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Manual de La Fuerza de Ataque
Manual de La Fuerza de Ataque
MANUAL DE LA
FUERZA
DE ATAQUE DEL
MANTO GLOBAL
DE ORACION
2
Dios está diciendo: Sus oraciones deben ser una extensión de Mis pensamientos, Mis
propósitos, Mis planes. Ustedes deben conocer Mi corazón, esperando delante de Mi
Presencia. Cuando les revele los secretes de Mi corazón, entonces sabrán cómo levantar
oraciones que penetren y dispersen las tinieblas.
Cuando ustedes conozcan Mi corazón, tendrán ORACIONES
PODEROSAS, pues sus palabras vendrán de Mi corazón y cuando oren, sus palabras
desatarán Mi poder para cumplir Mis deseos.
Yo les daré un oído atento para que oigan Mi voz claramente. De ahora en adelante, Yo les
haré responsables por las oraciones que me ofrecen o digan en Mi Nombre. No se apoyen
en su entendimiento.
Yo he puesto Mi Espíritu Santo en ustedes para dirigir sus oraciones.
RÍNDANSE COMPLETAMENTE A MI ESPÍRITU. NO CONFÍEN EN
SU PROPIA SABIDURÍA SINO EN MI ESPÍRITU QUE ESTÁ EN
USTEDES. MUERAN A USTEDES MISMOS Y MI ESPÍRITU SERÁ
LIBERADO EN USTEDES Y ORARÁ A TRAVÉS DE USTEDES.
Cuando mi Espíritu sea liberado en ustedes, entonces estarán listos para ¡afrontar al
enemigo con mi poder y autoridad! ¡Harán grandes prodigios! Ustedes irán a nuevos
territorios espirituales para tomar las victorias que Dios ya les ha dado.
El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios. Por el pecado original de Adán y Eva,
la humanidad cayó delante de Dios y obtuvo una naturaleza pecadora. El es totalmente
incapaz de volverse a Dios por sí mismo y está perdido y sin esperanza sin el sacrificio de
Jesucristo.
La Salvación es un regalo que Dios da a través de la gracia y la fe en Jesucristo. No hay
otro Nombre sino el de Jesucristo en el cual el hombre pueda ser salvo. Volviéndose del
pecado en arrepentimiento y creyendo en Cristo y su muerte vicaria, el hombre nace de
nuevo a la vida eterna por el Espíritu Santo.
La Iglesia es el Cuerpo y la Novia de Cristo, cuya tarea es llevar el Evangelio a todos los
hombres en todas las naciones, y hacer discípulos de Cristo. La consumación de todas las
cosas incluye el regreso visible, personal de Jesucristo, la resurrección de los muertos, y el
traslado de los vivos en Cristo, a la Presencia de Dios por la eternidad.
METAS Y PROPÓSITOS
• Producir la voluntad de Dios en la tierra en las vidas de hombres y gobiernos.
• Extender el mensaje completo de Jesucristo a cada persona en la Tierra en esta
generación.
• Preparar soportar, fortalecer, extender y conservar los resultados de la Misión A todo El
Mundo.
• Presentar a cada judío un testigo de que Jesús es el Mesías.
• Levantar al máximo el potencial de gente, tecnología, unción y revelación que Dios ha
hecho disponible.
• Levantar un Ejército de Dios alrededor del mundo, levantando líderes espirituales
apostólicos entrenados en cada nación para alcanzar a los perdidos en esta generación.
• Fortalecer la unidad en el Espíritu y en el Cuerpo de Cristo, de manera que el mundo
reconozca que somos Sus discípulos.
• Entender, y demostrar al mundo los cinco ministerios de la Iglesia.
Dios nos está llevando a una nueva dimensión de autoridad en nuestras oraciones en donde
cada una de nuestras palabras, dichas con autoridad, respaldadas en las promesas de Dios,
nos darán la capacidad ¡para enfrentar cualquiera fortaleza del enemigo!
A mediados de 1996, Dios me reveló que la Década del Espíritu Santo se está terminando.
El me mostró que por tres años habrá una nueva manifestación del verdadero poder de
Pentecostés. Una parte vital de este nuevo movimiento de Dios será una increíble ola de
intercesión. Cuando la intercesión del pueblo de Dios se eleva a los cielos, Dios abrirá las
puertas de los cielos.
¡Dios está llevando a Sus intercesores al frente de la batalla en el evangelismo! El ha puesto
estratégicamente a intercesores por todo el mundo en posiciones claves en donde EL
QUIERE USARLOS PARA PROVOCAR CAMBIOS, EN EL ESPÍRITU, QUE DARÁ
COMO RESULTADO ¡UNA COSECHA MUNDIAL DE ALMAS!
Estoy convencido de que le tocará a un ejército de intercesores, de ministros de oración,
grupos o células de oración en todo el mundo y a todos juntas, ver el cumplimiento de la
obra que Dios nos ha dada y tener la gran cosecha de los últimos tiempos.
Dios lo ha puesto estratégicamente como miembro de una poderosa Fuerza de Ataque’
contra el diablo y sus planes, y lo usará para provocar cambios en su hogar, en su iglesia, en
su comunidad y ¡en las naciones del mundo!
Este Manual de Oración no es algo que deba leerse y colocarlo en el armario. Es una
herramienta, un arsenal espiritual con instrucciones para ayudarle y mostrarle cómo orar
por cada nación, pueblo o comunidad.
Cuando usted intercede por las naciones y por los pueblos no alcanzados. Dios empezará a
revelarle motivos específicos por los cuales orar, necesidades urgentes para Teresa y para
mí, por los Directores de la Red Global de Satélites y por todo el equipo de MISIÓN A
TODO EL MUNDO. Dios le revelará Escrituras bíblicas claves relacionadas con las
necesidades particulares de países o grupos de personas. Cuando usted se reúna con otros
cristianos para orar en un Centro de Comando de Oración, tenga en cuenta todo esto e
inclúyalos como parte de sus momentos de oración.
Siempre que reciba respuestas a sus oraciones, escríbalas y envíelas al Centro de Control
(Oficina del Dr. Monis Cerullo en México). Deseo que este Manual de Oración y su
información sean una fuente poderosa que lo lleve a una nueva profundidad en la
intercesión ¡como nunca antes ha experimentado!
Cuando usted vaya conmigo al frente de la batalla a través de la intercesión, veremos
grandes victorias ganadas en cada nación para el Reino de Dios.
¡Alcanzaremos al mundo con el Evangelio para fines del año 2000!
¡Esta es la MISIÓN A TODO EL MUNDO!
Al acercarnos rápidamente al año 2000, la Iglesia está en el centro mismo de su hora más
grande. Yo creo de todo corazón que estamos en la generación del tiempo final que vivirá
cuando Cristo regrese y que, de hecho, será el instrumento en las manos de Dios que
ayudará a que Cristo regrese.
Una de las señales más grandes que Jesús dijo que ocurriría antes de Su regreso es que Su
Evangelio sería predicado por todo el mundo. Jesús le dijo a Sus discípulos:
“Y este Evangelio del reino será predicado en todo el mundo para testimonio a todas las
naciones, y luego vendrá el fin”. (Mateo 24:14)
Mientras la Iglesia de Jesucristo espera ansiosamente la llegada del Señor, debemos
preguntarnos, ¿Cómo alcanzaremos a las masas aún no alcanzadas.. .más de tres mil
millones...con el Evangelio? ¿Cómo cumpliremos la gran comisión antes de que Cristo
regrese?
La única esperanza para las multitudes aún no alcanzadas es que la Iglesia lance un alcance
global mayor. ¡Debemos movilizar e intensificar todos nuestros esfuerzos!
Mi oración es que Dios le dé a la Iglesia una visión global nueva. Es triste decirlo pero es la
verdad, la mayoría de los cristianos sentados en nuestras iglesias han perdido su carga por
los incrédulos y se han endurecido al destino eterno de los perdidos. El cristiano común
tiene una visión espiritual muy corta.
¡Su visión está limitada a sus propias necesidades personales, a las necesidades de sus
familiares, amigos, compañeros de trabajo y a las necesidades de su iglesia! Mi oración es
que Dios sacuda a la Iglesia de su complacencia, nos dé a usted y a mí una visión global y
carga por los perdidos, que desde lo profundo de nuestro ser clamemos: “Dame almas o
moriré Es mi oración que una carga por los perdidos sea tan fuerte en corazones de los
pastores, evangelistas y ministros que empecemos a gemir y a luchar por los perdidos y
clamemos a Dios:
“ ¡Dame mi ciudad... dame mi nación para el reino de Dios o moriré!”
¡La población del mundo ha explotado! Para el año 2000, habrá ocho mil millones de
personas! En la actualidad hay más de tres mil millones de personas que aún no han sido
alcanzadas por el Evangelio, que es más de la mitad de la población global.
¡ESTAMOS VIENDO LA
MIGRACIÓN URBANA MÁS
GRANDE EN LA HISTORIA
DE LA HUMANIDAD!
Por primera vez en la historia, más de la mitad de la población mundial vive en o cerca de
una ciudad. La Ciudad de México, una de las mega ciudades más grande del mundo, tiene
una población de 15.048.000 de habitantes y está creciendo a un índice de 80.000 personas
por mes.
El veinte por ciento de la población de México vive en y alrededor de la Ciudad de México.
Hay 18 millones de personas pobres; más de siete millones viviendo en casuchas y más de
medio millón de niños viviendo en la calle.
En los centros mundiales de población, hay millones de personas viviendo en barrios bajos
o en las calles. Estas ciudades apretujadas son la sede de crímenes, drogas y violencia de
pandillas.
LA VENTANA 10/40
El 90% de los tres mil millones de personas aún no alcanzadas viven en el área identificada
como la Ventana 10/40, que se extiende desde África Occidental hasta Asia, entre los
grados 10 y 40 al norte del Ecuador. Esta área es sólo un tercio de la superficie total del
mundo, sin embargo, casi dos tercios de la población mundial vive en esos 64 países. Más
de la mitad de esa población vive en la pobreza, mantenida con me nos de un promedio de
500 dólares por persona anualmente.
El 84% de los pobres viven en la Ventana 10/40.
Estas personas aun no alcanza das viven desilusionadas y vacías en la oscuridad, sin saber
qué camino tomar.
Debemos oír el clamor angustiado de esas almas perdidas y darles la única esperanza para
este mundo... ¡El Evangelio de Jesucristo!
Nuestro Mandato
¡Movilizar a un ejército de más de 900.000 nacionales y alcanzar a todo el mundo con una
penetración poderosa del Evangelio para fines del año 2000!
La Iglesia de Jesucristo no so lamente debe tener una visión global nueva, sino una nueva
urgencia. Decimos, “Cristo viene” pero, ¿lo creemos realmente?
¿Vivimos nuestras vidas esperando Su venida?
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Nuestra meta es levantar UN MILLÓN de cristianos que se unan con nuestra Fuerza
Ataque Global de Oración y establezcan Centros de Comando de Oración en sus hogares,
es cuelas o negocios comprometidos a orar semanalmente por el regreso de Cristo. Estos
Centros de Comando de Oración serán la base de la oración global que cubrirá a nuestros
asociados, vecinos compañeros de trabajo al unirse en una batalla espiritual intensiva de
oración. Nuestra meta es formar una red con otros ministerios de oración, iglesias e
intercesores individuales por todo el mundo. Trabajaremos juntos con pastores locales y
congregaciones para reunir cuantas más personas podamos en su comunidad para establecer
Centros de Comando d Oración en los hogares.
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Por primera vez en la historia, la tecnología vía satélite está disponible para unir estas sedes
de la Misión A Todo El Mundo y transmitir las reuniones simultánea mente en cada región
del mundo.
¡Estamos movilizando un ejército de 900,000 nacionales! ¡Hoy es el tiempo para que
demos el próximo paso JUNTOS!
Un hombre o una organización no pueden hacerlo solo. Se necesita un increíble esfuerzo
unificado, una red de compañeros, iglesias, ministerios y organizaciones cristianas todos
trabajando juntos... funcionando como un solo cuerpo.
La Misión A Todo El Mundo no es la visión de Evangelismo Mundial de Morris Cerullo, es
nuestra… la suya y la mía.. .unidos. Debemos quitar nuestros ojos de las cosas que nos
dividen y con centrar nuestra visión en las cosas que nos ayudarán a cumplir la Gran
Comisión.
Nuestro objetivo común y meta son las ALMAS...alcanzar a tres mil millones de personas
aún no alcanzadas que jamás han oído el Evangelio, antes de que Cristo regrese.
Estoy extendiendo mis brazos a todos los cristianos por doquier, a los ministerios cristianos
Como miembro de la Fuerza de Ataque, es muy importante que tenga una idea clara de lo
que es el mandamiento profético que Dios nos ha dado y cómo se relaciona con la Visión
de Misión A Todo El Mundo.
Estamos siendo testigos de un movimiento sin precedente del Espíritu de Dios llamando a
la Iglesia a orar. Equipos de oración están viajando a diferentes naciones para derribar las
fortalezas espirituales entre la gente no alcanzada. También se realizan Conciertos de
Oración en las ciudades. Hay también cristianos que oran en las calles en “caminatas de
oración” por sus comunidades y ciudades.
Dios está levantando ministros de oración como Peter y Doris Wagner con AD2000, Cindy
Jacobs con “Generales de Intercesión”, Ana Méndez con “Grupo Libertadores”, Mercedes
Méndez con “Comprometidos Con Su Gloria”, y muchos otros.
Esta “Fuerza de Ataque” trabaja junto con éstos y otros ministerios en todo el mundo para
cumplir la Visión de Misión A Todo El Mundo.
Dios me dijo:
“Levanta un manto de oración sobre el mundo”.
UN GRITO PODEROSO
DEBE LEVANTARSE Y
CUBRIR EL MUNDO:
...“¡VEN SEÑOR JESÚS!”
Cuando Dios me dijo que levantara un manto de oración sobre el mundo, me dio una
directiva específica. Me mostró que ahora es tiempo de que la Iglesia ore por el regreso del
Señor Jesús.
¡Mi espíritu está contristado! Yo no creo que haya ni siquiera el uno por ciento de los
cristianos orando por el regreso del Señor.
¿Cuándo fue la última vez que oró para que Cristo regrese?
Estoy convencido de que tenemos que cubrir al mundo con un manto de oración, con un
¡Manto Global de Oración! ¡Cristo vendrá en respuesta a las oraciones de Su Iglesia!
SÍ, CRISTO REGRESARÁ EN RESPUESTA
A LAS ORACIONES DE SU IGLESIA
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En una visión el Señor mostró al apóstol Juan las oraciones de los santos como “copas de
oro llenas de incienso” levantadas hacia Dios. (Apocalipsis 5:7-8)
¿Puede imaginarse esos momentos en que Cristo, el Cordero de Dios, El Redentor,
Poderoso Guerrero, el León de la Tribu de Judá, vino y tomó el libro de la mano derecha de
Dios?
Pero antes de que Cristo abriera los sellos para desatar los eventos de los últimos tiempos,
las oraciones de los santos fueron ofrecidas a Dios y todo el cielo resonó con alabanza
poderosa hacia Dios.
En el capítulo ocho de Apocalipsis, en los versos 1-4, antes de tocar las trompetas y desatar
los juicios de Dios, un ángel ofreció primero las oraciones de los san tos sobre el altar de
oro que estaba delante del trono de Dios.
Es importante que usted se dé cuenta del tremendo significado de la oración del pueblo
Dios y cómo la oración está relacionada de forma tan intima con el plan de Dios para el
tiempo final.
En respuesta al clamor y oraciones de los santos, el ángel tomo el incensario, lo lleno con
fuego del altar y lo arrojó a la tierra. Estas oraciones hicieron que los ángeles tocaran las
trompetas y los juicios de Dios fueran desatados.
Los ángeles no actúan sino hasta que las oraciones del pueblo de Dios ¡Suben a Su
presencia!
Cuando 1evantemos este manto de oración sobro el mundo y empecemos a orar con la
autoridad de Dios para que regrese. El desatará Su poder para cumplir Su voluntad para este
tiempo final.
• Deben trabajar en unión con otros grupos de oración, ministros e iglesias, dirigiendo
reuniones de oración y estableciendo centros de comandos de oración, en unidad
con el cuerpo de Cristo.
REPORTES MENSUALES
Los Centros de Comando de Oración deberán reportar mensualmente al Centro de Control,
los progresos, testimonios, peticiones de oración, número de asistentes a la reunión de
oración del Centro de Comando de Oración, nombres y domicilios, tanto de los miembros
como de los líderes en su ciudad.
Como miembro de la “Fuerza de Ataque” usted debe ser uno de los que acepten este reto y
asumir la responsabilidad de orar ante Dios.
Este es el propósito de los Centros de Comando de Oración, estamos movilizando
cristianos que acepten esta responsabilidad de oración.
Dios quiere pe concentremos nuestros ojos en la cosecha y las multitudes listas para formar
parte del Reino de Dios.
Dios no tiene a nadie más en la Tierra para cumplir Su voluntad. Los gobiernos no lo ! las
re formas sociales tampoco.
Nada ni nadie puede cumplir la voluntad de Dios sobre la Tierra ¡sino usted, como hijo de
Dios!
Cuando Jesús se le1antó de entre los muertos. El dio a la Iglesia las llaves del Reino de
Dios para abrir prisiones y libertar a los cautivos.
A través del poder y la unción del Espíritu Santo Dios quiere usarlo para ministrar a la
gente a su alrededor.
Miremos Isaías 5:7. Dios dice:
“Mi casa será llamada, casa de oración para rodos los pueblos... La pala hebrea usada para
casa1 se refiere en primera instancia a la familia”.
Dios llama a su casa, su lugar de reunión, su familia y su pueblo una “familia de oración”.
La palabra “oración”, significa intervención. La mayoría de la gente no vea la Iglesia como
un lugar en donde Dios interviene en sus vidas.
Dios ha planeado Su intervención en cada vida humana. Como la familia de Dios, tenemos
una tremenda responsabilidad de ser una “Casa de Oración”, un lugar de intervención de
Dios para toda la gente.
Como miembros de la “Fuerza de Ataque”, debemos aceptar este reto y asumir la
responsabilidad de orar delante de Dios.
Este es el propósito de los Centros de Comando de Oración, movilizar cristianos que
acepten esta responsabilidad de oración.
Dios me advirtió a principios de la década de los noventa que habrían cinco crisis. Una de
estas crisis concierne a la familia. Aún los hogares cristianos no han escapado, muchos de
ellos están rotos por el divorcio, el adulterio. Debemos unirnos en una oración constante y
en perseverancia hasta que caigan las ataduras, los matrimonios sean restaurados, se
conviertan, y la juventud sea libre y llena de fuego del Espíritu Santo.
4. ORAR POR NUESTRAS IGLESIAS LOCALES
Otro de los principales propósitos de los Centros de Comando de Oración es levantar un
manto de oración sobre nuestros pastores y sobre nuestras iglesias locales.
El apóstol Pablo pidió a los creyentes en Tesalónica que oraran por él.
El dijo, “Por lo demás herma nos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y
sea glorificada, así como lo fue entre vosotros, Y para que seamos librados de hombres
perversos y malos”. (Tesalonicenses 3:1-2)
Debemos cubrir a nuestros pastores y demás ministerios con oración.
Orar por las necesidades espirituales de nuestras iglesias, por la provisión de Dios, por las
almas perdidas, para que la unción de Dios se derrame sobre todos los miembros.
Debemos orar para que Dios aumente la visión en la Iglesia.
5. ORAR POR LOS GOBIERNOS LOCALES
Pablo exhortó a Timoteo: “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones,
peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que
están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y
honestidad”. (1 Timoteo 2:1-4)
Necesitamos orar por aquellos que están en lugares prominentes. Para que el Señor levante
autoridades cristianas y por El gobierne en nuestro país, a través de la oración e intercesión.
6. ORAR POR EL ESTABLECIMIENTO DE UN EJÉRCITO DE DIOS EN TODO
EL MUNDO
“Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies “. (Mateo 9:38)
Debemos orar para que el Señor envíe el poder y la unción de Su Espíritu Santo a las
grandes ciudades, pueblos y comunidades lejanas para alcanzar a aquéllos que ¡no han
recibido el Evangelio! Debemos orar que el Señor continúe levantando este Ejército
dirigiendo nuestra Escuela de Ministerio en las diez regiones de Misión A Todo El Mundo.
7. ORAR POR MISIÓN A TODO EL MUNDO
Debemos de apartar tiempo para orar y ayunar por los tres mil millones de personas que
nunca han oído hablar de Cristo. Debemos orar fervientemente en el Espíritu por cada
ciudad de las diez regiones creyendo que Dios abrirá las puertas cenadas, para derribar las
fortalezas de Satanás y difundir el Evangelio a aquéllos que nunca lo han oído.
Este Manual de Oración es una herramienta que le ayudará a orar en forma efectiva por las
naciones. Recibirá un perfil de cada país que le proporciona información básica del mismo
que le permitirá orar en forma específica por cada región. Use este Manual no solamente en
los Centro de Comando sino en sus momentos de oración personal.
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Como miembros de la Iglesia, debemos tener una revelación como la de Josué, por fe veremos al
Capitán del ejército de los cielos... el hijo de Dios con Su espada desenvainada, listo para pelear por
nosotros, haciendo huir al enemigo y entregando nuestras ciudades ¡en nuestras manos!
Estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía
una espada desenvainada en Su mano. Y Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros o de
nuestros enemigos? El respondió: No; mas como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora.
Entonces Josué, postrándose sobre Su rostro en tierra, le adoró y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a Su
siervo? Y el Príncipe del Ejército de Jehová respondió a Josué: Quita el calzado de tus pies,
porque el lugar donde estás es santo. Y Josué así lo hizo". (Josué 5:13-15)
Debemos tener una revelación fresca, en la cual SABEMOS que mientras avanzamos destruyendo
las fortalezas que Satanás ha puesto, y mientras atamos a los espíritus territoriales que están sobre
nuestras comunidades, ciudades, naciones, y un poderoso ejército de ángeles ha sido enviado para
pelear ¡por nosotros!
Los ángeles son enviados para ayudamos y fortalecernos, en respuesta a nuestras oraciones.
¿No son todos espíritus ministradores (servidores), enviados (por Dios) para servicio (asistencia) a
favor de los que serán herederos de la salvación? (Hebreos 1: 14)
Los ángeles son enviados para ayudarnos y fortalecemos en respuesta a nuestras oraciones. Cuando
los soldados romanos vinieron a arrestar a Jesús, El les dijo:
"¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones
de ángeles?" (Mateo 26:53)
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Sabiendo que Dios ya nos ha entregado nuestras ciudades en nuestras manos, debemos tomar
nuestras espadas... armas espirituales para la guerra espiritual y levantarlas sobre nuestras ciudades.
Cuando los hijos de Israel marcharon hacia la Tierra Prometida ellos estaban ¡PREPARADOS,
ARMADOS Y LISTOS PARA LA GUERRA! Dios les había dado esa Tierra, pero antes de
poseerla, fue necesario que tomaran sus armas y pelearan.
Cristo ya derrotó a Satanás, exhibiendo a los principados y potestades, dándonos poder y autoridad
sobre todo poder del enemigo. El espera que ejerzamos ese poder para ¡destruir las obras del
enemigo!
"Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los
violentos lo arrebatan". (Mateo 11: 12)
¡ESTEMOS A LA OFENSIVA!
"Pues aunque andamos (vivimos) según la carne, no militamos según la carne; porque las armas de
nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas".
(II Corintios 10:3-4)
Estamos avanzando en contra de las "puertas del infierno", en contra de los principados y potestades
que ejercen control sobre nuestros familiares, nuestra salud física, atacando nuestras finanzas, sobre
nuestras naciones y esas puertas
¡NO PREVALECERÁN! ¡NO PERMANECERÁN!
... ¿como puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le
ata? Y entonces podrá saquear su casa". (Mateo 12:29)
La batalla que libramos en contra de las potestades y principados de este mundo debe realizarse y
ganarse en el terreno espiritual a través de la oración de intercesión. La intercesión es nuestra
principal ¡ARMA DE ASALTO! Cada estrategia, cada paso debe tener una base fuerte en la
oración, sino fracasará.
¡No se equivoque acerca de esto!
La batalla por nuestras familias y naciones debe primero pelearse y ganarse en el terreno espiritual.
Si vamos a confrontar al enemigo y arrebatar nuestras ciudades de las manos de Satanás, debemos ir
muy profundamente en el terreno espiritual a través de la intercesión para discernir y localizar los
principados y potestades que han construido fortalezas sobre nuestras ciudades.
Cuando la "Fuerza de Ataque" levante este manto de oración, el poder y la gloria de Dios se
manifestará en nuestras vidas de tal manera que seremos capaces de desarmar a los principados de
maldad que ejercen control sobre nuestras ciudades y naciones. La identidad de estos espíritus
territoriales será manifiesta de tal manera que seremos capaces de pelear contra Satanás y sus
demonios en una CONFRONTACIÓN DIRECTA y no con mera generalidades.
Cuando Satanás y sus demonios vengan en contra de nosotros, saldrá de lo más profundo de nuestro
interior, una capacidad divina y autoridad nueva que nos dará fortaleza. No nos quedaremos
sentados, ni temeremos, ni huiremos de esta confrontación, haremos FRENTE al enemigo con el
poder y la autoridad del Espíritu Santo. Habrá algo dentro de nosotros que ¡no nos permitirá
permanecer callados!
Cuando el Espíritu Santo nos revele los principados demoníacos que están actuando sobre nuestras
familias, nuestras finanzas, ciudades y naciones, no dudaremos sino que nos levantaremos con una
NUEVA AUTORIDAD para destruir el poder del enemigo y tomar la victoria que es nuestra en
Cristo.
Jesús dijo: "Cuando el hombre fuerte armado guarda Su palacio, en paz (seguro) está lo que
posee.Pero cuando viene otro más fuerte que él y le vence, le quita todas sus armas en que
confiaba, y reparte el botín". (Lucas 11:21-22)
Jesús usa esta ilustración para explicar el poder y la autoridad que El tiene sobre Satanás y sus
principados. El "hombre fuerte", muy armado, que guarda su casa, se refiere a Satanás y el control
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que tiene sobre la gente que ha atado. Jesús es, "aquél que es más fuerte que él" que lo ha
confrontado y vencido. El ha sido enviado a este mundo para destruir las obras del diablo. (I Juan
3:8)
Durante Su ministerio, Jesús ató al "hombre fuerte", ejerciendo Su autoridad sobre él. Después de
Su encuentro con Satanás en el desierto, Jesús se dirigió hacia Galilea con el poder del Espíritu
donde inmediatamente empezó a echar fuera demonios, sanar y liberar a aquellos, oprimidos por
Satanás.
Jesús, a través de Su muerte y resurrección, venció a Satanás, despojando y exhibiendo
públicamente a las potestades.
Pablo dijo a los colosenses, "y (Dios) despojando a los principados y a las potestades, los exhibió
públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz". (Colosenses 2:15)
Hoy El está sentado en una posición suprema de poder y autoridad sobre todo principado, autoridad,
poder y señorío. Todas las cosas están bajo Su ¡poder y autoridad!
El está sentado a la diestra del Padre, "sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre
todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las
cosas bajo sus pies... " (Efesios 1:21-22)
El nos ha dado ese mismo poder y autoridad sobre principados, poderes y señoríos.
Y así como comisionó a sus doce discípulos y luego a los setenta para ir y ejercer ese poder, El lo
está comisionando a usted como miembro de la "Fuerza de Ataque" y lo está enviando a las
ciudades y a las naciones para atar al HOMBRE FUERTE, Satanás, y a sus principados y tomar el
botín de guerra ... las vidas de aquellos que ha atado.
La ciudad de Pérgamo, era considerada como el trono de Satanás, porque era un centro de adoración
a dioses paganos. En el centro de cada ciudad griega, estaba el santuario del dios de esa ciudad. En
Pérgamo estaba un templo erigido por el emperador Augusto y un altar a Zeus.
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Cuando vamos por los diversos países, vamos atando, poniéndole un ALTO al enemigo. Entonces
podemos "saquear sus bienes"...ARREBATAR las vidas de aquellos que tiene atados. Vamos a atar
a los espíritus territoriales que ejercen control sobre el corazón y la mente de los inconversos, sobre
aquellos espíritus que los llevan a las drogas, al alcohol, prostitución, homosexualidad, y ¡quitar su
control!
Tenemos el mismo poder y autoridad que Cristo tiene sobre Satanás y sobre todo principado.
Tenemos el poder de ATAR Y DESATAR el trabajo de Satanás, declarar ¡anulado todo poder sobre
nuestros hogares, comunidades, ciudades y naciones!
Jesús dijo: "... y sobre esta roca edificaré mi Iglesia; y las puertas del Hades (los poderes del
infierno) no prevalecerán contra ella (no la destruirán) Ya ti te daré las llaves del reino de los
cielos; y todo lo que atares en la Tierra será atado en los cielos; y todo lo que desataras en la Tierra
será desatado en los cielos". (Mateo 16:18-19)
La Iglesia de Jesucristo, usted y yo, tenemos las llaves para atar y desatar. La llave para ATAR a
los espíritus territoriales es la ¡ORACIÓN DE INTERCESIÓN! Así es como el poder de Dios es
¡desatado! Cuando empecemos a interceder delante de Dios, orando en el Espíritu, en lenguas
desconocidas, el Espíritu Santo viene a nuestro auxilio.
Amado hermano, no hay poder ¡sin oración! Cuando tomemos nuestras ciudades arrebatándolas de
las manos de Satanás, debemos penetrar en el terreno del Espíritu y esperar delante de Dios en
tiempos de intercesión, gimiendo y clamando a favor de nuestras ciudades, a favor de los perdidos
... a favor de las necesidades de nuestras comunidades y naciones.
Pablo le dijo a los romanos: ... Y de igual manera el Espíritu (Santo) nos ayuda en nuestra
debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo
intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la
intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos". (Romanos
8:26-27)
En respuesta a nuestra intercesión, los ejércitos invisibles de Dios son movilizados. Los ángeles
guerreros son enviados para pelear en contra de los principados y potestades de maldad. Es durante
este tiempo de intercesión que el Espíritu Santo revela la identidad de estos espíritus. El atar
espíritus implica más que sólo pronunciar palabras y reprender y echar fuera al enemigo. El ATAR
se da EN EL ESPÍRITU y POR EL ESPÍRITU DE DIOS es hecho a través de nosotros.
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Hay muchos cristianos hoy en día que atan espíritus sobre sus hogares, sus familias, ciudades, pero
sólo están pronunciando palabras. No hay poder real en lo que dicen y no hay resultados, porque no
están hablando bajo la unción del Espíritu Santo, sino de acuerdo a su entendimiento.
En 1970, durante una cruzada en la ciudad de Madras, India, Dios me reveló esta poderosa
estrategia de guerra de atar y desatar, la cual fue la llave de una gran penetración espiritual para
cambiar el destino de ciudades y naciones enteras.
En la India, la opresión de espíritus demoníacos en el aire es tan grande que usted puede sentirla.
Se calcula que 650 millones de personas en la India sirven a más de 330 millones de dioses.
Dos días antes de la cruzada, tuve un tiempo de intercesión y clamor en el espíritu en una dimensión
poderosa que nunca había experimentado. Cuando empecé a interceder, entré en una nueva
dimensión de guerra espiritual en la cual luché contra espíritus demoníacos y principados que
estaban sobre esa ciudad y nación.
Durante ese tiempo de intercesión, vino a mí una sensación que no puedo describirla. Era una
opresión que nunca había conocido. Literalmente sentí como sí mi ser interior se desgarraba. Fue
como si mi espíritu saliera de mi cuerpo y estuviera en un mundo diferente en el terreno espiritual.
Cuando Dios me reveló los espíritus territoriales que estaban sobre la ciudad y la nación y que
tenían atada a la gente, los empecé a reprender con Su nombre, en el ¡Nombre de Jesús! Empecé a
atar los espíritus de pecado, de enfermedad, de religión, de cultos falsos, de idolatría.
Entonces comenzó a circular un rumor de que los sacerdotes hindúes querían matarme. En lugar de
enfrentarme con los sacerdotes fanáticos hindúes, me dirigí hacia la causa, la raíz del problema,
¡ATÉ AL HOMBRE FUERTE!
Detrás de las circunstancias visibles, estaba una fuerza satánica... espíritus que controlaban a esos
sacerdotes para matarme.
Durante casi dos días, libré esta batalla espiritual... peleando contra los principados y potestades y
poderes de las tinieblas que estaban sobre esa ciudad. Hora tras hora yo estaba peleando,
intercediendo, clamando, agonizando, gimiendo, con fuerza, poder y autoridad. Cuando até esos
espíritus durante este tiempo de intercesión, algo pasó en el mundo espiritual... no en el natural...
sino en el espiritual, ¡la batalla había sido ganada!
Cuando empezó la cruzada yo SABÍA que la ciudad de Madras estaba en nuestras manos.
La primera noche había aproximadamente 70,000 personas. Al siguiente día había tal multitud que
no podía ver hasta dónde terminaba.
Hasta antes de 1970, nunca habían tenido éxito las reuniones cristianas masivas. En la primera
noche, los sacerdotes hindúes, trataron de matarme. Pero una poderosa fuerza invisible se ¡lo
impedía cada vez que lo intentaban!
Aquella cruzada fue tremenda. Miles de personas fueron salvas, las iglesias se fortalecieron y la
ciudad de Madras fue transformada. Hoy es una de las regiones espirituales más fuertes en la India.
Las batallas deben librarse y ganarse en el terreno espiritual, atando los espíritus territoriales que
están sobre nuestras ciudades y naciones.
Ya no debemos enfrentar a Satanás y a sus huestes con generalidades vagas. Cuando Dios revela la
identidad de esos espíritus, debemos pelear contra ellos en una confrontación directa.
Estamos levantando una nueva autoridad para ATAR el poder del enemigo, DERRIBAR fortalezas
y ¡TOMAR EL BOTÍN DE GUERRA!
28
Así como Eliseo oró para que los ojos de su siervo fueran abiertos para que pudiera ver el poderoso
ejército de los cielos a su alrededor luchando por ellos, así es mi oración para que Dios abra sus ojos
y vea claramente esta realidad del poder y autoridad que Dios le ha dado para confrontar al
enemigo. Oro para que el Señor le revele en el Espíritu su papel como miembro de la "Fuerza de
Ataque de la Cobertura Global de Oración" en esta CONQUISTA DEL TIEMPO FINAL No
debemos quedarnos pasivos, esperando que el poder sobrenatural de Dios libere nuestras naciones.
¡El poder de Dios será desatado cuando empecemos a interceder!
¡Hoy más que nunca tenemos más iglesias, más ministros, más organizaciones cristianas, y todavía
hemos cumplido la gran comisión!
Dios quiere que llevemos a cabo un TIEMPO DE INTERCESIÓN, en donde cada uno de nosotros
apartemos tiempo para orar y ayunar, para interceder delante de Dios por las necesidades de
nuestras ciudades y naciones. El quiere que vengamos delante de El en humildad y arrepentimiento
por nuestros pecados, por los pecados de los demás y por los pecados de nuestro pueblo. El quiere
que clamemos por aquellos que están atados al alcohol, las drogas, la prostitución, etc.
Es 'tiempo de derribar barreras, divisiones y diferencias que nos separan con nuestros hermanos y
nos unamos en una GUERRA ESPIRITUAL INTENSA.
"Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores
de la Tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano". (Joel 2: 1)
"En el Día del Señor, los cielos se abrirán y Cristo descenderá".(Mateo 24:24-30)
Será un tiempo de regocijo para los santos, pero un tiempo de tribulación para aquellos que
no se arrepientan y continúen en rebeldía con Dios. Isaías profetizó:
"Aullad, porque cerca está el día de Jehová; vendrá como asolamiento del Todopoderoso.
Por tanto toda mano se debilitará, y desfallecerá todo corazón de hombre, y se llenarán de
terror, angustias y dolores se apoderarán de ellos; tendrán dolores como mujer de parto;
se asombrará cada cual al mirar a su compañero; sus rostros, rostros de llamas". (Isaías
13:6-8)
Toda la Tierra tendrá dolores de parto. (1 Tesalonicenses 5-3) La Tierra será sacudida bajo
la mano del Dios Todopoderoso. Las tinieblas cubrirán la Tierra... el sol, la luna las
estrellas no brillarán más. (Isaías 13:9-13)
30
"…y a toda la gente que tenía la marca de la bestia y adoraba su imagen, le salió una llaga
maligna y dolorosa". (Apocalipsis 16:2)
"…y el agua del mar se volvió sangre, como la de un hombre asesinado, y murió todo lo
que en el mar tenía vida". (Apocalipsis 16:3)
"…y se le dio al sol poder para quemar con fuego a la gente. Y todos quedaron
terriblemente quemados". (Apocalipsis 16:8)
"…y el reino de la bestia quedó en oscuridad. La gente se mordía la lengua de dolor... "
(Apocalipsis 16:10)
"...el gran río Eufrates se secó para dar paso a los reyes que venían de oriente…"
(Apocalipsis 16:12)
“...y del cielo cayeron sobre la gente enormes granizo, que pesaban más de cuarenta
kilos..."
(Apocalipsis 16:21)
Millones de personas se enfrentarán a estos juicios a menos que usted y yo les advirtamos.
Sí alguna motivación debe estimular al pueblo de Dios a orar ¡ES ÉSTA!
Mientras preparamos el gran Día del Señor... ¿QUÉ ES LO QUE DEBEMOS HACER?
Dios no quiere que nos sentemos cruzados de brazos. Dios no quiere que nos preocupemos
por los afanes de este mundo y que dejemos pasar las señales de la venida de Cristo y que
no advirtamos a aquellos a nuestro alrededor.
31
Cuando la ira de Dios venga sobre la Tierra, ya no habrá más tiempo para el
arrepentimiento, no más oportunidades, no más intercesión.
El Espíritu de Dios está sonando la ALARMA en toda la Tierra, juntando intercesores,
hombres y mujeres que "tocarán la trompeta en Sion y darán la alarma".
En nuestras iglesias hoy nos regocijamos, aplaudimos y danzamos cuando cantamos: "¡Que
resuenen en Sion trompetas, dad alarma en mi monte santo, que resuenen en Sion
trompetas... suenen en Sion!" Pero, el tocar la trompeta no es un llamado de gozo, nos está
convocando a una "solemne" asamblea.
Cuando vemos que el Día del Señor se acerca, debemos dar la alarma y comenzar a
INTERCEDER.
Dios le dijo a Moisés que hiciera dos trompetas de plata, que serían tocadas por Aarón y los
sacerdotes para convocar y reunir al pueblo. (Números 10:1-10) Hoy día Dios está
llamando a sus "ministros del tiempo final" ...usted y yo... para "tocar trompeta en Sion,
proclamar ayuno colocar asamblea ". (Joel 2:15)
Los hijos de Israel se estaban enfrentando a un desastre natural como nunca antes había
venido sobre su nación. Una plaga de langostas había invadido sus tierras, destruyendo, sus
viñas, sus higueras y todos los árboles frutales. Hubo sequía y sus graneros se perdieron.
El profeta Joel vio esta gran devastación como un juicio de Dios por el pecado del pueblo
de Israel. El dijo a los sacerdotes que tocaran las trompetas y reunieran al pueblo para
ayunar, orar, arrepentirse, rasgar su corazón y convertirse a Jehová para escapar de la ira de
Dios y prepararse para el Día del Juicio. (Joel 2:12-17)
Cuando los sacerdotes sonaron las trompetas para reunir al pueblo, ni una sola persona
estuvo ausente. Ancianos, jóvenes, niños, madres con sus pequeños, novios, novias, todos
fueron reunidos delante del altar. (Joel 2:16)
Los sacerdotes, en lugar de tener sus ropas blancas, estaban vestidos de cilicio; en lugar de
estar en su posición habitual en los escalones y la plataforma del altar, se dieron la espalda
al altar y se postraron delante de la invisible Presencia de Dios en el Santuario.
En lugar de cantar himnos y tocar música que normalmente acompañaban las oraciones,
nada debería oírse sólo el lloro y el lamento, el clamor del pueblo por la misericordia y el
arrepentimiento de sus pecados, mientras los sacerdotes clamaban: "Perdona a tu pueblo,
¡OH SEÑOR!"
Hoy día... la Iglesia ha entrado en una nueva dimensión de alabanza y adoración... hay
gozo, danza, alabanza. Vemos una gran libertad en el movimiento de los dones del Espíritu
Santo. Esto es bueno y necesario. Sin embargo, son la oración y el arrepentimiento del
pueblo de Dios la llave verdadera para ¡desatar el Poder del Espíritu de Dios en estos
últimos tiempos!
"Entonces Él oirá desde los cielos y perdonará y sanará nuestra Tierra". (11 Crónicas
7,-14)
Cuando consagre su casa y aparte un día a la semana para invitar a miembros de su familia
y hermanos en Cristo para juntos orar por sus familias, sus ciudades y su nación, el poder
de Dios será desatado para traer sanidad y restauración. Usted verá una revolución en su
propia vida, en su familia, en su iglesia y en su ciudad.
Como intercesores y miembros de la "Fuerza de Ataque", debemos penetrar en el terreno
espiritual cuando oramos y ayunamos por los pecados de aquellos que están cerca.
Debemos clamar y gemir delante de Dios por aquellos atados por satanás.
Hoy, el Espíritu Santo está dando la alarma. Está levantando a hombres y a mujeres
alrededor de la Tierra, que quieren interceder, que quieren PONERSE EN LA BRECHA
por sus familiares inconversos, comunidades, ciudades y naciones.
"Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de
mí, y no lo hallé. Por tanto, derramé sobre ellos mi ira; con el ardor de mi ira los
consumí; hice volver el camino de ellos sobre su propia cabeza, dice Jehová el Señor".
(Ezequiel 22:30~31)
El Día del Señor viene. Juicio, como nunca antes el mundo ha conocido, viene sobre esta
Tierra y Dios está buscando intercesores que se pongan en la brecha.
Un intercesor es aquél que se "pone en la brecha; y ora, pide o suplica en favor de otro".
Este tipo de intercesión no es una simple oración de cinco minutos donde le damos a Dios
una lista de nombres de gente que queremos que salve: "Oh Dios salva a mi padre, a mi
hermano Juan, a mi tío Pedro, a mi amigo Carlos".
El tipo de intercesión a la cual Dios nos está llamando es mucho más que eso. Esto implica
buscar a Dios en oración; clamar, gemir, esperando delante de Él y no dejarlo ir hasta que
el trabajo haya sido cumplido. Esto requiere que nosotros estemos dispuestos a estar en la
brecha a favor de otros, así como a favor de las naciones enteras.
Hay quienes piensan que el ministerio de, intercesión, de reconciliación del hombre con
Dios, es sólo para aquellos con un llamado o con una unción especial. ¡No es así! Hay
quienes son llamados por Dios a ser intercesores y que han hecho de la intercesión un
ministerio de tiempo completo; cómo los pastores, maestros y evangelistas han hecho de la
enseñanza de la Palabra, su ministerio. Pero cada hijo de Dios ha sido llamado a interceder
y a reconciliar al hombre con Dios
Así corno Jesús intercedió por el mundo a través de Su vida y Su muerte, y nos reconcilió
con Dios, así se nos ha dado el ministerio de la reconciliación. (11 Corintios 5:18-20)
33
Como Intercesor, será uno de los que en su casa, en su iglesia y en su ciudad tocará la
alarma y convocará una "solemne asamblea". Establezca su casa como un Centro de
Comando de Oración y anime a otros cristianos a reunirse con usted para orar por su
comunidad, ciudad y nación.
Esta es la manera como Dios está preparándole para el Día del Señor. Oiga lo que el
Espíritu está diciendo y responda. No dude.
Una de las estrategias de Satanás es hacer todo lo posible para mantenerlo tan ocupado con
otras cosas que usted no tendrá tiempo para orar.
Resista cada intento del enemigo para impedir que responda a este llamado del Espíritu de
Dios a interceder. Cuando nos reunamos estableciendo este manto global de oración, crea
que impactaremos naciones enteras y ¡serán ganadas para el Reino de Dios!
34
35
Jesús, viendo que no había intercesor alguno... nadie que se pusiera en la brecha por el
pecado del mundo... se puso Su armadura espiritual y vino a la Tierra.
Jesús no se exaltó a Sí mismo sobre nosotros, sino que se humilló y fue hecho semejante a
los hombres. (Filipenses 2:7)
Identificándose con nosotros, El se despojó de Sus propios atributos divinos y ser como uno
de nosotros... compartiendo la misma naturaleza humana y siendo como nosotros en todos
los aspectos.
"Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, El también participó de lo
mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es,
al diablo... Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la
descendencia de Abraham. Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para
venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los
pecados del pueblo ". (Hebreos 2:14, 16-17)
Como nuestro intercesor, el Señor Jesús quiso ponerse en nuestro lugar. En nuestra
condición de pecado estamos separados de Dios. El hombre le dio la espalda a Dios y
decidió seguir sus propios caminos. Estábamos muertos. Pero Jesús, como nuestro
Intercesor, quiso venir a la Tierra y ponerse en la brecha. Él quiso dar Su propia vida y
morir en nuestro lugar, para reconciliamos con Dios.
Como nuestro Intercesor, Él lloró por el pecado y el juicio que venía porque la gente no
oyó Su advertencia. En Su entrada triunfa] a Jerusalén, donde Él iba a ofrecerse a Sí
mismo como sacrificio por los pecados del mundo, Jesús lloró. Puede usted ver a Jesús en
Su entrada a Jerusalén oyendo los gritos de "Hosanna, Bendito el que viene en el nombre
del Señor", cuando Él se paró sobre el lado de la colina mirando a Jerusalén con lágrimas
en Sus ojos y dolor en Su corazón dice:
"¡Oh, si también tú conocieres a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora
está encubierto de tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te
rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán, y te derribarán a
Tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no
conociste el tiempo de tu visitación".
(Lucas 19:42-44)
Después de proclamar estos juicios que vendrían sobre Jerusalén, Jesús clamó con angustia:
¡Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces
quise juntar a tus hijos, como la gallina junta a sus polluelos debajo de las alas, y no
quisiste, He aquí vuestra casa os es dejada desierta, porque os digo que desde ahora no me
veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el Nombre del Señor". (Mateo 23:37-39)
La palabra "aflicción" es tomada del hebreo cuyo significado es comparado con el dolor
que una mujer siente en los últimos momentos antes de dar a luz.
Cuando los soldados romanos golpearon, a Jesús sin misericordia, El tomó nuestro lugar.
Cuando ataron Sus manos y pies a la cruz y colocaron la cruz en el suelo, Jesús se "puso en
la brecha" por usted y por mí. Ahí en la cruz Él intercedió y nos reconcilió con Dios. Él
tomó nuestro dolor, nuestros pecados y los puso sobre Sí mismo.
Dios habló a través de Isaías: "Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes
repartirá despojos; por cuanto derramó Su vida hasta la muerte, y fue contado con los
pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.
(Isaías 53:12)
Como nuestro intercesor, Jesús ascendió al cielo, y está ahora sentado a la diestra del Padre
en donde está en la brecha intercediendo por nosotros. El conoce todas sus flaquezas y
tentaciones. El conoce su dolor y sufrimiento. El ve todos sus pecados. El está ahí en el
cielo intercediendo por usted ante el Padre: "Mas este (Jesús), por cuanto permanece para
siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual también puede salvar perpetuamente a
los que por El se acercan a Dios, viviendo siempre para INTERCEDER por ellos".
(Hebreos 7.24-25)
Como nuestro Sumo Sacerdote Intercesor, Cristo se identificó con nosotros de una manera
total viniendo en carne y sangre, a pesar de ser Dios, dejó Sus atributos divinos y se hizo
hombre.
"El cual siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
sino que se despojó a Sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres".
(Filipenses 2:6-7)
Cristo, como nuestro Sumo Sacerdote Intercesor, no permaneció en los cielos, sino que
escogió venir a la Tierra y habitar en medio de nosotros. A pesar de que Él es Dios, El se
identificó con el hombre, sintiendo el rechazo, el dolor, el sufrimiento y la muerte. Él
estaba sujeto a las limitaciones de un cuerpo físico. Fue tentado en todas las formas en que
un hombre puede ser tentado y sin embargo no cometió pecado. Él experimentó todo esto
por lo cual ahora Él puede entender nuestros sentimientos, nuestras enfermedades y por lo
tanto interceder delante de Dios por nosotros.
Él se identificó con el hombre tomando la forma de carne y sangre de tal manera que a
través de Su muerte, Él destruyó la maldad y liberó al hombre de las ataduras del pecado y
del miedo a la muerte.
38
LA BASE DE
NUESTRAS ORACIONES
Cuando sabemos, no solo en nuestra mente o en nuestro corazón, que Cristo vive para
interceder por nosotros, entonces seremos capaces de venir delante de Dios con la certeza
de que Cristo está ahí intercediendo por nosotros y que nosotros recibiremos lo que
necesitamos de Dios.
Nuestra certeza no se trata simplemente de una confianza humana; es un derecho que Dios
nos da a través de la sangre de Cristo derramada por nosotros. Esta certeza no está en
nosotros mismos, sino en el poder de Cristo. Tenemos fe de que recibiremos lo que
pedimos, no por nuestro propio mérito, sino por la sangre de Jesús.
A causa del pecado de Adán y Eva el hombre perdió el derecho a tener acceso directo a la
Presencia del Padre y a la comunión con Él. Desde el tiempo de Moisés hasta Cristo, el
hombre era incapaz de vivir en la Presencia de Dios. Durante 15 siglos, Israel tuvo un
templo que tenía un Lugar Santísimo en donde estaba la Presencia de Dios. Bajo pena de
muerte, ninguno tenía permitida la entrada. Ningún hombre tenía acceso a la Presencia de
Dios. Los sacerdotes no tenían derecho a entrar sino a ministrar afuera en el atrio
ofreciendo sacrificios a Dios. Sólo una vez al año, el Sumo Sacerdote, después de haberse
purificado él mismo, podía entrar y colocar la sangre ofrecida por sus pecados y los del
pueblo sobre el propiciatorio.
Jesús como nuestro Sumo Sacerdote puso Su Propia Sangre en la cruz. Él ascendió al cielo
y la ofreció delante del Padre como un sacrificio por el pecado del hombre.
" Y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por Su propia sangre entró una
vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención. (Hebreos
9:12)
A través de ese único sacrificio, Jesús destruyó por siempre a Satanás, rompiendo las
cadenas del pecado, de la enfermedad y de la muerte; dando una salvación total en la cual
nuestros pecados son perdonados y tenemos poder sobre el pecado.
El gran velo en el templo que separaba al hombre del Lugar Santísimo, de la Presencia de
Dios, ¡fue destruido! A través de la sangre de Jesús tenemos derecho a entrar en la
Presencia de Dios. Pablo dijo: "Así que hermanos, teniendo libertad para entrar al Lugar
Santísimo por la sangre de Jesucristo... " (Hebreos 10:19)
No sólo tenemos la certeza y la confianza de acercarnos a Dios a través de la sangre de
Cristo, sino también tenemos fe sabiendo que Jesús, nuestro Sumo Sacerdote, está en la
Presencia de Dios intercediendo por nosotros. Pablo dijo:
39
"Y teniendo un Gran Sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero,
en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia y lavados
los cuerpos con agua pura. (Hebreos 10.21-22)
En estos versículos vemos claramente la posición espiritual que tenemos cuando venimos
delante de Dios en oración. Pablo dice que nos acerquemos a Dios con corazón sincero.
Cuando venimos a la Presencia de Dios, tenemos que hacerlo con un corazón sincero, ya
que así está escrito en Su Palabra. Debemos venir también ante Dios con una "plena
certidumbre de fe". Debemos creer que Dios oye y contesta nuestras oraciones. Cuando
oramos debemos liberar nuestra fe y tomar lo que necesitamos de Dios.
La oración no es lo que salva al enfermo. Es "la oración de fe" la que salva al enfermo.
(Santiago 5:15)
Sabiendo que Jesús está en la Presencia del Padre orando, intercediendo por nosotros, usted
puede venir a la Presencia del Padre con la plena seguridad de victoria sobre cada situación
que esté enfrentando.
Sabiendo que Jesús es Su Abogado, usted puede venir a la Presencia del Padre sabiendo
que Él actuará en misericordia, puesto que El conoce sus sentimientos y sufrimientos.
Él siente su dolor, su dificultad para vencer la tentación y está listo para darle la gracia y la
fortaleza que usted necesita.
Mientras El padecía y agonizaba en oración, Dios envío ángeles para fortalecerlo. Después,
una vez ganada esta gran victoria, Jesús fue a la cruz.
Como nuestro intercesor, Jesús entró al Lugar Santísimo en el cielo y ofreció Su sangre en
redención por nuestro pecado. Bajo el Antiguo Pacto, Dios designó a Aarón, a sus hijos y a
la tribu de Leví para servir como Sacerdotes. Nadie podía ministrar si no pertenecía a la
tribu de Leví. La gente no podía acercarse a Dios por Sí misma. Debía hacerlo a través de
los sacerdotes ya que sólo ellos tenían acceso al Lugar Santísimo y sólo una vez al año.
Dios estableció este Sacerdocio bajo el Antiguo Pacto como una sombra del Gran Sumo
Sacerdote que vendría a quitar nuestros pecados. Como Jesús tomó esta posición como
Sumo Sacerdote del Nuevo Pacto, el Antiguo Pacto ya no era necesario.
Bajo el Antiguo Pacto aquéllos que querían ser sacerdotes tenían que ser de la Tribu de
Leví. Jesús es el Sumo Sacerdote del Nuevo Pacto, “No constituido conforme a la Ley del
Mandamiento acerca de la descendencia, sino según el poder de una vida indestructible
(Hebreos 7:16)
Ahora tenemos un Sumo Sacerdote que no puede ser destruido, uno que vive para siempre
y que tiene un sacerdocio eterno.
A diferencia de los sacerdotes terrenales, Jesús fue designado por Dios como nuestro Sumo
Sacerdote con una promesa: “Y esto no fríe hecho sin juramento, por que los otros
ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; pero éste, con el juramento del que le
dijo: Juro el Señor y no se arrepentirá: Tu eres sacerdote para siempre según el orden de
Melquisedec “. (Hebreos 7:21)
Dios hizo una promesa que es imposible de romper, estableciendo a Jesús como un Sumo
Sacerdote para siempre. Esta promesa es nuestra seguridad, nuestra fuerza.
Sabiendo que Jesús tiene un Sacerdocio eterno, sabemos que El está en este momento
intercediendo por usted y por mí. El vive para interceder por nosotros. El está
continuamente intercediendo por nosotros.
Puesto que El tiene un Sacerdocio eterno, Jesús es la garantía del Nuevo Pacto de Dios con
nosotros. El es nuestra garantía de que Dios hará todo lo que El ha prometido.
Jesús nuestro Sumo Sacerdote Intercesor, entró al Lugar Santísimo y puso Su sangre sobre
el Altar de Dios.
“Pero entrando ya presente Cristo, Sumo Sacerdote de los bienes venideros, por el más
amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir; no de esta creación, y no
por sangre de machos cabríos, ni de becerros, sino por Su propia sangre, entró una vez para
siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención (Hebreos 9:11-12)
41
Las tinieblas cubrieron la Tierra! ¡La Tierra sufrió violencia y el gran velo que separaba el
Lugar Santísimo fue rasgado!
A través de este Sacrificio máximo, Su cuerpo molido, El quitó el velo que separaba a Dios
del hombre y nos dio acceso directo al Lugar Santísimo, a la Presencia de Dios.
Una vez que usted ha recibido una revelación de esta posición de poder y autoridad que se
le ha dado en el Nombre de Jesús, usted será capaz de orar completa mente con poder y
autoridad.
Jesús dijo: “Por tanto os digo, que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis y os
vendrá”. (Marcos 11:24)
Cuando venimos ante la Presencia de Dios y le pedimos por nuestras necesidades, debemos
creer que las hemos recibido en el momento en que oramos, no después que las hayamos
recibido.
Hay muchos cristianos que esperan ver manifestaciones físicas como respuesta a sus
oraciones antes de que puedan creer y, como resultado, no reciben lo que han pedido a
causa de su incredulidad.
EL SABER que EL está sentado a la diestra de Dios Padre como nuestro Sumo Sacerdote
Intercesor, debe ser la base de nuestra oración e intercesión.
Cristo nos ha asegurado la entrada al Lugar Santísimo, a la Presencia de Dios y puesto que
El es misericordioso y siente nuestro dolor y sufrimiento, no debemos venir ante Dios con
timidez o miedo sino con la firme y completa seguridad de fe que en el Nombre de Jesús,
Dios oirá y responderá a nuestras oraciones.
Ore sin dudar por su familia y aquéllos que no son salvos. Pida y crea que Dios los liberará
de toda atadura del enemigo y salvará a todos los miembros de su familia.
Mire alrededor de usted en su comunidad y ciudad y empiece a orar sin dudar por los
perdidos, por aquéllos que están atados al alcohol y las drogas, por las prostitutas, por los
miembros de pandillas.
A través de la oración y el ayuno vaya delante de Dios y crea que El romperá las ataduras
de la gente librándolos de las drogas y el alcohol.
Venga delante de Dios y clame “¡dame esta ciudad para Tu reino!” “Señor, dame esta
nación, salva, sana y libérala con Tu poder!”
Pida valientemente a Dios por un movimiento poderoso de Su Espíritu en su hogar, en su
iglesia, en su ciudad y nación. Mire a Dios y comience a llorar, clamar, a gemir como Jesús
lo hizo. Entréguese en sacrificio en tiempos de oración y ayuno. Clame a Dios por los que
le rodean.
Como miembro de la “Fuerza de Ataque”, usted será uno de los que en su casa, su iglesia y
su ciudad sonará la alarma y proclamará una “; solemne asamblea!” Establezca su propio
hogar como un Centro de Comando de Oración y anime a otros cristianos a unirse con
usted en oración por los perdidos en su comunidad, ciudad y nación.
Esta es la manera en que Dios lo está preparando para el Día de la venida del Señor, oiga lo
que el Espíritu del Señor le está diciendo y responda. No dude. Una de las estrategias de
Satanás es hacer todo lo que sea posible para detenerlo en su oración. El tratará de
mantenerlo tan ocupado en otras cosas que no le quedará tiempo para orar.
Resista toda tentación del ene migo que trate de alejarlo o distraerlo de este llamado del
Espíritu a interceder. Cuando nos unamos para establecer este Manto Global de Oración,
crea que impactaremos naciones enteras y multitudes serán ganadas para el reino de Dios.
Cuando vemos el papel de Cristo como nuestro Gran Intercesor, encontramos tres etapas
importantes en la intercesión:
1. La identificación
2. El sacrificio de Sí mismo
3. El poder y la autoridad
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Un INTERCESOR es "aquél que se pone en la brecha, que ora, pide a favor de otros
y también de naciones enteras".
PRIMERA ETAPA:
LA IDENTIFICACIÓN
La verdadera intercesión, primero que nada requiere una identificación. Como nuestro
intercesor, Cristo se identificó con nosotros, tomando El mismo la forma de carne y sangre.
Él dejó Su gloria en el cielo y Su gloria con el Padre y vino a ser como uno de nosotros de
tal forma que Él puede ser un Sumo Sacerdote misericordioso que siente nuestras
enfermedades y por lo tanto es apto para interceder a nuestro favor.
En nuestra intercesión, primero debemos desear identificamos con aquellos por los cuales
estamos intercediendo.
Debemos identificamos de tal manera que tomemos sus cargas sobre nosotros, que
sintamos su dolor y sufrimiento y presentar sus necesidades delante del Padre como si
fueran nuestras.
No es suficiente el sólo decir, "Señor salva a los perdidos".
Como intercesores debemos primero que nada identificarnos con la gente que está perdida
a nuestro alrededor, en nuestras comunidades y ciudades.
No hay ninguna otra forma de orar efectivamente por los perdidos, si no podemos
identificarnos con ellos hasta el punto de sus necesidades.
Lo que está pasando en la Iglesia hoy día, es que los cristianos se han separado y aislado
de los perdidos.
Debemos desear identificarnos con los alcohólicos y drogadictos, con las prostitutas, con
aquellos que han sido abandonados, con los pandilleros, hasta el punto de sentir sus
enfermedades, su dolor, su sufrimiento y que nuestros corazones sean movidos a tener una
verdadera compasión por ellos. Es entonces cuando seremos capaces de ponemos en la
brecha delante de Dios e interceder de una manera efectiva por ellos y mover la mano de
Dios.
Este tipo de identificación se manifestó en la vida de Cristo. Como nuestro Sumo
Sacerdote Intercesor, El se puso en nuestro lugar. El puso nuestra naturaleza sobre Sí
mismo. El aprendió a obedecer a través del sufrimiento. El fue tentado en todo. "Y, Aquél
que no cometió pecado se hizo pecado por nosotros". (II Corintios 5:2 1) A través de Su
intercesión por nosotros, El obtuvo Su posición de poder supremo y autoridad sobre todas
las cosas.
Un intercesor es capaz de pedir efectivamente porque El entrega su vida por otros. La
intercesión no substituye el pecado. Sólo hubo un substituto para el pecado...
JESUCRISTO.
La verdadera intercesión identifica al intercesor con aquél por el que se intercede, y lo
lleva a un lugar predominante con Dios. En nuestra intercesión por otros, debemos desear
estar en el lugar donde ellos están. Debemos identificamos con sus necesidades y sentir sus
enfermedades y así intercederemos de una forma efectiva a su favor.
SEGUNDA ETAPA:
45
EL SACRIFICIO DE SI MISMO
Cristo, el Gran Intercesor hizo el sacrificio máximo, dando Su vida por nosotros. Jesús
dijo:
"Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos". (Juan 15:13)
En nuestra intercesión, debemos poner nuestra propia vida como sacrificio a favor de
aquellos por los que estamos orando. Debemos crucificamos y dejar a un lado nuestros
propios deseos y entregarnos en sacrificio a través de la oración y el ayuno a favor de las
necesidades de otros.
Jesús dijo: "De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la Tierra y
muere, queda solo; pero si muere lleva mucho fruto". (Juan 12:24)
Solamente cuando morimos a nosotros mismos, a nuestros deseos, y nos entregamos en
sacrificio a través del ayuno y la oración por los demás, el Espíritu Santo fluirá a través de
nosotros para cumplir Su trabajo de intercesión.
Uno de los ministerios principales del Espíritu Santo sobre la Tierra hoy, es la intercesión.
Es el Espíritu Santo quien pone en nuestro corazón la carga por los demás y nos llama a
interceder. Solamente si morimos a nosotros mismos, el Espíritu Santo fluirá con libertad e
intercederá a través de nosotros.
Hoy día hay muchos cristianos que piensan erróneamente que no son aptos o que no saben
como interceder. La verdad es que venimos a ser intercesores por causa del Intercesor que
vive en nosotros. Cuánto más morimos, y nos llenamos del Espíritu Santo, más podrá
utilizamos e interceder a través de nosotros.
Cuando llegamos al punto de someter completamente nuestras vidas, deseos, planes,
pensamientos y permitimos al Espíritu Santo reinar con libertad en nuestras vidas, NO
HAY ABSOLUTAMENTE NINGÚN LÍMITE en la intercesión...
"Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues que hemos de pedir
como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con
gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del
Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos”.
(Romanos 8:26-27)
Durante la intercesión cuanto más nos llenemos del Espíritu Santo, El orara a través de
nosotros. Cuando empezamos a orar en el Espíritu en lenguas desconocidas, el Espíritu
comienza a clamar e interceder con "gemidos indecibles".
Cuando oramos en el Espíritu, en lenguas, nos estamos edificando en fe. (Judas 20) El
Espíritu Santo fluye en nosotros para fortalecemos en el tiempo de necesidad.
Cuando estamos frente a circunstancias que nos abruman en lo natural, cuando
empezamos a orar en el Espíritu Santo, en lenguas, El intercede por nosotros.
TERCER ETAPA:
EL PODER Y LA AUTORIDAD
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El papel de intercesor es un llamado santo. Así como Jesús intercedió por el mundo a
través de Su vida y muerte y nos reconcilió con Dios, Su Iglesia, usted y yo, hemos sido
llamados a interceder y a reconciliar al hombre con Dios.
Por Su Espíritu usted tiene un real sacerdocio.
El Apóstol Pedro dijo: "Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa,
pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de Aquel que os llamó a Su luz
admirable". (I Pedro 2:9)
- IDENTIFICACIÓN
- SACRIFICIO DE Sí MISMO
- PODER Y AUTORIDAD
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El tipo de intercesión al cual Dios nos está llamando, implica mirarle cara a cara, orando,
clamando, llorando y gimiendo en el Espíritu. Implica consagrarnos y apartarnos para
ayunar y orar esperando delante de El y no dejándolo ir hasta que la obra se haya cumplido.
Requiere que nosotros nos pongamos en la brecha a favor de otros.
Dios quiere usarlo a usted en este tiempo final para cumplir Su voluntad. Cuando nos
unamos en esta nueva y poderosa dimensión de oración, veremos las respuestas a la oración
como nunca.
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes
espirituales de maldad en las regiones celestes". (Efesios 6:12)
SU OBJETIVO: Derribar y destruir todo lo que es santo, todo lo que es puro, toda
moralidad y todo sentido de decencia.
SU OBJETIVO: Impedir que usted crezca y llegue a la estatura de Jesús, impidiendo que
ore, escondiendo las respuestas de Dios a sus oraciones, impidiendo el estudio y la lectura
de la Palabra, impidiendo que aplique la Palabra a su vida e impidiendo que usted haga la
voluntad de Dios.
"¿Hasta cuándo oh Jehová? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuando esconderás tu
rostro de mí?" (Salmo 13: 1)
Dios no lo ha dejado solo. El no lo ha olvidado, desde el primer momento que usted clamó
a Él, Él ha oído.
Usted está luchado contra Potestades y principados que han construido una fuerte línea de
defensa, una barrera para impedirle que reciba la respuesta a sus oraciones. Dios no se ha
negado a usted.
Antes de que usted reciba la liberación que necesita en su vida, antes de que su ciudad o
nación pueda experimentar la liberación espiritual que desesperadamente necesita, usted
debe penetrar muy profundamente en el Espíritu y derribar la barrera que el enemigo ha
construido, usando el arma poderosa que Dios le ha dado. En oración cuando usted
comience a clamar, a penetrar profundamente en el terreno espiritual, Dios le revelará los
espíritus, las potestades y la raíz de las batallas que está enfrentando.
Su batalla no es en contra de la artritis, la diabetes, problemas de corazón o cualquier otra
enfermedad que el enemigo ha puesto en su cuerpo.
La batalla no es contra su esposo, su esposa, sus hijos o cualquier otro miembro de la
familia.
La batalla no es contra su jefe o sus colegas de trabajo.
La batalla no es contra su situación financiera, sus deudas.
Su batalla espiritual no es en el mundo material. No es en las circunstancias que usted ve.
Su batalla no está en el mundo natural gobernado por los cinco sentidos. Su batalla está en
el mundo espiritual. Detrás de las circunstancias que enfrentamos hay potestades
espirituales y gobernadores de las tinieblas que están trabajando.
Detrás de los conflictos políticos, el comunismo, la discriminación racial, los crímenes, la
violencia, los problemas económicos en las naciones de la Tierra, hay fuerzas de maldad
que están actuando.
Hay espíritus de confusión, miedo, frustración, promiscuidad, homosexualidad, lascivia,
envidia, celos, odio, violencia, rebeldía, muerte, suicidio, resentimiento, y muchos otros
que han sido desprendidos en el mundo en estos días y que trabajan para matar y destruir.
Antes de que usted pueda derribar las fortalezas que el enemigo ha construido en su hogar,
su ciudad y su nación, debe primero localizar al enemigo, las fuerzas espirituales que son la
raíz de las circunstancias. La única manera posible de localizar a estas fuerzas espirituales
es a través de la oración.
Sin ella, es como si usted fuera un soldado ciego. Usted no será capaz de reconocer al
enemigo. Usted no será capaz de usar sus otras armas para derrotarlo.
Para ser capaces de penetrar las "líneas del enemigo" en donde se encuentran las fuerzas de
maldad, localizar y atar al enemigo, usted debe utilizar el ayuno y la oración como armas
ofensivas para entrar en el terreno espiritual.
La palabra "penetrar" significa traspasar, o pasar la resistencia.
¡Usando su arma poderosa de la oración Jesús...
Usted puede decirme sorprendido, "¿Cómo puede ser esto Hermano Cerullo?" Jesús nunca
oró por la enfermedad; El ordenó que la enfermedad se marchara, ¡El habló la Palabra con
poder y autoridad y se cumplió!
Esto es verdad. Ahí entre la gente Jesús no oró por la enfermedad, ¡ni una sola vez! Nunca
pidió al Padre que sanara a alguien.
Sólo hay un ejemplo que nos recuerda que Jesús oró al Padre antes de sanar a alguien.
Estando afuera de la tumba de Lázaro, Jesús dijo: "Padre, gracias te doy por haberme oído.
Yo sabía que siempre me oyes, pero lo dije por causa de la multitud que está a mi
alrededor, para que crean que Tú me has enviado". (Juan 11:41-42)
Jesús no necesitaba pedir al Padre que resucitara a Lázaro, le dio gracias porque ya lo
había hecho. La victoria ya se había ganado en la oración.
Como un soldado conquistador, Jesús destruyó la línea de defensa del enemigo...
penetrando en el territorio de Satanás y tomando autoridad sobre él. El no oró para que los
demonios se fueran... ¡Él les mandó que se fueran! cuando Él vio a aquellos ciegos, sordos,
mudos, El no oró al Padre para que abriera sus ojos, oídos o desatara sus lenguas, El les
mandó ver, oír y hablar.
Él era capaz de discernir los espíritus inmundos que estaban actuando y les llamaba por
nombre. Cuando Él vio al joven endemoniado, Él no oró, Él le dijo directamente al
espíritu:
... Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él".
(Marcos 9:25)
Cuando Jesús habló las palabras de sanidad y liberación, no había ninguna duda de que lo
que Él decía se cumpliría. Jesús sabía que mientras Él hablaba, la obra se realizaba.
¿Cómo era posible que Jesús hablara con esa autoridad? ¿Cómo es que podía abrir los ojos
de los ciegos, los oídos de los sordos y sanar cualquier enfermedad? ¿Cómo es que Él
conocía los espíritus inmundos que estaban actuando?
Las grandes victorias que Jesús experimentó en el campo de batalla cuando ministraba a las
necesidades de la gente, enseñando, abriendo los ojos de los ciegos, los oídos de los sordos,
sanando toda enfermedad, levantando a los muertos, no fue de una manera automática.
Estas victorias fueron ganadas primero ¡en la oración!
A pesar de que Él era el Hijo de Dios, Jesús, no ganó estas batallas por Sus propias fuerzas.
Él fue despojado de Sus atributos divinos y fue sujeto a las limitaciones de la naturaleza
humana como usted y yo.
El no hizo nada independiente del Padre. Ninguno de los tremendos milagros que El hizo
fueron de manera automática.
Todo lo que Jesús hizo fue el resultado de lo que el Padre le reveló cuando estaba en Su
Presencia, ¡cuando estaba orando!
Antes de salir al campo de batalla, Jesús pasaba tiempo en la Presencia del Padre en donde
el Padre le revelaba Su voluntad. A través de la oración, Él penetraba las líneas enemigas,
peleaba la batalla y ¡la ganaba!
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- ANTES de alimentar a los cinco mil, multiplicando cinco panes y dos peces, El se
fue en una barca a un lugar solitario donde oró. (Mateo 14:13)
- ANTES de escoger a Sus doce discípulos Jesús, "... se fue al monte a orar y pasó la
noche orando a Dios..." (Lucas 6:12)
Antes de que tome decisiones que puedan afectar su vida o familia, ¿No debería usted
entrar en la guerra espiritual a través de la oración y penetrar las "líneas enemigas", y ganar
la batalla?
El tipo de oración del que estamos hablando, el cual es capaz de penetrar las líneas del
enemigo, no es una oración de cinco o diez minutos. No está basada, en una fórmula
especial. Es una dimensión profunda de oración en donde usted clama, agoniza, ora y gime
delante de Dios. Este tipo de oración implica enfrentar al enemigo combatiendo, uno a
uno, los principados, potestades y espíritus de maldad que están actuando y no detenerse
hasta que haya vencido su resistencia y destruido su escondite.
Este tipo de guerra espiritual durante la oración es como cuando un soldado está en el
campo de la batalla. El enemigo ha puesto una línea de defensa, una barrera que parece
casi impenetrable. No hay forma de escaparse. El soldado ha estado peleando, para vencer
la resistencia del enemigo. Antes de que la batalla sea ganada el soldado debe penetrar,
romper las líneas enemigas y vencer al enemigo.
En su vida habrá momentos en que tenga que hacer frente a batallas con fuerzas de
maldad, principados y potestades que han construido fortalezas en la vida de sus seres
queridos, en donde están atados con cosas como el alcohol y las drogas.
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Habrá momentos en que tendrá problemas en su familia, sus finanzas, en los cuales no
parece haber solución, en los cuales parece que no hay respuesta a sus oraciones.
Habrá momentos en los cuales hay problemas que son tan abrumadores que usted no
sabe qué hacer.
La única manera en la que usted será capaz de romper esa barrera y derribar esas fortalezas
es buscar a Dios en tiempos de oración y ayuno y permanecer ahí hasta que ¡sepa, que
sepa, que sepa que el poder de Satanás ha sido roto! Usted debe entrar en un tiempo de
guerra espiritual intenso en donde usted esté llorando y clamando delante del Señor.
El gran guerrero espiritual, Daniel, estuvo delante del Señor en oración y ayuno 21 días
antes de que recibiera la respuesta a lo que estaba pidiendo.
En una visión, Dios dio a Daniel un vistazo del futuro... de los últimos tiempos. Daniel
"vio" en el espíritu lo que iba a suceder. Él vio el tiempo de la gran tribulación. Vio un
gran conflicto y lo que vio fue tan tremendo, que quedó quebrantado y estuvo enfermo por
varios días. (Daniel 8:27)
Daniel dispuso su mente y su corazón para entender y saber lo que esta visión
significaba. Estuvo en "aflicción" tres semanas completas, en donde se humilló a Sí mismo
delante del Señor, vestido de cilicio y ceniza, en oración ayunando delante de Dios.
A los 21 días, un ser angelical, un ángel guerrero vino delante de él y dijo:
... no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte
en la Presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he
venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he
aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme y quedé allí con los
reyes de Persia. He venido para hacerte saber lo que ha de venir a tu pueblo en los
postreros días; porque la visión es para esos días ". (Daniel 10:12-14)
Desde el primer día Daniel dispuso su mente y su corazón a oír a Dios y a ayunar y a orar.
Dios le oyó y envió a un ángel con la respuesta.
En su camino hacia Daniel, el ángel encontró resistencia de las fuerzas enemigas. Vea el
verso 13: " ... pero el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días ". El
ángel no se refería a un rey terrenal. El rey de Persia era uno de los gobernadores de las
tinieblas y principados de maldad que habían sido enviados para detenerlo.
Por veintiún días, mientras Daniel estaba librando esta batalla en ayuno y oración, se estaba
desarrollando una intensa guerra en el terreno espiritual. El ángel que Dios había enviado
estuvo luchando contra el gobernador de las tinieblas, contra el príncipe de Persia. Miguel,
el ángel guerrero de Dios, se unió al combate y el ángel fue capaz de penetrar, de romper
las líneas del enemigo con la revelación de Daniel.
Este ejemplo de la vida de Daniel nos revela la guerra que se desarrolla en el espíritu, la
cual somos incapaces de ver con nuestros ojos naturales.
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En el momento en que usted empieza a orar y a ayunar, a pelear en contra de las fuerzas de
la maldad que le están atacando, que han construido fortalezas en su hogar, su ciudad y
nación, usted no está solo. ¡Los ejércitos de los cielos se unen a usted en el combate!
En las batallas que está librando ahora mismo en su vida, no está luchando solo.
Los ejércitos de los cielos están luchando con usted.
¡Jehová, el Dios Todopoderoso, está luchando por usted! La promesa que Moisés le dio
a los hijos de Israel, le pertenece:
"Jehová vuestro Dios, el cual va delante de vosotros, él peleará por vosotros..."
(Deuteronomio 1:30)
Cuando Eliseo fue rodeado por los ejércitos sirios, él le dijo a su siervo, "... no tengas
miedo, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos". (II Reyes
6:16)
Entonces Dios abrió los ojos del siervo de Eliseo y le permitió ver que el monte estaba
lleno de un ejército celestial:
"He aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor
de Eliseo ". (II Reyes 6:1 7)
¡El Espíritu Santo está intercediendo por usted! Cuando usted empieza a orar, "... el
Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad,- pues qué hemos de pedir como conviene, no lo
sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles".
(Romanos 8:26)
Jesucristo, su Gran Sumo Sacerdote, ¡está intercediendo por usted! Mientras estuvo en
la Tierra, Él oró por Sus discípulos. Él dijo a Pedro, "... pero yo he rogado por ti, que tu fe
no falte...” (Lucas 22:32)
Él oró por todos los creyentes. (Juan 17:20-21) Y ahora está sentado a la diestra del Padre
en donde está intercediendo por usted. (Romanos 8:34, Hebreos 7:25)
EL CONOCIMIENTO DE REVELACIÓN ES
DESATADO EN SU VIDA A TRAVÉS DE LA ORACIÓN
Daniel dispuso su mente para conocer el significado de la visión y quiso estar delante
de Dios en oración y ayuno hasta que recibió la revelación de Dios.
A los 21 días, el ángel rompió la línea de resistencia del enemigo y lo fortaleció. Él dijo:
"Mi amado no temas; la paz sea contigo; esfuérzate y aliéntate..." (Daniel 10:19)
Luego el ángel le reveló el significado de la visión. Daniel penetró en el espíritu la
recibió.
Una vez que usted ha penetrado, roto, la línea de defensa del enemigo, a través de este
tipo de oración intensa, usted recibirá la revelación y el conocimiento que lo capacitará para
librar sus batallas desde una posición poderosa de conocimiento.
La revelación que Jesús recibió en oración fue la llave para las grandes victorias que El
ganó en el "frente de la batalla".
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Cuando El se apartaba de las multitudes y estaba delante del Padre en oración, el Padre le
revelaba Su plan y propósito para el hombre; Él le revelaba las estrategias del enemigo; Le
revelaba cosas relacionadas con Sus discípulos; le revelaba lo que Él debía hacer o decir.
Habiendo ganado la batalla primeramente en la oración, Él era capaz entonces de ponerse a
Sí mismo ¡más allá de la derrota!
Él estaba listo para salir al "frente de la batalla" desde una poderosa posición..
Era capaz de tomar las victorias que ya había ganado en oración.
Cuando traían a los enfermos... a los ciegos... a los sordos... a los paralíticos a Jesús, Él
sabía que serían sanados.
Él podía ver cada cáncer... cada enfermedad... cada cuerpo deforme, sabiendo que el poder
de la enfermedad había sido roto.
Él sabía que el Padre vivía en Él y que El Padre actuaba a través de Él. (Juan 14: 10)
Jesús enfrentó al enemigo sabiendo que no había posibilidad de derrota.
La noche antes de que fuera crucificado: Él sabía que Su hora llegaba. (Juan 13: 1)
Él sabía que Dios no lo dejaría solo. (Juan 8:16, 29; 16:32)
Él sabía que la victoria era Suya... que el Padre le había dado todas las cosas en Sus manos.
(Juan 13:3-4)
Él sabía que era el Hijo de Dios. (Juan 12:49)
Él sabía que resucitaría victorioso de la muerte, el infierno y la tumba. (Juan 10: 17-18)
Él sabía que regresaría al Padre. (Juan 13: 1)
Él sabía que iba a ser “glorificado”. (Juan 12:23)
Él sabía que Satanás sería vencido. (Juan 12:3 1)
Jesús era capaz de hacer frente a cualquier circunstancia, cada batalla desde esta poderosa
posición de conocimiento porque el Padre le había revelado estas cosas ¡en oración!
Jesús vivió en esta dimensión poderosa de revelación. Él conocía y podía estar preparado
con anticipación para cada ataque del enemigo. Él sabía cuándo y como el enemigo
atacaría. Él sabía exactamente lo que el Padre quería que Él dijera o hiciera.
Como miembro de la "Fuerza de Ataque", Dios ha planeado para usted que viva en esta
poderosa dimensión de ¡revelación! Él ha planeado que usted crezca a la estatura de Jesús
para ser, "un varón perfecto". (Efesios 4:13)
Piense en esto por un momento. Grábeselo. Usted puede recibir la revelación del cielo
como Jesús la recibió. Usted no necesita desear o esperar, usted puede conocer la voluntad
de Dios para su vida.
Usted puede vivir en y discernir los tiempos y las señales del regreso de Jesús. Usted hoy
puede oír y conocer la voz de Dios.
Usted puede conocer y discernir los espíritus de maldad, potestades y principados que han
construido fortalezas en su hogar, en su ciudad y en su nación.
Usted puede saber cómo, cuándo y dónde el enemigo atacará antes de hacerlo.
Piense en las batallas a las que se está enfrentando ahora. A través de la revelación que
usted recibe en oración, puede discernir y localizar al enemigo. Usted conoce la raíz del
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problema al cual se está enfrentando. Usted conoce las respuestas que está pidiendo
desesperadamente.
Usted viene al "completo conocimiento de Jesucristo".
Usted enfrenta cada prueba, cada circunstancia, cada ataque del enemigo en su vida, de la
misma posición poderosa de conocimiento de Jesús.
Usted puede vivir en la misma dimensión poderosa de revelación que vivió Jesús.
La mayoría de los cristianos quieren recibir revelaciones de Dios, pero no quieren pagar el
precio. No quieren seguir el ejemplo de Cristo en la oración. Otros piensan que no son
aptos o que no es posible para ellos recibir la revelación de Dios. Y aún hay quienes no
saben qué hacer para recibir esta revelación.
El Padre desea hacer fluir revelación de conocimiento a través de usted. Como uno de Sus
hijos, El quiere que usted venga a Él como Jesús lo hizo para recibir revelación y dirección.
Jesús dijo: "... no puede el Hijo hacer nada por Sí mismo sino lo que ve hacer al Padre,
porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente". (Juan 5:19)
Si Jesús reconocía que no podía hacer nada sino solamente lo que el Padre le revelaba en
oración, cuanto más nosotros no debemos hacer nada sin haber esperado delante de Dios
por la revelación y la dirección que necesitamos en las circunstancias que enfrentamos.
La razón por la cual muchos cristianos viven en derrota es porque aún siguen confiando en
sus propias fuerzas y su propio entendimiento. Están usando armas carnales en lugar de las
armas poderosas del ayuno y la oración.
Usted debe despojarse de su propia justicia y orgullo. Usted debe llegar a un punto en su
vida en el cual diga como Jesús lo hizo, "Por mí mismo, yo no puedo hacer nada". Usted
debe llegar a un punto en su vida en el cual ya no confía en su propia fuerza o
entendimiento.
Usted debe desear dejar su manera de hacer las cosas y desarrollar a cada instante una
dependencia de Cristo, en la cual esté deseando pasar tiempo a solas con Él... aun y cuando
tenga que levantarse a las dos o tres de la mañana o pasar toda la noche orando si es
necesario.
Usted debe desear esperar delante de Su Presencia pidiendo Su dirección en las batallas que
está librando... pidiendo conocer Su voluntad... pidiendo saber las cosas que usted debe
decir y hacer... pidiendo además recibir un entendimiento claro de Su Palabra.
Cuando usted confíe y dependa totalmente de Cristo en oración como lo hizo Jesús con Su
Padre, usted será capaz de enfrentar sus circunstancias desde la misma posición de poder y
conocimiento que tuvo Jesús.
Usted será capaz de enfrentar cualquier circunstancia, cada dificultad, cada prueba,
sabiendo que no será derrotado... que la victoria es suya... que, como un hijo del Dios vivo,
¡Él le ha dado todo el poder y la autoridad sobre el enemigo!
Usted será capaz de mirar las situaciones familiares, los problemas financieros, los
problemas físicos y mentales sabiendo que Dios no lo ha dejado solo... que cuando usted
use Sus armas de la oración y el ayuno todos los ejércitos de los- cielos ¡se unirán con usted
en el combate!
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¡Usted será capaz de tomar las victorias que ya ha ganado en la oración por su cuerpo, por
sus finanzas, por su familia, por su ciudad y por su nación.
EL AYUNO Y LA ORACIÓN...
¡LA LLAVE PARA EL PODER!
Antes de que Jesús ascendiera al cielo, El encomendó a Sus discípulos a que permanecieran
en Jerusalén hasta que fueran "investidos del poder de lo alto (Lucas 24:49)
Ellos no se sentaron tranquilamente en el Aposento Alto con los brazos cruzados esperando
que Dios derramara Su Espíritu sobre ellos.
Ellos estaban unidos en un mismo acuerdo en ORACIÓN y ruego, hasta que el fuego de
Dios cayó del cielo bautizándolos en el Espíritu Santo.
"Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar, el cual está cerca de
Jerusalén, camino de un día de reposo. Y entrados subieron al aposento alto, donde moraban
Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el
Zelote Y Judas el hermano de Jacobo. Todos éstos perseveraban unánimes en oración y 'ruego,
con las mujeres, y con María la madre de Jesús y con sus hermanos". (Hechos 1:12-14)
Cuando estaban ahí, unánimes ORANDO... esperando, buscando la promesa del Espíritu Santo... un
estruendo de un viento poderoso llenó el cuarto. Lenguas de fuego vinieron sobre ellos. Todos
fueron bautizados con el Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas. (Hechos 2:1-4)
Aquéllos que fueron añadidos a la Iglesia: “... perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la
comunión unos con otros, con el partimiento del pan y en las oraciones ". (Hechos 2:42)
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Pedro y Juan iban camino al templo para ORAR cuando el hombre paralítico fue sanado. Fue "... a
la hora novena, a la de la oración”. (Hechos 3: 1)
Esta hora de oración era una de las tres horas de oración establecidas por los judíos para la
adoración pública. La hora novena era las tres de la tarde; las otras dos horas eran las nueve de la
mañana y las doce del medio día.
Piense acerca de esto. Los creyentes en la Iglesia primitiva consagraban ellos mismos tres horas de
oración además de sus tiempos personales de oración y comunión con Dios. Así que, no es de
sorprenderse que ellos caminaran en ese poder y señales y ¡maravillas manifestándose a través de
ellos! Pedro y Juan ya habían pasado dos horas en oración ese día, cuando Pedro le dijo al hombre
paralítico que se levantara y caminara.
Después de que Pedro y Juan fueron puestos en libertad y les ordenaron no seguir predicando o
enseñando en el Nombre de Jesús, la Iglesia no se reunió para planear una estrategia. No trataron
de determinar qué iban a hacer en relación a la persecución a la cual se estaban enfrentando. Ellos
se pusieron de acuerdo para ORAR. El lugar fue sacudido por el poder de Dios y todos los que
estaban reunidos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaron con denuedo la Palabra de Dios.
(Hechos 4:23-3 1)
El liderazgo de la Iglesia...los doce apóstoles ... se dedicaron a orar.
Cuando las responsabilidades de la administración de la Iglesia crecieron, ellos designaron
algunos hombres para encargarse de estas responsabilidades, y así ellos podían dedicar su
tiempo a la oración y a ministrar la Palabra. Esta es la dedicación que hicieron, "Y
nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la Palabra ". (Hechos 6:4)
¿Se puede imaginar lo que pasaría si todos los líderes de la Iglesia se unieran e hicieran este
mismo compromiso y dedicación de dar su tiempo continuamente a orar en lugar de
hundirse en las cuestiones administrativas de sus iglesias?
La Gloria de Dios comenzará a llenar nuestras iglesias cuando los ministros, pastores,
maestros y evangelistas estén delante de Dios en oración y ayuno y prediquen a la gente un
mensaje enviado desde el trono de Dios.
Cuando los líderes de la Iglesia, los profetas y maestros oraron y ayunaron, el Espíritu
Santo reveló Su voluntad sobre el trabajo a que llamó a Saulo y a Bemabé. Entonces
después de haber orado y ayunado les impusieron las manos y los despidieron.
"Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a
Saulo para la obra a la que los he llamado. Entonces habiendo ayunado y orado, les
impusieron las manos y los despidieron". (Hechos 13:2-3)
El poder de Dios fue desatado mientras los discípulos oraban. Pedro y Juan oraron para
que los samaritanos recibieran el Espíritu Santo, Cuando Pablo y Bemabé ordenaron a los
ancianos en las iglesias, ellos oraron y ayunaron.
Jesús le ha dado la llave para desatar el poder de Dios y usarlo a su favor... para librarlo de
las manos de sus enemigos, para revelarle Su voluntad, para proveer por sus necesidades,
para fortalecerle en tiempos de prueba, para capacitarlo en el servicio.
¡La oración y el ayuno son la llave!
Jesús dijo que a través de la oración y el ayuno la fe que mueve montañas, es desatada en
nuestras vidas y nada será imposible para nosotros.
Podemos ver claramente la gran manifestación del poder de Dios que fue desatado sobre los
discípulos en el tiempo de la Iglesia primitiva cuando ellos se dedicaban y consagraban a
Dios en oración y ayuno.
Como miembro de la "Fuerza de Ataque", nuestras vidas hoy deben estar sujetas y
dedicadas a la oración y al ayuno. No puede haber sustituto alguno. La oración es nuestra
cuerda salvavidas hacia Dios. Sin ella, su comunicación con Dios es cortada. Usted se
volverá débil y sin poder y será incapaz de enfrentar al enemigo. Jesús enseñó a Sus
discípulos a ser persistentes en la oración y esos hombres "... oraron siempre y no
desmayaron". (Lucas 18:1)
Hoy muchos cristianos están "abatidos", cautelosos y sintiéndose víctimas de Satanás
debido a su falla en la oración.
Después de la revelación de las señales y maravillas que vendrán sobre la Tierra antes de Su
regreso, Jesús previno a Sus discípulos:
"Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y
embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como
un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de la Tierra. Velad, pues, en todo tiempo
orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán y de estar en pie
delante del Hijo el Hombre”.
(Lucas 21:34-36)
En estos días que vienen, cuando veamos las señales y maravillas cumplirse alrededor nuestro, la
única manera en que estaremos preparados y fuertes para estar de pie es con el poder que
recibiremos a través de la oración.
A través de la oración constante, penetraremos en el terreno espiritual; destruyendo las fortalezas
que el enemigo ha puesto en nuestras vidas, la vida de otros y en las naciones del mundo.
Dios nos ha dado el poder, a través de la oración y el ayuno, para PARAR a Satanás en su camino...
trazar una línea y no dejarlo pasar ni un centímetro de esa línea. A través de la oración y el ayuno,
hemos recibido el poder y la autoridad para atar la obra de Satanás y liberar a aquellos que han sido
atados por él. A través de la oración y el ayuno, el poder de Dios es desatado en nuestras vidas y
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seremos entonces capaces de pronunciar la Palabra de sanidad, echar fuera demonios y resucitar a
los muertos.
Jesús dijo: " ... todo lo que atéis en la Tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la
Tierra, será desatado en el cielo". (Mateo 18:18)
Cuando nos ponemos de acuerdo en oración, tenemos la promesa de que recibiremos todo lo que
pidamos al Padre.
Jesús dijo: " ... si dos de vosotros se pusieren de acuerdo acerca de cualquier cosa que pidieren, les
será hecho por mi Padre que está en los cielos". (Mateo 18:19)
Tenemos el poder a través de la oración y el ayuno para ponernos delante de Dios en favor de
nuestras naciones, atando los poderes de Satanás y sus principados, desatando un espíritu de
arrepentimiento y verdad en nuestras naciones. Moisés ayunó cuarenta días y cuarenta noches a
favor de Israel, Dios cambió su decisión de destruirlos y la gente fue salva.
Moisés dijo: "Y me postré delante de Jehová como antes, cuarenta días y cuarenta noches; no comí
pan ni bebí agua, a causa de todo vuestro pecado, que habíais cometido haciendo el mal ante los
ojos de Jehová para enojarlo. Porque temí a causa del furor y de la ira con que Jehová estaba
enojado contra vosotros para destruimos. Pero Jehová me escuchó aun esta vez".
(Deuteronomio 9:18-19)
La nación entera de Israel fue perdonada a causa del ayuno y la oración de un hombre.
A través de nuestro pacto con El, Dios ya ha provisto para todo lo que necesitamos. A través de la
sangre de Jesús, nos es dado acceso al Lugar Santísimo, a la misma Presencia de Dios, nuestro
Padre celestial... a donde podemos venir, con completa confianza y seguridad, sabiendo que
recibiremos lo que pedimos.
¡No es necesario ningún otro sacrificio!
Su salvación, sanidad, liberación del poder el pecado, protección, dirección y todas las promesas
que son suyas a través de este pacto, ya han sido dadas. ¡Son suyas ahora! Dios está esperando que
usted venga a Él, y LE PIDA por las cosas que necesita.
Dios lo ha provisto todo, pero sólo hay una manera de recibir y tomar estas bendiciones. Debemos
venir a Él en fe... a través de la oración. Dios se complace en darnos lo que necesitamos, en
derramar bendición tras bendición sobre nosotros. Sin embargo El no puede y no hará nada por
nosotros a menos que se lo pidamos en oración. Dios responde cuando nosotros oramos. Debemos
PEDIR con fe, creyendo que lo vamos a recibir. Jesús dijo: "Y todo lo que pidiereis en oración,
creyendo, lo recibiréis". (Mateo 21:22)
Nuestro acceso a la Presencia de Dios, donde podemos vivir continuamente en una comunión
inquebrantable con Él... donde todas nuestras necesidades están puestas... ha sido posible a través de
la sangre de Jesús. Pero sólo hay una manera de poder entrar y recibir lo que necesitamos... orar.
Cuando nos acercamos a Dios en oración, Él se acerca a nosotros. (Santiago 4:8)
Porque Jesús, nuestro Sumo Sacerdote, está vivo orando, intercediendo a nuestro favor.
A través de la oración podemos acercamos en comunión con Dios y con Cristo, en completa
seguridad de fe sabiendo que el Padre nos recibirá en Su Presencia.
A través de la sangre de Jesús, es posible para nosotros vivir continuamente en la Presencia de
Dios, disfrutando completa comunión con Él.
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A pesar de que tenemos libre acceso a todo lo que necesitamos, muchos cristianos hoy, no reciben
lo que necesitan o desean de Dios a causa de su FALTA DE ORACIÓN. ¡Es tiempo de quitarnos
la máscara!
Uno de los pecados más grandes y prevalecientes en el cuerpo de Cristo hoy, es el ¡PECADO DE la
falta de oración! ¿Tiene usted una idea de cómo entristece el corazón de Dios el ver a tantos de Sus
hijos, sufriendo, padeciendo, cuando El ya ha dado todo a través de la sangre de Jesús? Sin
embargo no vienen a Él en oración.
La razón por la cual muchos cristianos hoy no son capaces de caminar en victoria sobre el pecado,
han caído en las tentaciones de su carne, se han comprometido con el mundo, es su falta de
oración.
Como resultado de este pecado, tan común en estos días, muchos cristianos son incapaces de obrar
en el poder de Dios a causa de su incredulidad. Los cristianos no reciben lo que necesitan, no sanan
al enfermo y no pueden echar fuera demonios por la misma razón que Jesús dijo a Sus discípulos...
a causa de la incredulidad en sus corazones. Cuando vienen a Dios con sus necesidades no lo
hacen con fe.
Pablo dijo: "Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a
Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan". (Hebreos 11:6)
Dios espera que vengamos a Él, sabiendo que Él nos oye, que no importa qué tan imposible
parezca nuestra situación, o qué tan grande sea nuestra necesidad, y sabiendo que recibiremos lo
que pedimos. Él quiere que nosotros vengamos a Él sabiendo que Él es galardonador de todos
los que buscan, los que continua y consistentemente vienen a El en oración.
Jesús dijo que la clase de fe que mueve montañas viene a través de la oración y el ayuno. Nuestro
pecado de falta de oración provoca que nuestros corazones se llenen de incredulidad.
Y, nos sorprendemos de que no experimentemos más del poder de Dios manifestado en nuestras
vidas, como lo hicieron los discípulos en la Iglesia primitiva. Sus vidas estaban basadas en el ayuno
y la oración, mientras que la mayoría de los cristianos hoy se esfuerzan por orar sólo cinco o diez
minutos al día. Sin saber qué es realmente la oración o cómo orar, rápidamente se quedan sin
palabras.
Muchos usan la oración como un mecanismo de escape. Esperan a tener problemas para entonces
clamar a Dios. Otros oran sólo como último recurso. No oran hasta que ya no pueden hacerlo por
ellos mismos, cuando su solución ya no funciona.
Hay cristianos hoy que, han sido tan negligentes en su vida de oración que ya ni siquiera tienen el
deseo de orar... ya no existe un verdadero gozo en pasar tiempo a solas con Dios. Cuando tienen
que orar lo hacen sólo como un deber.
Iglesia, ¡es tiempo de arrepentimos por nuestra falta de oración!.
Satanás hace todo lo posible para impedir que los cristianos oren. El pone tentaciones en
nuestro camino para postergar nuestro tiempo de oración. Muchos cristianos ponen
excusas, "Si tuviera más tiempo, lo pasaría orando". "Parece que no hay suficiente tiempo
para orar". "Cuando me voy a acostar estoy demasiado cansado para orar". Sin embargo
estos cristianos siempre encuentran tiempo para hacer lo que quieren o necesitan hacer.
Esos mismos cristianos tienen tiempo para ver televisión dos o tres horas, para leer o
disfrutar de otras actividades. Otros están tan ocupados con sus actividades personales, sus
trabajos, sus casas, sus hijos que no toman tiempo para estar a solas con Dios en oración.
Hay cristianos, líderes, pastores, maestros y obreros que están tan absorbidos en sus ministerios...
predicando, enseñando, haciendo visitas pastorales, cantando y en otras actividades... que no toman
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tiempo para orar. En lugar de actuar con el poder que pueden recibir a través de la oración,
empiezan a actuar con sus propias fuerzas.
No importa en qué tipo de actividad participe, ésta será ineficaz y sin fruto si usted es
negligente en la oración. La razón por la cual muchos pastores y líderes llegan a un estado
de "adormecimiento espiritual" es por su falta de oración.
El poder de lo alto que necesita la Iglesia de Jesucristo hoy para destruir las fortalezas de
Satanás, romper las ataduras de pecado, sanar al enfermo y libertar a los cautivos sólo
puede recibirse doblando nuestras rodillas delante de Dios en ayuno y oración.
Jesús no oró por la enfermedad ni una sola vez. Nunca pidió al Padre que sanara a alguien. Él
pasaba tiempo a solas con Dios en oración; pero cuando Él ministraba a las necesidades de la
gente, Él hablaba con poder y autoridad y la obra era cumplida.
Ahora, comparemos la manera en que la mayoría de los cristianos oran con el ejemplo de
Jesús.
Cuando oramos por la enfermedad o por la necesidad de alguien; clamamos, rogamos, atamos,
desatamos, hacemos largas oraciones, predicamos, en lugar de pronunciar con autoridad y
poder, "¡Sé sano, sé libre, sé libre de tu enfermedad, recibe la vista en el Nombre de Jesús!"
Jesús pasaba tiempo en oración a solas con Dios primero y después iba con la gente y
ministraba en el poder y la autoridad que había recibido en Su comunión con Dios.
Una de las razones por las cuales ya no vemos más milagros es porque esas oraciones por los
enfermos "no suben" a Dios, no hemos tenido tiempo a solas con el Padre en oración como
Jesús lo hizo, recibiendo Su dirección.
No importa qué tan larga, qué tan fuerte o qué tan ferviente pueda ser la oración de alguien, no
habrá poder detrás de ella a menos que sea una oración en fe. Las palabras son vacías a menos
que primero hayamos estado delante de Dios en comunión con Él hasta que hayamos recibido
el poder de lo alto.
Cada miembro del Cuerpo de Cristo debe ir a las reuniones de sus iglesias espiritualmente
preparados, habiendo orado, listo para hablar la Palabra de sanidad y liberación en el Nombre
de Jesús.
Solamente hay un ejemplo en que Jesús abiertamente se dirigió al Padre antes de sanar a
alguien. Jesús nos mostró con Su ejemplo cómo orar. En la resurrección de Lázaro, Jesús no
sólo probó que Él era la resurrección y la vida y que tenía el poder sobre la muerte, Él reveló el
poder de la oración... que nada es imposible para aquellos que creen.
Jesús estaba rodeado de incredulidad. María y Marta no esperaban que Jesús resucitara a
Lázaro. Ellas estaban limitando el poder de Dios. Ambas le dijeron a Jesús, "Señor, si
hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto” (Juan 11:21-32)
Ellas se habían resignado al hecho de que Lázaro había muerto. Jesús estaba consternado a
causa de su incredulidad. Cuando vio a María llorando, Jesús "se estremeció en espíritu y se
conmovió". (Juan 11:33)
Jesús lloró no por dolor, no por su gran amor por Lázaro. Él sabía que Lázaro resucitaría. Él
había dicho a sus discípulos "nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle". (Juan
11:11)
Algunos de los judíos junto con María estaban llenos de incredulidad. Ellos dijeron:
"¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, haber hecho también que Lázaro no muriera?"
(Juan 11:37)
Ante esta incredulidad, Jesús se conmovió en Su Espíritu pero esto no lo detuvo. (verso 38)
Cuando El vino a la cueva donde habían puesto a Lázaro, les dijo "Quitad la piedra". Marta
limitando a Cristo a través de su incredulidad dijo: "Señor, hiede ya, porque es de cuatro días".
(verso 39)
63
Jesús respondió, "No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios". (verso 40) Ellos quitaron
la piedra. Entonces Jesús oró.
A pesar de que Él era la "resurrección y la vida", quería enseñar a Sus discípulos el poder
ilimitado de la oración.
Él levantó Sus ojos al cielo y dijo "Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo sabía que
siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que
Tú me has enviado". (verso 41)
A través de Su ejemplo, Jesús nos dice cómo debemos orar. Él venía al Padre con la completa
seguridad y confianza sabiendo que el Padre ya lo había oído. Él venía a la Presencia del
Padre con la completa seguridad de que Su oración había sido contestada, aun y cuando
todavía no hubiera una manifestación visible, cuando Lázaro todavía estaba muerto.
Él venía a la Presencia de Dios en la intimidad en una completa comunión como un Hijo bien
amado en la Presencia de Su Padre. Como el Hijo, sabía que tenía libre acceso a la Presencia
del Padre en cualquier momento. Él gozaba de una relación completa con Su Padre y en esta
comunión Él sabía que el Padre lo oiría y le daría, todo lo que Él pidiera.
"Por tanto os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis y os vendrá".
(Marcos 11:24)
¿Cuándo dijo Jesús que usted debe creer que ha recibido las cosas que ha pedido en oración?
¿Después de que las haya recibido? ¡NO! Él dijo cuando ore, crea que usted ya lo ha recibido.
Cuando oramos debemos venir a la Presencia de nuestro Padre sabiendo que Él nos oye, que
Él siempre nos oye. Hay cristianos hoy en día que no creen realmente que Dios los oye
cuando oran. La oración se ha vuelto mecánica para ellos. Ellos piden que Dios haga algo por
ellos, sanar sus cuerpos, salvar a sus seres queridos, ayudarlos en sus finanzas, pero no creen
realmente que Dios los oye. Ellos continúan preocupándose y tratan de resolver y hacer cosas
por ellos mismos.
A menos que usted venga a Dios sabiendo que Él lo oye, mejor no venga. Usted sólo está
esforzándose en vano. Juan escribió a los creyentes: "Y ésta es la confianza que tenemos en
Él, que si pedimos alguna cosa conforme a Su voluntad, Él nos oye. Y si sabemos que Él nos
oye, en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos
hecho". (I Juan 5.14-15)
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Debemos venir al Padre con la misma confianza que Jesús tenía cuando resucitó a Lázaro,
sabiendo que Él nos oye. ¿Cómo sabemos que Él nos oye? Juan dijo que cuando pedimos de
acuerdo a Su voluntad Él nos oye.
Jesús no dudaba cuando Él ministraba a las necesidades de la gente. Nunca se preguntaba si
era la voluntad de Dios sanar a aquellos que estaban enfermos, echar fuera demonios o
levantar a los muertos. El no se preguntaba si era la voluntad de Dios resucitar a Lázaro. Él
sabía. Él aprendió la voluntad y la dirección de Dios a través de Su relación personal con
Padre. Entonces, conociendo la voluntad de Dios Él actuaba con la confianza sabiendo que
el Padre lo había oído.
Cuando oramos debemos venir a Dios sabiendo que lo que estamos pidiendo está de acuerdo
con la voluntad de Dios... no dudando, no esperando, no suponiendo, sino sabiendo que es la
voluntad de Dios. Muchos cristianos hoy no reciben lo que necesitan de Dios porque no
conocen cuál es la voluntad de Dios en relación a su situación. No están convencidos de que
la voluntad de Dios sea sanarlos, o proveerles a sus necesidades en otros aspectos de su vida.
Nuestra confianza en Dios de que Él nos escucha se basa en el saber que estamos orando de
acuerdo a Su voluntad. Y, la única manera de conocer Su voluntad es pasar tiempo en
comunión con Él y a través de Su Palabra.
Sabiendo que Dios ya ha provisto todo lo que necesitamos a través de la sangre de Jesús...
sanidad, poder sobre el pecado, todas las bendiciones espirituales y temporales bajo el nuevo
pacto... podemos venir delante de Él...
¡SABIENDO que es Su voluntad sanar nuestros cuerpos!
¡SABIENDO que es Su voluntad darnos el poder para vencer toda tentación y pecado!
¡SABIENDO que es Su voluntad el proveer para nuestras necesidades diarias!
¡SABIENDO que es Su voluntad el perdonarnos y limpiamos cuando pecamos!
¡SABIENDO que es Su voluntad sanar y restaurar nuestro matrimonio y nuestra familia!
Cuando oramos de acuerdo a Su voluntad podemos tener la completa seguridad como Jesús la
tuvo sabiendo que el Padre nos oye. Entonces si sabemos que Él nos oye, sabemos... sin
ninguna duda... que SABEMOS, que SABEMOS que TODO lo que hemos pedido lo
recibiremos, aún ¡antes de ver o sentir la manifestación visible de la respuesta!
Después que Él dijo esta oración, Jesús se dirigió a una situación que parecía imposible. Le
habló a un cuerpo muerto de cuatro días. Con voz fuerte Él ordenó: “¡Lázaro ven fuera!” Al
instante, el poder de Dios fue desatado y Lázaro salió de la tumba atado de pies y manos.
Jesús les dijo: "Desatadle y dejarle ir". (Juan 11:44)
Este es el tipo de oración que debemos hacer hoy en día... llena de fe, poder y
autoridad y en el Nombre de Jesús.
Jesús dijo, "Si tuvieres fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: pásate de aquí
allá y se pasará; y nada os será imposible.
PERO ESTE GENERO NO SALE SINO CON ORACIÓN Y AYUNO (Mateo 17.20-
21)
Debemos proclamar que la voluntad de Dios se cumpla sobre la Tierra a través de la
oración.
Es mi oración que usted se dé cuenta del tremendo poder y la importancia de la oración.
La voluntad de Dios fue cumplida sobre la Tierra sólo cuando Jesús oró. Jesús pasaba
tiempo a solas con el Padre en comunión pidiendo Su voluntad. Entonces una vez que Él
conocía Su voluntad, Él la proclamaba sobre la Tierra.
Esta es la manera que el trabajo de Dios será cumplido en la Tierra hoy... a través de la
oración. Su voluntad será hecha cuando el pueblo de Dios entre en una nueva dimensión de
65
poder en la oración... en el cual vivan en una comunión inquebrantable con Dios... en donde
se hayan propuesto vivir una vida de oración constante y de comunión con Él... en donde
pidan conocerlo y conocer Su voluntad, sustrayendo de Él su fortaleza.
Entonces, al conocer Su voluntad, el pueblo de Dios será capaz de proclamar que Su
voluntad se cumplirá en la Tierra.
Dios está esperando, Él está ansioso deseando liberar a la gente del pecado, de la
enfermedad y derramar Sus bendiciones sobre el mundo que Él ha redimido. Él está más
que deseoso y listo para salvar, sanar, liberar, restaurar a los hombres y mujeres en las
naciones de la Tierra.
Él está listo para revelar Su voluntad y capacitamos para hacer Su obra sobre la Tierra; pero
nosotros debemos desear tener esa fresca dimensión en la oración.
Debemos siempre arrepentirnos de nuestro pecado de no orar suficientemente y pedirle que
nos lleve a esta dimensión poderosa de oración en la que Jesús vivió.
El mensaje de Dios para la Iglesia actual, mientras nos preparamos para Su venida, es estar
alertas en la oración.
En las fuerzas armadas, hay soldados que son designados con una tarea especial como
guardias para estar afuera de las barracas o puestos de comando para vigilar. Deben estar
las 24 horas del día. Bajo ninguna circunstancia el soldado puede dejar su puesto. Las
tareas de este vigía son:
1) Guardar y proteger.
2) Estar constantemente alerta observando cualquier señal del enemigo.
3) Advertir del peligro, confrontar y detener al enemigo en la entrada.
Dios nos ha revelado lo que vendrá sobre la Tierra; y Él está dirigiendo hoy al Cuerpo de
Cristo a permanecer alerta en la oración. No es algo opcional que nos está pidiendo que
hagamos. Él requiere que lo hagamos, y aquellos que no oigan ni obedezcan lo que el
Espíritu de Dios está diciendo a Su Iglesia hoy no podrán prevalecer. Los tomarán por
sorpresa y cosecharán derrotas y dolor.
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Jesús reveló las señales de Su venida a Sus discípulos ... falsos cristos, guerras, terremotos,
hambre, persecución, el Evangelio predicado a todas las naciones, decepción, señales en los
cielos. Jesús dio un comando directo, El dijo: "VELAD Y ORAD".
Antes que nada, Jesús dirigió Su atención al hecho de que estas señales de las cuales les
había hablado serían una indicación de que Su venida estaba cerca. Muchos cristianos hoy
están tan ocupados con las señales de la venida de Jesús... las guerras, los terremotos, el
hambre, que han perdido la visión que estas señales son un llamado de Dios a Su remanente
de los últimos tiempos de que Jesús está a la puerta y deben estar preparados.
Nuestra mayor atención no debe estar en estas señales. Las señales y las crisis son
inevitables. Pero en medio de todas estas cosas debemos mantener nuestro corazón y
mente fija en el hecho de que la venida de Jesús está cerca.
Debemos hacer todo lo posible para preparamos para ese gran día.
Jesús dijo que nosotros sabemos con seguridad que el verano se acerca cuando "las
ramas de la higuera están tiernas y brotan las hojas". SABEMOS que la venida de Jesús es
inminente cuando vemos las señales cumplirse.
Jesús dijo, "De cierto os digo que no pasará esta generación (toda la gente que vive en un
mismo tiempo) hasta que todo esto acontezca". (Marcos 7:30)
Hay un tiempo fijo en el "calendario de Dios" en el cual Él ha planeado el regreso de
Cristo. Es un hecho inalterable. Una vez que los eventos profetizados del tiempo final
comiencen, estos se desarrollarán rápidamente.
Jesús dijo nadie sabe el día y la hora cuando Él regresará, ni los ángeles, ¡ni aun Cristo
mismo! Pero Él dijo que cuando veamos estas señales cumplirse SABREMOS con certeza
que Él está a la puerta... y en el umbral del cielo.
"Pero de aquel día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo,
sino el Padre. Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuando será el tiempo. Es como el
hombre que yéndose lejos, dejó Su casa y dio autoridad a sus siervos, y a cada uno Su
obra, y al portero mando que velase. ¡VELAD, pues, porque no sabéis cuando vendrá el
Señor de la casa; si al anochecer, o a la media noche, o al canto del gallo, o a la mañana;
para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo. lo que a vosotros digo, a todos
los digo: Velad!" (Marcos 13:32-37)
La palabra griega para "velad" es "Agrupneo", que significa no solamente estar atentos,
sino "buscar y esperar que algo suceda".
Tres veces en estos versos Jesús pidió a Sus discípulos que VELARAN.
• ¿Por qué cierras tus ojos y descansas cuando Mí venida está cerca, a la puerta?
Yo te he escogido y llamado Mi pueblo. Yo he derramado mi Espíritu sobre ti y te
he enviado para manifestar Mi poder y Mi gloria hasta lo último de la Tierra.
Ahora te has sumergido en los afanes de esta vida. Has separado tu corazón lejos
de Mi diciendo "Aún no es el tiempo". Has cerrado tus ojos y tus oídos. Te has
vuelto sordo a Mi voz. Tu corazón ya no dice, "Este es el tiempo". He aquí Yo
vengo pronto.
• Es tiempo que Mi pueblo se prepare. Es tiempo que Mi pueblo se levante de su
sueño y camine hacia delante en Mi poder y Mi unción para cumplir Mi voluntad
sobre la Tierra. Es tiempo que Mi pueblo advierta al impío sobre los juicios que
vienen sobre la Tierra.
• Yo vengo por aquellos que están velando, que se han vestido con ropas de santidad
y alabanza. Abre tus ojos, mira a tu alrededor y mira que Mi venida está cerca.
Oye Mi voz y pon atención a Mi advertencia. ¡LEVÁNTATE, VELA,
PREPÁRATE!
¡SACÚDASE DE SU SUEÑO!
Para ser un centinela en oración, el primer paso que debe dar es sacudiese de su sueño... no
es sólo estar alerta, sino mantenerse alerta.
Hay muchos cristianos hoy que están espiritualmente dormidos. Ellos no se preocupan de
lo que el Espíritu Santo está haciendo sobre la Tierra y están muy ocupados viviendo su
propia vida como les da la gana, buscando satisfacer sus propios deseos, en lugar de hacer
la voluntad de Dios.
Hay cristianos que se han descuidado y adormecido y no se sienten aludidos con las cosas
de Dios y con lo que pasa a su alrededor. Ellos han cerrado sus ojos al pecado, al
sufrimiento y al dolor que les rodea.
Otros se han vuelto fríos e indiferentes en su relación personal con Dios. Ya ni siquiera
oran 5 minutos al día o leen la Palabra de Dios. En Su mensaje a las siete iglesias, Jesús
advirtió a la iglesia de Sardis:
"Sé vigilante y afirma las otras cosas que están para morir... pues si no velas vendré sobre
ti como ladrón, y no sabrás a que hora vendré sobre ti". (Apocalipsis 3:2-
3)
Él le dijo a la iglesia de Filadelfia: "He aquí, vengo pronto; retén lo que tienes para que
ninguno tome tu corona ". (Apocalipsis 3:11)
Después de revelar a Juan todas las cosas que pasarían en Su venida, el dijo: "He aquí Yo
vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea Su obra ".
(Apocalipsis 22:12)
Y Su última advertencia fue, "... Ciertamente vengo en breve". (Apocalipsis 22:20)
Jesús advirtió que Su venida sería repentina, como un ladrón, a aquellos que no estén
velando.
Él dijo, "Pues si no velas vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre
ti". (Apocalipsis 3:3)
Él dijo, "Mirad, velad y orad porque no sabéis cuando será el tiempo". (Marcos 13:33)
"Velad pues, porque no sabéis cuando vendrá el Señor de la casa..." (Marcos 13:35)
Pablo le dijo a los tesalonicenses, "Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis
necesidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el
día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan paz y seguridad,
entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer en cinta, y
no escaparán". (I Tesalonicenses 5:1-3)
Para aquellos que no estén velando cuando Cristo regrese... que estén espiritualmente
dormidos, El vendrá como ladrón. Su venida los tomará por sorpresa y no estarán listos.
Sin embargo, ¡El no vendrá como un ladrón para aquellos que estén VELANDO!
Pablo dijo: "Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os
sorprenda como ladrón, porque vosotros sois hijos de luz e hijos del día, no somos de la
noche ni de las tinieblas". (I Tesalonicenses 5:4)
Usted y yo no estamos en las tinieblas espirituales. Por Su Espíritu Santo, Dios ha quitado
el velo de la oscuridad de nuestros ojos y nos ha revelado Su plan para el tiempo final.
Hemos visto las señales indicando que Su venida está a la puerta. Él nos ha mostrado las
crisis que vamos a enfrentar. Ahora, debemos tomar una decisión de levantamos en esta
hora final y ¡velar en oración! Pablo dijo:
"Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios ".
(I Tesalonicenses 5:6)
El segundo paso que usted debe dar para velar es estar SIEMPRE EN GUARDIA.
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Así como un soldado es designado para vigilar, como miembro de la "Fuerza de Ataque"
usted debe estar CONSTANTEMENTE en guardia y espiritualmente alerta, velando y estar
pendiente de cualquier señal del enemigo. Así como en lo natural, el soldado está en
guardia las veinticuatro horas del día. Usted no debe bajar la guardia ni por un minuto
¡bajo ninguna circunstancia!
Uno de los mayores peligros de la Iglesia hoy, es que muchos cristianos viven engañados
pensando que pueden vivir su vida, siguiendo las concupiscencias de su carne, siguiendo
sus propios deseos, viviendo como les plazca, y que seguirán así eternamente.
Muchos cristianos hoy, piensan que están preparados para el regreso de Cristo. Pero ¡no lo
están! Repetir la oración de arrepentimiento, leer la Palabra, ir a la iglesia, hacer buenas
obras, dar sus diezmos y ofrendas no quiere decir que usted esté preparado y listo para el
regreso de Cristo.
Cuando Cristo venga habrá muchos cristianos activos que no podrán entrar al reino de
Dios. ¡Una SEPARACIÓN VIENE! La "cizaña" será separada del "trigo". La “cizaña” no
está limitada a los impíos y a aquellos que no conocen a Cristo. La "cizaña" también
incluye a los hipócritas, aquellos que dicen ser cristianos pero que no lo son. La cizaña son
aquellos cristianos que no están viviendo de acuerdo a la Palabra y no están haciendo la
voluntad de Dios.
Jesús dijo: "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el
que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos". (Mateo 7:21)
Simplemente porque un individuo diga que ha nacido de nuevo y proclame a Jesús como su
Señor, esto no significa que le pertenece y que será bienvenido en el cielo.
Jesús dijo: "Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor ¿no profetizamos en Tu nombre, y
en Tu nombre echamos fuera demonios, y en Tu nombre hicimos muchos milagros? Y
entonces les declararé: Yo nunca os conocí, apartáos de mí, hacedores de maldad". (Mateo
7:22-23)
En estos versículos, Jesús no está hablando de impíos o incrédulos. Está hablando de
creyentes... llamados cristianos... que hacen buenas obras, pero no están caminando en
obediencia... que no han sometido completamente sus vidas... que no están viviendo de
acuerdo a la voluntad de Dios.
En el sermón de la montaña, Jesús le dijo a todos Sus discípulos: "¿Por qué me llamáis
Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?" (Lucas 6:46) Aquellos cristianos que llaman
Señor a Jesús pero son negligentes y no viven de acuerdo a la Palabra de Dios... y que
rechazan y no hacen Su voluntad son HIPÓCRITAS.
Jesús les dijo que aquellos que oyen Su Palabra pero que no la cumplen son como una
casa que es destruida cuando la tormenta viene. Hay cristianos hoy, que leen la Palabra,
oyen sermón tras sermón... y no practican lo que oyen. Se han engañado a ellos mismos
pensando que están a salvo y seguros y que están listos para estar delante de Dios. Pero
como la casa sin fundamento, no podrán permanecer de pié. No podrán entrar al cielo.
Jesús dijo: "Esforzáos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos
procurarán entrar, y no podrán ". (Lucas 13:24)
No todos los que pidan entrar al cielo, lo harán. Jesús dijo "esforzáos". La palabra
"esforzarse" en este verso es "agonozomai", que significa "luchar, trabajar con fervor".
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El día se aproxima cuando Cristo dará la orden a los ángeles para juntar a Sus elegidos de
los cuatro puntos de la Tierra. "Y enviará a sus ángeles con gran voz de trompeta, y
juntarán a Sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro".
(Mateo 24:31)
La cizaña será separada del trigo... los elegidos... Su remanente del tiempo final será
levantado para encontrarlo en el aire, y la puerta será cerrada. Jesús dijo:
"Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando afuera
empecéis a llamar a la puerta diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá:
No sé de dónde sois. Entonces empezaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y
en nuestras plazas enseñaste. Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de
mí todos vosotros, hacedores de maldad. Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando
veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros
estéis excluidos". (Lucas 13:25-28)
Deje que esto penetre profundamente en su espíritu. En ese gran día final cuando Cristo
regrese, y se realice esa gran separación, habrán cristianos que digan, "Estuvimos en Tu
Presencia, hemos oído Tu Palabra, nos hemos sentado a Tu mesa y probado Tus bondades.
¡Ábrenos!" Pero la puerta estará cerrada para siempre, y serán echados fuera en las tinieblas
con llanto y crujir de dientes.
Después de que Jesús explicó a Sus discípulos las señales de Su venida, Él hizo énfasis
sobre la importancia de VELAR, preparándose para Su venida. Él comparó Su venida a
aquel señor que dejó a su siervo para que administrara su casa y sus bienes. En estos
versos, Jesús revela la recompensa de Sus siervos fieles, y el terrible destino de aquellos
cristianos que son infieles y que no estén listos para cuando Él venga.
Cristo recompensará a aquellos cristianos que estén velando, preparados y fieles haciendo
Su voluntad cuando El regrese, El les dará control sobre todas Sus posesiones.
Jesús dijo: "Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor Pero
sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría,
y no dejaría minar su casa. Por tanto, vosotros estad preparados; porque el Hijo del
Hombre vendrá a la hora que no pensáis". (Mateo 24:42-44)
"¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les
dé el alimento a tiempo? Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le
halle haciendo así. De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá". (Mateo
24:45-47)
71
Este siervo fiel es uno que está vigilando. Es aquél que está ocupado... no sólo en oír... no
sólo en hablar... sino haciendo la voluntad de Dios sin tener en cuenta a qué hora vendrá.
La única manera de estar en este estado de alerta es ¡a través de la oración!
Por otra parte el siervo malo es aquél que no está listo, sino que está descansando. Jesús
dijo:
"Pero si aquél siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir,- y comenzara a
golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos, vendrá el señor de
aquél siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y lo castigará duramente, y
pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes".
(Mateo 24:48-51)
En estos versos, Jesús no se está refiriendo a los incrédulos, sino a los siervos en Su casa...
creyentes. La razón por la cual el siervo es considerado malo es a causa de su incredulidad
y que no le importa la venida de su señor. Es como los burladores los cuales dijo Pedro que
dirían: " ... ¿Dónde está la promesa de Su venida?" (II Pedro 3:4)
Debido a su indiferencia y a su falta de deseos de VELAR y estar preparados, ellos
descansan, y no hacen el trabajo que su señor les encomendó y luego participan en toda
clase de impiedad. Esta es una advertencia para los cristianos.
En el capítulo 25 de Mateo, Jesús nos da otros tres ejemplos... la parábola de las diez
vírgenes, la parábola de los talentos, y la parábola de las ovejas y de los cabritos. Estas
parábolas muestran que aquellos cristianos que son incrédulos en hacer la voluntad de Dios,
que no viven de acuerdo a la Palabra de Dios, que no velan y esperan la venida de Cristo,
no entrarán en el cielo. Los siervos incrédulos serán echados en el lago de fuego con los
hipócritas!
Para permanecer vigilantes en la oración, usted no sólo debe estar alerta espiritualmente y
buscar
la venida de Cristo, usted debe esforzarse y prepararse diligentemente para Su venida.
Jesús advirtió, "He aquí yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que VELA, y guarda sus
ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza". (Apocalipsis 16:15)
El tercer paso que usted debe dar para estar vigilante en oración es guardarse de
aferrase a los afanes de esta vida que el regreso de Cristo vendrá sobre usted como un
LAZO.
"Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería
y embriaguez, y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.
Porque como un lazo vendrá sobré vosotros todos los que habitan sobre la faz de la Tierra.
Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas
72
cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.
(Lucas 21:34-36)
Jesús dijo a Sus discípulos “mirad" por vosotros mismos. En lugar de siempre estar
apuntando o corrigiendo a otros, debemos mirar por nosotros mismos... quitarnos la
máscara y revestimos de honestidad. Debemos despojamos del egoísmo, humillarnos
delante de Dios y permitirle que nos revele todo lo que en nuestras vidas nos impide estar
preparados para el regreso de Cristo.
La advertencia que hace Cristo en estos versículos es que no debemos sucumbir a las
tentaciones o afanes de esta vida de tal manera que el día del Señor nos agarre descuidados.
Hay muchos cristianos hoy, que están en este punto, que se han agobiado tanto que se han
dejado arrastrar por este mundo, que se han vuelto ignorantes de la hora.
Muchos cristianos están tan preocupados por hacer una vida, cuidar de sus familias y
disfrutar de los placeres de esta vida que están paralíticos espiritualmente. Sus ojos
espirituales... su discernimiento... ha decrecido a tal punto que no pueden discernir las
señales de la venida de Cristo. Sus oídos espirituales se han cerrado al punto que no son
capaces de oír lo que el Espíritu de Dios está diciendo.
No es una oración corta de cinco o diez minutos hecha rápidamente porque es la hora de
dormir. No es, una oración de treinta minutos o aun una hora al día.
Usted puede estar sorprendido, "¿Cómo es esto posible?" Dios nos está llamando a estar
espiritualmente alertas y permanecer en una actitud CONSTANTE de oración y comunión
con Él.
Además de los tiempos especiales de profunda intercesión, debemos guardar nuestro
corazón, mente, pensamientos, deseos y meditaciones centrados en Dios.
A lo largo del día debemos ofrecer oración y acción de gracias... en el trabajo... en la
escuela... en al auto... en la casa... en todo lo que estemos haciendo.
Además de revestimos de toda la armadura de Dios cada día, Pablo dijo que debemos
ORAR SIEMPRE POR LOS SANTOS.
El dijo:
"Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y VELANDO en ello con
toda perseverancia y súplica por todos los santos". (Efesios 6:18)
Lo mismo es verdad para nosotros hoy. Dios nos ha dado una revelación de la hora final.
Como Daniel, debemos volver nuestro rostro a Dios en tiempos de oración y ayuno,
confesando nuestros pecados, los pecados de la Iglesia, de nuestras ciudades y naciones y
orar por un avivamiento de arrepentimiento y restauración.
¡Es tiempo que el pueblo de Dios toque la alarma y busque a Dios en la oración!
Nosotros SABEMOS que somos el pueblo de Dios, hay algo acerca de nosotros... no
somos normales para el mundo, somos "fanáticos religiosos".
Ponemos a Dios en todo. No lo aturdimos con tibiezas.
SABEMOS que somos el pueblo de Dios destinado, llamado por Dios, privilegiados para
estar vivos en la hora en que Jesús regresará.
SABEMOS también que estamos viviendo en la cuenta regresiva final.
No tenemos ninguna duda. Algo se está moviendo dentro de nosotros, como si Él nos
estuviera diciendo, "Te estoy preparando... la consumación de las edades está aquí. El
cumplimiento del tiempo final está sobre nosotros... la manifestación de lo que has
esperado está cerca". Él nos está llamando. También sabemos que hemos entrado a un
tiempo de crisis el cual ha sido profetizado en la Palabra.
SABEMOS que somos un cien por ciento ¡victoriosos!
SABIENDO esto, tenemos una gran responsabilidad delante de Dios de estar
espiritualmente despiertos. No tenemos alternativa. Este es el mandamiento de Dios.
"Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo... " (Marcos 13:37)
¡Es una orden!
¡VELAD! ¡Estar alertas! ¡Estar en guardia!
¡No hay opción!
Yo creo que Dios lo ha levantado como un miembro de la "Fuerza de Ataque" para este
tiempo y hora final. Dios le ha dado una visión global para ayunar y orar... para interceder
a favor de los cristianos por todo el mundo.
La hora onceava está sobre nosotros y no debemos fallar en ponemos en la brecha por los
millones de personas no alcanzadas que aun no han oído el Evangelio.
Le urjo que nos ayude a establecer nuevos Centros de Comando de Oración en su hogar,
lugar de trabajo o congregación. Invite a sus amigos cristianos, vecinos y miembros de la
familia a unirse cada semana en oración para levantar un manto de oración sobre el mundo.
Jesús dijo: "¡Este es mi mensaje!" No sólo a un grupo selecto, no sólo a alguien especial,
sino que mi mensaje es para ¡todos! ¡Velad! ¡ESTAR ALERTAS! ¡ESTÉN EN LA
BRECHA!
Porque a la hora menos esperada, el hijo del Hombre vendrá.
¡Jesús viene!
Dios nos ha dado un mandato de llamar a millones de cristianos por todo el mundo para
orar por el regreso del Señor. Juntos debemos levantar esta oración cubriendo todo el
mundo. Un clamor de la Iglesia debe levantarse hasta los cielos...
En cada pacto hay promesas y condiciones que deben cumplirse. En nuestro pacto con
Dios, hay condiciones que deben cumplirse para tomar Sus promesas.
Jesús dijo: " ... Por tanto os digo, que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis,
y os vendrá".
(Marcos 11:24)
Cuando usted viene a Dios en oración, debe SABER que Él le oye y CREER que Él
contestará su oración y le dará todo lo que usted le PIDA.
Si usted no está seguro de que Él le oirá o tiene dudas en su mente de que Él le dará lo que
usted necesita, usted tiene incredulidad y debe deshacerse de ella.
Dudar de Dios es hacerle injusto. Él es el Dios fiel que guarda Su pacto y cumple todas Sus
promesas hechas a Su pueblo.
Cuando venimos ante Su Presencia, debemos decidirnos con una completa seguridad de fe
creyendo que Él cumplirá Su Palabra.
"Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios
crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan".
(Hebreos 11:6)
"Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar,
que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor". (Santiago 1:6-7)
Hay muchos cristianos que no reciben las promesas de Dios y no reciben lo que necesitan
porque se dan por vencidos. Cuando ellos no ven la respuesta manifestada, caen en la
incredulidad y se rinden, pensando que Dios no les ha oído. En dos parábolas diferentes,
Jesús enseñó la importancia de la persistencia en la oración. En una ocasión cuando Jesús
estaba orando, vinieron a Él para pedirle que les enseñara o orar. Él les dio la hermosa
oración llamada, "La oración del Señor".
Pero Él no se detuvo ahí. Él continuó resaltando la importancia de perseverar en la oración.
Les dijo también:
"¿Quién de vosotros que tenga un amigo, va a él de medianoche y le dice: Amigo. préstame
tres panes, porque un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo qué ponerle delante; y
aquél respondiendo desde dentro, le dice: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis
niños están conmigo en cama; no puedo levantarme, y dártelos? Os digo, que aunque no
se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo por su importunidad se levantará y le
dará todo lo que necesite".
(Lucas 11:5-8)
En la parábola sobre el juez injusto. Jesús enseñó: " ... la necesidad de orar siempre y no
desmayar".
(Lucas 18:1)
La viuda en esta parábola tenía una necesidad. Ella necesitaba protección y justicia contra su
adversario. Ella acudió a un juez que no tenía temor de Dios ni respeto por los demás. El rehusó
hacer algo para ayudarla. Pero la viuda no se dio por vencida. Ella se mantuvo firme, regresando
una y otra vez.
Finalmente, el juez se cansó de la mujer y le concedió sus peticiones. Se dijo a sí mismo:
“...Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto por hombre, sin embargo porque esta viuda me es
molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo me agote la paciencia".
(Lucas 18:4)
En esta parábola Jesús no está comparando a Dios con este juez injusto. Él señaló la importancia de
la perseverancia cuando oramos. Este juez injusto respondió a las peticiones continuas de esta
mujer por su persistencia. Cuanto más podemos esperar que nuestro Padre celestial nos oiga.
77
Jesús dijo: " ... Oíd lo que dijo el juez injusto ¿Y a caso Dios no hará justicia a sus escogidos, que
claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia...”
(Lucas 18:6-8)
Jesús dijo: "Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que
queréis, y os será hecho".
(Juan 15:7)
Esta promesa del pacto es lo que yo llamo la LLAVE MAESTRA de la oración e intercesión. Su
posición de intercesor y gente que ora depende de su relación con Cristo.
Uno de los mayores obstáculos en la oración, que impiden que los cristianos reciban lo que
necesitan de Dios, es su negligencia. Ellos son negligentes en su relación con Cristo, y son
negligentes con la Palabra de Dios.
Jesús dijo que debemos "permanecer" vitalmente unidos con Cristo. Para tener poder con
Dios a través de la oración, usted debe vivir en una relación inquebrantable con Cristo día a
día, momento a momento. A dondequiera que vaya en el día, permanezca en comunión con
Él. Diariamente busque Su dirección. Diariamente reconozca su dependencia de Él.
Diariamente sustraiga de Su fortaleza.
Pase tiempo con Él, esperando delante de Él en oración. Escuche Su voz y permita que Él
se revele a usted. Deje que la Palabra de Dios penetre profundamente en su espíritu, en
donde echará raíces y producirá resultados. No solamente lea la Palabra. Pida al Espíritu
Santo que le hable a través de la Palabra y le revele más acerca de Cristo.
"El conocimiento intelectual" de la Palabra ¡no es suficiente! La Palabra debe volverse una
parte de su vida y que usted ¡ESTÉ VIVIÉNDOLA! Si quiere tener más poder de Dios a
través de la oración, la Palabra debe permanecer en usted en donde esté viviendo de
acuerdo a lo que Dios ha revelado en Su Palabra.
Cuando ore, debe orar de acuerdo a la voluntad de Dios que le ha sido revelada en la
Palabra en lugar de orar de acuerdo a su entendimiento natural.
Cuando la Palabra permanece en usted, de la abundancia de su corazón, ¡fluirá el poder de
Dios a su favor!
"Y cualquiera cosa que pidiéramos la recibiremos de él, porque guardamos sus
mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él".
(I Juan 3:22)
Dios quiere tomar cada una de nuestras necesidades y derramar sus bendiciones sobre nosotros. El
mismo se ha comprometido con nosotros a cumplir lo que nos ha prometido. "No olvidaré mi
pacto, ni mudaré lo que ha salido de mis labios". (Salmo 89:34)
Sin embargo, mientras continuemos caminando en sentido contrario a lo que Él ha revelado en Su
Palabra, o no hacer lo que Él nos ha pedido, ¡Él no nos oirá!
Dios habló a Israel a través de Isaías, Su profeta: "He aquí que no se ha acortado la mano de
Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho
división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro
para no oír" (Isaías 59:1-2)
¡Dios no ha cambiado! Nos estamos engañando si pensamos que podemos permitir que el pecado y
la desobediencia permanezcan en nuestros corazones y que no tengan ningún efecto en nuestras
oraciones.
Cuando caminamos en desobediencia o dejamos que el pecado permanezca, limitamos lo que Dios
puede ¡hacer en nosotros!
Pero, cuando nuestros corazones están limpios y puros delante de Dios, podemos SABER que Él
nos oye y hará lo que le PIDAMOS. "Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos
atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen mal".
(I Pedro 3:12)
Cuando caminamos rectos delante de Dios, caminando en obediencia y HACIENDO las cosas que
son agradables a sus ojos, SABEMOS, que como nuestro Padre celestial Él vela por nosotros y está
atento a nuestro clamor.. esperando contestar nuestras oraciones y necesidades.
Esta es la razón por la cual es tan importante para nosotros, tener un espíritu contrito y
humilde. Dios ha dicho:
" ... Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer
vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el espíritu de los quebrantados ".
(Isaías 58:15)
Cuando nos humillamos delante de Él y nos arrepentimos de toda desobediencia o pecado, Él nos
perdonará y escuchará.
"Y ésta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a Su voluntad, él
nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las
peticiones que le hayamos hecho ".
(I Juan 5:14-15)
Podemos venir delante de Dios, SABIENDO que Él nos oye y que recibiremos lo que hemos
¡pedido en oración! No tenemos que preocupamos si Él nos contestará. ¡No hay NINGUNA
DUDA! Juan dijo ésta es la CONFIANZA que tenemos en Él... en nuestro gran Sacerdote
Intercesor que está sentado a la diestra del Padre.
Nuestra confianza no está en lo que vemos... en lo que oímos... o en lo que podemos sentir con
nuestros ¡cinco sentidos naturales! Nuestra confianza está en Cristo y en Su victoria sobre satanás.
La manera en que muchos cristianos actúan hoy cuando se enfrentan a enfermedades tremendas,
problemas financieros, problemas matrimoniales, parece indicar que tienen más confianza en el
poder de satanás que en el de Cristo para oír y ¡responder a su oración!
Mi amado, en las circunstancias que usted está enfrentando ahora mismo en su vida, ¿dónde está su
confianza?
¿Cree usted que Dios oye y responde a sus oraciones o cree que sus circunstancias son imposibles
de resolver, o que su situación no tiene esperanza?
La Palabra de Dios es muy clara al declarar que si PEDIMOS de acuerdo a Su voluntad, ¡EL NOS
OYE!
Quizás se pregunte, "¿Cómo podemos saber si estamos orando de acuerdo a la voluntad de Dios en
cada circunstancia que enfrentamos?"
Vea la Llave #3 de nuevo. Jesús dijo: "Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en
vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho". (Juan 15:7)
Cuando oramos pediremos por cosas que están de acuerdo con Su Palabra... que le
agradan... que nos harán aptos para cumplir Su voluntad.
Un gran obstáculo que impide que muchos cristianos hoy día reciban la respuesta a sus
oraciones es que ellos piden con motivos o deseos erróneos.
Santiago dijo a los creyentes:
Cuando caminamos en una estrecha comunión con Cristo y lo hemos hecho el deseo de
nuestros corazones, entonces no pediremos por los deseos de la carne, sino de acuerdo a
Sus deseos.
Cuando oramos debemos buscar en nuestros corazones y sacar todo motivo impuro o deseo
carnal y CONCENTRAR NUESTRAS ORACIONES en cosas que darán gloria y honor a
Su Nombre. Necesitamos saber lo que Dios nos ha prometido en Su Palabra y orar de
acuerdo a todo lo que Él ha prometido. Cuando hagamos esto, Su Nombre será glorificado
y Su voluntad cumplida en la Tierra.
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En lo más profundo de nuestras oraciones debe estar el mismo deseo que Jesús tenía
cuando oró en el huerto de Getsemaní, "Abba Padre todas las cosas son posibles para ti;
aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que Tú” (Marcos 14:36)
Podemos saber que oramos de acuerdo a la voluntad de Dios a causa del Intercesor que
vive en nosotros. El Espíritu Santo nos fue dado para ayudamos en el tiempo de necesidad.
Cuando enfrentamos circunstancias y situaciones en las cuales ni siquiera sabemos cómo
orar, el Espíritu Santo intercede por nosotros con gemidos indecibles que no pueden estar
en desacuerdo ¡CON LA VOLUNTAD DE DIOS!
Pablo dijo: "... Y de igual manera el Espíritu (Santo) nos ayuda en nuestra debilidad, pues
qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por
nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es, la
intención del Espíritu (Santo), Porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los
santos” (Romanos 8:26-217)
Cuando oramos en el Espíritu, en lenguas desconocidas, nuestro espíritu está en comunión directa
con el Padre. Pablo dijo, "Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres sino a Dios;
pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios ".
(I Corintios 4:2)
Pablo habló acerca de orar en lenguas desconocidas y de orar en el entendimiento. Él dijo, "Porque
si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora pero mi entendimiento queda sin fruto. ¿Qué pues?
Oraré con el Espíritu, pero oraré también con el entendimiento, cantaré en el espíritu, pero cantaré
también con el entendimiento... "
(I Corintios 14:14-15)
Cuando usted se rinde al Espíritu Santo y ora en lenguas desconocidas, está trascendiendo los
límites de su entendimiento humano. Y mientras ora en lenguas, el Espíritu Santo ora a través de
usted la perfecta voluntad de Dios.
Si hay circunstancias en su vida y no sabe cómo orar, ore en el Espíritu... en lenguas desconocidas.
Mientras el Espíritu Santo ora a través de usted, aun y cuando en su entendimiento natural no lo
comprenda, su espíritu será fortalecido y edificado. Usted sabrá, en el Espíritu, que sus oraciones
han sido oídas y usted tendrá la seguridad de que Dios ha suplido su necesidad.
Cuando SABEMOS que hemos pedido de acuerdo a la voluntad de Dios, SABEMOS que Él nos
oye. Y cuando SABEMOS que Él nos oye, Juan dijo, "sabemos que tenemos las peticiones que le
hayamos hecho". (I Juan 5:15)
"Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo en contra de alguno, para que también vuestro
Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no
perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas".
(Marcos 11:25-26)
Como miembro de la "Fuerza de Ataque" ¡Dios lo usará para impactar su ciudad y nación
para El!
Una de las condiciones que debemos cumplir para poseer las promesas de Dios es estar dispuestos a
perdonarnos unos a otros.
81
Hay muchos cristianos hoy que no han recibido respuesta a sus oraciones debido a que hay en sus
corazones amargura, resentimiento, falta de perdón hacia aquellos que los han herido.
La falta de perdón es el mayor obstáculo que nos impide recibir las respuestas a nuestras oraciones.
En Su enseñanza de la oración, Jesús dijo que si nosotros no perdonamos a otros, nuestro Padre
celestial no nos perdonará.
El perdón es la parte de la oración que Jesús enseñó a Sus discípulos cuando vinieron a Él y le
pidieron que les enseñara a orar. Esto no debe estar separado de Su enseñanza acerca de la oración
pues es un factor que determina, de todas maneras, si nuestras oraciones son o no contestadas.
Jesús dijo: "Vosotros, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la Tierra. El pan nuestro de
cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a
nuestros deudores ". (Mateo 6:912)
Para tener poder de Dios a través de la oración, debemos caminar en perdón. En nuestros corazones
debe haber compasión hacia los demás. Cuando somos tratados con desprecio, o de una manera
incorrecta, debemos guardar nuestros corazones de todo rencor.
En lugar de llenarnos de amargura, Jesús dijo que debemos de orar por aquellos que nos han
lastimado. (Mateo 5:44)
Pablo dijo: "Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia,
de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros y
perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os
perdonó, así también hacedlo vosotros". (Colosenses 3:12-13)
Cuando caminamos en amor y perdón hacia los demás, recibimos perdón de nuestro Padre celestial
y podremos venir delante de Dios con seguridad de fe, sabiendo que ¡El nos dará lo que le pidamos!
Estas seis CLAVES PODEROSAS DEL PACTO DE ORACIÓN revolucionarán su vida de oración
y lo capacitarán para experimentar grandes victorias que usted nunca se imaginó que fueran
posibles.
Venga delante de Dios en ayuno, como Moisés lo hizo, en tiempos de arrepentimiento por los
pecados en la Iglesia.
Espere delante de Él en tiempos de oración y ayuno, para que Él le revele los pecados que usted ha
dejado entrar en su vida. Entonces cuando ayune y ore, aléjese de todas las cosas que no son
agradables a Sus ojos.
Cuando usted ayune y ore, sea VALIENTE. Entre a la Presencia de Dios a través de la sangre de
Jesús, sabiendo que Él le oye. Penetre en el terreno espiritual y ate los espíritus que están atacando
a la Iglesia hoy... que están atacando su familia, sus hijos y seres queridos... que están detrás de las
tinieblas y la corrupción que nos rodea.
Debemos atacar la pornografía, el aborto, los espíritus de libertinaje, perversión sexual, lascivia,
avaricia, odio, discordia, contienda, rebelión, suicidio y demás obras del enemigo.
JUNTOS, NOSOTROS:
• DESATAREMOS las cadenas pesadas de aquellos que están atados por Satanás...
Dios está levantando a hombres y mujeres como parte de "Fuerza de Ataque" que están dispuestos a
venir delante de Él, como Moisés lo hizo, clamando a Él noche y día por la nación de Israel. Como
Moisés estaba dispuesto, Dios, cambió de parecer y el pueblo fue perdonado.
82
• USTED SERÁ AQUÉL que esté dispuesto a ¡pagar el precio y ponerse en la brecha!
• USTED SERÁ AQUÉL a quien Dios usará para ¡traer el perdón a su nación y desatar Su
poder!
"Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de
nuestra milicia, no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de
fortalezas".
(II Corintios 10:3-4)
De todas las poderosas armas espirituales que Dios ha dado a su pueblo la más descuidada
y a veces olvidada en la Iglesia hoy es la poderosa arma del ayuno. Muy pocos cristianos
se dan cuenta del tremendo impacto que tiene el ayuno en el terreno espiritual. Otros no
ven la necesidad y rechazan disciplinar sus vidas, a someter los apetitos de sus cuerpos en
completa sumisión a Dios en tiempos de ayuno y oración.
Como miembro de la "Fuerza de Ataque", usted debe usar su arma del ayuno. Es una parte
vital de su equipo como soldado... sin ella, usted no está completamente equipado y
preparado para la batalla. A través del ayuno:
- ¡Naciones enteras han sido liberadas del enemigo!
- ¡Naciones enteras se han vuelto a Dios!
- ¡Hombres han cambiado la mente de Dios y han advertido el juicio divino!
Jesús reconoció el tremendo poder del ayuno. Antes de que Él comenzara Su ministerio, Él
fue llevado por el Espíritu al desierto en donde no comió nada por 40 días.
Durante este tiempo, Jesús ayunó como un símbolo de consagración y de apartarse un
tiempo para hacer la obra que Dios le había dado.
Fue un símbolo de Su humildad y total dependencia de Dios como la fuente de Su fortaleza.
Fue un símbolo de recibir la dirección y revelación de Dios en relación a Su voluntad y el
propósito de Su vida.
Fue un símbolo de preparación para enfrentar y derrotar al enemigo. Este es el único
registro durante Su ministerio en donde se dice que Jesús ayunó.
83
Los judíos tenían que ayunar por Ley durante el Día de la Expiación (Leví. 26:27), y a
ayunar cuatro veces al año para conmemorar los cuatro principales eventos relacionados
con la destrucción de Jerusalén. (Zac. 8:19)
En el décimo mes para conmemorar el comienzo de la siega. (II Reyes 25: 1)
En el cuarto mes para conmemorar la caída de la ciudad. (Jeremías 39:2)
En el quinto mes para conmemorar la destrucción de la ciudad y del templo. (11 Reyes
25:8-9)
En el séptimo mes para conmemorar el asesinato de Gedalías. (II Reyes 25:25)
Un día los discípulos de Juan el Bautista le preguntaron a Jesús acerca del ayuno: ¿”Por
qué nosotros y los fariseos ayunamos muchas veces, y tus discípulos no ayunan?" (Mateo
9:14)
Jesús respondió: "¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el
esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces
ayunarán ". (Mateo 9:25) La respuesta que Jesús dio en este versículo es muy significativa
para la Iglesia actual. Jesús se refirió a sí mismo como el "esposo " y a Sus discípulos
como los "invitados del esposo".
En esencia, Él decía que mientras estaba con Sus discípulos, no era tiempo de ayuno.
El ayuno está asociado con un tiempo de duelo... de lamento... de llanto.
Mientras Jesús estaba con ellos no era tiempo de duelo sino de gozo. El Reino de Dios
había llegado y, mientras estuviera con ellos, sería un tiempo de regocijo.
Sin embargo, Él habló del tiempo que vendría cuando... el esposo... les sería quitado y
entonces vendría un tiempo de duelo... de ayuno.
El tiempo al que se refería Jesús en este versículo es ¡AHORA! El “esposo” nos ha sido
quitado. Jesús ascendió al cielo y ahora es el tiempo indicado para que la Iglesia ayune en
preparación para Su venida... para ¡el Día del Señor!
El ayuno refuerza e intensifica sus oraciones. Habrá tiempos en los cuales, aun habiendo
pasado tiempo en oración, parece como si el cielo fuera impenetrable y que usted es
incapaz de atravesarlo y recibir la respuesta que necesita. Pero cuando usted empieza a
usar su poderosa arma espiritual del ayuno... cuando usted se humilla a través del ayuno y
oración delante de Dios... usted será capaz de penetrar y proclamar la victoria.
Por Su Espíritu, Dios está llamando a Su pueblo a "Tocar trompeta en Sión, santificar
ayuno y convocar asamblea". (Joel 2:15)
"Santificar" significa "apartar para Dios". Debemos estar dispuestos a apartarnos en ayuno:
Para estar cerca de Dios...
Para consagrarnos para la obra que Él nos ha dado para hacer.
Para arrepentirnos de todo pecado y desobediencia en nuestras vidas.
El Espíritu de Dios nos está diciendo: "Convertíos a mí con todo vuestro corazón, con
ayuno, lloro y lamento. Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a
Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en
misericordia, y que se duele del castigo". (Joel 2:12-13)
El ayuno que agrada a Dios es el ayuno que empieza con la actitud de su corazón. En el
Antiguo Testamento cuando los judíos rasgaban sus vestidos, era una señal de dolor y
lamento externo. Era una costumbre para aquellos que ayunaban, y que rasgaban sus
vestidos, de vestirse de cilicio y esparcir cenizas en su cabeza como signo de duelo. Es
muy probable que su ayuno fuera motivado por sus emociones y no por un verdadero
arrepentimiento.
Dios quiere que Su pueblo actual se vuelva a Él con todo su corazón y en ayuno. El ayuno
no es solamente cuestión de no comer en un tiempo específico. Sino que implica
humillarse a sí mismo delante de Dios. Implica un sincero lamento por nuestros pecados y
un corazón arrepentido. Implica un deseo de desviarnos de nuestros propios caminos, de
cualquier actitud equivocada, de todo pensamiento de maldad, de todo deseo impuro... todo
lo que desagrada a Dios.
Mientras nos preparamos para Su venida, debemos primero fijar en nuestra mente y
corazón apartar tiempos de ayuno... en los cuales lloremos delante de Él, pidiendo que nos
revele todos los pecados en nuestras vidas, lamentando, confesando y arrepintiéndonos de
nuestros pecados.
Entonces, Dios nos llevará a una posición de ayuno y lamento por nuestros pecados, en el
cual el Espíritu nos llevará a ayunar... a llorar y clamar… por los pecados que han entrado
en la Iglesia, en nuestras comunidades, en nuestras naciones y por todo el mundo.
El ayuno es una PODEROSA arma que Dios nos ha dado capaz de cambiar la mente de
Dios. Es un arma que nos da una posición poderosa para ser oídos por Dios y prevalecer
con Él. Un tremendo ejemplo de cómo una ciudad entera fue perdonada debido al ayuno
del pueblo y de su conversión a Dios es la historia de Jonás y la ciudad de Nínive:
"Vino Palabra de Jehová por segunda vez a Jonás diciendo:
Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y proclama en ella el mensaje que yo te diré.
Y se levantó Jonás, y fue a Nínive conforme a la Palabra de Jehová. Y era Nínive ciudad
grande en extremo, de tres días de camino. Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad
camino de un día, y predicaba diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida. Y
los hombres de Nínive creyeron a Dios, y proclamaron ayuno, y se vistieron de cilicio
desde el mayor hasta el menor de ellos. Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se
levantó de su silla, se despojó de su vestido, y se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza.
E hizo proclamar y anunciar en Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo:
Hombres y animales, bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé alimento, ni
beban agua; sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y
conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos. ¿Quién sabe si
se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su ira, y no pereceremos? Y
vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que
había dicho que les haría, y no lo hizo". (Jonás 3)
Dios había pronunciado juicio sobre Nínive y Jonás, el profeta de Dios, había sido enviado
para advertirles. "¡En cuarenta días, Nínive sería destruido! " Jonás lo proclamó al entrar
en la ciudad. (versículo 4)
85
La ciudad de Nínive estaba por ser destruida. Ellos no llamaron al concilio y a sus ejércitos
a reunirse para planear una estrategia para salvarse ellos mismos. Ellos no usaron armas
carnales. Vea el versículo: "Y los hombres de Nínive creyeron a Dios y proclamaron
ayuno... "
El rey de Nínive oyó la advertencia del profeta de Dios y creyó en Dios. El se humilló a sí
mismo delante de Dios. Se levantó de su trono, se quitó su vestidura real, se vistió de
cilicio y se sentó sobre ceniza. Él proclamó ayuno en todo el territorio y ni hombres ni
animales podían comer o beber. Él dijo: " ...sino cúbranse de cilicio hombres y animales, y
clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay
en sus manos. ¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de
su ira, y no pereceremos? " (Jonás 3:8-9)
El pueblo de Nínive se arrepintió. Ellos se lamentaron y ayunaron delante de Dios y, Dios
los oyó:
"Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal
que había dicho que les haría, y no lo hizo". (Jonás 3: 1 0)
"En un instante hablaré contra pueblos y contra reinos, para arrancar y derribar, y
destruir Pero si esos pueblos se convirtieren de su maldad contra la cual hablé, yo me
arrepentiré del mal que había pensado hacerles". (Jeremías 18:7-8)
A través del ayuno, podemos ¡hacer retroceder al enemigo, cambiar el curso de la batalla y
cambiar el curso entero de una nación!
Daniel, un gran guerrero espiritual, después de estudiar las promesas que Dios le hizo a
Jeremías, se dio cuenta que el tiempo había llegado en el cual Dios regresaría a Su pueblo
del exilio a Jerusalén.
El no usó armas carnales para tratar de llevarlo a cabo. El no reunió al pueblo para planear
estrategias que obligaría a Ciro, el rey de Persia, a dejarlos ir.
El no trató de planear un medio de escape. Daniel comenzó a ayunar y a orar. El volvió
su rostro para buscar al Señor. El se vistió de cilicio y ceniza. El intercedió. El se
identificó con el pueblo y confesó sus pecados: "... hemos pecado, hemos cometido
iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus
mandamientos y de tus ordenanzas". (Daniel 9:5)
Daniel clamó a Dios por misericordia: "Oh Señor, conforme a tus actos de justicia,
apártese ahora tu ira y tu furor de sobre tu ciudad Jerusalén, tu santo monte; porque a
causa de nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son
el oprobio de todos en derredor nuestro (Daniel 9:16)
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Daniel clamó a Dios por perdón: "Oye, Señor; oh Señor, per dona; presta oído, Señor, y
hazlo; no tardes, por amor de ti mismo, Dios mío; porque tu nombre es invocado sobre tu
ciudad y sobre tu pueblo". (Daniel 9: 19)
El ayuno y la oración de Daniel ¡movieron la mano de Dios! Dios honró su ayuno y
oración. Él habló a Ciro, un rey pagano, para que Le edificara una casa en Jerusalén. Dictó
un decreto en el que asentó que Dios lo dirigió para edificarle casa en Jerusalén, y que
todos los judíos serían libres para regresar a Jerusalén y construir el Templo y que los que
hubiesen quedado, les ayudaran dándoles plata y oro, bienes y ganados, además de ofrendas
voluntarias ¡para la casa de Dios! (Esdras 1: 1- 4)
El ayuno y la oración de Daniel fueron armas poderosas en las manos de Dios en favor de
Israel.
Mire a su alrededor. Si acaso hay un tiempo en el cual el pueblo de Dios debe ayunar, ¡es
ahora!
Mire a su alrededor en su ciudad y comunidad. Los pecados de Sodoma y Gomorra no son
solamente evidentes, están pasando delante de nuestros ojos, y en algunos casos, están
siendo aceptados ¡en la Iglesia!
El asesinato de miles de bebés inocentes a través del aborto "legalizado" es un olor
pestilente ¡delante de Dios Todopoderoso!
Hoy esto es aceptado debido a que ha sido desprendido un espíritu de promiscuidad que
está pervirtiendo la mente de jovencitas y mujeres que les hace creer que pueden asesinar
bebés inocentes... su propia carne y sangre... de manera que pueden satisfacer la lascivia de
su carne.
Mire a su alrededor. La homosexualidad se está volviendo un estilo alternativo de vida.
Dios ya ha desprendido juicios sobre sus pecados a través de la enfermedad incurable del
SIDA. Pero, en lugar de arrepentirse y volverse de sus caminos de maldad, ellos buscan la
cura que les permitirá continuar en sus pecados. ¡Tengo noticias para ellos! La cura para el
SIDA no está en metodologías hechas por el hombre. La cura del SIDA está en el
arrepentimiento de sus pecados y volverse de sus malos caminos.
Viene un juicio sobre la Tierra. Se cumplirá como fue profetizado. Pero, Dios ha puesto en
nuestras manos las armas poderosas del ayuno y la oración que serán capaces de mover la
mano de Dios.
Usando estas poderosas armas, la Iglesia del Dios vivo podrá conmover naciones enteras
mientras nos preparamos para el Día del Señor, cuando Cristo regrese y los juicios vengan
sobre la Tierra. Podemos ser usados por Dios para salvar a millones de la destrucción
futura.
Como miembro de la "Fuerza de Ataque", Dios lo ha llamado a interceder... ayunar... a
ponerse en la brecha por los perdidos... en su hogar, en su comunidad, en las naciones de la
Tierra.
¿Hay situaciones en su vida donde usted debe oír la voz de Dios... en las cuales usted no
sabe qué hacer y ni siquiera sabe cómo orar? No use armas camales... ¡tome sus armas del
ayuno y la oración y úselas!
¿Está en un punto de su vida que parece que el cielo fuera de metal... que Dios lo ha
olvidado... que no ha oído su clamor? ¡Tome sus armas de ayuno y oración y úselas!
¿Siente que el enemigo lo ha rodeado... que está atacando su cuerpo, sus finanzas, su mente
y su espíritu? No se lamente. Dios le ha dado armas para atarlo y echarlo fuera. El ayuno
y la oración son las armas espirituales poderosas que Dios le ha dado y son un cien por
ciento efectivas un cien por ciento del tiempo.
No importa cuales sean las circunstancias... la necesidad en su vida, en la vida de sus seres
queridos, en su nación... ¡usted no será derrotado si toma y usa estas dos armas poderosas!