pero por alguna razón todo el mundo conoce y
repite. Tienen pretensiones de ser verdades, sin embargo, no son ciertos y no tienen validez
científica.

Se conocen como mitos sexuales y como el juego del teléfono descompuesto (o roto según el
país), la información termina toda enredada y en muchos casos condiciona las vidas sexuales
de muchas personas.

Los mitos, en ocasiones, se convierten así en prejuicios y concepciones que nublan la realidad,
considerándose como correctos, tapando y escondiéndola. Esto puede generar conductas de
riesgo, asumiéndolas como conductas habituales y pueden incidir negativamente en la salud
sexual, así como, en casos extremos, generar daños contra la integridad física y moral.

En el caso de la sexualidad pueden tener el mismo efecto, incluso afectando a la vivencia de


nuestra propia sexualidad y viviéndola una manera prohibida bajo falsas creencias como:

“Solo se masturba la gente solitaria, aislada o inadecuada”.

“La masturbación produce esterilidad, impotencia y anorgasmia”.

“El hombre siempre está preparado para una relación sexual”.

“El hombre siempre debe tomar la iniciativa en las relaciones sexuales”.

“Las relaciones sexuales son sinónimo de coito”.

“Si hay masturbación estando casados o con pareja es que hay conflictos sexuales en la
pareja”.

“La sexualidad es algo natural, no se debe hablar de ello”.

“Cualquier hombre debe saber cómo satisfacer sexualmente a una mujer”.

“Si dos personas se aman deben saber cómo satisfacerse mutuamente sexualmente”.
“La sexualidad no es para viejos”.

“Las personas enfermas no desean mantener relaciones sexuales”.

“El tamaño del pene sí importa”.

“Si no hay erección no puede haber sexo”.

“La mujer que lleva la iniciativa sexualmente es una “fresca”.

Es importante combatir estos mitos con una información clara y accesible para todos y todas,
con una educación afectivo-sexual que transmita esta información y conocimiento para vivir la
sexualidad de una manera sana, responsable y placentera.

Verdades que es necesario decir para disfrutar de una sexualidad sana y responsable:

Los hombres y las mujeres somos seres humanos sexuados.

No se sabe dónde está el límite entre normal y anormal.

En sexualidad, nadie lo sabe todo.

El objetivo de la sexualidad es el cultivo de las diferencias sexuales.

El tamaño de los genitales no influye en el placer sexual.

Es infantil decir que la mujer es una sinvergüenza cuando manifiesta su deseo erótico.

Es un error creer que cuanto más veces se eyacule más rica y vigorosa es la sexualidad de un
hombre.

Es un error creer que el hombre debe ser más activo y la mujer más pasiva en las relaciones
sexuales.

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