SISTEMA ACUSATORIO El sistema acusatorio, es un procedimiento penal que constituye un marco tanto ideológico como jurídico. Este modelo se centra en la lucha entre las partes, y restringe de manera fuerte la labor del juez dentro del proceso. Tenemos entendido que las partes tienen un rol activo a lo largo del proceso de comprensión. Estas tienen la posibilidad de desistir, pactar o acordar la litis, y son las únicas que tienen interés en la disposición del juicio. El modelo acusatorio en el proceso penal peruano refiere a qué para cada etapa del proceso existe cierto fiscal el cual debe cumplir sus roles para con este proceso, ya que, Por otro lado, existe el abogado que defiende a su cliente desde el inicio. Finalmente se encuentra, al concluir el proceso el juez el cual es claramente imparcial dado a que no tiene cierta importancia por lo que debe ocurrir en el proceso, simplemente se encarga de realizar el acto de evaluación de las posturas del fiscal y del abogado defensor por lo tanto para poder concluir el proceso con la sentencia misma. Es importante mencionar que en este caso no hay juzgamiento siempre y cuando no exista una acusación efectuada por un representante del ministerio público. ADVERSARIAL El nuevo Código Procesal Peruano entrado en vigencia en el año 2004 ha adoptado un modelo procesal penal de tendencia acusatoria con rasgos en los que se distinguen, entre otros, el adversarial; ¿esto que quiere decir?, que se ha adoptado un modelo mixto, por cuanto la legislación procesal penal contenida en el mencionado Código otorga facultades y funciones de las partes procesales al Juez para coadyuvar al descubrimiento de la verdad material. Esto se evidencia, con mayor notoriedad, durante el desarrollo de la etapa intermedia y el juicio oral. Este principio se basa en el sistema procesal anglosajón y se enfoca en reconocer los derechos del procesado para así se logre igualar con el poder persecutorio del Ministerio Público -titular de la acción penal-, de tal modo que el procesado y el fiscal se confronten en igualdad de condiciones y bajo la inmediación del Juez (un tercero imparcial). Las manifestaciones más notorias de este principio son la contradicción (un componente esencial del derecho de defensa) y la igualdad de armas. GARANTISTA Teniendo en cuenta el Código Procesal Peruano del 2004, se considera importante que el garantismo sea compatible con la eficiencia penal, para que de esta manera pueda verse como una posibilidad de modelo hacia la población y a los usuarios que pertenezcan al Sistema Procesal Penal. Los sistemas garantistas son aquellos que se basan en la idea de proteger los derechos individuales y limitar el poder del Estado. Algunos de los rasgos más elementales de los sistemas garantistas son: Presunción de Inocencia, Derechos Fundamentales, Debido Proceso, entre otros.
En la profundización de los principios garantistas es necesario distinguir entre los principios
garantistas de carácter formal, como el principio de la legalidad de los delitos y de las penas, que los delitos sólo pueden tener su origen en una ley, en la voluntad soberana popular; y los principios garantistas de carácter material, que son los criterios políticos que deben regir en un sistema democrático respetuoso de los derechos humanos y fundamentales. Estos principios garantistas que han surgido fundamentalmente de la profundización del Derecho Penal, no solamente se restringen al Derecho Penal, sino que se extienden a todo el sistema de control penal, en la medida que la intervención punitiva del Estado va más allá que el contenido del Derecho Penal. PROCESO DE CONSTITUCIONALIZACIÓN SEGÚN EL CÓDIGO PROCESAL DEL 2004 Con lo que respecta al conocimiento sobre la constitucionalización del Proceso Penal en sí, es la base que la constitución (y todos los principios recaídos en esta), se relaciona con el régimen del proceso penal visto en el nuevo código del 2004. En adición a ello, esta constitucionalización sienta, desde hace muchos años ya, sus bases en los tratados de derechos humanos internacionales de los que es parte el Perú, ya que, con respecto a ello, gracias a estos tratados y la evolución histórica que se tiene con relación a los derechos de las personas y su libertad, se ha logrado un distinguido avance que la persona puede gozar en la actualidad, entre ellos; la libertad, la protección de su dignidad, y su igualdad antes los demás con respecto a los procesos jurídicos. Por ello, es indudable afirmar que el Nuevo Código Procesal Penal (2004), en adelante NCPP, sea ajeno en materia a la constitución, ya que esta última cumple su función de instrumento jurídico, utilizada efectivamente en todos los procesos que es requerida para garantizar un debido proceso. En aras de verificar ello, podemos corroborar brevemente la información que nos presenta el título preliminar del NCPP, ya que dentro de ello se verifican los principios fundamentales de la constitución con respecto al derecho penal y su proceso, esto es en garantía y protección de los derechos fundamentales en el proceso penal. El NCPP, para poder generar una garantía en el proceso, se basta de estos principios y se rigen según el marco de la constitución, mejor dicho, la constitución enmarca jurídicamente el debido proceso que se tendría que llevar en los casos correspondientes, salvaguardando así, todo lo que le respecta a las partes y generando un contexto normativo equivalente para que su resultado sea imparcial. La constitucionalización del NCPP, abunda de gran importancia por lo ya antes mencionado, permitiéndonos tener una base sólida para aquí poder generar mejoras con respecto a nuestra constitución y su constante evolución a favor de los derechos fundamentales, este trabajo sería ejecutado conjuntamente con lo que los convenios y tratados internacionales a los que formamos parte nos indiquen para seguir mejorando la calidad de los procesos jurídicos y mantener un derecho penal eficiente en mayor sentido