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APUNTS CLASSE 26 DE FEBRER

1. PER QUÈ ESCRIVIM HISTÒRIES?

Why do we tell stories?

Firstly, a human being is an animal that lives exclusively in a linguistic environment - in


a world built and limited by its own language. Communication is a basic process for the
construction of life in society, a mechanism for the production of sense, something which
activates dialogue, and which encourages communal life between social subjects.
Narrative is an essential mechanism to give sense to our lives and understand our
surroundings and those of everyone else. (Ricoeur, 2000; Rincón, 2006).

We use stories to live our lives symbolically and significantly. Omar Rincón writes:
“Living is to be able to write about our steps around the world, as through narration we
give significance and legitimacy to the cultural reality”.

Explaining stories, recounting our lives and, above all, telling ourselves who we are and
what we do in life, is a central task of our profession of living.

Communication demands sharing things, having the will to share, and the will to find
commonality.

The story is a structure for ordering the world and of being aware of the world.

In this sense, we are the stories that we produce for ourselves as individuals, but also as
a culture. As individuals, we build and share our stories with others and, by doing so, we
build identities and imagine symbolic spaces that help us to explain and build meaning.

Individuals need stories that help us identify structures (plot arguments) which give us
assimilable structures of meaning and interpretation of our identity and our experiences.
The story is the backbone of the human experience. Therefore, a person is not only an
explorer in search of meaning (a sense that can be discovered), but essentially a
constructor of meaning from a story (projected from inside).

Narration is a way of thinking, of understanding, of explaining. It connects us and


generates a community of feeling.

The journalistic story that comes from the field of journalism – rather of media - is
communication.

And from now on I will make a distinction between the fields of media and journalism.

A journalistic chronicle is a way of looking with a narrative style. A chronicle


communicates interpreted facts according to a way of looking and understanding the
world. It is part of individual and collective identity cognitive prerogatives and mediates
between the author and the community to which it is addressed.
2. COM COMENÇA TOT?

La pregunta
Com es traduiex la mirada en el llenguatge periodístic:
Autoria
Enfocament

La intenció i l’enfocament i la mirada:

Maria Angulo:
“Los cronistas utilizan la mirada con más intensidad que la pluma o las
teclas del ordenador. Saber qué mirar. Saber cómo mirar. Pero decir
«mirar» no es decir mucho, porque «mirar» no es ver, es pensar. Es
centrar, focalizar, encuadrar. Mirar también es escuchar, que no oír.
Poner una voz en off para hacer oír la de los verdaderos protagonistas.
Mirar es atender a los lados sin perder de vista el frente. Prever el futuro
y echar un vistazo atrás de vez en cuando. Mirar es documentarse y
reportar, adentrándose en las vidas ajenas a través de zoom in y realizar
panorámicas desde la distancia mediante zoom out. [...] Mirar no es
despreciar los tiempos: pasado, presente y futuro. Mirar es traducir. Es
percibir los espacios, atender al ángulo muerto, al fuera de campo, a lo
liminal, a la fisura. Mirar es contar con estas variables
espaciotemporales, cuando parece que la ceguera cotidiana se ha
generalizado por saturación informativa. (Angulo, 2013:7)

3. 13 punts de la Leila Guerriero:


1. Toma recursos de la ficción para contar una historia real y monta una arquitectura tan
atractiva como la de una buena novela.
2. Se construye sobre el arte de mirar.
3. Es lo opuesto a la objetividad. Es una mirada, una visión del mundo, una subjetividad
honesta.
4. Toda pieza de periodismo es una edición de la realidad.
5. Para ver no solo hay que estar: para ver, hay que volverse invisible.. Solo
permaneciendo se conoce, y solo conociendo se comprende, y solo comprendiendo se
empieza a ver. Y solo cuando se empieza a ver, se puede contar.
6. En esta nueva forma de periodismo la unidad de trabajo no es ya el dato, sino la
escena.
7. Hay que tener algo para decir.
8. Hay que conocer la realidad que se va a narrar. Saber de qué se habla.
9. Hay que descubrir cuál es la mejor forma de contar la historia.
10. Es instrumento para pensar, crear, ayudar. El periodista escribe para producir un
efecto.
11. Escribir sobre gente común, en circunstancias absolutamente extraordinarias y gente
extraordinaria en circunstancias comunes.
12. La clave del periodismo narrativo reside en que, hablándonos de otros, nos habla de
nosotros mismos.
13. De todos los recursos de la ficción que el periodismo puede usar, hay uno que le está
vedado: el recurso de inventar.

4. EXEMPLES QUE HEM VIST A LA CLASSE

Face to Face: Berger


Primera part:
https://www.youtube.com/watch?v=ffgp8tPMbXM

Temes que cal treballar:


Temps
Com introdueix el desplaçament com a tema, origen, no li respon, se’n va al llibre que
està preparant i se’n va cap a la racionalitat, i va a lo personal, el fet que els seus amics
són exilats o migrants,
Relació entre l’escriptor i el que el que escric.
Se’n va als Alps i el porta al seu propi displacement
Ets un d’ells? O un observador? Estàs dislocated?

(No ho vam veure a classe, però és interessant)


Concepte d’intimitat,
Quan la pintura no et dóna suficient, apropa-t’hi...què portes de tornada, com el relates.
Going in: de qui escrivim?
L’escola, escoltar no només les paraules, escoltar què són.
El pas del temps
Com el porta a la infància, a la seva infància i a la seva biografia.
Retorn al moviment, al displacement.

Quan tenc alguna cosa a dir, es publica.


L’ajuda per canviar de tema, un exercici d’escolta (minut 13)

4. Amb quines eines?

Etnografia: observació, entrevistes, notes de camp

Procés de reflexió de segon ordre a l’entorn dels privilegis propis

Narració

Estructura

Fil narratiu

Escena

- de l’anècdota a la categoria
- la descripció

- el detall

- les altres, les veus

El temps, l’espai, l’acció, un balanç entre narració i subjectivitat, la veu personal, el


punt de vista narratiu

5. EXEMPLES I IDENTIFICAR ELS ELEMENTS ANTERIORS.

Un terrorista: Él observa
La bomba explotará en el bar a las trece veinte.
Ahora apenas son las trece y dieciséis.
Algunos todavía tendrán tiempo de salir.
Otros de entrar.
El terrorista ya se ha situado al otro lado de la calle.
Esa distancia lo protege de cualquier mal
y se ve como en el cine:
Una mujer con una cazadora amarilla: ella entra.
Un hombre con unas gafas oscuras: él sale.
Unos chicos con vaqueros: ellos está hablando.
Trece diecisiete y cuatro segundos.
Ese más abajo tiene suerte y sube a una moto,
y ese más alto entra.
Trece diecisiete y cuarenta segundos.
Una niña: ella va andando con una cinta verde en el pelo.
Sólo que de repente ese autobús la tapa.
Trece dieciocho.
Ya no está la niña.
Habrá sido tan tonta como para entrar, o no,
eso ya se verá cuando vayan sacando.
Trece diecinueve.
Y ahora como que no entra nadie.
En vez de entrar aún hay un gordo calvo que sale.
Pero parece que busca algo en sus bolsillos y
a las trece veinte menos diez segundos
vuelve a buscar sus miserables guantes.
Son las trece veinte.
Qué lento pasa el tiempo.
Parece que ya.
Todavía no.
Sí, ahora.
Una bomba: la bomba explota.
Un gato en un piso vacío
Morir, eso no se le hace a un gato.
Porque qué puede hacer un gato
en un piso vacío.
Trepar por las paredes.
Restregarse entre los muebles.
Parece que nada ha cambiado
y, sin embargo, ha cambiado.
Que nada se ha movido,
pero está descolocado.
Y por la noche la lámpara ya no se enciende.
Se oyen pasos en la escalera,
pero no son ésos.
La mano que pone el pescado en el plato
tampoco es aquella que lo ponía.
Hay algo aquí que no empieza
a la hora de siempre.
Hay algo que no ocurre
como debería.
Aquí había alguien que estaba y estaba,
que de repente se fue
e insistentemente no está.
Se ha buscado en todos los armarios.
Se ha recorrido la estantería.
Se ha husmeado debajo de la alfombra y se ha mirado.
Incluso se ha roto la prohibición
y se han desparramado los papeles.
Qué más se puede hacer.
Dormir y esperar.
Ya verá cuando regrese,
ya verá cuando aparezca.
Se va a enterar
de que eso no se le puede hacer a un gato.
Irá hacia él
como si no quisiera,
despacito,
con las patas muy ofendidas.
Y nada de saltos ni maullidos al principio.

LA CIUDAD DEL CRIMEN


CHARLES BOWDEN
“Estoy mirándola en su celda, en el asilo. Un pequeño colchón lo ocupa todo, y al lado
hay un recipiente amarillo de veinte litros para el producto de las micciones y las
defecaciones. Las paredes son de baldosas blancas, porque los pacientes como Miss
Sinaloa tienden a pintar las superficies con sus propias heces. La puerta es de metal
sólido con una pequeña ranura para que las Miss Sinaloa del mundo no puedan arrojar
sus heces al personal. Mantas de cuadros cubren los colchones”.
“Esa fue su casa durante al menos dos meses. Nadie podía visitarla. Deliraba, estaba
muy enojada. En parte fue encerrada para protegerla de otros pacientes que deseaban su
piel clara y su belleza. Y en parte, porque en cualquier momento podía volverse loca.

“Estaba calva. El personal había tenido que cortar su hermosa cabellera porque
constituía un riesgo. Hay pacientes que tienen tendencia a estrangular a las personas con
su propio cabello.”

EL PLAYÓN
ALMA GUILLERMO PRIETO
El Playón, El Salvador. Los zopilotes están cebados. Su color es el mismo de la
explanada de roca volcánica gris y negra que se extiende a lo largo de veinticinco
kilómetros a espaldas del volcán San Salvador, el centinela que cuida de la capital de El
Salvador.

A primera vista, parece como si las rocas estuvieran vivas y aletearan y se tropezaran en
bandadas sobre la basura humeante y las botellas rotas. Pero son zopilotes y están
atareados limpiando otro esqueleto. Y esto es El Playón, un campo de lava atravesado
por una carretera principal flanqueada de basura por ambos lados. Como muchos otros
vertederos, El Playón se convirtió hace poco —nadie sabe con certeza cuándo— en un
tiradero clandestino de cadáveres. Pero la extensión del lugar lo hace único. Hay tantos
cuerpos —varias docenas, quizá un centenar— que ya nadie se molesta en recogerlos.

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