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oa MAS DE 90.000 EJEMPLARES IMPRESOS ta misidn fe Editorial Vida es ser fa compafia lider en comunicacion cristiona que satisfa- g0 Jas necesidades de las personas, con recursos cuyo contenide glorifique a Jesucristo y promueva princinios biblicos. PeRIODOS BIBLICOS: Edicién en espafial publicada por Editorial Vida - 1998 Miami, Florida (©1998 por Editorial Vida Nota: Editorial Vida publicé este libro por primera vez en 1958, Del mismo se realizaron dlesistis reimpresiones, La edicién actual se revisé en 1998. RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS. ISBN: 978.0-8297-1578-1 CATEGORIA: Estudios biblicos / Profecia IMPRESO EN ESTAGOS UNIDOS DE AMERICA PRINTED IN THE UNITED STATES OF AMERICA INDICE 1, Estudios de los Periodos Biblicos ........-..-- & 2. Las grandes fases csmicas de la existencia Gelb tieme Gs ee ea bee ss Hite aa 3. Los periodos biblicos (o dispensaciones) y los grandes pactos de Dios ee 4, La edad antediluviana - 30 5. La edad postdiluviana. . . a “ . 6 ae BE 6. El perfodo patriarcal ..- 2.6... eee eed 7. period istaelita S20 2. DS ee ee ee ey 50 8. Elperfodo israclita ......--... Pe ee tee 55 9. El periodo eclesiastico - 62 10. El perfodo eclesiastico 5 » os 68 Ty eaedad mallet i's wienall acre ahalieuwiteila eile desiarhenteis 8 12. Las resurrecciones, los juicios yelestadoeterno........ 13. El mundo de los espiritus ... . . Preguntas para elestudio 2... 0. eee ee ae Leccién 1 ESTUDIOS DE LOS PERIODOS BIBLICOS INTRODUCCION La Biblia, que es la Palabra de Dios, con sus clarasy autorizadas declaraciones acerca de los misterios y problemas de la vida, es la ‘tnica esperanza del hombre y de las naciones. Ella contiene la ‘Gnica auténtica historia de la creacién del mundo y de los princi- pias de Ia historia humana. Ella sola se propone revelar el futuro. En sus paginas lleva la historia del gran amor de Dios por el mundoy su maravilloso plan de redencién. Presenta la verdadera filosofia de la vida. No es la voluntad de Dios que haya entre los hijos de los hombres guerra, codicia, injusticia, ignorancia, ni ninguna clase de pecado. Es por rehusar cl tinico camino de vida y seguir falsas filosofias, que el hombre ha traido al mundo el caos que vemos. Por todas partes, y que lo lanzara al abismo de su propia destruc- cin, a cuyo borde ya esta. “Los sabios se avergonzaron, espanté~ ronse y fueron presos: he aqui que aborrecieron la palabra de Jehova, éy qué sabiduria tienen?” (Jer 8:9). La Biblia muestra el camino para la salvacién individual, y para la solucién de todos los problemas personales. Presenta la perso- na de Cristo como Salvador, Vida, Luz, Amor, Fuerza, Sabiduria, Alimento de] Alma, Amigo Personal y como Guia. Sin la Biblia, uno esté perdido, espiritual y mentalmente, y condenado a vagar en tinieblas, hundiéndose en eterna desesperacién. Debemos estudiar la Biblia porque ella sola es nuestra salvacién. 6 Pertodos biblicos Ademés, la Biblia es para nosotros un libro abierto. Tenemos la libertad para leer, creer y ensenar sus benditas verdades. La imprenta y los sistemas educativos han hecho posible que cada uno posea y lea por si mismo un ejemplar de ella. Tenemos un dia de cada sicte que podemos dedicar a su estudio y propagacién. Las iglesias, la literatura y la radio estan a nuestra disposicién en easi todas partes como un medio para diseminar el evangelio. ¢Qué excusa tenemos para no conocer y leer la Biblia? Al aproximamos a sus p4ginas sagradas, encontramos al Espi- ritu Santo, qu es enviado por nuestro amoroso Padre celestial como el divino intérprete y guia en su lectura. “El os ensefiard todas las cosas...os guiard a toda yerdad...tomard de lo mio, y os Jo hard saber” (Jn 14:26; 16:13, 14). Se exhorta a procurar “con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien Ja palabra de verdad” (2 Ti 2:15). 6Qué significa trazar bien la palabra de verdad? La version inglesa de este pasaje nos ayuda a comprender su significado, cuyo sentido es: “dividir bien la palabra de verdad”, o sea, hacer una distincién y separacién correcta de su contenido, procurando no confundirlo o dividirlo erréneamente. Es el propdsito de este libro ayudar a los estudiantes.a entender y dividir correctamente la verdad biblica. “Por la fe entendemos haber sido compuestos los siglos (las edades) por la palabra de Dios* (Heb 11:3). Este delineamiento de las edades, este bosquejo del gran plan de Dios, puede ser tomado con toda confianza como una divisién correcta de la ensefanza biblica. Es una cosa maravillosa ver este plan y su cuidadoso y majestuoso desarrollo a través de las edades. Al tener este plan en vista, encontraremos que las grandes doctrinas de la Biblia —como la de la Trinidad, la cafda y redencién del hombre, el origen y destino de la iglesia, la diferencia entre la leyy la gracia, y aun la victoria personal en Cristo— se hacen més claras y comprensibles. Un entendimiento de los tiempos y de las verda- des proféticas en general, también esté basado en una correcta idea de la continuidad de los “nimeros” del gran programa divino. Las edades biblicas, en su sucesién légica, son la columna vertebra] de la Biblia, de donde fluyen sus ensefianzas cardinales, Estudios de los periodos biblicos 7 y donde encontramos el alimento espiritual. El arreglo ordenado y la clasificacion adecuada de la verdad divina, que proporciona el estudio de los periodos biblicos (dispensaciones), nos evitara extraviarnos y nos libraré de muchas confusiones en la interpre- tacién biblica. Como dijo San Agustin: “Distinguid los periodos, y las Escrituras armonizaran solas”. Nuestra divisién general de la verdad biblica consistiré en arreglar los hechos relacionados con la tierra, el hombre y los espiritus, en tres distintas secciones o partes, La primera parte se relacionard con la tierra misma y las varias fases de su existencia. La segunda parte, la mas larga de las tres, tratara de la historia del hombre, su caida y redencidn. Y, finalmente, la tercera parte trataré del mundo de los espfritus con sus diferentes clases de seres. LAS GRANDES FASES COSMICAS DE LA EXISTENCIA DE LA TIERRA De acuerdo con la palabra de verdad, la tierra en que vivimos ha pasado por varios periados de transicién que la han cambiado completamente. Todavia estén por acontecer nuevas transforma- ciones. Un estudio de estos cambios cataclismicos nos serd de gran valor al mismo tiempo que nos proporcionara un buen fundamento para los estudios que seguiran sobre el hombre y los espiritus. Al usar el término tierra, estamos incluyendo también la atmésfera que rodea la tierra, tanto como el sol y las estrellas. Muchas veces se usan juntos en las Escrituras los términos cielos y tierra. (“Creé Dios los cielos y la tierra”, Gn 1:1; “El cielo y la tierra pasaran”, Mt 24:35; “Y vi un cielo nuevo, y una tierra nueva”, Ap 21:1.) Después de considerar la creacidn de la tierra, debemos notar los cambios producidos después de la caida del hombre y después del diluvio, y los que aconteceran en la segunda venida de Cristo y en el juicio del gran trono blanco. Esto nos dara los siguientes encabezamientos para los asuntos a tratar: La Creacién, La Tierra Edénica, La Tierra Antediluviana, La Tierra Postdiluviana, La Tierra Milenial, y La Nueva Tierra. 8 Pertodos biblicos 1. LA CREACION (Gn 1:1 a 2:1) a. Antes de la creacién. Dios existia mucho antes que la tierra. “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas; y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho” (Jn 1:1-3). “Porque por él fueron criadas todas las cosas que estan en los cielos, y que estén en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue criado por él y para él. ¥ él es antes de todas las cosas, y por él todas las cosas subsisten” (Col 1:16, 17). Sucedieron muchas cosas antes que la tierra fuera creada, “Aquella gloria que tuve cerca de ti antes que el mundo fuese”. “Me has amado desde antes de la constitucién del mundo” (Jn 17-5, 24). “Segiin nos escogié en él antes de la fundacién del mundo” (Ef 1:4). “Del Cordero, el cual fue muerto desde el principio del mundo” (Ap 13:8). “De Jehova es Ia tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan. Porque é] la fundé sobre los mares, y afirmdla sobre los rios” (Sal 24:1-2). La crea- cién de Gn 1, es evidentemente la fundacién del mundo. bb. Génesis 1:1 “En el principio creé Dios los cielos y la tierra” (Gn 1:1), Esta es la mas sublime expresién de toda Ia literatura. Es la intraduc- cién que Dios hace del tiempo (el principio), del propdsito (Dios), de la fuerza (cred), del espacio (cielos), y de la materia (tierra): los factores principales del mundo, Tenemos aqui una declaraci6n que abarca la filosofia, la geologia, la astronomia, la cosmogonia y la teologia, Es el principio de la ciencia, del arte, de la historia y de las cosas espirituales. Clara y definidamente, Dios creé el mundo. Dios, el Eterno, en un punto definido, cred la tierra, “siendo hecho lo que se ve, de lo que no se veia” (Heb 11:3). No encontramos aqui una eternidad de la materia. Que Dios es eterno, si; pero no la materia. La materia, la fuerza y el espacio, todo fue hecho definidamente por Dios en el principio de los tiempos. Estudios de ios pertodos biblicos 9 c. La teoria de la creacion progresiva. éCual fue el método que Dios empleé en Ja creacién? éCudles fueron sus caracteristicas? 4Qué procedimiento siguié Dios? Al- gunos ensefan que Gn 1:1 es una declaracién comprensiva de lo que le sigue. Se afirma: “En el principio creé Dios los cielos y la tierra”, y en el resto del capitulo se dice cdmo. Primero cred una masa de agua que no tenia forma, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo. “Y el Espiritu de Dios se movia sobre [se inclinaba sobre, o respiraba sobre] la haz de las aguas”. Por esto se entiende que El infundia o destilaba vida en esa masa de caos, que mas tarde ordené que asumiera varias formas, Con esta materia prima de agua no formada, procedié a crear el cosmos del caos, a formar el mundo hermoso que ahora conocemos. En el primer dfa dijo Dios: “Sea la luz: y fue la luz”. Aqui no cred la luz, porque aqui se emplea uma diferente palabra hebrea. Sélo hizo que se tornara visible, que apareciera. Pero era lo suficientemente clara como para llamar a la luz Dia, y a las tinieblas Noche. éDe donde vino esta luz, siendo que el sol no fue creado hasta el cuarto dia? CEs ésta la luz cOsmica o quimica de que habla la ciencia? En seguida vino la divisidn de las aguas arriba y abajo de la expansién. El hecho de que Dios no |lamara buena la obra de este segundo dia, ha sido considerado como que indica que los cielos que entonces hizo fueron inmediatamente invadidos por Satanas y sus ejércitos de malos espiritus (Ef 6:12; 2:2). Después vino la separacién de las aguas por la elevacién de una parte de la tierra, quedando seca, y la produccién de vegetacién en la tierra. Nuevamente no se usa la palabra “crear”. Simple- mente Dios dijo: “Produzea la tierra hierba verde, hierba que dé simiente; drbol de fruto que dé fruto segtin su género, que su simiente esté en él, sobre la tierra: y fue asi”. Enel cuarto dia dijo Dios: “Sean por lumbreras en la expansiéa de los cielos para alumbrar sobre la tierra: y fue asi”. Pero tampoco éste es un acto creativo, sino una orden para que entre en funciones. Pero en el quinto dia Dios nuevamente crea, usén- 10 Periodos biblicos dose la misma palabra que aparece en Gn 1:1 y 27. Ballenas y toda criatura viviente que se mueve son distintas creaciones, como también lo es el hombre en el sexto dia. d. (La teoria de la tierra original Esta teoria considera que la interpretacién precedente es erra- da porque hace principiar a Dios su creaci6n con una masa de agua caética e ignora la implicacién, en su uso restrictivo, de la palabra crear en la primera parte del relato de la creacién. Ofrece una teorfa que corrige estos errores, como ellos les llaman. Sos- tiene que una “tierra original” es la que se describe en Gn 1:1, ¥ que era perfecta en todo sentido; que Satanas (entonces llamado Lucifer, “hijo de la mafiana”) era su gobernante; que el pecado de Satands trajo la maldicién de Dios no sdélo sobre é1 sino también sobre toda el mundo, la tierra original; y que el caos de Gn 1:2 es el estado de ruina a que Dios redujo la tierra original por el pecado de Satants. Se dan los siguientes argumentos en favor de esta teoria: No es concebible que una creacién original de Dios pueda haber sido algo menos que perfecta. El v. 2 y los que siguen, por lo tanto, no pueden describir la tierra original, sino la tierra caética y la formacién de la presente tierra. Is 45:18, nos habla acerca de la tierra: “No la creé en vano” (o vacia segiin otra versién). Esta creacién original puede haber sidoel jardin mineral del Edén, el santo monte de Dios, del cual se habla en Ez 28:12-L6, donde Satands andaba “en medio de piedras de fuego”. Este paraiso mineral nos recuerda el paraiso de Ap 21 y 22, que encontraremos en los nuevos cielos y en la nueva tierra. La descripcién del Edén en Ez 28:13 es diferente del Edén de Adan en Gn 2:8; sin embargo, se usa ¢l mismo nombre. De ahi que se pueda concluir que el primer Edén era de una diferente creacién, mas de la misma tierra. También se puede inferir que fue de esta exaltada posicién que Satands aspiré a ser como ¢] Altisimo (Is 14:12-14), cuando la gran ira de Dios redujo la tierra original al caos absoluto descrito en el y. 2, dejando a Satands y a sus angeles sin hogar. Esto también podria explicar la venida de Satands al Edén (su antiguo Estudios de los pertodos biblicos 11 hogar), procurando desalojar a sus nuevos ocupantes. Con rela- cién a esto, algunos creen que los demonios, que constantemente estan procurando encarnarse en los hombres (Mt 8:31), son espiritus incorpéreos de seres que antes habitaban la tierra origi- nal. (Sabemos que no habian hombres en |a tierra original, porque se dice que Adan era el primer hombre, 1 Co 15:45.) Encontramos otra confirmacién de esta idea en Is 45:18 (Ver- sién Moderna): “No en vano la cre6, sino que para ser habitada la form6”. “Aqui tenemos la creacién y la formacién, la una original y la otra posterior; la una produciendo algo de la nada, la otra formando algo de un material preexistente” (W.C. Ste- vens). La diferencia entre creacién y formacién es real, porque en ninguna parte del relato de la creacién después de Gn 1:1 se usa la palabra crear, excepto cuando se trata de la vida animal y la creacién del hombre en el quinto y sexto dia. Esto pareceria indicar que, después del v. 2, el relato “describe mas una refor- macién que una creacién, la transformacién del caos en cosmos, © sea, la tierra que conocemos”, Cada dia en sucesién pone en funciones o hace visible la luz, el firmamento, la tierra seca, la vegetaci6n y las luminarias. Después de ordenarse (no crearse) la luz, la tierra “produjo” hierba verde, etc., posiblemente de la simiente que estaba dormida de la creacién original. La “crea- cién” de los animales en el quinto dia fue, o bien un agregado o una restauracién de 1a vida animal, si es que Ia hubo en la tierra original. (Esta posibilidad ofrece una razonable explicacién para la presencia de fdsiles en la tierra cuya especie se ha extinguido.) De toda esta argumentacidn se concluye que Gn 1:1 describe la tierra original perfecta, y que Gn 1:2a presenta el caos a que fue reducida esa tierra original por la ira de Dios. e. La tierra en estado de caos Ahora, si esta teorfa de la tierra original es cierta, qué enorme contraste hay entre la creacién original y el estado posterior a que fue reducida. Aqui no hay luz de ninguna clase; el cielo no se distingue de la tierra; no hay tierra seca por ninguna parte; no existe una expansion para dividir las aguas; y, por cierto, ninguna criatura viviente. Si habia vida en alguna forma, ésta yacia latente 12 Pertados biblicos en las semillas depositadas en las profundidades del océano. Esta es la mds terrible maldicién de que tenemos noticias que Dios envié sobre sus criaturas. iQué espantosa demostracién de! poder esterilizador, consumidor y destructor de nuestro Dios, una vez que se ha dispuesto a juzgar! ‘Con cualesquiera de estas dos teorias, la descripcién: “La tierra estaba desordenada y vacfa, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo” (Gn 1:2a), con la inmensa expansién de agua sin luz ni calor, da amplio lugar a todas las épocas glaciales que ensefia la geologia, porque estos estados existieron antes que principia- ron los “dias” de Gn 1. Leccién 2 LAS GRANDES FASES COSMICAS DE LA EXISTENCIA DE LA TIERRA (Continuacién) f. Los “dias” de Génesis 1 Que estos dias de Génesis 1 no eran dias de veinticuatro horas, es evidente por el hecho de que tres de ellos fueron completados antes que el sol apareciera. Ademas, debemos notar que en las Escrituras se hace uso frecuente de la palabra dia para referirse aun perfodo indeterminado de tiempo (véase Sal 95:8, Jn 8:56, 2 Co 6:2, 2 P 3:8), También Gn 2:4 habla del periodo completo de seis dias como del “dia que Jehova Dios hizo la tierra y los cielos”. No es biblico afirmar que Ja tierra tiene seis mil afios de vida. La cronologia biblica data desde la creacién del hombre y no desde la creacin de la tierra. Da gusto observar cudn bellamente este relato de Génesis 1 esta corroborado por la geologia. Esta ciencia ensefia que hay seis periodos en la creacién a través de las edades, concordando con los seis periodos sucesivos del Génesis. Seguin la geologia, la vida precedié a la luz, desarrollandose aquella en el fondo de los mares. “El Espiritu de Dios se movia sobre la haz de las aguas”. En seguida, la geologia declara que primero hubo una luz quimi- 14 Perfodos biblicos ca, no solar, “Sea la luz”, dijo Dios en el primer dia, y el sol sélo aparecié en el cuarto dia. La geologia demuestra que la atmésfera forma una expansién elevando vapores de agua y formando nubes, separando las aguas de arriba de las de abajo. “Haya expansién en medio de las aguas, y separe las apuas de las aguas...y aparté las aguas que estaban debajo de la expansion, de las aguas que estaban sobre la expansién”. La geologia nos dice que a continuacién los continentes se alzaron del fondo de la masa de agua y produjeron vegetacién . “Descubrase la seca”; “Produzca la tierra hierba verde”. La geologia nos dice que las enormes plantas de la edad del carbén nunca crecieron al sol sino a la sombra, que se alimentaron de la atmésfera de vapor, ¥ que su madera no se endurecié como hubiera ocurride de haber estado expuesta al sol. Fl relato de Génesis pone el crecimiento de la vegetacién antes que apareciera el sol en el espacio. En seguida, Ja geologia coloca a los monstruos marinos, reptiles, aves aladas y cuadripedos mamiferos. La Biblia también sefiala este orden general. Tanto la geologia como Génesis colocan al hombre al final de todo. Segin la confesién de un cientifico moderno, si uno fuera a presentar el mds reciente sistema de geologia, no podria encontrar nada mas sublime y sencilla que aquel que presentara Moisés. El hecho de que se diga que toda la vida vegetal y cada seccién de Ja vida animal fue creada cada una “segiin su género”, estando: su simiente en ella con capacidad para reproducirse (Gn 1:11, 24). prucba que cada dia en sucesi6n, por un acto instantaneo del poder de Dios, produjo una obra acabada y perfecta, ya que El mismo la consideré asi. Esto esta confirmado por la circunstancia de que después de cada dia (excepto el segundo), y al final de toda lacreacién, Dios inspeccioné su obra y vio que era buena (Gn 1:4, 12, 18, 21, 25, 31). g-. La evolucién. Un tratado acerca de Ja creaci6n del mundo no podria estar completo sin hacer siquiera una breve referencia a la teoria de la evolucién. H.F. Osborn, en su libro en inglés “The Origin and Evolution of Life”, ha declarado: “La verdad es que, desde el Las grandes fases cdsmicas de la existencia de ta tierra 15 periodo de los primeros vestigios del pensamiento griego, el hombre ha estado ansioso por descubrir alguna causa natural de Ja evolucién y abandonar Ia idea de una intervencién sobrenatural en el orden de la naturaleza”, Esta es una franca admisién del motivo que causé la aparicién de la teorfa de la evolucién. No es un buen motivo, y si no fuera por el hecho de que muchas de nuestras escuelas primarias y secundarias, las altas instituciones de ensefianza y los pilpitos modernistas csadamente dan por sentado que la teoria de la evolucién es verdadera, no le presta- riamos ninguna atencién. Como una advertencia general y como una breve refutaci6n, debemos decir lo siguiente: “La teoria de la evolucion es aquella posicién filoséfica y especulativa que mantiene que todos los variados elementos que componen ¢l mundo inorginico, y todas las incontables especies de criaturas vivientes en el mundo organico, tienen un origen comin y se desarrollaron por efecto acumulativo de los cambios, en si mismos imperceptibles, que fueron provocados por la ener- gia de las “fuerzas inherentes de la naturaleza”. Esta teoria, que echa a un lado el relato biblico, asume la existencia de la materia y la fuerza, pero no ofrece ninguna explicacién sobre su origen. Se supone que la materia existia originalmente en forma de vapor gaseoso uniforme y ardiente. La fuerza es descrita como la ten- dencia de esta materia a permanecer en movimiento. éNo es tan indispensable la accién de la Infinita Sabiduria y Poder para la creacién de la materia y la fuerza, con su supuesta capacidad de desarrollo y diversificacién, como para la creacién de los elemen- tos separados, las plantas y los animales? El relata biblico de la creacién ¢s tan razonable como cientifico, y no se necesita mas fe para aceptarlo que Ia necesaria para creer en la teorfa de la evolucién. En verdad, es mas razonable y necesita menos fe creer en la eternidad de un Dios personal y en su poder creador instantaneo, que aceptar la inexplicada existencia de la materia y la fuerza con su supuesto y misterioso poder de desarrollo. La evolucién césmica, esto es, el surgimiento de las estrellas, de la tierra, del mar y del aire de una substancia originaria comin, no podria ser probado en nuestros dias en ninguna forma. Todas las investigaciones en el campo de la astronomia confirman que 16 Periodos biblicos la ley del universo es y ha sido siempre la estabilidad y el orden. Estas observaciones y otros hechos descubiertos por el hombre, en vez de probar la evolucién, son confirmaciones de que esta teorfa es un mero fruto de la imaginacién. En la transformacién de lo inorganico, la teoria dela evolucién requeriria que en el remoto pasado, y debido a asombrosos accidentes y mezclas de Ja fuerza y la materia, se generd la vida, y una planta llegé a crecer. Ahora, si todas las innumerables formas y especies de vida que existen sobre la tierra hoy dia surgieron de substancias inorgdnicas, entonces dos cosas deben. ser verdad: (1) elsubstrato y las rocas de la ticrra deberian guardar indicios de este paso de lo inorganico a lo organico, y (2) la naturaleza toda a nuestro alrededor deberia exhibir agruapamien- to de détomos inorganicos que se convierten en cuerpos organicos. Pero la generacién espontanea, segin Darwin mismo, es “abso- lutamente inconcebible”, y no se encuentran rastros en ninguna parte que la vida orgdnica surja de substancias inorganicas. En verdad, la materia inorgdnica no muestra signos de progreso alguno, ningtin poder o disposicién para avanzar en lo més mini- mo. La evolucién admite que no puede saltar del reino vegetal al animal. Alfred R. Wallace, contempordnco y colaborador de Darwin, dice que el avance del reino vegetal al reino animal es “completamente imposible de explicar por medio de la materia, sus leyes y sus fuerzas”. iSin embargo, la evolucién tiene la pretensién de ser una plausible teorfa del origen de las cosas, siendo que no puede explicar el origen de la materia, de la fuerza, de Ia vida vegetal y del reino animal! Si la evolucién es cierta, no deberia haber especies o lineas divisorias en la naturaleza, sino que todo deberfa ser formas individuales mutdndose en otras imperceptiblemente, cada una llegando a ser algo distinto, de manera que la clasificacion seria imposible. Pero en vez de esto tenemos a nuestro alrededor un mundo con claras divisiones de clases y especies, marcadamente definidas, y separadas por barreras infranqueables. Asi todo el universo prueba que la teoria de la evolucién es falsa. Las grandes fases césmicas de la existencia de la tierra 17 ‘Y cuando se trata de pasar de Ja vida animal al hombre, nuevamente nos encontramos con que el eslab6n esta perdido, La bisqueda de este “eslabén perdido”, ha sido patética. Bl gran quimico anatomista, el profesor Virchow, dice: “Debemos fran- camente reconocer que hay una completa ausencia de un fésil de una etapa inferior en el desarrollo del hombre”. Los evolucionistas son incapaces de explicar la realidad de Jesucristo, que fue raiz de tierra seca; del cristianismo, que surgié con recio antagonismo a los credos de los judios, griegos y roma- nos; y de la bendita Biblia, que H.G. Wells admite que fue la que produjo la civilizacién en vez de ser la civilizacién la que la produjo aella. Que los sistemas educativos y las religiones modernistas hayan aceptado tan facilmente esta teorfa, que ha sido repudiada por muchos cientificos mismos, y para la cual no existe ninguna prueba, lo que le quita toda su fuerza, es una patética demostra- cién de cémo, cuando los hombre no reciben con amor la verdad que salva, Dios les envia espfritu de error para que crean a la mentira y sean condenados (2'Ts 2:10-12). ‘Todas las especulaciones acerca del origen de las lenguas, de la religin, etc., y sobre las varias “edades” prehistéricas por las cuales pasara el llamado hombre primitivo, es producto de esta misma teoria evolucionista, y deben ser desechadas como paja, porque lo son. “Adan no fue creado como bebé ni era un salvaje primitivo, sino era un hombre completamente formado, perfecto en inteligencia y conocimiento, de otro modo no pudo haber puesto nombres a las bestias del campo y a las aves de los cielos. El hecho de que sus descendientes inmediatos tuvieran tal habi- lidad para inventar instrumentos musicales y otros objetos meca- nicos, y pudieran construir ciudades y torres, y un barco como el arca, prueba que los hombres antediluvianos fueron hombres de grandes capacidades intelectuales, y que en vez de que el hombre haya “evolucionado” hacia arriba, ha degenerado “hacia abajo” (Clarence Larkin). Cain, el primer hijo del primer hombre, fue un labrador de la tierra y después edificé una ciudad. Ya en la sexta generacién desde Cain, Jubal fue padre de los que maneja- ban el arpa y el Srgano, y Tubal-Cain fue maestro de todo artifice 18. Perfodos biblicos de metal y hierro (maestro en una escuela técnica donde se preparaban operarios en metal y hierro), Gn 4:2, 17, 21, 22. Estos son las hechos biblicos a los cuales la evolucién se opone. 2. LA TIERRA EDENICA (Gn 2:4-25) a. Una creacién perfecta. “Y¥ vio Dios todo lo que habia hecho, y he aqui que era bueno en gran manera” (Gn 1:31). La creacién era perfecta en todos sus aspectos durante el periodo de la tierra edénica. No habia espinas ni cardos, ninguna “maldicién” en toda la naturaleza (esto vino después, Gn 3:17-18). La naturaleza no demostraba ninguna inclemencia, ni existia ningun sufrimiento en el reino animal. (Porque las criaturas fueron “sujetas” a vanidad, y gimen a una hasta ser liberadas a la manifestacién de los hijas de Dios, es decir, la redencién de nuestro cuerpo [Ro 8:19-23]. También, en la gran restauracién, el leén como el bucy comera paja y no hardan mal ni dafiardn [Is 11:6-9].) Ni los animales cran muertos para servir de alimento, porque las hierbas y las frutas eran la comida del hombre y las bestias (Gn 1:29, 30). No habia lluvia, mas subia de la tierra un vapor, que regaba toda la faz de la tierra (Gn 2:5, 6). b. El huerto. En la parte oriental del Edén habia un huerto plantado con “todo drbol delicioso a la vista y bueno para comer; también el arbol de vida en medio del huerto, y el arbol de ciencia del bien ydel mal” (Gn 2:8, 9). Cuatro rios regaban el huerto, y el hombre fue puesto en él para que lo labrara y lo guardase (Gn 2:10-15). Parecerfa por Gn 5:3 que esta bendici6n edénica continué por ‘un siglo. 3. LA TIERRA ANTEDILUVIANA (Gn 3:17, 18). a. La maldicién. Debido al pecado del hombre y como una parte del castigo, toda la creacién fue sujeta a vanidad, y la maldicién vino sobre toda la naturaleza (Ro 8:20-22). El espiritu de “pecado” entré en lo que ahora conocemos como los animales salvajes, convirtiendo Las grandes fases césmicas de la existencia de la tierra 19 a.unos en animales de presay a otros, victimas de éstos (véase Ef 2:2). Espinas y cardos, zarzas y malezas, invadieron el reino vegetal, con enfermedades y agotamientos en las especies. Tam- bién podriamos inferir por Gn 3:17 que los terremotos, volcanes, tormentas, huracanes, etc. fueron introducidos como fenémenos terrestres en este tiempo. 4. LA TIERRA POSTDILUVIANA (Gn 8:13). a. Sus principios, “Y quité Noé la cubierta del arca, y mir6, y he aqui que la faz de la tierra estaba enjuta”. Esta fue la primera mirada que se dio ala tierra que ahora tenemos. Que se habfan producido formida- bles convulsiones en la superficie de la tierra, lo prueba el hecho de que “fueron rotas todas las fuentes del grande abismo” (Gn 7:11), y que la tierra seca se hundié tanto que todo monte fue cubierto de agua, y después se elevé de nuevo de modo que las aguas yolvieron a los mares. Como lo sugiere Clarence Larkin, también deben haberse producido cambios climatéricos que pri- varon a la atmésfera de algunos de sus elementos esenciales para Javida, de manera que la vida del hombre bajé de 900 a 100 afos yauna 70. b. Su continuacion. Mientras permanezca, “todavia seran todos los tiempos de la tierra; lasementera y lasiega, y el frioy el calor, verano ¢ invierno, y dia y noche, no cesaran” (Gn 8:22). c. Su fin. “Y habra grandes terremotos, y en varios lugares hambres y pestilencias, y habr espantos y grandes sefiales del cielo...habré sefiales en el sol y en la luna, y en las estrellas; y en la tierra angustia de gentes por la confusién del sonido de la mary de las ondas” (Le 21:11, 25, 26). También el libro de Apocalipsis nos habla de grandes convulsiones y perturbaciones sin precedentes en la naturaleza que tendran lugar al final de esta era. 20 Pertodos biblicos 5. LA TIERRA MILENIAL (Sal 72:8) a. Sus principios. Las tremendas conmociones de la naturaleza que caracteriza- r4n el fin de la presente era culminaran con el partimiento en dos del monte de las Olivas, la formacién en Judea de un valle, y el surgimiento de aguas vivas que fluirdn de Jerusalén para vitalizar del Mar Muerto, acontecimientos que acompafardn el regreso personal de Cristo a la tierra para establecer su reino milenial (Zac 14:4, 8, 10; Ez 47:1-8). b. Sus caracteristicas. Desaparecerd la ferocidad de los animales salvajes, restauran- do el reino animal a su condicién edénica (Is 11:6-9). (Seré una excepcidn la serpiente, que sera siempre el animal que conoce- mos, pero inofensivo, Is 65:25, 11:8.) Se quitard la maldicién que pesa sobre la tierra, porque “en vez de la zarza crecerd haya”, etc. (Is 35; 41:18, 19; 55:13; Amos 9:13), Ademiés, la vida humana sera prolongada, porque “segun los dias de los arboles seréin los dias de mi pueblo” (Is 65:22). c. Su fin. “Mas los cielos que son ahora, y la tierra...son guardados para el fuego”. “De Dios descendié fuego del cielo, y los devoré”. “Los cielos pasarén con grande estruenda, y los elementos ardiendo serdn deshechos, y la tierra y las obras que en ella estan serén quemadas”. “Delante del cual huy6 la tierra y el cielo; y no fue hallado el lugar de ellos” (2 P 3:7, 10; Ap 20:9, 11). Por estos versiculos nos pareceria que la tierra serd quemada y reducida a cenizas y gases, disuelta completamente para desapa- recer para siempre. Pero un examen del contexto de estas Escri- turas, y el sentido exacto de las palabras empleadas indican, en verdad, todo lo contrario. La tierra “perecera” (2 P 3:6, 7) s6lo como perecié la tierra antediluviana, esto es, sufrira un cambio de un estado a otro, Cuando se dice que “la tierra y las obras que en ella estan seran quemadas”, se emplea para tierra la palabra “cosmos”, que significa “la superficie de la tierra, lo que la habita, Las grandes fases csmicas de la existencia de la tierra 21 y no la tierra como planeta”. Es su parte exterior la que sera quemada y sus obras consumidas. La palabra pasaran significa “pasar de una forma a otra”, y deshechos, “soltarse”. (Véase Jn 11:44 donde se.usa la misma palabra.) Por otra parte, la Escritura dice: “la tierra siempre permanece” (Ee 1:4; Sal 104:5). No pode- mos imaginar que esta tierra, que ha sido consagrada con la presencia misma del Hijo de Dios, y comprada con su preciosa Sangre, sea alguna vez destruida y deje de existir. Seré, mas bien, fumigada, renovada, o purgada por el fuego de todo vestigio de pecado y enfermedad, destruyéndose para siempre la maldicién que pesaba sobre ella. 6. LA NUEVA TIERRA (Ap 21:1) “Y vi un cielo nuevo, y una tierra nueva”, un cielo y una tierra renovados, En estos nuevos cielos y tierra, no habré mares (Ap 21:1), en evidente contraste con Gn 1:2a, donde no habia mas que agua. También, en vez de las tinieblas de la tierra en estado de caos, no habré allf noche, ni necesidad del sol, ni de la luna, ni de antorcha, porque el Sefior Dios los alumbrar4 y el Cordero (Ap 21:23, 25; 22:5). Pero como en la tierra edénica, habr4 un rio y también estara el arbol de la vida (Ap 22:1, 2). Nose encontraran rastros de la maldicién (Ap 22:3). ¥ ésta, su nueva creaci6n, sera para siempre jamas (Ap 22:5), Leccién 3 LOS PERIODOS BIBLICOS (O DISPENSACIONES) Y LOS GRANDES PACTOS DE DIOS Por periodo biblico, o dispensacién segin algunos, queremos significar “un perfodo de tiempo durante el cual Dios pone a prueba la obediencia del hombre mediante una revelacién espe- cifica de la voluntad divina”. Desde el punto de vista humano, es un perfodo moral o de prueba, y desde el punto de vista divino, ¢8 un intervalo de tiempo en el cual Dios trata a los hombres en cierta manera. Por lo que nuestro estudio de los periodos biblicos o dispensaciones consiste en un andlisis de las sucesivas fases morales de la historia humana; una consideracién por periodos de la forma cémo Dios ha tratado con el hombre. Todos los tiempos son divididos en siete periodos, principiando con la creacién del hombre y terminando con la destruccién de los “antiguos” cielos y tierra, y la introduccién de la eternidad. Delimitan estos periodos grandes crisis en la historia del hombre. La edad edénica se extiende desde la creacidn hasta la caida del hombre; la antediluviana, desde la caida hasta el diluvio; la postdiluviana, desde el diluvio hasta el Iamamiento de Abraham, ‘©, €n su sentido mas amplio, hasta la segunda venida de Cristo; la patriarcal, desde el lamamiento de Abraham hasta el éxodo de Los pertodos biblicos (o dispensaciones) ... 23 Egipto; la israelita, desde el éxodo de Egipto hasta la primera venida de Cristo; la eclesiastica, desde la primera venida de Cristo hasta su segunda venida; y la milenial, desde la segunda venida de Cristo hasta el establecimiento del juicio en el gran trono blanco. Advertiremos facilmente que, en una gran parte, las lineas directrices de estas periodos se asemejan mucho entre si. Se encontrara que cada una tiene una nota dominante que repre- senta su condicién moral o cualidad caracteristica. Cada una tiene un propésito definido en el plan de Dios, que s¢ indica claramen- te. Cada una tiene un personaje sobresaliente, un acontecimiento prominente. Cada una principia con una nueva revelacién de Dios, muestra una separacién gradual de la revelaciGn por la desobediencia, un apartamiento entre los que obedecen y los que desobedecen una degeneracién de los que forman el grupo de los malos, después la desaparicién de la barrera entre buenos y malos, terminando con casi una total apostasia de los buenos, y, finalmente, se ve el juicio de Dios. Por cierto que estas fases varian en sus grados de manifestacién en cada periodo, y algunas no aparecen en otros, Las mencionamos como tendencias generales que son de interés observar en estos grandes ciclos de la historia. Puede asimismo observarse que las lineas demarcatorias que dividen estos periodos biblicos o dispensaciones no estan clara- mente definidas, sino que por el contrario se traslapan, es decir, ocurre a veces que el final de algunos de los periodos biblicos abarca el comienzo del que le sigue. ‘Unidos a estos periodos (con una sola excepcién), encontrare- mos grandes pactos que Dios ha hecho con el hombre. En cada caso, éstos constituyen la nueva revelacién y la nueva prueba a que se somete al hombre, revelando los nuevos propdsitos de Dios en los siguientes periodos. 24 Pertodos biblicos LA EDAD EDENICA:; El Periodo de la Inocencia (Palabra Clave: Inocencia) 1. LA POSICION DEL HOMBRE a. En Cristo. ‘Como gobernante y cabeza de la perfecta creacidn de la tierra edénica, Dios hizo al hombre la coronay gloria de toda lacreacién (Gn 1:26, 28). Pero Cristo es “el resplandor de su gloria”, “la imagen del Dios invisible” (Heb 1:3; Col 1:15). Cristo es laimagen de Dios, y el hombre fue hecho a la imagen de Dios. éFue hecho, entonces, el hombre en Cristo? W.C. Stevens, en su libro en inglés Revelation, the Crown Jewel of Prophecy [Apocalipsis, la joya de la corona de la profecia], declara: “El simple y obvio sentido es, entonces, que e] hombre seria creado en Cristo, la eterna imagen de Dios, y formado a semejanza de Cristo, la eterna semejanza 0 representacién visible de Dios. El era el original, Adan era sélo la copia... Adan fue formado en un cuerpo de barro a semejanza (aunque todavia no encarnado) de la forma visible del Hijo de Dios”. Cristo gobernaria en su creacién por medio de su repre- sentante, el hombre (Le 3:38). ¥ habia comuni6n entre Dios y el hombre, porque vemos que Dios “se paseaba en el huerto al aire del dia” (Gn 3:8). b. Perfecto. “El hombre fue dotado con la mas alta inteligencia y habilidad, como era necesario para gobernar el mundo segin la mente y el propésito de Cristo”. “Nombré a todos los animales correctamen- te por una percepcién intuitiva del propésito y pensamientos de Dios en la creacién”. “No necesité de ningun libro, o escuela, o experiencia previa para comprender todas las ciencias”. “El hom- bre alcanzé el conocimiento por intuicién y no por estudio” (Stevens). La tnica conclusién a que podemos llegar es que el hombre era sin ninguna imperfeccién tanto fisica como mental y moral. Los pertodos biblicas (o dispensaciones)... 25 c. La mujer. Acerca de lacreacién de la mujer, escribe Matthew Henry: “No de su cabeza, para que no estuviera sobre él; ni de sus pies, para que no estuviera bajo él; sino de su costado la formé para que fuera igual que él, fuera protegida por él y estuviera cerca de su corazén para ser amada”. d. Sus vestidos. Ambos estaban vestidos de luz (Mt 13:43), lo que es probado en su condicién restaurada (Dn 12:3; Ro 8:18; Sal 104:2). 2. EL PACTO EDENICO a. El lado divine. En este periodo Dios se obligé a si mismo a dotar al hombre en Cristo, como una copia de lo que El era, con (1) inteligencia intuitiva perfecta, (2) habilidad administrativa con que dirigir toda la creacién, y (3) completa autoridad para desempefiar sus funciones, siendo el hombre responsable séloy directamente ante Dios. b. El lado humano. EI hombre tenia algunas obligaciones menores que cumplir, tales como (1) henchir la tierra, (2) comer sdlo hierbas y frutas, (3) cuidar el huerto, y (4) abstenerse de comer del 4rbol de ciencia del bien y del mal. c. La libre voluntad del hombre. La necesidad que Dios tuvo de poner al hombre esta sola prohibicién esté en que ¢] hombre era un agente moral libre, con una voluntad inviolable. Una voluntad libre que no tiene opcién a escoger no es libre. De aqui la indispensable necesidad que el hombre tuviera esta libertad de elegir servir o desobedecer a Dios. Pero se le advirtié claramente que la desobediencia tendria ine- vitables y terribles consecuencias. “El dia que de él comieres, morirds”. 26 Perfodos biblicas 3, EL FRACASO DEL HOMBRE a. El villano entra en accidn. Aqui entra en escena el “villano”, un espiritu errante, una “estrella desorbitada”, un elemento extrafio al orden perfecto de la ereacién edénica, inclinado slo al mal, y que busca introducir confusién y el pecado en el hermoso huerto de Dios. Se introdujo- en la serpiente, que era entonces la mas sutil e, indudablemente, la mas hermosa de todas las criaturas. b. La astucia. La duda es el filo de la cua del pecado, y por medio de una velada insinuacién el “villano” introdujo la duda en la mente de la mujer. “éConque Dios os ha dicho: No comais de todo arbol del huerto?” En otras palabras, “(Sera verdad que Dios ha sido tan malo como para privaros de comer de todos los drboles del huerto?” No era necesario que aceptara este veneno. Ella podia y debia haber rechazado esta inicua insinuacién. c. Su éxito. Su respuesta muestra que ella no sélo sucumbié a la sugestién, sino también que el veneno habfa obrado en su mente y corazon. Dudar de la palabra de Dios lleva a pervertir su palabra; por eso ella afiade: “ni le tocaréis”, y duda sobre su-seguro “morirds” en su pervertida cita: “porque no murais”. Esto preparé el camino para la osada contradiccién de la palabra de Dios: “No moriréis”. ¥ cree ala engafiosa palabra de este vagabundo desconocido que ha difamado a su Creador, Sostenedor y Amigo. Su acto de comer Ja fruta prohibida prueba que confiaba mas en Satands que en Dios, condicién de su corazén que, trasmitida a su descendencia, ha constituido el gran pecado de los siglos. Los pasos del hombre al caer, es decir, ver, codiciar, tomar y esconder, forman los peldafios por los que descienden todos los pecadores (véase también Jos 7:21). “Ninguno vive para si”, y su influencia, ahora perniciosa, hizo caer a su esposo. Su pecado fue, entonces, doble, y por cierto que ella ha Ilevado lo peor en sus consecuencias, Los periodos biblicos (o dispensaciones). .. 27 4, LOS RESULTADOS DE LA CAIDA a, El conocimiento del pecado. El hombre era capaz de pecar (su libre voluntad lo requeria), pero no conocia el pecado antes de Ja cafda, La experiencia de pecar le trajo el conocimiento del pecado, que es este drbol prohibido, el Arbol de ciencia del bien y del mal. Este conocimien- to del bien y del mal que el hombre habia adquirido, fue el primer resultado de la caida (Gn 3:22). b, Pérdida de la comunién con Dios. Habiendo quebrantado el mandamiento divino, e] hombre se sentia avergonzado en Ia presencia de Dios. Una comunién de esta naturaleza, no es, en verdad, comunién; la comunién con Dios se habfa, en realidad, perdido. Esta fue otra de las conse- cuencias de la caida. ¢. Quedé separado de Cristo. El hombre habia vivido en Cristo, sostenido por (la fe en) Ja palabra de Dios. El hombre vivird “con toda palabra (acepténdola y creyéndola) que sale de la boca de Dios” (Mt 4:4). Por lo tanto, el rechazo del hombre de la palabra de Dios, su pan de vida, significé la pérdida de la vida (eterna en Cristo) que ella hubiera proporcionado. La vida eterna de Cristo se alej6 de él y él quedé separado de Cristo, “El dia que de él comieres, moriras”. Dios no les hizo morir en castigo de su pecado. La vida divina, eterna, que estaba dentro de ellos, automaticamente cesé por su rechazo de la Gnica palabra que sostiene la vida. Asi el hombre qued6 muerto en delitos y pecados. Podemos considerar que ésta fue la mas terrible de todas las consecuencias de la cafda. d. Muerto en el espiritu. La vida de Cristo dentro de un hombre regenerado es lo que vivifica el espiritu del hombre (Ro 8:9, 16). Sin el Espiritu Santo, el espiritu del hombre est adormecido y pricticamente muerto, La separacién de la vida de Cristo del hombre, por lo tanto, lo deja muerto espiritualmente.

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