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Aplicación de Micorrisas en Tomate
Aplicación de Micorrisas en Tomate
Aplicación de Micorrisas en Tomate
MICORRIZAS EN LA
PRODUCCION DE TOMATE RIÑON (Solanum lycopersicum) BAJO
INVERNADERO.
TESIS
RIOBAMBA – ECUADOR
2009
TABLA DE CONTENIDO
CAPITULO PAG.
LISTA DE CUADROS i
LISTA DE FIGURAS iii
LISTA DE ANEXOS iv
I. TITULO 1
II. INTRODUCCIÓN 1
III. REVISIÓN DE LITERATURA 3
IV. MATERIALES Y METODOS 19
V. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 28
VI. CONCLUSIONES 47
VII. RECOMENDACIONES 48
VIII. ABSTRACTO 49
IX. SUMMARY 50
X. BIBLIOGRAFIA 51
XI. ANEXOS 53
i
LISTA DE CUADROS
Nº CONTENIDO Página
10 Análisis de varianza para altura de planta a los 15, 30, 45, y 60 días 29
posteriores al trasplante
12 Análisis de varianza para el diámetro del tallo, a los 15, 30, 45, y 32
60 días posteriores al trasplante
Nº CONTENIDO Página
LISTA DE FIGURAS.
Nº CONTENIDO Página
LISTA DE ANEXOS
Nº CONTENIDO Página
Con todo el amor para mis padres, mi esposa y en especial para mi hijo Gabriel Enrique,
quienes han sido los pilares fundamentales para la formación de mi vida profesional.
AGRACECIMIENTO
A DIOS que con su infinita bondad me ha permitido cumplir uno de mis anhelos en esta
vida.
TRIBUNAL DE TESIS
II. INTRODUCCIÓN
El tomate es una de las hortalizas más utilizadas en el mundo y forma parte de una gran
variedad de recetas, ya sea crudo, cocido, en salsa o frito. Su gran valor nutricional lo hace
muy valioso en la mesa diaria, pues en él están presentes sustancias de conocida acción
antioxidante, como la vitamina E, la provitamina A y la vitamina C, que pueden actuar de
forma conjunta con el licopeno y la quercetina, potenciando así su acción antioxidante y
anticancerígena.
Una de las opciones que propone la agricultura sostenible es la utilización de los hongos
formadores de micorrizas, que son de gran utilidad para las plantas por los beneficios que
aportan a ellas, como el incremento en la absorción de fósforo y la protección en contra de
enfermedades.
2
El uso de nuevas técnicas que estén acorde a la demanda actual y permitan obtener mejores
rendimientos, incluye el uso de microorganismos para hacer más eficiente la aplicación de
fertilizantes complementarios. El desarrollo vegetal puede incrementarse con la utilización
de elementos biológicos que actúan de forma coordinada en la interfase suelo-raíz; entre
estos, y como factores imprescindibles, se encuentran los hongos formadores de
micorrizas.
A. OBJETIVO GENERAL
B. OBJETIVOS ESPECÍFICOS.
A. EL CULTIVO DE TOMATE.
1. Origen.
2. Valor nutricional.
El tomate es un alimento poco energético, dos tomates medianos tan sólo aportan 22
calorías. Aproximadamente el 95% de su peso es agua y cerca de un 4% son hidratos de
carbono, pero contiene mayor cantidad de azúcares simples que otras verduras, lo que le
confiere un ligero sabor dulce. También es fuente importante de ciertas sales minerales
(potasio y magnesio, principalmente). De su contenido vitamínico destacan las vitaminas
B1, B2, B5, y C. Contiene también carotenoides, como el licopeno (pigmento que da el
color rojo característico al tomate). Estas dos últimas sustancias tienen carácter
antioxidante, con función protectora del organismo (ALIMENTACION 2004).
3. Taxonomía.
Reino: Plantae
División: Angiospermae
Clase: Dicotiledoneae
Familia: Solanaceae
Género: Solanum
Especie: lycopersicum
4. Morfología.
a. Planta. La planta es perenne, de porte arbustivo, que se cultiva como anual. Puede
desarrollarse de forma rastrera, semierecta o erecta. Existen variedades de crecimiento
5
b. Sistema radicular. La raíz principal es corta y débil, las raíces secundarias son
numerosas y potentes. Seccionando transversalmente la raíz principal, de fuera hacia
dentro encontramos: epidermis, donde se ubican los pelos absorbentes especializados en
tomar agua y nutrientes, cortex y cilindro central, donde se sitúa el xilema (conjunto de
vasos especializados en el transporte de los nutrientes) (MANUAL AGROPECUARIO,
2004).
c. Tallo principal. El tallo principal presenta un grosor que oscila entre 2-4 cm. en su
base, sobre el que se van desarrollando hojas, tallos secundarios (ramificación simpoidal) e
inflorescencias. Su estructura, de fuera hacia dentro, consta de: epidermis, de la que parten
hacia el exterior los pelos glandulares, corteza o cortex, cuyas células más externas son
fotosintéticas y las más internas son colenquimáticas, cilindro vascular y tejido medular.
En la parte distal se encuentra el meristemo apical, donde se inician los nuevos primordios
foliares y florales (TURON, J y PERES, M. 1997).
d. Hojas. Las hojas son compuestas e imparipinnadas, con foliolos peciolados, lobulados
y con borde dentado, en número de 7 a 9 y recubiertos de pelos glandulares. Las hojas se
disponen de forma alterna sobre el tallo. El mesófilo o tejido parenquimático está
recubierto por una epidermis superior e inferior, ambas sin cloroplastos. La epidermis
inferior presenta un alto número de estomas. Dentro del parénquima, la zona superior o
zona en empalizada, es rica en cloroplastos. Los haces vasculares son prominentes, sobre
todo en el envés, y constan de un nervio principal (INFOAGRO, 2003).
ramifique por debajo de la primera flor formada dando lugar a una inflorescencia
compuesta, de forma que se han descrito algunas con más de 300 flores. La primera flor se
forma en la yema apical y las demás se disponen lateralmente por debajo de la primera,
alrededor del eje principal. La flor se une al eje floral por medio de un pedicelo articulado
que contiene la zona de abscisión, que se distingue por un engrosamiento con un pequeño
surco originado por una reducción del espesor del cortex. Las inflorescencias se
desarrollan cada 2-3 hojas en las axilas (INFOAGRO, 2003).
f. Fruto. El fruto es una baya bi o plurilocular que puede alcanzar un peso que oscila
entre unos pocos gramos y 600 gramos. Está constituido por el pericarpo, el tejido
placentario y las semillas. El fruto puede recolectarse separándolo por la zona de abscisión
del pedicelo, como ocurre en las variedades industriales, en las que es indeseable la
presencia de parte del pecíolo, o bien puede separase por la zona peduncular de unión al
fruto (MANUAL AGROPECUARIO, 2004).
5. Requerimientos edafoclimáticos.
El tomate muere con las heladas (temperatura inferior a 0º C). Las temperaturas óptimas
para su crecimiento se encuentran alrededor de 25º C en el día y entre 15 y 18º C por la
noche. Por debajo de los 12º C se detiene el crecimiento y por encima de 30-35º C hay
problemas, por ejemplo, para la polinización (polen estéril) (INFOJARDIN, 2005).
prefiere los suelos profundos y con buen drenaje, su sistema radicular poco profundo le
permite adaptarse a suelos pobres y de poca profundidad pero con un buen drenaje
(RODRIGUES, TAMARES y MEDINA, 2001).
La planta de tomate es muy resistente a la salinidad del suelo y del agua de riego. El pH
debe estar cerca de la neutralidad (pH cercano a 7), aunque se puede obtener altos
rendimientos y buena calidad de los frutos con pH entre 5.5. y 7.5 (SUQUILANDA, 2005).
6. Requerimientos Nutricionales.
7. Plagas y enfermedades.
8. Fisiopatías.
a. Podredumbre apical del fruto (Blossom-end rot). La aparición de esta fisiopatía está
relacionada con niveles deficientes de calcio en el fruto. El estrés hídrico y la salinidad
influyen también directamente en su aparición. Comienza por la zona de la cicatriz
pistilar como una mancha circular necrótica que puede alcanzar el diámetro de todo el
fruto (INFOJARDIN, 2005).
b. Rajado de frutos. Las principales causas de esta alteración son: desequilibrios en los
riegos y fertilización, o descenso brusco de las temperaturas nocturnas después de un
período de calor (INFOJARDIN, 2005).
8
c. Golpe de sol. Se produce como una pequeña depresión en los frutos acompañada de
manchas blanquecinas (INFOJARDIN, 2005).
10
B. EL FÓSFORO EN EL CULTIVO.
Las cantidades de P aumentan cuanto mayor sea la salinidad del suelo o del agua de riego
(RODRIGUES, TAMARES Y MEDINA 2001). Es necesario enfatizar la importancia de
la disponibilidad de fósforo durante todo el ciclo del cultivo, pues si se termina en la mitad
del ciclo de crecimiento el potencial de producción se reduce dramáticamente (IMPOFOS,
1999).
lento y de poco alcance que depende de la humedad del suelo, por lo que las condiciones
secas la reducen notablemente (INPOFOS, 1999).
El ritmo de absorción del fósforo es similar al del nitrógeno, coincidiendo las mayores
necesidades con la floración y engrose de los frutos (FERTILIZAR, 2004). Contribuye al
desarrollo de un potente sistema radicular, favorece el grosor y consistencia del tallo y es
imprescindible para lograr una buena floración. Su deficiencia al inicio del cultivo puede
originar retrasos importantes en la recolección de los frutos (FERTIFERIA, 2000).
12
4. Síntomas de deficiencia.
C. MICORRIZAS.
Las micorrizas fueron descubiertas por el botánico alemán Frank en 1885 en las raíces de
algunos árboles forestales. Sin embargo, recién en 1900 el francés Bernard puso de
manifiesto su importancia estudiando las orquídeas (BIOLOGIA, 2005).
Las micorrizas son la asociación simbiótica formada por la raíz de una planta y el micelio
de un hongo. Funcionan como un sistema de absorción que se extiende por el suelo y es
capaz de proporcionar agua y nutrientes (nitrógeno y fósforo principalmente) a la planta, y
proteger a las raíces contra algunas enfermedades. El hongo por su parte recibe de la planta
azúcares provenientes de la fotosíntesis (AZCÓN y BAREA, 1997).
La utilización de las micorrizas no implica que se pueda dejar de fertilizar, sino que la
fertilización se hace más eficiente y se puede ahorrar cantidades importantes de
fertilizantes minerales, al tiempo que se logra una mayor absorción de los nutrientes
disponibles en el suelo por parte de las plantas (TEGEDA,1998).
1. Tipos de micorrizas.
Existen numerosas especies de hongos micorrízicos que forman esta simbiosis con la
mayoría de las familias de plantas superiores (AZCÓN y BAREA, 1997).
13
Los dos tipos más comunes de micorrizas son las ectomicorrizas y las endomicorrizas.
Cada tipo se distingue por la relación que presentan las hifas del hongo con las células
radicales del hospedero. En las ectomicorrizas el micelio invade la raíz sin entrar en el
interior de las células, de aquí el nombre de ectomicorrizas. En las endomicorrizas el
micelio invade la raíz, inicialmente es intercelular, pero luego penetra en el interior de las
células radicales, desde la rizodermis hasta las células corticales (BIOLOGIA, 2005).
a. Ectomicorrizas.
Se caracterizan por una modificación morfológica de la raíz que pierde sus pelos
absorbentes y generalmente los extremos se ramifican profusamente y se acortan
ensanchándose. El extremo de una raíz ectomicorrizada típicamente esta cubierta por un
manto de hifas como una vaina, que puede ser desde una capa floja hasta una capa seudo-
parenquimatica. A partir de este manto se extiende una red de hifas entre las primeras
capas de células de la corteza radical (rara vez llegan hasta la endodermos), pero sin entrar
en el interior de las células, de aquí el nombre de ectomicorrizas. Esta red se llama "red de
Hartig", donde las hifas también pueden tener muy variadas formas. Desde el manto hacia
afuera se extiende la red miceliar, incluso llegando a formar cordones especializados en la
conducción de sustancias (BIOLOGIA, 2005).
Los hongos que forman estas micorrrizas son, en general, los conocidos hongos de
sombrero, como "amanitas" y "boletus". Solo en Norte América son más de 2.000 especies,
en su mayoría Basidiomycetes y algunos Ascomycetes. Muchos de estos hongos pueden
ser cultivados en cultivo puro, aislados de su planta huésped (BIOLOGIA, 2005).
14
b. Endomicorrizas.
Este es el tipo más extendido. La mayoría de las plantas arbustivas y herbáceas poseen
este tipo de asociación, y casi la totalidad de las plantas cultivadas, con la excepción de las
crucíferas y las quenopodiáceas (BIOLOGIA, 2005). Provoca pocos cambios en la
estructura de la raíz. Generalmente no se observa un crecimiento denso de hifas en la
superficie de la raíz, es decir no hay un manto, pero se forma una red miceliar interna. El
micelio penetra en la raíz, donde inicialmente es intercelular, pero luego ingresa en el
interior de las células radicales, desde la rizodermis hasta las células corticales. Una vez
dentro de las células, forma minúsculas arborescencias muy ramificadas que se llaman
arbúsculos. Estos arbúsculos son los que aseguran una gran superficie de contacto entre
ambos simbiontes, tienen una vida efímera, de algunos días hasta algunas semanas, y
siempre terminan por ser digeridos por la planta hospedera.
Comúnmente, además, se encuentran vesículas en el interior de la raíz, que son los órganos
de reserva y diseminación del hongo. Por la producción de estas vesículas y arbúsculos,
estas micorrizas reciben también el nombre de Vesiculo-Arbusculares (VA) (BIOLOGIA,
2005).
Los hongos que forman endomicorrizas pertenecen a un solo grupo, los Glomales
(Zygomycetes), con seis géneros y un centenar de especies distribuidas en todos los
continentes. Son hongos estrictamente simbióticos, y no pueden ser cultivados en cultivo
puro, o sea en ausencia de su hospedero, contrariamente a los hongos ectomicorrízicos
(BIOLOGIA, 2005).
Se ha observado que en suelos con bajos contenidos de fósforo disponible, las plantas con
micorrizas tienen mayores tasas de crecimiento que las plantas sin ellas. Las micorrizas
parecen modificar las propiedades de absorción por el sistema radical a través de: El
desarrollo de hifas en el suelo, provenientes de las raíces, la absorción de fósforo por las
hifas, la translocación de fosfato a grandes distancias por las hifas, la transferencia de
fosfato desde el hongo a las células de la raíz y, como resultado del mejoramiento de su
15
alimentación con fosfato, las plantas con micorrizas incrementan la absorción de otros
macronutrientes, tales como K y S, y micronutrientes Cu y Zn (SMITH Y.
GIANINNAZZI-PARSON, 1988)
La gran eficiencia con la cual las plantas micorrizadas absorben el fósforo, en comparación
con las no micorrizadas, posiblemente se deba en gran medida al incremento del área
superficial disponible para la absorción, como resultado de que las hifas se extienden de la
raíz al suelo (DEACON, 1983).
Sin embargo, los máximos beneficios se obtendrán si se inocula con hongos micorrízicos
eficientes al suelo y si se hace una selección de combinaciones compatibles de hongo-
planta-suelo. En general, cuanto más temprano se establezca la simbiosis, mayor el
beneficio debido a que el hongo requiere de un período de tiempo para desarrollarse
(AZCÓN y BAREA, 1997).
La mayor parte de los trabajos realizados y publicados hasta ahora demuestran el efecto
beneficioso de las micorrizas y la reducción de daños causados por distintos patógenos de
suelo. Se refieren principalmente a hongos patógenos que causan podredumbres de raíz
como Phytophthora, Aphanomyces, Pythium y daños vasculares como Fusarium y
Verticillium y a nematodos fitoparásitos agalladores y lesionadores como Meloidogyne y
Pratylenchus. En cualquier caso, la consecuencia directa sobre el desarrollo de la planta es
17
D. ECOFUNGI TM1.
1. Composición de EcoFungi.
1
Mundo Verde. Saneamiento ambiental.
18
3. Métodos de Aplicación.
Las formas de aplicación mas efectivas son la inoculación de semillas o la inmersión de las
raíces en una suspensión de EcoFungi. Se recomienda inocular plantas que van a ser
transplantadas 2 semanas antes de la siembra para asegurar buena colonización y
protección de las raíces al ser transferidas. EcoFungi puede ser mezclado en seco con
tierra, o diluido en agua para ser roseado sobre semillas, semilleros, bandejas de
propagación, raíces al transporte, o inyectado al suelo con plantas ya establecidas.
IV. MATERIALES Y METODOS.
1. Localización.
2. Ubicación geográfica.2
3. Condiciones climatológicas3.
4. Clasificación ecológica.
2
Instituto Geográfico Militar (2006)
3
Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (2006)
4
ESPOCH FRN Departamento de suelos (2006)
20
Topografía: Plana.
El análisis de suelo mostró niveles altos de fósforo, potasio, calcio y magnesio, y bajo de
N. La salinidad fue baja, el contenido de materia orgánica medio, y el pH ligeramente
ácido. Sin embargo, a pesar que la cantidad de P presente en este suelo alta, esto no
significa que esté disponible enteramente para las plantas.
B. TRATAMIENTOS EN ESTUDIO.
1. Factores en estudio.
2. Tratamientos.
Se utilizó un diseño de bloques completos al azar (BCA) con arreglo de parcelas divididas
y cuatro repeticiones, más un testigo sin inoculación que recibió fósforo.
Ppm meq/100g
TRATAMIENTO DESCRIPCIÓN
A1B1 (T1) Micorriza en el semillero, sin fertilización fosfórica.
A1B2 (T2) Micorriza en el trasplante, sin fertilización fosfórica.
Micorriza en el semillero y en el trasplante, sin fertilización
A1B3 (T3)
fosfórica.
A2B1 (T4) Micorriza en el semillero + fertilización fosfórica.
A2B2 (T5) Micorriza en el trasplante + fertilización fosfórica.
Micorriza en el semillero y en el trasplante + fertilización
A2B3 (T6)
fosfórica.
TP Testigo con fósforo.
D. METODOLOGÍA.
Con respecto al resto de nutrientes que requiere el cultivo, estos fueron añadidos por igual
en todas las unidades experimentales en las cantidades recomendadas.
Para la inoculación se utilizó 0.5 g del producto por planta, el cual fue colocado en el
fondo del hoyo de siembra en el semillero y/o en el lugar definitivo de trasplante, de
acuerdo a los tratamientos preestablecidos.
F. DATOS REGISTRADOS.
A los 15, 30, 60 y 90 días después del trasplante, con la ayuda de un calibrador “pie de
rey”.
Se contó en número de frutos a los 40, 50, 60, y 70 días posteriores al trasplante.
Se pesó los frutos de las plantas evaluadas durante toda la época de cosecha.
6. Análisis Foliar.
1. Labores Preculturales.
b. Surcada.
Se utilizó plástico de cobertura o acolchado de color café, con la finalidad, entre otros
beneficios, de mantener la temperatura del suelo y evitar pérdida de humedad por
evaporación. El plástico fue colocado sobre la cama de siembra previa la perforación de los
orificios donde fueron colocadas las plantas.
25
2. Labores Culturales.
b. Trasplante.
c. Fertilización.
Se utilizó: 200 Kg/ha de N, 150 Kg/ha de P2O5 y 400 Kg/ha de K2O, que son las dosis que
generalmente utiliza el agricultor propietario del invernadero.
d. Control de malezas.
e. Control fitosanitario.
1. Enfermedades
- Botritis (Botrytis sp.). Para su control se utilizó Lonlife, 40 que fue aplicado en una
dosis de 3cc/litro cada 8 días, sin embargo, no se erradicó en su totalidad la enfermedad,
por lo cual se utilizó Benomil 50 PM que fue aplicado por una sola vez en forma de
pasta (25 g/litro de agua), de manera localizada con la ayuda de una brocha, en la parte
afectada de la planta.
- Cenicilla (Oidio sp.). Para el control de esta enfermedad se utilizó Cosan (Azufre) que
fue aplicado en una dosis de 2 g /litro cada 8 días, durante el ataque de la enfermedad.
2. Plagas
- Enrrollador (Scrobipalpula sp). Para detener el avance de esta plaga fue necesaria la
utilización de trampas con feromona sexual atrayente, colocadas a la altura de la hoja
bandera de la planta. Con este método se consiguió la eliminación de adultos machos
evitando así la reproducción de la plaga.
f. Riego.
g. Tutoraje.
h. Podas.
Las podas se las realizó luego del aparecimiento de “chupones” emitidos por la planta. Por
lo general esta labor se hizo una vez por semana, durante toda la época del cultivo.
3. Cosecha.
La cosecha se inició a partir de los 107 días posteriores al trasplante, cuando los frutos
alcanzaron la madurez comercial adecuada para ser comercializados.
4. Comercialización.
A. RESULTADOS.
1. Altura de Planta.
El promedio general de los tratamientos fue 16.83 cm., superando al promedio del Testigo
fósforo que fue de 15.30 cm.
Según el análisis de varianza para la altura de planta a los 15 días (Cuadro 10.), se observó
diferencias significativas para el factor B (época de aplicación de micorriza), mientras que
para el factor A (fertilización fosfórica) y la interacción AxB (época de aplicación de
micorriza por fertilización fosfórica) no se observó diferencia estadística alguna.
El coeficiente de variación del factor que presenta significancia (factor B) fue de 8.45 %.
Al realizar la prueba de Tukey al 5 % para el factor B (Cuadro 11, Figura 1), el rango
“A” fue para el tratamiento B3 (Micorriza en el semillero y en el trasplante), y el rango
“B” para los tratamientos B1 (Micorriza en el semillero) y B2 (Micorriza en el trasplante)
con medias de 17.9, 16.7 y 15.9 cm. de altura respectivamente.
En cuanto se refiere a la altura de planta tomada a los 30, 45, y 60 días posteriores al
trasplante, según el análisis de varianza (Cuadro 10) no se presentaron diferencias
significativas para ninguno de los factores estudiados.
29
FUENTE DE 15 30 45 60
GL
VARIACIÓN CM FC CM FC CM FC CM FC
Repeticiones 3
Factor A 1 0.24 0.16 ns 3.84 0.30 ns 8.64 1.17 ns 1.71 0.04 ns
Error A 3 1.54 12.67 7.39 40.69
Factor B 2 8.35 4.13 * 42.75 1.86 ns 19.33 0.45 ns 46.32 0.93 ns
AxB 2 6.37 3.15 ns 41.28 1.80 ns 58.02 1.34 ns 73.09 1.47 ns
Error B 12 2.02 22.98 43.19 49.80
Total 23
C.V (%) 7.38 7.357 3.18 5.21
C.V (%) 8.45 9.908 7.70 5.76
Media General 16.83 48.38 85.37 122.45
Media del Testigo 15.30 45.75 83.20 121.75
FUENTE: Datos de campo, 2006.
ELABORACIÓN: Orna A, 2007.
* = Significativo.
ns = No significativo.
17,9
18 17,6
17,5
17
Altura cm.
16,5 15,9
16 15,3
15,5
15
14,5
14
B1 B2 B3 TP
Tratamientos
Según el análisis de varianza para el diámetro de tallo (Cuadro 12), los resultados
demostraron que no existieron diferencias significativas entre los factores estudiados al
igual que para su interacción, a los 15, 30, 45, y 60 días posteriores al trasplante.
El promedio general de los tratamientos (Cuadro 13), fue de 4.33 frutos por planta
mientras que el promedio del testigo fue de 3.10 frutos por planta.
Según el análisis de varianza para el número de frutos por planta, a los 50 días posteriores
al trasplante (Cuadro 13), no se observó diferencias significativas para el factor A
(fertilización fosfórica), mientras que para el factor B (época de aplicación de micorriza) y
la interacción AxB (fertilización fosfórica y época de aplicació
aplicación de micorriza) se
observaron diferencias significativas y altamente significativas, respectivamente.
31
FUENTE DE 15 30 45 60
GL
VARIACIÓN CM FC CM FC CM FC CM FC
Repeticiones 3
Factor A 1 0.0001 0.034 ns 0.0004 0.369 ns 0.0038 4.355 ns 0.0003 0.206 ns
Error A 3 0.0020 0.0011 0.0009 0.0016
Factor B 2 0.0027 0.623 ns 0.0043 0.582 ns 0.0004 0.079 ns 0.0020 0.201 ns
AxB 2 0.0051 1.173 ns 0.0040 0.542 ns 0.0009 0.216 ns 0.0032 0.333 ns
Error B 12 0.0044 0.0074 0.0044 0.0097
Total 23
C.V (%) 8.61 3.28 2.35 2.80
C.V (%) 12.78 8.41 5.32 6.83
Media General 0.52 1.02 1.25 1.44
Media del Testigo 0.48 1.01 1.25 1.43
FUENTE: Datos de campo, 2006.
ELABORACIÓN: Orna A, 2007.
ns = No significativo
FUENTE DE VARIACIÓN GL SC CM FC
Repeticiones 3 9.592
Factor A 1 2.535 2.535 1.958 ns
Error A 3 3.885 1.295
Factor B 2 9.490 4.745 9.314 **
AxB 2 5.25 2.625 5.153 *
Error B 12 6.113 0.509
Total 23 36.865
C.V (%) 25.15
C.V (%) 15.77
Media General 4.53
Media del Testigo 3.10
FUENTE: Datos de campo, 2006.
ELABORACIÓN: Orna A, 2007
* = Significativo.
** = Altamente significativo
ns = No significativo
33
7
6,05
6
5,1
5 4,4
4,2 4
# de ftutos
4 3,4
3,1
0
A1B1 A1B2 A1B3 A2B1 A2B2 A2B3 TP
Tratamientos
Según los resultados del análisis de varianza para el número de frutos a los 60 días
posteriores al trasplante (Cuadro 15) existieron diferencias significativas para el factor A
(Fertilización fosfórica) y para factor B (Época de aplicación de la micorriza); mientras
que para la interacción AxB (Fertilización fosfórica y época de aplicación de la micorriza)
existieron diferencias altamente significativas.
FV GL SC CM FC
Repeticiones 3 14.685
Factor A 1 9.375 9.375 27.619 *
Error A 3 1.018 0.339
Factor B 2 21.280 10.640 9.481 **
AxB 2 9.760 4.880 4.349 *
Error B 12 13.467 1.122
Total 23 69.585
CVA 5.78
CVB 10.51
Promedio general 10.08
Promedio del testigo 7.85
FUENTE: Datos de campo, 2006.
ELABORACIÓN: Orna A, 2007
* = Significativo.
** = Altamente significativo
14 12,3
11,2
12 10,05
9,15 9,15
10 8,6 7,85
# de frutos
0
A1B1 A1B2 A1B3 A2B1 A2B2 A2B3 TP
Tratamientos
Los resultados arrojan un promedio general de 16.29 frutos y un promedio del testigo de
12.95 frutos.
Según el análisis de varianza para el número de frutos a los 70 días posteriores al trasplante
(Cuadro 17), se encontró que, para el factor A (fertilización fosfórica) y para el factor B
(época de aplicación de micorriza) existieron diferencias significativas, mientras que para
la interacción AxB (fertilización fosfórica y época de aplicación de micorriza) las
diferencias fueron altamente significativas.
FUENTE DE VARIACIÓN GL SC CM FC
Repeticiones 3 25.632
Factor A 1 2.042 2.042 16.189 *
Error A 3 0.378 0.126
Factor B 2 25.643 12.822 19.476 **
AxB 2 6.323 3.162 4.803 *
Error B 12 7.900 0.658
Total 23 67.918
C.V (%) 2.18
C.V (%) 4.98
Media General 16.29
Media del Testigo 12.95
FUENTE: Datos de campo, 2006.
ELABORACIÓN: Orna A, 2007
* = Significativo.
** = Altamente significativo
20 18,05
16,95 17,15
18 15,65 15,4
14,55
16 12,95
14
# de frutos
12
10
8
6
4
2
0
A1B1 A1B2 A1B3 A2B1 A2B2 A2B3 TP
Trataminentos
Según el análisis de varianza para la masa fresca promedio del fruto (Cuadro 19.), no se
presentaron diferencias significativas para ninguno de los factores en estudio ni su
interacción.
Se obtuvo un promedio general de los tratamientos de 7.06 Kg. /planta y un promedio del
tratamiento testigo de 5.43 Kg. /planta.
Según el análisis de varianza para la producción por planta (Cuadro 20), se encontró que,
para el factor A (fertilización fosfórica) y para el factor B (época de aplicación de
micorriza) existieron diferencias altamente significativas, mientras que para la interacción
AxB (fertilización fosfórica y época de aplicación de micorriza) existió diferencias
significativas
El coeficiente de variación para el factor A fue de 2.062 % mientras que para el factor B
fue de 6.902 %.
FUENTE DE VARIACIÓN GL SC CM FC
Repeticiones 3 419.259
Factor A 1 43.226 43.2258 0.605 ns
Error A 3 214.354 71.4513
Factor B 2 199.884 99.9422 2.890 ns
AxB 2 5.309 2.6549 0.077 ns
Error B 12 414.940 34.5783
Total 23 1296.973
C.V (%) 7.482
C.V (%) 5.205
Media General 112.97
Media Testigo 104.59
FUENTE: Datos de campo, 2006.
ELABORACIÓN: Orna A, 2007
ns = No significativo
* = Significativo.
** = Altamente significativo
41
8,62
9
8 7,14 7,19
6,89 6,39
7 6,15
5,43
6
Kg. / planta
5
4
3
2
1
0
A1B1 A1B2 A1B3 A2B1 A2B2 A2B3 TP
Tratamientos
6. Análisis Foliar.
Según el reporte del análisis foliar (Cuadro 22) (Figura 6), los tratamientos A1B1
(Micorriza en el semillero sin fertilización fosfórica), A1B2 (Micorriza en el trasplante
sin fertilización fosfórica), A1B3 (Micorriza en el semillero y en el trasplante sin
fertilización fosfórica), A2B1(Micorriza en el semillero + fertilización fosfórica), A2B2
(Micorriza en el trasplante + fertilización fosfórica) y A2B3 (Micorriza en el semillero y
en el trasplante + fertilización fosfórica) demostraron suficiencia en el contenido de
fósforo, con cantidades de 0.43, 0.40, 0.43, 0.45, 0.48, 0.45, 0.32, % de fósforo
respectivamente; mientras que el Tratamiento TP (testigo fósforo) presentó un bajo
porcentaje en el contenido de fósforo (0.32 %).
De acuerdo al análisis económico de los tratamientos (Cuadro 23.), el mayor beneficio neto
se obtuvo con el tratamiento A2B3 (Micorriza en el semillero y en el trasplante +
fertilización fosfórica) con un valor de 151649.52 USD, y el tratamiento que menor
beneficio neto presentó fue A2B2 (Micorriza en el trasplante + fertilización fosfórica) con
un valor de 112849.52 USD.
El testigo tuvo un beneficio neto de 96949.52 USD, que fue inferior a todos los
tratamientos estudiados.
Las tasas de retorno marginal de los tratamientos no dominados fueron de 632.30 % para el
tratamiento A1B1 (Micorriza en el semillero sin fertilización fosfórica), y de 1765.22 %
para el tratamiento A2B1 (Micorriza en el semillero + fertilización fosfórica) (Cuadro 25).
43
0,48
0,5 0,45 0,45
0,43 0,43
0,4
0,4
Contenido de P %
0,32
0,3
0,2
0,1
0
A1B1 A1B2 A1B3 A2B1 A2B2 A2B3 TP
Tratamientos
COSTOS BENEFICIO
TRATAMIENTOS DOMINANCIA
VARIABLES NETO
TP 790.48 96949.52 ND
A1B1 1393.08 122626.92 ND
A2B1 2130.48 127289.52 ND
A2B3 3510.48 151649.52 ND
A1B2 1433.08 113446.92 D
A2B2 2170.48 112889.52 D
A1B3 2773.08 125746.92 D
FUENTE: Datos de campo, 2006.
ELABORACIÓN: Orna A, 2007
B. DISCUSION.
Una situación similar fue observada en relación al diámetro del tallo, durante todas las
evaluaciones analizadas no se encontró diferencias estadísticas entre los tratamientos
inoculados, pero todos fueron superiores al testigo.
El tratamiento que permitió obtener un mayor número de frutos fue aquel que se inoculo
micorrizas en el semillero y al momento del trasplante y, además, se añadió fósforo al
suelo (A2B3). Esto confirma la mayor capacidad de absorción de fósforo, y probablemente
de otros nutrientes, que logra la planta al estar inoculada con micorrizas, lo que se expresa
en un crecimiento superior y por ende una buena fructificación, concordando con lo
manifestado por FERTILIZAR (2004), que afirma que el ritmo de absorción del P es
similar al del N, coincidiendo las mayores necesidades con la floración y engrose de
frutos. Igualmente, al añadir fósforo al suelo y lograr un mayor número de frutos, se
comprueba que, a pesar de que el análisis químico puede demostrar contenidos altos de
fósforo, la cantidad disponible de este elemento no siempre es suficiente, por su tendencia
a fijarse en formas insolubles.
El análisis foliar ratificó la acción benéfica de las micorrizas, en todos los tratamientos que
fueron inoculados con micorrizas presentaron cantidades mayores de fósforo que el testigo,
46
a pesar que éste recibió fertilización fosfórica. Las plantas micorrizadas absorben más
eficientemente el fósforo que las no fueron aplicadas micorrizas, como resultado de su
mayor desarrollo radicular y la gran capacidad de exploración del suelo que tienen las hifas
de los hongos micorrízicos.
Al inoculara micorrizas su desarrollo permitió que se formen una red de hifas que provocó
un incremento del área fisiologicamante activa de la raíz y por ende un mayor desarrollo de
la misma logrando así una mayor captación de los nutrientes, por parte de la raíz como por
parte de las hifas de los hongos, y estas últimas en especial provocando una traslocación de
nutrientes en especial fósforo hacia la planta. Es por esta razón por lo que las plantas
inoculadas con micorriza obtienen mejores rendimientos.
E. El análisis estadístico permite suponer que tuvo mayor influencia en los resultados la
época de aplicación de las micorrizas que la fertilización fosfórica, por lo tanto se
puede utilizar micorriza como alternativa dentro de la nutrición del cultivo de tomate
riñón; sin embargo no implica que se deba dejar de fertilizar pero si pensar en una
disminución del aporte de nutrientes en especial de los que contienen fósforo.
G. El tratamiento que mayor beneficio neto obtuvo fue A2B3 (Micorriza en el semillero y
en el trasplante + fertilización fosfórica) con un valor de 151649.52 USD; si embargo
el tratamiento que mayor taza marginal de retorno obtuvo fue A2B1.
VII. RECOMENDACIONES.
A. Aplicar ECOFUNGI TM. como fuente de micorrizas, a manera de una alternativa para
reducir la aplicación de los fertilizantes minerales, en especial de aquellos que
contienen fósforo.
HOLDRIDGE, J. 1982. Ecología basada en zonas de vida. San José de Costa Rica.
Editorial IICA. 219 p.
HUBER, D.M. 1980. The role of mineral nutrition in defense. Plant Disease and
Advanced Treatise. Vol. 5. Academic Press, New York. 386 p.
B1 B2 B3 B4
T5 R1 T0 R2 T2 R3 T4 R4
T6 R1 T4 R2 T1 R3 T6 R4
T4 R1 T6 R2 T3 R3 T5 R4
T0 R1 T5 R2 T6 R3 T0 R4
T2 R1 T1 R2 T0 R3 T2 R4
T3 R1 T2 R2 T4 R3 T1 R4
T1 R1 T3 R2 T5 R3 T3 R4
54