JOHN M. HOBSON
LOS ORIGENES ORIENTALES
DE LA
CIVILIZACION DE OCCIDENTE
Traducci6n castellana de
TEOFILO DE LOZOYA
CRITICA
BARCELONA
Capitulo I
CONTRA EL MITO EUROCENTRICO
DEL OCCIDENTE PRIMORDIAL
El descubrimiento del Occidente oriental
Lahistoria no puede escribirse como si solo perte-
neciera a un grupo (de personas). La civilizacin ha
jdo construyéndase poco a poco, unas veces a partir
e las aportaciones de unos,
‘Cuando se atribuye toda la civilizacn a los [euro-
‘eos, estamos ante el misimo tipo de afinnacién que
‘Puede ofr un aniropélogo de labios de los representan-
tes de cualquier tru primiiva: s6lo ellos cuentan la
historia de su pueblo, También ellos eeen que todo lo
que hay de importante en el mundo comienza y acaba
con ellos .. Nosotros sonreimos al escucharles [alas
‘sibus primitivas) hacer semejantes afirmaciones, pero
‘ee mismo ridfeulo podria volverse contra nosotros.
Es posible que el provincianismo reescriba la historia
¥ ponga de relieve sdlo los logros alcanzados por el
‘grupo al que pertenezca el historiador, pero no dejaré
e ser provincianismo.
ras de las de otros.
Rumi Benepict——
18 LOS ORIGENFS ORIENTALES DE OCCIDENTE
'Nos han ensefiado, en las aulas y fuera de ella,
‘que exist una entidad llamada Oceidente, y que po
demos pensar que ese Occidente es una sociedad y
tuna civilizacin independieste de otras sociedades
Y civilizaciones fes decir, Orente] y opuesta a elas
“Muchos de nosotros nos hemos educado incluso ere-
‘endo que ese Occidente posee una genealogia fauts-
oma), segin fa cual fa antigua Grecia engendré a
Roma, Roma engendré ala Europa cristina, la Euto-
a cristina engendré el Renacimiento, el Renaci-
‘miento a la Hustraci6n, la Hustracién ala democracia
politica y ta revolucién industial. El eruce de Ia in-
dustcia y ta democracia dio a su vex lugar a Estados
‘Unidos, que personitican los derechos ata vida, ala i-
bertad y ala bisqueda de la felicidad [Se trata de un
ceoncepto| erréneo en primer lugar porque convierte la
historia en un relato acer del triunfo moral, una ca-
‘era en el tiempo en la que cada corredor(occidestal)
entrega la antorcha de la libertad el siguiente rlevo,
La historia se converte asf en ur cuent sobre el vance
4e la virtud, sobre €1 modo en que los nfs virtuosos
{es decir, Occidente] vencen alot nifios malos [Oriente
Bac Woe
La mayoria de nosotros damos por supueste, como si fuera la
‘cosa mds natural del mundo, que Oriente y Occidente son y han
sido siempre dos entidades distintas y aparte. Por lo general cree-
‘mos también que el Occidente «auténomo» o «primordial» abrié
Por si solo la senda de la creacién del mundo modemo; eso al me-
‘nos es lo que a muchos nos han ense/iado en el instituto, cuando no
en la universidad, Es habitual que demos por sentado que el Oc-
idente primordial se situé en la cima del mundo hacia 1492 (re-
cordemos a Crist6bal Colén), debido a su racionalidad cientifica
singularmente genial, a su inquietud racional y a sus cualidades de-
‘mocriticas y progresivas. A partir de ese momento, segin la opi-
EL DESCUBRIMIENTO DEL. OCCIDENTE ORIENTAL 19
nién tradicional, los europeos se expandieron hacia el exterior con-
quistando Oriente y el extremo Occidente al tiempo que abrfan la
senda del capitalismo, a través del cual el mundo entero seria ibe-
rado de las fauces de la pobreza y la miseriay alcanzarfa Ia radiante
Juz de la modemnidad. Por lo tanto, a la mayoria nos parece perfec-
tamente natural y obvio mezclar el relato progresivo de la historia
universal con la ascensin y el triunfo de Occidente. Esta postura
tradicional podria ser calificada de