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Capitulo 3 Afectos y regulacién afectiva. Un desafio bifronte en la primera infancia Inés Vardy | Clara R. Schejtman Introduccién El estudio de los afectos -y la posibilidad o no de su regulacién~ est inequi- vocamente ligado a la estructuracién del psiquismo y es un tema polémico en el psicoanzlisis actual. Al mismo tiempo, despierta notable interés en otras dis. ciplinas relativas a la comprensién del ser humano, como la filosofia,psicologia evolutiva, psiquiatria y neurociencias. El primer desafio del infante es lograr la regulacién de sus estados fisio- légicos y emocionales: sueiio-vigilia, digestién, respiracién, funcién cardiaca, inrtabilidad, soledad, necesidad de apaciguamiento, etc. Si bien estos procesos se producen via la actividad de las estructuras profundas del cerebro, existe consenso desde las diferentes disciplinas mencionadas de que dicha regulacién ocurre en el interior de un vinculo fundacional con un adulto. El lugar del otro humano en la constitucidn psiquica ha sido central en los desatrollos tedricos de la psicologia y el psicoanalisis desde todas las escuelas. Desde el psicoanaliss, conceptos tales como desvalimiento, apuntalamiento, experiencia de satisfac. cién, funcién de réverie, holding, angustia automitica, y desde el campo de la investigacién en interacciones tempranas, con los conceptos de regulacién mut tua, conciencia diddica y reguladores ocultos, proponen que es a partir de la relacién con otro humano que el infante va logrando la autorregulacidn tanto fisioldgica como emocional. Dio Bleichmar (2005) remarca que los procesos de regulacién emocional entre el infante y su madre pueden generar estados de plenitud corporal, de sosiego de la ansiedad, de placer sensual, de actividad atencional, 0 por el con- ¥ Inés Vary 1 OH Sg, 54 — ‘edos, estados de malestar corporal, de excitabilidad y tensigy desconexién cognitiva, entre otros. estos estas confoman ep vvas (las expectativas son huellas mnémicas, cones any el contacto con la persona que ¢jet ce los euidados que configuran la esp, i is e constituyen como estado; dad y el reconocimiento de la misma, ¥ s ry fect, fFundantes del psiquismo. Afectos y regulacién a Ja regulacién afectiva fue fectiva no son coneeptos complementaros, s ,, definida como la capacidad de controlar y mogyst nuestasrespestasafectivas, ceemos qu justamente Pore st produ, se juega en el interior de los vinculos peimarios abat uae lejidad y he terogeneidad dificil de cercar. En este capitulo, expo 0s algunos ent, cruzamientos acerca de esta tematica que surgieron a partir de la revisin ge ddiversos autores y de los resultados de nuestras propias investigaciones sain. cl tema ~datos presentados en el capitulo 4-- Regulacién Afectiva y el campo de la Filosofia La palabra afecto fue tomada por el psicoandlisis de la terminologia psicols. gica alemana, Desde el campo filosico, Ferrater Mora (1994) define vafeco, en el sentido de afectio 0 afeccién, como el resultado de la influencia de ung «impresién» sobre la mente y por lo tanto, una forma de «excitacién. En la tradicion filosdfica y en la tradicién psicolégica se ha considerado a afeeto de dos modos: Idealmente integrado con la cognicién o independiente de la cognicién, ‘opuesto y fuera del control del pensamiento racional. En este sentido, la f- losofia occidental, al ubicar la racionalidad como el ideal que guia la accién, ‘minimizé la importancia de los afectos. El debate entre aristotélicos y estoicos merodea la historia de eémo pensar Jos afectos. éPueden los afectos ser cultivados? dLe dan los afectos sentido a la vida humana? éSon los afectos indispensables para nuestra manera de imaginar el desarrollo 0, por el contrario, son fuerzas primitivas peligrosas para nuestio bienestar? Para Aristételes los afectos eran fundamentales para la prosecucién y el lo gro de una vida buena y feliz. El consideraba a los afectos como creencias, debido a que ellos brindaban juicios del mundo que podian ser justificados 0 ‘no, Los afeetos en si mismos no eran ni peligrosos ni opuestos a la razdn. En su visién, s6lo se volvian peligrosos si nuestro cardcter era muy débil como para contrarrestarlos o moderarlos. Por otra parte, no negaba que pudieran volverse excesivos, Fonagy, Gergely, Jurist & Target (2002) consideran que Aristételes es el pri- mer filésofo a quien es justo adjudicarle una teoria sobre la regulacicn afectiva, ya que él proponia cultivar el cardcter con el fin de ser capaces de discernit cémo actuar de modo tal de ubicar los afectos bajo nuestro control. Particular mente, enfatizaba que el placer estaba integralmente conectado con la expe ‘Mectos y requlacion afectva, Un desafiobiftonte. de su punto de vista, los afect in mds alls del control y necesariamer a ‘0s estaba ‘te eludian su posibilidad de ser cultivados. ue nos Hevaban por mal camino. Sugerian distan- ciarse del afecto, procurar actuar sobre la base tniea de la racionalidad, y asi, descartar su fuerza y lograr la autosuficiencia por virtud de la cual se era capa de prosperar. El punto de vista estoico ha tenido influencia dominante en la historia de la filosofia. Esto es particularmente impactante porque se considera a lairraciona. lidad como resultado dela racionalidad, en lugar de adjudicarle un significado por derecho propio. Mas aun, los filésofos estoicos han tenido una significat. va influencia en el pensamiento cristiano temprano en el cual los afectos y el cuerpo son retratados en términos negativos, Fonagy et al. (2002) sostienen que hay que ser cautelosos antes de concluir que los paradigmas de las concepciones de aristotélicos y estoicos son mutua- mente excluyentes. Este autor encuentra en Spinoza un enlace de diferentes aspectos de ambos patadigmas. Spinoza se vio influenciado por la revolucién cartesiana y particularmente atraido por el objetivo de abordar la filosofia en una forma mas cientifica, Partié del dualismo de Descartes y cuenta con el méri- to de retratar a los afectos como sensaciones que estan tanto en el cuerpo como en la mente. De hecho, el énfasis que Spinoza pone en los afectos y el cuerpo inaugura una importante y nueva direccién que anticipa la psicologia, més alld de la concepcién aristotélica de los afectos como creencias. El insiste en que la experiencia del cuerpo es directamente accesible para la mente y ademas, a raiz de la fuerte influencia estoica acerca de los afectos como falsos juicios, sugiere intentar resistirse a actuar sobre ellos, y aceptar que eluden nuestro control. Sin embargo, argumenta que no se deben rechazar los afectos y que debe usarse la raz6n para corregirlos, sin menospreciarlos. Nuestra autocomprensién mejora, segiin él, al comprender nuestros afectos. La riqueza que apottan los afectos a nuestra vida, segtin Spinoza, confluye con el deseo aristotélico de integrar sentimiento y razén. Seria imposible, en consecuencia, ubicar de modo nitido 4 Spinoza en el campo aristotélico o en el campo estoico; al tiempo que las complejiza, este fildsofo sintetiza ambas posturas. Si bien la tendencia de muchos fildsofos ha predicado el dominio de la razén sobre los afectos y las emociones, nunca han llegado a postular su supresién completa. «, frente a los embates del ello, de 5, peryé y de la realidad exterior (Freud, 1923). : ' Es a partir de la segunda tépica freudiana que se desarroll6 la nocién de ye, sgulacién afectiva como la capacidad de controlar y modular nuestras respues,, afectivas, en estudio desde hace afios por psicoanalistas ¢ investigadores. Traby jos actuales exploran los afectos, su cualidad de regulacién durante la infangi, yy su relacién con la psicopatologia (Fonagy et al., 2002; Gergely, 1995). Recientemente, Hugo Bleichmar (2004, 2007) se ocupé de la regulacign cemocional en la relacién sujeto-objeto. Propone categorias que describen dig tintos subtipos de objetos de acuerdo a sus funciones para el sujeto, segin Jag necesidades que estos objetos satisfacen para los distintos sistemas motivacio, nales, Este autor enfatiza diferentes funciones de los objetos: satisfaccién de las necesidades de regulacién psicobiol6gicas, reduccién de la ansiedad, neces. dades narcisisticas de sostenimiento de la autoestima, vitalidad y organizacign mental, entre otras. ‘Creemos que estas funciones del objeto tienen un papel preponderante en el establecimiento de una sensacién de bienestar, necesario para que el sujeto en constitucién neutralice los efectos del desvalimiento originario propios de la prematuracién. H. Bleichmar agrega que frente a la pérdida de objetos se produce una aso. ciacidn de las funciones originarias ligadas a ellos que puede activar sentimien- tos de desvalimiento y desesperanza puestos en juego en los procesos de duelo, Desde otra perspectiva, diversos autores del campo del psicoandlisis fran. 6s trabajaron sobre los afectos, cuestionando la posibilidad de regulacién de Jos mismos debido a la irreductibilidad de las pulsiones. André Green (1993) plantea que es el interjuego entre placer-displacer en el proceso primario de aproximacién al mundo el que permite desarrollar progresivamente herramien tas psiquicas que harian las veces de prolongaciones artificiales de los sentidos, capaces de influir en la organizacién perceptiva que, al comienzo, es biol6gica, Green (2005) considera que atribuir demasiada importancia al control regula torio del yo oscurece el poder del inconsciente para generar afectos, Este autor ‘se opone a la importacién de conceptos de la biologia y de la teoria evolutiva basados en la observacidn empirica porque considera la observacién como una simplificacién que se aleja del método psicoanalitico, cuya base de sustentacién es la reconstruccién de lo profundo y una hermenéutica del arte de interpretar como acceso a la verdad del inconsciente. Peskin -en el capitulo 9 de este volumen- plantea que la posicién freudo- lacaniana se caracteriza por considerar la ausencia de programa instintivo para la evolucién natural en el humano, Propone que la constitucién subjetiva parte de un otro maternante portador de significantes que realiza una suplencia sim- bolica frente a la prematuracién e inmadurez del infans. El infans recibe con el amamantamiento significantes ordenados ya de cierto modo que también incluyen vacios, burbujas y equivocos. om afectiva, Un desafobiftonte st Aaplanche (1981) que se corre el riesgo de crear una fal- 0 Entre el nifio mitico, atravesado por el significante y reconstruido através del psicoandlisis servacién posee un mi ga, motricidad, memoy ciones interoceptivas, estd en la base de las cimiento de las mism; nimo de autonomia de percepcién, umbrales de descar- ria sensorial, experiencias de estacos corporales, percep Propioceptivas, afectos, ete. Esta dferenciacién primaria experiencias de placer y displacer del infante, y el recono- 1s por el ambiente cuidador llevard a ajustes y desajustes iente, no se trata de un puro narci- ue existe una superposicién entre esas experiencias , Por el lactante y el recubrimiento narcisista producto de la bidireccionalidad en el intercambio libidinal entre la madre y el bebé. En la linea del recubrimiento natcisista materno, Silvia Bleichmar (1999) denominé narcisismo trasvasante al investimiento libidinal que la madre ins- cribe en el infans a través del apuntalamiento autoconservacidn-sexualidad. A partir de la lactancia se produce el plus de placer que no se reduce a lo auto- conservative y que da lugar a la irrupcién de lo psiquico en lo biolégico. Los cuidados parentales hacia el nifio lo mantienen vivo y aportan a la unificacién narcisista, al mismo tiempo que se ligan al inconsciente y ala sexualidad repr mida maternas, y ponen en circulacién contenidos del orden de la imaginacién y la fantasia. S. Bleichmar sigue en este punto el rescate de la teoria de la se- duccién freudiana que Produjo Jean Laplanche. Este autor denomind mensajes enigméticos a los contenidos sexuales inconscientes ignorados por la madre misma a consecuencia del sepultamiento de su propia sexualidad infantil. §. Bleichmar agrega que a través de los cuidados primarios, la madre implanta lo pulsional disruptivo, al mismo tiempo que liga el remanente excitatotio A partir de nuestro trabajo de investigacién basado en la observacién deta- llada de interacciones tempranas proponemos algunos puentes con la concep- tualizacién freudiana, En los primeros tiempos, el empuje pulsional que viene del interior del cuer- po por el displacer que produce la presién de la necesidad y de las funciones fisiolégicas, por un lado, y, por otro, de los estimulos exteriores permanente- mente heterogéneos a la capacidad de metabolizacién, ponen al nifio a merced del otro adulto auxiliador. La regulacién afectiva puede corresponderse con el planteo freudiano del principio de constancia y de la potencialidad traumética que los afectos hipertroficos no ligados poseen para el psiquismo. El quantum de afecto que desborda la capacidad representacional tiene efi- cacia traumética poniendo en peligro la continuidad psiquica. El exceso de afec- t0 es potencialmente traumatico, si el yo no logra constituirse como conjunto de tepresentaciones investidas ibidinalmente cuya trama retiene representaciones sensoriales tinicas vividas _Inés Vardy | Clara R. Schejtman iando el pasaje dey cexcitaciones diac prop gn va guland> Teepcion antecedentes del pensaminy re alucinacion Y Pr ge afecto no ligado estéfuertemente quae a funcidn parental: Los padres como isminucién del afecto negativo y en la El ajuste interactivo permanente de ibe la irrupcién de al secund e inl proceso primario al se El yo en constituci rior y exterior y ent yla simbolizacién. El _ relacionado a los modos de ee agentes reguladores cooperarih en ia dis as necesidades homeostats jon de bienestar en momentos d. i Jimiento de una sensaci if pio del places Es “ralizar tos efectos del desvalimienty Ja constitucion {quica contribuye @ net i nario ci ae premacuracion. Green 4993) plantea ot constitu. oe ara que el infante cidn de un niicleo de pla para Pueda 1 devenir del Pe purificado es condicion i lo desagradable. a ie toerarposterirmente re durante el primer ato de vida es crucial pa. 7 sntaciones, y se constituyan el si bien la funt i i Tigando afecto y repress ‘ rae i fos afectos en su cardcter de expre- ias psiqui ue I Ins instancias psiquicas, sabemos 1 ; ye pulsional dejaran un resto Mo Tegulado y no regulable. La funcin parental cumy fs tuna doble funcién: de implantacién de lo pulsional a través de la ubica- conde! hijo en Ia economia narcisist- idinal, y de regulacién de los afectos “gud e, Estas funciones estarin de excitacién en el infant ¥ ligazén de las cantidades el in uertemente atravesadas pot la suplencia simbélica que ofrecen los padtes y por el posicionamiento del nifio en el deseo inconsciente y en la fantasmatica parental. Podemos gulados y no liga ‘eno representabl pueden relacionarse con suencia de afectos negativos no re- rr a excesiva, puede producirse una impronta de inseripeién eos sus consecuencias para la psicopatologia, Estas ideas Tp conceptualizacién de autores que plantean un es- pera diferenciado de las inscripciones temprana previo a la constitucién del racaientey al proceso primari. Segin el modelo de aparato psiquico («Car- srespe Feud, 1896), los signos perceptivas son las Primes transcripciones de Ins percepciones, no susceptbles de conciencia y articuladas seguin una asocia- cin por contigaidad. Las sucesivas retranscripciones al sistema inconsciente y Juyendo la asociacién entre represen- preconsciente complejizarin la rama inc eonesy la resignificacin. «Cada reescrtura posterior inhibe a la anterior y reaia de ella el proceso excitatorio». Sin embargo, las retranscripciones no son fompletas y dejan un resto que sigue funcionando segin las leyes del perio- do psiquico previo. Las primeras inscripeiones en el psiquismo constituyen un niicle prerrepresentativo que funciona por la leyes «anacrSnicas» de la descar ga, potencialmente pasible de ser activado trauméticamente. Diversos autores trabajaron la problemtica del trauma temprano en psicoandlisis, y aportaron sutiles descripciones de estas primeras inscripciones, como lo originario y el pie tograma (Aulagnier, 1975), huellas mnémicas ingobernables (Marucco, 1998) 6 lo arcaico y originario (S. Bleichmar, 1993). inferir que sila intensidad y free afectosy regulacin afectiva, Un desafobifronte Mectesy ee ecenstectiva. Un desafio bifronte,.. — Sas aes TemPos cronolégicos en la estructuracién del ta del tiempo cronolé; 7 Sarre igico, todo infante des- valido atraviesa esta indiscriminacién yo-no yo, interiorerrerion en su cons- ah el dei dade a ee se glen el entramado represerac U82" I consttucin del yoy producendo consciente, Siestsinseripciones dearon un orang ute lin ¢ res dejaron un quantum excesivo de excitacién no ligado «representable», el sujeto puede verse potencialmente més vulnerable a resignificaciones que devengan en desencadenamientos psicopatologicos. Resumiendo, Ia regulacién afectiva en el primer afto de vida puede pen- sarse a partir de dos lineas que se superponen: una ligada a la relacidn vital interactiva bidireccional de regulacién reciproca, donde la madre percibe la sensorialidad singular innata del bebé y actia en consecuencia, suplementando {a inmadurez y desorganizacién del infante y produciendo una homeostasis, y otra linea asimétrica ligada al trasvasamiento narcisista parental y a la implan- tacién de lo pulsional, donde hay una madre seductora, libidinizadora, desvia- dora y al mismo tiempo portadora de la funcién simbdlica a partir de la cual se van a construir los fantasmas singulares del origen. La capacidad materna para leer los mensajes interactivos del nifio es inseparable de su organizacién fan- tasmatica inconsciente, pero también ~y no menos habitual los desérdenes de egulaci6n innatos de algunos bebés pueden dificultar la ardua tarea materna para el logro de la homeostasis y activar fantasmas de rechazo, obstruyendo la capacidad empatica materna de explorar el cuerpo y las reacciones singulares de «su bebé. Vemos aqui un puente entre los aportes de la observacién temprana de in- teracciones y la concepcién psicoanalitica. La regulacién afectiva se da en el interior de un vinculo diddico y ayuda al infante a tramitar la intensidad de estimulos internos y externos, inhibir las intensidades excesivas potencialmen- te traumaticas para el precario aparato psiquico en constitucién y discriminar la proveniencia de los estimulos. Asi se ird constituyendo la trama yoica re- presentacional que facilitar la metabolizacién de una cantidad creciente de informacién y la apertura a nuevos y mas complejos estimulos Frustraciones y desencuentros excesivos en el pasaje de la regulacién did- dica a la autorregulacién pueden producir una retraccién defensiva, que leva al nifio a cerrarse frente a nuevos estimulos como salvaguarda narcisista de autosostén frente a la amenaza de la angustia automatica y del desvalimiento. Es en este punto donde planteamos que una clinica psicoanalitica de la pri- ‘mera infancia puede enriquecerse con los nuevos conocimientos aportados por ™ Ia investigacién observacional acerca de los desajustesregulatorios in ya partir de alli trabajar con Jos fantasmas parentales que pueden eg.) 2 ulizando la capacidad parental para lograr ritmos regulatorios satsfeq factrin acién y Autoerotismo Autorregul contramos resultados que permiten in ftir ap, En nuestra investigacion en' raph nas earacteristcas del pasaje de la regulacion diica alo autoregusy, sal inferencas se producen a partir del microg, t* lis is vva logrando el infante. de los videos de intera’ Proponemos en ese capi autorregulacién y Ia coneepd Ins en presencia de otro», ent I cestructurantes del psiquismo- i El autoerotismo puede definirse como la satisfaccién in situ de tna pa ne del everpo en el lugar mismo donde la excitacidn se produce. Se caractrs por ef placer de érgano y la satisfaccién fragmentads, y se agota ali done vite, sin objeto excerior (Laplanche & Pontalis, 1971). La cualidad, cantidag , nace He las primers interaciones llevan @ la discriminaciOn placer-displane Este movimiento queda registrado como autoengendramiento ilusorio, ‘sin embargo Freud (1905), en «Tres ensayos de teoria sexual», bascula entre considera al autoerotismo como parte del reservar pulsional innato alrededor de las zonas erdgenas y plantear que © Ia madre con sus cuidados sobre e| Cuerpo del bebé quien abre las zonas eregenas Es decir, si bien existe una del cuerpo para la erogenizacién, es 3 preeonstiucion originaria de es zon0s Pras del intercambio con el otro humano seductor sexualizante que estas teats fel cuerpo se erogenizan a partir de ali drenan libido a fos objetas exteriores. erire® -rotsmo se organiza a partir del encuentro con el oto La sais Inceidn de in necesidad autoconservativa por una madre deseante produce tact T exctaién que no se descarga solo con la satsfaccién del hanbr. is de autoapaciguamiento oral como §. Bleichmar (1993) describe las conducta ‘qutoerotismo que cumple la funcién de ligazén organizado instituyentes del vie ln excitacion sobrante. De este modo, en el autoerotismo s¢ inscribe un eto fantasmtico ligado a Jos restos del objeto con el ‘cual se obtiene la sa oie gn, La bisqueda de placer autoerdtico estéligada a un placer vido aac memorado, De aqui que autoerotismo y fantasma tengan una funcion estructurante y ligadora en el psiquismo. ‘Creemos que estas ideas pueden artcularse con nuestros desarrllos es to dela rlacdn entre [a vivencia de autorregulacién, Ia disminucion de lar vo de exetacion y el autoerotismo, 0 sea, los modos de autoapaciguasniie {ue va encontrando el bebé, acompafiados por una presencia libidinizadora de la madre. El infante va desarrollando recursos propios de autorregulacion 4 partir de la relacién con el otro que oferta el pecho, el chupete, la catici, een cara a cara madre-bebé a Tos 6 meses d alo la existencia de una relacién significativa eat jon winnicottiana de «la capacidad de jet) la autorregulacion y el autoerotismy gy, mg ase el capitulo 4 ee ‘Actos regulacién afectiva, Un desafio bit ronte... 65 el acunamiento, la voz, el Le transicional), etc, La ilusin ba A pattir de estos co tivo en psicoanalisis», «El trauma negativor es nceptos, Green (1979) desarrolla la nocién de «lo nega- aquello que no se hizo por deficiencia materna. 1a fllaen Ia relacién diddica primaria puede levar a que el nif -y luego el adulto~ sienta mas real la brecha que marca la ruptura en el vinculo con los ottos que la existencia positiva de éstos (Pelento, 1985). Green (1979) denominé trabajo de «lo negativor, sindrome de la «madre muerta> 0 «depresién blanca» a los efectos de desinvestidura parcial sobre 4a psique del hijo, a consecuencia de una depresién materna que transformé brutalmente el objeto vivo, fuente de vitalidad del hijo, en una figura lejana desafectivizada, y que gravita sobre el destino libidinal, objetal y narcisista del siujeto durante toda la vida, El cardcter estructurante de la relacién entre autorregulacién. y autoerotis- ‘mo puede observarse en las manifestaciones de los infantes frente a la depre- sidn materna. Las investigaciones sobre los efectos de la depresin materna en la estructuracién psiquica de los infantes mostraron que en ellos, cuando la respuesta de la madre es defictaria, ya sea por su falta de vitalidad o porque es excesiva o intrusiva, en lugar de autorregulacién se produce retraimiento (Tronick & Gianino, 1986). Sila representacién de la ausencia de la madre se efectia sobre el fondo de su pérdida, el sujeto no podré desarrollar la capacidad de estar a solas en pre- sencia de otro; paradoja que, segtin Winnicott, debe ser respetada y no resuelta. Si el ambiente falla en el acompaiiamiento del pasaje de la regulacién diddica la autorregulacién, puede producirse retraimiento y una retraccién libidinal Aunque el periodo de retraimiento materno sea corto, la ruptura de la inter. subjetividad puede evar a un retraimiento en el bebé. La retraccién libidinal interrumpe la intensidad del proceso de investimiento del mundo que se mani- fiesta en la curiosidad, la biisqueda de estimulos yl deseo del nifio de dominar su cuerpo y su entorno a partir del desarrollo de sus capacidades cognitivas y sociales. De aqui la importancia clinica de diferenciar autorregulacién de retrai miento. La respuesta deficitaria de la madre a las iniciativas del bebé altera el proceso de regulacién mutua y constituye una fractura en la intersubjetividad. ‘Tronick y Weinberg (1997) describen por lo menos dos patrones interacti- vos que pueden alterar el proceso regulador: retraccién e intrusién, Los bebés de madres retraidas, a largo plazo, se auto-calman y se retraen para lidiar con su estado. El éxito logrado en estabilizar su estado afectivo se emplea automa ticamente y se vuelve defensivo. El exceso de estimulacién ofrecido, a veces ansiosamente, excede Ia capacidad regulatoria lograda por el bebé a diferentes Ceci as mitt Sort Carns ~ tng edades y se convierte en negativo. Los nifios de las madres hostijes ie ho pueden reparar la inceraccién porque Ia madre constantemenge etividades del nifo. Estos bebés al principio se enojan y se alejan ye Sin embargo, a diferencia de los nifios con madres retraidas, esta, es re pueden tener éxito en limitar la intrusividad materna. Finalmente, my éstos nifios internalizan un estilo para manejarse, enojoso y protectoy tS de mmplea defensivamente,anticipéndose ala intrusividad materna, "es En trabajos anteriores describimos los efectos en el psiquismo de» la depresién materna (Schejtman, 2004), y los trastornos de la alimentacigy, el primer aiio de vida, pro n 2006). Requlacién afectiva, una perspectiva en la cinica de ta primera infancia Segiin deseribimos previamente, los bebés nacen con capacidades regy torias incipientes inmaduras, limitadas y mal coordinadas. La desorganizac de las actividades de los bebés proviene tanto del interior del cuerpo -eaian psicoldgicos internos, como el hambre y el afecto sin control- como de op, thculos externos, Sin embargo, esta desorganizacién no hace que experiment, emociones negativas en forma constante y esto es debido a que son parte 4, tin sistema de comunicacién afectiva bidireccional dentro del cual los padre, Nias veto de fallas en el vinculo primario (gygo8® an, suplementan la inmadurez del infante. £1 estudio de los patrones de regulacién observados en las primeras interac. ciones ha aportado conocimientos acerca de las sutiles diferencias individiuales centre los bebés y ha generado nuevos recursos para la deteccién, evaluacién ¢ intervencién temprana en desérdenes ligados a la regulacién afectiva en los primeros aiios de vida. Greenspan (1989) encontré que dificultades en el pro cesamiento de las sensaciones que provienen del influjo exterior o las dificult des en el plan motor de exteriorizacién, comprometen la habilidad del infante para negociar y responder al ambiente cuidador. Los desérdenes regulatorios tempranos se manifiestan en dificultades para equilibrar y controlar condue- tas ligadas al suefio, la alimentacién, el apaciguamiento, la irritabilidad aguda y las dificultades de consolabilidad, entre otros. La reactividad ante estimulos tanto sonoros y visuales como tactiles puede producir una reaccién desmedida de disconfort, por ejemplo, cuando el bebé es desvestido y manipulado para el cambio de pafales, Greenspan y Wieder (2006) reportan un estudio longitudinal en el cual en: contraron que las diferencias observadas en bebés de 8 meses, en los rangos de regulacién suefio-vigilia, alimentacién, autoapaciguamiento, atencién, reactivi- dad sensorial y desarrollo motor, persistieron -en un estudio de seguimiento- tanto a los 18 meses como a los 4 afios. Bebés que en las etapas tempranas habian mostrado dificultades en el logro de la regulacién diddica y la aurorre- gulacién presentaban una frecuencia mayor de dificultades de aprendizaje ¥ adaptacién a los 4 afios que los nifios que no habjan presentado dificultades en itmos regulatorios. el logro de los Afectos y regulacién afectiva, Un desafo bifront especialistas en interacciones tempranas y autores cl impacto que los aspectos inconscientes de los de constitucién subjetiva del nifo. psicoanaliticos que resaltan padres tienen en los tiempos Todo lo expuesto fortalece nuestra propuesta de alertara los profesionales que se ocupan de la primera infancia acerca de la necesidad de incluir inter. venciones tempranas con infantes y familias frente a ajustes y desajustes en el logro de la regulacién afectiva. Ei psicoandlisis y los estudios interavcionales brindan recursos ricos para adecuar la tarea terapéutica ala especificidad de es. {as consultas, Tramos breves de psicoterapia de padres e hijos rompen circuitos de malestar en la crianza y pueden colaborar mientos que podrian limitar la apertura del nin de creciente complejidad y heterogeneidad. Proponemos que una clinica de la primera infancia inctuya un sutil diagnés- tico que contenga la evaluacién de: a evitar retracciones y enquista- 10 a estimulos internos y externos = Consulta pedistrica para detectar posibles desérdenes orgénicos. = Evolucién de los patrones de regulacién a partir del nacimiento; reac- tividad ante estimulos, sueio, alimentacién, expresividad, irritabilidad, consolabilidad, logro de ritmos cotidianos, etc. = Regulacién diddica y recursos de autorregulacién en el vinculo diddico. Estrategias de regulacién de los padres, uso de chupete, juguetes, objetos transicionales. = Aspectos intrapsiquicos de cada uno de los padres, su estado emocional, constitucidn fantasmatica, discurso acerca del hijo, posicién del hijo en el deseo de la pareja parental, la transmisién transgenetacional del trauma, y el peso sobre la descendencia de la historia inconsciente parental; posi. ionamiento de los padres como agentes de regulacién y de transmisién de cultura. = Aspectos intrapsiquicos del nifio, tiempos de maduracién y desarrollo evo- lutivo, reactividad sensorial y tiempos de constitucién psiquica, = Aspectos intersubjetivos observados en Ia consulta, el momento a mo- mento de la interaccién, bidireccionalidad y circulacién e interpretacién de mensajes entre el nifio y los padres. * Interjuego de transferencias y contratransferencia entre el nifio, cada uno de los padres y el analista Inés Vardy | Clara R, Se SER Shit, Ey los primeros momentos de cianza I los padres en los Pri n com ediatra ales y comunitarios, Peat y rofesiqn fe infantes, ete «= Red de contencién de ks milia ampliada, agentes afnes, guarderias, jardines 4 sntacién clinica oe de los nifios que habia paricipado en el a investigacigy oy au Hage 2as yO mests de edad Dor inden teniendo 6 meses Oita ante un profesional ‘clinic del equipo de invest del pedir a ln const celadesen el mancio cota, berinchs pesrananer i dad, ret con la alimentacion ¥ ain tomaba pecho, realaron ae juego de a madre co” 1 TAC deans pcm fi on los padres. En las sesiones de J 80 co te, se ob, ee ree jue el nifio dibujaba 0 estaba concentrat lo en un juguete o servé que cada vez que OE a, desviando la atenciOn del nifo, és emitia un Ja mamé se dirigia a la terapeuta, ees aris iiedlas Ge Eee jue iba aur sonido permanente y mondtono dv! ; a Ta terapeuta ro se dirigian a él. La madre confirmé que habitualmente en In cava, él se acompafiaba con ese sonidO cada vez que se hallaba concentrado o haciendo algo solo. sta diada habia sido filmad ; minutos de juego libre. A partir de esta consul video de ia interaccién a fos 6 meses. : “me crane la situacion cara a cara de esta diada, se observé, En el microandl : ; : una nayor frecuencia de afecto negativo en el ebé Yuna mayor proporcin de ames postivs (matches) que en la mayoria de las diadas de Ja muestra la madre como el nifio presentaban menor desplie- y al mismo tiempo, tanto m gue de afecto neutro y ausencia de conduetas de autorregulacion tales como siatoapaciguamiento oral y distanciamiento en el bebé. Mntizamos un andlisis de los movimientos interactivos observados en el snaterial filmado, Sugerimos I existencia de una sobre-oferta matema que in terrumpia por momentos ls iniciativas del nifio, por lo que inferimos que el etn negaivo que desplegaba el bebé era un modo para éste de marcar el disconfort y frenar a la madre. Al mismo tiempo, se noté una preponderancia de iniciativas de la madte para calmar al bebé, disminuyendo las oportunidades dde date de encontrar modos de autorregulacién. En esta diada se observ6, en el microandlisis, ausencia de indicadores de autorregulacién, como afecto neutro, atencién a objetos y autoapaciguamiento oral. En la situacién de juego libre con juguetes, a los 6 meses, la mama mantenfa la tendencia algo intrusiva, observada en la situacién cara a cara. Ella ofrecia permanentemente juguetes, y no daba tiempo a la exploracién del juguete ele- gido por el bebé, frenando las iniciativas de éste. exc fen tres minutos de interacciOn cara a cara y5 ita analizamos retroactivamente - Micronnalisis es la evaluacién de las imagenes de la madre y el bebé, rectosy eauacon afectva.Un desafiobifonte... : sapacigua nla stuaci6n cara a cara casi no se observaron conduetas de autos epee a mientras que en Ia situaci6n de juego libre el nifio se aNOT oral chupando un juguete. Estas conductas autoerotcas 7 " ecién con la T ban marcandbo el territorio disponible para Ia interaccio™ co ido preferen cese de la misma, mostran ba logrando limitar la insistencia parecié el autoapat én cara a cara. En siento oral 1 paen lazona de a zona oral c cradre y también el deseo del niio de {en [a exploracidn de los juguetes. EL nif iba logs Jee oferta materna con un juego autoerdten; aq a mientO oral que no se observé en los 3 minutos de interacci Hae afore de [os segundos la mamé fue captando estas sefiales, manteniéndose otf al margen. Cuando frené la sobreoferta de juguetes Por Parte de la madre, Inino volvié a entrar en tn juego diddico, abandonando la autoestimulacion oral : fen la consulta a los 2 afios y 8 meses, tadesen el manejo cotidiano y la regulacidn del nifio con clertas caracteristicas dela autorregulacién ya ‘observadas a los 6 meses. El sonido que emitia el nifio J grentermente era un modo de autorregulase sin dejar de concitar Per ementemente la atencion del otro, aunque estuviera muy interesado en tt actividad propia y en la exploracién del entorno. Tanto en la sesién como en su act adulto debia «escucharo», aun estando en silencio. Parecia que debit Convocar permanentemente la atencién de su madre con una baja capacidad para estar «solo En este sentido se trabajé con la hijo a estar «a solas» en su presencia, y sobre k madre de aferrarse a él En las sesiones vinculares se hizo hincapié en la Lectura Je mensajes interactivos entre los padres y el nifio. En las sesiones individuales ‘on la madre surgieron conflictos de la madre con respecto a su maternidad, ‘1a posicionamiento con sus propios padres en la infancia y madurez, y @ Sus propias angustias de separacién. Llegado a este punto, se concluyeron las fesiones con cl nifio y se instalé un espacio analitico individual para la mama ue continud aproximadamente 6 meses, Este trabajo levé a una disminucion del enfrentamiento mutuo entre la mama y su hijo. En esta consulta se pueden pensar dos niveles de trabajo: uno sobre las interacciones con los padres pesquisando los mensajes que se ponen en juego, y ‘otro intrapsiquico donde se pone en juego la fantasmatica inconsciente parental que obtura el libre fluir del interjuego entre ajustes y desajustes en los vinculos primarios. En el seguimiento realizado en el programa de investigacién a los 4 aiios se volvid a filmar a esta diada y se observaron un muy buen desarrollo del nifo, un juego simbélico muy rico y un muy buen nivel de lenguaje. Ademas, segiin el relato de la madre, habian cedido significativamente los berrinches y la initabilidad. ‘A modo de conclusién, el estudio de la regulacién afectiva dic torregulacién en el niho permite tender puentes entre el psicoanilisis y los apor- tes de la perspectiva interaccional. Brinda nuevos elementos para una clinica de pudimos ligar algunas de las dificul- madre sobre la necesidad de ayudar a su la necesidad inconsciente de la e Inés Vardy | Clara Inés Vardy | Clara se, itnay avatares propios de la inte " ia constitucidn de la tramy a Tey re cuenta los os afect, ye tome en gulable de I os fantasmas parentales- f jen relacionarse con una concep, Ja primera infancia qu Jo regulable y lo no re sentacional ¥ rreoerotsm y aurorregulacion Pi de los momentos fundantes del psiquism? Te aro axtosostenido. ste aurosost mario se da siempre €nPresenca le tun vinculo de amor con Ios padres. Los padres seducen, narcisizan, invsiey y vrexpo del infans pero embien I exceso de excitaciOn, transforman jy ‘afectos negativos en positivas ¥ permiten que el nifio adquiera la capacig para estar solo sin excesiv0® oe umienos persecuori ¥ de siamince La relacién entre padres hijo: fectiblemente atravesada por coy flictos y por el interjues' Bt ¥ esté indefe jo paral ent cOmMPONCTASY diversos. EI autoerotismo eS ‘euando permite al niflo regular su neces dad de la presencia ibidini Itos, pero corre el riesgo de vole defensivo si se produce en respuesta ala jintrusividad adulta 0 a la pobre ae suministros libidinales satisfactorios, convirt indose entonces en el tinico at ge procurarse placer. En el primer et “intrusividad del adulto- las dicate, des de autorregulacion pueden roduc un exceso de ansiedad que al 20 en ontrar eaminos de vehiculizaciSR ¥ sublimacién, podrian llevar a iritabildd, hiperactividad y posteriormente @ Jr eultades de atencion y de concentacin ener segundo caso la deprivacién de Suministros libidinales por parte de los adultos~ puede producir depresion, retraccién y retraimiento, recvares comunes de os primerosafios de vida, como insomnio o hiper. omnia, egacin a alimentars,ivrablidad, berrinches excesivos y trastomos de la motrcidad entre ots, dicios de la demanda y el son muchas veces in limite que el nit dirige a ponder a ellos puede colaborar su ambiente. veEseuchar» estos mensajes preverbales Y Tes a ligar afectos negativos potencialmente traumaticos para la constituci6n pst Guien,y ampli el potencal de desarollo de cada nifio, su autosostén a apertura al mundo externo. donde el bebé comienza a pee, ii 1

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