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Judas Estudio Dela C
Judas Estudio Dela C
Para detectar
a los falsos maestros
Julio C. Benítez
Manual Bíblico para detectar a los falsos maestros.
Autor: Julio C. Benítez
Medellín, Septiembre 2011
jcbbenitez@hotmail,com
Para la contraportada:
Si en el primer siglo de la era cristiana hubo falsos maestros y falsos
profetas que entraban encubiertamente a las iglesias de Cristo
¿Será que los habrá hoy? ¿Cómo podremos identificarlos? ¿Cuáles
son sus comunes características? ¿Podemos y debemos
combatirlos? ¿De qué manera los denunciamos? ¿Cuál es el peligro
que ellos representan para la Iglesia de Cristo si no los
denunciamos? ¿Qué les espera a los falsos profetas y a los que
siguen sus nefastas doctrinas?
Estas y otras preguntas relacionadas con los falsos maestros son
respondidas de manera contundente y concisa en la carta de Judas.
Estudiemos esta corta pero profunda y pertinente epístola, con el fin
de aprender a contender por la fe bíblica en medio de un siglo
invadido por las falsas doctrinas, los falsos pastores y los falsos
apóstoles que pululan por doquier.
TABLA DE CONTENIDO
Contenido
TABLA DE CONTENIDO
Introducción:
Característica espiritual de los que luchan vigorosamente por la
doctrina.
Contender por la fe: Una urgencia inaplazable
Características de los falsos maestros y las falsas doctrinas (Parte
1)
Características de los falsos maestros y las falsas doctrinas (Parte
2)
Advertencias contra los que promueven y siguen las falsas
doctrinas:
El ejemplo de los Israelitas.
Advertencias contra los que promueven y siguen las falsas
doctrinas:
El ejemplo de los ángeles que pecaron.
Advertencias contra los que promueven y siguen las falsas
doctrinas:
El ejemplo de las ciudades que pecaron.
Cuidado con los soñadores:
Actividades de los falsos maestros
Ignorancia de los falsos maestros:
El evangelio sensual
Juicio de maldición sobre diferentes clases de falsos maestros:
El camino de Caín: Los que pervierten la adoración por su corazón
impío y malvado.
Juicio de maldición sobre diferentes clases de falsos maestros:
El Error de Balaam: Los que pervierten la doctrina por su corazón
codicioso
Judas 11 (Segunda parte)
Juicio de maldición sobre diferentes clases de falsos maestros:
La contradicción de Coré: Los que pervierten el orden y la
tranquilidad de la iglesia por amor al poder y la posición
Judas 11 (Tercera parte)
Peligros que acarrean los falsos maestros:
Seis metáforas que advierten de consecuencias desastrosas
El día del juicio vendrá
El camino para convertirse en un falso profeta
Profecías apostólicas frente a los falsos profetas
Responsabilidades de los que luchan vigorosamente por la doctrina
La constante edificación
Responsabilidades de los que luchan vigorosamente por la doctrina
La constante oración en el Espíritu Santo
Responsabilidades de los que luchan vigorosamente por la doctrina
La constante conservación en el amor de Dios
Responsabilidades de los que luchan vigorosamente por la doctrina
La constante espera en la misericordia divina
Responsabilidades de los que luchan vigorosamente por la doctrina
Tres actos misericordiosos
La poderosa seguridad de los hijos de Dios: Un canto de adoración
Introducción:
La vida cristiana es un caminar por en medio del desierto de este
mundo, en el cual, al igual que el peregrinaje de Israel rumbo a
Canaán, encontraremos gigantes, fieros enemigos, incredulidad,
deseos de regresar a Egipto, es decir, de regresar al mundo; falsos
profetas como Balaam que buscarán maldecir al pueblo para que no
prospere en el camino que el Señor le ha demarcado.
La historia del pueblo del Señor ha sido una historia de luchas y
contiendas, porque, como dice Pedro, tenemos a un adversario, el
diablo, quien como león rugiente anda buscando a quién devorar (1
Pedro 5:8).
Adán y Eva fueron creados para vivir en comunión perfecta con su
Dios, pero, muy pronto que ellos son puestos en el paraíso, Satanás
les insinúa la rebelión contra la Palabra de Dios, mostrándoles de
manera engañosa los buenos y codiciables frutos que generaría
dicha desobediencia, entrando así el pecado en el mundo bueno
que había creado el Señor.
Los hijos de Dios, es decir, los hijos de la línea de la fe, de la línea
de la salvación, son atrapados por el engaño de la belleza de las
hijas de los hombres, es decir, la línea de la rebelión y la
desobediencia; de manera que en esta mezcla el pueblo del Señor
se ve grandemente afectado, y el engaño y la desobediencia se
generalizan en el mundo, por lo cual Dios envía el diluvio para
castigar a esa generación perversa.
A pesar del renovado inicio que se da con Noé y sus hijos, de nuevo
la maldad, el engaño y el pecado asedian al pueblo de Dios tratando
siempre de conducirlos a una rebeldía flagrante contra el creador.
El resto de la historia bíblica, y de la historia universal, es testigo de
cómo el pueblo del Señor, el pueblo escogido, es atrapado una y
otra vez por las mentiras de Satanás, entrando en períodos de
decadencia espiritual, de manera que se aparten del Dios vivo.
Israel sufrió mucho como consecuencia de los falsos profetas, pues,
estos no sólo hablaban falsamente en nombre de Dios para conducir
al pueblo hacia la apostasía, sino que lo hacían de una manera tan
convincente y atrayente, que la mayoría del pueblo seguía tras sus
mentiras.
A pesar de que el Señor, una y otra vez, les daba indicaciones de
cómo detectar a los falsos profetas o maestros, el pueblo fácilmente
se dejaba engañar por ellos, pues, los falsos maestros o profetas
siempre hablaron lo que era agradable a los oídos pecaminosos de
ellos.
Cuando Cristo viene a este mundo trae el mensaje final de la
revelación divina, a través del cual el hombre puede encontrar el
camino de reconciliación con Dios. Jesús mismo es la revelación
encarnada del Padre. De manera que los discípulos pueden ver con
claridad esa verdad que les hará libres.
No obstante de tener una revelación más clara y final, Jesús advirtió
a sus discípulos que tuvieran cuidado con los fasos pastores,
profetas o maestros, porque Satanás no se quedará tranquilo, a
pesar de la derrota que recibió por la obra de Cristo.
Jesús advierte a sus seguidores en Mateo 7:15 “Guardaos de los
falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero
por dentro son lobos rapaces”, luego, hablando de lo que
caracterizará a los tiempos del fin dice que “... muchos falsos
profetas se levantarán y engañarán a muchos” (Mt. 24:11).
Jesús conoce la astucia de los falsos maestros y sabe que estos
cuentan con el respaldo del principal engañador, es decir, Satanás,
siendo así que estos falsos maestros o falsos profetas “...harán
grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere
posible, aun a los escogidos” (Mt. 24:24).
Muy poco tiempo después de la ascensión de Jesús a los cielos,
cuando la iglesia apostólica estaba aún en su etapa infantil, los
falsos profetas o falsos maestros hacen su aparición. Ellos se
presentaban con la misma apariencia que siempre los ha
caracterizado: Como seres de luz, como personas interesadas en el
bienestar de sus oyentes, como mensajeros celestiales; engañando
con sus obras y señales mentirosas, hablando adulaciones y
lisonjas con el fin de atrapar a los hombres y mujeres amantes de sí
mismos.
De allí que los apóstoles y los escritores del Nuevo Testamento
consideren de suma importancia advertir a la iglesia en cómo
detectar a un falso pastor, a un falso profeta, a un falso apóstol, a un
falso maestro, a una falsa doctrina.
Pues, aunque ellos cuenten con muy buena capacidad para
engañar, porque hablan conforme a los deseos del corazón humano,
no obstante, ellos no podrán ocultar su verdadero carácter; la
podredumbre que llevan por dentro es tal, que un cristiano puede
agudizar su olfato para oler la corrupción pecaminosa que les
caracteriza.
La epístola de Judas, aunque nos es la carta mas estudiada del
Nuevo Testamento, fue escrita con el fin de ayudar a los creyentes a
detectar el carácter moral y espiritual de los falsos maestros que
entran encubiertamente a la cristiandad.
Analicemos con pasión y profundidad el contenido de esta lacónica
y casi desconocida carta, pues, su contenido tiene gran relevancia
para la situación de la iglesia cristiana evangélica en la
Latinoamérica del siglo XXI, pues, muchos falsos maestros han
permeado las iglesias con el fin de engañar, seducir y atrapar en sus
doctrinas erróneas.
Característica espiritual de los que
luchan vigorosamente por la doctrina.
v. 1-2
En los versículos 1 al 2 Judas saluda a los lectores, identificándose
él mismo como siervo de Jesucristo y hermano de Jacobo. Luego
identifica a los lectores o receptores de la carta como los que son
amados por Dios el Padre, guardados por Jesucristo y llamados a la
salvación. Y a estos, el autor de la carta les desea abundancia de
misericordia, paz y amor. Inmediatamente el escritor inicia su
lacónico pero profundo discurso, diciendo a los lectores que ha
deseado intensamente escribirles respecto a la salvación que ellos
tienen en común, y ahora ha llegado el momento de hacerlo, pues,
hay poderosas razones para ello: Los falsos maestros, a los cuales
él denomina como impíos, se han infiltrado en la iglesia, lo cual hace
necesario que los creyentes, receptores de la carta, luchen con vigor
y esfuerzo por la fe que ha sido dada una vez a los santos.
En esta sesión analizaremos el mensaje de Judas en sus dos
primeros versículos. En este pasaje presenta las características
espirituales de los que luchan vigorosamente por la doctrina bíblica:
3. Poderosa razón de luchar por la fe. “... por la fe que ha sido una
vez dada a los santos.”
La doctrina bíblica no es una doctrina que cambia de tanto en tanto,
amoldándose a las filosofías de la época. No, Judas dice que fue
dada una sola vez a los santos, es decir, que fue transmitida una
vez por todas (hapax paradotheisëi)[5].
La fe cristiana es un depósito sagrado que Dios encargó a la Iglesia
de todos los tiempos para que lo transmitieran de manera fiel a las
siguientes generaciones, este depósito es la revelación escrita, es
decir, las Sagradas Escrituras, las cuales deben ser estudiadas,
explicadas y aplicadas tal y como fueron entregadas a través de los
profetas y apóstoles autorizados. Esta sagrada doctrina tiene
enseñanzas y aplicaciones para los hombres de todas las
generaciones.
El adverbio hápax, que significa “de una vez por todas” da a
entender que estas verdades doctrinales “son inmutables: no se
pueden alterar, no se les puede quitar ni añadir...”[6].
Parece que la iglesia del primer siglo estaba siendo afectada por
falsos profetas que pretendían recibir revelaciones del Espíritu
Santo adicionales a lo que el Señor había hablado una vez por
todas a través de los profetas y apóstoles autorizados. Pero este ha
sido siempre un peligro latente en la cristiandad. De vez en cuando
se levantan algunos hombres, o mujeres que dicen estar recibiendo
revelaciones directamente del cielo, los cuales pretenden escuchar
directamente la voz de Dios.
Pero debemos tener cuidado con esa clase de personas, pues, lo
que Judas está diciendo aquí es que la falsa doctrina siempre está
relacionada con estas pretendidas revelaciones nuevas o
adicionales que algunas gentes dicen estar recibiendo.
La doctrina, la fe, todo lo que necesitamos para ser “... perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra” nos ha sido dado a
través del depósito sagrado al cual llamamos la Santa Biblia.
Las sectas que han surgido dentro de la cristiandad siempre han
estado asociadas con las “nuevas revelaciones” o las voces que
algunos pretenden escuchar directamente del cielo.
En el siglo II de la era cristiana, un pagano llamado Montano se
convierte al cristianismo, y luego de ser bautizado, se une a dos
supuestas profetizas, y diciendo que ha empezado un nuevo
pentecostés, una nueva era del Espíritu Santo, empieza a enseñar
falsas doctrinas, supuestamente reveladas directamente por Dios a
él y a sus profetizas. La iglesia del primer siglo había sido bendecida
por los carismas o dones sobrenaturales de revelación del Espíritu
Santo, pero estos habían cesado, la iglesia ya no requería más de
estos dones espectaculares, porque ahora tenían la relevación, el
depósito de la fe completo, ya la fe había sido dada una vez a los
santos.
No obstante, Montano pretende recuperar estos dones cesados, e
inicia un movimiento sectario. Él decía que el Señor regresaría por
su iglesia en ese mismo siglo e instalaría a la Jerusalén celestial en
la ciudad de Pepuza.
Esto mismo sucedió con los testigos de Jehová, los mormones y los
adventistas, los cuales pretendieron recibir revelaciones adicionales
a la que fue dada una vez para siempre a través de las Sagradas
Escrituras, y el resultado fue el error, el engaño, lo falso, una secta.
Debemos luchar con agonía por la pureza de la fe, porque ella es un
depósito sagrado que no puede ser cambiado.
La Iglesia del primer siglo lo entendió así, de manera que ellos sólo
estudian la doctrina apostólica:
Siendo que sólo tenemos una fuente de doctrina, una fuente segura
y sin error, entonces debemos mantenernos firmes en ella,
estudiando las Sagradas Escrituras, escudriñándolas, como ordenó
Jesús, de manera que no nos apartemos de ella, ni a diestra ni a
siniestra. Que no sigamos el error de los que pretenden recibir
revelaciones adicionales.
Siendo que esta fe es un depósito sagrado del cual mana la vida, la
verdadera libertad y el perdón de nuestros pecados, entonces
luchemos sin descanso para que esta verdad sea conocida por
todos.
Introducción:
La historia de la humanidad es testigo de las luchas y conflictos que
se presentan entre personas, culturas, sociedades y naciones. Los
intereses de las personas, reinos o naciones, en ocasiones les
conducen a desatar guerras o luchas con el fin de mantener la
hegemonía o no permitir el ser subyugados por otros.
En nuestra época hemos sido testigos de las guerras entre
movimientos políticos opuestos, pero de manera especial hoy se
desatan fieras competencias entre las grandes empresas
multinacionales, las cuales buscan mantener o incrementar su
posición en los mercados.
Aunque algunas guerras fueron ganadas a través de la fiera batalla
cuerpo a cuerpo, es una realidad que muchas otras fueron ganadas
de manera sigilosa, permeando al enemigo, entrando sigilosamente
a través de espías, a través de filosofías que poco a poco dañaban
o convertían a las personas hacia los fines de los contrincantes.
Introducirse en medio del terreno enemigo, de manera sigilosa, es
una táctica que los enemigos han usado para derrocar a naciones,
imperios y empresas.
La Iglesia de Cristo libra una batalla crucial contra el mal. El
enemigo de las almas no cesa de rodear a la iglesia para hacerla
desfallecer y conducir a los creyentes a una vida espiritual mediocre,
sin vida. Satanás busca dañar nuestro testimonio cristiano, con lo
cual hace mucho daño al avance del evangelio.
Siendo que estamos en un campo de batalla, donde el enemigo usa
toda clase de estrategias, es nuestro deber estar alertas a sus
astucias.
El enemigo de la iglesia es muy astuto, él no escatima esfuerzo
alguno para hacer daño.
Él sabe que los daños más grandes causados a la iglesia no
provienen de afuera, de los enemigos externos, sino de dentro. Los
grandes escándalos de los líderes de las iglesias han sido los
instrumentos afilados que Satanás usa para dañar la poca fe de los
que están iniciando la vida cristiana.
Judas, en el versículo 4, da una descripción de los enemigos que la
iglesia tiene dentro de ella, y estos son mas peligrosos que aquellas
personas que de manera abierta y franca se levantan en su contra.
El Señor nos ayude a conocer estas características de los falsos
maestros, de manera que huyamos de ellos, denunciando su
falsedad para que el resto no siga sus nefastas y mortales pisadas.
Introducción:
Una religión sin demandas morales suena absurdo, pues, por lo
general, todas las religiones demandan algo de sus fieles
seguidores. Algunas exigen obediencia a algún código de santidad,
otras demandan sacrificios abundantes, entre otros.
Pero, ninguna religión, excepto el cristianismo, tiene la doctrina de
un Dios santo como el que se manifiesta en la Biblia. Aunque todas
las religiones consideran a sus dioses como un ser benigno o santo,
si damos una revisión exhaustiva a lo que estas consideran son las
acciones de sus dioses, encontraremos muchos pecados y
debilidades humanas en ellos. Los dioses paganos le eran infieles a
sus esposas, actuaban de manera parcializada para ayudar a
algunos, cometían barbaries, o decían cosas absurdas y ridículas.
El único Dios que se presenta como la suma de la santidad y que es
completamente justo en sus acciones es el Dios de la Biblia. Vive
rodeado de santidad y todo lo que piensa o hace es conforme a su
atributo de la santidad.
Todas las desviaciones doctrinales que se han dado dentro del
cristianismo, buscan, de una u otra manera, desfigurar la doctrina de
la santidad, pues, en el fondo, esa es una de las doctrinas contra las
cuales mas lucha nuestra naturaleza pecaminosa.
Sería muy agradable a nuestra carne el tener a un Dios lleno de
amor y misericordia, pero débil en sus exigencias de santidad; un
Dios todopoderoso al cual yo me pueda acercar de cualquier
manera. Un Dios complaciente pero poco exigente.
Podemos encontrar en las Escrituras algunas maneras de cómo se
puede armar un cristianismo falso que conduce al infierno, un
cristianismo complaciente con nuestro pecado pero abundante en el
amor del Señor para con nosotros:
Profesar amor al Señor, sin tener que guardar sus
mandamientos. (Juan 14:15 “Si me amáis, guardad mis
mandamientos”)
Pecando abundantemente para que la gracia sobreabunde en
nosotros. (Rom. 6:1 “¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el
pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera.”)
Amando al dinero, las riquezas y los bienes de este mundo,
porque somos hijos del Rey. (1 Juan 2:15 “No améis al mundo, ni
las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor
del Padre no está en él” “Porque raíz de todos los males es el amor
al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y
fueron traspasados de muchos dolores” (1 Tim. 6:10)
Pero, hay otro extremo. Los que hablan muy poco de santidad. Los
antinomianos, los que están en contra de la Ley santa del Señor.
Ellos dicen que estamos en la época de la gracia y ahora no hay
mandamientos que obedecer, ahora sólo debemos amar, amar y
amar. El cristianismo debe ser la expresión pura del amor a Dios y al
prójimo, lo cual involucra el ser santos, así como nuestro Dios que
nos salvó es santo. (1 Pedro 1:16).
Hoy día los movimientos neocarismáticos de la prosperidad y la
sanidad divina, enfatizan el bienestar material, físico y emocional. La
verdadera santidad para ellos consiste en que te sientas bien, en
que te sientas como un hijo del Rey, como dueño y señor del
mundo. El pecado, del cual poco se habla en estas sectas, es visto
simplemente como la fuente de la pobreza y la enfermedad, pero
nunca se ve como una afrenta al Santo Dios, porque estos falsos
maestros no están interesados en enseñar acerca de la santidad de
Dios, de su ira o de su justicia. El énfasis está en el amor de Dios.
Ellos han creado su propio dios, un dios de puro y sólo amor. La ira
de Dios, la santidad de Dios, la justicia de Dios, el juicio de Dios, son
atributos que no están presentes en el dios que ha resultado de sus
imaginaciones perversas.
El resultado de este énfasis en el amor de Dios, es una doctrina que
permite de manera implícita, la entrega al pecado, pues, al fin y al
cabo, somos hijos del rey y contamos sólo con su amor. Este dios
desfigurado produce un cristianismo desfigurado.
Hace poco tiempo empezó el movimiento apostólico dentro de la
iglesia, por cierto, un elemento más que se añade a la falsedad de
nuestro cristianismo actual. Estos apóstoles se creen una casta
especial. Son los ungidos y tienen supuesta autoridad sobre el resto
de la iglesia. Casi se igualan a los 12 escogidos por Cristo, con la
diferencia que los verdaderos apóstoles estaban para servir a los
santos, y los falsos apóstoles de hoy están para ser servidos por los
creyentes.
Siendo esto una desviación doctrinal, no tardó en producir los frutos
de maldad que caracterizan a toda falsa doctrina. Muchos de estos
apóstoles han estado envueltos en pecados sexuales terribles, pero
luego de adulterar y cometer inmoralidad sexual, y ser enviados
durante un corto de tiempo a otros países, regresan a sus iglesias
con títulos apostólicos y sorprendentemente con más “unción y
poder”, recibiendo mayor aclamación de sus incautos súbditos.
Introducción:
La vida está llena de muchas carreras y metas, por cierto, todos los
seres humanos un día debemos tomar la decisión de iniciar alguna
carrera, sea ésta el matrimonio, estudios, una empresa, una misión,
entre otros. Aunque algunas carreras nos producen cierto temor
porque no sabemos cómo nos irá en ella, la verdad es que muchas
veces iniciamos presurosos y con entusiasmo caminos y empresas
pensando que llegaremos al final. Pero lo importante no es iniciar la
carrera sino correrla y llegar a la meta. Algunos inician muchas
carreras y no logran terminar con satisfacción ninguna de ellas, esto
es frustrante.
Judas, el autor de la carta que estamos estudiando, está interesado
en que los lectores de su escrito, miembros de una iglesia cristiana,
logren terminar bien su carrera. Ellos se encuentran en un grave
peligro espiritual debido a la maléfica influencia de teólogos,
pastores y profetas liberales que han tergiversado la doctrina bíblica,
acomodándola a su propio gusto y tornándola atractiva para la
mente pecaminosa.
Esta caótica situación ha provocado en el pastor Judas la reacción
normal de un siervo del Señor que reconoce su enorme
responsabilidad en cuidar las ovejas que el Pastor de pastores le ha
encomendado.
Luego de dar una descripción del carácter y doctrina de los falsos
maestros, procede a presentar tres ejemplos tomados del Antiguo
Testamento, los cuales se convierten en una firme advertencia para
todos los miembros de las iglesias locales que corrompen la doctrina
o que siguen a estos seudo-maestros, porque no solo los falsos
pastores serán juzgados, sino también los creyentes que siguen sus
disoluciones.
Judas presenta, como testimonios históricos de lo que Dios hace
con los rebeldes y sectarios, tres casos tomados del Antiguo
Testamento:
2. Un abandono pecaminoso.
“Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que
abandonaron su propia morada...”
Algunos ángeles creados por Dios decidieron rebelarse contra el
creador, y fueron arrojados de los cielos. A estos ángeles les
llamamos hoy: ángeles malos. No sabemos realmente cuál fue su
pecado, pero Judas los describe como no guardando su posición de
autoridad y abandonando su propia morada.
Desde tiempos antiguos se tejió la teoría de que estos ángeles
abandonaron su propia morada espiritual y bajaron a la tierra a
buscar mujeres para tomarlas como esposas. El libro apócrifo de 1
Enoc aboga por esta interpretación de Génesis 6. Pero luego, la
iglesia abandonó esta teoría al considerar que Jesús se opone a la
posibilidad de que los ángeles puedan casarse.
Leamos el relato de Génesis 6. “Aconteció que cuando comenzaron
los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron
hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran
hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. Había
gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se
llegaron los Hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les
engendraron hijos”. (6:1-2, 4).
Una primera pregunta que debemos hacernos es ¿Quiénes son los
hijos de Dios mencionados en el texto? Algunos creen que se refiere
a los ángeles, pues, en Job 1:6; 2:1 y 38:7 se les llama hijo de Dios.
Pero no solo a los ángeles se les da esa designación, pues, a los
creyentes, los hombres de la línea de la fe también se les llama
hijos. (Det. 32:5; 73:15; Oseas 1:10; Juan 1:12; Rom. 8:14; Fil.
2:15). Así que, según otra perspectiva, los hijos de Dios
mencionados en el capítulo 6 de Génesis designa a los
descendientes de Set, los cuales habían preservado la fe en el
verdadero Dios, pero se empezaron a descarriar al contraer
matrimonios con mujeres incrédulas.
Algunos intérpretes de la Biblia han llegado a la conclusión que los
hijos de Dios mencionados en el pasaje son ángeles, porque el
resultado de esta unión demoniaca-humana fue el surgimiento de
una raza de gigantes.
Aunque en las Sagradas Escrituras se nos habla de algunos
hombres que se distinguieron por su gran estatura física (Los hijos
de Anac, Números 13:33; Goliat, 1 Samuel 17:4), no obstante los
nefilín que se mencionan en Génesis 6 no necesariamente son
hombres de gran estatura física, sino que la palabra usada en
hebreo significa literalmente “nacidos de la tierra”, es decir, los
gigantes o nefilín hacen referencia al hombre caído, al que tiene una
mente animal, carnal. Mientras que los hijos de Dios son los
hombres de la fe, los nacidos de nuevo. La palabra nefilín también
hace referencia a hombres valientes, guerreros, pero no a personas
de gran estatura, necesariamente.
Ahora, considero que estos hijos de Dios no son los ángeles caídos
por varias razones:
Primero, los ángeles son seres espirituales, no tienen cuerpo como
el de los hombres. Si bien en algunas ocasiones el Señor autorizó a
unos pocos ángeles para que asumieran una apariencia humana y
se mostraran a algunos hombres en la historia sagrada, la verdad es
que estas apariciones fueron escasas y siempre de ángeles santos,
nunca de ángeles caídos. Solo la unión de células reproductivas de
miembros de una misma especie tiene la capacidad de producir
nueva vida. La esencia de los ángeles es muy diferente de la de los
hombres.
Segundo, Jesús dijo que los ángeles no se casan ni se dan en
casamiento. (Mateo 22:30). Ellos no tienen capacidades
reproductivas, no fueron creados con ese fin. El mandato de
reproducción lo dio el Señor a los hombres y los animales, pero no a
los ángeles.
Tercero, la frase inicial del versículo 7 “como Sodoma y Gomorra y
las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquellos,
...” no indica que el pecado de los ángeles fue de índole sexual, sino
que Dios castigó a Sodoma y Gomorra así como castigó a los
ángeles que pecaron y a los israelitas incrédulos.
Dejemos hasta aquí este tema y continuemos con el argumento del
pastor Judas.
Es posible que estos ángeles perdieran su puesto de autoridad
porque se negaron a obedecer el mandamiento ya que deseaban
ser como Dios.
Es importante resaltar las dos palabras que usa el autor: no
guardaron y abandonaron. No guardaron su dignidad y autoridad y
abandonaron su propia morada. No fueron consistentes con la
posición en la que estaban, no la apreciaron, quisieron más de lo
que tenían. Ese es uno de los problemas del poder y la autoridad. Si
el poder o la autoridad no son usados para servir, entonces el poder
se apodera del corazón y ya no se usa para el bien de los demás,
sino solo para satisfacer los deseos y caprichos personales,
convirtiéndose así en algo pecaminoso y peligroso.
Es por eso que a los pastores o ancianos el Nuevo Testamento les
da muchas enseñanzas para la humildad y el servicio:
- “Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de
ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre
vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre
vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre
vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del hombre no vino para
ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por
muchos” Mateo 20:25-28.
- “Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy.
Pues, si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros
también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo
os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también
hagáis. Juan 13:13-15.
- “Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano
también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy
también participante de la gloria que será revelada: Apacentad la
grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por
fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con
ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a
vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey”. 1 Pedro 5:1-3.
Los que ejercen alguna autoridad en el pueblo de Dios también son
tentados a abandonar su rol de servidores, para buscar ser lo que
realmente no son. Un pastor puede estar tentado a abusar de su
posición y tratar de aprovecharse de la credibilidad que tiene de la
feligresía para:
Enseñar una doctrina o cosas que no son bíblicas, pues, la mayoría
de la gente les va a creer, ya que los creyentes no hemos aprendido
a seguir el ejemplo de los piadosos judíos de Berea que
escudriñaban las Escrituras para ver si lo que se les enseña es
bíblico o no.
Sacar provecho económico de ellos.
Conseguir votos que les permitan alcanzar algún puesto en el
gobierno local o nacional.
Satisfacer sus caprichos y deseos pecaminosos personales.
Pero estas conductas no quedarán impunes, pues, el pastor de los
pastores, un día vendrá como juez para juzgar y condenar a los que
actuaron impíamente.
3. Un juicio seguro.
“... los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el
juicio del gran día.”
A pesar la alta posición y dignidad que estos ángeles tuvieron por
algún tiempo, no obstante, al ellos abandonar su posición para
dedicarse a cosas que no les correspondían, el Señor actuó
conforme a su justicia y los entregó a una terrible condenación. Los
confinó a vivir en las tinieblas. Debido a su pecado estos ángeles ya
no podían mantener sus dominios, ni las esferas de influencia.
El autor de la carta no da más información o detalles del lugar donde
moran estos ángeles prisioneros. El interés del escritor es mostrar a
la iglesia que Dios castiga a todos los que se niegan a obedecerle.
“No debemos pensar que este texto indica que todos los ángeles
caídos están encerrados en un lugar determinado. Si ese fuera el
caso, la tierra no estaría plagada de demonios. La imagen que
Judas quiere comunicar es que los ángeles rebeldes están viviendo
en oscuridad espiritual y están encadenados a su sentencia de juicio
divino de la cual nunca podrán escapar”[14].
Isaías también profetizó del encarcelamiento de los ángeles
pecadores, esperando el gran juicio de condenación: “Acontecerá en
aquel día, que Jehová castigará al ejército de los cielos en lo alto, y
a los reyes de la tierra sobre la tierra. Y serán amontonados como
se amontona a los encarcelados en mazmorra, y en prisión
quedarán encerrados, y serán castigados después de muchos días”.
(Is. 24:1-22).
La oscuridad espiritual es el resultado del alejamiento de Dios.
Judas advierte a los falsos maestros que estaban dañando la fe
verdadera de la iglesia, diciéndoles que ellos están cayendo en una
profunda oscuridad de la cual no podrán salir sino que quedarán
para siempre presos en ella, esperando que venga el día del gran
juicio en el cual Dios juzgará a grandes y chicos. “Y vi a los muertos,
grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y
otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados
los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según
sus obras” Apo. 20;12.
El juicio es seguro y firme, su condenación es terrible “... fue lanzado
al lago de fuego”. (Apo. 20:15). Los fasos profetas que infectan a la
iglesia piensan que las cosas serán como sus locas imaginaciones
les muestran, y están convencidos que Dios no los condenará por
sus desvaríos, porque ellos creen tener un lugar especial ante Dios.
Ellos se creen los ungidos y no aceptan que nadie los juzgue, se
atreven a lanzar maldiciones sobre aquellos que cuestionan su falsa
doctrina y sus prácticas anti-bíblicas; pero hay un juez, al cual no se
le escapa nada, al cual nadie puede amedrentar con maldiciones, y
este juez un día traerá ante su santa y terrible presencia a los falsos
profetas y los falsos pastores que abusaron de la ingenuidad del
pueblo para aprovecharse de ellos, desviándolos del verdadero
evangelio, y no podrán mantenerse en pie cuando sus obras y sus
enseñanzas sean juzgadas y el escudriñador de todo les muestre
las verdaderas y perversas intenciones de sus corazones, pues,
entonces, quedando al descubierto su maldad escucharán la
condenación terrible del dueño de la iglesia: “Apartaos de mí,
malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles”.
Mat. 25:41.
Las advertencias, para los falsos profetas que pululan en el pueblo
del Señor, se han dado desde tiempos antiguos:
“Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de los profetas insensatos, que
andan en pos de su propio espíritu, y nada han visto. Vieron vanidad
y adivinación mentirosa. Dicen: ha dicho Jehová, y Jehová no los
envió, con todo esperan que él confirme la palabra de ellos. (Ez.
13:3, 6). Los Ay, en la Biblia, son la antesala de los terribles juicios
del Señor. Esta profecía de Ezequiel es una advertencia que debe
hacer temblar a todo el que hable en nombre de Dios.
“Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza y
di a los pastores: Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de los pastores
de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No apacientan los
pastores a los rebaños? Ezequiel 34:2
Advertencias contra los que
promueven y siguen las falsas
doctrinas:
El ejemplo de las ciudades que
pecaron.
Judas 7
“Como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la
misma manera que aquellos, habiendo fornicado e ido en pos de
vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el
castigo del fuego eterno”
Introducción:
En las últimas décadas el mundo entero ha sido sacudido por los
cambios drásticos que se están dando en torno a los asuntos
morales. No necesitamos ir muy lejos para comprobar esta
afirmación. En Junio de 2005 los periódicos locales anunciaban que
en Colombia se había aprobado el divorcio express, es decir, que
ahora un matrimonio de colombianos podía divorciarse en sólo unos
minutos si había muto consentimiento. Algo que era imposible hacer
en décadas anteriores, pues, para que una pareja se divorciara se
requería todo un proceso en el cual se demostrara alguna causal
justa. En este siglo cualquier pareja puede divorciarse aduciendo
simplemente el mutuo consentimiento. Esta Ley va en contravía de
la unidad de la familia dañando el sano desarrollo de los hijos, al ser
separados de uno de los padres.
La corte constitucional de Colombia, en sentencia de 2006, aprobó
la despenalización del aborto, es decir, antes de esa fecha las
colombianas no podían abortar por ninguna causa, salvo que este
fuera natural, no inducido, ya que la ley las condenaba. Pero a partir
de esa fecha todas las colombianas que puedan justificar que su
embarazo fue consecuencia de una violación pueden abortar, es
decir, asesinar a sus bebés, y la ley no las tratará como asesinas. Si
el feto tiene mal formación, entonces los padres tienen la potestad
divina de matar al bebé en formación, o si la madre corre peligro de
muerte.
En los últimos años el Estado colombiano ha iniciado una loca
carrera por refrendar la conducta homosexual en Colombia, incluso,
dándoles ciertos derechos a las uniones homosexuales y
equiparándolas con las uniones hombre – mujer. En Febrero de
2007 la corte reconoció los derechos patrimoniales de las uniones
homosexuales, declarando inconstitucionales algunos artículos de la
ley 54 de 1990, que reglamente las uniones maritales de las parejas
heterosexuales. Es decir, en Colombia aún no existe una ley que
permita el matrimonio homosexual, pero a la misma vez la corte dice
que es inconstitucional hablar solamente de uniones
heterosexuales, lo cual, en el fondo, significa que, de manera
práctica, se reconoce las uniones entre dos personas del mismo
sexo. La ley les da el reconocimiento de unión marital de hecho. El
19 de Marzo de 2008 los diarios colombianos hicieron eco de la
noticia del día: “Se casa la primera pareja Gay en Colombia”. La
noticia decía que en la notaría segunda de la capital colombiana,
dos homosexuales, en una ceremonia íntima, se unieron civilmente.
Ellos firmaron una escritura pública en la cual legalizaban su unión.
La Ley colombiana les da los mismos derechos que a una pareja
heterosexual: derechos de alimentos, algunos patrimoniales y
beneficios de salud.
Pero esta no es la situación exclusiva de Colombia, numerosas
naciones latinoamericanas han aprobado leyes parecidas en aras de
favorecer a la población homosexual.
La historia misma es testigo de cómo en algunas culturas las
relaciones homosexuales eran consentidas.
Pero la misma historia es testigo de cómo terminaron todas las
culturas que consintieron y aprobaron esta aberración. El final fue
trágico.
El pastor Judas continúa advirtiendo a la iglesia respecto al serio
peligro que acarrea el permitir que las enseñanzas y la moral de los
falsos maestros ingresen a la comunidad cristiana, pues, la historia
bíblica nos da tres ejemplos de cómo el Señor castigó y destruyó a
los rebeldes.
Ahora en el verso 7 usa como ejemplo de advertencia a las
ciudades de Sodoma, Gomorra y sus vecinos.
Estudiaremos este pasaje conforme a la siguiente estructura:
1. Una comparación terrible
2. Un pecado terrible
3. Un castigo terrible
2. Un pecado terrible.
“…habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza..”
Una mejor traducción, como ya dijimos en el punto anterior, debiera
ser fueron tras otra carne. Es decir, los varones de estas perversas
ciudades no quisieron tener más relaciones con las mujeres, como
es lo natural, sino que buscaron otra carne, se amaron íntimamente
entre ellos mismos. El apóstol Pablo nos explica esta terrible verdad
de la siguiente manera: “Profesando ser sabios, se hicieron necios,
y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen
de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo
cual Dios también los entregó a la inmundicia, en las
concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre
sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la
mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al
Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por esto Dios los
entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron
el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo
también los hombres dejando el uso natural de la mujer, se
encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos
vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la
retribución debida a su extravío” Romanos 1:22-27.
El principal pecado de Sodoma y Gomorra fue su alejamiento de
Dios. Ellos, como el resto de los hombres, no quisieron adorar al
verdadero Dios que se revela desde los cielos, sino que prefirieron
armar su propia “divinidad”. Pero cualquier imitación, imagen o copia
que hagamos de la divinidad, será tan humana y perversa como el
mismo que la inventa. Los hombres no podemos idear a un dios que
sea moralmente superior a los hombres. Esto lo comprueban las
grandes mitologías de los pueblos antiguos. Sus dioses eran tan
perversos como los mismos que los inventaron.
De la misma manera, en los comienzos de la iglesia cristiana,
algunos falsos maestros no estaban conformes con el Dios santo
que se revela en las Sagradas Escrituras, y decidieron hacer sus
propias modificaciones. Posiblemente no les gustaba un Dios que
fuera tan tajante contra el pecado, un Dios que en el Antiguo
Testamento exigía la muerte de los adúlteros, los homosexuales, los
fornicarios, entre otros. Un Dios que en el Nuevo Testamento
condena toda fornicación o perversión sexual. Entonces decidieron
hacer algunas pequeñas modificaciones a su teología, en aras de
tornarla más atractiva a las corruptas mentes de hombres
depravados que deseaban recibir todas las bendiciones de Dios,
pero sin tener que cumplir con sus exigencias de santidad.
Algo muy parecido está sucediendo hoy en medio de la cristiandad.
Se nos está predicando un Cristo sin cruz, una santidad sin
demandas y un cielo sin pureza. Tanto del lado carismático como de
las grandes denominaciones históricas, se está predicando un
cristianismo donde el pecado es solo un concepto de las débiles
mentes de los ignorantes y fanáticos; se predica un amor
sentimental donde la iglesia abre las puertas de su membrecía a
toda clase de personas sin importar si realmente son regenerados o
no. Por cierto, los grupos homosexuales en USA detestan a los
cristianos nacidos de nuevo, porque se sienten atacados por nuestra
fe. Los que hemos tenido el gran gozo de conocer de manera
personal al Salvador y estamos ahora viviendo para él, obedeciendo
con agrado sus mandamientos, somos llamados a denunciar el
pecado, con el fin de que los pecadores vengan al arrepentimiento y
puedan gozar verdaderamente de la reconciliación con el Santo
Dios; que ellos también sean libres de los pecados que les
esclavizan.
Jesús dijo que si la sal se volviere insípida ya no serviría para nada,
sino para ser pisada. También dijo que la iglesia es la luz del mundo,
pero que si la luz se vuelve tinieblas, cuanto serán las tinieblas
mismas. Los falsos maestros del tiempo de Judas estaban llevando
a la iglesia a querer parecerse a la generación perversa de su
tiempo. Ellos tal vez querían ganar al mundo tornando a la iglesia lo
más parecida a él. Pero la verdad es que la Iglesia impactará
positivamente al mundo siendo lo más diferente que pueda ser de
él.
La sociedad moderna está aceptando el homosexualismo como un
tercer sexo o una opción de vida que libremente escogen las
personas, y en ese sentido, dice la moderna sociedad, debemos
aceptarlos tal y como son, permitiéndoles desarrollar su elección sin
que les pongamos trabas. Es por eso que las naciones cada día
aprueban leyes donde parecieran favorecer de una manera superior
a las relaciones entre personas del mismo sexo, que a las parejas
heterosexuales.
Las naciones recibirán su recompensa por ello, y así como los
grandes imperios cayeron a causa de su perversión sexual, estas
naciones muy pronto empezarán a ver su propia destrucción.
Pero lo más terrible es cuando un organismo que ha sido puesto por
Dios para ser luz y sal en medio de la oscuridad y la corrupción, se
vuelve tinieblas y ya no quiere salar mas. Allí es cuando los juicios
de Dios no se detienen y se derraman con gran furor.
3. Un castigo terrible.
Fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.
Estas ciudades perversas fueron expuestas a la vista del público
como ejemplos del juicio de Dios sobre todos aquellos que se
niegan a obedecerle. No se trata de un ejemplo que debemos imitar,
sino de un ejemplo que debemos evitar.
Las ciudades de Sodoma y Gomorra estaban ubicadas en un fértil
valle, como deja ver Génesis 13:10 “Y alzó Lot sus ojos, y vio toda la
llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto de
Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que
destruyese Jehová a Sodoma y a Gomorra”. El hagiógrafo las
compara con el jardín del Edén y con los fértiles valles del Nilo, eran
ciudades privilegiadas por Dios; habían recibido múltiples
bendiciones del Todopoderoso. No todas las ciudades tienen esta
bendición de contar con valles productivos. Muchas zonas de África
y Asia son completos desiertos donde solo nacen cactus. Muchos
pueblos sufren de gran escasez por la falta de agua, pero Sodoma y
Gomorra contaban con riegos naturales. ¡Qué bendecidos eran ellos
por la divina providencia!
Pero las riquezas, la prosperidad económica y el mucho bienestar
material, casi siempre conllevan a la gente a olvidarse de Dios. Y las
consecuencias de ese olvido son terribles, pues, el hombre empieza
a desobedecer flagrantemente los mandatos santos del
Todopoderoso, y termina viviendo en contra de él.
Los hombres de Sodoma y Gomorra no solo abandonaron el uso
natural y aprobado por Dios de la sexualidad, sino que terminaron
siendo crueles entre ellos mismos, como lo denuncia Ezequiel “He
aquí que esta fue la maldad de Sodoma tu hermana; soberbia,
saciedad de pan, y abundancia de ociosidad tuvieron ella y sus
hijas; y no fortaleció la mano del afligido y del menesteroso. Y se
llenaron de soberbia, e hicieron abominación delante de mí, y
cuando lo vi las quité”. (16:49-50).
Estas ciudades llegaron a cometer toda clase de perversión como
resultado de un proceso. Primero fueron muy prósperas, pero en
vez de agradecer al Creador por tantas bendiciones, se volvieron
soberbias, pensaron que ellos mismos, por sus propios medios,
estaban produciendo su abundancia, y llegaron a rebelarse contra
Dios; ellos pensaban en su abundancia: “ya no necesitamos a Dios,
solo los pobres deben acudir a su misericordia”, y luego se olvidaron
del prójimo, del necesitado y por último se volvieron tan
egocéntricos que sólo pensaban en su propio placer pecaminoso,
pervirtiendo la sexualidad, en pos de satisfacer su hedonismo
aberrante.
Pero Dios, aunque es muy misericordioso y paciente, un día
derrama el ardor de su ira, pues, se ha colmado la copa.
Y lo que colmó la copa fue el deseo siniestro de los hombres de
Sodoma y Gomorra de violar y tener relaciones sexuales con los
ángeles, que habiendo tomado forma humana, entraron a la casa de
Lot, como dice Génesis 19:4-11 “Pero antes que se acostasen,
rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma,
todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo. Y
llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron a
ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos. (En otras
palabras, sácalos para que podamos tener relaciones sexuales con
ellos) Entonces Lot salió a la puerta, y cerró la puerta tras sí.
(Siendo un hombre temeroso de Dios no quería que sus mensajeros
se enteraran de las perversas intenciones de sus vecinos) Y dijo: Os
ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad. He aquí ahora yo
tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y
haced de ellas como bien os pareciere; solamente que a estos
varones no hagáis nada, pues que vinieron a la sombra de mi
tejado. (La gran maldad que querían hacer era de índole sexual, ya
que a cambio, Lot les propone que tengan relaciones con sus hijas;
no todo padre estará dispuesto a hacer esto, pero él sabía de parte
de quién venían los mensajeros y no quería que ellos llevaran un
reporte negativo al estrado divino) Y ellos respondieron. Quita allá: y
añadieron: Vino este extraño para habitar entre nosotros, ¿y habrá
de erigirse en juez? (El pecado no tolera que se hable en contra de
él, el pecado habla de pluralismo, relativismo y amor sentimental,
parece muy bueno, pero realmente lo que desea es encontrar
aprobación, o al menos, que no se le condene, tal como sucede hoy
con los movimientos pro-homosexuales) Ahora te haremos más mal
que a ellos. Y hacían gran violencia al varón, a Lot”.
El Señor no esperó más y envió sus justos juicios. La Biblia nos dice
que “… Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y
fuego de parte de Jehová desde los cielos, y destruyó las ciudades,
y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas
ciudades, y el fruto de la tierra” Génesis 19:24-25.
Es interesante compartir lo que supone el erudito Adam Smith “…en
este suelo bituminoso tuvo lugar una de esas terribles explosiones y
conflagraciones que se han producido en la geología similar de
Norte América. En tales suelos se forman depósitos subterráneos de
petróleo y de gas, liberados repentinamente por su propia presión o
por un terremoto. El gas explota, elevando en el aire masas de
petróleo que vuelven a caer como lluvia de fuego, y son tan
inextinguibles que siguen ardiendo flotando en el agua”[17].
Hasta el día de hoy estas ciudades no volvieron a ser reconstruidas.
Sus nombres perduran en la historia como símbolo de perversión,
aberración y juicio. De la misma manera que los incrédulos y los
impíos hombres que pervierten la doctrina bíblica para su propia
perdición, recibirán su condenación en el fuego eterno; una clara
alusión al infierno.
Cuidado con los soñadores:
Actividades de los falsos maestros
V. 8
Introducción:
Imaginemos que hoy día se levanta en medio de nuestra
congregación un hombre anunciando que el Señor le ha revelado
que dentro de cinco días habrá un temblor de tierra en la ciudad de
Medellín. Es posible que muchos de nosotros le dijéramos a esa
persona que sea más responsable en lo que dice y no ande
promulgando cosas absurdas. Sé que, al menos en nuestra
congregación, pocos harían caso de las palabras de este hombre.
Pero imagínese ¿qué pasaría si efectivamente en cinco días
exactos hay un temblor de tierra, tal y como lo pronosticó dicho
hombre?
De seguro que muchos le tendrían como un gran profeta, un
enviado del cielo, uno que tiene la capacidad de escuchar de
manera directa la voz de Dios. Sería un hombre admirado, y muchos
le consultarían frecuentemente para saber qué les depara el futuro.
En la historia del pueblo de Dios surgieron muchos hombres que
tenían sueños y recibían visiones, tenemos a Jacob, José y los
profetas del Antiguo Testamento quienes recibieron la revelación
divina que debía ser consignada en las Sagradas Escrituras a través
de voces, visiones y sueños.
Pero no siempre los que tenían sueños o profecías eran enviados
de Dios. Muchos de ellos eran falsos profetas que inventaban sus
propias profecías. Era fácil detectarlos porque sus predicciones no
tenían cumplimiento. Como dice Deuteronomio 18:21-22 “Y si
dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová
no ha hablado? Si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se
cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha
hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de
él”.
Pero ¿Qué tal si se cumpliere lo que el profeta dijo? ¿Será que todo
cumplimiento de lo predicho en un sueño o profecía garantiza que el
tal fue enviado por Dios?
No necesariamente. También en Deuteronomio el Señor advierte de
los que tienen sueños, visiones y profecías, y esta se cumple, pero
que no fueron enviados por Dios.
“Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y
te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio
que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no
conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabras del tal
profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os
está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo
vuestro corazón, y con todo vuestra alma”. Deut. 13:1-3
Lo que Moisés dice es que en el pueblo de Dios entrarán muchos
soñadores que dentro de sus abundantes alucinaciones dirán cosas
que se cumplirán, apareciendo así como profetas enviados por el
Señor, pero, a pesar de los prodigios que puedan hacer, no
necesariamente fueron aprobados por Dios.
Pero, ¿cómo distinguir entonces al verdadero profeta del falso? “La
prueba que ellos debían aplicar al profeta no era si podía realizar
algo espectacular (o milagroso), sino si se adhería a la ley de
Dios”[18].
El pastor Judas, en el versículo 8 de su epístola, analiza tres
actividades que hacen los falsos profetas, por medio de las cuales,
si somos diligentes en analizarlas, descubriremos su falsedad para
no seguir sus enseñanzas ni sus prácticas malvadas.
Consideraremos tres asuntos importantes en este texto:
1. Contaminan el cuerpo
2. Rechazan la autoridad
3. Insultan a los seres celestiales
1. Contaminan el cuerpo.
No obstante, de la misma manera también estos soñadores
mancillan la carne…
La frase “de la misma manera”, con la que inicia el verso 8, deja ver
que los falsos maestros siguen las prácticas perversas que
caracterizaron a los israelitas incrédulos, los ángeles que se
rebelaron y las ciudades que pervirtieron la sexualidad. Esta es una
constante en todas las personas o grupos que se alejan de la
doctrina bíblica. Su alejamiento espiritual los conduce a practicar
esta clase de pecados, aunque, como dijo Judas al comienzo de su
carta, esto lo hacen de manera solapada, pues, ellos aparentan
llevar una vida de santidad acorde con los principios bíblicos, pero
su teología corrompida les permite refrendar actividades que la
Biblia considera malvadas.
Como hemos dicho varias veces en esta serie de predicaciones, el
pastor Judas es un enamorado de las triadas y luego de mostrar tres
ejemplos de cómo el juicio desciende sobre los que se rebelan
contra él, ahora presenta tres actividades que distinguen a los falsos
maestros: contaminan, rechazan y blasfeman. Tres verbos para una
misma clase de pervertidos.
Es interesante notar que no hay consideración alguna para con
aquellos que, estando en un puesto de liderazgo, conducen al
pueblo a la apostasía. Judas ha designado a los fieles creyentes
como amados (v. 3), pero hacia los falsos profetas se dirige con
palabras como “estos”. Estos que andan soñando a todo momento.
La palabra soñadores puede apuntar hacia dos direcciones:
Que estos falsos maestros eran unos místicos que a cada momento
argüían estar recibiendo revelaciones sobrenaturales, o que ellos
eran tan pervertidos y entregados a una sexualidad impura que
pasaban su tiempo en vanos sueños eróticos. (Kistemaker).
Ahora, ¿en qué sentido contaminan el cuerpo? Que, así como
Sodoma y Gomorra, ellos se entregan al exceso sexual. En las
Sagradas Escrituras Dios condena el pecado sexual, porque este
contamina la tierra y el cuerpo.
“No te echarás con varón como con mujer; es abominación. Ni con
ningún animal tendrás ayuntamiento amancillándote con él, ni mujer
alguna se pondrá delante de animal para ayuntarse con él, es
perversión. En ninguna de estas cosas os amancillaréis; pues en
todas estas cosas se han corrompido las naciones que yo echo de
delante de vosotros, y la tierra fue contaminada; y yo visité su
maldad sobre ella, y la tierra vomitó sus moradores” Lev. 18:22-25.
“¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo?
¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de la
ramera? De ningún modo. ¿O no sabéis que el que se une con una
ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: los dos serán una sola
carne. Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre
cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio
cuerpo peca.” 1 Cor. 6:15,16,18.
Los escándalos sexuales de líderes religiosos no sólo se han dado
en la época actual, sino que en el tiempo de Judas ya muchos falsos
pastores o ministros andaban en pos de sus infernales deseos,
usando la religión como un medio para dar rienda suelta a sus
lujurias.
Muchas personas hoy día no quieren saber nada del cristianismo
debido al incremento considerable en el número de pastores
evangélicos y sacerdotes católicos que están inmiscuidos en
escándalos sexuales como: la pornografía, el adulterio, la
infidelidad, divorcios, el abuso sexual, el homosexualismo, la
pederastia, entre otros. Pero, las Sagradas Escrituras nos han
advertido desde tiempo atrás que muchos engañadores entrarían a
nuestras filas para cometer esta clase de pecados. Como dice Juan,
se hace manifiesto que no son de nosotros. Ellos no pertenecen al
pueblo del Señor, sino que encubiertamente entran y hacen mucho
daño a los que están dentro y peor aún, dañan la imagen de la
iglesia ante los que están afuera. Pueden parecer muy piadosos,
pueden hablar muy bonito, pueden vestir muy bien, pueden hacer
milagros, pueden tener iglesias muy grandes, pueden predecir
cosas a través de sus sueños, pero no son de Cristo, sus frutos los
denuncian.
El apóstol Pablo, escribiendo y dando consejos al pastor Timoteo, le
advierte de no seguir el ejemplo de algunos falsos líderes que, ya en
el tiempo apostólico, y mucho más ahora que nos acercamos al fin
del tiempo, han entrado a las iglesias para dañar:
También debes saber esto: que en los postreros días vendrán
tiempos peligrosos. (Serán peligrosos para nuestra fe cristiana).
Porque habrá hombres amadores de sí mismos (con un ego muy
grande, antropocéntricos, que pensarán de ellos como si fueran el
centro del mundo, que incluso Dios gira en torno a ellos), avaros
(amantes del dinero, que hablarán solo de prosperidad material y
comodidades terrenas), vanagloriosos (o jactanciosos, que hablarán
muchas cosas y se considerarán grandes dentro del pueblo de Dios,
que no aceptarán críticas y callarán a los demás pretendiendo ser
una casta especial de ungidos), soberbios, blasfemos… amadores
de los deleites más que de Dios (estarán tan impregnados por una
teología humanista y materialista, que considerarán la vida cristiana
sólo en términos de sus deseos y placeres terrenos), que tendrán
apariencia de piedad (serán muy amados por la gente, tendrán
muchos seguidores y todos pensarán que son hombres muy santos,
especialmente por sus portentos y milagros), pero negarán la
eficacia de ella (porque sus obras encubiertas son perversas y en
contra de la Ley santa del Señor), a éstos evita (como el que huye
de una serpiente venenosa o de una epidemia mortal). Porque de
éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las
mujercillas cargadas de pecado, arrastradas por diversas
concupiscencias. (Se especializan en seducir, esclavizar, y dar
rienda a sus perversos deseos).
Pero otra actividad de estos falsos maestros consiste en que:
2. Rechazan la autoridad.
No obstante, de la misma manera también estos soñadores…
rechazan la autoridad
El término griego que Judas usa para autoridad es kuriotës, la cual
significa señorío.
El Nuevo Testamento usa la palabra griega kurios para referirse al
señorío o la autoridad de Cristo.
Así que estos falsos profetas, en el fondo, con sus enseñanzas
desviadas y su vida oculta perniciosa y pervertida, rechazan la
autoridad del Señor Jesucristo. Ellos entran en la categoría de las
palabras de Jesús: “¿Porqué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis
lo que yo digo” (Luc. 6:46). Se deleitan en hacer lo contrario de la
Ley santa del Señor.
Ahora, el verbo rechazar, aquí, identifica a los que abandonan o
dejan de lado la ley divina. Poco a poco se han ido deslizando.
Empezaron dejando de lado un texto de las Escrituras o un mandato
que no cuadraba con la filosofía de la época, y luego terminaron por
abandonar o dejar de lado todo lo sustancioso del evangelio, de
manera que ahora tienen un cascarón de cristianismo, pero por
dentro no hay nada, son como los sepulcros blanqueados de que
habla Jesús, cuando dirigiéndose a los líderes religiosos de su
tiempo les dice: “!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!
Porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a
la verdad, se muestran hermosos,(atractivos, piadosos) mas por
dentro están llenos de huesos de muertos (de pecado) y de toda
inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis
justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e
iniquidad”. Mateo 23:27-28.
Pero los falsos pastores, o los falsos profetas, o los falsos maestros,
o los falsos apóstoles, no sólo rechazan la autoridad de Dios sobre
ellos, sino que también rechazan cualquier otra clase de autoridad.
Ellos creen que son autoridad para ellos mismos y por lo tanto no
tienen porqué estar bajo el gobierno de otros. Ellos no se someten a
la disciplina de la iglesia. Si su iglesia local los juzga por un pecado,
mala conducta o mala doctrina, ellos simplemente se van de esa
iglesia, la dividen y se llevan a sus fieles seguidores, pues, no
toleran que otros los juzguen. La mayoría de estos falsos pastores
inician sus propias iglesias, las cuales no son gobernadas por un
cuerpo de pastores o ancianos, sino que ellos se imponen sobre el
resto de líderes y su palabra tiene más valor o peso. De modo que,
aunque caigan en los más nefastos pecados, ellos siguen siendo
pastores de dicha iglesia, no hay una autoridad en la misma que los
juzgue, pues, ni siquiera se dejan juzgar por la Palabra de Cristo.
Dios es sólo su sirviente, el hada madrina que les da todo lo que
ellos quieran, con el fin de impresionar a sus incautos seguidores,
pero Dios nunca es el Señor de ellos, no lo quieren como
gobernante y mucho menos como juez.
Ahora, siendo que estos falsos maestros eran soñadores, es decir,
pretendían estar recibiendo revelaciones directas de Dios, ellos
usaban estas falsas revelaciones para contradecir lo que la Palabra
autorizada de Dios dice. Recuerdo haber escuchado a un
reconocido predicador conservador comentar de cómo un maestro
muy afamado en USA había caído en un pecado escandaloso y
luego de haberlo reconvenido, buscando su arrepentimiento, este
hombre le respondió que el Espíritu Santo le había dado permiso
para cometer ese acto, y por lo tanto no podía ser considerado
pecado. Esto es lo que creían los falsos maestros del tiempo de
Judas. Rechazan la autoridad de la Palabra escrita de Dios, porque
ellos dicen estar recibiendo una nueva palabra, una nueva
revelación, a través de sus sueños y visiones. Es un grave peligro
para nuestra fe estar recibiendo esta clase de cosas, pues, si
además de las Sagradas Escrituras encontramos otras fuentes de
revelación, entonces cualquier locura de mentes exaltadas podrá ser
puesta como autoridad sobre la vida de los que siguen estas cosas.
5. Son fieras ondas del mar. “fieras ondas del mar, que
espuman su propia vergüenza…” (v. 13)
Los falsos profetas son comparados con las aguas inestables del
mar embravecido. Las embarcaciones corren peligro de naufragar y
las personas que estén en la playa pueden ser arrastrados y
ahogados por el fuerte oleaje. La falsa doctrina, al principio parecer
ser cristiana, tranquila y buena. La seducción se da a través de
palabras dulces y promesas halagadoras, pero, de manera casi
imperceptible, eso que parecía ser bíblico o cristiano, pronto se
manifiesta en su verdadera dimensión, y las aguas que parecían ser
quietas realmente son turbulentas y el mar en paz pronto se
manifiesta como un mar embravecido, pero no hay forma de salir,
porque el fuerte oleaje atrapa a los incautos y los lleva a aguas
profundas. Muchas personas quisieran salir de los grupos sectarios,
pero están tan metidos en sus errores que no encuentran la salida.
Algunos temen recibir las maldiciones que lanzan los falsos
profetas, como Balaam, sobre los que intentan escapar de sus fieras
ondas.
Pero no solo esto, sino que los falsos profetas están tan llenos de
pecado que constantemente están arrojando su maldad con la cual
contaminan a la iglesia. Es probable que Judas haya tenido en
cuenta al profeta Isaías cuando comparó a los falsos profetas con
las fieras ondas del mar. “Pero los impíos son como el mar en
tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno
y lodo” (Is. 27:20). Esta es una descripción terrible que tiene como
fin invitar a los incautos a alejarse de los falsos maestros. Así como
evitamos meternos en las aguas sucias de una playa llena de
espumas, lodo y basura, es nuestro deber huir de toda falsa
enseñanza, porque la falsa doctrina siempre conducirá a pecados, y
aunque estos se mantengan ocultos por un tiempo, vestidos con una
apariencia de moralismo, un día se hará manifiesto la vergüenza
que estos falsos hombres espumaron, porque donde hay falsa
doctrina no hay salvación, y solo donde hay salvación hay verdadera
santificación.
Introducción:
En esta serie de predicaciones basadas en el libro de Judas hemos
podido ver que la falsa doctrina, con su consecuente práctica impía
y pecaminosa, ha permeado a la iglesia desde sus inicios. Hemos
visto que los falsos profetas o falsos maestros introducen sus
doctrinas tergiversadas de una manera encubierta o camuflada (v.
4), lo cual produce grandes estragos en el pueblo de Dios debido a
que, en un principio, pareciera ser la misma doctrina cristiana. Pero
realmente es doctrina nociva porque mezcla la verdad con la
mentira.
Judas dijo que la doctrina bíblica o la fe ha sido una vez dada a los
santos (v. 3) y es en esta doctrina en la cual la iglesia debe
mantenerse firme. Pero la realidad, desde los tiempos de Judas, es
que los hombres no soportan mantenerse firmes en la doctrina
bíblica, sino que ansían una doctrina más humanista y acorde con
los deseos pecaminosos de cada generación. Es por eso que el
apóstol Pablo le dice a Timoteo que “vendrá tiempo cuando no
sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se
amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y
apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas” (2 Tim.
4:3-4). En la media que los tiempos avanzan la situación no mejora,
sino que empeora, el hombre cada vez se centra más en sí mismo,
y prefiere una religión cristiana que tenga como fin la satisfacción de
sus deseos humanistas más profundos, y no les requiera obediencia
absoluta a mandamientos y principios absolutos del Dios Santo.
Jesús mismo predijo que en la medida que la humanidad se acerca
al final de los tiempos surgirán falsos profetas en medio de la iglesia,
los cuales confundirían a las gentes con su elocuente palabrería y
supuestos actos milagrosos: “Mirad que nadie os engañe… Y
muchos falsos profetas se levantarán y engañarán a muchos…
Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán
grandes señales y prodigios de tal manera que engañarán, si fuere
posible, aun a los escogidos (Mt. 24:4, 11).
Pedro, el apóstol, también predijo que los últimos tiempos estarían
caracterizados por el surgimiento abundante de falsos maestros o
falsos profetas: “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo,
como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán
encubiertamente herejías destructoras, y aún negarán al Señor que
los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y
muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el
camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán
mercadería de vosotros con palabras fingidas.” (2 Ped. 2:1-3).
Asimismo, Juan, en el Apocalipsis, presenta la historia final de este
mundo presente como caracterizada por la presencia de las falsas
doctrinas y falsos profetas, los cuales tienen la facultad de hacer
señales y obras milagrosas, con las cuales engañarán a la mayoría
de las personas. Juan nos deja ver que en la historia de la iglesia,
siempre la mayoría de las personas preferirán seguir la falsedad en
vez de la verdad bíblica: “También hace grandes señales, de tal
manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante
de los hombres. Y engaña a los moradores de la tierra con las
señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia…”
(Apo. 13:13-14). La fuerza de esta imagen presentada por Juan y el
propósito de prevenir a la iglesia de no seguir a los falsos profetas
que surgirán con más fuerza al final de la historia humana, ha sido
opacada por las interpretaciones pre-mileniales y dispensacionales
de la iglesia de este tiempo. Pero Juan está advirtiendo a los
creyentes de no ser tan ingenuos de pensar que todos los que
hacen milagros en nombre de Cristo, realmente son profetas o
ministros enviados por él. Muchos falsos ministros podrán hacer
milagros, pero el fin que ellos tienen no es glorificar a Cristo, sino a
sí mismos, a la vanidad humana, y en últimas, al mismo Satanás,
quien los dirige con sus astucias.
Desde los tiempos de Judas, y aún desde el Antiguo Testamento, la
falsa doctrina, enseñada por falsos maestros, que pueden hacer
milagros y señales, ha estado presente entre el pueblo de Dios:
- Moisés advirtió de los falsos profetas (que son falsos no porque no
puedan hacer cosas portentosas, sino porque ellos enseñan
doctrinas erróneas) que declarar o pronostican cosas, y estas se
cumplen, pero están enseñando doctrinas no bíblicas, los cuales
deben ser evitados y considerados como una plaga peligrosa para la
Iglesia: “Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de
sueños, y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o
prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses
ajenos, que no conociste, y sirvámosle, no darás oído a las palabras
de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro
Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios
con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma” (Deut. 13:1-3).
El Señor permitió que muchos falsos profetas hicieran milagros y
señales, e incluso que algunas de sus profecías se cumplieran, pero
esto no era más que una prueba, para que los miembros de su
pueblo se dieran cuenta qué tanto amaban a Dios y a su palabra
revelada. Estos profetas, luego de ganar la confianza y la
credibilidad del pueblo, empezaron a enseñar doctrinas que se
salían del tenor de las Escrituras, y tergiversaban la verdadera
doctrina de Dios, y se centraban más y más en el hombre, de
manera que ellos, al enseñar cosas falsas acerca de Dios, estaban
creando su propio dios. Pero esto solo fue característico de la época
del Antiguo Testamento, sino que también se está presentando hoy.
Muchos hombres o ministros evangélicos están conduciendo a la
iglesia a volverse materialista, humanista y centrada en la gloria
humana, a través de sus supuestos o reales milagros, los cuales no
certifican que Dios está aprobando su enseñanza, sino que está
mostrando a los hombres quiénes realmente le siguen por amor, y
quienes por puro interés.
- En toda la historia del Antiguo Testamento los verdaderos profetas
tuvieron que denunciar a los falsos, los que entraban sigilosamente
y engañaban al pueblo de Dios, causando destrucción espiritual.
Estos falsos profetas, que pasaban por verdaderos siervos de Dios,
se especializaron en hablar a la gente lo que ellos querían oír,
conforme a sus deseos materialistas y humanistas: “Porque este
pueblo es rebelde, hijos mentirosos, hijos que no quisieron oír la ley
de Jehová; que dicen a los videntes: No veáis; y a los profetas: no
nos profeticéis lo recto, decidnos cosas halagüeñas, protetizad
mentiras; dejad el camino, apartaos de la senda, quitad de nuestra
presencia al Santo de Israel” (Is. 30:9-11). Una de las doctrinas que
primero atacan, tanto los falsos profetas como el pueblo que sigue la
doctrina errada, es la doctrina de la santidad de Dios.
- En tiempos de Jeremías los falsos profetas abundaron por doquier,
al parecer solo él se mantuvo fiel a las Sagradas Escrituras, el resto
de profetas engañaban al pueblo prometiéndoles bendición, paz y
prosperidad, a pesar de que no había un arrepentimiento verdadero.
A cambio de ofrendas y dinero, estos falsos profetas llenaban los
lugares de culto con centenares de ingenuos creyentes para
hablarles cosas agradables a sus oídos. Ellos les hablaban del Dios
de amor y riquezas, que dará bendición a sus hijos, así no haya una
verdadera conversión y arrepentimiento, de manera que Dios dice:
“No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os
alimentan con vanas esperanzas, hablan visión de su propio
corazón, no de la boca de Jehová. Dicen atrevidamente a los que
me irritan: Jehová dijo: Paz tendréis; y a cualquiera que anda tras la
obstinación de su corazón, dicen: No vendrá mal sobre vosotros”
(Jer. 23:16-17).
- La iglesia primitiva, en el siglo primero de nuestra era, tuvo que
luchar seriamente en contra de los falsos maestros que enseñaban
las doctrinas gnósticas dentro de las iglesias. Muchos corrieron
detrás de estas falsas doctrinas. Luego, en los siglos siguientes
surgieron diferentes falsos profetas: Arrio (Siglo IV), enseñando que
Jesús era un ser creado. Su falsa doctrina alcanzó a afectar a un
alto porcentaje de cristianos en su tiempo. Montano (siglo II), quien
enseñaba que había empezado la era del Espíritu Santo o de un
nuevo pentecostés, y al lado de las profetisas Prisca y Maximila,
daban profecías, al estilo del tiempo en el cual se estaban
escribiendo las Sagradas Escrituras, y anunciaron el inminente fin
del mundo y el regreso de Jesús estableciendo una nueva Jerusalén
en un lugar determinado por ellos. Esta falsa doctrina del
montanismo invadió a un buen número de iglesias orientales. Junto
con ellos, la historia nos muestra a numerosos falsos maestros que
inundaron a la iglesia de los primeros siglos, hasta que la iglesia
perdió su pureza y esta llegó a convertirse en un gran centro de
negocios y mercadería en todo lo que sería la Edad Media. Pero
luego de la reforma surgieron nuevos falsos profetas dentro de la
iglesia evangélica: unos maestros enseñaban la poligamia, otros el
legalismo, otros el racionalismo teológico, otros negaron la divinidad
de Jesús, otros cuestionaron los milagros en la Biblia y trataron de
desmitificar a las Sagradas Escrituras quitando lo que sonaba a
sobrenatural o mitológico en ellas, otros se volvieron liberales y
enseñaron que la Biblia no es palabra inspirada, que algunas de sus
partes no son verdaderas, otros enseñaron que los sacramentos no
son necesarios, otros que Cristo no regresará, que él realmente no
murió en una cruz y que tampoco resucitó, otros falsos maestros
enseñaron que el cielo y el infierno no son lugares a donde irán las
personas a pasar la eternidad, otros enseñaron que las almas
condenadas no sufrirán para siempre en el infierno sino que serán
aniquiladas, otros enseñaron que los cristianos pueden pecar a su
antojo y ellos serán salvos, otros enseñaron que además de las
Sagradas Escrituras podemos confiar en las revelaciones que
algunas personas están recibiendo directamente de Dios, otros
enseñaron que la obra de Cristo en la cruz no tiene como fin
especial reconciliarnos con Dios y darnos la libre entrada a su
presencia en los cielos, sino que tiene como propósito el que
construyamos un cielo en la tierra, y que ahora mismo podemos
disfrutar de manera plena de la glorificación de nuestros cuerpos y
tenemos en nosotros el poder para hacer que nuestros cuerpos no
se enfermen nunca, otros dijeron que nosotros somos como
pequeños dioses que tenemos poder en lo que hablamos para traer
a la realidad cosas que no existen, otros enseñaron que el evangelio
nos fue dado para que seamos ricos y tengamos muchas
posesiones; en fin, no terminaría de escribir en un libro completo
todas las falsas doctrinas que durante siglos han entrado y dañado a
los cristianos.
¿No es esto abrumador? ¿No nos deja esto una sensación de
frustración, tristeza y angustia al ver cómo los falsos profetas han
hecho y siguen haciendo de las suyas? ¿No nos deja esta realidad
con un sentimiento de impotencia? ¿Por qué Dios no destruye a los
falsos profetas e impide que las doctrinas erróneas ingresen a la
Iglesia? ¿Por qué pareciera que la falsedad avanza con más fuerza
dentro de la iglesia cristiana? ¿Por qué si la Iglesia es de Cristo, y él
la cuida, permite que los falsos pastores hagan de las suyas, y
aparentemente prosperen en medio de su impiedad?
Es muy posible que los lectores de la carta de Judas estuvieran
haciéndose estas preguntas, y Judas como buen pastor bíblico, les
ofrece un consuelo en los versos 14 al 16, afirmando, a través de
una profecía del patriarca Enoc, que el día del juicio vendrá con total
seguridad sobre todos los impíos, incluyendo a los falsos profetas.
Ellos podrán estar confiados ahora, y seguir en su deseo de hacer
daño a la iglesia, estafando a través de la fe, pero el juicio sobre
ellos se acerca.
Analicemos brevemente estos versos, conforme a la estructura
natural que nos presenta el pasaje:
1. Es un juicio seguro
2. Es un juicio total o universal
3. Es un juicio contra la impiedad
4. Es un juicio basado en la verdad
Introducción:
Los grandes delincuentes que hoy día se encuentran en las cárceles
del mundo, o los que aún andan libres cometiendo sus fechorías, no
nacieron como ladrones, estafadores o narcotraficantes. Si nacieron
con una naturaleza caída y depravada, al igual que el resto de
personas en el mundo, y obviamente, nacieron con una inclinación
“natural” al pecado, no obstante, un experto ladrón tuvo que recorrer
cierto camino para convertirse en tal. Por ejemplo, siendo aún muy
niño, cuando llegaba a casa y portaba un lápiz o un objeto que su
madre sabía plenamente que no le pertenecía, ella no le reprendía y
no lo obligaba a devolver dicho objeto, sino que ignoraba el asunto.
Allí inició, probablemente, el camino para llegar a convertirse en un
ladrón profesional.
Los falsos profetas, los falsos maestros, los falsos apóstoles, los
faltos pastores, también son delincuentes que no solo hacen daño
físico y material a las personas que engañan, sino que los conducen
a la muerte eterna. Si pudiéramos establecer una taxonomía de
gravedades en las diferentes formas de delincuencia, tendríamos en
la categoría más peligrosa y nociva a los falsos profetas.
Pero, así como los delincuentes recorren un camino para llegar a
ser tales, de la misma manera los falsos maestros cristianos tienen
su propio caminar. Ellos llegaron a ser tales, dando pasos que los
condujeron a apostatar de la fe y convertirse en personas peligrosas
para la iglesia.
Analicemos hoy con nuestro pastor Judas cuál es el camino que
puede conducirnos a convertirnos en personas peligrosas para la
iglesia.
1. El camino de la murmuración
2. El camino del amor propio (egolatría)
3. El camino de la presunción o arrogancia
4. El camino de la manipulación
Introducción:
En el transcurso de los siglos muchos hombres se han levantado
como profetas y han tratado de pronosticar eventos importantes
para la humanidad, como la destrucción final del mundo.
Nostradamus, Los Mayas y muchos grupos religiosos se aventuran,
de tanto en tanto, a pronosticar eventos, pero estos nunca se
cumplen, porque realmente son falsos profetas.
En el año 90 d. C., San Clemente predijo que el mundo sería
destruido en esa fecha, y nada sucedió. Luego un sacerdote romano
predijo, basado en las dimensiones del Arca de Noé, que en el año
500 sería la destrucción del mundo, y nuevamente, nada pasó. En
1832, William Miller, fundador de los adventistas, dijo haber tenido
una visión en la que un ser celestial le anunció que la venida de
Cristo y el fin del mundo sería el 20 de Marzo de 1843. A pesar de la
gente de Boston casi se vuelve loca esperando la gran destrucción,
nada sucedió. Charles Rusell, el fundador de los testigos de Jehová,
señaló que el fin del mundo y la venida de Cristo serían para 1874, y
nada pasó. En vista del fracaso de su profecía, cambió la fecha para
1918; luego, los Testigos de Jehová, volvieron a cambiar la fecha de
la segunda venida de Cristo para 1925, y luego para 1975 y
obviamente, nada de lo pronosticado sucedió. La profetisa
adventista Margaret Rowan indicó que el arcángel Gabriel se le
apareció y le dijo que el fin del mundo sería el 13 de Febrero de
1925, algunas personas vendieron todas sus propiedades, otras se
suicidaron y otros se subieron a los montes para esperar al Señor
Jesucristo, y nada sucedió. Cuando en 1967 la ciudad de Jerusalén
queda en manos de los judíos, muchos “especialistas” en
escatología anunciaron que había llegado a su fin la época de los
gentiles, y que la venida de Cristo sería en unos pocos meses.
Cuando nos estábamos acercando al año 2000, muchos grupos
pentecostales e iglesias de corte fundamentalista se convencieron
de que el rapto de la iglesia era inminente y cientos de libros se
publicaron anunciando este pronto evento. En Corea del Sur, un
muchacho de 16 años de edad, dice tener una visión en la cual se le
anuncia que el 28 de Octubre de 1992 sería la destrucción de este
mundo. Miles de cristianos fundamentalistas y pentecostales dejaron
sus trabajos y vendieron sus bienes, como preparación para el viaje
a los cielos. Nuevamente, nada sucedió. Harold Camping,
presidente de la emisora Family Radio, pronosticó que el fin del
mundo y la segunda venida de Cristo sería en Septiembre de 1994,
cuando esta fecha pasó y no sucedió nada, entonces dijo que se
había equivocado levemente en la interpretación de un pasaje
profético en la Biblia, y cuando creyó tener la interpretación correcta
pronosticó que la segunda venida de Cristo y el fin de mundo sería
el 31 de Marzo de 1995. Luego de este nuevo fracaso la gente
pensó que Harold Camping no se aventuraría a pronosticar más
fechas, pero volvió a anunciar que, según cálculos numéricos
basados en la Biblia, la segunda venida de Cristo sería el 21 de
Mayo de 2011, día que marcaría el inicio del fin del mundo. Pero
tampoco fue así.
Miles de pronósticos proféticos se han dado en la historia de la
iglesia de parte de, evidentemente, falsos profetas. Algunos
basados en supuestas revelaciones sobrenaturales como sueños,
visiones, éxtasis, voz audible, entre otros, y algunos basados en la
numerología bíblica, pero todos han fallado. Lo sorprendente es que
a pesar de sus equivocaciones, miles de personas persisten en
creer este tipo de profecías o pronósticos, y así su líder espiritual
falle mil veces en sus falsas profecías, escuchan con avidez sus
tonterías y siguen sus caminos torcidos.
El pastor Judas, luego de dar una descripción de los falsos profetas
y del peligro que ellos entrañan para la verdadera Iglesia de Cristo,
exhorta a sus lectores para que, en vez de escuchar las falsas
profecías y erróneas doctrinas de los falsos profetas, escuchen,
recuerden y atiendan las verdaderas profecías dichas por los
verdaderos profetas, es decir, los apóstoles de Jesucristo. Escuchar
sus palabras y estar atentos a ellos nos librarán de ser víctimas de
los falsos profetas.
Estudiemos con Judas:
1. Autoridad de los que han dicho las profecías
2. Contenido de las profecías
3. Carácter de los que son denunciados en las profecías
Introducción:
Estamos llegando al final del estudio de la carta de Judas.
3. Seguridad por la calidad del Salvador que tenemos (v. 25) “al
único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio
y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén”
Algunos falsos maestros enseñaban que una vez salvo ya no
necesitabas más del Salvador, y mucho menos del Señor. Pero la
verdad es que nosotros no podemos mantenernos ni un solo
segundo salvos, a menos que la Gracia de Dios sea la que nos
preserve en esta salvación. Hay un sentido en el cual todos los días
estamos siendo salvados, porque esta es una acción continua en
nosotros. En el momento en el cual creemos inicialmente en Cristo,
somos justificados, y nuestra salvación está asegurada por medio
de la fe. Pero esto es solo el inicio de ese caminar que nos conduce
al cielo. Todos los días que vivamos en esta tierra, luego de la
conversión, será un tiempo para crecer y crecer en la imagen de
Cristo. “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para
que fuesen hechos conforme a la imagen de su hijo” (Ro. 8:29). “Por
tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un
espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria,
en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” (2 Cor. 3:18).
“Y revestido del nuevo (hombre), el cual conforme a la imagen del
que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno” (Col.
3:10).
De manera que Dios siempre es nuestro Salvador, y esto es
maravilloso, pues, que él se interese en mortales pecadores como
nosotros, siendo el creador soberano, santísimo en su esencia, justo
y perfecto, ¿no es grandioso? La distancia entre Dios y la criatura es
abismal, pero la distancia entre Dios y la criatura caída en pecado
es infinita. No obstante, él es el Dios Salvador. Se complace en
salvar a los pecadores. Él nos salvará, no solo de nuestros pecados,
sino de los falsos profetas y de las falsas doctrinas. Confiamos en la
poderosa salvación que Él ha obrado a favor de su pueblo. “En la
unidad de la Trinidad, Dios mismo se ha convertido en nuestro
Salvador de todas las formas posibles. El Padre nos ha llamado a sí
mismo (v. 1). El Hijo, Jesucristo, ha muerto y resucitado de la muerte
como representante nuestro y en Él somos guardados seguros (v.
1). El Espíritu Santo cambia nuestros corazones (v. 19) y nos
capacita para orar y recibir la fuerza y la gracia que proporciona el
Señor”[50].
Tenemos a un gran Salvador porque este es el único Dios. No hay
otro como él, y por lo tanto no existe un ser que pueda hacer
verdadera y dañina oposición a sus planes. Satanás y los falsos
profetas tratan de dañar a la iglesia y a las almas de los salvos, pero
no lograrán vencerla, pues, el poderoso Salvador, que es el único
Dios Todopoderoso, la edifica, la cuida, la santifica, la purifica y la
llevará a la gloria. El creyente confía totalmente en este único Dios
porque él es Sabio. Dios siempre tiene los mejores planes, y usa los
mejores medios para obtener los mejores fines.
Siendo que tenemos un Poderoso Salvador que nos guarda sin
caída y nos presentará sin mancha delante de su gloria con alegría,
siendo que la salvación es de él, de principio a fin, y siendo que todo
esfuerzo que hacemos es solo obra de su amor y de su fuerza,
entonces a él solo le pertenece la GLORIA, MAJESTAD, IMPERIO Y
POTENCIA, ahora y por todos los siglos. Amén. “Gloria – el honor
superlativo que merece por todo lo que es y por todo lo que ha
hecho por nosotros-. Majestad – la dignidad y el esplendor que
merece como Supremo Monarca del universo -. Dominio – su
ilimitado imperio que le pertenece por derecho soberano-. Y
autoridad o potestad – el poder y la prerrogativa de gobernar todo
aquello que Sus manos han hecho”[51].
Esta doxología apunta a dos direcciones: Primero, resalta la
suprema autoridad de Dios, quien es digno de toda adoración y
exaltación de parte del pueblo redimido. Siendo que hemos sido
lavados por la poderosa sangre Jesús, hemos sido llamados
poderosamente por la gracia, hemos sido santificados por el Espíritu
Santo, y Dios, de manera poderosa nos ha salvado, entonces, no
queda más que vivir eternamente agradecidos con Dios, quien es
digno de toda la gloria y la honra. Pero esta doxología también
apunta a contradecir a los herejes, pues, ellos se centran en el yo, y
rechazan la autoridad de la Palabra de Dios. Ellos no están
interesados en someterse a la voluntad divina, en cambio, los
verdaderos creyentes se gozan en servir humildemente al
Todopoderoso Rey de Reyes y Señor de Señores. A él sea la gloria,
la majestad, el imperio y la potencia, per saecula saeculorum. Amén.
[1]
Kistemaker, Simón. 1 y 2 de Pedro y Judas. Desafío. Página 419
[2]
La expresión “multiplicados” hace referencia a la abundancia.
[3]
Barclay, William. Comentario al Nuevo Testamento. Clie. Página 1088
[4]
Kistemaker, Simón. 1 y 2 Pedro, Judas. Desafío. Página 425
[5]
Robertson, A.T. Comentario al texto griego del Nuevo Testamento. Clie. Página
713
[6]
Henry, Matthew. Comentario bíblico. Obra completa. CLIE. Página 1911
[7]
Texto Griego. Página 713
[8]
Barclay. Página 1088
[9]
www.wordreference.com/definicion/solapado
[10]
Ibidem
[11]
Kistemaker. Hebreos. Página 426
[12]
Texto griego. Página 113
[13]
Kistemaker, Simón. 1 y 2 Pedro, Judas. Página 430
[14]
Kistemaker, Simón. 1 y 2 Pedro y Judas. Página 433
[15]
Kistemaker, Simón. 1, 2 de Pedro y Judas. P{agina 6
[16]
Kistemaker, Simón. 1, 2 de Pedro y Judas. Página 7
[17]
Barclay, William. Comentario al Nuevo Testamento. P{agina 1089
[18]
Comentario bíblico Beacon. Tomo 1. Página 558
[19]
http://es.wikipedia.org/wiki/Jimmy_Swaggart Extraído el 3 de Abril de 2010.
[20]
Barclay, William. Comentario al Nuevo Testamento. Página 1090
[21]
Kistemaker, Simon. 1 y 2 Pedro/Judas. Página 445
[22]
Benton, John. La contienda por la fe. El mensaje de Judas. Editorial Peregrino.
Página 119
[23]
Benton, John. La contienda por la fe. El mensaje de Judas. Página 136
[24]
William Barclay, en su comentario a Judas, copia un retrato escrito de los
quejumbrosos tomado de Teofrasto: “El quejumbroso es el que se pasa de
quejarse indebidamente de su suerte en todos los casos. El quejumbroso le dirá al
amigo que le trae una porción de su propia mesa: <Esto es una muestra de lo
tacaño que eres conmigo, porque no has querido invitarme a comer contigo en
persona>. Cuando su amante le está dando un beso, él dice: <Me pregunto si me
estás besando de corazón, o porque quieres algo de mí>. Está disgustado con
Zeus, no porque no le mande la lluvia, sino porque ha tardado algo en
mandársela. Cuando se encuentra una billetera en la calle, se pone: <!Ah! No me
encuentro nunca un tesoro que valga la pena>. Cuando ha comprado un esclavo
barato después de regatearle el precio al vendedor hasta agotarle, exclama: <No
será una ganga cuando me lo ha dejado tan barato>. Cuando le dan la buena
noticia de que le ha nacido un niño, entonces es que: <Si me dices que esto me
va a costar la mitad de mi fortuna me habrás dicho la verdad>. Si gana un pleito
mediante un veredicto unánime, está seguro de encontrarle faltas al que ha hecho
su defensa por omitir muchas circunstancias que le eran favorables”. Barclay,
William. Comentario al Nuevo Testamento. Página 1092
[25]
Benton, John. La contienda por la fe. El mensaje de Judas. Página 139
[26]
Kistemaker, Simon. 1 y 2 de Pedro y Judas. Página 327
[27]
Benton, John. La contienda por la fe. El mensaje de Judas. Página 140
[28]
Kistemaker, Simon. 1 y 2 de Pedro y Judas. Página 327
[29]
Kistemaker, Simon. 1 y 2 de Pedro y Judas. Página 327
[30]
Kistemater, Simon. 1 y 2 Pedro y Judas. Página 459
[31]
Kistemaker, Simon. 1 y 2 Pedro y Judas. Página 459
[32]
Kistemaker, Simon. 1 y 2 Pedro y Judas. Página 459
[33]
Kistemaker, Simon. 1 y 2 Pedro y Judas. Página 462
[34]
Epoikodomountes heautous. Se una un verbo antiguo compuesto usando la
metáfora de una casa (oikos)
[35]
Kistemaker, Simon. Judas. Página 463
[36]
Barclay, William. Comentario al Nuevo Testamento. Página 1093
[37]
Benton, John. La contienda por la fe, el mensaje de Judas. Página 157
[38]
Spurgeon, Carlos. Spurgeon´s devotional on Jude 20. Extraido de:
http://www.antioch.com.sg/well/devotional/spurgeon/10/10-08-pm.htm En: Julio 01
de 2011 (Traducido y adaptado por Julio César Benítez)
[39]
Manton, Thomas. A practical commentary, an exposition with notes on the
Epistle of Jude. Extraido de: http://www.newblehome.co.uk/manton/vol05/jude-
20.html En Julio 01 de 2011.
[40]
Jamieson, Roberto. Comentario exegético y explicativo de la biblia. Tomo II: El
Nuevo Testamento. Casa Bautista de publicaciones. El paso, EEUU. 2002. Página
756
[41]
Benton, John. La contienda por la fe: El mensaje de Judas. Página 158
[42]
Robertson, A. T. Comentario al Texto griego del Nuevo Testamento. Página
715
[43]
Kittel, Gerhard. Compendio del diccionario teológico del Nuevo Testamento.
Página 1157
[44]
Benton, John. La contienda por la fe: El mensaje de Judas. Página 159
[45]
Berkhof, Louis. Teología Sistemática. Página 202
[46]
Manton, Thomas. A practical commentary, an exposition with notes on the
Epistle of Jude. Extraido de: http://www.newblehome.co.uk/manton/vol05/jude-
20.html En Julio 09 de 2011.
[47]
Manton, Thomas. Commentary on Jude. Extraido de:
http://www.newblehome.co.uk/manton/vol05/zvol5contents.html En: Julio 09 de
2011.
[48]
Hendriksen, William. 1 y Titometeo y Tito. Página 358
[49]
Las doxologías, en el cristianismo, son declaraciones de alabanza a Dios,
reconociendo su gloria. Viene de dos palabras griegas: doxa – que significa gloria,
y logos – que significa conocimiento o estudio. En la Biblia encontramos muchas
doxologías. En algunas se da gloria al Dios Trino, y en otras se menciona solo a
Dios Padre y/o al Hijo.
[50] Benton John. La contienda por la fe. El mensaje de Judas. Página 194