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‘Nila Mariana Furiasse NATACION Scanned with CamScanner Habito un mundo donde los sonidos son otros. Los que escuchan los demés no son mios. Nunca lo fueron. No los extrafio porque no los conozco. Mis sonidos tienen tex- tura, aroma; sabor, imagen, vibracién. Los demas viven en otro mundo. Entro y salgo. Desde afuera los veo moverse, gesticular, agitados, inquietos. Siempre estan apurados. Los mas chicos también. Cuando entro, me siento lenta. Como si mis movimientos tuvieran dos velocidades me- nos que los del resto. A veces pienso si nos separan los so- nidos o los tiempos. Cual se dio primero. Empecé liquida y sorda. Como todos. Pero sigo siéndolo. Me gusta imaginarme en ese estado previo, igual a todos, liquida, embri6n. Debe tener que ver con una de las histo- tias que mama me contaba de chica. Nila pez. Nila en panza. Nila liquida. Las palabras-juego de mama. Su pelo largo y sus manos moviéndose para formar sefias delante de mis ojos con la velocidad de los pajaros. Sus manos, su Pelo, el resto del mundo fuera de foco. El espacio donde ha- cer pie. El olor de su pelo. Recién lavado, a champt; o el dia después, esa mezcla de corteza y bosque. Hundirme en su Pelo, de chica. Dormir pegadita a mamé y hacer una almo- hada con su pelo para apoyarme. Me gusta sumergirme. Mi momento preferido del dia, hundirme en la piscina. ea’ que los sonidos se apagan debajo del agua. O con la mee Mi vida es arriba como debajo del agua. Pero abajo me Siento mas segura. Entro en un estado de integracion con - todo que jamas logro afuera. 13 Scanned with CamScanner Viajo en colectivo, a la vuelta, después de entrenar, Si consigo asiento, me ubico al lado de alguna ventanilla, Miro pasar la ciudad. Me descubro en el vidrio, entre lag motas de tierra. Los ojos, los pomulos, la boca, las manos si estan cerca de la cara. éSeran mis manos espacio Para que otro haga pie algun dia? A veces me descubro en al- giin gesto imprevisto y me veo como quien se ve por pri- mera vez. Un gesto nuevo. Miro atardecer y cuando todo es noche afuera y luces, ahi busco el libro en la mochila. Lo abro y leo, La banda de sonido de mi vida son los libros que estoy leyendo cuando las cosas pasan. Esa es mi miisica. Esa, y el agua. La playa, el verano de quinto a sexto: Harry Potter y la piedra filosofal; la separacion de mis papas: Bajo la misma estrella. Esta vez, un libro de Pizarnik que encontré sobre un banco del ves- tuario. Es de alguien, lo sé. No puede haber llegado por mo- vimiento propio. Un libro sobre un banco de madera en un vestuario. Tendria que haberlo dejado en la porteria, donde guardan los objetos perdidos. Pero el libro ya no estaba per- dido, lo habia encontrado yo. Es de alguien, pero pensé que estaba ahi para que yo lo lea. Una vez que lo termine, lo voy a dejar en el mismo lugar para que lo encuentren. Lo abro y leo, vuelvo los ojos a la ventanilla. Eso se parece un poco a robar. No deberia haberlo agarrado. No es mi decision qué hacer con este libro. Y a la vez, voy a devolverlo. Nada grave Puede pasarle a alguien que no encuentre un libro por unos dias. No hubiera hecho esto antes. Pero como me gusta ha- cer algo que no hubiera hecho antes. Solo voy a demorarme en devolverlo. Y leo. En casa, a la noche, busco un libro para llevar al club. Casa siempre es la de mami. La biblioteca del living va de Pared a pared. Los mios no estan ahi, Tengo una propia, en el cuarto. Mi cuarto cueva. Busco, busco. Camino descalza Sobre el parquet, con los dedos siento los bordes desigu- les de los listones de madera. Me paro sobre uno y recor 124 Scanned with CamScanner sin mirar con el dedo gordo el borde. Mami se acerca con Ja taza de té que toma todas las noches antes de dormir, Apoya la taza en un estante de la biblioteca y me Pregunta con sefias: “zQué buscas?”. Tengo el libro de Pizarnik en una mano. Lo dejo sobre el sillon después de mostrarselo y Ie digo: “Algo como esto”. Mama se sorprende: {De donde lo sacaste?”, me pregunta. “Lo encontré”, le digo. Levanta las cejas, busca la taza con sus manos pajaro y toma un sorbo. Sus pestafias y el humo de la taza. Vuelvo mi mirada ala biblioteca. Mama también. Con la taza en una mano acaricia los lomos de los libros de un par de estantes hasta que encuentra algo, con un poco de dificultad lo saca. Me Jo da. Sonrie y se va. Emily Dickinson. En mi cuarto cueva lo hojeo. Acostada en la cama, boca arriba. Lo apoyo al lado mio y miro el techo. Todavia tengo la luz encendida y por eso no puedo verlas claramente, pero distingo el contorno de cada una de las estrellas que pegamos hace afios con papa. La luna redonda. Cuando apague la luz, va a brillar el cielo entero. Mama duerme. Seguro. Se acuesta y es como si se desmayara. No soy muy ordenada. La silla del escritorio rebalsa de ropa que elegi mejor no ponerme. Las zapatillas rojas, las blancas, las azules, diseminadas por el piso como flores. La cama destendida. Pilas de libros en los costados de la esca- lera que va a la biblioteca. El cuarto tiene doble altura. ¥ la unica ventana esta arriba, cerca del techo. Larga y no muy ancha. Al principio, mis papas querian quedarse con ese cuarto porque decian que no era muy luminoso. Les dije que si queria luz la prend{a 0 podia ir afuera. Ese cuarto era Para mi. No es amplio, pero tiene la escalera que va a ese medio entrepiso donde amuramos las bibliotecas. Desde abajo parecen suspendidas. Me encanta ver los libros altos. El entrepiso es minimo. Un piso de madera y unos almo- hadones donde me sentaba a leer cuando era mas chica. Pasaba horas ahi. Tanto que mamé decidié colgar una 125 Scanned with CamScanner cuerda con una luz para Iamarme cuando necesitaba algo 0 habia que comer 0 lo que fuera. “Esa escalera me da miedo”, decia, y termino poniendo la luz. Que era el |j- mite al juego. A veces me hacia la que no la vefa, hasta que sentia como algo me tocaba o me tiraba de la ropa, y veia a mama asomada al entrepiso haciendo equilibrio para decirme con sus manos: “No te hagas, Nila”. “No la vi", le respondia con mi més absoluta inocencia. Ella nunca me crey6. Yo jamas lo reconoci. No subo mucho ahora. Me qued6 un poco chico el es- pacio. Pero me gusta que exista. Que esté ahi. A veces subo, me siento o me acuesto como puedo, rodeada de los libros, y es como volver a mi infancia. Todos los re- cuerdos, ese olor, ese sabor a un lugar propio. Los libros de ahora ya no estan arriba. En la parte de atras de la puerta, que me gusta mantener cerrada, pedi que me pu- sieran unos estantes angostos de madera como para ex- ponerlos. Cierro la puerta y puedo ver cada una de sus tapas. Me duermo mirandolos. Unos van desplazando a otros. Es una biblioteca vertical en movimiento. No puedo dormirme. Pero tampoco lo intento tanto, Hoy mi entrenador me propuso competir por fuera del circuito en el que participo. Con las chicas que no tienen ningtin problema de audicién. Si, tienen otros problemas, seguro. Pero ese, no. Lo miré. Me miré. Nos conocemos de siempre. Fue compafiero del colegio de uno de mis tios. Es amigo de papa. “Y dale’, le dije con sefias. Se rio. Acepté de una. Puede que siempre haya querido. No sé bien qué me pasa, pero los ultimos meses mejoré bastante el tiempo de mis 200 me- tros mariposa. Me pasa que entreno mucho. Me hace bien. Me alivia. Me centra. No era para competir. Aunque terminé compitiendo, Entreno casi todos los dias. Menos los do- mingos. Ahora le digo entrenar. Antes era nadar. Voy a na- dar. Papa y mama me hicieron el aguante. Me llevaban, me buscaban. Al principio mami se quedaba la clase entera en 126 Scanned with CamScanner Jas gradas, mirandome. Le costaba un solo en eso. Pero ie solté. Nila liquida. Nila pez. Nadé Ppe- choy crol, espalda; detestaba mariposa. Me Parecia feroz, Desgastante. Excesivo. Incluso mirandolo de afuera me pa- recia sin armonia. Lo mismo me pasé con la Pera: la comia yme daba arcadas. Y de repente algo se dio vuelta. Me gusta habitar el espacio de lo que no me gustaba. Como si esa también pudiera niet yo. La que nada mariposa. La que come pera. Y la que compite en el otro circuito, Zuri se despereza a mis pies, hace perfecta la Postura del perro de yoga. Y camina con sus patas afelpadas porencima de mi cuerpo hasta mi pecho. Me mira, sus bigotes largos, sus ojos de gata. Si estuviera dormida, ya me hubiera mor- dido la nariz. Pero estoy despierta. Y nos medimos mutua- mente. La conozco tanto y a la vez, por momentos, no la co- nozco nada. Es mi compafiera. Se baja. Se ovilla junto a mi cuerpo del lado de la pared, me mira y empieza ronronear. La siento vibrar como un motor encendido contra mi. Es- pera mimos. Siempre que quiere, espera mimos. La acaricio suave entre las orejas y el hocico, detras de las orejas. Es pe- luda. Eso me encanté apenas la vi en la caja de cart6n en la que la encontré. Me asomo a las cajas de carton desde que me acuerdo. No sé por qué habra empezado. Siempre me parece que una caja abierta en la calle puede ser un animal abandonado. Hasta Zuri. Abria su boca pequefia, desafo- Tada. Maullaba, aunque no podia escucharla. Podia sentir la agitacion de su cuerpo bebé. La alcé. La apoyé contra mi pe- cho. Y asi seguimos. Camino al club hice dos paradas. La habitual, la del club, yantes, en una libreria del centro. Armando la mochila ee ira entrenar pensé que mejor no perder el libro de ae Después empieza con que las ediciones, con que cada lil tiene su historia, sus marcas. Compré uno de Peace Volvi.a subir al bondi. Bajé a una cuadra del club eae Con la mochila sobre el hombro. Adentro, lo. que nec POCO soltarme, No Ww Scanned with CamScanner para natacion, y los libros de Pizarnik y Dickinson, wae resto, Tuve que esperarun rato a que se vaciara el vestuatio, Me demoré excesivamente en cada preparativo. Y cuando no qued6 nadie, caminé junto a los bancos de madera que estan ubicados en el centro entre casilleros, y dejé el libro de Dickinson, justo donde habia encontrado el de Pizarnik, No me di vuelta ni una sola vez a mirarlo. En la puerta del vestuario, giré. La luz de la ventana alargada caja sobre el li- bro como si fuera el centro del mundo. Ahi qued6. Y cuando volvi a cambiarme después de entrenar, ya no estaba. Aveces en el colectivo de vuelta a casa, cuando leo, me pongo auriculares, de los grandes. Tengo unos de Star Wars de papa, que ya no usa; no andan. Se los pedi hace afios para jugar: A veces los saco de la mochila y me los pongo. Desconectado, el cable cuelga hasta mis piernas. Me miro en Ja ventanilla y me gusta esa imagen. Es absurdo. Humor absurdo. “Estoy jugando”, pienso. Leo con los auriculares Puestos. Mama me vio la otra vez. Se qued6 desconcertada un instante. “Adorno”, le dije con sefias. Se rio mientras sa- cudia la cabeza, Camin6 unos pasos hasta la cocina y giré sobre sus sandalias con plataforma. “Adorno”, modulé con su boca, sefialandolas. Bajo del colectivo con los auricula- Tes puestos. Camino a casa asi. Parezco una mas. Soy una mas. Pero gquién lo es? No: me comunico sin sefias en puiblico. No me gusta. No me siento cOmoda. De chica se rieron de mi voz. Debia so- har Tara, gutural, tal vez no se entendia mucho lo que de- Cla. Dejé de hablar adelante de otros. En casa a veces me = enojo. Hay algo de gritar que no se puede ease Nghe Y con gritar no quiero decir hablar a con algo, 7 aa ayyyy que me sale cuando nee terminado hace una discusién con mama deberia ae PaDé.Y de nadic na minutos. Hablo adelante de na : dehablarounn ‘as. Zuri también me escucha. Hay alg © Uno no puede escucharse que me vuelve Scanned with CamScanner absolutamente vulnerable. Ese sonido, tal vez el primarit el de mi voz, nolo puedo conocer. Estando dentro oie es completamente inasible. Supongo que todos tienen as- de si que van a desconocer siempre. Uno puede pen- 1 primer sonido es la voz de mama o de papa. Pero el sonido inicial es el que nace en uno. Puedo to- sentir como vibra, se expande y se repliega, de la voz, ese color, es un pajaro que jammies pectos sar que él también car mi garganta, pero esa textura voy a ver. parece que el tema es la sefial de salida, si nado en el tradicional. Habitualmente es un timbre, un dis- paro. Algo sonoro. Si es sonoro, no puedo registrarlo. Hace afios que en algunos lugares se usa Ja luz estroboscépica, para que nadadores como yo puedan competir con el resto. pero acé, todavia no. Debo ser una de las primeras que pasa al otro circuito en mi ciudad. Y creo que el tema no es con- seguir la Juz. Es que todos se adapten a un cambio que in- cluya. Siempre la misma historia. circuito abrazando tu sombra en un suefio mis huesos se arqueaban como. flores “aproximaciones’, Alejandra Pizarnik Lo quiero leer todo. Mas leo y mas Me lo quiero quedar. | que vino. “Nada grave siento que debe volver al lugar del puede pasarle a alguien que no encuentre su libro por unos dias”, habia pensado. Pero cuando leo, necesito mi libro. Me imaginé que con la poesia no pasaba lo mismo. Son poe- mas suspendidos, no necesitas seguir una trama, puede es- Perar. Pero leyendo me atrapa un clima, me sorprende. Algo de Pajaros, gritos, noche, infancia. Y me doy cuenta de que alguien espera ese libro. Lo llevo conmigo al entrena- ae Otra vez dejo que el vestuario s¢ vacie. Marco con ntrada de cine vieja el poema “La carencia”. "Yo no sé 129 Scanned with CamScanner de pajaros”, dice Pizarnik. Yo tampoco. Y lo dejo sobre e banco para que lo encuentren. Papa, mama, mi entrenador. Juntos no los para nadie, 4 mama ya pap4, menos. Creo que por lo Unico que se siguen hablando en este mundo es por mi. No se me ocurre otro tema. Soy razon suficiente para que hagan frente comtn ante cualquier cosa. Se va a usar la luz. Hubo muchas que- jas, criticas anonimas 0 casi. Nadie en un momento como este va a animarse abiertamente a decir que no quiere utili- zar un elemento que incluya. Pero que las chicas estan acostumbradas a escuchar y no ver. Que eso las va a distraer un segundo de su partida. Que yo estoy acostumbrada a la luz y eso es ventaja para mi. Que puede confundirse la luz con cualquier resplandor que atraviese la piscina. Se dijo de todo, pero por atras; de frente, nadie va a sostener nada de esto. Finalmente, la van a usar. Y se van a tener que acos- tumbrar. Como me voy a tener que acostumbrar a nadar con gente que se comunica con un cédigo que no puedo com- prender completamente. Sé que es posible que siga siendo mas lenta cuando entre al mundo de ellas. Pero me voy a ir soltando. Una cosa es habitar el mundo de los que escu- chan y otra cosa es compartir el agua con ellos. El mundo liquido. Ese espacio es mio. En el agua soy yo. Pleno ser. No hay mas que eso. Lo esperaba. Pensé que no lo esperaba, pero si y bas- tante; puede que hasta estuviera un poco ansiosa cuando entré al vestuario y vi el libro de Dickinson en el banco. El libro y un pequefio objeto encima. Medio que me abalancé a agarrarlo, Lara, que nada conmigo, me tocé el brazo cuando pasaba y me pregunté con sefias: “;Qué es esto de los libros?”. Levantaba las cejas, y solo esperé que no fuera a contarme quién era la otra persona. “Nada”, le dije, Y continué mi camino al banco. La sonrisa me estallé la cara. Arriba del libro, un Pequefio Yoda. No entendia. éComo podia saber? Me senté al lado sin tocarlos. Todavia 130 Scanned with CamScanner mis compafieras daban vueltas preparandose para nad queria que ese momento fuera solo para mi. Me Speck: desvestir lento. Hasta que me quedé sola. Agarré a Yoda Era muy chiquito. Imaginé que podria haber venido aden- tro de algo. En el libro habia un poema marcado con la en- trada vieja de cine. Ahi entendi. Era mi entrada para ver la uiltima de Star Wars y no era tan vieja. Habiamos ido hacia un par de semanas con papa. El poema empezaba asi: “La esperanza es esa cosa con plumas". Parada en el trampolin, el instante antes de sumer- girme, me acomodo la malla en la cola, la gorra sobre las orejas, las antiparras. Me miro. A veces me miro en el agua, que se mece en olas casi imperceptibles. Pienso qué voy a dejar en el banco la proxima vez. Me dan mas ganas de dejar algo y encontrar, que de saber quién es. Quiero seguir jugando. Es el ultimo entrenamiento. Lo proximo, la carrera en el nuevo circuito. Alineo mis pies, aflojo el cuello, respiro profundo. Delante nuestro, el entrenador sostiene la luz, que se enciende y se apaga. Sefial de par- tida. Me tiro. El agua en la piel. Ondulo sumergida alar- gando la salida lo mas posible. Mariposa 200 metros. Emerjo y nado. Scanned with CamScanner

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