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Desenredando la ciencia Una mirada filoséfica sobre su practica, su historia y su dimensién social Natalia Buacar (compiladora) Santiago Armando Tomas Balmaceda Federico Nahuel Bernabé Bruno Borge Adriana Patricia Espejo Luciana Espinosa Diana Gomez Maria Virginia Ketzelman Nicolas Lo Guercio Juan Nesprias Rocio Pérez Anibal Szapiro Diego Tajer Introduccién al Pensamiento Cientifico Coleccién UBA XXI Desenredando la ciencia Coleccién UBA XXI UBA XXI es el programa de la Universidad de Buenos Aires que ofrece la posibilidad de cursar a distancia las materias del Ciclo Basico Comin de todas las carreras. Se trata de una propuesta académica innovado- ray de calidad desarrollada sobre un entorno digital que brinda a los estudiantes diferentes recursos multimediales y un acompafiamiento permanente. La coleccién UBA XXI retine libros elaborados por los equipos docen- tes del programa. Cada titulo presenta el campo de conocimiento de- limitado por la asignatura, incorpora conceptos disciplinares bisicos, distingue perspectivas tedricas e introduce problemiticas y areas de aplicacién. Claramente dirigidas a quienes inician sus estudios univer- sitarios, estas publicaciones incorporan paulatinamente los lenguajes especializados de cada disciplina y facilitan el acercamiento a textos académicos mas demandantes. Por su cardcter introductorio, los libros de la coleccién UBA XXI tam- bién pueden resultar de utilidad para un puiblico mas amplio, intere- sado en un tratamiento riguroso y a la vez accesible de las temdticas abordadas. Confiamos en que ustedes, lectoras y lectores, disfrutardn del recorri- do propuesto en este libro. Laura Basabe Coordinadora general del programa UBA XXI Coleccién UBA XxI Introduccién al Pensamiento Cientifico Desenredando la ciencia Una mirada filos6fica sobre su practica, su historia y su dimensién social Natalia Buacar (compiladora) Santiago Armando - Tomas Balmaceda - Federico Bernabé - Bruno Borge Adriana Espejo - Luciana Espinosa - Diana Gémez - Maria Virginia Ketzelman Nicolas Lo Guercio - Juan Nesprias - Rocio Pérez - Anibal Szapiro - Diego Tajer Eu BA Secretaria de Asuntos Académicos dela UBA Marfa Catalina Nosighia Coordinadora General de UBA XX1 Laura Basabe Equipo de asesoramiento pedagégico Camila Rodriguez Maria Alejandra Codazzi Andrea Mandelbaum Alicia Zamudio Equipo de asesoramiento deedicién Brenda Salama Alejandra Batista Liliana Castillo Beatriz Hall Griselda Raffo Correccién de estilo Laura Pérgola Disefio grifico Clara Ezcurra Rocio Osorio Ilustraciones Anibal Szapiro 410 p. ; 24x 18 cm. - (UBA XX1) ISBN 978-950-23-3234-5 cpp 121 Desenredando la ciencia / Natalia Buacar ... [et al.] ; compilacién de Natalia Buacar.- aed. - Ciudad Auténoma de Buenos Aires : Eudeba, 2022. 1. Epistemologia. I. Buacar, Natalia, comp. Eudeba Universidad de Buenos Aires Primera edicién: febrero de 2022 © 2022, Editorial Universitaria de Buenos Aires Sociedad de Economia Mixta Ay. Rivadavia 1571/73 (1033) Ciudad de Buenos Aires Tel.: 4383-8025 / Fax: 4383-2202 www.eudeba.com,.ar_ Este ejemplar se terminé de imprimir en Gréfica Laf, Monteagudo 741, VillaLynch, Buenos Aires. Tirada 1500 ejemplares Impreso en Argentina. Hecho el dep6sito que establece la ley 11.723 No se pei i fe la reproduccién total o parcial de este libro, ni su slmacenamientoen un sistema informético, ni su transmisién en cualquier forma 0 por cualquier medio, electrénico, mecinico, fotocopia u otros ‘métodos, sin el permiso previo del editor. Agradecimientos Este libro es el resultado de muchos afios de esfuerzo y trabajo colec- tivo, de discusiones, revisiones y correcciones. Su concrecién solo fue posible gracias al tiempo, apoyo y dedicacién de muchas personas. Se gesté y crecié en el marco de la cétedra de Introduccién al Pensa- miento Cientifico del programa UBA XXI de la Universidad de Buenos Aires. Muchos docentes han sido parte de este equipo desde el aiio 2015 hasta hoy y contribuyeron de modo decisivo, algunos como au- tores y autoras, otros revisando, comentando y mejorando distintas versiones del material. Agradecemos a Herndn Accorinti, Santiago Armando, Jestis Arriaga, Roberto Azar, Toms Balmaceda, Gastén Beraldi, Federico Bernabé, Eduardo Bianchini, Mara Bragarnik, Federico Burdman, Claudio Cormik, Gladys Crespi, Adriana Espejo, Beatriz, Frenkel, Luis Garcia Valifia, Diana Gomez, Sabrina Haimovici, Maria Virginia Ketzelman, Nicolas Lo Guercio, Andrea Melamed, Juan Nesprias, Rocio Pérez, Luis Robledo, José Romero, Mariela Rubin, Luciana Spinosa, Soffa Suaya, Antbal Szapiro, Diego Tajer, Paula Teijeiro y Valeria Valifio. Un especial reconocimiento merece Alejandra Valente, quien con carifio y atencién corrigié las primeras versiones del manuscrito. Muchas alumnas y alumnos han lefdo y trabajado con versiones preli- minares de los capitulos que componen este libro y sus dudas, comen- tarios, inquietudes y criticas resultaron enriquecedoras; les agradece- mos el habernos desafiado a mejorarlo de modo constante. El equipo de Desarrollo Pedagdgico del programa se involucré en cada parte del proceso y sus aportes fueron sumamente valiosos. Agradece- mos a Paula Bianchi, Alejandra Codazzi, Andrea Mandelbaum, Camila Rodriguez y Marina Thiery. Un agradecimiento muy especial le debe- mos a Alicia Zamudio; su mirada combina agudeza filosdfica y peda- gogica, y sus innumerables contribuciones enriquecieron sustantiva- mente el material. Agradecemos al equipo de Produccién Multimedial y Comunicacién integrado por Brenda Salama, Liliana Castillo y Griselda Raffo, quien puso especial carifio y atencién al editar este libro. Nuestra Bratitud también hacia Alejandra Batista y Beatriz Hall, quienes Tevisaron aten. tamente cada palabra, dialogaron con el texto ycon las autoras y auto. res, y contribuyeron a que sus ideas quedaran claramente Plasmadas, ala editorial Eudeba y, especialmente, a su correctora Laura Pérgola, Por ultimo, agradecemos a Laura Basabe, coordinadora general del programa UBA XXI. Su apoyo y direccién resultaron cruciales para concretar este proyecto. indice Presentacion Primera parte Presentacién. La argumentacion Capftulo 1. El reconocimiento de argumentos (Natalia Buacar) Capitulo 2. Los tipos de enunciados y su evaluacién (Natalia Buacar) Capitulo 3, Los argumentos deductivos y su evaluacién (Natalia Bacar) Capitulo 4. Los argumentos inductivos y su evaluacién (Natalia Buacar) Capitulo 5. La l6gica formal (Natalia Buacar) ‘Segunda parte Presentacién. La ciencia y su historia Capitulo 6. El nacimiento de la geometria y los sistemas axiométicos (Adriana Patricia Espejo) Capitulo 7. La revolucién copernicana (Natalia Buacar - Anibal Szepiro) Capttulo 8, La revolucién darwiniana (Federico Nahuel Bernabé - Nicolds Lo Guercio) Capitulo 9. Tras el estudio de los fenémenos sociales (Bruno Borge - Maria Virginia Ketzelman) Tercera parte Presentacién. Cuestiones epistemoldgicas Capftulo 10. La estructura de las teorias cientificas ya contrastacién de hipdtesis (Tomas Balmacede - Natalia Buacar) Capitulo 11. El empirismo légico y el falsacionismo como corrientes epistemolégicas clasicas (Rocio Pérez - Natalia Buacar) Capitulo 12. La nueva filosofia de la ciencia (Luciana Espinosa - Diana Gémez) Capitulo 13. La filosofia feminista de la ciencia (Rocio Pérez) 23. a7 37 61 83 99 135 141 163 191 2 235, 241 271 309 337 Cuarta parte Presentacién. La dimensién ético-politica de la ciencia Capitulo 14. Dimensién ética de la ciencia (Santiago Armando - Juan Nesprias) Capitulo 15. Politicas cientificas (Maria Virginia Ketzelman - Diego Tajer) 365 369 391 Presentacion La ciencia atraviesa milltiples aspectos de nuestras vidas. Cuestiones basicas y cotidianas como los modos de comunicarnos, transportarnos, alimentarnos son el resultado de miiltiples y complejos desarrollos cien- tificos y tecnol6gicos. Imaginemos un mundo sin mensajes de texto, telé- fonos méviles, internet ni computadoras personales: ese no es otro que el mundo de hace unos pocos afios atras. Més atin, el modo en que en- seiiamos y aprendemos esta signado por la ciencia. No solo respecto del qué se ensefia, sino también del cémo. Nuevamente, hasta no hace tanto tiempo, los estudios e investigaciones se llevaban adelante tinicamente en aulas y se apoyaban fundamentalmente en los libros que las bibliotecas 0 Kibrerfas podian ofrecer, Hoy parece que un limite infranqueable para el acceso ala informacién es la inevitable limitacién del tiempo disponible. Si bien la ciencia ocupa un lugar importante en nuestras vidas, no so- Jemos detenernos a reflexionar sobre ella, Usamos computadoras, nos subimos a colectivos, incluso a aviones, nos sometemos a estudios y tratamientos médicos. Posiblemente, no nos preguntemos qué ocurre con los dispositivos cuando los desechamos, ni inquiramos sobre la legitimidad de Ja teorfa que subyace al disefio y construccién de los medios de transporte, o nos preocupemos sobre los origenes de la tec- nologia médica. No solemos tener la necesidad de reflexionar sobre estas cuestiones y, por otra parte, no contamos con la oportunidad y Jas herramientas para hacerlo, Este libro procura ofrecer ambas cosas. 12 Este texto fue escrito en el marco dela materia Introduccién al Pensamiento Cientifico, del Ciclo Basico Comtin de la Universidad de Buenos Aires, més especificamente, en el programa UBA XXI. Dado que se trata de un programa de educacidn a distancia y, dada la naturaleza introduc. toria del curso, el texto pretende ser ameno y claro. En ocasiones los temas son arduos, pero hemos intentado presentarlos de modo acce- sible, priorizando la claridad por sobre la precisién exegética. ’spera- mos disfruten del libro y encuentren aqui preguntas y la motivacién suficiente para ir en busca de respuestas, Pensar la ciencia: .qué pensar y como hacerlo? El proyecto de este libro es, entonces, reflexionar sobre la ciencia. Esto abre dos preguntas, una por el objeto y otra por la metodologia: squé es precisamente aquello sobre lo que vamos a discutir? y gqué tipo de teflexién vamos a llevar adelante? A continuacién, ofreceremos algu- nas pistas en relacién con ambas preguntas; su desarrollo y el de sus posibles respuestas serdn ofrecidas a lo largo del libro. éQué es aquello sobre lo cual vamos a reflexionar? Anticipamos que aquello sobre lo que vamos a reflexionar es la ciencia 0 el conocimiento cientifico. Pero, entonces, :qué es la ciencia? Esta pregunta es una de las tantas que problematizaremos en este li- bro. En esta introduccién simplemente daremos algunos indicios de la complejidad de la pregunta y de las posibles soluciones. Lo que ha de quedar claro es que, de acuerdo con la respuesta que se ofrezca, cudl criterio se privilegie, el conjunto de aquellas actividades que tengan el titulo “cientificas” variara. En algiin sentido, todos tenemos algunas ideas sobre aquello que la ciencia es. Una de ellas es que la ciencia consiste en un esfuerzo desti- nado a entender y explicar el mundo en que vivimos, comprendernos a nosotros mismos y a los otros. El problema con esta aproximacién es que las caracteristicas atribuidas a la ciencia no son exclusivamen- te suyas. Hay muchos intentos de comprender el mundo que no esta- riamos dispuestos a llamar cientificos. Por ejemplo, las religiones han procurado esto y dificilmente las incluirfamos hoy en aquello que es ciencia. Podriamos dar un paso mas, y afirmar que la ciencia se orienta a com- prender el mundo en que vivimos, explicarlo, y también predecir y an- ticiparnos a los acontecimientos, Sin embargo, esta respuesta también DESENREDANDO LA CIENCIA 12 a wae fue: escritoen ‘el marco de la materia Introduccién al Pensamiento ratitico, del Ciclo Basico Gomiin de la Universidad de Buenos Aires, mas especificamente, en el programa UBA XXI. Dado que se trata de un programa de educacién a distancia y, dada la naturaleza introduc. toria del curso, el texto pretende ser ameno y claro. En ocasiones los temas son arduos, pero hemos intentado presentarlos de modo acce- sible, priorizando la claridad por sobre la precisién exegética. Espera- mos distruten del libro y encuentren aqui preguntas y la motivacién suficiente para ir en busea de respuestas, Pensar la ciencia: gqué pensar y como hacerlo? Elproyecto de este libro es, entonces, reflexionar sobre la ciencia. Esto abre dos preguntas, una por el objeto y otra por la metodologia: gqué es precisamente aquello sobre lo que vamos a discutir? y qué tipo de reflexién vamos a llevar adelante? A continuacién, ofreceremos algu- nas pistas en relacién con ambas preguntas; su desarrollo y el de sus posibles respuestas serdn ofrecidas a lo largo del libro. éQué es aquello sobre lo cual vamos a reflexionar? Anticipamos que aquello sobre Jo que vamos a reflexionar es la ciencia 0 el conocimiento cientifico. Pero, entonces, qué es la ciencia? Esta pregunta es una de las tantas que problematizaremos en este li- bro. En esta introduccién simplemente daremos algunos indicios de la complejidad de la pregunta y de las posibles soluciones. Lo que ha de quedar claro es que, de acuerdo con la respuesta que se ofrezca, cul criterio se privilegie, el conjunto de aquellas actividades que tengan el titulo “cientificas” variaré. En algiin sentido, todos tenemos algunas ideas sobre aquello que la ciencia es. Una de ellas es que la ciencia consiste en un esfuerzo desti- nado a entender y explicar el mundo en que vivimos, comprendernos a nosotros mismos y a los otros. El problema con esta aproximacién es que las caracteristicas atribuidas a la ciencia no son exclusivamen- te suyas. Hay muchos intentos de comprender el mundo que no esta- riamos dispuestos a llamar cientificos. Por ejemplo, las religiones han procurado esto y dificilmente las incluiriamos hoy en aquello que es ciencia. Podriamos dar un paso més, y afirmar que la ciencia se orienta a com- prender el mundo en que vivimos, explicarlo, y también predecir y an- ticiparnos a los acontecimientos. Sin embargo, esta respuesta también DESENREDANDO LA CIENCIA tiene dificultades, Por un lado, no es claro que cuando se trata de ciel cias que conciernen a la condueta humana sea factible llevar adelante predicciones. Por otro lado, el tarot, por ejemplo, aspira efectivamente aadivinar qué nos depara el futuro y es al menos discutible que cuente con estatus cientffico, Entonces, ¢qué tipo de actividad intelectual cuenta como ciencia? y, consecuentemente, ¢qué diferencia a la cient maneras de investigar el mundo?, equé distingue a Ja ciencia de la religién? Durante algtin tiempo, las esperanzas estuvieron depositadas en Ia idea de un método propio y distintivo de las disciplinas cientificas que permitirfa distinguirlas de otro tipo de actividades. Sin embargo, la empresa no era para nada sencilla. :Hay un tinico método aplicable a las distin: tas disciplinas cientificas? Suele hacerse una distincién, que dista de ser no problemitica, entre ciencias formales (aritmética, geometria, légica matematica, etc.) y ciencias facticas, orientadas al estudio de hechos. ¥, entre estas tiltimas, se distingue entre naturales (quimica, fisica, biologia, etc.) y sociales (economia, sociologia, antropologta, etc.). Pero ese procede de modo andlogo en fisica, biologia, quimica, matematica, sociologfa, economfa, por solo mencionar algunas? Una opcién consiste en sostener que las ciencias ficticas (aunque no Jas ciencias formales) cuentan con cierta metodologfa comtin, por la cual se registran datos, se formulan hipétesis, se construyen teorias para dar cuenta de los fenémenos y luego estas son testeadas median- te experimentos y observaciones. Efectivamente, la experimentacién marcé un punto de quiebre en el desarrollo de la ciencia y tuvo un rol central para que esta decantara en el modo en que se practica en la actualidad. Sin embargo, como suele remarcarse, la experimentacién no es moneda corriente en las ciencias sociales 0 humanas, ni tampoco en la astronomia, disciplinas a las que se les adjudica hoy un innegable cardcter cientifico. Por otra parte, desde fines del siglo x1x no hay de- masiado consenso acerca de que exista efectivamente tal metodologia comin, Para entender aquello que distingue a la ciencia de otras précticas se ha propuesto que es necesario hacer hincapié en que se trata de una actividad humana especifica, La ciencia se estructura socialmente de un modo particular, cuenta con dispositivos para la reproduccién y circulacién de los conocimientos que genera, con mecanismos de re- conocimiento de méritos y distribucién de honores y cargos. Es una actividad cooperativa con una dindmica propia, Nuevamente, tampoco es facil delinear esa estructura y dindmica para diferenciarla de otras actividades humanas. En conclusién, no es sencillo especificar qué es Ja ciencia y qué la dis- tingue de otros esfuerzos similares por entender el mundo, Como ya hemos sefialado, esta es una de las cuestiones que problematizaremos PRESENTACION 13 “4 cn el libro, Tal como veremos en Ia tercera parte, no hay una , para facilitar la especificacién de sus condicio. nes de vertiad. Traduciremos los enunciados condicionales del tipo si ‘Acentonces B a expresiones de la form: AOB Llamaremos antecedente a aquella parte del enunciado esquematizado que figura antes del simbolo > (en este caso, representado por A), ya la parte que sigue a> (B en nuestro esquema) lo Ilamaremos consecuente, En resumen: Antecedente > Consecuente De esta manera, podemos esquematizar el enunciado 1 del siguiente modo: Un tsunami azota Buenos Aires > Buenos Aires se inunda. Los enunciados condicionales no siempre se formulan en el lenguaje comin con el antecedente al comienzo y el consecuente después, sin embargo, respetaremos este orden al analizarlos y reconstruirlos. En el caso de enunciados como 20, es posible reconocer el antecedente Porque est precedido por la cldusula si, Esto ultimo ocurre también en el siguiente ejemplo, aunque se haya alterado el orden de los enun- ciados componente: 20. Buenos Aires se inunda si un tsunami azota la ciudad. Aunque enunciados en orden distinto, antecedente y consecuente 500 Jos mismos que los del enunciado 20, y en ambos casos la cldusula si pre cede al antecedente. Ambos enunciados, 20 y 20’, expresan lo mism0- Por esta raz6n, €l enunciado 20’ puede ser reconstruido de igual maner®: 44 DESENREDANDO LA CIENCIA Un tsunami azota Buenos Aires > Buenos Aires se inunda. La correcta identificacién del antecedente y del consecuente es crucial al evaluar las condiciones de verdad de los enunciados condicionales. Y, para ello, debemos introducir una distincién entre condiciones sufi- cientes y necesarias. En el ejemplo 20 que venimos trabajando es posible afirmar que el enunciado condicional pone en relacién un enunciado que juega el rol de condicién suficiente (el antecedente) y otro enunciado (el consecuen- te) que expresa qué ocurrir en caso de que se verifique esa condicién. Es preciso atender lo siguiente: el enunciado afirma que es condicién suficiente que ocurra un tsunami para que se inunde la ciudad, pero no dice que sea necesario que ello ocurra para que la ciudad se inunde, En otras palabras, no afirma que la tinica situacién capaz de ser responsa- ble de una inundacién sea un tsunami porque bien podria inundarse y no haber ocurrido tsunami alguno. Las condiciones suficientes pueden también formularse de otras ma- neras, no solo con la clausula Si..., entonces... En el idioma espajiol dis- ponemos de otros giros equivalentes como por ejemplo: es suficiente... para... 0 basta que... para... Con estas expresiones podemos construir formulaciones alternativas del enunciado 2 20”. Es suficiente que un tsunami azote Buenos Aires para que la ciudad se inunde. 20”. Basta que un tsunami azote Buenos Aires para que la ciudad se inunde. Nos preguntamos: gen qué condiciones dirfamos que es verdadero el enunciado 20 (y sus formulaciones equivalentes) y cudndo que es fal- so? Serd falso en el caso en que sea verdadero que un tsunami azote Buenos Aires (el antecedente), pero falso que la ciudad inunde (el con- secuente). Precisamente, el enunciado afirma que es suficiente que se produzca un tsunami para que la ciudad se inunde. Los enunciados condicionales con antecedente verdadero y consecuente falso son fal- sos. En el resto de los casos, son verdaderos. Esto ultimo requiere de algunas aclaraciones adicionales. Los casos en que el enunciado condicional resulta verdadero son tres: + Aquel en el que el antecedente y el consecuente son verdade- ros. Es el caso en que es verdadero que ocurra un tsunami y también que la ciudad se inunde. Todo enunciado condicional CAPITULO 2. LOS ENUNCIADOS Y SU EVALUACION 45 46 ,cuente verdadero es ver. erdadero y conse con antecedente vé dadero. falsoy el consecuente verda. ue el antecedente es a + Aquel en a Templo, cuando es falso que ocurra un tsunami, dero. Bin ese verdadero que Ja ciudad de Buenos Aires se ientras que es vert . imunde tl ‘enunciado resulta verdadero porque se mantiene Ia relacién condicional que se afirma en toes Jas formula. ciones del enunciado 20 (que la ocurrencia le un tsunami es condicién suficiente para que la ciudad se inunde). Lano ocu- rrencia del tsunami no compromete la verdad del enunciado que relaciona de modo condicional o hipotético los tsunamis con la inundacién de la ciudad.‘ De modo general, todo enun- ‘ciado condicional con antecedente falso y consecuente ver- dadero es verdadero. + Aquel en el que el antecedente y el consecuente son falsos. Razones similares al planteo anterior nos conducen a consi- derar el enunciado condicional 20 y sus variantes como ver- dadero en esta situacién. La falsedad de los enunciados que se combinan no vuelve falsa la afirmacién que los relacio- na de manera condicional o hipotética. De este modo, todo enunciado condicional con antecedente falso y consecuente falso es verdadero.* La siguiente tabla de verdad sintetiza las condiciones de verdad de los enunciados condicionales de la forma A ~ B, para cualquiera de los dos enunciados A y B: T | __ A B A>B | 1 Verdadero Verdadero Verdadero 2 Verdadero Falso “Falso 3 Falso | __Verdadero Verdadero Falso Falso Verdadero | 4. También podric Gods indeoriand abetenemos de juzgar en uno u otro sentido y sefialar que su valor Vettatvos (verdaderoy tan ontelones. Peto, en tanto nos restrinjamos a dos valores de estos valores, dete’. 80) y consideremos que todas las oraciones recibirén algune oe + deberemos afirmar que en una situacién tal, la oracién es verdadera. es solo ut de lo que se conoee core Posible de los enunciados condicionales, en términos factorio para todoe los coun onal Material. Este tipo de andlislsno resulta sas: ara nuestros prosaence” ‘98 condiclonales del lenguaje. Sin embargo, resulta tt! DESENREDANDO La CIENCIA Otros ejemplos de enunciados que expresan condici6n suficiente son: Es suficiente que un auto tenga nafta para que arranque. Basta que si alguien es mayor de 17 afios puede obtener una licencia de conducir. La combustién ocurre solamente en presencia de oxigeno. El caso de las condiciones necesarias En el apartado anterior, presentamos los enunciados condicionales que involucran condiciones suficientes. Resulta pertinente mencionar que existen otros modos de expresar relaciones condicionales en el lenguaje ordinario. En particular, es posible expresar condiciones nece- sarias. Asi, por ejemplo, consideremos la siguiente variacién sobre el ejemplo anterior: 21, Solo si un tsunami azota Buenos Aires, la ciudad se inunda. O sus equivalentes: 21’. Es necesario que un tsunami azote Buenos Aires para que la ciudad se inunde. 21”. Unicamente si un tsunami azota Buenos Aires, la ciudad se inunda. 21”. Buenos Aires se inunda, solo si un tsunami azota la ciudad. En estas cuatro formulaciones, los enunciados combinados por las ex- presiones condicionales son: por un lado, un tsunami azota Buenos Aires ¥, por otro, Buenos Aires se inunda, Se trata de los mismos enunciados que eran combinados en el enunciado 20 (y sus respectivas variantes). Sin embargo, la relacién condicional que se establece en el enunciado 21 es diferente a la establecida en 20. En 21, se afirma que la ciudad se inunda tinicamente si ocurre un tsunami, es decir que es necesario (aunque quizs no sea suficiente) que ocurra un tsunami para que la ciudad se inunde. Por su parte, como dijimos, lo que 20 afirma es que es suficiente (aunque tal vez no sea necesario) que ocurra un tsunami para que la ciudad se inunde. La diferencia no es menor, mientras que el enunciado 20 es verdade- ro, el enunciado 21 es falso, pues sabemos que hay otros factores que pueden provocar que la ciudad se inunde y conocemos casos en que CAPITULO 2. LOS ENUNCIADOS Y SU EVALUACION. 47 esto ha ocurrido. Ambos enunciados (20 y 21) no resultan ser verdade- tos en los mismos casos, sin embargo, utilizaremos la misma tabla de verdad para analizar los dos tipos de enunciados condicionales. Para poder emplear la misma tabla deberemos identificar el antecedente y tl consecuente del enunciado condicional de modo diferente a como To hicimos al evaluar enunciados condicionales que involucran condi- ciones suficientes. Para identificar el antecedente de los enunciados condicionales que involucran condiciones suficientes debiamos atender a aquello que se- guia a si... Asimismo, establecimos que el enunciado condicional era falso cuando el antecedente es verdadero y el consecuente falso, y ver- dadero en el resto de los casos. Si aplicdramos ese andlisis al enunciado 21, deberiamos afirmar que es falso cuando resulta que un tsunami azota Buenos Aires y, sin embargo, la ciudad no se inunda (y verdadera en los otros tres casos). Este andlisis no resulta satisfactorio, pues lo que afirma el enunciado no es que sea suficiente que un tsunami azote Buenos Aires para que la ciudad se inunde, sino que es necesario. Lo que 21 afirma es que cabe esperar una inundacién solamente frente a un tsunami. La opcién que excluye este enunciado es que Buenos Aires se inunde y que no haya ocurrido un tsunami. Esto es, el enunciado no es equivalente a 20 sino a: 21”, Si Buenos Aires se inunda, un tsunami la ha azotado. Esqueméticamente: Buenos Aires se inunda > un tsunami ha azotado Buenos Aires. Vemos, entonces, que se modificé la relacién que se establece en- tre los enunciados combinados. Y, con ello, el modo de identificar eal antecedente y el consecuente del condicional al analizarlo, En el ejem- plo 21 (y sus variantes), el enunciado un tsunami azota Buenos Aires cumple el rol de condicién necesaria y, en tanto tal, ocupa el lugar de consecuente y no de antecedente, como en el caso de las condiciones suficientes. Tengamos presente que las expresiones que introducen consecuente en este tipo de enunciados son: solo si... es necesario que. tinicamente si. De scverdo con oanteros el enunciadoresultaré serfs solo cua couente (Un tu te (Buenos Aires se inunda) es verdadero y su conse al eomcinioi oe azota Buenos Aires), falso. En el resto de los casos, CORB on serd verdadero. Esto es: cuando tanto antecedente secuente son verdaderos, cuando ambos son falsos y cuando DESENREDANDO LA CIENCIA cl antecedente es falso y el consecuente verdadero. Se aplican aqui las mismas consideraciones que aquellas mencionadas en el apartado an- terior respecto de los condicionales que involucran condiciones sufi- cientes. Lo tnico que cambié es el modo de identificar el antecedente y el consecuente del enunciado condicional. Otros ejemplos de enunciados condicionales que expresan condicio- nes necesarias son: 22, Es necesario que un auto tenga nafta para que arrangue. 23, Unicamente si alguien es mayor de 17 aiios puede obtener una licencia de conducir. 24, La combustin ocurre solamente en presencia de oxigeno. En los tres casos, se afirma que algo es necesario para que ocurra otra cosa. En ellos, aquello que funciona como condicién necesa- ria ocuparé el lugar de consecuente en nuestras reconstrucciones, mientras que la otra parte del enunciado ocupard el de anteceden- te. Como podra observarse, estos enunciados son falsos tinicamente cuando sus antecedentes son verdaderos y sus consecuentes falsos, en el resto de los casos resultan verdaderos. Esto es, son falsos tini- camente cuando: + Blauto arranca y no tiene nafta. + Alguien obtiene una licencia de conducir y no es mayor de diecisiete afios. + Ocurre combustién en ausencia de oxigeno. Entonces, a la hora de evaluar veritativamente enunciados condi- cionales, resulta necesario determinar si el tipo de condicién que se expresa tiene cardcter suficiente o necesario. Para esto, existen al- gunas pistas. Las expresiones si... entonces..., es suficiente que..., basta entre otras- expresan condiciones suficientes. Mientras que ‘Solamente si... tinicamente si... ¢s condicién necesaria que..., es necesario que... sitven para expresar condiciones necesarias. Las pri- moras introducen al antecedente de la reconstruccién, las segundas, al consecuente. Bicondicionales zn el idioma espafiol, es frecuente que utilicemos expresiones tales como si. entonces...O . solo si.. para establecer algo més que una mera condici6n suficiente o una condicién necesaria, En ciertos casos, CAPITULO 2. LOS ENUNCIADOS Y SU EVALUACION pretendemos afirmar ambas condiciones. Por ejemplo, imaginemos el] caso de un nifio pequefio sentado a la mesa, a quien su padre le ad. vierte: “Si comés toda la comida, podrés comer el postre”. Por muy pe- quefio que sea el nifio, si comprendié lo que su padre le dijo, habrg entendido que basta que coma la comida para que pueda reclamar sy postre. También habra interpretado que, si no lo hace, se quedara sin él. En otras palabras, que es suficiente y necesario que coma su comida para tener derecho a su postre. Este tipo de enunciados se denominan bicondicionales, pues establecen entre las partes del enunciado una relacién condicional que se cumple ‘enambos sentidos: afirman que la relacién de condicionalidad es tanto necesaria como suficiente. Suelen formularse con expresiones como si ¥y solo si o siempre y cuando. Por ejemplo: 25. Buenos Aires se inunda siempre y cuando sea azotada por un tsunami. Es posible especificar las condiciones de verdad de este enunciado de la misma manera en que lo hicimos con los anteriores. El enunciado resultard verdadero cuando ambos enunciados, combinados por la ex- presién siempre y cuando, sean verdaderos. También serd verdadero en caso de que ambos sean falsos, pues aqui se afirma que si hay un tsuna- mi, la ciudad se inunda; como asi también que, sila ciudad se inunda, ha de haber ocurrido un tsunami. Cuando uno de los enunciados com- ponentes del bicondicional resultara verdadero y el otro falso, el enun- ciado bicondicional seré falso. Al generalizar estas consideraciones, observemos la siguiente tabla de verdad: A B | Asiempre y cuando B 1 Verdadero Verdadero Verdadero 2 Verdadero Falso Falso 3 Falso Verdadero Falso 4 Falso Falso Verdadero Para determinar la verdad o falsedad de los enunciados condicionales deberemos identificar de qué tipo se trata y cual es la condicién expre- sada. Tal como veremos en los préximos capitulos, ser solventes &" la evaluacion veritativa de los enunciados condicionales sera de gran utilidad en nuestra tarea de andlisis y evaluacién de argumentos. 50 DESENREDANDO LA CIENCIA Negaciones Las negaciones comprometen un tinico enunciado, sea este simple © complejo. A diferencia de los enunciados complejos analizados hasta aqui (conjunciones, disyunciones, condicionales) al negar un enunciado, la negacién no combina ese enunciado con otro. En las negaciones, simplemente se dice que no es el caso que ocurra algo. El idioma espaiiol cuenta con innumerables modos de expresar ne- gaciones: es falso que, no, no es cierto que, nadie; utilizando las parti- culas des- 0 in-, entre otros. Un ejemplo de negacién es el siguiente enunciado: 26. Marte estd deshabitado. O sus equivalentes: 26". No es cierto que Marte esté habitado. 26”. Marte no est habitado. 26”. Es falso que Marte esté habitado. Puede observarse que el valor de verdad de la negacién depende del valor de verdad del enunciado que est siendo negado; en este caso: 27. Marte esta habitado. De modo que si 27 fuese verdadera (si, efectivamente, Marte esté ha- bitado), su negacién (en cualquiera de sus formulaciones 26, 26, 26” 0 26”) resultard falsa, y ala inversa. Es posible esquematizar el ejemplo anterior en una tabla, En este caso, as opciones por considerar son tinicamente dos, pues en una negacién hay un tinico enunciado involucrado, Para cualquier enunciado, llamé- moslo A, diremos que su negacién No A es verdadera, si Aes falso. Y, en forma inversa, si A fuera verdadero, su negacién seré falsa. A NoA 1 Verdadero Falso 2 Falso. Verdadero CAPITULO 2. LOS ENUNCIADOS Y SU EVALUACION 8 Andlisis de enunciados complejos it identi jferentes tipos de enunciados aten. itulo, identificamos diferente é a i on emisichura. "ahora bien, un mismo enunciado puede (y sue. io iol esiones légicas. Si las expresiones logicas més de una expresidn légica, cabe preguntarse: ade qué tipo es cada cnunciado en cuestién?

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