Download as pdf or txt
Download as pdf or txt
You are on page 1of 26

EL CAMINO DE REGRESO AL HOGAR

El camino de la práctica no es fácil ni difícil. Si lo buscas,


quizás no lo encuentres, si no lo buscas, jamás lo
encontrarás…

LOS DIEZ SANRIKI JARAMILLO Y CATHERINE JAO


Textos Ilustraciones

CUADROS DEL
BOYERO
Una versión contemporánea
A Vampi,
el pequeño murciélago con un ala herida
al que pudimos acompañar por unos días
antes de morir, por todo el amor y compasión
que nos supo dar.

1
PRESENTACIÓN

Desde hace muchos años, inspirado y maravillado por las ilustraciones y los
textos que acompañaban la serie conocida como LOS DIEZ CUADROS DEL
BOYERO, siempre quise escribir una versión contemporánea, dirigida a
nuestra sensibilidad moderna. Al conocer por Internet las hermosas
ilustraciones de la artista chino-filipina Catherine C. Jao, finalmente me animé
a hacerlas.
Este es el resultado comparativo de nuestro trabajo moderno con una de las
versiones antiguas más populares, la que tiene los versos de Kuòān Shīyuǎn y
las ilustraciones atribuidas a Tenshō Shūbun que aparece en Wikipedia.

Sanriki Jaramillo

Ermita Corazón Vacío (Mu Shin), Rionegro (Colombia),


enero 2 de 2015

2
LOS DIEZ TOROS
(POR TOKURIKI TOMIKI CHIRO, 1902 – 99)

HISTORIA
El ternero, toro o buey es una de las semejanzas más antiguas usadas para comparar con la
práctica de meditación. Tiene su origen en el Maha Gopalaka Sutta (Majjhima Nikaya 33).
También aparece en los comentarios, especialmente en el Maha Satipahna Sutta (Digha
Nikaya 22) y en el Satipahna Sutta (Majjhima Nikaya 10). Con la difusión del budismo a
través del sudeste asiático, la semejanza del toro también se propagó.
La muy conocidas diez imágenes del pastoreo del buey aparecieron en China en el siglo XII.
D. T. Suzuki menciona cuatro versiones chinas de Las imágenes del pastoreo del buey, la de
Ching-chu (siglo 11, Seikyo, en jp.), la de Tzu-te (1090-1159, Jitoku en jp.), la de un autor
desconocido y la de Kuòān Shīyuǎn (siglo XII, Kaku-an en jp.) La más conocida de estas es la
versión de Kuòān Shīyuǎn.

Probablemente la primera serie fue hecha por Ching-chu (清居, en Jp. Seikyo; siglo XI),
quien fue contemporáneo de Kuòān Shīyuǎn. En la versión de Ching-chu solo se usaron
cinco imágenes y los colores del buey cambian de oscuro a blanco, representando el
desarrollo gradual del practicante, terminado con la desaparición del mismo.

Tzu-te Hui (自得慧暉, Zide Huihui, en jp. Jitoku; 1090-1159) hizo una versión con seis
imágenes. La sexta va más allá del estado del Vacío absoluto, con el que termina la versión
de Ching-chu. Del mismo modo que en la versión de Ching-chu, el buey se va blanqueando
a lo largo de la vía.
Una tercera versión de un autor desconocido, con diez imágenes, fue la más popular en
China. Corresponde a la serie de imágenes como las de Ching-chu y Tzu-te Hui y es una
serie un poco diferente comparada con la versión de Kuòān Shīyuǎn. La edición de 1585
contiene un prefacio de Chu-hung y tiene diez imágenes, cada una de las cuales está
precedida por un poema de Pu-ming del que Chu-hung no suministra ninguna información.
En esta versión también el color del buey cambia de oscuro a blanco.
La versión más conocida de las imágenes del pastoreo del buey fue dibujada en el siglo XII
por el maestro chino rinzai Kuòān Shīyuǎn (廓庵師遠, en jp. Kaku-an Shi-en), quien
también escribió los poemas de respaldo y las palabras de introducción a las imágenes. En
la versión de Kuòān Shīyuǎn no hay un proceso de blanqueamiento y su serie tampoco

3
termina en el simple vacío o verdad absoluta, sino que muestra el retorno al mundo,
representado por Putai, el Buddha sonriente. Según Chi Kwang Sunim, estas imágenes
también pueden representar una interpretación del budismo Zen de Los Diez Bhumis del
Bodhisattvas, los diez estados del camino del Bodhisattva.
En Japón, la versión Kuòān Shīyuǎn alcanzó una gran circulación, la más antigua
probablemente fue en el siglo XV. Comenzaron a ser ampliamente conocidas en Occidente
después de su inclusión en 1957 en el libro Zen Flesh, Zen Bones: A Collection of Zen and
Pre-Zen Writings (Carne Zen, Huesos Zen: Una colección de textos zen y pre-zen), de Paul
Reps y Nyogen Senzaki.

Liaoan Qingyu (了菴清欲, en jp. Ryōan Seiyoku; 1288-1363) hizo otra versión con cinco
imágenes.
En la versión coloreada, los versos son de Kuòān Shīyuǎn, traducidos al inglés por Senzaki
Nyogen (千崎如幻) (1876–1958) y Paul Reps (1895-1990); y las imágenes tradicionalmente
son atribuidas a Tenshō Shūbun (天章周文; 1414-1463). Las versiones en español fueron
hechas por Sanriki Jaramillo.

4
1. En busca del Buey
En los pastizales del mundo
empujo sin descanso las altas hierbas
en busca del Buey.
Por ríos de nombres desconocidos,
perdido entre la red
de caminos en las montañas lejanas.
Agotada mi fuerza y sin energía, no soy capaz de encontrar al Buey.

5
1. En busca del Toro

Pálido, confuso, ansioso,


busco y busco,
sin saber qué es lo que quiero.
¿Qué me hace falta, qué se me ha perdido?
Las nubes blancas se acumulan en las montañas,
la noche azul envuelve la ciudad.
Solo y triste camino en medio de la multitud.

6
2. Descubrir las Huellas
En las orillas del río, bajo los árboles
he descubierto huellas.
Incluso entre las fragantes hierbas
veo su rastro.
Se encuentra en lo profundo de las remotas montañas.
Estas huellas no pueden esconder más
que la propia nariz, mirando hacia el cielo.

7
2. Descubrir las huellas

Bajo los árboles, en la avenida,


al lado de los carros y los andenes llenos de peatones
resplandecen las huellas…
Sigo su rastro por el sendero de las hormigas
o en la risa de los niños en el parque.
¡Brillan por todas partes!
¿Cómo tapar el sol con las manos?

8
3. Percibir el Toro
Escucho el canto del ruiseñor
Un cálido sol, una suave brisa,
los sauces verdes en la orilla del río -
¡Aquí no hay Buey que pueda esconderse!
¿Qué artista puede dibujar esa enorme cabeza,
esos cuernos majestuosos?

9
3. Percibir el Toro
En los ojos rojos de un anciano carbonero casi sordo,
en la suave y corta pelambre de un murciélago herido,
en las lenguas de fuego de un incendio forestal…
No hay lugar donde pueda esconderse.
¿Quién puede describir su asombroso cuerpo
y la firme y oscura piel que lo cubre?

10
4. Atrapar al Toro
Atraparlo es una lucha terrible.
Su enorme voluntad y poder
son inagotables
Embiste hacia las altas mesetas
por encima de las nubes y la niebla
o se detiene en una cañada impenetrable.

11
4. Atrapar al Toro
Se resiste, salta, huye,
se esconde…
La lucha es terrible, constante.
Con su poder inagotable,
hoy hala hacia el amor y el gozo, mañana
hacia la tristeza y el odio.
Nunca deja de resistirse,
nunca permanece en paz…

12
5. La doma del Toro
Látigo y cuerdas son necesarios,
de lo contrario podría extraviarse
por los caminos polvorientos.
Al ser bien entrenado, naturalmente
llega a ser dócil y suave.
Entonces obedecerá a su amo, sin restricciones.

13
5. La doma del Toro

Seducido por los placeres y las distracciones del mundo,


si no se mantiene asido firmemente,
rápido corre a perderse.
Para entrenarlo es necesario
un corazón generoso y una mano fuerte.
Sólo así llegará a ser dócil y suave
y seguirá a su amo mansamente.

14
6. De regreso al hogar sobre el Toro
Montado sobre el Buey
lentamente regreso al hogar.
La voz de mi flauta da el tono
a lo largo de la noche.
Midiendo con los golpes de mis dedos
la armonía pulsante
dirijo el ritmo interminable.
Cualquiera que escuche esta melodía
se unirá a mí.

15
6. De regreso al hogar sobre el Toro

Este cuerpo oscuro ha empezado a blanquearse;


lentamente comienzo a descubrir el camino
de regreso al hogar original.
Montado sobre mí mismo, en silencio y quietud,
este cuerpo es la fuente de hermosas melodías
y ritmos inagotables.
Cualquiera que las escuche
sabrá que no hay yo ni hay tú.

16
7. Trascender el Toro
A horcajadas sobre el buey, llego a casa.
Estoy en paz. También el Buey puede descansar.
El amanecer ha llegado. Alegre y dichoso
reposo en mi choza de techo de paja.
He abandonado el látigo y las sogas.

17
7. Trascender el Toro

Con las piernas cruzadas y la espalda recta,


sentado sobre el zafú1:
¡He regresado al hogar!
Este cuerpo y esta mente pueden permanecer en paz.
¡Amanece! Alegre y dichoso
reposo en mi cabaña de madera en el bosque.
¿Para qué sirven sogas y látigos?

1
Zafú: cojín negro usado para zazen (meditación sentado)
18
8. El Toro y el Yo ambos trascendidos.
Látigo, soga, persona y Buey -
todo fundido en el Vacío.
Este cielo es tan vasto,
que ningún mensaje puede mancharlo.
¿Cómo puede sobrevivir un copo de nieve
en medio de un voraz incendio?
Aquí están las huellas
de los Ancestros.

19
8. El Toro y el Yo ambos trascendidos.
Ni yo ni otro, ni Toro ni camino;
sogas, látigo, mente, cuerpo… todo es Vacío.
Ni una sola nube en la vasta inmensidad
de la Mente naturalmente sin manchas.
Si desde el principio sin principio
no hay discriminación,
¿dónde entonces se puede acumular el polvo?
¿Cuál si no ésta es la huella de los Ancestros?

20
9. El retorno a la Fuente
Muchos pasos se han dado para volver
a la raíz y a la fuente.
¡Mejor haber sido ciego y sordo
desde el principio!
Habitar en la propia morada verdadera
indiferente a los pros y a los contras -
El río fluye tranquilamente
y las flores son rojas.

21
9. El retorno a la Fuente
Cuántas caídas, cuántas dudas y cavilaciones…
Este camino no ha sido más que una larga sucesión de errores.
¿Hubiera sido mejor haber nacido sordo y ciego?
Vivir en el propio hogar
indiferente a las opiniones y a los juicios.
Las aguas de los numerosos ríos
corren sin prisa hacia un mismo Océano
— cada cual por su propio cauce.
Blancas y rosadas las flores de los carboneros
y los suribios.

22
10. De regreso al mundo social
Descalzo y con el pecho desnudo
me mezclo con la gente del mundo.
Mis ropajes están andrajosos y llenos de polvo,
pero siempre estoy dichoso.
No hago uso de poderes mágicos para prolongar mi vida.
Ahora, ante mis ojos, los árboles muertos
retoñan de nuevo.

23
10. De regreso al mundo social
Con las manos llenas y el corazón rebosante de dones
se pasea por las calles repletas con las multitudes.
Imperceptible, viste, come y habla con moderación.
Los que lo ven, sienten la paz y la alegría
que irradia su presencia.
No se aleja, no rechaza, no critica…
Con ecuanimidad, compasión y amor inagotables
ayuda siempre a los que sufren.
Este mundo y no otro es la Tierra Pura de Buda.

24
Las imágenes y textos de la versión tradicional fueron tomados de Internet de:
https://en.wikipedia.org/wiki/Ten_Bulls
Y las imágenes en sumi-e de: http://catherinejao.deviantart.com/gallery/?offset=48

25

You might also like