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8º Guía 1 OCTAVO
8º Guía 1 OCTAVO
PLANEACIÓN DIDÁCTICA.
Las mentiras
La mentira es una expresión o manifestación que es contraria o inexacta a
aquello que se sabe, se cree o se piensa. La palabra, como tal, deriva de
mentir, que a su vez proviene del latín mentīri.
La mentira es faltar a la verdad, es ser deshonesto, es decir lo que no se pien-
sa, es expresar sentimientos que no se tienen, es crear vanas ilusiones, es ofre-
cer impresiones falsas, es ser infiel a nosotros mismos y a nuestros allegados, es
temer a las consecuencias de la sinceridad, es engañar y, sobre todo, fallar a
la confianza que el otro ha depositado en nosotros.
En este sentido, la mentira es un antivalor, pues va en contra de los valores mo-
rales fundamentales sobre los cuales se fundamentan las relaciones interperso-
nales, como son la confianza, la honestidad, la sinceridad y la veracidad. Por
eso, mientras la verdad propicia relaciones basadas en la confianza y el respe-
to mutuo, la mentira fomenta la desconfianza, el clima de sospecha, la duda y
la incredulidad entre las personas. Así, la mentira destruye las relaciones que
establecemos con los otros, pues traiciona la confianza que nos habían dado.
Las razones por las cuales la gente miente son múltiples: por obtener un bene-
ficio, para no aceptar una responsabilidad, para eludir una tarea, para no
asumir una verdad, entre muchas otras razones. No obstante, el problema mo-
ral de la mentira es que los logros que se consiguen a través de ella se susten-
tan sobre bases falsas, sin cimientos sólidos. En este sentido, las mentiras crean
espejismos e ilusiones, y suponen una forma de negación de nosotros mismos,
de nuestra verdad y de quiénes somos en realidad.
Por otro lado, como mentira también puede designarse la errata o la equivo-
cación en un escrito o impreso. Asimismo, coloquialmente, se le suele denomi-
nar mentira a la manchita blanca que a veces aparece en las uñas. Mentira,
también, es el nombre que se da al ruido que hacen las coyunturas de los de-
dos cuando nos estiramos.
La expresión “de mentira”, por otra parte, se emplea para referirse a aquello
que no es realmente lo que parece, sino que es una imitación deliberada:
“Crearon un país de mentira donde todos los políticos son hombres decentes”.
A Pinocho le crecía la nariz cuando decía una mentira. Menos mal que es un
cuento, porque, si no, no odríamos andar por la calle.
Mienten los niños, los padres, los políticos, todo el mundo. Se miente levemente
y lo llamamos mentiras piadosas. Si se miente de forma más intensa, ya se con-